***Buena noche de Lunes para todos.
Cuesta encontrar traducciones en nuestro idioma, pero el que busca encuentra.
Parte 1 de 3.
Espero les sea de mucha utilidad.
Códice II de Nag Hammadi, 4. Siete páginas, intactas.
También llamado La Hipóstasis de los Arcontes, y La Realidad de los Gobernadores.
Tratado cosmológico que presenta la versión gnóstica del Génesis. Asunto central: el mito de Sofía, la generación de los Arcontes, la violación de Eva, la locura de Yaldabaot, la conversión del Sol y otros rasgos mitológicos.
La Realidad de los Arcontes nos presenta un discurso más o menos directo sobre el mito gnóstico de la Creación.
Éste es el primer texto sobre cosmología que se encuentra hasta ahora en el plan de lectura =hecho por el autor sobre los textos de Nag Hammadi=. Hay sólo cinco de tales textos en la recopilación entera, siendo La Hipóstasis de los Arcontes el más breve y el más accesible de los cinco.
Por ello este es un buen lugar para excavar en el material cosmológico. Está directamente después del Evangelio de Felipe en el Códice II, y es seguido por Sobre el Origen del Mundo, otro tratado cosmológico, un caso raro en los Códices de Nag Hammadi donde textos comparables están puestos juntos.
Presentando la traducción de Bentley Layton, Roger A. Ballard escribe:
*La Hipóstasis de los Arcontes es ciertamente el trabajo de un maestro gnóstico que instruye a un auditorio... El auditorio es una comunidad cristiana gnóstica, consciente del material de ambos testamentos =de la Biblia= y aceptador de la autoridad de Pablo*.
Ésta es una típica presunción de los eruditos que ellos se permiten, cuando consideran los materiales gnósticos como si fueran borradores de las escrituras cristianas tempranas.
Es cierto que el primer párrafo alude a una expresión que se encuentra en las cartas de Pablo, a los Colosenses y a los Efesios, pero ¿quién podría asegurar que Pablo mismo no deriva originalmente aquel lenguaje desde los círculos gnósticos?
En cualquier caso, ese lenguaje estaba en circulación, y la manera de mencionar a Pablo como el *gran apóstol* dice más sobre el auditorio al que se dirige que sobre la enseñanza dirigida a ellos.
La frase *Les he enviado esto porque ustedes preguntan acerca de la realidad de las autoridades =en griego, exousia=*, podría sugerir que al maestro gnóstico le han pedido clarificar o corregir lo que se cree que Pablo ha dicho.
Egotismo Cósmico
La Hipóstasis de los Arcontes no comienza desde el principio sino con la historia ya empezada.
Luego salta inmediatamente a un acontecimiento decisivo en el mito gnóstico de la Creación: el dios impostor, que es ciego, declara que él es el único dios en el universo; pero él es refutado por una voz divina que le dice que él está equivocado.
Aquí el texto ofrece un aparentemente inmotivado exabrupto:
*sus pensamientos se volvieron ciegos* =87.5=o *se hicieron irracionales*.
Que la gente pueda pensar en una manera ciega irracional?, ignorante de la naturaleza de sus pensamientos, e inconsciente del efecto que auto-obscurece el proceso del pensamiento, es una enseñanza frecuente en el budismo y en las ciencias noéticas =de la mente=, pero los gnósticos le añadieron un extraño giro, asociándolo con un arrogante acto de egotismo cósmico.
Ellos enseñaban que los procesos en la psique humana están atrapados en la red de los acontecimientos que ocurren en el cosmos en general =paralelismo cosmo-noético=. En nuestras mentes estamos implicados en la locura y la arrogancia del gobernante principal.
Para un extraordinario paralelo con el egotismo del dios impostor en el mito gnóstico, véase La Locura del Ego.
En la Hipóstasis de los Arcontes las autoridades o gobernantes son inicialmente llamados Exousia, el término que se encuentra en los escritos atribuidos a Pablo, pero luego en el texto aparece el nombre Archontoi.
El jefe de los Exousia no es llamado por su nombre habitual, Yaldabaoth, como ocurre en otras partes en los Códices de Nag Hammadi. En las enseñanzas de Misterio sobre las *esferas planetarias* los Exousia están relacionados con Júpiter y la fuerza de la envidia =en griego, phthonos=.
La Hipóstasis de los Arcontes no explica, como lo hacen otros tratados cosmológicos, cómo el gobernante principal fue producido desde *el abismo* =en copto, NOUN=, aquí llamado *su madre* =en copto, MAAY=. La palabra NOUN indica que la autoridad principal y su legión provienen del reino de la materia elemental, del caos, del abismo.
Esto es lo que llamamos campos cuánticos, la =presunta= matriz inorgánica de la vida orgánica.
Sofía =aquí llamada Pistis Sophia, *la Convicción o Certeza de la Sabiduría*= estableció un mundo celestial para las autoridades, *en conformidad con su poder*, formando aquel mundo *a partir del modelo =typos= de los mundos que están encima, ya que comenzando del mundo invisible fue inventado el mundo visible* =87.10=.
Los *mundos superiores* están en el Pleroma, la fuente de todos los modelos *arquetípicos* de manifestación.
