***Hermosa noche de alfinViernes para todxs.
Lo prometido es deuda y vengo a saldarla, de acuerdo al pedido de la oyente Ruthi Sanchez, quien me solicitara más sobre José Ingenieros.
Ésta primera parte de dos, viene a concatenarse con mi audio del día 15 de Abril en mi *reflexión personal* que era la *previa* a éstos dos audios. Como nunca antes nadie pudo graficar a la *envidia*, Don José Ingenieros lo hizo de una forma única, magistral, contundente e irrepetible. Gran lección que debería ser difundida masivamente para contrarrestar un flagelo que es de los más nocivos para la evolución de la Conciencia humana.
Crudo y duro como nadie, pero es la dureza necesaria para quebrar las rótulas de un sentimiento poderoso y destructivo, que necesariamente debe ser puesto en evidencia, aunque resulte cruel incluso, para quienes cultivamos la misericordia.
Don José aplica esa dureza que se basa en la riqueza de su vocabulario, en su erudición, en su conocimiento de la historia y del comportamiento del ser humano, en la magia de su expresión, en los argumentos que esgrime y que son...irrefutables, esos que sólo pueden ser inducidos por algo Superior, eso que corta como nada conocido, la espada de la Verdad...
Fuerte abrazo.
Gilgamesh***
-podcastgilga
1+.
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ResponderEliminarVandinha-rivendel conan-Jenny1-Alejandro Arrabal Díaz; muchas gracias.
Muy bueno Gilga , completo e interesante , lo digo pensando en deshilvanar la parte psicológica de lo que antecede al sentimiento de odio o envidia por lo que se oye en el audio ( que diría el amigo Jung ?) jejeje ....
ResponderEliminarUn abrazo !!
Muchas gracias Gilga, buenísimo este post. Hay que estar muy atentos porque si se es envidioso difícilmente se puede educar a los niños sin que lo sean, mas allá de que la calidad de la educación en el colegio unida a la cada vez peor programación de la televisión disponible para ellos les enfoca hacia la envidia antes que hacia el esfuerzo. Y mucho diálogo interno y valentía hay que tener para reconocerse envidioso y trabajárselo.
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ResponderEliminarGustavo Castañeda; gracias Gus, pues sí...Jung lo tenía muy claro, esa delgada distancia que separa a un pensamiento de un sentimiento y luego de una acción, es donde deberíamos trabajar, porque al sentimiento le precede el pensamiento cuando no viene por los sentidos tradicionales y violentos como tacto, olfato, gusto, visual, es decir que ciertamente somos conscientes cuando entramos a pensar en algo, y si nos damos cuenta que estamos pensando en algo que resulta nocivo deberíamos desconectar inmediatamente de ese pensamiento. No es fácil, a todos nos compete semejante desafío. Gran abrazo amigo.
JJ; gracias ami, muy cierto, acoto que tanto la envidia como cualquier otro aspecto destructivo generalmente invaden cualquier otro aspecto de nuestras funciones sociales, madre, padre, hermano, compañero de trabajo, en fin, nos solemos contaminar fácilmente y difundir la epidemia. Mucho es el trabajo interno que tenemos, y nada fácil, pero no imposible. Fuerte abrazo.