***Preciosa noche de Sábado para todos.
Vamos a continuar con el trabajo de Ignacio Gómez de Liaño Alamillo que es súper abundante y del cual les voy compartiendo extractos.
Hoy Mitra..un personaje o dios de la antiguedad que se suele identificar con lo que posteriormente fué el cristianismo, simbolismos similares pero de distinta fuente.
También podrán ver porqué hasta el día de hoy en algunos países se sigue practicando la tauromaquia...no es casualidad..., todo está relacionado con las constelaciones, el cosmos..y los dioses..capaces de influir en el ser humano;
El Leontocéfalo y el dualismo mitraico
Frente a la juvenil belleza de Mitra, que se inspira en retratos idealizados de Alejandro y recuerda al propio rey Mitrídates, llama la atención la fealdad del dios Leontocéfalo, que ocupaba, a la entrada de los mitreos, un lugar destacado. Su aspecto es el de un monstruo con testa de león y cuerpo humano ceñido por una serpiente cuya cabeza descuella sobre la cabeza del dios. Ya hemos señalado que una antiquísima tradición vio en las constelaciones el desarrollo de una inmensa serpiente que abrazaba la entera bóveda del cielo, y que Draco, Ofiuco e Hidra son fragmentos de ese gigantesco ofidio.
La serpiente que ciñe al Leontocéfalo representa más bien el curso anual del Sol. De ella ha dicho Maarten Vermaseren que sus *siete vueltas ... están conectadas con los planetas y las propias espiras señalan el curso del Sol a través del Zodíaco*. A fin de expresar que el Leontocéfalo simboliza el señorío cósmico, sus pies se apoyan en el globo celeste, del que se destacan dos círculos, el ecuatorial y el zodiacal, y en una mano blande un largo y recto bastón, emblema de su señorío sobre el axis mundi.
En algunos monumentos se le ve portando en cada mano una llave para abrir o cerrar, según su voluntad, las puertas de los cielos, ya que el Leontocéfalo es el señor de los Arcontes que gobiernan las esferas planetarias. A veces se le ve apretando con la otra mano una *pata de toro* con gesto de dirigirla a la boca, lo que quiere decir, dada la identificación bien documentada de la pata de toro con la Osa Mayor o Hélice, que tiene el poder de acabar con el movimiento cósmico o bien de devorar todo lo sometido a ese movimiento.
Llamado Eón, dios helenístico del tiempo y también Cronos, el Leontocéfalo enseña en sus fauces unos colmillos formidables para mostrar el poder destructor del tiempo, en tanto que las alas que salen de su espalda simbolizan la rapidez de su carrera.
Aun cuando en la composición del Leontocéfalo influyeron las deidades órficas Cronos y Fanes y la conexa figura de Eón, la principal fuente de inspiración utilizada por sus creadores fue la Gorgona Medusa, de la que hay representaciones plásticas desde el siglo vil a. C.
La cabeza leonina de la Gorgona, las serpientes que ciñen su cuerpo y las alas que salen de sus espaldas muestran una asombrosa semejanza con el Leontocéfalo, que se acentúa por el hecho de que en algunos mitreos estaban asociadas la cabeza de aquélla y la de éste. El Leontocéfalo representa el tiempo destructor y, más en particular, la fatalidad a la que está sometido el universo, prisión en la que están encerrados los hombres. Su monstruosa imagen es un buen recordatorio del Destino, al que incumbe, según los estoicos, la función de fijar inexorablemente los movimientos celestes.
Mitra es, en cambio, el filantrópico emisario al que Ahura-Zeus encarga enseñar a los hombres a superar el poder del monstruo, para lo cual deberán comprender la verdadera naturaleza y estructura del tiempo. La destacada presencia del Leontocéfalo en los mitreos sugiere una pervivencia, suavizada, del dualismo iranio, con la particularidad de que Ahrimán es reinterpretado, a la luz de la filosofía ecléctica, como la fatalidad cósmica, frente a la cual se alza la apolínea belleza de Mitra, mediador =mesites= entre el supremo Dios de la Luz y los hombres.
El dualismo representado por la pareja Mitra-Leontocéfalo reaparece en tradiciones que, asumidas por los mitraístas, provienen de las teogonias griegas, según las cuales Zeus sucedió a Cronos en el gobierno del mundo tras luchar con los Gigantes. En algunas representaciones mitraicas, a estos antidioses se les ve pelear, bajo el mando del Poder de las tinieblas =Hades-Ahrimán=, contra los espíritus celestes de Zeus-Ahura que capitanea Mitra. Mitra fue, pues, un dios de hazañas heroicas que, aun antes de encarnarse en la Tierra, recuerdan a las de Heracles, y que siguió simbolizando el heroísmo una vez nacido en una gruta terrestre.
