* Gnoseando en las postrimerías de un año que fenece *

***Feliz penúltimo Jueves de éste año 2018.

Acabo de recibir notis alentadoras por parte de Alejandro aún dentro de la gravedad del asunto, por lo cual no es poco, al menos esa mínima esperanza que vi en él me da una enorme alegría, indescriptible por cierto.
Ale, estamos ahí hermano.



Cuando nos preguntamos qué será de éste mundo en el próximo año que asoma, algunos siguen seducidos por viejas ideas de que un meteorito finalmente hará carambola con la Tierra y los malos morirán y *ellos* =los que quieren que caiga un meteorito= son los buenos y se salvarán. Otros siguen esperando al planeta errante que traerá consigo caos y destrucción mientras los anunnakis bajarán de sus naves y acabarán con la élite humana para salvarlos a *ellos* =los que quieren ver llegar al planeta errante= que siempre han sido sus mejores y buenos propagandistas. 

Tenemos también a los contactados con la hermandad de luz, que esperan ver el arribo de sendas naves intergalágticas llegando a Gea para liberar a los buenos como ellos =los contactados= y apresando a los malos para llevarlos a otro planeta prisión y establecer en la Tierra un reino de amor y paz.

No faltarán quienes vienen anunciando la llegada de Cristo desde hace 2000 años, y lo esperan viéndolo luchar contra los demonios y ángeles caídos a pura espada para vencerlos y rescatarlos a ellos =los que esperan a Cristo= que han sido perfectos siempre y han cuidado sus mandamientos =sólo de la lengua hacia afuera=.

Podríamos agregar también a los neo-apoclimáticos que anuncian las peores catástrofes si no les obedecemos a ellos como salvadores del planeta, y les hacemos caso comprando sus tecnologías verdes.

En fin...que la lista de los seducidos por *algo* que cambie o directamente destruya a la Tierra, es una lista muy larga.
Cuando analizamos todas éstas opciones y las que no he citado, se darán cuenta que apuntan a buscar salvaciones afuera, extraplanetarias, o también *intra* debido a descalabros geológicos, climáticos, geomagnéticos, o incluso de alguna raza oculta que vive en las profundidades tanto acuosas como telúricas.

Éste *desentendimiento* de hallar soluciones entre nosotros los humanos, viene a ser en cierta forma un reconocimiento *gnóstico* sin que sepan nada de la Gnosis.

Esa búsqueda de solución externa y ajena a los humanos viene porque han comprendido o sentido el hartazgo de ver que desde que el mundo es mundo y los humanos aparecimos en él, nunca jamás se ha podido vivir ni en paz ni en equilibrio, ni con justicia, ni con salud, ni con seguridad.

No son Gnósticos, nunca oyeron hablar de la Gnosis, y si algunos la conocen prefieren advocarse a las religiones, o declararse Ateos, Agnósticos, etc., pero en ese hartazgo de corroborar que el mundo no tiene arreglo o que a ésto sólo lo arregla algo enormemente extraordinario, están *Gnoseando*.

Para un Gnóstico, el mundo ha sido un apocalipsis perpetuo desde que es mundo, debido a quién nos y lo creó, porqué, con que fines, para qué.
Por eso un verdadero Gnóstico no espera apocalipsis alguno, porque vivir es un apocalipsis.
Podés nacer con una pierna menos y por más que te niegues a reconocerlo o intentes que no se note, la pierna te falta y se nota.

Ésto no implica que no hagas todo lo posible para *adaptarte* a vivir sin esa pierna, busques superarte, te la ingenies para suplir la falencia, y puedas =dentro de ese drama= pasar por la vida sufriendo lo menos posible. 
Eso hace a la diferencia entre quedarse esperando que caiga del cielo una pierna voladora y se te pegue allí donde te falta una. 
Vivir en medio de un apocalipsis permanente en el cual nadie vendrá a rescatarte ha de ser desesperante si no se entiende entonces que lo que se padece aquí, es transitorio mientras nuestra escencia atrapada en un cuerpo finito y mortal se pone a prueba. 
Una pesadilla consciente contra la cual debemos autosuperarnos evitando hacer lo que quien nos puso aquí quiere que hagamos.

