* Raro Sábado *

***Linda noche de Sábado para todos.

Es Sábado pensé, breve excusa para compartir algo de música que en definitiva es algo de uno mismo.
Me está resultando extraño éste Noviembre no sólo por las cuestiones climáticas.
Ésto de andar contando vivencias personales me sabe a extraño, nunca fué el eje temático de mi blog, vuestro blog.

Le decía a un amigo lector en privado hace semanas atrás que...no sé...me siento extraño, como si me estuviera yo despidiendo o se estuvieran despidiendo de mí.
Cualquiera podría identificar ese sentimiento con morirse, y créanme que no es esa mi intención, jeje.
Debe ser seguramente el peso de un largo año que acaba, y uno empieza como a aflojar el músculo.

Ésta tarde por ejemplo, sentí la necesidad de regresar en el tiempo, algo que con solo enfocar los pensamientos no resulta difícil, pero mi necesidad era material más que etérea.
Podía hacer realidad esa visita a mi pasado ya que a solo unos 10 minutos está el barrio donde transcurrió mi infancia y mi adolescencia.
Y bueno...regresé, extraña sensación de poder mirar al mundo de ayer con los ojos de hoy, pero con un simple detalle...faltaban todos los protagonistas..
Por más que yo estuviera hoy allí, éste de hoy era ajeno al lugar.

Por más que estuviera aún en pie aquél enorme árbol de Paraíso incluso...increíblemente...pude ver las letras...las iniciales de mi nombre que tallé una tarde hace como 40 años...vaya a saber para qué...¿no?..como si quizás era la marca de pertenencia que uno siente al lugar donde se ha criado, ese arraigo que tenemos cuando pensamos que todo nos pertenece.
Ni las veredas que pisé antaño, ni el almacén donde iba a hacerle las compras a mi madre, ni el frente de mi casa...je...mi casa ya no es mía.., nada de todo eso era igual..

Así que me dí una vuelta con la precaución de que algún vecino me viera como *sospechoso* porque mis viejos vecinos ya no existían y en éstos tiempos de inseguridad y de permanente sensación de amenaza, no vaya a ser cosa, me dije..., que la tarde terminara mal.

Cuando pasé por la puerta de mi ex-casa me pareció verme a mi mismo tocando la batería...tras la ventana verde de hierro con esas hermosas filigranas que los viejos Artesanos del metal sabían hacer tan elaboradas.
Y se me vino a la mente una canción que solía ejecutar.
Llegué a casa, medio entre nostalgias y el sinceramiento de asumirme en el hoy, y busqué la canción en youtube.

Misteriosamente en lugar de encontrar primero la versión original...me encuentro con una mujer tocando la batería y la misma canción...
¿Qué loco...no? me dije..., nunca pensé que hoy alguien prestara atención a esa olvidada o poco conocida canción y encima...para tocarla como yo lo hacía hace 40 y pico de años..y encima una mujer, no porque una mujer no pueda tocar la batería si no porque todo ésto me estaba resultando muy extraño..

Y muy bien que lo hace ésta mujer, si cambiara a la mujer por mí...pareciera que soy yo, tal cual lo que sentí ésta tarde cuando pasé por la puerta de casa, así...solito tocando los tambores y disfrutando de la música;



Me quedé con ganas de escuchar la versión original cantada, pero otra vez...en lugar de la original apareció un cover cantado.
No es fácil entonar como lo hacía el gran Mickey Thomas, el original, pero la chica me desafió a escucharla para ver si le hacía honor a Mike y bueno...me encantó;



Gabriela Gunčíková se llama ésta niña que es Checa.., misteriosa conexión con personas que no conozco y que ni imaginaba pudieran tener algo en común conmigo o yo con ellas...
Tampoco tengo el gusto de conocer en persona a Jaime, ni tampoco conozco demasiado de su carrera, sin embargo...en la letra de ésta canción suya también me reconocía, en esa descripción que él hace de su sentir cuando describe su esquina de Durazno y Convención;



*Baldosas partidas hace años
Recuerdos que me hicieron daño
Por la calle Convención
Y un día
Un día te veré contento
El día que te abrace el viento
De Durazno y Convención*

Vivencias de Jaime en compañía de la voz de Jorge Vallejo que me entra como un alfiler...no mata pero te hace estremecer..
Y.. viste cómo es la cosa.., te ponés a escuchar música y cuando se te arremolinan los recuerdos se superpone la cinta de la vieja película con la cinta de la nueva película, lo que uno fué y lo que hoy es, la misma escencia seguramente pero hecha por fuera como las manos de pintura incesantes sobre el frente de la casa, cada mano es nueva pero vieja a la vez a medida que una capa va tapando a la otra.