De Mitra podría decirse, con más razón todavía, lo que Lucio dice de Isis, una vez iniciado en los misterios de esta diosa egipcia:
*Tú deshaces la enredada e inextricable trama del Destino, calmas las tormentas de la Fortuna y compensas el nefasto influjo de las constelaciones. Los dioses del Olimpo te veneran, te respetan los dioses del Infierno; tú mantienes el mundo en órbita, tú suministras al Sol sus rayos de luz, tú riges el universo, tus plantas pisan el Tártaro. A tu llamada responden los astros, vuelven las estaciones*.
La creencia en el poder de imperar sobre las fuerzas cósmicas atribuida a una deidad salvadora =Isis para Lucio, Mitra para sus iniciados= también
aparece referida
a Jesucristo en una epístola de Pablo de Tarso, de hacia el 57 d. C.:
*Nuestra patria está en los cielos, de donde también nosotros esperamos a un Salvador ... que transformará nuestros humildes cuerpos de forma que se asemejen a su glorioso cuerpo, por medio del poder que él tiene para sojuzgar el entero universo* =Flp 3, 20-21=.
Y si Apuleyo nos dice que Isis *tiene en su mano tanto las llaves del Infierno como la garantía de salvación*, tampoco faltan esas llaves cósmicas en el mitraísmo.
Los cristianos, naturalmente, las pondrán en manos de Jesucristo, quien las confía al apóstol Pedro:
*Te daré las llaves del reino de los cielos, y lo que atares en la tierra será atado en los cielos, y lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos*.
=Mt 16,19-20=.
En el frontis de un sarcófago del museo de Antioquía de Siria =Turquía= se ven dos Victorias en el acto de inmolar sendos toros, en tanto que en los lados del sarcófago figuran escenas alusivas a la *resurrección*:
Orfeo liberando a Euridice del Infierno, etc.
A la luz de estas escenas se ve muy bien la conexión de la tauroctonía mitraica con la victoria sobre la muerte y el tiempo. Las Victorias del sarcófago recuerdan, además, la figura alada de Psique =el Alma=.
Nike matando al toro, relieve en terracota del siglo I dC.
Leontocéfalo mitraico, sigloII dC, ceñido por las espiras de la Serpiente celeste =cuya cabeza asoma sobre la testa del dios=, el Leontocéfalo huella el globo celeste en el que se destaca la intersección en forma de cruz de los círculos del ecuador y la eclíptica . En la mano izquierda porta el *axis mundi* , en la derecha la llave que le permite franquear las esferas planetarias.
El órfico dios Fanes con el axis mundi en una mano y la antorcha de la luz solar en la otra , está ceñido por las espiras de la Serpeinte celeste . El dios se halla en el centro de la Dodécada zodiacal que está a su vez encuadrada por la tétrada de las estaciones del año y las direcciones del espacio.
Paralelismos entre el mitraísmo y el cristianismo
De la comunión mitraica nos informa hacia el año 140 Justino de Roma, uno de los primeros apologistas cristianos:
*Los Apóstoles ... nos transmitieron que así les fue a ellos mandado, cuando Jesús, tornando el pan y dando gracias, dijo: Haced esto en memoria mía, éste es mi cuerpo. E igualmente, tomando el cáliz y dando gracias, dijo: Ésta es mi sangre, y que sólo a ellos les dio parte. También esto enseñaron, por imitación, los perversos
dáimones que se hiciera en los misterios de Mitra; pues en las iniciaciones de un nuevo iniciado se presenta pan y un cáliz de agua con ciertas recitaciones,
según ya lo sabéis o podéis de ello informaros*.
¿Habrá, pues, que suponer que la comunión cristiana es una imitación de la mitraica, a la manera como todavía hoy los gorros de los obispos atestiguan en la
forma y el nombre su procedencia mitraica? Imposible responder con seguridad, pues ambas comuniones se inspiran en el banquete sagrado, rito muy corriente en la Antiguedad.
Pero no es de creer que los adoradores de Mitra imitasen la comunión cristiana, pues en ese caso habrían tardado más de un siglo en descubrir el sacramento más importante de su liturgia. No obstante, es dudoso que, al comulgar, los mitraístas creyesen estar comiendo el cuerpo de su dios ni que este dios se hubiera ofrecido al Padre como víctima propiciatoria y hubiera cargado con los sufrimientos de la humanidad doliente. Esos rasgos parecen típicos del
cristianismo.
Una muestra de influencia mitraica en la religión cristiana =que quizá tuvo a los esenios de Qumrán como intermediarios= es la santificación del domingo, día
consagrado al Sol, y sobre todo del 25 de diciembre, día en el que los mitraicos festejaban el natalicio del Sol =Natalis Solis Invicti= y el del dios ex petra natus.
