CONTENIDO DE TIEMPO FINAL

sábado, 15 de diciembre de 2018

* Hijos de la Vera Luz *

***Muy feliz Sábado para todxs.

A medida que pasaban los años con el uso y evolución de internet pudimos ver que ésta herramienta creada por nuestros manipuladores parecía ponerse de nuestro lado, el lado de quienes abogamos por un mundo distinto, obviamente mucho mejor que éste.
Pero ésto es similar al dicho; *hecha la ley, hecha la trampa*, y así cada vez que la herramienta virtual se ponía de nuestro lado, el sistema la *giraba* hacia el suyo.

Quienes usamos ésta herramienta con un fin constructivo que realmente aporte el grano de arena para transformar las utopías en realidad siempre nos preguntamos;
¿Realmente sirve?....

Les comparto un artículo digno de leer a la hora de analizar todo ésto, y así enriquecernos entre todos;



Alrededor del mundo, una inmensa gama de organismos gubernamentales y partidos políticos están explotando las plataformas y redes sociales para difundir desinformación y noticias basura, ejercer la censura y el control y socavar la confianza en la ciencia, los medios de comunicación y las instituciones públicas.

El consumo de noticias es cada vez más digital, y la inteligencia artificial, el análisis de la Big Data =que permite a la información interpretarse a sí misma y adelantarse a nuestras intenciones= y los algoritmos de la *caja negra* son utilizados para poner a prueba la verdad y la confianza, las piedras angulares de la llamada sociedad democrática occidental.

Son muy pocos los dueños de la infraestructura que permite el uso de la Internet en todo el mundo, y también los servicios que sobre ella se brindan. 
La propiedad de los cables de fibra subacuáticos, las empresas que se alojan y controlan el NAP de las Américas, los grandes centros de datos como Google, Facebook, Amazon o los llamados *servicios en la nube* como Google Drive, Amazon, Apple Store, OneDrive, veremos que son corporaciones trasnacionales, en su mayoría con capitales estadounidenses.

Hoy, de las seis principales firmas que cotizan en bolsa, cinco de ellas son del rubro de las TIC: Apple, Google, Microsoft, Amazon y Facebook.

Campo popular: aggiornar la lucha

Es que el mundo cambia constantemente, muchas veces al ritmo de la tecnología y pareciera que a la izquierda, a los movimientos y medios populares de comunicación, nos empujan a pelear en campos de batalla equivocados o ya perimidos, enarbolando consignas que no tienen correlato con este mundo nuevo.

Mientras, las corporaciones mediáticas hegemónicas desarrollan sus estrategias, tácticas y ofensivas en nuevos campos de batalla donde se pelea con nuevas armas, donde la realidad no importa, en lo que quizá ya ni se trata de la guerra de cuarta generación, la que ataca a la percepción y sentimientos y no al raciocinio, sino a una guerra de quinta generación, donde los ataques son masivos e inmediatos por parte de megaempresas trasnacionales, que venden sus *productos* =como el espionaje= a los Estados.

Hoy debiéramos estar más atentos a la integración vertical de los proveedores de los servicios de comunicación con compañía que producen contenidos, la llegada de los contenidos directamente a los dispositivos móviles, a la trasnacionalización de la comunicación, convirtiendo a la información en campañas de terrorismo mediático… mientras apenas denunciamos lo fácil que está siendo convertir a la democracia en una dictadura manejada por las grandes corporaciones.
Debiéramos estar atentos a los temas de vigilancia, manipulación, transparencia y gobernanza de Internet, al video como formato a reinar en los próximos años, estar atentos al hecho de que los mismos televisores se van convirtiendo en una pantalla más a donde llegan los contenidos manipulados por las grandes corporaciones.

Pero desde el campo popular seguimos reclamando la democratización de la comunicación y la información, creyendo que una distribución equitativa de las frecuencias de radio y televisión entre los sectores público, comercial y popular puede significar el fin de la concentración mediática. 
Estamos peleando guerras que ya no existen, cuando el campo de batalla está en Internet, en el Big Data, en los algoritmos, en la inteligencia artificial.

Cansa la insistencia discursiva anclada en el pasado y con una agenda diseñada en países centrales, que no incluyen nuestras realidades. Se insiste en una necesaria renovación de la izquierda, en la necesaria búsqueda de nuevos caminos =en las catarsis colectivas de seminarios, foros, reuniones, conciliábulos, escritos=, pero no se buscan soluciones específicas al aislamiento y endogamia de nuestros sitios populares, alternativos a los mensajes hegemónicos, comunitarios, populares.

Estos temas no están en la agenda de los movimientos, de los partidos ni de los gobiernos =incluso los progresistas=, más preocupados por seguir con la satanización de las nuevas tecnologías, por la denunciología, que en definir estrategias y líneas de acción. 
Hoy los gobiernos de la restauración conservadora disparan contra Unasur, que en su momento de auge no pudo concretar un canal propio de fibra óptica, que al menos le hiciera cosquillas al control de las megacorporaciones.

Hoy, el escenario digital puede convertirse en una vía para la reconexión del progresismo con sus bases, y en particular con los jóvenes, que es como decir con el futuro. 
Pero, no se ha avanzado en una agenda comunicacional común, pero tampoco en temas estratégicos para el futuro de la soberanía tecnológica, como la gobernanza de Internet, el copyright, la innovación, el desarrollo de nuestras industrias culturales.

Se habla de nuevos caminos, pero pocos parecen dispuestos a transitarlos, porque seguramente afectan su identidad, su memoria y su vida. 
Se insiste en denunciar la desinformación, la información basura, el terrorismo mediático =tenemos doctorados en denunciología y lloriqueo=, pero no nos preparamos para aprender a usar las nuevas herramientas, las nuevas armas de una guerra cultural ciberespacial. 
Quizá el problema no sea formular, sino tener oídos dispuestos a intentar, dice el humanista Javier Tolcachier.

Cada sitio de medios y/u organizaciones sociales dirige sus mensajes a una masa crítica acotada, a los que ya están convencidos de su mensaje, en una gimnasia endogámica, sin definir una agenda propia, latinoamericanista, en defensa de los derechos humanos y de los trabajadores, una línea editorial que los pueda unificar y entonces entrar con fuerza en la guerra cultural, en la batalla de las ideas.
Sus lenguajes =y hablamos sobre la generalidad y por eso es de destacar los esfuerzos del mediactivismo de Fora de Eixo, Facción o Emergentes, por ejemplo= no se adecúan al momento histórico, cultural ni tecnológico. Están anclados en la denunciología, sin visibilizar las luchas, los anhelos, de los pueblos o sociedades que dicen representar.

