***Óptima jornada de Jueves para todxs.
Sorpresa y angustia fué lo que sentimos el pasado Martes cuando tomábamos nota de la tragedia ocurrida en Mallorca.
Torrentes, riadas y demás que se cobraron la vida de unas doce personas, y como siempre..., los que utilizan a la cuestión climática para tapar las causas reales.
Nadie duda que fueron unas lluvias excepcionales, las hubo, las hay y las seguirán habiendo en cualquier lugar del planeta, y éstas excepcionalidades dejan de serlo cuando precisamente se toma nota de que ya han ocurrido en el pasado.
Culpar a los elementos y al clima le viene muy bien a los incapaces de siempre, que obviamente somos los humanos y peor aún a los humanos que se *ofrecen* o *postulan* para servir a la comunidad con cargos políticos que francamente...flaco favor le hacen a la Política y a la gente, si entendemos a la *Política* como una real herramienta para transformar las cosas que deben ser transformadas para bien.
Obviamente que a la lluvia...no se le puede hacer una demanda judicial, ni a una nube, ni a un Huracán, ni a un sismo, y he allí la argucia de quienes siempre caen bien parados...como los gatos, y lavan sus culpas trasladándosela a los elementos y al clima, e incluso...a quienes les pagamos el sueldo.
Primero veamos algo analizado desde la meteorología;
-*Una bolsa de aire frío colisionó con el sistema montañoso del sur de la isla y desbordó los torrentes*,
explica Mònica López, jefa de Meteorología de TVE
La bolsa de aire frío que ha causado el desbordamiento de torrentes en Mallorca ha sido fruto de varios factores meteorológicos y geográficos que se han conjurado para dejar unas precipitaciones de 230 litros por metro cuadrado, una cifra muy elevada que ha terminado provocando una catástrofe.
*Desgraciadamente es un fenómeno habitual en el Mediterráneo que torrenteras que bajan con muy poca agua se desborden de forma brutal cuando llueve y destroce todo a su paso*,
añade la meteoróloga.
Bueno...*es habitual* un desborde *brutal*, como habitual es que un *sistema frío* choque con la montaña;
O sea que la culpa parecen tenerla el mar, la nube, la montaña y los causes de arroyos, pues entonces
¿a quién presentarle quejas?...y ahí aparecen los aprovechadores de río revuelto para decir que es el hombre y sus *gases* que calientan todo y hacen que ocurran éstas tragedias.
Pues....nnnnnnno......, aunque en algo tienen razón, es el hombre, pero no por sus flatulencias ni por el de las vacas ni por los CFC, no, es la guita Johnny...
Ya en Junio del año pasado la AGE =Asociación de Geógrafos de España= avisaba del despilfarro de dinero en cosas innecesarias pretendidamente *necesarias*, y ésto =acoto=, viene a explicar otro de los grandes negociados y corruptelas que solemos ver en las noticias cuando ciertos políticos se dejan corromper con algo llamado *obra pública*, asunto éste que el neoliberalismo sabe usar y muy bien, para luego defenestrar a la política tidándola de *corrupta*, pero son pocos los que se dan cuenta que a los políticos los corrompen las *empresas* que se dedican a la obra pública.
El caso ODEBRECHT y otros, son insignia de lo que ésta *élite empresarial* es capaz de hacer, perros hambrientos de dinero =fortunas= para *pescar* obras que los Estados deben realizar con recursos que son precisamente del *Estado*, que no es otra cosa que...nuestro dinero, el que ponemos entre millones para que nuestros representantes administren..
Y bien sabido es que en la rapiña de obra pública los pocos grupos =casi monopólicos= empresariales *coimean* con suculentas sumas de dinero a algún corrupto político que les da una *manito* para que les adjudiquen tal o cual obra.
En Argentina conocemos ésto como *Patria contratista*, grupo de empresarios dispuestos a sobornar a cualquier gobierno, democrático o no.
Incluso muchas de éstas *empresas* suelen verse favorecidas porque... es algo insólito...se presentan en licitaciones públicas, pasan un *presupuesto*, pero resulta ser que en ciertas ocasiones no tienen los recursos para hacer la obra.., supongamos que disponen de 20 tractores pero no alcanza, o 10 excavadoras, pero no alcanza sin embargo se presentan igual...
