sábado, 23 de agosto de 2014

* Resonancia Schumann *

***Hermoso Sábado para todos.

Dado que el Sol ha entrado nuevamente en reposo vamos a aprovechar para tratar otro tema que resulta interesante para muchos.
Sólo mencionar que la actividad ha mermado con pocos eventos menores; C3.5-C1.3-C2.2 desde 2149, C1.4 desde 2148 y hace instantes un C6 desde 2146, que el campo magnético comienza a alterarse nuevamente y que los rayos cósmicos siguen en alza.

Complaciendo el pedido del lector Jaomart, vamos a hablar un poco sobre la famosa Resonancia Schumann.
La resonancia Schumann es un conjunto de picos en la banda de ELF =extremely low frequencies: frecuencia extremadamente baja= del espectro radioeléctrico de la Tierra.
Suceden porque el espacio entre la superficie terrestre y la ionosfera =entre 90 y 500 km de altura= actúa como una guía de onda. Las limitadas dimensiones terrestres provocan que esta guía de onda actúe como cavidad resonante para las ondas electromagnéticas en la banda ELF. 

La cavidad es excitada de manera natural por los relámpagos, y también, dado que su séptimo sobretono =armónico= se ubica aproximadamente en 60 Hz, influyen las redes de transmisión eléctrica de los territorios en que se emplea corriente alterna de esa frecuencia.
La frecuencia más baja, y al mismo tiempo la intensidad más alta de la resonancia de Schumann se sitúa en aproximadamente 7,83 Hz. Los sobretonos detectables se extienden hasta el rango de los kHz =kilohercios=.
Este fenómeno se llama así en honor de Winfried Otto Schumann =1888-1974=, que predijo matemáticamente su existencia en 1952, a pesar de ser observada por primera vez por Nikola Tesla y formar la base de su esquema para transmisión de energía y comunicaciones inalámbricas. La primera representación espectral de este fenómeno fue preparado por Balser y Wagner en 1960.



Hasta aquí la explicación, que realmente es técnica y sólo puede ser entendida por quienes dominen ésta cuestión. El problema con éstos tecniscismos es que, para entenderlos cabalmente y saber leer datos, monitores, y luego interpretarlos, deberíamos estudiar y mucho. Entonces..el otro problema es que muchos somos apasionados por éstas cosas, pero no podemos o no nos interesa estudiar a fondo, ante lo cual solemos *tocar de oído*. Tocar de oído implica no saber del asunto y largarnos a opinar en base a lo que otros =pretendidamente= saben. No es necesario ser expertos en todo, uno puede adentrarse leyendo de diversas fuentes, y al menos tener buenas nociones, pero hete aquí otro problema...hay bibliografía a favor y en contra. El dilema está servido...jaja..y entonces solemos optar por lo que más nos agrade o convenza.

Si somos excesivamente escépticos abonaremos a la teoría *en contra*, si somos fácilmente seducibles abonaremos a la teoría *a favor*. En mi caso, como intento siempre =aún luchando contra mis preconceptos= buscar un equilibrio, les digo que con respecto a la Resonancia Schumman no me siento convencido en un todo. Como entiendo perfectamente la habilidad que muchos tienen de hacer un negocio con cosas que son difíciles de probar, creo haber aprendido que cuando un tema que tiene base científica probada es utilizado para hacer negocios, debo dejar de perder mi tiempo.
Si quisiera sofocar mis dudas debería al menos, hacer la carrera de Técnico Electrónico, como para entender apenas...un poco, ya que éstos temas requieren de varias disciplinas de estudio y no una sola.



Como es imposible debido a una cuestión de edad, considero que mi tiempo de vida es escaso como para embarcarme en estudios que sinceramente..no me aportarían demasiado, por lo tanto no puedo tocar de oído en éste tema. Ante ello, lo único posible es tener en cuenta la cuestión desde una mirada de aprendiz y no inclinarme ni por el *a favor* ni por el *en contra*. El negocio en cualquier tema es fácilmente detectable, como decía antes, hay temas que tienen base científica pero que a la vez dejan rendijas abiertas, lo que en la ley se llama *vacío legal* o *laguna jurídica*, situación que debe ser resuelta por el Juez en base a su propia interpretación y ya no a la ley estrictamente redactada. 

Cuando hay vacíos científicos se cuelan los que saben hacer negocio en terreno fértil y se puede inventar cualquier teoría sin que ella pueda ser completamente probada. Ésto es lo que ocurre con la Resonancia Schumann, al igual que con muchos otros temas. Y así, quienes no podemos aportar desde un cabal conocimiento caemos en la necesidad de querer saber y para eso...hay quienes nos esperan con los brazos abiertos..jaja. Sé de muchos fabricantes de negocios basados en el conocimiento espiritual, que hoy día, hasta mezclan la Resonancia Schumann con el ADN, los ángeles, el tantra, los chemtrails, la spirulina o la sanación y bla, bla, bla...