El informe de Oxford

Un informe de Samantha Bradshaw y Philip Howard, investigadores de la Universidad de Oxford =Challenging Truth and Trust: A Global Inventory of Organized Social Media Manipulation=, confirma que la manipulación de la opinión pública sobre las plataformas de medios sociales se ha convertido en una amenaza a la vida pública.

En 2017, el primer inventario de las tropas de ocupación cibernéticas globales realizado por estos investigadores arrojaron luz sobre la organización mundial de la manipulación de los medios de comunicación social por gobiernos y actores de partidos políticos. 
Este año revela las nuevas tendencias de manipulación organizada de los medios, y sus cada vez más crecientes capacidades, estrategias y recursos en las que se apoya este fenómeno, con evidencias de campañas de la manipulación organizada de los medios en 48 países, 20 más que el año anterior.

En cada país se constató que al menos un partido político o agencia gubernamental usaba los medios de comunicación social para manipular a la opinión pública nacional, en países donde los partidos políticos diseminan desinformación durante las elecciones, o donde la institucionalidad se siente amenazada por noticias basura e injerencia extranjera en los asuntos internos, y desarrollan sus propias campañas de propaganda cibernética.

En una quinta parte de estos 48 países, sobre todo en los del sur global, se hallaron pruebas de campañas de desinformación operando sobre las aplicaciones de chat como WhatsApp, Telegram y WeChat. 
La manipulación de las redes es un gran negocio, donde gobiernos, fundaciones, ONGs y partidos políticos han gastado más de 500 millones de dólares en investigaciones, desarrollo e implementación de operaciones psicológicas y manipulación de la opinión pública a través de internet.

En algunos países esto incluye *esfuerzos para contener al extremismo*, pero en la mayoría de los países esto implica la propagación de noticias basura y desinformación durante las elecciones, las crisis militares y complejos desastres humanitarios.

La Guerra de Quinta Generación

Si la guerra de primera generación se basa en movilizar la mano de obra, la segunda en el poder de fuego y la tercera en la libertad de maniobra, los paradigmas cambian sustancialmente en la de Cuarta Generación, donde tanto los recursos empleados como los objetivos e intereses a alcanzar engloban tanto al interés público como privado =intereses de corporaciones=. 
La idea principal es que el Estado ha perdido su monopolio de la guerra, y a nivel táctico incluye desde el aspecto armamentista al psicológico.

Dada la enorme superioridad tecnológica alcanzada durante la etapa anterior frente a esta asimetría de fuerzas entre contendientes, solo es concebible el uso de fuerzas irregulares ocultas que ataquen sorpresivamente al enemigo, tratando de provocar su derrota al desestabilizar a su rival, con el uso de tácticas no convencionales de combate.

En la Guerra de Quinta Generación =también denominada guerra sin límites=, introducida desde el 2009 como concepto estratégico operacional en las intervenciones EEUU-Otan, no interesa ganar o perder, sino demoler la fuerza intelectual del enemigo, obligándolo a buscar un compromiso, valiéndose de cualquier medio, incluso sin uso de las armas. 
Se trata de una manipulación directa del ser humano a través de su parte neurológica =ondas binaurales y componentes de cristales de magnetita del cerebro y los métodos sobre sus posibles manipulaciones=.

Y los medios masivos y las redes sociales son parte integral del esquema de esta guerra, para generar desestabilización en la población a través de operaciones de carácter psicológico prolongado; se busca afectar la psiquis colectiva, afectar la racionalidad y la emocionalidad, además de contribuir al desgaste político y a la capacidad de resistencia.
Y se cuenta con mecanismos científicos de control total a través de no solo la manipulación de medio masivos de comunicación e información concentrados, sino también de sistemas financieros como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, miles de fundaciones y organizaciones no gubernamentales.

Zbigniew Brzezinski, exsecretario de Estado estadounidense, afirmaba que la clave estaba en el ataque al recurso emocional de un país por medio de la revolución tecnológica. 
La táctica para mantener la desintegración política en la sociedad consiste en crear complejos de inferioridad y en convertirse en referencia externa en todos los ámbitos, evitando que los proyectos y modelos colectivos o alternativos se consoliden en su identidad, pues la referencia será algo distinto a sí mismos; 
el mundo desarrollado y su modelo prevaleciente.

Los medios de difusión masiva se encargan de condicionar las mentes en las naciones subdesarrolladas, puesto que *el Tercer Mundo enfrenta, ahora, el espectro de las aspiraciones insaciables*, según escribía Brzezinski hace ya 44 años.

Redes sociales, aislacionistas

Las redes sociales son un conjunto de plataformas digitales de esparcimiento e interacción social entre sus diversos usuarios, ya sean personas, grupos sociales o empresas, que permiten el envío de mensajes, la comunicación en tiempo real y la difusión de contenido de distintos modos, entre los usuarios que se encuentren conectados entre sí, es decir, que sean *amigos* o *seguidores* .

La aparición masiva de las redes sociales, dice la experta británico-ecuatoriana Sally Burch, han revolucionado nuestras sociedades, pero también han causado preocupación porque al no estar reguladas son aprovechadas para la desinformación, la imposición de imaginarios colectivos con la difusión de información falsa, creando realidades virtuales lejanas a las realidades reales, la apropiación de datos personales para fines comerciales y/o de manipulación política e, incluso, para conculcar la intimidad de los ciudadanos, invadiendo sus espacios de trabajo, educación, ocio e incluso de socialización.

Las redes sociales tienen acceso y manipulan los datos de sus usuarios =direcciones de correos, números telefónicos, aficiones, gustos, amigos=, gentilmente proporcionados por ellos mismos a través de la construcción de sus propios perfiles. 
Su atractivo principal es la masividad: el mismo mensaje, información =o la misma publicidad tácita o encubierta= puede ser enviado a millones de personas a la vez, a través de las distintas plataformas =computadoras, tablets, celulares=.

Operan en base a algoritmos que organizan la información para mostrarnos más de aquello que nos guste y menos de lo que no. 
Cuando validamos un comentario, una publicidad o una noticia, retroalimentamos el sistema para que se adapte aún más a nuestros gustos puntuales. 
Ya que los algoritmos privilegian el contenido semejante al que hemos elegido =con un *me gusta*=, restringiendo las oportunidades de recibir información real, no filtrada, donde el usuario solo accede a opiniones semejantes a las suyas =un efecto antidemocrático, sin duda=, agrega Burch.

Por ejemplo, un algoritmo usado por Facebook se basa en la afinidad =cantidad de veces que uno se conecta con otro, publicando en sus muros, validando con un me gusta= sus contenidos. 
Su peso es la cantidad de interacciones que tiene una publicación y el tiempo hace que la información decaiga en interés y baje en la cola de la información.
Las desventajas de las redes sociales apuntan a la ruptura con la presencia de los otros, instándonos a dejar de socializar en persona, en la construcción de sociedades ciberdependientes, nichos donde no tiene cabida el pensamiento contrario, la otredad.

