CONTENIDO DE TIEMPO FINAL

domingo, 28 de julio de 2019

* De dioses, de soles, de arcontes *

***Hermosa tarde de Domingo para todxs.

Gnósticamente la reducción en los años de vida de un ser humano tuvo como objeto que dicha cantidad de años =+-80/90/100= hiciera mucho más difícil que el humano alcanzara a atesorar el Conocimiento.
Vivir 1000 años, 700 o 500 tal como indican los relatos bíblicos daba la chance de poder hilar múltiples conocimientos y alcanzar el objetivo de *descubrir* lo que los dioses no querían que se descubriese.

Podemos especializarnos en tal o cual materia, oficio, disciplina, pero nunca todas, nuestra vida no alcanza y quizás sea por eso que antiguamente las élites o Coronas se desvivían para que sus hijas e hijos tuviesen la mejor y más variada educación desde niños, porque sabían que a más conocimiento más chances de distinguirse del resto de los mortales.

Pienso en ésto y entiendo el porqué de que la mayoría de nuestra humanidad no tiene acceso a la educación, y aún cuando logramos tenerla, ésta se ha ido vulgarizando o filtrando en meros resúmenes o cosas realmente inútiles para la evolución humana y se ha transformado en una mera alfabetización o preparación para un oficio, se le ha quitado *Conocimiento* y se le ha añadido *conocimiento*.

Uno puede saber de Gnosis pero si no sabe además de tantísimas otras cosas, se queda sercenado o encapsulado en una sola disciplina que apenas es el inicio de una madeja.
A media que le va agregando conocimientos, como historia, religión, astronomía, geometría, etc, la madeja se va deshilando rápidamente, pero ya vemos cómo el *sistema* apunta a que no dispongamos de tiempo para adquirir conocimientos, incluso hay que pagar por ellos, lo cual hace de ésta meta algo casi imposible.

*Leer* =por ejemplo= es algo que se ha estado combatiendo permanentemente generando artificios para mantenernos distraídos, los *Libros* más preciados han ido a parar a las Bibliotecas, privadas fundamentalmente, y la resaca a las públicas, cuando no se han escatimado formas de eliminarlas quemándolas o saqueándolas.

Cuando accedemos a la historia humana podemos ver que en todos los continentes desde las antiguas civilizaciones hasta las actuales y modernas, el humano adoraba a distintos dioses, lo cual da credibilidad al relato Gnóstico sobre un universo y un mundo regidos por diversas entidades al servicio de otra mayor.
Potencias, ángeles, arcángeles y demás denominaciones no son más que mandos alternos o sub-alternos para el sostenimiento de éste experimento post-big bang.

La adoración del humano a esos dioses que bien encarnaban lo que conocemos como *elementos*, léase, aire, fuego, agua, viento, sol, etc., no era por voluntad propia del humano sino por el *sometimiento* que los elementos propinaban al humano, vía el horror de sus ensañamientos, premios y castigos, que no dejaban más remedio al ser humano que temerles...obedecerles y satisfacer =vía sacrificios y rituales= las rabietas y atrofias conductuales de éstos dioses perversos, pero poderosos.

Hablaba de la *Historia* que es tan amplia como imposible de conocer en su completitud, pues cuando vemos algo de la historia de nuestros llamados Pueblos Originarios de América pre-conquista europea, tenemos allí lo que la Gnosis supo describir como esos *arcontes* subdioses, regidores de la creación del Demiurgo, un verdadero manicomio que no ha cambiado al día de hoy, apenas en los modos y formas, siempre aggiornándose al tiempo conveniente.

He allí la importancia entonces de la Gnosis, algo que rompe todos los manuales y nos ayuda a pasar por la vida y por el gran manicomio conociéndoles, y así pasar por aquí con la menor carga posible de tanto desconcierto y sinrazón, entre otras muchas cosas.



Mictlantecuhtli era un dios en el panteón azteca.
Traducido literalmente, su nombre significa *Señor de Mictlan* , Mictlan es el inframundo azteca o la tierra de los muertos.
Los aztecas creían que había una serie de paraísos y la entrada a ellos dependía de la forma de la muerte de uno.
Quienes no lograron ingresar a estos paraísos, sin embargo, terminarían en Mictlan, el dominio de Mictlantecuhtli.

Los aztecas creían que el cosmos estaba dividido en tres partes:
Ilhuicac =los cielos= en la parte superior, Tlalticpac =la tierra o tierra de los vivos= en el medio y Mictlan en la parte inferior.
Los aztecas también creían que Mictlan estaba dividido en diferentes capas, nueve para ser exactos, y que Mictlantecuhtli residía con su esposa, Mictecacihuatl, en la última de estas capas.

