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viernes, 5 de abril de 2019

* Guerra psicológica *

***Muy pero muy feliz alfinViernes para todxs.

Del miedo...suele decirse que *paraliza* y cuán cierto es ésto.

Hay un miedo que es natural, un acto reflejo ante una real e inminente agresión o amenaza que opera como un veloz resorte tendiente a evitar ser agredido.
Pero hay miedos inducidos, esos que siempre se han utilizado para manipularnos y mantenernos en un estado que muy bien..le conviene a ciertos actores de la vida social, política y también individual.

Decía J. Lash en sus estudios sobre los arcontes que una de sus poderosas armas era instalar en nosotros el miedo, miedo a hacerles frente, miedo a su poder, miedo a lo invisible.
Por tanto, vencer ese miedo, desintegrarlo, hacerlo desaparecer, dejaba a los arcontes tan indefensos que dicho poder se diluía, haciendo que el miedo inducido lo terminaran padeciendo ellos...

C. Jung también escribió y mucho sobre ésto.

El miedo psicológico como arma, no sólo en las guerras militares, hoy...la manipulación mental por vía de los medios masivos de comunicación y las nuevas tecnologías que tienen al mundo de rodillas están siendo un material de estudio y reflexión, *fundamental*.

El hechizo, como suelo llamarle, tiene que ser primero detectado, luego estudiado y finalmente ..derrotado.
Todo un tema...realmente apasionante que nada tiene de ficción sino de extrema realidad.

Precisamente días atrás tomé conocimiento de una noticia que me impactó, mucho más cuando profundicé en el asunto y fuí a dar con el material que se cita, pero primero les comparto esa noticia;



-Osvaldo Vergara Bertiche es rosarino e hijo de ferroviarios.
Estudió en el Politécnico, donde dio clases muchos años.
Alejandro Braile es bonaerense.
Los dos trabajaron en el Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego *hasta su disolución por decreto, el 30 de diciembre de 2015* =el gobierno no dejaba de dar señales de cuál sería su rumbo=.

Bertiche fue vicepresidente del Dorrego y Braile redactor e investigador.
Nada dispuestos a abandonar la lucha por las ideas y la difusión de los verdaderos hechos de la historia de la *patria grande*, actualmente están en el Instituto Federal de Historia Argentina e Iberoamericana Coronel del Pueblo Manuel Dorrego.
Juntos escribieron *La guerra psicológica*.

Tributo a Ramón Carrillo, que revela aspectos poco conocidos del pensamiento del gran sanitarista:
las guerras psicológicas que grupos poderosos ejercen sobre el campo popular.

La obra fue presentada en el Smata, el gremio que apoyó la edición del trabajo.

–¿Para qué escribieron este libro?

Para la gente que no me va a leer jamás, para tratar de llegar a mis pares, los trabajadores, y que ellos me permitan contárselo.
Porque el lugar de este libro no son las bibliotecas ni las librerías, son los sindicatos.
Por eso me enorgullece tanto que lo hayamos presentado en Smata, con más de setecientas personas, casi todos con el mameluco de trabajo, dice Braile.

Como autores, hemos asumido un compromiso, desde siempre, que nos ubica de un lado de la *grieta*.
Del lado de nuestro pueblo.
Por lo tanto, escribimos para *alertar* sobre qué nos pasó, qué nos pasa y qué puede volver a pasarnos, si no somos capaces de darnos cuenta del fraude que significa la *manipulación* por parte de los sectores dominantes. =amplía Bertiche=.

Y los destinatarios son *los nadies*, de quienes los periódicos no hablan, ni son escuchados;
los que no tienen nada, los excluidos, los marginados, utilizados, solamente, para crear riqueza; 
*los nadies* que *no son seres humanos, sino recursos humanos*, al decir de Eduardo Galeano.

–¿Y por qué eligieron esta faceta de Carrillo?
Es conocido especialmente como sanitarista...