¿qué hacen entonces si les adjudican una obra?
pues piden crédito al Estado para comprar la maquinaria o los recursos faltantes...
Después...no pagan los créditos que el *Estado* =nosotros= les ha prestado, y ¿qué ocurre?, el Estado...les condona la deuda o se la licúa, o se les permite *ajustar* con sobreprecios que en nada....eran los iniciales en la licitación.
Así cualquiera es empresario...¿no?...
Pero bueno..., decía que la AGE denunciaba ésto el año pasado, vean;
Las Administración general del Estado y las comunidades autónomas españolas han despilfarrado 80.000 millones de euros de dinero público entre 1995 y 2016 en infraestructuras, equipamientos y obras que han resultado *innecesarias* y que, a menudo, han sufrido cuantiosos sobrecostes.
Así se pone de manifiesto en un estudio que publicará el próximo día 15 en su página web la Asociación de Geógrafos de España y que ha sido realizado por las universidades de Barcelona, Girona, València, Cantabria, Complutense de Madrid, Tenerife, Sevilla, Málaga y Alicante, según ha adelantado hoy el presidente nacional de este colectivo, el catedrático de la institución docente alicantina Jorge Olcina.
El presidente de AGE ha señalado que se trata de actuaciones *que no se debieron haber hecho* porque han carecido de uso, como carreteras de titularidad estatal o autonómica =entre ellas algunas radiales=, aeropuertos, estaciones de tren, desalinizadoras o centros culturales.
El estudio, que no ha incluido las dotaciones financiadas por los ayuntamientos por la complejidad para recabar estas cifras, refleja la multitud de *megaproyectos* que no han servido para objeto que se pretendía, y Olcina ha citado, en el caso de la Comunitat Valenciana, el trazado inicial del trasvase Júcar-Vinalopó, que posteriormente se varió pese a la inversión hecha, y alguna planta desalinizadora que no ha llegado a usarse.
Olcina ha explicado que este estudio ha sido *muy voluntarista* por parte de equipos de geógrafos de las universidades citadas ya que ha carecido de ayuda económica del Estado y se ha elaborado porque los profesionales vieron *la necesidad de hacerlo, aunque fuera por amor al arte*.
De esta forma, han buscado ofrecer a la sociedad los datos desde el punto de vista académico de la gestión de las administraciones públicas con el fin de que, posteriormente, los ciudadanos puedan tomar *decisiones a la hora de ir a votar*.
El experto ha adelantado la cifra del despilfarro de dinero público en esas dos décadas en España durante la presentación pública de manifiesto *En defensa del territorio. Ante los nuevos retos del cambio global*, que es una addenda al *Manifiesto por una nueva cultura del territorio*, documento que data de 2006 y que debe de servir de guía para el desarrollo urbano en España.
En esta actualización sobre el citado documento estratégico sobre los procesos que atañen al territorio, la AGE y el Colegio de Geógrafos piden más *prudencia* a las administraciones públicas competentes a la hora del crecimiento urbano para, entre otros aspectos, preservar la conectividad ecológica y funcional, y adaptar el espacio geográfico a los efectos del proceso del cambio climático.
*Nuestro país no puede quedar al margen de estos nuevos procesos de adaptación de los territorios al calentamiento global*, según Olcina, quien ha advertido de que existe en las administraciones una cierta *relajación* en el cumplimiento de algunas de sus obligaciones, por ejemplo, la de incorporar estudios y cartografías en los procesos de evaluación de la sostenibilidad ambiental y territorial.
Concretamente, los geógrafos detectan que, a la hora de diseñar sus planes urbanísticos-PGOU, los municipios únicamente tienen en cuenta el riesgo de inundaciones y no la posibilidad de deslizamientos de tierras, movimientos sísmicos, sequías o los temporales en el caso de los lugares en primera línea de costa, y todo ello pese a que hay cartografía suficiente de ese tipo de situaciones.
