***Excelente noche de Viernes para todos.
Como no hay novedades con el clima espacial y, aprovechando que hace tiempo no hablamos de Gnosis, les voy a compartir un interesante artículo de Richard Smoley =de los más recientes=, experto en Gnostiscismo, que cita a Gurdjieff y a Griffit, para analizar..los parásitos psíquicos que conviven con nosotros.
Una querida amiga lectora =Mónica= citaba que alguna vez había escuchado o leído sobre que esas experiencias relatadas como maravillosas de *morir por un rato y ser atraídos por un túnel de luz*, eran en verdad una trampa, al menos eso entendí de su comentario.
Yo le respondí que también había leído sobre eso y el artículo de Smoley viene a traer luz sobre el asunto, y mucho más.
Desde la Gnosis y especialmente, desde los relatos del Nag Hammadi sabemos que entidades mancomunadas trabajan en la invisibilidad para mantener éste sistema en el cual vivimos, hablo de entidades no materiales o físicas, que aquellos Gnósticos denominaban Arcontes.
Este tema lo hemos tocado en numerosas oportunidades, incluso Bramley nos decía cómo esas entidades obran a través de seres humanos que en sociedades secretas, manipulan permanentemente a la humanidad.
A medida que nosotros vamos despertando, los Arcontes aplican nuevas formas de manipulación, se adaptan al tiempo que sea y desvirtúan el conocimiento puro que nos sirve para salir del sopor.
Es una ardua lucha la nuestra porque son maestros en eso de crear ilusiones o artilugios, estratagemas que siempre van un paso por delante de nosotros, es su especialidad, son seres poderosos pero que no pueden dañarnos físicamente, sólo inducirnos a nosotros mismos a que con nuestro sopor y distracción nos autodañemos.
Lo hacemos cuando no estamos interesados por temas espirituales, o no hemos sentido esa necesidad de buscar, buscar respuestas, buscar estabilizar nuestra consciencia.
Cuando analizamos el Sol, la Tierra, cómo funcionan los elementos, la invisible pero eficaz magnetósfera, la atmósfera, etc., recién allí caemos en la cuenta de éste planeta que es como es y nosotros somos como somos, porque somos algo excepcional, especialmente cuando podemos saber que no hay algo semejante, al menos....hasta donde nuestros potentes telescopios han llegado.
Vivimos en un sistema controlado, me refiero al sistema solar, y obviamente a la Tierra.
Esas esferas o cielos de los cuales hablaba el Nag Hammadi nos llena de incógnitas porque queremos detalles más probados, pero algo es clarísimo como el agua; éste sistema en el cual hemos sido puestos a vivir tiene más trampas todavía, una de ellas es que nuestros sentidos han sido producidos para percibir únicamente lo que a éstos seres les conviene, sentidos que son maravillosos pero que están atrofiados para poder detectar a dichas entidades, no les vemos, no las tocamos, no la solemos, pero...las percibimos cuando hemos desarrollado sentidos *extras* que tenemos y que permanecen dormidos precisamente por acción de nuestra mente regida por los Arcontes.
Cuando somos capaces de enterarnos, simplemente eso..., enterarnos de éstas cosas, comenzamos a pensar distinto..Dudamos...es decir que rompemos el rígido *molde* que nos han pre-establecido y ese simple hecho de romper el esquema, empieza a liberarnos de la influencia de semejante técnica que nos aplican.
Siempre recalco eso del Nag Hammadi, cuando el Eón Cristo viene a cumplir su misión a la Tierra debe atravesar esas zonas invisibles que llama esferas o cielos, zonas que están tan pero tan poderosamente diseñadas que al mismo Cristo le cuesta grandes esfuerzos burlarlas.
Tengamos en cuenta que esos cielos o esferas han sido creadas nada más y nada menos que por un Eón, ese Demiurgo del cual tanto hablamos.
Cristo nos explica que *gira las esferas*, las da vuelta, y al hacer ésto desconcierta a los Arcontes que las rigen, es como si rompiera el funcionamiento de su magia, la magia vendría a ser para los Eones, como lo técnico es para nosotros.
Imaginen un virus que ataca a nuestra PC y la deja fuera de servicio. Podríamos adaptar la historia al lenguaje moderno, diciendo que el virus Cristo logró entrar en el sistema operativo de los Arcontes y cambió el lenguaje de escritura del disco rígido, poniendo a los Arcontes en un rompedero de cabeza que no pueden resolver.