Lo que pasó fue que me provocó una enorme curiosidad encontrar la versión taquigráfica de tres charlas de Carrillo sobre la guerra psicológica.
Apenas empezaban a esbozarse los primeros comentarios sobre eso, y ya Carrillo se ocupaba del tema y lo estudiaba.
¡Increíble!
Carrillo era multifacético.
Como sanitarista, fue el primer ministro de Salud de la Argentina, el que organizó el sistema de salud pública.
Pero en realidad ésa fue una *segunda* especialización para él.
Empezó como neurocirujano y neurobiólogo.
Fue un científico brillante y pudo haber llegado al Nobel, pero eligió otro camino y desarrolló el aspecto más social de la medicina, el colectivo =cuenta Braile=.

-Bertiche agrega:

El *por qué* está referido a la necesidad de poner en valor que el doctor Ramón Carrillo nos advirtió sobre la *guerra psicológica* hace 69 años, y no aprendimos la lección o bien no conocimos ese mensaje.
Este libro, que vio la luz gracias a Smata y a su secretario general, Ricardo Pignanelli, es un manual para enfrentar en el campo de la cultura la *colonización pedagógica* =Jauretche dixit= de la que somos objeto.
Partimos de la premisa de que, si no se sabe historia, nada se sabe.
En los últimos 15 años se impuso en nuestra patria una suerte de *genocidio mental*, a través del perverso mecanismo de la *mentira organizada*, cuestión que ya abordó Carrillo en esas charlas.

–¿Cuándo dio esas charlas?

Fue en 1950.
Estaban dirigidas especialmente a la oficialidad, que podía ser permeable a estas operaciones.
Los oyentes son en su mayoría los que después dirigirían el *55*.
La derecha ya se estaba preparando...
¡Los desprevenidos fuimos nosotros!
Todo lo del 55 en adelante fue parte de la guerra.
Y Carrillo decía que en una guerra mueren los mejores y sobreviven los débiles.
Por eso fue tan terrible la derrota del 76 =reflexiona Braile=.

–¿Y cómo se revierte?

Soy optimista y creo que ya la estamos revirtiendo.
Al volver a la democracia, tuvo que pasar mucho tiempo para que pudiéramos volver adonde estábamos antes.
No sólo hubo una generación masacrada sino que se interrumpió el traspaso.
Los muertos y los desaparecidos no pudieron entregar sus saberes y sus experiencias.
A partir de 2003, la juventud se unió a la lucha política y ahora sí jugamos con los mejores.
Por eso ahora podemos dar la pelea en mejores condiciones.

–¿Y en qué cree que unas conferencias de Carrillo en 1950 pueden ser útiles hoy?

La potencia de la guerra psicológica es enorme.
Somos permeables a las informaciones que no podemos refutar, y entonces, si estamos mal informados, somos fáciles de engañar.
Y además nos cuesta admitir que nos manipularon.

El material analizado nos puso en guardia.
La práctica de teorías tales como *posverdad*, *guerra psicológica*, *de cuarta y quinta generación*, tienen un fin nefasto:

*apoliticidad*, *ahistoricidad* y *desmemoria*, y fue asumida por los medios masivos monopolizados de comunicación, para concretarlas mediante la *manipulación de la información*.
Esta manipulación a su vez se transmite al *discurso oficial* del actual gobierno, creando una *confusión* en el campo de las ideas, lo que les permite llevar a cabo políticas públicas a contrapelo de los intereses legítimos de las mayorías populares =tercia Bertiche=.

–Ahora son las fake news...

Carrillo definió la guerra psicológica como una *nueva arma de lucha, es suscitar en el adversario un clima mental, una atmósfera, diríamos así, consciente o inconscientemente, de pre derrota*.
Y ahora llegamos a una etapa en que los medios de comunicación inciden más que nunca en la formación de las nuevas generaciones.
Imponen candidatos, formas de gobernar y de hacer política, y los presentan como verdad absoluta.