Otros de los objetivos que persiguen los geógrafos en la actualización que proponen es que los poderes públicos garanticen el derecho a la vivienda, que haya estrategias para combatir la despoblación rural del centro de la península Ibérica y que se incluya la equidad, la justicia ambiental y la activación del patrimonio territorial, entre otros aspectos, en la planificación y gestión urbanística. De esta forma, quieren aplicar un modelo basado en *la sensatez y el crecimiento racional*, que evite el desarrollo de una nueva *burbuja inmobiliaria*, como la que se registró de 2000 a 2008.
¡¡¡¡Clarísimo!!!, y si bien Olcina y su agrupación hablan de *calentamiento global* =con lo cual no coincido= tiene toda la razón al pensar al menos, en que hay *cambios climáticos* =con lo cual coincido= y que esos cambios cíclicos pillan a una humanidad que ha hecho un despelote con la urbanización, la geografía, etc.
Ni hablar también que mucha de esa obra *inútil* es a manera de *devolución* de ciertos políticos que financiaron sus campañas electorales...precisamente con...*donaciones*...de las empresas contratistas.., y también decir que cuando hacen finalmente una obra, la hacen como se les antoja, con materiales de cuarta =menos calidad= e incluso a veces...las dejan inconclusas.
Si debían usar una tonelada de hormigón usan la mitad, si necesitan acero lo mezclan con hierro para abaratar coste, *ahorro de coste* obviamente...para sus pingues ganancias.
Y otro de los vicios que generalmente fomentan éstas élites de la obra pública en complicidad con corruptibles políticos o funcionarios, es embellecer las zonas céntricas o más visibles de las grandes ciudades abandonando a la periferia y al resto de provincias, ¿porqué? porque en los grandes centros poblados es donde se concentran la mayor cantidad de *votantes* o *electores*, que en definitiva...son los que te hacen ganar una elección.
Cierro precisamente con la explicación que dió Cels Garcia, Profesor titular de Geografía Física de la UIB =Universidad de Islas Baleares= miembro de la AGE, sobre la tragedia en Mallorca;
Todos sabemos que a finales del verano y durante el otoño, nuestro Mediterráneo recibe la visita de temporales y tormentas con cantidades de precipitación muy importantes e intensas.
El resultado son las inundaciones: un fenómeno natural recurrente donde el agua precipitada se transforma en escorrentía pasando por el suelo y su ocupación para transformarse en el caudal que circula por los ríos. Nuestro torrentes, ríos temporales o intermitentes con agua durante episodios importantes de precipitación o con caudal estacional alimentado por manantiales y fuentes de agua subterránea, disponen de un cauce de aguas bajas y de una llanura de inundación que ocupan durante las crecidas extraordinarias.
Y digo disponen porque no siempre es así.
El hombre ocupa el territorio, lo coloniza y de una manera voraz canaliza los torrentes porque le molestan.
Se mueven, son dinámicos y su curso cambia tras una crecida.
Eso molesta a los que tienen tierras y a las infraestructuras.
Cada inundación es un gasto económico considerable, a veces de vidas humanas.
Así, una vez controlados, encauzados, podemos asentarnos en su llanura aluvial para vivir en ella, disfrutar y utilizar su suelo, generado por la acumulación del sedimento que transportó durante miles de años, y pasar nuestras vías de comunicación lineales.
Hay mapas de zonas inundables que te marcan el peligro y riesgo de inundación cada 100 o 500 años.
Se pueden consultar en internet, en páginas oficiales del Gobierno de España, obligados por la Unión Europea que nos marca el ritmo de lo que debemos hacer, aunque no siempre lo cumplimos.
Se habla de tramos o puntos negros, zonas del río que son peligrosas y afectan a personas y bienes.
La solución: un canal artificial, una pared, un cálculo hidrológico de la superficie teórica que ocuparía una teórica inundación.
El problema de fondo es que nos olvidamos de tratar al río, al torrente, como un sistema natural, dinámico que tiene una cuenca de drenaje que recoge las aguas de su cabecera y, conjuntamente con el sedimento, las transporta hacia el mar, a su desembocadura.
Lo que hacemos en su cuenca de drenaje altera y modifica su respuesta a la precipitación.
Una urbanización comporta más área impermeable y un mayor caudal sin posibilidad de que se infiltre. Modificamos los usos del suelo y cambiamos su respuesta hidrológica.