De acuerdo con la creencia azteca, Mictlan estaba reservado para las almas de aquellos que no califican para uno de los varios paraísos en su sistema de creencias.
La entrada a estos reinos dependía de la forma de la muerte de uno.
Por ejemplo, las almas de quienes murieron violentamente debido a causas relacionadas con el agua =por ejemplo, ahogamiento= estaban destinadas a Tlalocan, el reino del dios del agua Tlaloc .
Las almas de aquellos destinados a Mictlan tendrían que soportar un viaje a través de las nueve capas del inframundo.

Los aztecas creían que este viaje tomaba cuatro años, al final de los cuales las almas llegarían a la morada de Mictlantecuhtli, donde encontrarían descanso, desaparecerían o continuarían sufriendo.
El poder de Mictlantecuhtli como un dios es evidente en el mito de la creación azteca .
Los aztecas creían en un ciclo de soles, siendo el actual el quinto ciclo.
Cada ciclo terminó en destrucción y los seres humanos tuvieron que ser creados de nuevo cada vez.



Al final del cuarto ciclo, una gran inundación ahogó a las personas de la tierra y los seres humanos tuvieron que ser creados una vez más para poblar la tierra.
Para hacerlo, el dios Quetzalcóatl viajó a Mictlan para recuperar los huesos de los seres humanos de los ciclos anteriores.

Quetzalcóatl necesitaba el permiso de Mictlantecuhtli para quitarle los huesos a Mictlan.
Después de algunas negociaciones, el Señor de Mictlan acepta darle los huesos a Quetzalcóatl pero, si éste pudiera viajar alrededor del inframundo cuatro veces mientras sonaba una caracola como una trompeta.

Sin embargo, para hacer la tarea imposible, Mictlantecuhtli le dio a Quetzalcóatl una caracola sin agujeros.
Quetzalcóatl supera este problema al pedir a los gusanos que perforen agujeros en la caracola.
Luego convocó a las abejas para que entren en el caparazón para que suene como una trompeta.

Habiendo escuchado a Quetzalcóatl tocar la trompeta de caracol, Mictlantecuhtli decidió permitir que el dios tomara los huesos.
Sin embargo, no le tomó mucho tiempo cambiar de opinión, y Mictlantecuhtli intentó detener a Quetzalcóatl.
El Señor de Mictlan no pudo y Quetzalcóatl escapó del inframundo con los huesos que quería.

Furioso, Mictlantecuhtli convocó a sus secuaces a cavar un foso y, mientras el dios corría hacia él, apareció una codorniz que lo sorprendió y lo hizo caer al pozo.
Los huesos que llevaba Quetzalcóatl destrozados, según los aztecas, es la razón por la cual los seres humanos de hoy son de diferentes tamaños.

Como dios del inframundo, los aztecas temían naturalmente a Mictlantecuhtli y se le ofrecían sacrificios humanos.
Un tipo particular de sacrificio realizado en honor a Mictlantecuhtli involucraba a una víctima disfrazada de dios.



El imitador sería sacrificado en la noche en un templo llamado Tlalxicco, que significa *ombligo del mundo*.
Cuando los españoles desembarcaron, los aztecas pensaron que Quetzalcóatl había regresado y que el mundo estaba por terminar.
El gobernante azteca, Moctezuma II , aumentó la cantidad de sacrificios hechos a Mictlantecuhtli, con la esperanza de apaciguar al dios, evitando así el sufrimiento en el inframundo.

En el arte, Mictlantecuhtli suele representarse como una figura esquelética que se ajusta a su papel de dios de la muerte.
Por ejemplo, en la Casa de las Águilas en el Templo Mayor , los arqueólogos desenterraron dos representaciones de cerámica de tamaño natural del dios en 1994.
También se han descubierto estatuillas más pequeñas del dios y también está representado en algunos códices.

Los mayas por su parte, eran un pueblo politeísta que creía en una multitud de dioses y diosas.
Las deidades del panteón maya gobernaban todos los aspectos de la naturaleza y la vida humana y eran personajes bastante complejos.
Los dioses y diosas mayas eran de naturaleza dualista y eran cambiantes.
Hasta la fecha, al menos 250 deidades mayas han sido identificadas.

