***Seguimos compartiendo éste apasionante tema amigos, y es increíble cómo el relato milenario daba cuenta de ese *atrapamiento* forzoso de nuestra escencia en éste cuerpo, en éste mundo, en éste cosmos.
Pero la llamada siempre estuvo...el contacto para que siempre nos diéramos cuenta que no estábamos solos, y que siempre el Revelador nos habla, sea el tiempo que sea, nuestra meta; poder escucharle.
El contenido de la llamada
¿Qué es lo que la llamada ha venido a comunicar a los hombres?
El contenido de la llamada viene determinado por su objetivo, el de *despertar*, y el simple pronunciamiento de esta palabra, que casi siempre se encuentra al comienzo de la frase, puede, en ocasiones, ser el mensaje mismo.
*Yo soy la llamada al despertar del sueño en el eón de lanoche*, así comienza un extracto de Hipólito sobre un texto de los peratas =Refut.V.14.1=.
Aquí, la llamada como tal equivale a su propio contenido, ya que se limita a comunicar el efecto de su voz: el despertar del sueño.
Este despertar será considerado la esencia de la misión del mensajero, tanto por el mismo mensajero como por los que le envían;
-*Yo soy una palabra, un hijo de palabras, venido aquí en el nombre de Jawar. La gran Vida me llamó, me exhortó y me instruyó, a mí, Anosh =Hombre=, el gran Uthra, Hijo de poderosos... Me envió para velar por esta era, para despertar de su sueño y levantar a los que duermen. Me dijo: *Ve y recoge a tu séquito disperso por el Tibil... Escoge y saca del mundo a los elegidos... Instruye a las almas, para que no perezcan y mueran, para que no sigan encerradas en la densa oscuridad...Cuando llegues a la tierra del Tibil, los malignos no sabrán de ti... No temas ni sientas desmayo, y no digas estoy aquí solo. Cuando el miedo se apodere de ti, todos estaremos a tu lado....
=G 295=.
Sobre los guardianes hicieron resonar una llamada sublime, para despertar y levantar a los que dormían. Debían despertar a las almas que del lugar de la luz habían caído. Debían despertarlas e incorporarlas, hacer que elevaran su rostro hacia el lugar de la luz*. =G 308=
El primer efecto de la llamada se describe siempre, por tanto, como un despertar. Esto es lo que encontramos en las versiones gnósticas de la historia de Adán. A menudo, la exhortación, puramente formal, *Despierta de tu sueño* o *de tu embriaguez*, o con menor frecuencia, *de tu muerte*, elaborada con términos metafóricos y con distintas expresiones, constituye el único contenido de la llamada gnóstica a la salvación.
No obstante, este contenido implícito, formal e imperativo, incluye el marco teórico en el cual las ideas de sueño, embriaguez y despertar asumen su significado específico; y, como regla, la llamada explícita este marco como parte de su propio contenido, es decir, relaciona la orden del despertar con los siguientes elementos doctrinales:
El recordatorio del origen celestial y de la historia trascendente del hombre; la promesa de la redención, de la cual también forma parte el relato que el redentor hace de su propia misión y de su descenso a este mundo; y, por último, la instrucción práctica sobre la forma en que se debe vivir en el mundo, en conformidad con el *conocimiento* recién conquistado y como preparación para la eventual ascensión.
El núcleo formado por estos tres elementos constituye el mito gnóstico, en el cual la llamada al despertar es una especie de abreviatura de la doctrina gnóstica en general. La gnosis transmitida por el mensaje y condensada en éste, en forma de una serie de términos simbólicos, constituye el mito cosmogónico y soteriológico total, un mito en cuya narración el acontecimiento de este mismo mensaje equivale a una fase: el punto de inflexión a partir del cual el movimiento completo se invierte.
Este conocimiento sumario del todo teórico encuentra su complemento práctico en el conocimiento del *camino* que conduce a la liberación de la cautividad en el mundo.