¿El fin de la transparencia?

La consultora británica Cambridge Analytica-CA, la que protagonizó el escándalo por el uso de 87 millones de datos de usuarios de Facebook, si bien anunció el cese de todas sus operaciones, simplemente cambió de piel y seguirá sus manipulaciones, amenazando la transparencia de las elecciones en varios países, entre ellos Argentina, Colombia y México.

La compañía británica culpó de su quiebra a las denuncias de manipulación política que inundaron los medios internacionales en los últimos meses, pero lo cierto =y que no dice= es que sus principales activos ya trabajan en una empresa con fines similares llamada Emerdata Limited, en cuyo consejo de administración aparecen una serie de nombres directamente vinculados con CA, según destapó en marzo Business Insider.

Alexander Taylor fue nombrado director de Emerdata el 28 de marzo en sustitución del dimitido Alexander Nix, quien reconoció que trabajó en elecciones en países de todos los continentes, incluyendo Estados Unidos, Reino Unido, Argentina, Nigeria, Kenia y República Checa, y debió alejarse a raíz de un vídeo grabado por la televisión británica con cámara oculta donde hizo toda clase de comentarios inapropiados como ofrecer grandes cantidades de dinero a un candidato y amenazarle con publicarlo, para intentar extorsionarlo.

Según Business Insider, entre los responsables de Emerdata aparece Johnson Chun Shun Ko, un ejecutivo chino de Frontier Services Group, la firma militar presidida por el prominente partidario de Trump Erik Prince, fundador de la contratista militar estadounidense Blackwater y *casualmente* hermano de la secretaria de educación de Estados Unidos, Betsy DeVos, pilar de la internacional capitalista Red Atlas.

El Observatorio en Comunicación y Democracia señala que recién cuando el escándalo tomó dimensión global, Facebook =el principal agente empresarial involucrado en los cambios de tendencia en las urnas británicas *referendo por el Brexit* y estadounidenses *elección de Donald Trump* en 2016= reconoció que la consultora británica había accedido =¿o comprado?= a la información personal de al menos 87 millones de usuarios y la había utilizado para crear perfiles de votantes.

Facebook gestiona más de 300 millones de gigabytes en información personal de sus usuarios, un arsenal de perfiles que le permite disponer de una de las plataformas on line más importante del mundo, indispensable para beneficiarse de modelos de negocio que amplían consumidores y diversifican mercados al calor del incremento productivo de los robots y la automatización industrial.

Colofón

Todo esto acontece apenas dos decenios después de que Sergey Brin y Larry Page registraran el dominio google.com y once de que Steve Jobs presentara en sociedad, en San Francisco, el primer iPhone. 
Mientras, Facebook sigue creando perfiles de usuarios y los algoritmos que usara Cambridge Analytica siguen a disposición de quien los quiera =o pueda= pagar.

Difícil que un país sólo tenga capacidad de desarrollar los niveles necesarios de respuesta para mantener y/o recuperar la soberanía en algunas áreas, y por eso es imprescindible la suma de voluntades =gobiernos, academia, movimientos sociales= para sumar fuerza de negociación en temas básicos como inteligencia artificial y el big data. No hay otra salida: 
debemos apropiarnos del big data para poder pensar en herramientas liberadoras.

La única forma de luchar en esta guerra de Quinta generación es poniéndose al día en lo que respecta a la inteligencia artificial, es en la posibilidad de montar nuevas plataformas que evadan los filtros de las grandes corporaciones, es en la necesidad de adueñarse de las armas, las herramientas para poder pelear en esta guerra cultural, de generar agendas propias de acuerdo a los intereses de nuestros pueblos.

Dentro del informe me llamó la atención una cita cuando habla de manipulación mental;
*ondas binaurales y componentes de cristales de magnetita del cerebro*.

Bueno...ahí está entonces la respuesta a sospechas que muchos teníamos cuando hablábamos de *gente sin brújula*..
*Cristales de magnetita en el cerebro*, algo similar al magneto en el pico de las aves, magnetismo o más bien *geomagnetismo*, algo que ya sabemos, puede verse afectado de manera natural, especialmente relacionado con la interacción Sol-Tierra-Ser Vivo, de la cual hemos hablado aquí y mucho, y otra que ahora venimos a conocer y es *artificial*, obviamente inducida.

Pienso en las antenas de telefonía, los teléfonos móviles, y, según el informe, también a través de las ondas *binaurales* que se *manipulan* de acuerdo a lo que *usamos* en la red o mejor dicho *qué consumimos* cada vez que usamos el internet, qué contenidos, qué redes, qué videos, qué lecturas....

De más está decir que ya sabemos qué cosas son de consumo masivo....ahí la respuesta a si existe el enorme poder de hacer perder la brújula a millones de personas...
Asistimos a un tiempo en el cual corroboramos una vez más la Gnosis...entidades poderosas que necesitan todo el tiempo mantenernos anestesiados, y es en el cerebro...=¿se acuerdan nuestras tertulias?= donde al parecer...es más fácil meter mano...

No descartemmos también al corazón...la sangre...la *ferritina*.., sin hierro, la sangre no puede transportar oxígeno eficazmente..y el cerebro sin oxígeno...its out..
Fuimos creados así..muy bien entrampados y contra eso está la respuesta de porqué pareciera que nunca...vamos a evolucionar como corresponde, y no confundir evolución con tecnología, porque antes que tecnología necesitamos CONvivir, y convivir y existir en un mundo como éste es también hallar el Norte...

Norte, Sur, Este y Oeste.. la aguja busca..y cómo recuerdo aquello de *girar las esferas*, el Maestro sin dudas la tenía bien clara...

Así como éstas tulpas miserables nos manipulan, aquél Cristo les puso a girar *sus esferas* cada determinado lapso de tiempo porque así *descalibraba* sus artilugios, al hacer ésto le puso fin a un poder que, sin su intervención, habría sido *total*, lo cual nos deja la liberadora Esperanza de que ésto, éste estado de manipulación constante y cada vez más fuerte, tiene un final y es por eso que permanentemente están creando nuevas formas de no perder el control sobre nosotros.

Se les va a acabar, quizás ya se les acabó desde el momento en que hemos tomado consciencia, unos pocos...un puñado...pero poderoso extracto al fin.
Muchas pobres almas, al fin, ya no regresarán jamás, no podrán volver a ser procesadas y recicladas, poco a poco se irán liberando hasta que éste manicomio se quede sin pacientes...