Obviamente...pueden ayudarnos a aplicarla a cambio de asistir a alguna conferencia =paga=, vendernos algún libro o inclusive negociar algún tratamiento vía *consultorio*....
El combo no sólo es utilizado por los poderosos de guante blanco que manejan los hilos de nuestra civilización, sino también lo utilizan hábiles mediocres y energúmenos de poca monta para sus pequeños negocios a costa de la necesidad de las personas de saber algo más o de mejorar los problemas que aquejan su espírtiu, su cuerpo y su mente.



Hecha ésta aclaración les digo que personalmente me inclino a aceptar que existe una relación probada entre la Resonancia Schumann y el campo magnético terrestre, cuando hay alteraciones en el campo magnético los monitores Schumann indican actividad en su frecuencia, eso es lo único que puedo afirmar, y por carácter transitivo, si solamente la magnetósfera alterada también anuncia actividad sísmica es muy lógico que la Resonancia Schumann sea un interesante indicador de algún precursor telúrico. 

Si nos basamos en el estudio citado al inico de éste post podrán comprender que lo ideal sería tener muchos monitores distribuídos a lo largo del planeta, pero además esos monitores solos no sirven de nada si a la vez, no se monitorea la magnetósfera, los rayos cósmicos, las partículas, el viento solar, etc., etc.. Todo ésto hace muy difícil que podamos predecir un sismo ya que los factores a tener en cuenta son muchos y se necesitaría disponer de todos los instrumentos, el tiempo y la cantidad de personal destinados a controlar cada factor.
De todos modos reitero, es una aplicación útil, una más como para tener indicios. 

Con respecto a otras cuestiones aplicadas con la Resonancia Schumann que les citaré más abajo, ya entramos en terrenos que podrían formar parte de una laguna científica. No tengo dudas de que nuestros pensamientos influyen de manera colectiva, cualquier persona lo suficientemente ejercitada en el poder de convencimiento puede afectar las decisiones de otras personas que se encuentran en la incapacidad de resolver por sí mismas, ésto se aplica a través de la ingeniería social de manera masiva y con el consentimiento de los medios de comunicación.



Si el sistema quiere que consumamos tal o cual producto lo van a lograr, si quieren pintar un panorama caótico o por el contrario, de estabilidad, no tengan dudas de que vamos a creer el mensaje en la medida de que no nos tomemos el tiempo en *comprobar y analizar*, y al hacerse masivo veremos que otros piensan igual que nosotros por lo tanto algo ficticio se convierte en una realidad, que retroalimentamos nosotros mismos. Hay un disparador preconcebido que al lanzarse va creando realidad en las personas que lo receptan y se difunde hasta ser un hecho. Ahora bien, no podría afirmar que un detector de Resonancia Schumann podría advertir un incidente =como se citará más abajo= fruto de las ondas de *presentimiento* de la masa colectiva. Podemos presentir masivamente algo, pero que exista un instrumento que advierta lo que estamos pensando y lo decodifique...mmm..no lo creo.

Tampoco puedo sostener que nuestro pensamiento masivo opere realidades en el Planeta, si bien las frecuencias electromagnéticas pueden obrar como hilo conductor entre las personas y el Planeta, no me resulta convincente que si pensamos en un sismo seamos nosotros quienes lo gatillamos. Es más probable que las ondas que emite el Planeta nos afecten a nosotros que a la inversa, en todo caso, nosotros gatillamos a través de los hechos y no de los pensamientos, por ejemplo, el fracking gatilla un sismo, pero no el pensamiento. Eso de que uno *crea con el pensamiento* es muy relativo. 
Todos quiséramos crear a la persona que nos ame pero no alcanzaría con la intención positiva solamente, sino con la acción, nadie puede crear empleo pensándolo, es una combinación necesaria entre pensar y hacer lo que llega a materializar un hecho.

Es muy real también que nuestros sentimientos influyen en lo que pensamos y a la inversa, luego esos sentimientos nos predisponen en la acción o inacción que optamos para que algo se concrete y de qué manera.
Las ondas electromagnéticas influyen en nosotros, a veces son inducidas adrede por medios humanos, también las naturales que podemos atribuir al planeta y el entorno espacial, y si hay un instrumento que advierta la resonancia, de todos modos no nos sirve de mucho más que decir ¡oh hay actividad! sin que podamos hacer nada al respecto. En cambio es útil para prevenir sobre un sismo altamente probable, pero también...no alcanza ya que ni la hora, ni el lugar, ni la magnitud pueden ser predichos..

Pero bueno...es un hermoso tema para dedicarle horas y más horas...así que no me extiendo y finalizo dejándoles la explicación sobre la Resonancia Schumann a cargo de éstas personas para que sean ustedes mismos quienes hagan su propio análisis.



