***Feliz Martes para todxs.
En medio de una jornada nacional de paro o huelga que es total, hablamos un poco sobre...
¿de qué va el mundo?..
El *sistema*, la geopolítica, la economía, las potencias, y los verdaderos dictadores del libreto que tiene a millones en un puño a causa de sus decisiones, parece estar a punto de *cancelarse*, tal como nuestro campo magnético.
-El Periodista y Científico Chris Edges, ganador del premio Pulitzer por su cobertura del terrorismo global en 2002, afirma que el sistema financiero global *es una bomba de relojería*.
La pregunta no es si explotará, sino cuándo.
Las consecuencias que prevé son aterradoras:
*Desempleo masivo, precios altos para las importaciones y servicios básicos, y una devaluación en la que el dólar será abandonado como moneda de reserva mundial y se tornará casi inútil. Este fabricado tsunami financiero transformará a los Estados Unidos, que ya es una democracia fallida, en un estado policial autoritario.
La vida valdrá muy poco, especialmente la de los trabajadores indocumentados vulnerables, los musulmanes, los pobres de color, las niñas y las mujeres, los críticos anticapitalistas y antiimperialistas, que serán calificados como agentes de las potencias extranjeras, demonizados y perseguidos como si fueran los causantes del colapso. Las élites, en un intento desesperado de aferrarse a su poder desenfrenado y a su riqueza obscena, destriparán lo que quede de los Estados Unidos*.
Los lectores del Cohete lo conocen, porque publicamos aquí un adelanto de su libro *La gira de despedida*, donde afirma que la vida humana en la Tierra sólo será posible hasta fin de este siglo.
Autor de 12 libros, varios de los cuales han vendido centenares de miles de ejemplares, sus títulos dan una idea de la posición de Hedges, que además es pastor presbiteriano y comenzó su carrera periodística cubriendo la guerra de las Malvinas: El imperativo moral de la rebelión, La muerte de la clase liberal, El fascismo norteamericano; la derecha cristiana y la guerra contra Estados Unidos.
Todas las semanas publica una columna en el portal *Truthdig*, literalmente; *Excavando*, en busca de la verdad.
En el de esta semana narró qué ocurrió con las montañas de dinero que los bancos centrales del mundo inyectaron en el sistema financiero mundial.
Este dinero fabricado, como lo llama Hedges, ha creado una deuda mundial de 325 billones de dólares, más de tres veces el PIB mundial.
Fue acumulado por bancos y empresas, prestado por los bancos a tasas de interés predatorias, utilizado para pagar los intereses de la deuda impagable o gastados en la recompra de acciones, proporcionando millones en compensación a las élites.
Por si el concepto no fuera claro, agrega que no se invirtió en la economía real.
Ni se fabricaron y vendieron productos, ni los trabajadores fueron reintegrados a la clase media con ingresos dignos, no se emprendieron proyectos de infraestructura.
Sólo volvió a inflar burbujas financieras masivas construidas sobre la deuda y empapeló un sistema financiero fatalmente fatal destinado al colapso.
¿Qué clase de colapso? =se pregunta=.
*Financiero, global, que hará parecer enano al colapso de 2008.
Esta vez, con tasas de interés cercanas a cero, las élites no tienen un plan de escape.
La estructura financiera se desintegrará.
La economía global entrará en una espiral de muerte.
La ira de una población traicionada y empobrecida me temo que potenciará aún más a los demagogos derechistas que prometen venganza contra las élites globales, la renovación moral, un renacimiento nativista que anuncia el regreso a una mítica edad de oro cuando los inmigrantes, las mujeres y las personas de color conocían su lugar, y un fascismo cristianizado*.
También cita a la economista Nomi Prins, quien directamente llama *dinero falso* a esos billetes creados en el ciberespacio en respuesta a la crisis.
La servidumbre de deuda forzada crece para alimentar a la bestia hasta que, como ocurrió con la crisis de las hipotecas subprime, el sistema predatorio falla debido a los incumplimientos masivos.
Llegará un día, por ejemplo, como en todas las burbujas financieras, en que las ganancias proyectadas de forma optimista por industrias como el fracking ya no serán una excusa efectiva para seguir inyectando dinero en empresas en dificultades, agobiadas por deudas que no pueden pagar.
*Las 60 firmas de exploración y producción más grandes no están generando suficiente efectivo de sus operaciones para cubrir sus gastos operativos y de capital*, escribió Bethany McLean en el New York Times:
*La próxima crisis financiera acecha bajo tierra*.
Desde mediados de 2012 hasta mediados de 2017, tuvieron un flujo de caja neto negativo de 9.000 millones de dólares por trimestre.