-Bertiche concluye, con la tácita aprobación de Braile:

Carrillo nos dejó una conclusión, que hoy más que nunca debemos tener en cuenta:
la guerra psicológica tiende, fundamentalmente, a crear miedo y para neutralizarlo *es necesario fomentar la rabia como arma defensiva*, lo que significa encontrar un antídoto para que, por ejemplo, alguien no vote en contra de sus propios intereses*.

Realmente notable...
Desde mi casi nulo caudal académico respectivo a ésta rama de la ciencia, pero sí desde mi caprichoso interés y tezón por investigar y leer sobre éste tema, he advertido en numerosas oportunidades sobre el grado de interés de inducirnos a la anomia, a la anemia militante, a bajar los brazos, a que todo da igual, a que nada va a cambiar, a volvernos entonces en individuos completamente divorciados de lo social, como si volverse *apolítico* fuera un mérito del cual ufanarse.

Verán...si el ladrón nos prepara para ser *robados* por él, y que llegado el momento alegremente le facilitaremos su faena dejando que se lleve todo..no tengan dudas de que él, habrá escrito en nuestra mente *su profecía* que nosotros..haremos cumplir.

No sólo que se llevará todo sino que además vendrá por más, vendrá por nuestros seres queridos, y finalmente nos usará como esclavos para limpiar sus inmundicias cada vez que encuentre a otro *entregado* y le arrebate todo, dejando la mugre para que nosotros la limpiemos con la lengua.

Sumisión...en definitiva, cuando estás en el suelo no se apiadan de vos, no.., te pisan más la cabeza.
A eso apunta éste *nuevo órden* que se está instalando exitosamente con nuestra complicidad de *no resistirnos*, y es obvio porque las *resistencias pasadas* siempre fracasaron.

No es cuestión entonces de *fuerza*, de bestialidad, de violencia para resistir, si no de...inteligencia, o mejor dicho de *alzar el escudo mental*.
Abstenerse quienes crean que dicho escudo es para sacar ventajas materiales o afectivas, no no, hablo de resistirnos al peor enemigo que tiene dos cabezas, una; la que anida en nuestra propia mente, otra; la del sistema externo con todas sus artimañas, hoy potenciadas por la tecnología y los medios de comunicación.

Decía al inicio que luego de leer la nota me sentí compelido a buscar el material y lo hallé.
Es realmente my extenso como para compartirlo aquí, pero les dejo como siempre al pie, el link correspondiente.

Voy a cerrar entonces con un extracto de mi elección,como para interesarles a ustedes también, aclarando que el Dr. Carrillo le hablaba a personal militar, sin embargo, hoy nosotros debemos extrapolar aquello y adecuarlo a un órden *no militar*, si no..tecno-mediático-propagandístico;



-Presentación por Mariela Szirko.

Esta magistral síntesis técnica carrilliana conserva mucho que decir al lector inteligente de hoy:
en particular a los estudiantes, tanto secundarios como universitarios, y a los científicos jóvenes que necesitan vislumbrar el real escenario en que se desarrollará su actividad.

Se trata de la versión taquigráfica tomada por la Subsecretaría de Informaciones de la Nación =hoy SIDE, Servicio de Inteligencia del Estado= durante el curso de tres clases sobre guerra psicológica =conocimiento y utilización de la psicología como arma de guerra= brindado en 1950 por el Ministro Prof. Ramón Carrillo a los jefes y oficiales de la Escuela de Altos Estudios.

Sus secciones obsoletas debido al cambio tecnológico no ofuscan esta *redonda* sinopsis.
Tampoco deslegitiman su propósito de defender los progresos culturales, ardua y aún sólo tímidamente logrados, incluso ante una globalización de los intereses y una financiarización del *mercado* que Ramón Carrillo llegó a presagiar pero no a padecer.

Pero ni siquiera los mencionados progresos culturales, tan frágiles y tan fácilmente destruibles por erigirse como el mayor obstáculo a la dominación sectorial excluyente, valen para Carrillo por sí mismos, sino sólo como medio para que la gente =toda la gente, sin exclusiones= pueda desarrollarse en plenitud.