Las trampas y seducciones para arrastrarnos a ser viles, criminales, egoístas, materialistas y demás condiciones malas o negativas, son muchas y muy difíciles de evitar porque esa es la idea de quien nos necesita aquí, nos quiere cayendo en la mayor cantidad de trampas para que seamos un cúmulo de experiencias nefastas, que a la hora de ser evaluados, evidentemente nos reciclará nuevamente para seguir llenando el teatrillo de marionetas que colman su egoísmo paternalista que es en definitiva, su razón de ser.

Nosotros, si nos autoanalizamos somos sub-demiurgos que aplicamos aquello de *de tal palo tal astilla*, o *a su imágen y semejanza*.
Cuando nos ponemos en el lugar de demiurgos creadores de vida somos madres y padres que controlan, dan órdenes, exigen respeto y sumisión, dan directivas, premios y castigos, a veces destierros, golpes, correctivos, e incluso los más extremos cometen filicidio.

Cuando estamos en la etapa de crecimiento dependiente de nuestros padres somos pequeños demiurgos que como él, no reconocen al padre, le irrespetan, se burlan, le hacen salir canas verdes, y en casos extremos cometen parricidio.

Experimentamos sentimientos destructivos que el mismísimo demiurgo sintió cuando se supo existente, algunas personas experimentan muchos, otros menos, y muy pocos apenas alguno pero sí o sí..los experimentamos, odio, envidia, egoísmo, celos, orgullo, venganza, perversión, y muchos más.
El ADN demiúrguico nos juega en contra, pero entonces ¿qué hacemos? 
¿no hay salida?.
Sí la hay, pero no es ni fácil ni breve.

Es un proceso que nace mal desde que somos niños y aún no tenemos consciencia del mundo adonde hemos venido a aterrizar, por lo tanto, vamos a errar sí o sí, pero a medida que crecemos y tomamos consciencia tenemos la chance de ir aprendiendo qué está bien y qué está mal, no volver a dejarnos seducir por las trampas, y tratar de que la vida que nos queda por delante, la discurramos rescatando lo que tenemos del otro ADN, ese que nos viene de nuestra escencia no física, y que podemos ver cuando tomamos consciencia de lo que es amor, solidaridad, compasión, paciencia, cariño, perdón, gratitud, y muchos más.

Si logramos volcarnos hacia ese ADN no hay duda alguna de que nuestra calidad de vida aquí en éste apocalipsis será mucho mejor y a su vez generaremos lazos con otros, a veces invitándoles instintivamente a revertirse, o a que sea contagioso.

Vencer al demiurgo interior es la clave para que el demiurgo mayor sienta repulsión por nosotros y no tenga más remedio que perder a un alma más para su perverso reciclado, porque ya no le servimos más. 
Así es como suelen sentir muchos padres que pretenden que sus hijas o hijos *salgan a él*, que se le parezcan en todo pero cuando ese hijo o uno de sus hijos en nada se le parece...ya no lo quieren tanto.

Por eso para un Gnóstico, aún sabiendo que no puede revertirse el carácter apocalíptico permanente en ésta existencia, jamás dejará de luchar, y esa lucha es también social además de intrapersonal, es por eso que sabiendo que el mundo nunca será lo que debería ser, tiene que hacer la diferencia.

Eso que solemos llamar *utopía* es en realidad una obligación que no busca ni pretende revertir algo que no tiene solución, pero sí es una autodepuración personal y una colaboración o sociedad con los otros para ayudarles también en sus propias depuraciones, sin esperar con ello que esa sociedad se convierta completa en paraíso, es decir que el intento es el objetivo, sin pensar en el resultado porque el sólo hecho de intentar y trabajar para la utopía ya es de por sí hacer la gran diferencia que redunda en beneficio para uno y para otros.