Hedges calcula que con los 29 billones de dólares que la Reserva Federal entregó a bancos estadounidenses:
*Podríamos haber proporcionado matrículas universitarias gratuitas a cada estudiante o un seguro universal de salud, reparar nuestra infraestructura deteriorada, realizar la transición a una energía limpia, perdonar la deuda estudiantil, aumentar los salarios, rescatar a los propietarios de viviendas sumergidos, formar bancos públicos para invertir a bajas tasas de interés en las comunidades, garantizar un ingreso mínimo para todos y organizar un programa de empleo masivo para los desempleados y subempleados.
Dieciséis millones de niños no se irían a la cama con hambre.
Los enfermos mentales y las personas sin hogar no vivirían en las calles ni encerrados en cárceles.
La economía reviviría.
En cambio, se entregaron 29 billones de dólares en dinero fabricado a gángsters financieros que están a punto de hacer que la mayor parte se evapore y nos sumerja en una depresión que rivalizará con la crisis mundial de 1929*.
Ante éste panorama, mi mejor recomendación es..
no tener nada.
Ni deudas, ni cuentas bancarias, ni todo aquello que lamentar...si se vuelve basura inservible.
Por otro lado tenemos la puja o llamada *guerra económica* que Pandora T. emprendió contra China.
El Periodista y Analista Internacional Rafel Poch nos explica de qué va la cosa con éste bolonqui;
-Donald Trump ha lanzado esta semana aranceles por valor de 200.000 millones de dólares contra productos chinos que se suman a anteriores medidas.
No tiene que ver con aluminio, ni coches, ni acero, como ocurre con Europa, sino que hay que leerlo como una exigencia de que China renuncie a su ascenso al estatus de gran potencia.
Y esa exigencia está respaldada militarmente.
Es decir, la guerra comercial que Washington ha declarado tiene grandes posibilidades de ser un prolegómeno de una guerra propiamente dicha, una guerra militar.
Veamos por qué.
La política china está ganando peso y prestigio en el mundo desde cualquier punto de vista con su llamada *Nueva ruta de la seda*-Belt and Road Initiative.
Los desórdenes del presidente broncas colocan a Xi Jinping en el papel de serio y previsible estadista de proyección mundial.
Su prudencia y previsibilidad contrastan aún más al lado de la oferta que Estados Unidos viene lanzando al mundo: una oferta basada en la fuerza, mayormente militar, y regida por la fórmula, *o estás conmigo, o estás contra mí*.
Al lado de eso, la Nueva ruta de la seda es el único proyecto abierto, integrador, universalista y no basado en la lógica de la imposición del más fuerte que existe en el mundo de hoy.
¿Qué significa?
Para China la Nueva ruta de la seda es la tercera gran fase desde el establecimiento de la República Popular.
La primera fase fue la revolución maoísta que levantó al país del suelo.
La segunda, sobre los cimientos de la revolución, fue la modernización económica de Deng Xiaoping y sus sucesores.
Esa modernización se hizo en el bien entendido de que China debía ser prudente y humilde en la esfera internacional: no meterse en conflictos ni presentar ambiciones que comprometieran su prioridad de desarrollo interno en una etapa tan delicada.
Con Xi Jinping se llega a la tercera gran fase: definir y afirmar el papel de China en el mundo.
Tras el impulso económico y modernizador de las últimas décadas, la intervención directa de China en los asuntos mundiales se ha convertido en una condición de la continuidad del ascenso chino.
Y eso no sólo por la necesidad de estabilizar y garantizar los suministros que alimentan su fábrica global: por una simple cuestión de la escala adquirida por su poderío, la prudente no intervención y discreción internacional pregonada por Deng Xiaoping ha comenzado a quedarse desfasada. Desde el punto de vista de las relaciones entre grandes potencias, China ha iniciado con esta tercera fase el primer movimiento del relevo hacia el papel de superpotencia.
Los imperativos del mismo *ascenso chino* que hasta hace poco exigían discreción, exigen ahora una mayor intervención en el mundo.
Lanzada en septiembre de 2013, la Nueva ruta de la seda es un gran proyecto de integración económica de Asia, África y Europa mediante colosales inversiones en infraestructuras.
Una red de corredores energéticos, vías de comunicación y transporte terrestres y marítimas, e integraciones financieras, destinada a afianzar y expandir la economía global.
Con su lanzamiento previsto para el 2021 y una perspectiva hasta el año 2049, ya implica, como proyecto, a una sesentena de países =muchos de ellos sin más cálculo que recibir inversiones chinas= que representan el 70% de la población mundial, el 55% del PIB y el 75% de los recursos energéticos globales conocidos.
