CONTENIDO DE TIEMPO FINAL

jueves, 6 de octubre de 2011

* El código Maya detrás de las noticias de hoy. *

***Siempre digo que la memoria nos hace sabios, y al repasar el post de hoy sobre la info de la NASA diciéndonos que *algo* explotó en la cara oculta del Sol y emitió una CME hacia Mercurio y también hacia *Venus*...no puedo más que sentir el castañeteo de mis dientes...Patrick Geryl =recuerden e investiguen sobre éste nombre= hace añares viene explicando su *decodificación* de la ciencia egipcia y maya, él como ningún otro científico sabe cosas...que opacan a cualquier pseudo-científico o pseudo-profeta.
Venus...el inicio de la alerta hoy, de las llamaradas solares, ayer....hace decenas de miles de años....el anuncio del fin.***



Venus, el segundo planeta de nuestro sistema solar, está relacionado con
todo esto. ¿Cómo? ¿Qué relación lógica podría existir entre los acontecimientos que marcan el final y Venus? El culto llamado *de Venus* duró el mismo tiempo que una civilización técnicamente adelantada, pero no identificada. Se ha perdido gran cantidad de información, aunque pueden inferirse muchas cosas con un pensamiento lógico y algunos trabajos de investigación. Todas las naciones de América Central le adscriben una enorme importancia a este planeta, al igual que los egipcios, quienes entendían que Venus era una *estrella matutina*, pero también *vespertina*.
Al decodificar su zodíaco, podemos hallar el número 576, que simboliza a
Venus. Este número nos permite descifrar una asombrosa serie de cosas, las cuales nos fueron legadas como una inconmensurable herencia que, en su
gran mayoría, se ha perdido en la bruma de los tiempos.
Así, pues, hace muchísimo tiempo ocurrieron acontecimientos que relacionaron a Venus con perturbaciones anteriores producidas en el Sol. Pero...

¿qué misteriosos hechos pudieron haber sido? ¿Qué fue tan milagroso que produjo semejante conmoción en la mente de los sacerdotes? ¿Por qué incluían cierta especie de relación con Venus en su ciencia astronómica predictiva? ¿Qué terribles recuerdos de la destructiva ola gigante pudieron estar vinculados con esto? La solución tenía que hacerse evidente en alguna parte. Se sabe que Venus tiene una espesa capa de nubes; ¿tal vez esto tenía algo que ver?

-El códice Dresden y el zodíaco egipcio:

