* Agroquímicos envenenan hasta tres generaciones siguientes-nuevo estudio lo confirma *

***Muy buena noche de Martes para todos.

Dejamos por ésta noche cuestiones de clima espacial para compartir nuevos estudios médicos que considero *fundamentales* a manera de concientización, prevención, y de asumir nuestra participación ciudadana con respecto a un tema que ya no deja dudas a nadie y que a través de éstos estudios, debe transformarnos en tábanos sobre la clase política a la hora de hablar no sólo de ecología sino más bien ...de salud-enfermedad.
Mucho se habla de pesticidas, solemos leer en las noticias o en medios de comunicación la solitaria lucha de colectivos ecológicos que exigen a los gobiernos poner coto al envenenamiento que se está produciendo sobre la población y el medio ambiente. Generalmente cuando éstas quejas se efectúan desde la capa social más vulnerable, la clase política es cómplice de las empresas contaminadoras que exigen fiabilidad de pruebas y estudios, bueno...éste estudio es serio y no proviene precisamente de nuestros países tercermundistas, sino desde el mismo imperio que produce el veneno y que además, envenena a sus propios hijos...

Siempre digo que el capital genocida no tiene patria ni bandera, unos producen el veneno a través de su tecnología de punta primermundista, y otros lo aprueban en la corruptela tercermundista.
El asunto es grave y lamentablemente, siempre se descubren los males luego de que generaciones han sido apestadas. En el final del informe podrán hallar la parte que a los Latinoamericanos más nos debe preocupar, y especialmente los *convenios bilaterales* que suelen ser como la sociedad entre Caperucita y el Lobo Feroz...



Las mujeres embarazadas que viven cerca de las tierras agrícolas donde se aplican pesticidas tienen un 60% más riesgo de dar a luz a niños con autismo u otros retrasos en el desarrollo, según un nuevo estudio de la Universidad de California.El estudio, analizó tres clases de pesticidas comunes; organofosforados, piretroides y carbamatos. Los tres fueron verificados para tener una asociación con trastornos del espectro del autismo o retrasos en el desarrollo.Los organofosforados aplicados a los campos cercanos durante varias etapas del embarazo de la madre se asociaron con un mayor riesgo de trastorno del espectro autista, mientras que los piretroides se asociaron con trastorno del espectro autista cuando las madres fueron expuestas inmediatamente antes de la concepción y durante el tercer trimestre. Los carbamatos aplicados durante el embarazo se asocian con retraso del desarrollo.
*Aunque todavía tenemos que investigar si ciertos subgrupos son más vulnerables a la exposición a estos compuestos que otras, el mensaje es muy claro; 
*Las mujeres que están embarazadas deben tener especial cuidado para evitar el contacto con productos químicos agrícolas siempre que sea posible*, dijo Janie F. Shelton, autor principal del estudio.
Sin embargo, en algunas partes de California, la exposición puede ser difícil de evitar.



Allí se generan más productos agrícolas que en cualquier parte del país, y en todo el estado se utilizan aproximadamente 200 millones de libras de pesticidas activos cada año. La mayor parte de los plaguicidas se aplican en el gran Valle Central. En el condado de Sacramento, al sur del Valle Central, la población autista en el condado se ha multiplicado por siete desde 2000, según el Departamento de Educación de California. En 2001, unos 500 estudiantes de las escuelas públicas del Condado de Sacramento se inscribieron en clases de educación especial debido a un diagnóstico de autismo. Una década más tarde, el número aumentó a 2275, según el diario The Sacramento Bee.
Los vínculos entre la geografía y el autismo se ha vuelto más evidentes en los últimos años. Un gráfico de información a partir de LA Times muestra, por ejemplo, que un niño nacido en California es varias veces más propensos a ser diagnosticados con autismo que un niño en Alabama. Esas cifras implican que los factores ambientales locales pueden contribuir al autismo, una hipótesis que es compatible con el más reciente estudio.



