Recogiendo sugerencias sobre cuál será el comportamiento del Sol en los últimos meses, voy a compartir algunas informaciones de primera mano con ustedes.
Según explican científicos del Nacional Solar Observatory =NSO= en su página web, y del Air Force Research Laboratory =AFRL=, el Sol se dirige hacia el comienzo de un nuevo ciclo solar que será muy prolongado y se caracterizará por una muy baja actividad. Los expertos comparan esta perspectiva con la situación que vivió nuestro planeta entre los años 1645 y 1715, cuando se registró un periodo de inactividad solar que duró 70 años y que es conocido como la *Pequeña edad de hielo*. Una prolongada época en la que las temperaturas bajaron entre 10 y 15 grados, según las latitudes, y en la que el hielo llegó a cubrir buena parte del norte de Asia, Europa y América Los científicos han llegado a esta conclusión, presentada en la conferencia anual de la American Astronomical Society, al estudiar nuestra estrella =su interior, su superficie visible y su corona= y detectar un descenso de las manchas de su superficie y una menor actividad electromagnética cerca de los polos. Estos síntomas auguran una drástica disminución de la actividad del Sol, casi *hasta su hibernación*, para el nuevo ciclo solar, es decir, en los próximos 11 años, que es el tiempo medio aproximado que dura uno de estos ciclos.
En cambio otros científicos como la Doctora Guhathakurtha =NASA= y el Profesor Dan Baker=Universidad de Colorado= afirman que entre 2008-2009, la actividad solar se desplomó a un mínimo de cien años y ahora que el Sol se está despertando de nuevo con sus catatónicas explosiones y eyecciones de masa coronal, nadie es capaz de predecir lo que sucederá a continuación. ¿La actividad solar se detendrá o las tormentas magnéticas crecerán con más vigor?
Es la pregunta del millón, inclusive para la ciencia mas avanzada. Creo que, ocurra una cosa o la otra, ni vos ni yo....estaremos aquí para comprobarlo. Pero sí viviremos y padeceremos otros efectos, tal vez en lo que yo defino como =El primer Apocalipsis=, refiriéndome a distintas etapas de descalabro ecológico planetario, cuando se habla de glaciación o calentamiento extremo, son eventos que van a formar parte del *post Apocalipsis bíblico*, ya que, si nos atenemos al Apocalipsis final de las Sagradas Escrituras, el final es de una nueva Jerusalen en la cual el hombre morará en paz definitivamente luego de la gran tribulación y la derrota del maligno. Pues entonces, si en el Apocalipsis bíblico la historia cierra así, estimo que el segundo Apocalipsis =que es el que la ciencia plantea con la muerte definitiva del Sol= quizás la humanidad ya haya desaparecido mucho antes como tal sobre el planeta Tierra, tal vez esa *Nueva Jerusalen* sea un planeta alternativo al cual iremos o bien un plano invisible e inmaterial.
Ayer, 14 de Junio, alrededor de las 0.810 UT, se detectó un gran filamento magnético cerca del limbo oriental del Sol que se volvió inestable y estalló. La explosión arrojó como resultado una eyección de masa coronal brillante y masiva en el espacio. La nube en expansión fue observado por las tres sondas de la NASA: STEREO-A, STEREO-B y SOHO. Los investigadores del Laboratorio Espacial Goddard Space Flight Center de Meteorología nos entregan a continuación un ensamblado de datos de la flota para crear un modelo de 3 dimensiones de la nube en expansión.
Según su análisis, la nube sopló lejos del sol a una velocidad de 830 kilómetros por segundo, y podría dar un golpe importante al campo magnético de la Tierra, aproximadamente el 17 de Junio (pasado mañana) a las 10:50 UT. Según los científicos el impacto no causaría severas alteraciones en la Tierra, sin embargo, han puesto en alerta a todos los observadores en el mundo, que poseen instrumentos de precisión, para advertir si comienzan a visualizarse las típicas "Auroras", que preceden y anuncian el impacto cierto de las eyecciones de masa coronal del Sol.
Otra a vez a rezar...¿Acaso deberíamos dejar de hacerlo...? Gilgamesh.
Los vecinos del pueblo británico de Woodland, en el condado de Durham, escuchan todas las noches un extraño ruido que les causa inquietud y angustia, cuyo origen no se ha podido establecer. El fenómeno ya tiene unos dos meses, lo cual afecta el sueño de los pobladores, atormentados por el extraño y grave zumbido que todas las noches se escucha en esta localidad agrícola. El sonido se asemeja al ruido del motor de un coche en la lejanía, y se inicia cada medianoche, hasta cerca de las cuatro de la mañana. Estos ruidos también se presentaron desde hace décadas en otros sitios de los Estados Unidos, Europa y Oceanía.
Según el diario Daily Telegraph, el pueblo, que cuenta con unas 300 personas, ha pedido ayuda a las autoridades. En la zona no hay torres metálicas, ni fábricas, ni viejas minas que pudieran aclarar la causa del misterioso sonido. Al parecer en ciertas zonas de la casa se puede escuchar más fuerte, según dijo un vecino, por lo que el ruido viene de fuera, está en el aire, por todas partes, como un ruido de fondo que vibra a través de los muros de la casa. El sonido es a veces tan contundente que sacude las camas. Algunas investigaciones anteriores apuntaron a sonidos de tipo geológico, provocados por los movimientos tectónicos o por los desplazamientos del magma bajo la fina corteza terrestre, lo cual no fue probado, y no resuelve el horario del sonido. Un estudio de 2009 señaló que hay un leve zumbido terrestre proveniente de la colisión de grandes olas oceánicas contra los fondos marinos, fenómeno que no es general, sino que ocurre principalmente en las costas del Océano Pacífico en América del Norte, lo cual se publicó en la revista Geophysical Research Letters. Ese estudio explica que cuando dos olas con direcciones opuestas y frecuencias parecidas colisionan, crean una onda de presión muy especial, capaz de transportar su energía hasta el fondo marino. Entonces se genera una vibración constante, con una frecuencia próxima a los 10 milihercios, no audible por los humano pero sí por los sismómetros. El caso de Woodland no es de hecho un fenómeno que sucede en las cabezas ni en los tímpanos de los pobladores, porque cuando se tapan los oídos ya no escuchan el sonido extraño.