Durante la catástrofe anterior, el Sol lanzó innumerables cantidades de
partículas electromagnéticas, y las auroras encendieron nuestra atmósfera.
Al igual que la de la Tierra, ¡ la atmósfera de Venus también se encendió !
Sólo que los efectos en Venus fueron más intensos, debido a su proximidad
con el Sol, y las partículas que lo encendieron estaban mucho más concentradas que las que llegaron a la Tierra. Antiguas escrituras afirman que un *segundo sol* apareció en los cielos estrellados. Pero había más todavía. Cuando la tormenta solar llegó a Venus, su poder no había disminuido; desde las capas atmosféricas superiores de Venusv sustancias gaseosas fueron arrancadas y encendidas por una especie de *luz de bengala celestial*, formando una cola de cometa magníficamente iluminada. Hay escrituras mexicanas muy antiguas que describen este fenómeno. Dicen que, primero, Quetzalcóatl =un cuerpo celestial parecido a una serpiente= atacó al Sol, y luego éste se negó a aparecer durante algunos días. Al mundo le robaron la luz. Una innumerable cantidad de seres halló la muerte mientras este desastre se abatía sobre la Tierra. Entonces, el cuerpo con forma de serpiente se transformó en una estrella; apareció por primera vez en el Este, manteniendo el nombre de Quetzalcóatl, que es la denominación del planeta ahora conocido como Venus.
En la obra de Velikovsky Worlds in Colusión =Mundos en colisión= se puede
leer lo siguiente: *Entonces, apareció una gran estrella; se llamaba Quetzalcóatl. El cielo, para mostrar su ira, hizo perecer a una enorme cantidad de personas, quienes murieron de hambre y pestilencia*.
Más adelante se lee:
*Fue entonces cuando la gente volvió a calcular los días, las noches y las horas*. Resulta bastante peculiar que el tiempo se mida desde el momento de la aparición del lucero del alba.
Tlahuizcalpantecutli o *estrella matutina* apareció por primera vez justo después de que la Tierra fuera barrida por una ola gigantesca y experimentara convulsiones.
Del siguiente texto de Wodds in Collision puede deducirse el hecho de que la presencia de Venus en el cielo llamó la atención de todos. Esto prueba que una tormenta solar puede cambiar enormemente la faz de un planeta como Venus, que parecía una monstruosa serpiente. *Esta serpiente está adornada con plumas, de ahí que se llamará Quetzalcóatl. Podemos verla aparecer en el momento en que el mundo empieza a resurgir del caos del gran cataclismo mundial*. El plumaje del cuerpo de serpiente representaba las llamas encendidas al rojo.
El nacimiento del lucero del alba fue un motivo sumamente popular en las
leyendas de las naciones tanto orientales como occidentales. Una y otra vez la imagen aparece de la misma manera. Una estrella radiante interrumpía el movimiento visible del Sol y se convertía en una estrella matutina/vespertina, provocando un incendio mundial. En Babilonia, esta estrella matutina/vespertina se llamó Ishtar o *Estrella de los lamentos*.
Lo que sigue pertenece a Langdon, en Sumerian and Babylonian Psalms =Salmos sumerios y babilónicos=, 1909:

*Porque hago que los cielos tiemblen y la tierra se sacuda,
por el brillo que ilumina el cielo, por las llamas de fuego que caen como lluvia sobre el país hostil, soy Ishtar. Ishtar soy, por la luz que asciende en el cielo,
Ishtar, la reina celestial yo soy, debido a la luz que asciende en el cielo.
Ésa es mi fama.
Conquisto las montañas por completo.
Ésa es mi fama*.

En la Polinesia, hasta no hace mucho tiempo, sacrificaban personas en
honor de Venus, la estrella matutina. Del mismo modo, se ofrendaban niños y niñas al lucero del alba árabe, la reina celestial *al-Uzza*, hasta los tiempos
modernos. Una fe semejante en los poderes destructivos de este planeta no
pudo haberse inventado sin razón aparente. Esta *segunda estrella* hizo que
la Tierra se inclinara, la acosó con el fuego, azuzó los vientos hasta hacerlos
alcanzar velocidades destructivas e hizo subir el nivel de las aguas a alturas
catastróficas. En resumen, Venus era una imagen muy vivida que permaneció en las mentes de aquellos que sobrevivieron a la catástrofe. Por eso los atlantes y sus descendientes convirtieron los números de Venus en códigos y los incluyeron en sus cálculos. Después del Sol, Venus fue el cuerpo celeste que más atrajo la vista de los humanos en el cielo estrellado de esos días. Cuando
ocurra la catástrofe venidera, Venus volverá a brillar y será un penoso recordatorio de mitos pertenecientes a casi todas las naciones del mundo.
El descubrimiento del vínculo entre Venus y la catástrofe explica
irrefutablemente gran cantidad de cosas. Confirma de una manera lógica los
hallazgos relacionados con el zodíaco egipcio, el Libro Egipcio de los Muertos y el Códice Dresden de los mayas, de él también puede deducirse la complejidad de los calendarios mayas. Los que crearon esos avanzados calendarios mayas habían descubierto un medio de integrar el movimiento de Venus con las órbitas de otros planetas. Aparentemente, por estos cálculos, los mayas tenían conciencia del hecho de que Venus necesitaba un promedio de 583,92 días para reaparecer en el mismo lugar. Con la ayuda de estos números especiales se descifra el Códice Dresden. A esto hay que agregarle otro hecho formidable, y es que ellos también habían entretejido su año sagrado =el Tzolkin de 260 días= con el movimiento de Venus. Sucesivas investigaciones aclararon que el número 260 era esencial en la teoría del ciclo de las manchas solares.
De hecho, aquí buscamos relaciones matemáticas entre Venus y el ciclo
de las manchas solares, pero éstas no son las únicas relaciones que existen.
Venus también hace movimientos retrógrados, dibujando curvas en el cielo.
En el año 2012, Venus hará una curva perfecta encima de Orion. Sin
embargo, un dato peculiar es que este movimiento retrógrado de Venus está
mencionado en el Libro de los Muertos, como el código de la inversión del
campo magnético de la Tierra. Pero los antiguos egipcios no fueron los únicos que se apoyaron en este hecho. Dorsey, en su libro The Pawnee Mythology =La mitología de los indios pawnees=, afirma lo siguiente:

*Los mayores nos cuentan que la estrella matutina dijo que, cuando la Luna
se tornara roja, la gente se enteraría del fín del mundo por venir.
Más aún, la estrella matutina dijo que, en el principio de todas las cosas,
ella puso la Estrella Polar en el Norte, y que en el principio de todas las
cosas permitía que la Estrella del Sur se acercara un poco más, de vez en
cuando, para observar a la Estrella Polar y ver si todavía permanecía allí.
De ser así, la Estrella del Sur debía regresar a su lugar.
La Estrella Polar será la que dará la orden para terminar todas las cosas, y
la del Sur la ejecutará. Cuando llegue el fin de los tiempos, nuevas estrellas
volverán a caer encima de la Tierra*.
En la historia de los indios pawnees reconocemos el movimiento retrógrado
de Venus, que sigue un círculo completo. Por lo tanto, pensaban que Venus
era capaz de invertir la posición de los polos Sur y Norte haciendo esta curva
planetaria. De manera similar a muchas otras naciones, los pawnees creían
que la futura destrucción depende del planeta Venus y que, al final, los polos
Norte y Sur cambiarán de lugar. A juzgar por sus acciones, queda claro que
tomaban este tema muy seriamente. Cuando Venus salía con un brillo muy
fuerte, o cuando veían un cometa en el cielo, sacrificaban a un ser humano y lo hacían de la siguiente manera: el cabello de una niña que había sido tomada prisionera era teñido de rojo por su guardián. También él teñía su rostro y cabello de rojo, y llevaba en su cabeza un tocado de doce plumas de águila con forma de abanico, porque era así como el lucero del alba se les aparecía en sus visiones. Cuatro estacas oficiaban de andamiaje y eran colocadas en las direcciones del viento. Entonces, mediante las estacas le ordenaban a la estrella matutina que permaneciera en lo alto *para que tú puedas transportar siempre los cielos*. En el momento en que aparecía la estrella matutina, dos hombres daban un paso adelante portando palos en llamas. Los hombres cortaban el pecho de la niña y le arrancaban el corazón, y después colocaban haces de palos ardiendo hacia el Noreste, Noroeste, Sudeste y Sudoeste, sobre el andamiaje, para incendiarlo.




Dado que ahora conocemos la relación entre Venus y el cataclismo mundial
de casi doce mil años atrás, el significado de estas ceremonias se torna
más claro. Venus es un vínculo entre los mortales giros que golpearon a la Tierra antes y los que la volverán a golpear; las direcciones del viento se invertirán y un período de oscuridad atormentará los cielos. A partir de entonces,
Venus anunciará una nueva era. Mediante antiguas escrituras y el resto del
remanente astronómico de los antiguos egipcios y mayas, se puede recuperar una parte importante de datos elementales. Las relaciones matemáticas prueban los viejos mitos, y éstos, a su vez, nos demuestran qué es lo que sucedió.
La conclusión de que la hipótesis era dolorosamente exacta. Los antiguos egipcios y mayas comparten características comunes relacionadas con la catástrofe que nos golpeará:

-Los códigos mayas fundamentalmente se refieren a Venus. En el zodíaco
egipcio, el número de Venus está oculto y se utiliza muchas veces. El
desciframiento lo muestra claramente. Venus brinda el código principal para la inversión del campo magnético del Sol. En 9792 a.C, año de la catástrofe anterior, Venus hizo un giro planetario durante varios meses detrás de Géminis, sobre el lado izquierdo encima de Orion. En el año 2012, Venus hará un movimiento similar, pero esta vez exactamente encima de Orion, y la Tierra comenzará a girar hacia el otro lado, después de invertirse los polos.
Este descubrimiento demuestra que no se trata de una coincidencia, sino
más bien de un brillante procesamiento de códigos comunes.
-Ambas civilizaciones incorporaron el ciclo de las manchas solares en sus
cálculos. En los de los egipcios, esto era más difícil de descifrar que en los
de los mayas. El zodíaco y las eras de precesión eran más importantes
para los egipcios. Luego de investigar durante mucho tiempo, Patrick Geryl logró comprobar que la teoría del ciclo de las manchas solares estaba oculta en su zodíaco astronómico.
-Antes de descifrar el ciclo de manchas solares que está oculto en el Códice
Dresden, se debe disponer de todos los desciframientos egipcios esenciales. Éstos comprueban el origen de los códigos. El ciclo de manchas solares
se relaciona con los campos magnéticos del Sol y las tormentas solares,
mientras que el zodíaco egipcio revela sus consecuencias en la Tierra.
-Un posterior desciframiento expone que la precesión del zodíaco también
está oculta en el ciclo de manchas solares de los mayas. Cuando el campo
magnético del Sol cambia, la influencia en la Tierra es catastrófica. La Tierra fue a parar a otra era del zodíaco después de cada cataclismo y con eso, nuestro círculo de evidencia se completa.

En el año 2012 d.C, el campo magnético del Sol cambiará. Una catastrófica
tormenta solar azotará la Tierra. Como resultado, sus polos magnéticos se
invertirán, y luego la rotación del planeta también se invertirá. Más aún, la
Tierra será catapultada a otra era. El código de Venus se relaciona con este
momento. Durante varios meses, Venus hará un aparente movimiento retrógrado encima de Orion. Con sus cálculos anteriores y su inteligente codificación de este acontecimiento, los mayas y antiguos egipcios demostraron sus adelantados conocimientos.
En su libro The Supergods =Los superdioses=, Maurice Cotterell somete al
templo de Palenque a una severa inspección. Formula innumerables preguntas, como:
- ¿Por qué el templo tiene nueve pisos, pero sólo cinco escaleras? Hubiera
sido mucho más fácil hacer escaleras más cortas.
-¿Por qué la segunda escalera tenía veintidós escalones?
-¿Por qué el templo tenía seiscientas veinte inscripciones?

Sobre la base de su familiaridad con el ciclo de las manchas solares, empezó
a investigar el templo de una nueva manera y, luego de un estudio muy profundo, halló una unidad lógica. El templo con sus accesorios fue construido de tal modo que, por curiosidad, formuláramos preguntas, y así nos entregaría mensajes codificados, todos los cuales apuntan al ciclo de las manchas solares. Hasta aquí, ésta es una evidencia lógica de su teoría anterior, que proponía que el ciclo de las manchas solares no sólo era universalmente válido, sino también conocido por los mayas del modo como él lo había calculado. Sin embargo, posteriores investigaciones produjeron un resultado inesperado y sensacional.
Inicialmente había reconstruido una serie numérica. Por ejemplo, descubrió
cinco objetos, luego encontró cinco signos dobles, cinco signos de objetos
que mostraban el número 3, y así sucesivamente, hasta cinco signos de objetos con el número 9 como básico. La lista estaba completa, salvo por el hecho de que faltaban los tres objetos para el número 6: 666, el número de la Bestia.
Esto lo intrigó de sobremanera, pero no podía hallar una solución. La Biblia contiene una extraña historia que se refiere a este número, y predice que vendrá un apocalipsis y la destrucción total. Nadie sabe a qué alude, porque parece muy extraña y misteriosa. El Capítulo 13 del Apocalipsis nos cuenta sobre una bestia que surge del mar; tiene siete cabezas y diez cuernos, y sobre su cabeza se puede leer el siguiente mensaje: *He aquí la sabiduría; que aquel que tiene el conocimiento cuente el número de la Bestia, pues es la cifra de un hombre, y su número es 666*.