En la década de 1960, cuando se descubrió que el pesticida DDT era tóxico para los humanos y la vida silvestre y que persistiría durante años en el medio ambiente, los agricultores especialmente se volvieron con entusiasmo al metoxicloro. El pesticida, también conocido comercialmente como Chemform, Metoxo, Metox o Moxie, tenía una vida media mucho más corta y fue presentado como la alternativa segura al DDT. Ahora, una nueva investigación afirma que la exposición a los pesticidas puede causar enfermedades a tres generaciones posteriores, en los hijos que nunca fueron expuestos al metoxicloro.
El biólogo Michael Skinner y su equipo de la Universidad Estatal de Washington encontraron que si un feto de rata se expone al metoxicloro durante el primer trimestre del embarazo, la probabilidad de enfermedad renal, enfermedad del ovario y obesidad en su progenie, se traspasa a tres generaciones. Múltiples enfermedades eran aún más frecuentes en la tercera generación que en la segunda. En otras palabras, el metoxicloro, que fue prohibido en los EE.UU. en 2003 por una serie de razones de salud humana, pero todavía puede dejar su huella en unas décadas sobre la población después de que termine la exposición. Los tatara-tatara-nietos de una mujer expuesta al metoxicloro pueden seguir padeciendo las consecuencias.



El nuevo hallazgo de Skinner basado en investigaciones anteriores identificó trastornos epigenéticos transgeneracionales resultantes de toxinas incluyendo PCBs y DEET a través de hasta seis generaciones. La Epigenética regula qué genes se activan y desactivan, y cuándo, por lo que los *malos comportamientos* epigenéticos pueden dar lugar a una serie de enfermedades, especialmente la obesidad y las enfermedades que afectan el sistema reproductivo y los riñones. En la mayoría de los hallazgos previos de Skinner, el problema fue identificado como alteraciones epigenéticas en el esperma. En el caso del metoxicloro, el óvulo contenía el daño o *firma epigenética*, resultando en la susceptibilidad a la enfermedad que se transmite generacionalmente a través de la madre.

El metoxicloro fue prohibido después de que se encontró que hacía las veces de *imitador* del estrógeno, que actúa como una toxina reproductiva y lleva a la infertilidad en animales. Resultó detectado también en la leche materna humana , y que se supone que es capaz de atravesar la placenta. En dosis elevadas, puede actuar como una neurotoxina, dañando el sistema nervioso de un animal. Si bien esos peligros afectarían a la primera generación expuesta, las mutaciones epigenéticas que se derivan de la herencia transgeneracional pueden causar enfermedades completamente diferentes.
*Si el espermatozoide o el óvulo tienen una firma epigenética alterada que se utiliza para desarrollar el embrión temprano, esas firmas se transfieren a la célula madre embrionaria, que puede convertirse en cualquier célula del cuerpo.



Debido a las alteraciones epigenéticas, cada célula en el cuerpo tendrá una expresión alterada de genes, y por lo tanto va a todos los tejidos*, explicó Skinner.
Por ejemplo, el tejido adiposo determina en gran medida cómo su cuerpo almacena la grasa. lo adiposo es altamente sensible a los cambios epigenéticos, como el tipo que Skinner argumenta puede ser desencadenado por la exposición que una bisabuela tuvo al metoxicloro. Si el tejido adiposo está fuera de control, incluso una pequeña cantidad de ingesta de calorías se convierte en grasa, lo que lleva a la obesidad.
La UE prohibió el metoxicloro en 2002, y los EE.UU. hizo lo mismo en 2003. Pero eso no significa que de inmediato salió de los alimentos y el agua, una prohibición sólo termina con la producción de la industria química, pero las existencias del producto en manos de propiedad privada pueden todavía estar en uso, por lo que los productos químicos prohibidos pueden tardar años en ser totalmente eliminados. 

Por ejemplo, el Grupo de Trabajo Ambiental encontró niveles superiores a los umbrales de metoxicloro en algunos suministros de agua municipales en Iowa después de 2004.
Aunque la mayoría de los países desarrollados han prohibido el metoxicloro, Skinner dice que el pesticida es aún ampliamente utilizado en México y en los países de América del Sur, donde los EE.UU. obtiene una parte importante de su producción. México es el segundo mayor proveedor de productos agrícolas de los EE.UU.
*Si conseguimos nuestros alimentos de lugares de América del Sur y México, eso es preocupante*, dice Skinner.



Pueden consultar los estudios de Skinner en PLOSONE.

Gilgamesh***