Esa es la gran noticia, que intento desgajar de una simple noticia sobre algo que ya sabemos como es la manipulación que nos aplican, el gajo poderoso es saberlo..y sabiéndolo...sólo resta obrar en consecuencia.

Podrán experimentar con lo que se les antoje, apenas retardarán su absoluto final que es un hecho, es irreversible y ya está en marcha, esa es la gran noticia...más allá de nuestros deprimentes tiempos humanos, el final bendito de éste adefesio irrepetible, se va a acabar un día.

El Padre nos dé la capacidad de despertar y la sepamos usar, y el Cristo batalle junto a nosotros mientras nos toque estar aquí.
Porque de la luz venimos y a ella regresaremos.

Abrazo grande, muy grande.

Gilgamesh***

Fuente;
-estrategia

viernes, 14 de diciembre de 2018

* Crujidos globales elitistas; Francia *

***Bella tarde para todxs.

Seguimos haciendo votos y enviando todas las mejores energías para el querido amigo Alejandro, y en especial a su padre, esperando que revierta prontamente la situación que aqueja su salud.

En el mientras tanto compartimos cosas que a muchos nos interesa, como poder reflexionar sobre sucesos que llaman nuestra atención, ya casi finalizando el año con sucesos globales como lo que ocurre en Francia.
Todo sigue muy crispado, la Cumbre de Cambio Climático en Polonia va camino a un fracaso o al menos se intentará maquillar lo que allí sucede mientras no hay consensos, no hay grandes líderes allí, Rusia y Estados Unidos no apoyan la Cumbre, la torpedean, y China lanza acusaciones a las demás potencias de ser precisamente las que quieren imponer algo que ellas mismas incumplen.

Se están poniendo en duda los informes y documentos que intentan con mensajes cada vez más apocalípticos, convencer de la necesidad de *luchar contra el cambio climático* reduciendo el famoso CO2 y eliminando los combustibles fósiles, aplicar la nueva matriz energética para ellos *salvífica*, pero al parecer nada de ésto se logrará imponer, no al menos con el consentimiento de las potencias citadas y varios países más.

Entre todo ésto Theresa May logra frenar el dinamismo del Brexit y ya nadie entiende absolutamente nada, Macrón en Francia con un atentado terrorista, sin poder frenar las protestas que continúan y se planifican para éste Sábado en una nueva etapa, mientras una huelga nacional se lleva a cabo hoy en ese país.

Dos notas quiero compartir escritas por el agudo observador chileno Luis Casado, que nos nutre a la hora de reflexionar sobre lo que ocurre en Francia y que puede ser un evento realmente trascendente ya no sólo en ese país, sino algo que promete ser imparable.



-Ya está, Júpiter habló. Los hermeneutas, intérpretes de la palabra divina, tienen dios propio desde la Antigüedad griega: 
Hermes, más conocido en su versión romana como Mercurio, dios de los mensajeros, los ladrones y los mentirosos.

Los titulares de la prensa son claros: 
Macron satisfizo las esperanzas de los chalecos amarillos, ergo, el movimiento tiene que acabar. 
En las radios, un puñado de arúspices derraman un torrente de palabrería insustancial para hacerle decir a Macron lo que no dijo.

Lo cierto es que Macron no cambia nada, pero arroja algunas monedas. 
No muchas. 
Étienne de la Boétie, allá por el año 1553, había descrito el cuadro:

*Los tiranos eran generosos con un cuarto de trigo, con una medida de vino, con los sestercios, y era terrible escuchar luego los gritos de: ‘¡Viva el rey!’ 
Esos imbéciles no se daban cuenta de que con aquella falsa generosidad no hacían más que recobrar una mínima parte de lo suyo y que el tirano no se la hubiera podido dar si antes no se la hubiese arrebatado*.

Tres medidas de efecto mediato fueron enunciadas. 
La primera muy ambigua: 
*el salario mínimo mensual-SMIC aumentará en 100 euros, dijo Macron, sin que esta medida le cueste un centavo a las empresas*
¡Un 6%! se pasma una cacatúa radiofónica. 
La realidad es otra: 
el SMIC no aumenta. 
Se queda igual. 
Lo que aumenta es la *prima de actividad*.

Para no afectar a las empresas y ofrecerle una limosna a quienes trabajan, el gobierno precedente creó la *prima de actividad* en agosto del 2015. 
Es un *incentivo*, un complemento de salario no contributivo. 
Es decir que no cotiza, y por lo tanto no cuenta para el cálculo de la pensión. 
¿Cuánto es el monto de la prima de actividad? 
La friolera de 132 euros mensuales para un trabajador soltero y sin hijos. 
La prima es degresiva. 
Los € 132 los recibe quien gana 1.150 euros netos al mes. Si ganas un poco más, por ejemplo € 1.470 la prima de actividad es de 15 euros, ¡o sea 50 centavos al día!

Los 100 euros los pagará pues la Seguridad Social, con fondos que le pertenecen a los trabajadores. 
El salario mínimo seguirá siendo tan miserable como antes. 
Macron =con la cara compungida de quien acaba de tomarse una copa de aceite de ricino= practicó las fake-news.

Por otra parte, Macron propone eliminar =parcialmente= el aumento de impuestos que hace poco le aplicó a los jubilados-CSG. 
Un pensionado recibe una fracción del salario que recibía en su vida activa. 
Así, la pensión representa en torno a un 40-50% del último salario percibido. 
Gracias a Hollande, y a Macron, las pensiones están congeladas desde hace más de un lustro, con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo. 
No hay pues aumento de las pensiones, sino restitución parcial de lo sustraído.

Para justificar el aumento de la CSG, Macron ofreció un argumento que vale su peso en oro: 
*Hay que privilegiar el trabajo, a los activos, por encima de los pasivos*
Ahora retrocede, pero con elástico. 
La supresión del aumento de la CSG concierne las pensiones inferiores a 2 mil euros mensuales.

Dos mil euros equivalen a 1,68 salarios mínimos. 
Prueba a vivir en Chile con 464 mil pesos mensuales. 
O en los EEUU con US$ 2.110 =no sube desde el año 2009=
La ventaja de aplastar a los jubilados residía en que no pueden hacer huelga. 
Pero con un chaleco amarillo pueden paralizar el país.

La tercera medida es como las dos primeras: 
un truco. 
Macron propone exonerar de cotizaciones y de impuestos las horas de trabajo suplementarias. 
Como hizo en su día Sarkozy, al abrigo de su inolvidable consigna: 
*Trabajar más para ganar más*
No es pues un aumento de salario. 
Para los patrones es un regalo de navidad. 
En vez de contratar más trabajadores, prefieren aumentar las horas de trabajo de sus asalariados. 
Sale más barato.

