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miércoles, 29 de abril de 2015

* Decodificar al amor *

***Muy buena noche de Miércoles para todos.

Nada con el Sol, y nada que merezca ser citado con el clima espacial o con sucesos mundiales.
Es noche de Otoño y encima ...llueve, esas noches ideales para algunos temas que tampoco tienen la respuesta perfecta, pero que tal vez a muchos les interesa de igual manera.
El amor.

Puff...tanto se ha escrito y dicho que cualquier cosa parece insuficiente, sobrante o incluso inútil.
Tantas formas de amor, tantas variantes, tantos ingredientes, pero no hay moldes útiles. 
Desde mi humilde punto de vista uno de los grandes problemas de amar sanamente, es poder decodificar si cuando creemos amar estamos provocando felicidad en el otro, o por el contrario...somos un estorbo o la causa de una infelicidad involuntaria.



A veces es fácil ya que no es necesaria la decodificación cuando llega un *ya no te amo*, o un *se acabó* y frases similares.
Difícil es cuando la señal emitida no es clara, y parece llegar con fadding.
Cuando el fadding no permite escuchar con nitidez, decodificar es arriesgarse a juzgar equivocadamente, las ambivalencias generan una bipolaridad que cuesta entender.
Si te llamo porque te llamo y si no te llamo porque no te llamo, si no voy porque no voy y si voy porque voy...
*Nos vamos a decir siempre todo, sea lo que fuere*, pero un día alguien no dice algo y el otro se pregunta ¿no era que nos íbamos a decir todo?.
*Te juro que siempre me mostraré tal como soy, alegre o triste, riendo o llorando*, pero un día alguien no quiere mostrarse como es y el otro se pregunta ¿no era que siempre te ibas a mostrar tal como eras?, y ahí...decodificar es lo primero que intentamos hacer.

Generalmente, es probable que el otro no quiera cumplir con lo que se había comprometido porque aún no estaba seguro de que el otro lo aceptaría tal como es, tal vez es la ruptura de ese compromiso porque sencillamente no puede disimular que su compromiso no era sincero, en ese caso no es difícil decodificar.



Creo que si asumimos de a dos que el otro es la única persona que podrá entendernos como ninguna otra, romper el compromiso es sinónimo de que no estábamos tan seguros de que ese otro era de semejante importancia.
Decodificar el amor, las relaciones, las palabras, los silencios, las excusas, es inútil, al menos en lo inmediato porque para tener certezas es el tiempo el fiel, como en todo..

Si alguien no está a gusto con alguien, no hay método posible que dure toda una vida, hay indicios y tarde o temprano el disgusto se vuelve una realidad ya indisimulable.
En una botella de un litro sólo cabe un litro, y ésto se comprueba cuando el líquido rebalsa por el pico.
Esperar es confiar en que el tiempo hará que podamos probar algo, aunque esperar nos cause dolor.
O se espera aún sufriendo o se decodifica y se obra en consecuencia, aún habiendo hecho un juicio apresurado.

Por eso amar, sigue siendo una de las pocas cosas de ésta vida que tanto nos cuesta asimilar, y cualquier maual, libro, consejo, o lo que sea...siempre será inútil, y lo único que tenemos a mano es amar amando, de la manera en que lo hagamos, mal o bien, nunca lo sabremos porque siempre estará el otro, y ese otro...lo va a decodificar a su manera.



Stop con mi parla, algunos conceptos ajenos a mí;

*Te amo*, dijo el principito…

*Yo también te quiero*, dijo la rosa.

*No es lo mismo*, respondió él…

*Querer es tomar posesión de algo, de alguien. Es buscar en los demás eso que llena las expectativas personales de afecto, de compañía…Querer es hacer nuestro lo que no nos pertenece, es adueñarnos o desear algo para completarnos, porque en algún punto nos reconocemos carentes. Querer es esperar, es apegarse a las cosas y a las personas desde nuestras necesidades. Entonces, cuando no tenemos reciprocidad hay sufrimiento. El problema es que hay una mayor probabilidad de que la otra persona tenga otras motivaciones, pues todos somos muy diferentes. Cada ser humano es un universo.
Amar es desear lo mejor para el otro, aún cuando tenga motivaciones muy distintas. Amar es permitir que seas feliz, aún cuando tu camino sea diferente al mío. Es un sentimiento desinteresado que nace en un donarse, es darse por completo desde el corazón. Por esto, el amor nunca será causa de sufrimiento.
Amar es darte un lugar en mi corazón para que te quedes como padre, madre, hermano, hijo, amigo y saber que en el tuyo hay un lugar para mí. Dar amor no agota el amor, por el contrario, lo aumenta. La manera de devolver tanto amor, es abrir el corazón y dejarse amar.*

*Ya entendí*, dijo la rosa.

*No lo entiendas, vívelo*, dijo el principito.