Pero ojo, lejos de demonizar a éstas civilizaciones y tildarlas de *anticristianas o demoníacas* paganas o politeístas, atrasadas o primitivas, la historia bien nos cuenta que el politeísmo también estaba arraigado en otros continentes, como así también los sacrificios, y si bien se ha pretendido monoteizar la religión, bien sabemos que ésto hoy es más un disfraz que una realidad.

No sólo el dios bíblico no estaba solo en la administración de su pretendida creación sino que además hoy, a través del catoliscismo o el falso cristianismo en sus múltiples variantes, necesita de una pléyade de santos, vírgenes y demás venerados y solicitados personajes.



Los antiguos lo conocían bien.
Era tan poderoso como un dios, tan peligroso como un demonio.
Él generosamente daba vida, y despiadadamente la quitaba.

Apareció a todos, desde las condiciones más oscuras y más escalofriantes del norte, hasta los desiertos resecos y relucientes del sur.
Los antiguos pueblos de las Américas sabían quiénes estaban a cargo de sus vidas y destinos, por lo que se destacó ampliamente a través de culturas y mitologías. Curiosamente, aunque era peligroso, casi siempre era bienvenido
Era tan confiable como el sol, se elevaba en el este y se ponía en el oeste.

Y eso no es una coincidencia, porque él era el sol mismo:
poderoso, incognoscible y cegadoramente obvio.
Incluso en los sistemas de creencias que incorporaban muchas deidades atribuidas al mundo natural, el sol era un pilar.
La adoración de los dioses solares a lo largo de la historia de la humanidad en las Américas es fácil de ver.
El antiguo, incluso el simbolismo prehistórico, los rituales y los monumentos revelan pueblos a través de diferentes paisajes, climas y con culturas y vidas que no podrían haber sido más diferentes entre sí, pero la adoración de los dioses solares los conecta.

Generalmente vistos como hombres, los dioses solares de los Estados Unidos no solo eran portadores de vida, a menudo también eran dioses guerreros.
Su naturaleza brillante, poderosa y dominante, estaba simbolizada por fuego, escudos, ídolos y reliquias doradas, discos o máscaras.
El sol no era necesariamente el creador supremo;
en cambio, era frecuentemente el hijo de los dioses creadores.

A veces, el mito sostenía que el sol y la luna eran gemelos.



Fue que después de la nada llegó la creación, y luego generalmente un sol, una contraparte lunar o un hermano, seguido de cuerpos celestes adicionales para habitar el universo recién nacido.
Los movimientos del sol afectaron a todos.
El cambio de estaciones y la conexión con el sol en el cielo se consolidaron en las mentes de los antiguos pueblos de América.

Altos templos y monumentos alineados con los viajes del sol eran una necesidad.
Bailes y rituales fueron practicados y pasados las siguientes generaciones.
¡Porque, sin sacrificio y ofrendas a los dioses del sol, el peligro podría seguir!

Antes de la colonización europea, los pueblos indígenas de las Américas adoraban ampliamente al sol.
Una característica prominente de muchas religiones, a menudo una danza ritualizada fue la ceremonia más importante.
Estas eran ocasiones en que las gentes se reunían para reafirmar sus creencias sobre el universo y la creación.

La Danza del Sol era una tradición anual vital de los indios de las llanuras de América del Norte.
Celebrados a fines de la primavera o principios del verano, cientos de personas asistirían, buscando acceso a poderes o conocimiento del mundo sobrenatural.

Este concepto se puede encontrar a nivel mundial en la adoración solar.
La Danza del Sol se realizó para asegurar el bienestar de la tribu a través de una prueba física y espiritual ofrecida en sacrificio por su gente.
La Danza del Sol incluía pruebas extenuantes de resistencia;
para aquellos que se comprometían a soportar el ritual, el baile podía durar días, sin comida ni agua.

La piel podría perforarse con pinchos de madera atados con correas de cuero, y luego se le colocaban pesas pesadas, como un cráneo de búfalo, que se arrastraría por el suelo.



El baile continuaría hasta que la piel se rasgara o el bailarín sucumbiera al agotamiento.
En la década de 1800, la danza del sol fue rechazada y desalentada por EE. UU. Y Canadá;
sin embargo, la danza continuó en secreto y ahora la danza del sol sigue siendo un importante ritual religioso entre muchos pueblos de las Llanuras aunque sin las pruebas de resistencia más extremas.

En la región de Arizona en América, la gente Hopi cree que al principio había dos entidades:
el Dios Sol Tawa y Kokyangwuhti la Mujer Araña, la Diosa de la Tierra.
Si bien el sol era un poderoso creador, tuvo que compartir el control creativo con la diosa.
Tawa controlaba todo lo de arriba, mientras que la mujer araña estaba a cargo de todo lo de abajo.
Se dice que estos dos fueron los creadores de todos los seres vivos por venir.