En las numerosas versiones literarias sobre la llamada, uno u otro de estos aspectos es el recordatorio del origen, la promesa de la salvación, la instrucción moral y tendrá una mayor preponderancia o será expresado de forma exclusiva. A continuación, citaremos algunas de estas llamadas al despertar de la literatura gnóstica, comenzando con algunos ejemplos de la literatura maniquea.
En la estricta estructura del drama universal maniqueo la primera de estas llamadas se produce antes del comienzo de nuestro mundo y se dirige al Hombre Primordial, que yace, inconsciente, en las profundidades, después de haber sido vencido y devorado en la primera contienda precósmica de la luz y la oscuridad. La siguiente escena proviene del relato siríaco de Teodoro bar Konai;
-*Entonces, el Espíritu Vivo llamó con voz fuerte; y la voz del Espíritu Vivo se convirtió en una espada afilada y puso al descubierto la forma del Hombre Primordial. Y así le habló: La paz sea contigo, recto entre los inicuos, luminoso en medio de la oscuridad, Dios que habita entre las bestias de la ira, que ignoran su grandeza.
Tras lo cual, el Hombre Primordial le contestó y dijo:
¡Ven y otorga paz al que está muerto! ¡Ven, oh tesoro de la serenidad y de la paz! y aún le dijo:
¿Cómo se hallan nuestros Padres, los Hijos de la Luz, en su ciudad?
Y la Llamada le dijo: Se encuentran bien. Y la Llamada y la Respuesta se unieron y ascendieron hasta reunirse con la Madre de la Vida y con el Espíritu Vivo. El Espíritu Vivo se vistió con la Llamada y la Madre de la Vida se vistió con la Respuesta, su adorada hija.*
La llamada, aquí, se presenta como un simple saludo. No obstante, incluye el recordatorio del origen divino del que es saludado, es decir, un nuevo despertar al conocimiento de sí mismo, perdido por el veneno de la oscuridad, y, al mismo tiempo, la promesa de su salvación:
La forma en que se dirige a él *Recto entre los inicuos*, etc., representa el recordatorio, el saludo *La paz sea contigo*, la promesa. La conmovedora pregunta en la que el Hombre Primordial se interesa por el estado de los hijos de la luz en su ciudad debe entenderse en relación con el hecho de que él había sido enviado a su destino para protegerlos. Tras despertar de su sueño, desea saber si el sacrificio ha servido a su propósito. Otra versión de esta escena nos llega de la mano del fragmento deTurfan M 7:
-*¡Sal de la embriaguez en la que duermes, despierta y contémplame!
Buenas nuevas para ti del mundo del gozo del que he sido enviado para salvarte.
Y él contestó al que vive sin sufrimiento:
Yo soy yo, el hijo de los mansos. Mezclado estoy y conozco el lamento. Sácame del abrazo de la muerte.
El mensajero dice:
¡Poder y prosperidad de la Vida traigo para ti de tu casa! Sígueme, hijo de la mansedumbre, pon sobre tu cabeza la corona de la luz*.
Separada del contexto mitológico, encontramos la llamada, esta vez dirigida al alma en general, en otro texto de Turfan, el llamado *Misa Breve de los Muertos*;
-*Alma mía, oh la más espléndida de las Almas... ¿Adonde has ido? Vuelve a mí. Despierta, alma del esplendor, del sueño de la embriaguez en el que has caído... sígueme hasta el lugar de la tierra eminente donde morabas en el comienzo*.
De aquí pasamos a la literatura mandea, en la cual las versiones de la llamada al despertar son muy numerosas y se dirigen o bien a Adán =ligeramente distinto al Hombre Primordial= o al número indefinido de creyentes que se reparten por el mundo. El simbolismo relacionado con Adán se analizará más adelante; por el momento, nos limitaremos a decir que el motivo bíblico de su sueño en el Jardín se transforma aquí en un símbolo de la condición humana en el mundo.