Casi todos conocen este número y saben que está relacionado con el fin de
los tiempos. Se han escrito series completas de libros acerca de él, con todo
tipo de posibles interpretaciones. A la fecha, nadie ha logrado hallar claves
plausibles sobre qué significa. Intrigado, leí este capítulo una y otra vez. No
sabemos mucho acerca de esta parte de la Biblia, cómo llegó a nosotros ni
quién la escribió. Todo lo que sabemos es que esta historia del Apocalipsis fue escrita por un judío cristiano llamado Juan. El significado de la palabra *apocalipsis* es *revelación*. El Libro de las Revelaciones fue escrito entre los años 56 y 95 d.C, en la isla de Patmos, en las cercanías de Turquía. En su prefacio, Juan dice que Dios le entregó la revelación por intermedio de un ángel. Transcribo el texto: *Y vi un ángel que habló en voz alta: *¿Quién es merecedor de abrir el libro?*. Y ningún hombre del Cielo o de la Tierra pudo abrirlo; mucho menos echarle una ojeada*. Sin embargo, no hubo una barrera para Juan. Él tuvo permiso para mirarlo, aunque no tuvo que leerlo, pues vio cómo todo sucedía delante de sus ojos. La historia se pone en verdad interesante con la apertura del sexto sello; se refiere al pulso del universo.
Según Juan, *las estrellas cayeron sobre la Tierra* y *el cielo se comportó
como un papiro que se enrolla*. Antes de que se abriera el séptimo sello, hubo un breve silencio'y un cambio en la cronología. Como en una película, Juan fue transportado en el tiempo hacia delante y atrás, entre el cielo y la tierra. Los *siervos* de Dios, los 144.000 miembros de las doce tribus de Israel, fueron marcados en su frente con un *sello*; esto los protegería durante el pronunciamiento del Juicio Final. Después de la apertura del séptimo sello, hay una demora por alguna razón. Juan nos dice lo siguiente: *Hubo un silencio en el cielo, de aproximadamente media hora*. Luego, empieza toda una serie de acontecimientos surrealistas. Primero se presentaron sucesivamente siete trompetas, que representaban el número de los sellos abiertos. Con el primer sonido de la trompeta, la Tierra es bombardeada con granizo y fuego, mezclados con sangre; arde un tercio del planeta. La segunda trompeta cambia un tercio de los océanos por sangre; un tercio de la vida orgánica es barrida y un tercio de todos los barcos es destruido. Junto con el sonido de la tercera trompeta cae una *estrella* sobre la Tierra, envenenando un tercio de los ríos y lagos. La cuarta trompeta anuncia la extinción parcial de la luz del Sol y la Luna. La quinta abre un abismo en la tierra, de donde surgen extraños animales con cabezas humanas. Con el sonido de la sexta trompeta, son liberados cuatro
ángeles, que conducen una caballería de dos millones; tienen coloridos escudos y caballos con cabeza de león. Mediante varias plagas, un tercio de la humanidad perecerá. Durante esta matanza, según Juan, el resto de los seres humanos se niega a entregar a sus dioses, hechos de oro y plata, los cuales *no pueden ver ni oír ni hablar.*