Ellos siguen con el dominio de la PC, la pueden hacer funcionar pero hay comandos que ya no responden, eso les genera incertidumbre, saben que hay algo que ya no pueden controlar, mientras intentan resolver el desastre que el virus Cristo hizo, el Revelador entra en cada rincón de los circuitos y los modifica mientras cumple su misión, que en definitiva es burlar a los arcontes y su impresionante maquinaria para ayudar a quienes se encuentran en la *virtualidad* y no podían ver la realidad total.
Cambiar las esferas, girarlas, significa cambiar algo, hacer que deje de funcionar mecánicamente y funcione de otra forma, tal vez a la inversa.
De todo ésto de la Gnosis he aprendido y sigo aprendiendo que increíblemente salimos del sopor rompiendo esas reglas que siempre obedecimos o creímos como las correctas...giramos, invertimos la enseñanza..., lo que parecía que era lo mejor para nosotros en realidad era lo peor..., lo que parecía malo para nosotros en realidad era lo bueno..Girar las esferas...es hacer que la magia deje de funcionar, la magia arcóntica..digo.
Por Richard Smoley
Una de las líneas más conocidas y tranquilizadoras en las Escrituras es; *El Señor es mi pastor*. Pero cuando se piensa en ello, la metáfora es inquietante.
Es cierto que un pastor cuida de sus ovejas. Pero también las esquila, las mata y las come.
¿El Dios que adoramos actúa totalmente con nuestros mejores intereses en el corazón, o somos una especie de ganado que utiliza para sus propios fines?
En ocasiones muchos pensadores han pronunciado duda, no se trata de la existencia de los dioses, sino de su beneficencia. Los antiguos Gnósticos, decían que el verdadero dios de este mundo era el Demiurgo, un ser de segundo orden que se confundió a sí mismo con el verdadero Dios. El maestro espiritual Gurdjieff dijo una parábola acerca de un pastor perezoso que se cansó de tener que arrear a sus ovejas diariamente, así que las hipnotizó y les hizo pensar que eran hombres o leones. Entonces las ovejas ya no salían corriendo, se quedaban cerca del pastor para que pudiera esquilarlas o matarlas como a él le gustaba.
Gurdjieff dice que el hombre, en su estado de vigilia, está a merced de fuerzas que no siempre pueden tener sus mejores intenciones, fuerzas que extraen energía de él a pesar de sus buenos aparentes deseos.
Esta parábola es de un período temprano de la enseñanza de Gurdjieff; en su período posterior, personificada en su obra magna Todos y Todo: *Relatos de Belcebú a su nieto*, que retrata el universo de una forma más benéfica. Pero hay un montón de otras personas que han puesto en duda los motivos de los poderes espirituales que controlan nuestras vidas.
Uno de los más extraños se encuentra en un libro titulado *Guerra en el Cielo* por Kyle Griffith. Originalmente apareció en 1988. Nunca se ha publicado de manera convencional. Hoy en día se puede descargar de forma gratuita en =www.bibliotecapleyades.net/vida_alien/warinheaven/warheaven-III.htm=.
Comparativamente poco se sabe acerca de Griffith. De mis fuentes, deduzco que él vivió en el Área de la Bahía de San Francisco en la década de 1980, la época en que él publicó sus libros. Ha aparecido en una entrevista a Internet =www.openseti.org/ForumFiles/GossensGriffithQA.html=, y hay un grupo de discusión dedicado a sus ideas en =http://revolutionaryspiritualism.yuku.com=.
La visión de Griffith supuestamente deriva de su comunicación telepática con algunos espíritus que dicen estar asociados con el *Colegio Invisible*. Este era el nombre de una camarilla inglesa del siglo XVII que estaba dedicada al esoterismo, la filosofía y la disciplina naciente de la ciencia; por lo general visto como un precursor de la Royal Society. A diferencia de los caballeros de mentalidad científica de Gran Bretaña, el Colegio Invisible de la visión de Griffith consiste en espíritus desencarnados que afirman haber inspirado los movimientos rosacruces y masónicas de la era moderna temprana; más recientemente, estaban detrás del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos y la revolución psicodélica del mismo período.