La guerra psicológica es hasta más difícil de contener, no digamos ya de eludir, que la violencia física, pero su conocimiento crea contra ella defensas que no podría crear contra las balas;
y ese es el propósito de las investigaciones de Ramón Carrillo en la materia, que expone y comparte aquí.

-Qué se entiende por guerra psicológica

Para tener un conocimiento exacto de lo qué se entiende por guerra psicológica y cómo debe ser empleada, es necesario remontarse al examen de la psicología de las masas populares, de las tropas y de sus jefes, en el instante en que debe estallar la contienda.
Debemos conocer muy bien los elementos constitutivos de todos sus estados psicológicos, en sus distintas etapas, pues todos ellos, a su vez, nos dan, también, el propio clima psicológico y nos permitirán utilizar hasta el máximo los grandes resortes de esta arma novísima.

La GP es un arma ofensiva y defensiva.

La guerra psicológica puede llevarse a cabo mediante dos escuelas:
la norteamericana y la alemana.
Digo escuelas y debería decir estilos, pues es más exacto por hoy, ya que en verdad no hay aún dos academias perfectamente delimitadas.
Someramente, puede decirse que el estilo norteamericano, más reciente, adolece de serias deficiencias que lo tornan excesivamente primario, pues se funda =casi con exclusión= en un concepto propagandístico.

El estilo alemán, al que hay que agregar el actual estilo soviético, es más profundo, más doctrinario, y llega por lo tanto más hondo al espíritu de las masas, combatientes o no.
La propaganda, para esos estilos, es meramente un aspecto mecánico de la guerra psicológica:
un elemento subsidiario, no intrínsecamente fundamental.

Porque, repito, el objetivo primo de la guerra psicológica es crear, en el o los adversarios, un clima mental, una serie de sentimientos que, conduciéndolos por las sucesivas etapas del miedo, del pánico, de la desorientación, del pesimismo, de la tristeza, del desaliento, en fin, los lleve a la derrota.
Y viceversa, crear en el medio propio un clima neutralizador de esos sentimientos.
El clima de la rabia, con todos sus matices.

En una palabra:
un clima de derrota y otro de victoria, de donde tenemos los dos aspectos de la guerra psicológica:
el ofensivo y el defensivo, que por la parte contraria debilita al adversario y por la propia lo exalta.

La Biblia refiere diversos hechos acaecidos en la antigüe­dad y entre ellos se destaca el caso de Gedeón.
Este personaje bíblico excluyó a 25.000 soldados de entre los 40.000 que tenía que seleccionar para integrar su ejército, porque sus hombres confesaron, después de una serie de interrogatorios, que tenían miedo a la lucha.
Hizo así una selección psíquica, psicológica.

El ejército de Gedeón quedó integrado, entonces, por 12.000 hombres.
Posteriormente comenzó a practicar entre sus soldados la selección física, mediante una prueba que consistía en tomar agua de un arroyo sin doblar las rodillas;
aquéllos que no fueran capaces de hacerlo eran excluidos.
Como resultado de esta nueva prueba, solamente integraron sus contingentes trescientos soldados.

Gedeón, teniendo en cuenta que la empresa que iba a acometer era sumamente delicada e importante, aplicó un criterio selectivo muy riguroso y estricto.
Pero obsérvese que, en principio, le guió un concepto superior al físico.
El ánimo de su ejército fué su interés primordial.

Posteriormente, los ejércitos recurrieron al número, dando preferencia entonces a la constitución física del soldado.
Las guerras del siglo que corre han puesto de nuevo en primer término a la inteligencia:
esto es, que no importa tanto la capacidad orgánica, en cierto modo anatómica del soldado, sino su espíritu, su psiquis.