El Nuevo Testamento no dice nada sobre la fecha natal de Jesús, aunque el evangelista Lucas hace pensar en una noche templada de primavera o verano, pues los
pastores estaban durmiendo al raso, lo que no es muy congruente si se piensa en las frías noches invernales de Palestina.
Justino nos informa también de otro paralelismo, cuando atribuye a una frase del libro de Daniel =Dn 2, 34:*una piedra fue cortada sin mano alguna del
monte grande*= y a otra de Isaías =Is 28, 16; *el origen de la doctrina mitraica del nacimiento ex petra del dios y de que llamen *cueva al lugar donde se inician
sus creyentes* -Diálogo con Trifón 70.1=. Por lo que atañe a la piedra, el apologista parece referirse a los versos 22-23 del salmo 118, que el evangelista Mateo aplica
a Cristo:
*La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular*.
El apóstol Pedro los invoca en su discurso a *los jefes del pueblo y senadores* al día siguiente de la venida del Espíritu Santo =Hch 4, 11-12= y en su primera carta
=1 Pe 2, 4=, donde los cristianos son descritos como *piedras vivas* de un edificio
espiritual.
Difícilmente puede convencer Justino a nadie del origen judío del dogma mitraico según el cual Mitra nació de una piedra. Uno se siente tentado a pensar más bien en el origen mitraico de la ecuación Jesús-Piedra y, sin duda, de la *cueva* donde según una antigua tradición apócrifa nació Jesús.
Pues ni en el más antiguo de los evangelios, el de Marcos, ni en el más teológico, el de Juan, que parece estar mejor informado que los demás acerca de algunos aspectos de la vida de Jesús, ni en el apóstol Pablo, que escribió los escritos más antiguos del Nuevo Testamento, se dice nada de esa cueva, ni de dónde nació Jesús, ni qué hizo éste antes de comenzar, ya en edad madura, su misión docente.
La escena de la cueva natal de Mitra es anterior a las tradiciones apócrifas relativas al nacimiento de
Jesús, cuya identificación con un dios solar como Mitra queda bien puesta de relieve por el hecho de que los cristianos colocaron la fecha de su nacimiento ya en el solsticio de invierno, ya unos días después, es decir, cuando el Sol ha empezado a ascender en su recorrido por la eclíptica tras haber tocado el punto más bajo de su itinerario.
Cumont enumera otras convergencias, que no es del caso mencionar ahora.
No obstante, el fondo del *misterio cristiano* es muy diferente del mitraico. Jesús es u n hombre histórico, en tanto que Mitra es un hombre mítico. Mitra es un
héroe principesco, afecto a los reyes, sobre todo si son batalladores, y se mueve en un refinado mundo de alegorismos astronómicos.
Jesús es un hombre corriente, salido del pueblo, que ama a los mansos, y que no dedicó un solo día a asuntos astronómicos ni alegóricos, si bien, en su predicación, se sirve de parábolas que se prestan a una intrincada hermenéutica no exenta, a veces, de resabios astronómico-calendarísticos.
Mitra inmola al Toro; Jesús es inmolado como cordero. Mitra cautiva a militares, a funcionarios y a esclavos deseosos de promoción; Jesús captura con sus redes de pescador a gentes socialmente tan poco favorecidas que se identifican con alguien que es ejecutado como un forajido y hasta veneran el instrumento donde fue muerto.
Pero aun siendo tan diversos Mitra y Jesús ofrecían a los hombres valores morales y esperanzas religiosas semejantes, y se valían de medios sacramentales y teológicos no muy diferentes.
Gilgamesh***
+1.
ResponderEliminarHola Gilgamesh, tengo problemas para entrar en su blog, a lo que entro me redirige a una pagina Toolator.com, y busque en san google y eso pasa cuando banean a la persona por ip, no se si es sabotaje a su pagina o que sucede con eso, espero respuesta me gusta mucho los temas que trata con ellos e aprendido mucho sobre como funciona el sol y otros muchos temas que usted toca que me encantan.
ResponderEliminaratte
maritza Leal
ResponderEliminarAlejandro y 1+; muchas gracias
maritza leal; gracias maritza tu mensaje me ayuda a corroborar lo que venía observando yo tb. Efectivamente es sabotaje, yo lo resuelvo cerrando el navegador, pasando Ccleanner y abriendo otra vez el problema se resuelve, espero te y les sirva a quienes padecen de éste problema ajeno a mi voluntad, Igualmente estoy sospechando de donde viene y me estoy ocupando del asunto. Fuerte abrazo y mil gracias por el aporte Maritza.
Buenas noches , hice lo que me dijo y hasta ahora pude entrar normal, espero se solucione todo de manera satisfactoria,y esperando su regreso que seguro traerá noticias positivas.
ResponderEliminarUn gran abrazo