La Iniciativa de Coherencia Global es un proyecto de investigación en colaboración con el Instituto de HeartMath, la doctora Elizabeth Rauscher y otros ingenieros y científicos para diseñar, construir y mantener un Sistema de Monitoreo de Coherencia Global =MCG=. El GCMS medirá directamente las fluctuaciones en los campos magnéticos generados por la tierra y la ionosfera. La Dra. Rauscher es una reconocida Astrofísico y Científico Nuclear a nivel internacional, ha trabajado en instituciones como el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley y Lawrence Livermore Laboratory y es consultada regularmente por la NASA y la Marina de los EE.UU.. A partir de la década de 1980, ella y su difunto esposo, el Dr. William Van Bise, construyeron un detector sensible para monitorear el campo geomagnético y las pulsaciones y resonancias asociadas con las excitaciones de la ionosfera. 

Su investigación ha dado lugar a algunas conclusiones importantes. Por ejemplo, dos o tres semanas antes de los terremotos o las erupciones volcánicas, se vieron cambios del campo magnético de la Tierra, lo que sugiere que un sistema de control multiestación podría predecir los terremotos y las erupciones volcánicas. No sólo los Dres. Rauscher y Van Bise lograron predecir la erupción cataclísmica del Monte St. Helens en Washington, un año y medio después de la erupción, predijeron el 84 % de la actividad sísmica que ocurre dentro de un área de 100 millas cuadradas alrededor de un único detector.



Este hallazgo por sí solo justificaría el desarrollo de un sistema de vigilancia mundial, pero hay aún más importantes razones para hacerlo. La comunidad científica está empezando a apreciar cómo los campos generados por los sistemas vivos y la ionosfera interactúan entre sí. Por ejemplo, la Tierra y la ionosfera generan una sinfonía de frecuencias que van desde 0,01 hertz a 300 hertz, y algunas de las grandes resonancias que ocurren en los campos de la Tierra están en el mismo rango de frecuencias como las del corazón y el cerebro humano. Aunque los investigadores han examinado algunas de las posibles interacciones entre los campos de la tierra y las personas, los animales y la actividad de las plantas, los científicos apenas han arañado la superficie de lo que puede lograrse con algo tan sofisticado como el Sistema de Monitoreo de Coherencia Global. 

Una serie de importantes conclusiones ya han surgido, por ejemplo, los cambios en el campo magnético de la tierra se asocian con cambios en el cerebro y la actividad del sistema nervioso; rendimiento de atletismo, la memoria y otras tareas; sensibilidad en una amplia gama de experimentos de percepción extrasensorial; síntesis de nutrientes en plantas y algas; el número de violaciones y accidentes de tránsito reportados; la mortalidad de los ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares; y la incidencia de la depresión y el suicidio. Es interesante observar que los cambios en las condiciones geomagnéticas afectan los ritmos del corazón con más fuerza que todas las funciones fisiológicas estudiadas hasta ahora.



También hay evidencia en algunos casos que las ondas cerebrales de las personas pueden sincronizar con el ritmo de las ondas electromagnéticas generadas en la ionosfera de la Tierra . Cuando la gente dice que *presiente* un terremoto inminente u otros eventos planetarios, tales como cambios de tiempo, es posible que puedan estar reaccionando a las señales físicas reales que se producen en el campo de la tierra antes del evento. Si bien no es difícil concebir que las formas de vida incrustadas en los campos magnéticos de la tierra podrían verse afectadas por las modulaciones en estos campos, es una propuesta de mayor alcance para sugerir que los campos de la Tierra pueden ser influenciados o modulados por las emociones humanas . 

Sin embargo, los investigadores teorizan que cuando un gran número de seres humanos responden a un evento mundial con un sentimiento emocional común, la respuesta colectiva puede afectar a la actividad en el campo de la Tierra. En los casos donde el evento evoca respuestas negativas, esto podría ser pensado como una onda de tensión planetaria, y, en los casos en que se crea una onda positiva, se podría crear una onda de coherencia global. Esta perspectiva es apoyada por la investigación en el Instituto de HeartMath, que ha demostrado que las emociones no sólo crean coherencia o incoherencia en nuestros cuerpos, al igual que las ondas de radio, también irradian hacia fuera y son detectados por el sistema nervioso de los demás en nuestro entorno.



Ahora está claro que nuestros sistemas nerviosos detectan estas ondas electromagnéticas generadas por los demás en nuestro entorno, pero también hay evidencia de un efecto global cuando un gran número de personas crean ondas salientes similares. Por ejemplo, la investigación llevada a cabo por Roger Nelson y su equipo en la Universidad de Princeton para el Proyecto de Conciencia Global utiliza una red mundial de generadores de números aleatorios. 

Sus hallazgos han proporcionado pruebas convincentes de que la conciencia humana y la emotividad crean o interactúan con un campo global, que afecta a la aleatoriedad de estos dispositivos electrónicos. El cambio más grande de los generadores de números aleatorios se produjo durante los ataques terroristas contra el World Trade Center el 11 de septiembre de 2001. Aún más fue el hecho de que los generadores de números aleatorios se vieron afectados significativamente unos cuatro a cinco horas antes del ataque, lo que sugiere una intrigante intuición colectiva mundial sobre el evento inminente.

Nos encontramos por la noche, si es que la alerta meteorológica severa en ciernes me lo permite.
Gilgamesh***
Fuentes;
-sosrff
-glcoherence

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