A poco andar Sarkozy se dio cuenta que el desempleo aumentaba que era un gusto. 
La Seguridad Social constató la reducción de las entradas que financian la Salud y la Previsión. 
El horario de trabajo real, alcanzado en siglos de luchas sociales, pasó de 8 horas diarias a diez o doce. 
No hay aumento de salario, sino una reducción del costo del trabajo. 
¿Quién paga la diferencia? 
Los impuestos. 
Así llegamos de nuevo a la situación que originó todo.

Hace 40 años que dura este chachachá, un pasito adelante, dos pasitos atrás, y vuelta a empezar. 
Bendito neoliberalismo.

Costo global de las medidas anunciadas por Macron: unos seis mil millones de euros. 
Almas generosas suman lo que no se recaudará de impuestos en razón de la anulación de las alzas previstas =CSG y carburantes=. 
De ese modo llegan a diez mil millones de euros, adicionando lo que nunca recaudó el Estado con lo que pagarán los propios trabajadores.

Ahora bien, el *Crédito de Impuestos Competitividad Empleo*- CICE es una reducción de cotizaciones e impuestos que pagan las empresas, ofrecida con la encomiable intención de facilitar la creación de puestos de trabajo. 
*Un millón de nuevos empleos* anunció en su día, orondo, el presidente de la patronal. 
Años después el resultado es nulo. 
No hubo creación de empleo, pero el costo del CICE sigue pesando en las cuentas públicas: 
40 mil millones de euros al año. 
Un ofrenda al riquerío de 40 mil millones de euros anuales, a cambio de nada.

¿Quiénes son los *asistidos*? 
¿Quiénes viven de la plata del Estado? 
Las grandes empresas y las multinacionales. 
Las grandes fortunas no contribuyen ni con un euro al financiamiento de las medidas propuestas por Macron. Aunque le pedirá a las empresas *que puedan hacerlo* =sic=, que le paguen una prima de fin de año a sus asalariados. 
Tal medida no es obligatoria. 
Y el monto de la eventual prima depende exclusivamente de la conocida generosidad empresarial.

Macron olvidó hablar de los desempleados de los cuales 50% no recibe ninguna indemnización, de la juventud, y de los funcionarios, incluyendo a los policías que envía a reprimir a los manifestantes.

En suma, Júpiter no dijo nada susceptible de apaciguar la indignación de los chalecos amarillos. 
Al término del discurso presidencial la inmensa mayoría coincidió en señalar que Macron les toma por imbéciles. Mala cosa. 
Queda por saber cual será su reacción. 
Una vez más, Étienne de la Boétie, un muchachito que escribió su obra maestra cuando era aun un adolescente, ofrece una respuesta:

*Ahora bien, ese tirano solo, no hace falta ni combatirlo ni matarlo. 
Cae por su propio peso si el país rehúsa la servidumbre. No se trata de quitarle nada, sino de no darle nada. 
No es necesario que el país haga el sacrificio de hacer algo por sí mismo, con tal de que no haga nada contra sí mismo. 
Son pues los pueblos mismos los que se dejan, o más bien que se hacen maltratar, puesto que serían libres con solo dejar de consentir*.



El descubrimiento vale el desvío. 
¿De dónde sacar plata para equilibrar las cuentas públicas? 
¿Cómo reducir el déficit presupuestario del Estado? ¿Cómo reducir la deuda soberana? 
Hasta ahora la solución consistía en reducir los salarios, aumentar el precio de los servicios públicos, jibarizar estos últimos, privatizar todo.

Curiosamente, esa panacea de economista en plan Dr. Strangelove trajo consigo más cesantía, más déficits, más deuda. 
Ni corto ni perezoso Emmanuel Macron =por algo es banquero de negocios= encontró otra vaca que ordeñar: los pensionados. 
El descubrimiento, sin ser original, es innovador en la intensidad.

François Hollande congeló las pensiones durante su mandato. 
Emmanuel Macron mantiene el hielo =no hay reajuste por la inflación=, aumenta un impuesto que pagan los jubilados =la CSG, inventada por un… socialista=, y considera eliminar la modesta fracción de la pensión del marido que le queda a la viuda cuando este muere.

Forzados a recurrir al sistema de Sanidad Pública en razón de la edad, los pensionados ven aumentar su parte del copago en los hospitales, y el que toca a las medicinas que durante mucho tiempo corrieron por cuenta del sistema de Seguridad Social.

Opinólogos, economistas y políticos *responsables* son conscientes del dolor y el sufrimiento que eso provoca, faltaría más, pero estiman que la única dificultad estriba en el enorme esfuerzo de *explicación* que hay que desplegar para que los miserables entiendan el porqué de su sacrificio.

De ahí que cuando alguna prensa malintencionada dio a conocer que François Hollande =cuya calvicie más que incipiente lo acerca a la calvicie a secas= tenía un peluquero personal cuyo salario mensual era de 10 mil euros mensuales, hubo que redoblar los esfuerzos explicativos y sofisticar al máximo las técnicas pedagógicas.

Emmanuel Macron, para justificar los aumentos del precio de los combustibles, echa mano a la alegoría del fin del mundo. 
Los chalecos amarillos le responden que a ellos les vale madre porque no llegan a fin de mes. 
Emmanuel no entiende. 
Hace falta un enorme esfuerzo de explicación para que un reyezuelo integre en sus escasas nociones de economía doméstica el concepto *llegar a fin de mes*. Coluche, hace más de 30 años, decía que lo más duro son los últimos 30 días.

Macron, que se sepa, no dispone de un peluquero personal. 
Pero la primera dama, que nadie ha elegido para ningún cargo y que constitucionalmente es una verruga, recibe los amorosos cuidados de una maquilladora exclusiva, cuya ciencia en materia de pulido de la piel y ocultamiento de arrugas recalcitrantes merece una remuneración mensual de… 10 mil euros, sin contar =la información viene del palacio presidencial= los bonos por veladas mundanas, entrevistas en televisión y otras menudencias.

Desde luego no es este gasto, tan necesario, el que, suprimido, pudiese equilibrar las cuentas. 
Solo da la medida del desprecio que se tiene por los pringaos, los miserables, los preteridos, los currantes, los artesanos, los pequeños empresarios, los funcionarios públicos, los ancianos y los hijos de nada. 
Esa masa de trabajadores que durante el Antiguo Régimen llamaban les manants, o sea los *zafios*, los *patanes*, los *villanos*, los *maleducados*.

