* Feliz inicio de alfinViernes para todxs.
Seguimos buceando en la historia sobre aquellos tiempos del Mínimo de Maunder o Pequeña Edad de Hielo.
Hoy una figurita difícil de conseguir; Brasil.
Figurita que vaya uno a saber porqué...tal como se afirma en el final de la tesis...era *descartada*.
Imagino que si el gran país tropical acusó también los efectos del Mínimo de Maunder cuánto más quienes henos aquí más al Sur y cercanos a la Antártida.
Como ven...mucho para desenterrar de los barros de la historia que al parecer no quieren difundir, mucha telaraña en las bibliotecas, mucha mascarada adrede.
Fuerte abrazo;
Cuando la Expedición Langsdorff pasó por San Pablo, entre 1825 y 1826, los rusos sintieron frío en Brasil. Se informó de que ni siquiera las ropas traídas de su país de origen se dieron cuenta de las bajas temperaturas. Los visitantes llegaron incluso a comparar el invierno del país tropical con el clima de Siberia. El relato está entre los documentos históricos que permitieron al investigador Ricardo Araki hacer la reconstrucción del pasado climático del Estado en la tesis de doctorado *La historia del clima de San Pablo*, presentada al Instituto de Geociencias. Com mayor o menor riqueza de detalles, las estaciones fueron descritas año a año entre 1550 e 1927. Los datos comprobaron la hipótese de que Brasil había sufrido la influencia de la llamada Pequeña Edad de Hielo, um fenómeno que derribó las temperaturas en el Hemisferio Norte entre los siglos 14 y 19.
Los relatos sobre el frío corresponden a un tercio de los 1.355 datos seleccionados entre fuentes diversas. *En general, la cantidad de información sobre el frío fue muy significativa. Ésta es una fuerte evidencia de que las temperaturas fueron más amenas en el pasado, coincidiendo con la Pequeña Edad del Hielo*, afirma el autor de la tesis. El resultado sorprende especialmente si se toma como referencia el principal elemento caracterizador del clima en los días de hoy, que son las lluvias, sea por exceso o escasez. Las lluvias representan otro tercio de los eventos climáticos, seguidos de las tempestades, inundaciones y rayos. Los relatos de calor suman menos de la mitad de las impresiones relacionadas con el frío.
Hay incluso descripciones sobre nieve.
El portugués Augusto Emilio Zaluar menciona los *Alpes suizos* en su paso por el pueblo de Queluz, hoy Valle de Paraíba, en septiembre de 1859, *esta enorme porción de la gran sierra de Espinhaço, llamado Mantiqueira ofrece en este punto una excelente perspectiva, especialmente para quien la examina del lado occidental de la aldea; desde aquí se observan algunos de sus picos más elevados, como por ejemplo el Itatiaia, que muchas veces ha sido visto cubierto de nieve como la cima de los Alpes*.
Otros relatos de nieve fueron encontrados en noticias del diario *A Gazeta de Campinas*. En Valinhos, el 6 de julio de 1876 el redactor escribe *parece que el flagelo de la helada vendrá una vez más a perjudicar nuestra agricultura. En algunos sitios ha aparecido el terreno cubierto de nieve, y nos consta que en los Vallinhos el agua está tan helada hasta el punto de levantarse laminas de hielo de tres a cuatro centímetros de espesor*.
Las referencias a las condiciones de frío rigurosas son recurrentes en todas las fuentes. *El tipo de información lleva a creer que durante muchos años prevalecieron condiciones de frío mucho más intenso que las condiciones actuales y no sólo en el período del invierno*, evalúa Ricardo.
Los casi cuatro siglos de relatos e impresiones estudiados tienen un período más rico por así decir, que abarca 15 años, entre 1870 y 1885, debido a la disponibilidad de documentos. El año 1883 ilustra la caracterización de las estaciones realizada por Araki.
La tesis describe que ese año, en los meses de verano, las temperaturas máximas fueron bastante altas en todo el Estado, casi siempre superando los 30º C.
*Las temperaturas mínimas en varios días fueron sorprendentemente bajas, llegando a 7,2º C el 1 de enero y 8,9º C el día 3*.
Los meses de invierno registraron temperaturas medias mínimas también bastante bajas, entre 7,3º C en agosto y 7,7º C en julio. Las estaciones en 1883 variaron de la siguiente manera: verano caliente y húmedo con altas temperaturas y lluvias, otoño con frío moderado y muy húmedo con lluvias. En el invierno hubo frío intenso y poca humedad, es decir, probables heladas y lluvias débiles. En la primavera clima muy caliente con altas temperaturas.
Los documentos históricos investigados por Ricardo Araki se constituyen en cartas, descripciones de viajes, almanaques y principalmente periódicos. Además de la significativa colección de La Gazeta de Campinas, el diario La Provincia de San Pablo =actual El Estado de San Pablo=, encontrados en archivos de la propia Unicamp. Con excepción de los relatos de las expediciones de cuño más científico, las informaciones fueron registradas por personas de la sociedad que, por la observación diaria, podían sentir los cambios en el clima.