Los Arcontes no pueden inventar nada. Todo tiene que ser hecho por Sofía, un Eón del Pleroma. Otros textos dicen que el gobernante principal crea realmente su propio mundo en el cielo, el sistema planetario, imitando los modelos del Pleroma; pero si él es ciego, ¿cómo puede ver aquellas formas divinas?. Este pasaje supone que Sofía engaña al dios impostor Yaldabaot para que piense que es él el que hace lo que hace ella, la genuina Divinidad, por él.
Ahora un acontecimiento sublime: la figura de la *Incorruptibilidad* es reflejada en el reino del caos desde donde surgen los Exousia.
La Incorruptibilidad es también llamada *inextinguibilidad*.
Esta =para nosotros= abstracción es presentada como una conciencia, viviente y presencial, aun cuando no le sea dado un nombre divino o angelical, como Elelat. Extrañamente, esta presencia abstracta, que supuestamente está en el Pleroma, produce una imagen en la materia elemental =MOOY, *aguas*=, y los Exousia la desean, pero son incapaces de alcanzarla. Se nos dice que ellos pueden desearla porque ellos tienen alma, pero no espíritu.
Éste es el más cercano de los Códices de Nag Hammadi que viene a afirmar que los Arcontes tienen alma, una vida interior de algún tipo. Ellos pueden desear y añorar algo, pero luego caen en la envidia por lo que no pueden tener.
Aparentemente la imagen de la Inextinguibilidad =Eternidad= se parece a la forma humana, la cual los gobernantes, ahora llamados Archontoi, intentan copiar.
Los Arcontes *hicieron planes* y dijeron:
*Vamos, creemos a un humano =ROME= que será del suelo de la tierra =KAZ, variación del griego ge, gaia=*.
No está claro si ellos modelan a un hombre, un varón, o a la forma humana general =¿tal vez un andrógino?=, porque la palabra copta ROME se usa de modo indistinto para *varón* y para *humano*.
El segmento 87.30 dice que ellos modelaron la forma humana a partir de la *imagen de Dios*, o *aparición divina*.
Inmediatamente nos enteramos de que la imagen es femenina, porque los Arcontes ahora determinan *ver a su contraparte masculina*. Ellos primero moldean una forma femenina o matriz y luego producen a partir de ella una forma masculina a la que ellos infunden su aliento, pero la forma masculina es incapaz de sostenerse en pie.
Este incidente recuerda los mitos indígenas de la Creación que describen una tentativa arruinada de producir la forma humana =por ejemplo, los del Popol Vuh=. Los Arcontes soplan furiosamente, pero son incapaces de animar su creación pseudo-humana =88.10=.
Luego viene un pasaje notable.
El espíritu del Pleroma, observando que la forma humana dotada de alma =psychikós= es incapaz de alcanzar su verdadera estatura =de ponerse de pie=, envía una parte de sí desde la *Tierra Adamantina* hacia la criatura que se empeñaba. Y *el hombre se convirtió en un alma viviente/, PSIQUE ETONE.
El término ETONE también aparece en el nombre de los Misterios *Jesús el Viviente*, como lo hemos señalado. Por medio de *viviente* los gnósticos querían significar algo como *eterno*, más bien que simplemente *vivo*. Esto recuerda la diferencia entre zoé, la fuerza de vida inmortal, y bíos, la fuerza de la formas biológicas de vida, explicada por el mitólogo Karl Kerenyi en su libro Dionisos.
La Región o Tierra Adamantina es un término llamativo que recuerda las enseñanzas budistas sobre la Conciencia Adamantina o Diamantina =Vajra=. Tal conciencia reside en el Pleroma, pero por causa de que Sofía está unida con la Tierra, la presencia divina del Pleroma impregna la Tierra.
Con el respaldo del Eón Sofía, Adamas =Adán, *criatura de la tierra*= ahora se yergue derecho y demuestra su poder espiritual nombrando a los animales. Los tipos masculino y femenino de la Humanidad =ROME= viven en un mundo Edénico, un paraíso natural, la biósfera.
Sofía habita la biósfera entera, pero Ella está también presente en ésta mediante el medio específico del resplandor blanco vivo o Adamantino, la Luz Orgánica.
La mitología de la Hipóstasis de los Arcontes de ese modo explica la base de la experiencia central de la iniciación en los Misterios: la instrucción por medio de la Luz.
*Llora o amada Sofía, que tus lágrimas laven la intención buena pero mala de tu decisión, llora sobre tu creación que quizo agradar al Padre pero que resultó en un desatino. No llores más Sofía, el hombre te ha perdonado, redimida después del tiempo, tus hijos hoy te recuerdan, Madre Santa en los Eones, Madre amada del Pleroma, tu error ha sido perdonado, tu error ha sido remedado.
Sofía Madre de la materia que amaste a tus hijos y los libraste del Arconte, Sofía que lloraste y tu lamento atravesó los Aeones y llegó al Padre, ninguna culpa Sofía, que tus lágrimas como perlas sean la luz que nos guíe...en la revelación de tu Hijo.
Cada vez que un hijo pierda a su Madre, en tus lágrimas serás redimida.
Gilgamesh***
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Gilgamesh.
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