La iniciativa se basa en tres principios; apertura hacia todos los países, carácter integrador basado en el respeto a la idiosincrasia y opciones de desarrollo de cada uno de ellos, y normas de mercado.
El resultado implícito de esta iniciativa es crear un nuevo paradigma geopolítico. En Washington lo ven como un verdadero desafío al dominio de Eurasia y de la economía mundial ejercido por Estados Unidos.
Y no están dispuestos a permitirlo.
Si todo eso funciona, el ascenso de China sólo puede ser detenido por la guerra.
De momento ha comenzado como guerra comercial =ignorando el hecho de que el 40% de la exportación china al resto del mundo procede de multinacionales americanas y europeas instaladas en China=, sin embargo el pivot to Asia =el traslado al entorno de China del grueso de la fuerza aeronaval de Estados Unidos= y los incidentes y tensiones en el Mar de la China meridional avisan de una dinámica militar bien concreta.
Eso, y no las simplezas del *segundo Mao* publicadas con tanta frecuencia en nuestros medios de comunicación, es lo que explica los poderes ampliados de los que Xi Jinping ha sido dotado: esperando una fase turbulenta que incluye tensión militar en el mejor de los casos y conflicto abierto en el peor, los dirigentes chinos se han puesto un cinturón de seguridad, algo que no tiene nada que ver con Mao, de la misma forma en que la sociedad china actual no es la de entonces.
Con esas previsiones, el objetivo militar chino a medio plazo no es desafiar el dominio militar global de Estados Unidos, un objetivo que sería irreal, agotador y extremadamente peligroso, sino sembrar dudas entre los generales americanos sobre las posibilidades de una victoria de Estados Unidos en un pulso militar regional en el Mar de China meridional, donde se acumulan las tensiones del pivot to Asia.
La estrategia marina de China se dirige a disolver las alianzas de Estados Unidos en Asia Oriental y el Pacífico occidental. Pekín considera esas alianzas reliquias de la guerra fría y confía en que su peso comercial con los países de la región implicados =que ya es superior al de Estados Unidos= sea determinante en ese proceso de disolución.
Al mismo tiempo, China fortalece su potencial aeronaval.
Con Xi Jinping se ha realizado un cambio radical en la estructura de las fuerzas armadas chinas y en la doctrina militar de China, constata el ex primer ministro australiano Kevin Rudd, uno de los raros gobernantes occidentales que habla y lee chino.
El objetivo es, *sembrar la duda sobre la capacidad de Estados Unidos de vencer en un conflicto militar con China en la región alrededor de las islas en disputa y en el propósito de defender Taiwan*, dice Rudd.
Muy pronto, China podrá desafiar el dominio militar regional =que no global= de Estados Unidos allí.
Las primeras salvas de esta guerra están siendo disparadas con munición comercial, pero no hay que engañarse: no tiene que ver con comercio, tiene que ver con dos ofertas para diseñar el futuro.
Después de leer ésto, habría que interpretar correctamente porqué el Cristo sabía que éste manicomio...no tiene arreglo, no al menos desde adentro, ni tampoco desde afuera, porque quien piense en un *afuera* como solución, con meteoritos destructivos, seres salvadores, o cualquier tipo de *cosa* dispuesta a hacer de éste mundo algo normal..., se equivoca.
De donde vino Cristo, el adentro y el afuera no existen, porque ambos son materia, tanto la que se ve y palpa, como la que no se ve y es el pegamento de la visible.
Al Pleroma no se regresa sin purificación, y eso es una tarea individual, del planeta...ya se ocuparán quienes saben cómo hacerlo, pero cuando eso pase, afortunadamente si hacemos el esfuerzo ya no estaremos aquí.
Abrazo.
Gilgamesh***
Fuentes;
-elcohetealaluna
-ctxt
++11
ResponderEliminarPlus One "KUI".
ResponderEliminarSin palabras Gilga ,todo desde el punto que lo veas es un caos y desgraciadamente recuerda que nacimos del caos, abrazos y bendiciones tanto a ti como a todos los que lo necesiten , bendiciones
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ResponderEliminarFernando Fernandez Colilla-Vandinha-eleritzo-Alejandro Arrabal Diaz; muchas gracias.
Alejandro; thanks Lehaim.
Eveelian More; jeje..perdón por reírme, es un acto reflejo cuando leo tus palabras *es un caos*, tres palabras que sintetizan cualquier análisis.Muchas gracias Eveelian, abrazo y bendiciones para vos tb.