Desconectamos su red de drenaje de su llanura de inundación. Intervenimos en su espacio.
Pensamos en ellos como alcantarillas que llevan el agua de las depuradoras o donde podemos tirar nuestros escombros.
Algo que molesta en las zonas llanas pero que consideramos atractivo para practicar deportes en las zonas de montaña porque molan; porque hay saltos con agua y diversión en un entorno natural.
Ahora bien, ¿cómo los gestionamos?
Parcialmente, con soluciones puntuales, por tramos.
No pensamos en una gestión global de toda su cuenca de drenaje y nunca, nunca, diremos que son sistemas vivos que temporalmente llevan agua y que tienen una vegetación y una fauna.
Y que la Unión Europea los considera sistemas temporales de agua que hay que proteger.
¿Y que hacemos?
Creamos por ley una figura de protección que se llama reserva natural fluvial e intentamos proteger algún tramo a través de un plan que no especifica como regular y asegurar su mantenimiento.
Difícil gestionar un elemento de agua superficial cuando sabemos que son las aguas subterráneas las protagonistas, las que nos garantizan el agua que bebemos, al menos en nuestras islas.
El problema es que separar los torrentes de las aguas subterráneas es una barbaridad.
Están intrínsecamente conectados y se explican mutuamente.
Hay ríos que llevaban caudal unos meses al año y desaparecieron por explotar sus aguas subterráneas que daban caudal base.
Ríos con caudal todo el año que cambian de régimen y pasan a ser temporales por un descenso en los niveles de las aguas subterráneas.
Nuestros ríos temporales viven de las aguas subterráneas y tienen vida por las fuentes y manantiales que los alimentan.
Lo que pasó el día 9 de octubre de 2018 en la zona de Artà =Sant Llorenç= La Colònia de Sant Pere es un episodio de precipitación excepcional con cantidades superiores a los 200 mm en 4 horas e intervalos de 100 m en una hora.
Un evento que se ancla en la zona y que genera precipitación continua durante unas horas.
Una tormenta que genera una cantidad de precipitación sobre cuencas de drenaje pequeñas, de unos veinte a setenta kilómetros cuadrados, en una zona del Llevant mallorquín con una orografía particular, con montañas de altitudes entorno a los 400 metros y con desniveles de 300 metros en pocos kilómetros.
El volumen de agua caída se transforma en poco tiempo en una ola de crecida que ocupa todo el cauce y la llanura de inundación.
Un evento de alta magnitud y baja frecuencia que se puede dar, dicen las estadísticas, cada 100 años o más. Mientras en los torrentes del norte, como el barranc de sa Canova, la inundación se lleva puentes y corta carreteras sin pasar por poblaciones, el torrent de ses Planes atraviesa el núcleo urbano de Sant Llorenç.
Deja atrás una zona agrícola y se adentra en una zona hormigonada, con un cajón que hace de cauce artificial. La riada entra con sedimento y restos vegetales, el flujo se acelera y desborda el cauce artificial diseñado para una crecida de 100 años.
En una zona natural, con una amplia llanura de inundación, el agua desborda el cauce de aguas bajas e inunda la llanura perdiendo fuerza y dejando el barro.
En este caso no es así.
El agua sale y se lleva por delante coches e inunda violentamente parte del pueblo.
Lo mismo pasa en la desembocadura de s'Illot, con el agravante de una mayor superficie de cuenca y un mayor caudal circulando.
La excepcional crecida del torrent ocupa su territorio natural, el que tiene para modular sus crecidas extraordinarias, ahora colonizado por nosotros.
Hay un mapa donde se señala la zona de inundación con probabilidad media de 100 años que avisa de que la parte occidental del pueblo tiene riesgo de inundación.
Se hablará de si había alguna posibilidad de avisar a la población.
La tormenta genera una crecida con tiempos de concentración inferiores a la hora que hacen misión imposible poder avisar a la población.
Todos tenemos una aplicación en nuestro smartphone con el radar que muestra cómo las lluvias avanza hacia nosotros, pero la dificultad de predecir este evento tan localizado y las cantidades de precipitación que genera es muy baja.
Los modelos meteorológicos mejoran cada día que pasa pero todavía generan incertidumbre.
