***Excelente noche de Domingo para todos.
Vibrante final de éste mundial que tiene a un gallardo campeón como es Alemania.
Los partidos no se merecen, se ganan y Alemania lo ganó, más allá de las excusas que podamos esgrimir como fanáticos, que si fué penal o no fué.
Argentina pudo controlar a Alemania, e inclusive jugó mejor que contra Holanda, la diferencia está en el error o el acierto, las opciones claras de definir no se aprovecharon y el rival sí la aprovechó.
Nada que criticar, se dejó todo en la cancha y con el aliento en las tribunas, dignísimo partido de ambos equipos, y el agradecimiento al plantel que logró el objetivo de llegar a la final de la copa y hacer un dignísimo papel.
La ineficacia a la hora de definir fué la falencia de Argentina y lo que no se logra en el arco rival se paga en el propio.
A llorar a la iglesia, el que gana festeja y el que pierde a trabajar para dentro de 4 años. Mundial éste, lleno de gratas sorpresas y de alto nivel deportivo y emotivo.
Nada más para éste capítulo de licencia que ha sido gratísimo para mí, mañana nos convoca lo más agrio, lo de siempre, ver cómo está nuestro mundo tratando de estar informados y formados.
Del Sol nada destacable a ésta hora solamente éstas lecturas en los monitores de protones de baja energía y electrones;
Y obviamente, las noticias que llegan de Gaza y de Ucrania no son la smejores.
Nos encontramos.
Gilgamesh***
Estimado Gilga,
ResponderEliminarLa mejor fina que recuerdo y uno de los partidos que conservare en la memoria por siempre.
Nadie merecía perder y los dos debieron ganar. Uno con su juego sistemático y ordenado, sin prisa pero sin pausa, no dio en ningún momento para especular en el juego. Un derroche de emociones sin descanso, hacia que la adrenalina que aquellos veintidós, nos diera un bello espectáculo de buen futbol.
Argentina, con su clásica picardía, imaginación y técnica, no se reservo nada en sus talentosos jugadores para conquistar el titulo.
Si los partidos se tuvieran que dirimir por jueces, en mi humilde opinión, tendrían que dividir la copa en dos. Pero el reglamento indica que la diferencia de goles nombra al vencedor y en un pase lateral y recepción de pecho, girando hacía la portería, el balón quedo bajo un efecto sobrenatural, algo que solamente podía ocurrir en circunstancias muy especiales, por que el balón quedo suspendido por un momento casi inerte, como si levitara, para que el jugador tuviera el tiempo necesarios para meter un cañonazo con fuerza y puntería. Solo así podía ser vencido tan sobrenatural don del arquero, no había otra forma.
El juego fue un concierto de futbol y le agradezco tanto a argentinos como alemanes tan buen espectáculo. Felicidades a los dos.
Víctor Moran
ResponderEliminarjvmoranh; jeje, buen comentario que comparto, vaya uno a saber si la parábola que parece sobrenatural no es fruto de una casualidad sino de una causa, por ejemplo, que el shoteador le dió el efecto que primero pensó en su cerebro, y si el arquero pensó equivocadamente hacia dónde iría la pelota. El shoteador acertó y el arquero no, quizás no sea algo sobrenatural, jaja. Lo bueno del fútbol, amigo Víctor, es tomarlo como lo que es, lamentablemente un negocio repugnante, pero también un entretenido juego que a mí me encanta. Yo también agradezco a todos los equipos, me regalaron una licencia para dejar de ver un poco menos las cosas realmente graves de nuestro mundo. Fuerte abrazo.