El miedo es un estado psíquico reflejo, establecido pues inconscientemente, incontrolable, que paraliza las actividades de la guerra y detiene asimismo toda defensa.
Se produce cuando el instinto de conservación se ve acosado por un hecho exterior que amenaza la integridad física o moral del individuo.
El que tiene miedo, ya se sabe, pierde toda posibilidad de defenderse.
Este estado psíquico del miedo atraviesa por distintas etapas ascendentes:
la prudencia, la cautela, la alarma, el temor controlable, la ansiedad que puede hacerse angustiosa y hasta desesperada, el pánico y, finalmente, el terror.

La prudencia se manifiesta porque la gente comienza a ser parca en sus expresiones y a mantenerse discreta: es la primera etapa del miedo.
Luego, ya surgida la desconfianza en las noticias recibidas, la población queda en estado de cautela.
A esto sucede la alarma, que deja de ser una manifestación interna, pues el individuo ya expresa lo que siente, es decir, comienza a exteriorizar su inquietud.
En este caso, la población hállase alarmada, o, lo que es igual, ha pasado del estado de prudencia y de cautela al de acción.

Una etapa posterior por la que atraviesa el miedo es el temor, que en el individuo se manifiesta no solamente en la incredulidad de las noticias recibidas sino en la adopción de medidas de defensa.
Para ejecutarlas controla ese temor.
Cuando, en su inquietud, busca dónde refugiarse o cómo salir de la situación y no logra su objetivo, entra en estado de ansiedad si no divisa ni vislumbra en detalle el objeto temible y de ansiedad angustiosa o angustia cuando lo presiente o avista, de desesperación ante su proximidad, y entonces se mueve y se agita incontroladamente.

La etapa subsiguiente corresponde al pánico, que se pone en evidencia cuando el hombre gesticula y pierde completamente el control.
De pronto ese pánico lo paraliza de golpe, y el individuo se sienta en un banco y permanece inmóvil:
es el terror.

Todo esto que ocurre con un individuo, sucede con la colectividad, con las reacciones de las masas.
De manera que hay que neutralizar los efectos de la alarma.
En esta escala del miedo, se desencadenan una serie de factores que contribuyen a organizarlo.
Una de las causas que determinan la aparición del miedo es la sensación de la carencia de comando.

Fuerte abrazo.

Gilgamesh***

Fuentes;
-pagina12
-electroneubio

5 comentarios:

  1. +1

    No había visto esta charla. Excelente
    Utopías, miedos, fobias...

    https://www.youtube.com/watch?v=0qVcTOhrj0M


    Saludos

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  2. Plus One.

    Somos permeables a las informaciones que no podemos refutar, y entonces, si estamos mal informados, somos fáciles de engañar.
    Y además nos cuesta admitir que nos manipularon.

    Queda todo dicho...., por eso....

    Gracias HermanO.

    Fuerte abrazo.

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  3. Mario;
    gracias hermano, excelente material, aquí en los medios masivos ni una sola palabra. En los alternativos sí.
    Lo importante es seguir juntándonos para hablar de éstas cosas, lamentablemente siempre los destiempos..
    Cuando América del Sur =especialmente= se unía y todo ésto era moneda corriente, México miraba para otro lado, o mejor dicho su población elegía lo contrario.
    Hoy México mira su nuevo despertar en soledad, mientras América del Sur ha elegido lo que eligió.
    Pues ojalá...ojalá éste año vuelva a poner las cosas en su lugar y nos encuentre a una gran mayoría de latinoamericanos mirando hacia un mismo lado, el que nos haga sentir más unidos que nunca y a tiempo..Abrazo.



    LEHAIM;
    excelente extracto amigo, queda todo dicho, somos parte del problema..jeje.Abrazo.


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  4. Muchas gracias por esta publicación. Osvaldo Vergara Bertiche, coautor del libro "La Guerra Psicológica - Tributo a Ramón Carrillo.

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  5. Unknown;
    ¡¡A usted Maestro!, fuerte abrazo.

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Muchas gracias por tu aporte. Aún las diferencias enriquecen las conclusiones.
Gilgamesh.

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