La plata, the real money, está en otras manos. 
Se acumula que es un gusto y deviene infértil porque ya no queda en qué invertir, me refiero a inversiones rentables en plan high yield, lo que no deja de entristecer a los milmillonarios cuya codicia no tiene límites.
Confrontado a chalecos amarillos cuya determinación se fortalece minuto a minuto, habiendo jurado cien veces ne pas changer de cap =no modificar el rumbo=, Macron recurre a una finta. 
Propone posponer durante seis meses los aumentos de impuestos y de tarifas.

La respuesta de los chalecos amarillos no tardó: 
*Nos cree imbéciles*, *Es un truco*, *Es una cortina de humo*, *Demasiado poco, y demasiado tarde*. 
Uno de sus voceros declara *Hay que terminar con este mundillo político que solo funciona para sí mismo*.

La cuestión de fondo, ya se dijo, es el aumento del poder adquisitivo, la justa distribución de la riqueza creada con el trabajo de todos. 
En un país que jamás, en su Historia, había sido tan rico, y que ve crecer la pobreza y la miseria en modo vergonzoso.

Las oposiciones, de la derecha a la izquierda, estiman que se trata de una maniobra de principiante. 
Jean-Luc Mélenchon resume el pensamiento de muchos cuando dice: 
*El Primer Ministro, o cede, o se va*. 
A los chalecos amarillos el Primer Ministro se las trae al pairo: 
sus afiches ponen: *Macron dimisión*.

Hasta ahora hemos visto tres manifestaciones, lo que los chalecos amarillos llaman, como en el teatro: Acto I, Acto II y Acto III. 
Una pancarta blandida por un manifestante que bloquea las rutas de Francia pone *Acto IV: 
Revolución Francesa*. 

Hay un llamado a manifestar el sábado próximo…

Los estudiantes, liceanos y universitarios, comienzan a rebelarse, y sus manifestaciones son extremadamente violentas, signo de la presión acumulada a lo largo de años de desgobierno. 
Los sindicatos de transporte de mercancías llaman a la huelga. 
Los recortes presupuestarios tienen al personal hospitalario al borde de la crisis de nervios. 
Los comerciantes, curiosamente, apoyan ampliamente a los chalecos amarillos.

Macron está jugando con fuego. 
Si las manifestaciones continúan, París y otras grandes ciudades necesitarán algo más que una maquilladora exclusiva.

Júpiter...al asumir la presidencia Macron anunció que sería un mandatario jupiteriano =sic= bien podría ser enviado de regreso al claustro materno.
Con o sin peluquero.

Abrazo.

Gilgamesh***

Fuente;
-politika

miércoles, 12 de diciembre de 2018

* Ex-Machina-80 *

***Óptima noche de Miércoles para todxs..




Antes de presentar el audio correspondiente al tema habitual quiero enviar un gran saludo al querido Alejandro Hunter Lehaim, quien está atravesando momentos complicados.

Pido a ésta bella hermandad que se ha formado aquí en éstos años a que enviemos toda la energía posible al querido Ale, toda la luz posible para que esos inconvenientes se resuelvan de la mejor forma, y decirle que estamos con él aunque la distancia física quiera impedir que todos estemos unidos.

Ale, justamente nos dejó el registro de un cometa, y según su decisión, el último, dado que según él, ésta forma de agasajar a las y los lectores, debía ya llegar a su final.

No le puso nombre dado el silencio en la sección comentarios, y yo iba a llamarle entonces; *silencio*, pero vaya entonces éste cometa a llamarse HUNTER, en honor a éste entrañable amigo y hermano, por quien pido vuestro solidario pensamiento positivo, deseando que todo salga de la mejor manera posible, y que el Padre lo ilumine en todo momento a él y a sus familiares.



Estamos con vos querido Ale, como antes, y como siempre hermano, los silencios no existen.




Hemos sido inducidos a protagonizar una cultura de la enfermedad, medicados masivamente y patologizados.
Nuestra dependencia estatal se ha vuelto a su vez, en una mercantilización de las relaciones familiares, y se han destruído nuestros lazos comunitarios y de vecindad.

Además un pedido muy especial por un hermano, un queridísimo amigo del blog y de éstos audios.
Alejandro, a quien Domi cita al inicio.


Fuerte Abrazo.

Gilgamesh***

-podcastgilga

* Zombificados; indigencia cognitiva *

***Hermosa jornada de Miércoles para todxs.


En 1987 Aker y Meyers en sus estudios, estimaban que un sujeto común cualquiera, estaba expuesto a unos 300 o 400 mensajes *persuasivos*, eso que solemos llamar hoy, bombardeo informativo.
En el 2013 Andrejevic actualizó el estudio debido al impresionante desarrollo tecnológico de la comunicación especialmente por internet y las redes sociales, lo cual arrojó como resultado una cifra ya ..incalculable...lo cual le llevó definir que la sociedad estaba *sobre-comunicada*, lo cual nos vuelve *indigentes cognitivos*, término acuñado por Fiske y Taylor en el año 1991. 

Resumiendo, se concluyó en que los humanos, cuando estamos bajo presión de tiempo o algunas situaciones complejas de la vida tendemos a sobre-simplificar los mensajes que recibimos de nuestro entorno, y eso que actúa mecánica o naturalmente *por defecto*, nos lleva a una privación de la comprensión de dicha realidad que nos rodea. 
Respondemos de manera emocional.. anulando la opción racional. 
Así nos volvemos fáciles de persuadir con un mensaje inteligentemente concebido para hacernos ver la realidad que el ingeniero social quiere..., y ésto funciona mucho mejor con encuadres negativos que positivos.

Estamos propensos a *comprar* mensajes negativos, que por ejemplo, en el uso que hoy se acostumbra en materia de lavado de cerebros, políticamente hablando, influye y mucho en nuestras decisiones cuando debemos evaluar candidatos a la hora de votar.

Ésta perversa manipulación social obra con mayor éxito en personas de inteligencia media, es decir que el menos inteligente carece de capacidad para interpretar los mensajes persuasivos, y el muy inteligente al disponer de una mayor capacidad de pensamiento crítico puede discernir y reflexionar sobre el mensaje persuasivo, entonces los receptores con inteligencia ni muy alta ni muy baja son las principales víctimas de ésta ingeniería, es decir las mayorías.

En los últimos tiempos la ingeniería social se viene valiendo y mucho de éstas estrategias y no es casual entonces que tanto las corporaciones económicas como las políticas poderosas, hayan incluído al individuo de baja inteligencia para volverlo útil, tanto a la hora de volverlo un consumista como un votante contranatura.
He allí la magia de muchas campañas publicitarias destinadas a hacer creer al sujeto que él puede *pertenecer* al escalón social inmediato si se integra *consumiendo* lo que consume el de más arriba, y en las campañas políticas destinadas a inducirlo a votar a su verdugo se apela a emociones básicas que la propaganda bien sabe manipular

En una botella de un litro...sólo cabe un litro, no más, y con el complejo neuronal humano que hace al almacén de capacidad de procesar todo lo que los sentidos recolectan y transmiten al núcleo pensante cerebral, pasa lo mismo...