Aunque la pregunta es otra: ¿hemos aprendido algo de esta crecida catastrófica? Hemos revivido inundaciones históricas como la de 1989.
Hemos escuchado a los lugareños hablar de que ya habían visto y vivido otras *torrentadas*.
Tenemos una cartografía de riesgos y sabemos qué zonas potenciales se inundan.
Tenemos alertas de colores amarillo y rojo.
¿Y la prevención?
Difícil en cuencas de tamaño pequeño y eventos de esta magnitud.
Pero, ¿cómo actuamos? ¿qué hacemos?
De momento, poner soluciones estructurales a un tramo del río.
Lo canalizamos para sentirnos tranquilos y con la sensación de que el canal podrá soportar y transportar toda el agua de la precipitación.
No levantamos la mirada y vemos qué estamos haciendo aguas arriba, en la cuenca que drena ese punto. Tampoco pensamos que nuestra intervención sobre el territorio tiene unas consecuencias: qué, cómo y dónde construimos.
Cómo cambiamos el uso del suelo, como modificamos la respuesta hidrológica de la cuenca, esa transformación del agua de precipitación en caudal quedándose una parte, que se infiltra y puede recargar posteriormente nuestros acuíferos.
No hacemos una gestión integrada de la cuenca de drenaje.
Buscamos remiendos, soluciones puntuales.
¿Alguien ha visto las dimensiones del lecho del torrent de ses Planes antes de entrar en el pueblo, a su paso por él y después de dejarlo?
Miren una foto aérea en un visor geográfico.
Comprueben cómo han cambiado las cosas sobre el territorio desde 1956.
En las desembocaduras estrechas, en nuestras calas, conquistamos palmo a palmo terreno al torrente, a su lecho, por el cual circula el agua de vez en cuando.
Total, que más da si cada 30 años tenemos una y luego ya no nos acordamos.
Hoy es un día para empezar a cambiar nuestra mirada hacia estos sistemas naturales.
No podemos ignorarlos, despreciarlos.
Sólo recordarlos como canales que llevan agua con barro.
Tenemos y debemos convivir con ellos y con el riesgo de inundación que conllevan.
Son sistemas dinámicos y vivos que cumplen una función natural de transmisión de agua y sedimento entre las montañas y el mar.
Erosionan y transportan pero también son el refugio de especies endémicas de fauna y flora.
Tienen un valor ambiental incalculable y tarde o temprano reclamarán y ocuparán su territorio, su espacio fluvial, ese que tenían mucho antes de que nosotros llegáramos. Y que, de vez en cuando, de manera momentánea, lo reclaman como suyo.
Mientras los ilusionistas alimentan el hambre apocalíptico de los desnutridos pensantes, una manga de vivos sigue haciendo sus negocios, y bien humanos son...
Al fin y al cabo.., ¡¡¡basta Gilga con la política, no te soporto!!! pensaron y dijeron algunxs, pues sí, será que no hay nobleza a la hora de darse cuenta que toda ésta inmundicia es también parte de nuestra responsabilidad a la hora de votar...o de al menos después de votar, ejercer el control ciudadano.
Con la Política, la Democracia, y el ejercicio Cívico pasa algo inexplicable..., ni locos callaríamos si el Contador al que contratamos nos está robando la mitad de la ganancia, pero cuando nos roban éstos...preferimos culpar a la Política, a la Democracia, y nos agarra el hambre...el hambre de las conspiranoias, y de toda cosa ajena a éste mundo para no asumir que somos co-responsables y que más allá de saberlo...seguimos sin hacer nada.
Si el mundo no tiene arreglo, habrá de ser porque nosotros...tampoco.
¡¡¡Calla Gilga, estoy harto/a de la Política!!!
Abrazo.
Gilgamesh***
Fuentes;
-lasprovincias
-levante
-diariodemallorca
-age
Plus One.
ResponderEliminarNo BrO...., no te calles en esos asuntos de la politica...., aun, parece que no nos hemos enterado...., y el que este harto...., menos.
Gracias, abrazos.
ResponderEliminarAlejandro Arrabal Diaz-Vandinha; muchas gracias.
Alejandro; muchas gracias Bro, abrazo.