Y como no puedo pensar sin Gnosis tal vez salí hoy y me fuí al barrio a buscar algo que allí no estaba, al menos nunca estuvo allí aunque seguramente también la buscaba en aquellos tiempos sin saber tampoco donde estaba.
Y es difícil encontrar esa parte faltante desde el mismo tiempo en que a Adán lo dividieron en dos, y le pusieron enfrente a su Eva de carne, no tenía opción ¿verdad?..jeje
Será que el encuentro, la re-unión de algo separado necesita mucho más que 7 vidas, tal como lo expresa Christian;



Será por eso que decían los viejos Gnósticos que vivir en el mundo era una extraña melancolía del verdadero hogar y que cuánto menos nos atáramos a éste mundo aún viviendo en él, más cerca de casa estaríamos cuando el avión imaginario estacione para venir a buscarnos.
Y me acordé de una vieja canción, no porque me gustara si no porque sonaba en tiempos de niño cuando la escuchaban los viejos.

Y me acordé porque recién hoy puedo ver en su letra algo que tiene que ver con ésto de andar por la vida como si uno no estuviera aquí.
Antonio Tormo la hizo famosa cuando la grabó, aunque hay que hacerle honor como siempre a quien la escribió, Ivo Pelay, los eternos genios de la pluma que quedan ocultos detrás del cantante.

Tormo, hijo de padres valencianos, nació el 18 de septiembre de 1913 en la provincia de Mendoza-Argentina, en una de las casas de la bodega Giol, en donde trabajaba su padre, fallecido antes de su nacimiento, vida dura si las hay, le tocó a Antonio.
Quizás o seguramente he allí su sensibilidad para elegir la canción que escribió Pelay.

Desde entonces Tormo comenzó a ser llamado el cantor de los *cabecitas*, en referencia a los *cabecitas negras*, apodo despectivo que utilizaban las clases medias y altas de Buenos Aires para designar a los migrantes provenientes de las provincias, que se trasladan masivamente a la capital del país para trabajar en las fábricas.

¿Te suena eso no...? especialmente cuando hoy se florea el discurso de Pandora Trump y los latinos...o de Pichetto y los hermanos migrantes de América del Sur..
Fijate vos desde cuánto tiempo atrás se pensaba de esa forma...
Lo cierto es que Tormo, en 1955, cuando era el cantante más popular del país, sería prohibido por la dictadura militar autodenominada Revolución Libertadora. 

A partir de entonces, una censura más o menos directa se impuso sobre las grabaciones de Antonio Tormo durante casi 30 años.
Y sí...así se aplicaba la misma o parecida y renovada forma de excluir a los que no encajaban en el molde de los que tenían una concepción egoísta y clasista del mundo, ayer...como hoy.

Cuán popular serían las letras de las canciones de Tormo que allá por 1950 el tipo..vendió 5 millones de copias..., el disco más vendido en Argentina.
En el 72...Tormo graba ésta canción con la que voy a cerrar, y te decía que en la letra bien se podría ubicar a aquella persona que vive en el mundo tratando de no estar atado a él, figura que para todos nosotros ha sido descripta como lo que *no hay que ser*...es decir lo contrario al estereotipo de hombre o mujer que la sociedad nos ha impuesto a Ser. 

Quién sabe....si Ivo Pelay cuando la escribió no vivió la vieja Gnosis...porque ese *linyera* despreciado por toda la sociedad...era quizás el hombre desapegado del mundo..y repudiado por ser así..

No es dañina la nostalgia cuando en lugar de ponernos tristes nos ayuda a pensar más profundamente en otras cosas.

Gran abrazo para todos;



-Cuando se asoma alegre el sol
sobre los campos del talar
junto a la vía
van los linyeras

llevando como el caracol
la casa a cuestas y el azar
van los gitanos
todos los días

ellos no saben del dolor
y en cada boca hay un cantar
que a gritos dicen
sus alegrías

indiferentes al amor
y en el eterno trajinar
ellos desechan
melancolía

cuando se asoma alegre el sol
sobre los campos del talar
van los linyeras
todos los días

y al pasar se oye un peón
entonar esta canción;

linyera soy
corro el mundo y no sé adónde voy
linyera soy
lo que gano lo gasto, o lo doy
no sé llorar
ni en la vida deseo triunfar
no tengo norte
no tengo guía
para mí todo es igual.

Gilgamesh***