Ésto lo hemos analizado a lo largo del presente año a través de varios posts que nos hablaban del vértigo comunicacional y especialmente con mucha más potencia la telefonía móvil. 
Aparato que ya forma parte del cuerpo humano, apéndice externo adosado por voluntad propia pero inducida por el carácter adictivo de dicho dispositivo.
Puedo dar fé, al no utilizar teléfono móvil quizás tengo más tiempo para observar, y soy testigo del descalabro que produce en las personas.



Los sonidos que avisan la entrada de un wasap o un mensaje de texto, o un comentario en alguna de las tantas redes sociales activadas en tiempo real, me han permitido ver como el individuo que estaba ejecutando algo, sea un trabajo manual o mental, de inmediato entra en turbación, desequilibrio en sus movimientos, descordinación de sus centros de atención, y desconexión espaciotemporal.
Si algunos de ustedes se han tomado el mismo trabajo de prestar atención a ésto, no me dejarán mentir.

Si había una charla cara a cara y se interrumpe por un aviso del móvil...ya nada vuelve a ser lo mismo.

Ésto vendría a ser como estar reunidos en una larga mesa con muchas personas y cada una te habla de una cosa distinta, difícilmente puedas si quiera enfocar a uno solo para prestarle atención, ante lo cual entrás en un estado cortocirtcuital pero...de tus neuronas..

Imaginen cuando hay que ir a votar..., el bombardeo informativo premeditado y hábilmente pregeniado te acosa cada vez que navegás, sumado a esa constante práctica de pretender atender al móvil cada vez que da aviso de algún mensaje, ya no estás bien....

Tu cabeza no está bien...si te cabía un litro te están metiendo un río, y el almacén de procesamiento mental se desborda.

Así, estamos perdiendo la capacidad más básica que es *pensar*, no hay tiempo para pensar, porque esa multiplicidad de contenidos no te permite enfocarte puntualmente ¡¡¡en ninguno!!!.

No es tampoco casual que veamos los resultados electorales que estamos viendo y cómo hemos perdido la noción básica de la importancia de votar, con qué consciencia, qué significa la democracia, cuáles son nuestros derechos, qué debemos exigir, y ya sabés...el sistema necesita ignorantes.

Hemos entrado a una era en la cual la ignorancia ya no es patrimonio del indigente o de quien no ha podido ir a la escuela primaria, hay una ignorancia existencial que se está llevando puesta a una generación embrutecida por la tecnología, que más bien deberíamos denominar *comunicación alienante*.



Imaginate...es como si se nos hubiera modificado la capacidad auditiva y de repente nos empieza a entrar la voz de todas las personas que hay en un kilómetro a la redonda, o nuestra capacidad de pensar e imaginar se viera de repente invadida por lo que están pensando todos en un mismo radio de distancia.

Nos estallaría la cabeza...y eso es lo que está ocurriendo poco a poco, enfermando a la gente no sólo con lo que irradian las antenas o los celulares al cuerpo físico, sino peor aún...tarando nuestra capacidad mental de *procesar*.

Imaginate cuando a todo ésto se le agregó eso de los *grupos* de watsap...sean laborales, vecinales, por el colegio de los niños, etc., donde sumamos *litros* a una pobre botella neuronal en la cual no cabe más que un litro.

Parientes, amigos, conocidos, etc., alguien que te cuenta que se quebró una pierna, otro para decirte que el lunes la escuela cierra por desinfección, otra que está aburrida y no encuentra mejor idea que contarte su pelea de anoche con su marido, el vecino para decirte que cuidado con un tipo que anda merodeando la cuadra, tu prima que se olvidó de la receta para el budín de pan, tu marido para contarte que se peleó con el jefe y no lo aguanta más, y bla bla bla...

Abrís tu face y una cascada de pelotudeces que escriben los 70 contactos que tenés te llevan desde un video del gato que baila hasta el divorcio de la actriz, a la balacera en un centro comercial, y las frases de autoayuda y superación que nunca faltan. 
Mientras tanto en alguna parte de la pantalla la plataforma *te sugiere* leer alguna información política, que casi siempre está relacionada con lo que vos escribís, o incluso pensás y que volcás en tu muro, o lo que piensan quienes se contactan con vos.



La ensalada mental es...fenomenal...
Y ahí estás...todo el día con el aparato en la mano, o al lado de la cama en la mesa de luz, o en cualquier bolsillo que tu ropa pueda portar, en la cartera de la dama, en la cintura del caballero, en la luneta del coche, en la mesa donde estás comiendo..

Y el *coso* ese suena, suena y suena a cada rato...te fuiste de la vida real...entraste en un mundo virtual hecho a la medida de quienes te quieren así..., no prestás atención a nada excepto a que el adefecio comunicativo te avise que hay un mensaje nuevo.

Efectivamente hay una sola cosa positiva en todo ésto y es que la televisión...no alcanzaba, lo cual indica que el gran titiritero sabe que podemos resistir, pero como ese boxeador contra las cuerdas, el titiritero tira trompadas sin parar para que no reaccionemos y ésta forma disruptiva tecnológica es una manera de tenernos contra las cuerdas, boyo tras boyo, mandoble tras mandoble, cazote va, cazote viene, a la mandíbula, en los pómulos, y en la sien.

Pero la golpiza es planificada de manera tal que, ni caigas de bruces y pierdas la consciencia, ni recuperes la consciencia pero sigas de pié.

Estado de borrachera mental, zombificados, saturados, sobre-exigidos, superados, y en cortocircuito permanente.

No entendés nada, entonces todo parece ser lo mismo, todo te da igual, vas al baño y en lugar de limpiarte el trasero tu mano te hace sonarte la nariz, vas a ponerle sal a la comida y le tirás azúcar, vas a tomar la pastilla y te metés en la boca la llave del auto, te dicen que abrás la puerta y abrís la ventana, te piden la hora y le das el pronóstico del tiempo, estás...y no estás.



Así vamos a votar en un comicio....tan confundidos y manipulados que al final...atentamos contra nuestros derechos en un sindrome de Estocolmo cada vez más aterrador.