Todos estos movimientos fueron diseñados con un fin en mente: romper el dominio de los teócratas.
Los teócratas, en la cosmología de Guerra en el Cielo , son entidades astrales parasitarias que devoran las almas de los recién fallecidos. El curso normal de la evolución del alma implica reencarnaciones repetidas en la tierra.
Pero estas encarnaciones, como bien sabemos, pueden ser extremadamente desagradables. Los teócratas han evitado esta opción desagradable al mantener una existencia semiperpetual en el plano astral, alimentado por las almas que comen. Su estrategia es simple. Cuando un alma ingenua ha muerto, le saludan en el otro lado profiriendo bienvenidas ilusorias en un cielo falso, poblado de figuras religiosas familiares y seres queridos. Cuando el alma se ha desviado en su trampa, es devorada.
Para realizar esta visión aún más preocupante, Griffith =o sus guías de el Colegio Invisible= sostiene que la práctica total de lo que pensamos que es la religión no es más que una artimaña teocrática.
Las etapas de este desarrollo religioso, según lo retratado en la Guerra en el Cielo , son varias. La primera etapa fue esencialmente el chamanismo. Esta es una forma cruda y primitiva de la religión =desde el punto de vista de los teócratas=, es decir, no de la nuestra.
El Chamanismo, se nos dice, fomenta el desarrollo psíquico individual, y como tal, tiene un valor limitado para los teócratas depredadores, que se benefician mucho más del trance colectivo que el culto religioso convencional produce.
Como resultado, los teócratas tuvieron que perfeccionar y actualizar sus métodos de control de la mente.
La segunda etapa manipuladora con la religión se trataba de sacrificios humanos a gran escala. La historia demuestra que las civilizaciones que tenían estas prácticas llegaron a un mal final. La Antigua Cartago, el gran rival de Roma por el dominio del Mediterráneo, era un ejemplo. Cuando los romanos derrotaron decisivamente Cartago, arrasaron la ciudad y sembraron la tierra con sal. La sal es tradicionalmente una sustancia utilizada para la purificación, y algunos han dicho que los romanos hicieron esto para limpiar la tierra de todo el sacrificio humano que había tenido lugar allí.
La Civilización azteca, que en muchos aspectos era superior a su contemporánea europea, fue otro ejemplo: a pesar de su poder, fue destruida por unos pocos cientos de aventureros españoles a caballo.
*La tercera etapa de la religión teocrática*, escribe Griffith, *implica sacrificios de animales en masa. Aunque prefieren las almas humanas, los espíritus teocráticos pueden alimentarse de las almas astrales de los animales inferiores, hasta cierto punto*.
Si esto fuera cierto, arrojaría una luz extraña pero reveladora sobre lo que he caracterizado la obsesión con el sacrificio de animales, que de otro modo parece ser más bien una actividad sin sentido, pero que los teócratas querían.
*Sin embargo*, añade Griffith, *los tejidos astrales de las almas de los animales no son muy compatibles con las almas astrales de los teócratas, por lo que no son una buena fuente de alimento*. Para resolver este problema, el teócratas inventaron una cuarta etapa religiosa, las religiones que casi todo el mundo hoy profesa.
Aquí los teócratas utilizan el control mental religioso para engañar a las almas a ponerse deliberadamente bajo control teocrático después de la muerte, pensando que están entrando en la felicidad eterna en el Cielo o en unión con la Divinidad. Estas religiones son esencialmente las que he llamado *de la Era de Piscis*.
Por este punto de vista, los dioses que la gente adora =si se les llama Cristo o Alá o Krishna= no son más que parásitos sobre el plano astral que se mantienen nutridos por las almas de los inocentes que son aprovechadas por los teócratas.
Originalmente el Buda era diferente; experimentó un verdadero despertar y así mostró poco respeto por los dioses védicos tradicionales de su cultura. Pero sus seguidores posteriores, que distorsionaban su enseñanza en una religión basada en la fe en Buda, lo convirtieron en subordinados a los teócratas.
Ah, y por cierto: Los teócratas quieren creyentes religiosos que se sientan culpables cada vez que sienten el deseo sexual o intentan disfrutar de cualquier placer de la carne. La culpa de éstos creyentes los vuelve como adictos, literalmente, a asistir a los servicios religiosos que los sujetan al control mental religioso.