Pequeños momentos de una felicidad compartida no tienen parangón en un mundo que es permanente tragedia, hacer felices a otros aunque sea por momentos es ya una derrota contra algo que es muy fuerte y que no acepta esa *verdadera rebelión*, porque rebelarse ante un par es una cosa, pero rebelarse contra un poder es otra cosa.

Y el poder es precisamente todo lo existente tendiente a corrompernos y a fomentar también precisamente...que el caos apocalíptico permanente en el que vivimos no cese ni un minuto. 
Por eso cuando digo que; *a no quejarse porque se puede estar peor* no quiero decir que hay que aceptar todo como viene sino que apunto a no potenciar las cosas malas que nos ocurren porque si nos quedamos con ellas...estaremos peor. 

Y cuando digo que; *debemoms elegir inteligentemente a lo menos dañino* no significa que debamos conformarnos con la mediocridad sino que entendamos que la mediocridad y la corrupción siempre existirán, y que si nos centramos en la imposibilidad de erradicarla, seguiremos esperando algo que nunca ocurrirá, y en esa decepción todo nos dará igual, volviéndonos entonces infelices y sin utopías.

Así dejaremos de hacer las pequeñas diferencias que autodepuran y ayudan a depurar, y en definitiva estaremos peor.
Verán, el mal, la corrupción, los sentimientos y acciones negativas son algo que atrtaviesa a todos, mucho más si nos agrupamos, cuantos más somos en grupo más negatividades van a aflorar, y será noticia, porque, que uno sea corrupto en su micromundo no sale en las noticias, pero que de un grupo grande se desprendan actos corruptos, sí que será noticia.

Pueden ustedes corroborar que hay corruptos en cualquier agrupación que se les ocurra, incluso...de quienes se espera ejemplo y perfección como pueden ser los grupos religiosos, que a lo largo de la historia pasada y presente nos dan sobradas muestras de lo que digo.

Entonces, quienes esperen en materia política o de organización social, que aparezca la perfección ejemplar que a uno *lo represente*, es un iluso.
He allí aquello entonces de *elegir lo menos peor*, *lo menos dañino*. 
Ésto no significa hacer la vista gorda y permitir que los corruptos queden impunes, hay que combatirlos, pero como eso es un imposible, debemos entonces apuntar a *balancear* lo que esa agrupación haga cuando le toque administrar recursos comunitarios, y demás temas que hacen a algo llamado sociedad.

Lo menos peor...es poder evaluar las pequeñas diferencias que hacen a un grupo menos malo, y podríamos ejemplificar claramente haciendo algunas preguntas.

¿Da lo mismo elegir a alguien que sea belicoso y nos meta en una guerra, que se la pasa usando recursos de todos comprando armas para sus hipótesis de conflicto, que elegir a alguien que utiliza esa enorme masa de recursos para volcarlos a una mejor calidad de vida de los ciudadanos?

¿Da lo mismo elegir a alguien que le cobra más impuestos a los ricos para volcarlo a los más pobres, que alguien que le saca más dinero a los pobres para beneficiar a los más ricos?

¿Da lo mismo elegir a un *mano dura* para garantizar la seguridad y mata a un ladrón poniendo en riesgo a los inocentes, o elegir a quien prefiere dejar escapar al ladrón antes poner en riesgo a los inocentes?

¿Da lo mismo elegir a alguien que le da un pequeño aumento a los jubilados que a alguien que les rebaja la pensión?

¿Da lo mismo elegir a alguien que permite a los grandes empresarios explotar a los trabajadores, que a alguien que garantice los derechos laborales?.

¿Da lo mismo elegir a alguien que construye grandes edificaciones y complejos para clases altas, que a alguien que construya viviendas para los que no pueden nunca tener una?.

Podría seguir haciendo muchas preguntas más, pero entonces ¿de qué lado estás? ¿con qué lado te sentís más identificado?