Del móvil y la tecnología alienante ya he dicho bastante, concedo entonces al gran Tim Wu, Profesor de Derecho en la Universidad de Columbia, experto en legislación antimonopólica especialmente en el ámbito de las telecomunicaciones, creador del concepto *neutralidad en la red*, y autor de *El interruptor principal: Auge y caída de los imperios de la información*, a él le concedo, decía, nos refresque la memoria sobre lo que deberíamos concebir como *Democracia*;



A lo largo de los últimos decenios, muchos en Occidente han llegado a aceptar una concepción notablemente estrecha de para qué sirven la economía y una democracia. 
La economía existe para enriquecernos, o al menos para pagar las facturas. 
Se cree que funciona cuando suben la bolsa y el PIB. Democracia es votar por alguno que esté *de tu lado*. Ambas están vinculadas cuando votas por alguien que promete que te hará rico, o al menos que te bajará los impuestos.

A riesgo de afirmar algo que se ha vuelto obvio en años recientes, esta visión materialista de la economía y la democracia es, en el mejor de los casos, pobre; y en el peor, es peligrosa. 
La insatisfacción económica prolongada y nuestra concepción de la democracia poco consistente han abierto un agujero espiritual que ha empujado a los votantes de Estados Unidos, Europa y Sudamérica a los abrazos de populistas irritados y nacionalistas, que ofrecen un nuevo espiritualismo basado en la nación.

Pero hay otra tradición democrática, prácticamente perdida, en la que los objetivos de una democracia y una civilización digna están irreductiblemente ligados al vigoroso desarrollo de sus ciudadanos en dimensiones sociales, intelectuales y espirituales. 
En esta vieja concepción, una democracia excelente es aquella que sirve de crisol para la forja del buen carácter y la búsqueda de una vida digna: una que incluye la seguridad material, pero que también va más allá.

Esta versión de la democracia no pone el acento en las urnas o en los valores bursátiles, sino en la calidad de la vidas de los ciudadanos tal y como son vividas. Reconoce, de este modo, que el crecimiento personal saludable no ocurre por sí solo: requiere de libertades y seguridad con las que el florecimiento humano sea posible.

Según esta noción, todos los ciudadanos deberían tener la seguridad como para trascender una brutal refriega por la supervivencia y sentirse a salvo, y la libertad para aspirar a hacer algo más con sus vidas. 
Como una vez lo expresó el jurista estadounidense Louis Brandeis: *el derecho a la vida garantizado por nuestra Constitución debería ser entendido como *el derecho a vivir, y no meramente a existir*.

La opinión de Brandeis tiene implicaciones radicales respecto a cómo deberían ser un país y su economía. 
En particular, exige que reconozcamos, limitemos y equilibremos sendos peligros sobre nuestras vidas: tanto el de la opresión gubernamental como el de la coerción privada. 
Eso significa, claro está, la protección ante la censura y la represión del gobierno. 
Pero también significa libertad ante la dominación industrial, la explotación o tanta inseguridad económica como para que uno tema constantemente al desempleo o a la pobreza. 
Como escribió Brandeis, nadie es realmente libre *si depende, en el terreno laboral, de la voluntad arbitraria de otro*.

Desde la revolución industrial, hemos tenido que contar con el crecimiento del poder privado: antes en forma de trust o cártel, ahora en la forma de la gran corporación, el monopolio y la multinacional. 
El poderío y la riqueza de estas instituciones puede exceder incluso el de los gobiernos. 
Especialmente en los Estados Unidos, estas empresas también han reivindicado para sí mismas muchos de los derechos políticos de la ciudadanía: el derecho a la libertad de expresión, a gastar dinero para influir en la política y a la libertad de culto corporativo =hasta ahora, prácticamente todo excepto el derecho a votar=.

Para la mayoría de las personas en los países industrializados hoy en día, nuestro sentido de la autonomía y la seguridad está igual o más influenciado por fuerzas privadas y estructuras económicas que por el gobierno. 
Las condiciones de trabajo =desde la cantidad de nuestro salario y la duración de la jornada, hasta los riesgos de ser despedido, acosado o maltratado por los jefes, e incluso la seguridad personal= determinan hoy qué parte de nuestras vidas es realmente vivida.

Fuera del trabajo, nuestras vidas diarias están también profundamente determinadas por cuestiones económicas como el alquiler, el acceso al transporte o la compra diaria de alimentos, así como el seguro médico, incluso mucho más que cualquier otra libertad abstracta. 
Es por eso que la libertad real debe ser comprendida como ausencia de coerciones públicas y privadas: un aspecto que ha sido completamente olvidado por los denominados libertarianos, conservadores, e incluso la mayoría de neoliberales.

Esto dirige a otra intuición crucial ulterior: que el *gigantismo* =la dominación de la economía y la política por parte de empresas gigantes= es una calamidad.

Desde la perspectiva de la libertad individual hay una diferencia fundamental entre una economía dominada por multinacionales gigantes y una que abarque intereses más pequeños en condiciones de competición. 
Cuando el poder privado está concentrado, los ciudadanos corporativos =las empresas= pueden desplazar con sus exigencias a los humanos. 
Emerge cierta inhumanidad, y perdemos de vista que el florecimiento humano debería ser el objetivo.

Las condiciones de trabajo hacen esta dinámica particularmente clara. 
En los Estados Unidos, los empleados están sujetos regularmente a infracciones que van desde lo invasivo hasta lo abiertamente tiránico. 
A los trabajadores poco cualificados se les prohíben regularmente las conversaciones casuales o demorarse en la tarea =a lo que Walmart llama *robo de tiempo*=, se les deniega el acceso al baño =Tyson Foods=, son cacheados al salir del trabajo =Amazon=, o sujetos a controles antidroga masivos sin sospecha alguna, incluso para trabajos rutinarios =en muchas industrias=.

Más en general, el crecimiento de empleos inestables a tiempo parcial y su otra cara, la sobrecarga de trabajo, ha tenido un efecto corruptor y corrosivo sobre cómo la vida es realmente vivida. 
Tal vez más perniciosamente, el poder privado, tal y como se experimenta en la forma de un puesto de trabajo pleno de dominación, puede destruir la vida familiar. 
Esto tiene efectos intergeneracionales profundos, obstaculizando el desarrollo y limitando las oportunidades futuras de los hijos cuyos padres no pueden dedicarles el tiempo y la atención que necesitan.

Proteger la libertad humana y proveer de la seguridad consistente con la prosperidad humana no requiere solo de regulaciones humanas de las condiciones de trabajo, sino también de una economía abierta, compuesta de pequeñas empresas que realmente obedezcan las leyes. Para lograrlo, necesitamos poner fin, o al menos limitar radicalmente, el poder de los monopolios.

Como Brandeis entendió, la verdadera libertad implica una suspicacia contra las corporaciones enormes y los gobiernos enormes. 
El principio unificador es este: 
el poder concentrado en cualquiera de sus formas puede ser peligroso; las instituciones deben construirse a escala humana, y necesitamos, por encima de todo, perseguir metas humanas.

Abrazo.

Gilgamesh***

Fuentes;
-sinpermiso