Nuevamente, hay un interludio antes del sonido de la séptima trompeta.
Durante este período, Juan recibe un papiro de un ángel, que es conocido en
*la tierra y en el mar*, quien le ordena comerlo. Tendrá un sabor dulce en la
boca, pero amargo en el estómago, según le asegura el ángel=EL LIBRITO COMIDO=.
La lección moral es que los frutos del materialismo no valen la pena, sino que constituyen una amarga pildora para digerir. Por lo tanto, a Juan le entregaron una vara de medición y le pidieron que midiera el Templo de Dios y contara la cantidad de feligreses. Más aún, le dijeron que dos testigos, simbolizados por dos árboles de olivo y dos lámparas, lanzarían sus profecías sobre la Tierra durante 1.260 días, junto con las plagas y el cambio del agua por sangre. Sin embargo, serían derrotados por la Bestia del abismo. Entonces, siguen las famosas palabras: *He aquí la sabiduría; que aquel que tiene el conocimiento cuente el número de la Bestia, pues es la cifra de un hombre, y su número 666*. Antes de ahondar en este tema, primero continuamos con la historia de Juan. Cristo se le aparece, junto con sus 144.000 elegidos. Los ángeles hacen varios anuncios, enfatizando que las iglesias deben estar pobladas en honor a Dios y advirtiendo a los que están marcados con el signo de la Bestia. Siete
ángeles traen siete plagas en las últimas horas de la humanidad; la cuarta y la quinta son las más importantes. Dicen que el Sol abrasará a los seres humanos con sus rayos, y luego habrá en la Tierra un período de oscuridad.
Después de leer esto empecé a buscar posibles vínculos. La historia contenía elementos de un corrimiento de los polos y el número de la Bestia se relacionaba con dicho corrimiento. Entonces, lentamente, comencé a ver la luz; sin duda alguna, el número 666 estaba sustentado por varias fuentes, y los egipcios y mayas lo sabían. Existía también una conexión con el ciclo de las manchas solares; por lo tanto, tenía que ser la base de la próxima destrucción de la Tierra. Otro hecho destacable es que el número 7 se menciona 54 veces en total en la historia de Juan acerca del apocalipsis. 54 es un número de código importante en el desciframiento del Códice Dresden, y también está directamente relacionado con el zodíaco egipcio; es una clave nada desdeñable.
El libro tiene 22 capítulos, y este número es el principal para descifrar el
Códice Dresden. Me preguntaba qué significaría esto. Mientras tanto, había
hecho largos cálculos con los números mayas que, probablemente, me colocarían en la senda correcta.
Volví a leer el capítulo del libro de Cotterell sobre el número 666, pero esta
vez miré las cifras en el esquema con más detenimiento: cinco veces el número 1, cinco el número 2, cinco el número 3, y así hasta cinco veces el 9. Sólo faltaban los múltiplos del número 6. Éste era un punto de partida casi incomprensible y sumamente difícil. Una vez más repasé los puntos, leí las preguntas que Cotterell había escrito y traté de hallar alguna posible conexión. Él había podido ubicar algunos de los números, y su decodificación reveló el ciclo de las manchas solares.
Sin embargo, no había resuelto éste: ¿por qué la segunda escalera tenía 22
escalones? Yo sabía la respuesta, porque se necesita este número para descifrar el Códice Dresden. Entonces, mis ojos se detuvieron en algo que posiblemente ocultaba una solución. Tenía que ver con nueve series de cinco.
La pirámide también tenía nueve pisos y cinco escaleras; algo importante
se ocultaba aquí. Si multiplicamos 5 x 9 obtenemos 45. Ya había visto este
número, pero ¿dónde? Empecé a repasar mis cálculos rápidamente. ¡Ahí estaba!
En un ciclo de manchas solares de 187 años ¡hay cinco ciclos de desviaciones que contienen nueve bits, o sea, un total de 45 bits =9 x 5=! Todos los otros ciclos contenían ocho bits, número sumamente importante para los antiguos egipcios. Hasta aquí, todo bien. Ahora, había que encontrar la relación matemática entre estos dos ciclos de desviación y el número 666.