Si fueras alguien que pertenece a una clase muy alta, elitista, empresarial, podría entender que te pusieras de ese lado, pero si no pertenecés a esa clase y te ponés de ese lado...entonces ahí hay un problema, porque estás viviendo en una ilusión más de las muchas existentes y es hacerte creer que sos...lo que no sos, y te diría que nunca serás, porque si tu anhelo es emular a esa clase y llegar a ser parte de ellos, lamento decirte que por más que te mates trabajando honestamente...nunca llegarás.

Y he allí, en esa forma de pensamiento inducido e ilusorio que, ante tu impotencia de verte no poder formar parte de esa clase a la que quisieras pertenecer, te nace entonces lo más vil...y es conformarte que al que está un poquito apenas más abajo o peor que vos...le vaya mal y no te alcance.

Así es como muchos no entienden todavía que elegir lo menos dañino no es conformismo ni abdicación, es inteligencia al servicio de la mayoría.
Y mientras te hayas olvidado de seguir esperando pececitos de colores, perfección imposible, y agrupaciones ejemplares, vas a dejar de apuntarle a una mosca con un misil y vas a ver quienes son en realidad una amenaza para vos, y para los demás. 

Un corrupto o varios que siempre aparecen en TODA agrupación, no son nada en cálculos económicos a la hora de evaluar un daño general, pero claro...si te enterás que ese o esos corruptos se robaron 100 millones de dólares los querés matar porque con esa plata vos no estarías tan mal, sin embargo, focalizarte en el dinero de esos corruptos es quitar la vista de los que no lo son y de cómo manejan los destinos de tu comunidad.

Cuando te focalizás en él o los corruptos comprás el modelo alternativo que te promete honestidad...pero 
¿a qué precio?, porque no te vas a enterar de ningún caso de corrupción, mientras el daño que hacen no es solo a vos, sino a la gran mayoría, incluso a tus hijos y a tus nietos cuando arruinan con sus políticas a un país entero y a sus futuros ciudadanos.
Elegir lo menos dañino es eso.

Y lo mismo ha de pasarte por ejemplo, a la hora de elegir *pareja*, creyendo que vas a encontrar a alguien con quien jamás tendrás una diferencia y todo será el modelo perfecto de las películas y cuentos de princesas.

Muchos hacen y deshacen sus elecciones, y en algún momento encuentran a alguien con quien por fin creen haber hallado a esa media naranja inexistente, sin embargo olvidan que ya se han quemado años buscando y en realidad lo que han hallado ahora es el fruto de negarse a comprender antes, que la pareja ideal jamás existirá, y que en todo caso han perdido muchos años de insatisfacción para ahora conformarse con lo menos peor.

Aprender a comprender que ese otro u otra nunca será cómo quisiéramos es en cierta forma *desdemiurguizarse* porque el demiurgo no acepta nada que no sea como él pretende, y entonces nosotros, tenemos que aprender a convivir con las diferencias, claro está mientras no pasen a ser graves y destructivas para uno o para ambos.

Cuando uno comprende que esa conjunción es un imposible, se pone a rescatar lo positivo y a tolerar lo negativo, evalúa, concede, negocia, sin que de vez en cuando aparezca un conflicto. 
Muchos creen que un conflicto es motivo suficiente para pensar que eso..no funciona ni funcionará, pues..se equivocan. 
Temen al conflicto y no alcanzan a comprender que el conflicto está siempre latente, porque todos somos conflictivos en menor o en mayor grado, y que en la resolución del conflicto está el mejor aprendizaje para que el conflicto no nos prive de enfocar, reitero, sobre las cosas buenas y las malas de ese otro u otra, lo agradable y lo desagradable, lo que quisiéramos y lo que es.

Cuando nos ponemos en actitud irreductible cerramos la posibilidad de que, del conflicto pueda nacer un acuerdo, y cuando no salimos de la irreductibilidad...quizás olvidamos que para ese otro u otra nosotros también tenemos quejas que presentar.
Si no es fácil tomar consciencia de uno mismo...imaginen lo que significa *convivir* con los demás.