El siguiente pasaje muestra un exacto paralelismo con las versiones maniqueas.
-*Crearon al mensajero y lo enviaron a la cabeza de las generaciones. El llamó con voz celestial al torbellino de las palabras. Con la llamada del mensajero, Adán, que allí yacía, se despertó... y se dirigió al encuentro del mensajero: *Ven en paz, mensajero, enviado de la Vida, que vienes de la casa del Padre. ¡Cuán firmemente plantada en su lugar está la querida y justa Vida! ¡Y cómo está aquí sentada mi oscura forma que se lamenta!. Entonces, el mensajero respondió: ...Todos te recordaban con amor y... me enviaron a ti. Aquí me tienes, Adán, yo te instruiré y te libraré de este mundo. Presta atención, escucha y aprende, y elévate, victorioso, al lugar de la luz*..
= J 57=
La instrucción que aquí se menciona aparece con frecuencia en la llamada, como explicación de la orden *No duermas*. Dicha instrucción se prolonga a veces en forma de largas homilías morales que monopolizan el contenido de la llamada, y que, por su extensión, terminan convirtiendo el punto de partida en una simple ficción literaria. Un Uthra llama desde fuera e instruye a Adán, el hombre. Dice a Adán:
-*No descanses, no duermas, y no olvides lo que tu Señor te ha enseñado. No seas un hijo de la casa, no seas llamado pecador en el Tibil. No ames las guirnaldas de agradable aroma, no obtengas placer de una bella mujer... No ames la lujuria ni las sombras engañosas... Al salir y al entrar, asegúrate de que no olvidas a tu Señor, etc., etc....
Adán, contempla el mundo, una cosa que carece por completo de substancia... en la que no debes depositar confianza alguna. Las escalas están preparadas, y de miles ellos eligen una... Las guirnaldas perfumadas se marchitan, y la belleza de la mujer se desvanece como si nunca hubiera existido... Todos los trabajos mueren, llegan a su fin y parecen no haber existido nunca*.
Algunas veces, la llamada al despertar está íntimamente relacionada con la exhortación a salir del mundo: es al mismo tiempo el mensaje de la muerte, y continúa con la ascensión del alma, como se ve en el siguiente ejemplo:
-*El salvador se acercó, se quedó en pie junto a la almohada de Adán y le despertó de su sueño. *Levanta, levanta, Adán, despréndete de tu apestoso cuerpo, de tu vestido de barro, de tus grilletes, de tu atadura... porque tu tiempo ha llegado, tu medida está llena, para partir de este mundo...* =G 430=.
Algunas veces, el contenido de la llamada se concentra en un mensaje admonitorio, por el cual el hombre debe ser vigilante de sí mismo;
-*Envié una llamada al mundo: Que cada hombre sea vigilante de sí mismo. Quien sea vigilante de sí mismo será salvado del fuego devorador. =G 58=
La fórmula habitual del despertar pasa también al Nuevo Testamento, donde aparece, en Ef 5:14, como una cita anónima:
-*Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y Cristo te alumbrará*.
Para terminar, citaremos del Poimandres la versión helenística de la llamada del despertar, separada aquí del mito y utilizada como un instrumento estilístico de exhortación ética y religiosa;
-*Gentes, hombres nacidos de la tierra, que os habéis abandonado a la embriaguez y al sueño, a la ignorancia de dios, manteneos abstemios y acabad ya con vuestras borracheras, pues estáis hechizados por un sueño irracional...
¿Por qué os habéis rendido a la muerte, hombres nacidos de la tierra, si tenéis todo el derecho a compartir la inmortalidad? Vosotros, que habéis viajado junto al error y que habéis hallado en la ignorancia vuestra compañera, pensadlo bien: alejaos de la luz sombría =es decir, del cosmos=; dejad atrás la corrupción y compartid la inmortalidad*. =C.H .1.27-s.=
Hans Jonas
***Gilgamesh.
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Gilgamesh.
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