Los ciclos del Sol están cambiando. Nos aguarda una completa inversión del campo magnético. ¿Cuándo se producirá esta catástrofe? En el momento exacto en que todos los ciclos desviados hayan llevado los campos magnéticos solares a su punto máximo. Según los antiguos maestros, esto sucederá el 21 de diciembre de 2012 d.C.
Sus templos y pirámides no son productos de mentes supersticiosas, sino
diseños de una arquitectura sumamente habilidosa. Y mediante este principio básico pude hallar otra conexión con el número 666. En Teotihuacán se yergue un enorme edificio, la Pirámide del Sol, que contiene una directa

referencia al Sol y a sus ciclos de desviación ocultos. Durante los puntos de los equinoccios de primavera y otoño, exactamente al mediodía, el Sol que brilla de Sur a Norte causa un fenómeno: una sombra completamente recta desaparece en forma gradual sobre uno de los pisos inferiores del lado occidental. ¡Y ahora viene la parte fantástica! ¡El paso desde la sombra a la plena luz tarda exactamente 66,6 segundos! Esto nos brinda una innegable relación con el número 666. Los mayas usaban nuestra cronología de tiempo de 86.400 segundos, lo que les permitía asimilar el número 666 en su diseño. Para llevar a cabo este magistral ejemplo de pensamiento científico se necesita un enorme conocimiento astronómico y geodésico; una vez más, los visionarios maestros de la antigua ciencia nos dejan
atónitos. Éste es un ejemplo de un mito poderoso y permanente que proviene de tiempos inmemoriales; es el recuerdo de un desastre global aterrador.
Esta visión arquitectónica sobrevivió miles de años, igual que los códigos
matemáticos que se ocultan en ella. Un buen ejemplo de ello lo brinda la relación matemática inimaginablemente precisa entre el Sol y sus ciclos de desviación.
Este redescubrimiento de datos provenientes de los albores de nuestra
civilización debería hacernos más humildes. En esos tiempos, los pioneros
sabían y hacían cosas que nosotros ignoramos; sin embargo, sus hallazgos
científicos ahora se están imponiendo sobre nosotros como ecos en nuestros sueños. Y nuestros sueños nos están llevando a un acercamiento sin escalas a un desastre mundial. Después de cierta cantidad de ciclos de desviación, se producirá el desastre más catastrófico en la historia de la humanidad.


***¿ Demasiadas coincidencias...verdad?, mas que coincidencias, CONCORDANCIAS.
Mientras escribo este extensísimo post en borrador, son las 23:32 hs del Miércoles 5 de Octubre. Cuando finalmente sea publicado ya habremos entrado en el día 6.
Considero que éste 5 de Octubre, día en el cual la NASA informó oficialmente de que *algo* impactó la cara oculta del Sol y se produjo una visible e impresionante llamarada, ocasionando una CME hacia Mercurio y ...*Venus*, se da lugar al inicio de una serie de eventos que nos van a informar sobre el planeta Venus. SOHO,LASCO,MESSENGER, y todas las sondas humanas comenzarán a visualizar los efectos en Mercurio y *Venus*. De esa forma comienza algo que nos va a bombardear con noticias sobre las CME sobre ese planeta, y con ello....los códigos de nuestros ancestros empiezan a hacerse realidad.
No al pánico, sí al conocimiento, la ignorancia mata al hombre que corre con terror hacia ningún lugar. Correr hacia el lugar indicado es la salvación de quien posee el conocimiento.
Continuará...
Gilgamesh.***

2 comentarios:

  1. lo felicito realmente no solo por la información brindada sino también por ser tan claro en sus exposiciones..... mucha verdad en sus palabras ...la ignorancia mata al hombre......... dios nos proteja y ampare señor Gilgamesh

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  2. Anónimo; muchas gracias por sus amables conceptos.Dios le retribuya el doble.

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Muchas gracias por tu aporte. Aún las diferencias enriquecen las conclusiones.
Gilgamesh.

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