Ama cuando estés listo, no cuando estés solo.
No podemos vivir sin afecto, nadie puede hacerlo, pero si podemos amar sin esclavizarnos. El sano desapego no es más que una elección que nos dice a gritos: el amor es ausencia de miedo. Las cosas cambian o te pasan por encima. El sentimiento sincero y sano no persigue seguridad: no busca nada. El amor se reinventa. Aprender a perder es la capacidad que tiene una persona para discernir qué depende de uno y qué no. Lo que te hace evolucionar es un regalo, lo que te lleva a involucionar es un estorbo.

Sólo desde la autoaceptación completa se pueden afrontar todos los sentimientos. Lo ideal es entender que uno tiene que tener principios pero ser capaz de revisarlos cuando sea necesario. Cuando la perseverancia se convierte en obstinación, la virtud cede paso a la inmadurez.
No todo desamor es malo, y no todo amor es sostenible. El amor centrado y maduro requiere de dos sujetos activos, es decir, dos personas con voz y voto.
Sólo se puede amar, y vivir, desde la autonomía personal y no desde la dependencia. El amor tiene dos enemigos principales: la indiferencia que lo mata lentamente, y la desilusión que lo elimina de una vez. 

Al amor no hay que destruirlo, sino reubicarlo y ponerlo en su lugar, acomodarlo a una vida digna, pragmática e inteligente.
Si no tenemos un esquema cognitivo mental para interpretar los hechos, será imposible resolverlos. El verdadero amor no se conoce por lo que exige, sino por lo que ofrece. Piensa que lo que ocurre entre dos nunca es responsabilidad de uno solo. El pasar de una mente rigida a una flexible es un síntoma de madurez y crecimiento personal.



¿Pero cuándo el amor es propiamente amor? ¿Puede uno amar a quien le acompañó por una hora? ¿Por dos horas, dos meses, dos años, dos minutos? ¿Se ama a quien se conoce, justamente por eso, o es quizás al revés: conocemos para desconocer, y así poder amar sin el estorbo de la realidad?

Gabriela Lardiés;

En un instante pudo contemplar la esencia de la vida, este aprendizaje que la vida se empeña en regalarnos aunque hagamos oídos sordos a ello, En ocasiones hay que sufrir para lograr entender sus mensajes. A veces no nos gusta lo que la vida parece decirnos y creemos que aunque ese camino fuese el bueno conlleva demasiados riesgos, demasiadas explicaciones, demasiadas desilusiones, demasiados cambios, y consumimos la filosofía *de más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer*, la vida avisa, avisa en forma de malestar psicológico y sino le hacemos caso nos traspasa
Todo esto lo comprobó en ella misma, su cuerpo y su mente habían sido como un GPS emocional, la consecuencia del desgaste emocional, de aferrarse a lo autoimpuesto, a las costumbres sociales, a no decepcionar a su familia, al que dirán.
Pero ¿y donde quedaba ella?



Que difícil liberarnos de las creencias aprendidas que son como piedras pesadas que llevamos metidas enana mochila, que sin ser conscientes de ellas, influyen en nuestras decisiones, que nos llenan de dudas y miedos, y que convierten nuestro camino en una oscura escalera, sin libertad de movimiento. Esclavitudes emocionales, que se tejen imperceptiblemente alrededor de nuestro cuello.
No podemos huir de nosotros mismos, porque al final de esa huida existe un gran espejo que no podemos evitar, donde nos miramos un día, intensamente y a los ojos y ya no existe pestañear al autoengaño, ni las anestesias emocionales ni las distracciones.

Ese día nos situamos ante ese enorme espejo y no nos gusta lo que dice, no nos gusta lo que refleja, hasta nos cuesta reconocer esa imagen de nosotras que el espejo nos devuelve. Cuando esto sucede ya no hay vuelta atrás.
Por eso ella supo que ese instante era diferente a otros, ya no temía la incertidumbre, porque en lo inseguro se mostraba la posibilidad de ser feliz.




¿Duro no?.
Todos cometemos errores, así es, y nadie escapa al error.
Amar hasta que duela, han dicho, amar aunque no me ames, dicen también.
Puede uno desangrarse dando amor, y del otro lado decodificarán que no alcanza. Puede uno vaciarse de amor y el envase del otro decodificará que no hacía falta.
Algunos se van solos, otros necesitan ser echados, otros necesitan una excusa, otros no se quieren ir.

*Borrame si soy un escollo, dijo, por favor borrame, no hay peor cosa que creer que aporto cuando en realidad tal vez resto.
Yo no me borro, si debo ser borrado tendrás que usar la goma y borrarme vos, hasta que no me lo digas yo estoy a tu disposición porque te amo, y aún borrándome vos a mí te voy a seguir amando, aunque aceptaré no ser un escollo como parece que ahora soy*.

¿Cómo decodificar?, o la goma borra y asunto terminado, o el lápiz sigue escribiendo.
El amor.

Gilgamesh***

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Gilgamesh.

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