Pero en algunos relatos de la leyenda, el sol simplemente observa mientras otras diosas crean todo.
No importa quién obtenga el crédito, todavía es tradicional que las madres Hopi busquen una bendición del sol para sus hijos recién nacidos.
Según el pueblo navajo del sudoeste de Estados Unidos, el dios del sol tiene que trabajar realmente para ganarse la vida.
Todos los días, Jóhonaa'éí, o portador del sol, debe arrastrar laboriosamente el sol ardiente a través del cielo sobre su espalda.
Solo puede descansar por la noche cuando termina su trabajo, mientras cuelga el sol en una clavija en la pared.

Los navajos construyeron viviendas de madera cubiertas de barro, con la puerta siempre orientada hacia el este para recibir al sol cada mañana.
En el noreste de los Estados Unidos y el este de Canadá, la gente de Abenaki creía que *Sun-Bringer* era un gran águila cuyas alas se abrieron para crear el día y se cerraron para causar la noche.
Para las tribus Blackfoot de Alberta, Canadá, Napioa es una figura importante en la mitología.



El dios del sol es conocido por muchos nombres, incluyendo Napioa, Old man y Napi.
Napioa flotó en un río y se encontró con una tortuga con la boca llena de barro.
Fue este barro con el que el dios sol creó la tierra.
Con el mismo barro formó también hombres y mujeres.
Entonces Napioa hizo el bisonte para que la gente cace.

Los inuit o esquimales son un grupo de indígenas que viven en Alaska, Groenlandia y el Ártico.
Malina, la diosa solar Inuit, era conocida por su pasión, coraje y belleza.
Sin embargo, ella estaba huyendo constantemente de su hermano gemelo, Annigan, el dios lunar.
Hay muchas versiones míticas de las razones detrás de sus conflictos, incluido Annigan que la ataca por su belleza, pero como la noche sigue al día, también Annigan persigue a Malina a través del cielo.

Los aztecas de Mesoamérica observaron cuidadosamente los movimientos del sol, y muchos de los monumentos y estructuras aztecas restantes están alineados con el sol.
En el mito de la creación azteca, se entiende que el universo no es permanente, sino que puede vivir y morir como cualquier ser vivo.
Cada vez que muere, renace en una nueva era o *sol*.
Cada sol era un dios con su propia era cósmica que reinaría hasta ser expulsado del cielo, y un nuevo dios se haría cargo.

Huitzilopochtli era una deidad solar mesoamericana que también era dios de la guerra, del sacrificio humano, y se presentó como el patrono de la ciudad de Tenochtitlan, una ciudad capital enorme y antigua del Imperio Azteca, en lo que hoy es el corazón de la Ciudad de México. .
En el mito, se decía que Huitzilopochtli provenía de su madre Coatlicue, una diosa que también dio a luz la luna y las estrellas.

Nació completamente adulto y completamente armado, para protegerse de sus hermanos asesinos.
El gran templo de Tenochtitlán, Templo Mayor, estaba dedicado simultáneamente a dos dioses:
Huitzilopochtli, dios del sol, y Tlaloc, dios de la lluvia y la agricultura, que cubría todas las bases de forma segura.



Si quisieras comer y así sobrevivir, hacer sacrificios a los dioses del sol y la lluvia por una cosecha abundante parecía ser algo sabio.
Los infames y sangrientos sacrificios humanos en los antiguos templos de América del Sur no fueron relegados solo a los dioses solares, por mucho que aparecieran en los rituales.
Otras deidades solares aztecas incluían a Nanahuatzin, el más humilde de los dioses, que se sacrificó en fuego para que continuara brillando en la Tierra como el sol.
Tonatiuh fue retratado como un guerrero, con flechas y un escudo.
Llevaba un espinazo humano para representar su parte en la sangría y el sacrificio humano.

Se creía que Tonatiuh exigía el sacrificio humano como tributo y sin él se negaría a moverse por el cielo.
Se dice que 20.000 personas eran sacrificadas cada año a Tonatiuh =aunque esto podría haber sido difundido por los aztecas como una forma de inspirar temor en sus enemigos, o posiblemente una mentira de los españoles, demonizando a los indígenas=.