Relación de dos ya es complicado, imaginemos cuando llegan los hijos, ya somos un pequeño grupo lleno de conflictos, ¿qué vamos a hacer? ¿salir corriendo?.
Así solemos actuar socialmente cuando somos muchedumbre, encima..de personas que ni nos conocemos y con las cuales apenas nos unen un puñadito de coincidencias.

¿Me hago entender cuando intento explicar lo que es el mundo?, con éstos ejemplos que van desde lo individual a lo grupal, hasta llegar a reconocernos como 7 mil millones...entenderán que vivimos en un apocalipsis imposible de revertir de la manera que quisiéramos, entonces, en esa desesperante situación e impotencia, no nos queda más que esperar...que la solución venga de afuera.

En cierta forma se acierta en la descripción, que es Gnóstica sin que se sepa de Gnosis, pero se yerra en el ideario de solución, porque realmente no la hay, ni interna ni externa, pues porque se ignora que algo malgestado nunca se puede revertir, apenas mejorar, y de a ratos, nunca por siempre.

Me falta la pierna, no me volverá a crecer ni caerá una del cielo que automáticamente se me re-insertará, pero sí puedo ayudarme con una muleta o bastón, incluso la tecnología puede implantarme una robotizada, pero aún con todas esas mejoras, no tengo mi pierna, entonces debo convivir con eso tratando de que no me impida existir, ni tampoco me crecerá una nueva pierna si deseo que a otros les falte una también, ni que la pierdan, en todo caso, mi falencia se minimizaría emocionalmente si me dedico a que a otros no les falte una, y ahí tenemos el ejemplo de quienes han sufrido algo traumático y en lugar de echarse a llorar se ponen a trabajar para que a otros no les pase lo mismo.

Alcohólicos anónimos, víctimas de tránsito que han perdido a un familiar, madres y padres de niños que han nacido con deficiencias, han comprendido que en medio de sus apocalipsis personales en lugar de entregarse a esperar algo externo que nunca les devolverá lo que han perdido o lo que les ha tocado padecer, se ponen a trabajar altruístamente por quienes pasan por la misma situación e incluso trabajan para que no les pase.

Ese es un Gnóstico aunque ni se entere qué es la Gnosis, porque si el apocalipsis permanente es irreversible yo no me voy a entregar, no me voy a recluir por cobardía, voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para arruinarle aunque sea un rato la nefasta fiesta apocalíptica, y hago la diferencia, y la diferencia es maravillosa, porque siempre...se puede estar peor..

Y si logro dejar de pensar exclusiva y egoístamente en mi mismo voy a descubrir al otro, y voy a disfrutar de esa lágrima que le hice correr por sana emoción antes que por agredirlo, a disfrutar de esa sonrisa que provoqué simplemente por hacerle sentir que me importa, que para mí vale, que el otro no es un enemigo, y que en realidad...ese otro soy yo mismo pero en su piel.
Cuando todos somos víctimas de algo que escapó a nuestra voluntad, en lugar de ser enemigos deberíamos comprender que una víctima no encuentra mejor aliado que en otra vícitma, nunca en el victimario.

Y permítanme decirles finalmente que tal como alguna vez he dicho, si la Gnosis tiene también un alto componente de algo llamado Fé, que como toda Fé resulta imposible de entregar pruebas concretas tangibles materialmente, pero, que si esa Fé en definitiva busca que el duro paso por ésta vida sea lo menos doloroso, y que, si me invita además a pasar por la vida buscando ayudar y compartir quitándome de encima las malas emociones sentimientos y acciones, y, siendo fugazmente feliz construyendo las fugaces felicidades en los demás, pues...vale la pena declararme Gnóstico sin importarme que los demás lo crean, sin importarme que no podré deshacer el apocalipsis permanente, ni que me voy a morir un día, porque aunque al morirme después no haya más nada, habrá sido bello y hermoso pasar por aquí honrando el breve lapso de ser consciente de existir.

Abrazo.

Gilgamesh***