Han habido no pocos retratos más que inquietantes de la historia religiosa de la humanidad sobre esto.
Para ayudar a los seres desventurados de la raza humana a caer en esta grave situación, ciertas almas avanzadas de otros planetas llegaron a la atmósfera astral de la Tierra hace unos siglos. Ellos, junto con algunas almas humanas iluminados han logrado evitar a los teócratas, constituyendo el Colegio Invisible.
Mientras que los teócratas han estado enviando sugerencias telepáticas a sus seguidores incautos en este plano, diciendo que todo lo que tienes que hacer es creer en los dioses teocráticos y confíar en ellos, el Colegio Invisible ha estado transmitiendo el mensaje opuesto: evitar el culto y sobre todo pensar por ti mismo. Ellos inspiraron los movimientos Rosacruces y masónicos de los siglos XVII y XVIII, así como los impulsos de acompañamiento hacia la democracia, la libertad de pensamiento, e incluso el ateísmo. Después de todo, es mejor creer en ningún Dios en absoluto que abrirse a una deidad astral parasitaria.
Según Griffith, gran parte de la contracultura de los años 1960 fue estimulado por el Colegio Invisible. LSD, conciertos de rock, y reuniones similares fueron diseñadas para crear un tipo diferente de trance, uno que sea telepáticamente de gente abierta a la idea de que deben pensar por sí mismos.
Pero la historia no termina ahí. Este esfuerzo ha dado lugar a una reacción por el adversario, la quinta etapa Teocrática, que emplea el control mental electrónico en lugar del control mental religioso, y ... puede esclavizar a las personas que se suscriben a los sistemas de creencias distintas de las de la religión organizada.
Algunos grupos originalmente inspirados por el Colegio Invisible son cooptados por el adversario. Griffith escribe: *Cada nuevo grupo de rock comienza con un par de canciones normales de protesta o de amor. Entonces consiguen después ser tragados por una mente grupal controlada por la quinta etapa teócrata, y desde ese momento todas sus canciones suenan como si hubieran sido escritas por la misma persona*.
Profundizar en la visión extraña pero fascinante de Griffith nso lleva a meditar sobre la locura colectiva de la raza humana, su deseo patológico a la rabia y a la destrucción, su odio hacia sus benefactores y su culto loco de sus victimarios más viciosos.
Hay un punto más allá del cual no podemos explicar esto por la simple agresión mamíferos - que, como cuestión de hecho, no tiene tales propiedades destructivas en otros mamíferos. La Psicología y la Sociología no tienen explicaciones para esta locura colectiva y muestran poco interés en la búsqueda de respuestas. Si no hubiera este tipo de entidades en el plano astral tratando de controlar y manipularnos a nosotros como dice Griffith, este comportamiento sería, al menos, comprensible.
Otro es el poderoso impulso colectivo hacia lo que Gurdjieff llama *el sueño de vigilia* del hombre. Es cierto que, en Occidente, en todo caso, la hipnosis de masas a causa de la religión está perdiendo su control. Pero tan pronto como ha pasado esto, vemos toda una nueva serie de mecanismos para poner a la gente a dormir, por ejemplo con el control mental electrónico que Griffith menciona. Es muy difícil entrar en un lugar público y no ver a la gente hechizada por sus computadoras portátiles y teléfonos inteligentes sin preguntarse si algo como esto está pasando.
No creo que el libro La guerra en el Cielo ofrece una explicación total de la condición humana, pero sospecho que tiene una medida de la verdad. Parece haber fuerzas invisibles que, por razones que son difíciles de determinar, trabajan en beneficio del trance del despertar colectivo de la humanidad.
Griffith concluye su trabajo con una visión casi apocalíptica del fin de los tiempos.
Es lo suficientemente cercano con el fin de los tiempos según lo retratado por el cristianismo. Griffith y sus mentores invisibles tienen algunos consejos para mantenernos fuera del control teocrático. En primer lugar, hacer un esfuerzo consciente para desarrollar sus propios poderes psíquicos durante esta vida. En segundo lugar, leer relatos de experiencias en el punto de la muerte y aprender a reconocer los trucos comunes que los teócratas utilizan para esclavizar a los incautos después de la muerte. En otras palabras, los relatos de las experiencias cercanas a la muerte son ciertas, pero no para ser tomadas en serio.
Gilgamesh***
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