*La intención fue utilizar documentos históricos y no datos sistemáticos como de estaciones meteorológicas e instrumentos de medición. Son fuentes de información más descriptivas y subjetivas*, afirma Araki.
La orientadora Lucí Hidalgo Nunes añade que los datos sistematizados son hasta recientes en la historia del clima. En el mundo hay alrededor de 200 años y en Campinas, por la presencia del Instituto Agronómico, hace más de 120 años. Aunque los relatos analizados tienen su carga de subjetividad, ya que son hechos por personas comunes y sin el auxilio de instrumentos, la confiabilidad está en el cruce de informaciones de los eventos en fuentes distintas.
*Un ejercicio que se ha hecho en todo el mundo es el de reconstituir el pasado climático con fuentes indirectas. En ese mundo en que se habla tanto de cambios climáticos, es importante saber cómo fue el pasado y qué semejanza o diferencia hay en relación a lo que se tiene hoy*, resalta la docente.
Las fuentes indirectas utilizadas en la tesis también sirvieron para caracterizar la Pequeña Edad del Hielo en el Hemisferio Norte. La tesis de Araki trae por ejemplo, grabados del Río Támesis, en Londres, que nunca se congela, sirviendo de terreno para una feria.
Y también otro trabajo de investigación sobre las pinturas de la ciudad de Venecia que compara construcciones del siglo 18 con fotos actuales del mismo lugar, mostrando las diferencias en el nivel del agua, hoy por encima que en el pasado.
Las primeras fuentes de información utilizadas en la investigación son las cartas jesuitas enviados a Portugal en el inicio de la colonización. En las descripciones del día a día, aparecían eventos extremos como fuertes vientos y tempestades que afectaba el día a día de los misioneros. Los términos como tifones, huracanes y ciclones aparecen curiosamente en los relatos, para describir fuertes tempestades de viento y lluvia, que causaron estragos.
Araki se enorgullece de tener como co-orientador del trabajo al profesor Christian Pfister, de la Universidad de Berna-Suiza, referencia mundial en la reconstitución del pasado climático.
Pfister inspiró la tesis de Ricardo cuando el investigador brasileño leyó un artículo del profesor suizo sobre registros que los monjes hacían en el interior del país conteniendo datos sobre el clima local que se utilizaron para la recomposición del clima.
La tesis recurre al pasado para servir al futuro.
*Los datos muestran cómo era el clima en el pasado con el objetivo de legitimar o reforzar los estudios en el futuro*, complementa el investigador. Para Lucí Hidalgo, la tesis reafirma al dinamismo del sistema climático. *¿Qué resultados tendríamos en las proyecciones si tomáramos en cuenta aquella época?
Hoy los procesos físicos ocurren a una velocidad menor que los procesos sociales y estamos modificando algo que no conocemos muy bien.
Los procesos atmosféricos no permiten una proyección tan grande*. Otra contribución importante, afirma el investigador, es la utilización de los documentos históricos para todas las áreas de la ciencia.
*Hasta hace poco, la mayoría de estos documentos eran ignorados, siendo los escritos considerados llenos de fallas e imprecisos, cuando no simplemente ilegibles. Pero cada vez más los historiadores y otros científicos reconocen y consultan estos archivos con finalidades diferentes.
Tesis: *A história do clima de São Paulo*.
Autor: Ricardo Araki
Supervisor: Lucí Hidalgo Nunes
Co-orientador Cristiano Pfister
Unidad: Instituto de Geociencias-IG
Gilgamesh***
Fuente;
-unicamp
+1.
ResponderEliminarExcelente, como siempre. Abrazo desde Uruguay.
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ResponderEliminarHace días les comentaba que ak empezaban las lluvias con unas pequeñas granizadas con días frescos, pues ya hace días que no llueve y ahora la temperatura ha subido hasta un poco mas de 40 grados algunos días, muy loco tiempo.
Abrazos.
Excelente
ResponderEliminarBuenas tardes desde España, es la primera vez que comento en este blog, pero llevo muchos años siguiendote! Sigo mucho el tema de la actividad solar,y las consecuecias que pueden pasar,ahora estamos en un tiempo de grandes cambios,y estamos en primera fila! Bueno un cordial saludo, al jefe de este maravilloso blog.
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ResponderEliminareleritzo-Yolanda RR-Vandinha-Alejandro Arrabal Díaz-Mario y 1+; muchas gracias.
GUSTAVO; muchas gracias vecino, fuerte abrazo a vos y a los hermanos de ese querido país.
Mario; gracias por el reporte climático, así está la cosa, se alternan anomalías negativas con positivas en apenas horas, y en ambos hemisferios, un rompedero de cabeza Bro, abrazo.
Fernando Fernandez Colilla; ¡muchas gracias Fer!, bienvenido a ésta sección, muy agradecido por tu amable compañía de éstos años. Efectivamente estamos en un tiempo especial, si bien para cada generación el suyo es también especial jeje, a nosotros nos toca ser testigos de un mínimo solar que solo conocieron generaciones pasadas, y eso es muy especial. Fuerte abrazo, y grcias nuevamente por tu amable atención.