En la mitología inca, Inti era el dios del Sol y una de las deidades más importantes del panteón inca.
Como una deidad solar, Inti está estrechamente asociada con la agricultura, ya que este cuerpo celestial proporciona el calor y la luz necesarios para que los cultivos crezcan.
Por lo tanto, Inti era un dios bastante prominente entre los granjeros de la civilización inca.
Además, el Sapa Inca =el gobernante del Imperio Inca= reclamó el descenso directo de Inti, lo que mejoró aún más el prestigio y el estatus de este dios.

Inti era considerado un dios bueno y generoso, pero podía enojarse.
Esto nunca fue más evidente que durante los eclipses solares como prueba de su disgusto y así el inca trataría de apaciguarlo con ofrendas.

Inti se representaba a menudo como una estatua dorada, un disco solar o una máscara brillante.
Se cree que el oro es el sudor del sol.
Uno de los monumentos incas más importantes, el Templo de Coricancha =Casa del Sol=, en la antigua capital de Cuzco en Perú, está dedicado a Inti.



Los antiguos estadounidenses no solo respetaban el poder del dios sol, sino que también temían lo que podría suceder cuando desapareciera.
El impacto de los eclipses solares y el cambio de la noche a la noche de forma poco natural tuvieron enormes implicaciones.
Las mujeres aztecas embarazadas creían que el cielo oscuro haría que sus hijos nacieran con deformidades, sin narices ni labios, bizcos, o incluso nacieran como ratones.

Incluso cuando los europeos conquistadores trajeron al Nuevo Mundo una muerte literal de las viejas formas de cultura y creencias, también trajeron con ellos a las Américas su propia versión de la adoración solar.
El cristianismo está lleno de vínculos con el culto solar, como se puede ver en la iconografía y las referencias bíblicas:

*El Señor Dios es un sol ...* - Salmos 84:11

*El sol de justicia se levantará con la curación en sus rayos ...* - Malaquías 4: 2.

*Y se transfiguró ante ellos, y su rostro brilló como el sol, y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz*. - Mateo 17: 2.

En un texto del obispo sirio del siglo XII, Jacob Bar-Salibi, se señala que los cristianos eligieron celebrar el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre porque era la fecha del popular festival existente *Sol Invictus* o Sol invicto, que era el dios solar oficial del Imperio Romano posterior y patrono de los soldados.
El texto decía:

*Era una costumbre de los paganos celebrar el mismo 25 de diciembre el cumpleaños del Sol, en el que encendieron luces en señal de festividad.
En estas solemnidades y festividades también participaron los cristianos.

En consecuencia, cuando los médicos de la Iglesia percibieron que los cristianos se inclinaban por este festival, tomaron consejo y resolvieron que la verdadera Natividad debería ser solemnizada ese día*.



Esto significa que las numerosas y ricas culturas y mitologías de los antiguos indígenas americanos, así como los posteriores conquistadores europeos, comparten una historia de adoración solar, y estas tradiciones sobreviven en los rituales y observancias hasta el día de hoy.

Como pueden ver...una vida no nos va a alcanzar para reflexionar, con suerte 80 años...nos gradúa forzosamente a un primer grado..y la escuela tiene que continuar allende nuestra partida y nuevo regreso.

Cuanto más aprovechemos de nuestra experiencia en el gran manicomio, más chances de no regresar jamás a él.
Y que el Padre nos dé mucha Luz a todos.

Fuentes;
-lizleafloor
-aztecsandtenochtitlan
-thoughtco
-mexicolore
-mexicolore2
-britannica
-azteccalendar
-deliriumsrealm

2 comentarios:

  1. Se te Olvido mencionar que en la Biblia "Reyes" Un determinado rey Israelita. Lo primero que hizo al ser elegido Rey !fue destruir todos los templos dedicados al Sol¡

    Llevo 12 años investigando las virtudes de un tipo de huevo "La gallina de los huevos de Oro" y hasta ahora solo le he encontrado una vinculación. Y es con el Sol. ¿Quieres el dato?. Preguntate ¿Porque nuestra civilización, mantiene vivo ciertos mitos, cuentos y leyendas por milenios?.

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  2. LEHAIM;
    gracias amigo.


    Jáspeto;
    buen dato ese del Rey que mandó a destruir los templos solares, sobre lo de la gallina de los huevos de oro jeje...francamente no me mueve el tema, pero si Usted desea compartir algún descubrimiento importante puede dejar algún link aquí. Sobre preguntas y respuestas con respecto a mitos y leyendas creo que en éstos 8 años...ha sido suficiente, al menos para los fieles lectorxs. Muchas gracias, saludo.

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Muchas gracias por tu aporte. Aún las diferencias enriquecen las conclusiones.
Gilgamesh.

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