***Gran inicio de Sábado y de Junio para todos.
¿Qué hay con el Sol?
Poco y nada.
Vale la pena destacar que tenemos la cuarta visita de la mancha ex 2740 y la tercera visita de su compañera vecina ex 2741.
Pero en realidad la luminiscencia que se observa en el lugar de ex 2740 es su alma, ya que la mancha no existe como tal.
NOAA la ha declarado *plage*, es decir que la mancha ha muerto pero aún pervive su asfix, su alma, su última energía vital.
Ninguna chance para ésta ex mancha de regenerarse, excepto que Febo rompa el manual.
En cambio su compañera, ex 2741 aún vive, es Alfa, categoría magnética al borde de la muerte si tenemos en cuenta que es la tercera vez que nos visita.
No recuerdo en los últimos años que dos manchas hayan logrado 3 o 4 visitas como éstas.
Aún no la tenemos visible, mañana probablemente comience a dejarse ver cuando ingrese por el Oeste del disco pero vamos a observarla desde otro ángulo con EUVI;
Su área o tamaño es de 140 unidades por millón, pero a simple vista no parece conservar energía suficiente como para alentar algún evento si quiera menor.
Habrá que esperar para corroborar.
Lo cierto es que luego de estudiar y comprender el potente efecto TKS exterminador de manchas, y, asumir que el Solo ha entrado en letargo, muy pero muy poco es lo que podemos esperar de ex 2741, casi nada diría, pero...con Febo nunca se sabe.
El ciclo viene en picada, ya lo sabemos.
Según SILSO, sitio autorizado oficialmente para el relevo de manchas solares, llevamos en total 87 días sin manchas en lo que va del presente año.
Ésto significa una merma del 58%, recordemos que apenas llevamos 5 meses de 2019.
Durante el año pasado, completo, la merma fué de un 63 %, el panorama es desolador..
¿Cómo vendrá Junio?.
Si lo comparamos con el Junio del año pasado vale decir que aquél Junio fué el único mes de todo 2018 que menos ausencia de manchas tuvo.
Es decir que apenas 9 días Febo no presentó manchas en dicho mes.
¿Alguna esperanza entonces con el presente Junio?.
No lo sé, pero si me remito por ejemplo al último mes de Junio de los últimos años en el cual hayamos tenido eventos de clase X, hay que ir muy lejos...
Año 2014, 10 de Junio precisamente, evento X 2.2, y dos horas después otro X, ésta vez X 1.5.
Ambos eventos eran producidos por la mancha Sureña que recién asomaba por el borde de ingreso, numerada como 2087;
Al día siguiente, 2087 nos regalaba otro bombazo, una X 1
¿Están preparados para ver a Febo por aquellos días?
Advierto porque cuando veamos al Sol de aquél Junio de 2014 y lo comparemos con el presente..realmente nos da una noción del pauperismo en el que el Sol se encuentra;
Madre mía..en 5 años el Sol ha cambiado tanto..., en la imágen anterior podemos apreciar al menos unas 10 manchas..., qué lejos estamos de aquello.
Esa es la diferencia entre un ciclo de baja y otro de alta, ahí estamos hoy...más que abajo.
Estamos viviendo de recuerdos...jeje, así fueron los tres eventos X en apenas dos días;
Así se veía Febo aquél 10 de Junio de 2014 y así se ve hoy..;
Viejos rcuerdos de un tiempo que ya no es;
Y después nos piden que no seamos duales..., Febo lo sabe, hay un tiempo para la furia, y otro para la calma.
En eso estamos hoy y recién empieza la función.
Pero aún bajo ésta anemia solar que parece irreversible, pende como espada de Damocles un dato.
El Evento Carrington, que ocurrió cuando el Sol estaba en un ciclo de baja como el actual, aunque para ser sincero, éste actual ciclo de baja en nada se parece a aquél de Agosto/Septiembre.
A finales de Agosto de 1859 un grupo de manchas aparecieron en la cara solar que enfrenta a la Tierra, y en una acción conjunta soltaron una serie de eventos X de altísimo poder, que provocaron la tormenta geomagnética más poderosa que se recuerde.
Auroras vistas en Australia, Norte de Colombia, Cuba.
Tendidos del viejo telégrafo y líneas eléctricas literalmente fritadas.
Cuesta pensar que hoy, con la actual situación solar en letargo profundo algo similar vuelva a ocurrir.
Qui lo sá...
Fuerte abrazo.
Gilgamesh***
CONTENIDO DE TIEMPO FINAL
▼
sábado, 1 de junio de 2019
viernes, 31 de mayo de 2019
* EXpiados *
***Preciosa noche de alfinViernes para todxs.
Espiar...¿quién no lo hizo alguna vez en la vida?
Mala costumbre que viene también con nosotros en ese paquete llamado *persona*.
Algunos por mera curiosidad de ver la vida ajena un ratito, otros ya enfermos quieren ver qué hace el otro todo el tiempo.
Motivos pueden haberlos y muchos, yo recuerdo una vez en el Club Náutico Esportivo Avellaneda, Verano, unos 13 años, vestuario de las chicas, y con un par de amiguitos intentamos espiar por una ventana del sector de duchas, hasta que un moquete en la nuca me dejó temblando como una hoja, y al caer, el Guardia nos sacó a patadas en el opertuso...
Je, pero bueno, ese motivo de espionaje era más bien hormonal, 13 años..se imaginarán, pero después en el resto de mi vida afortunadamente nuca más sentí compulsión por espiar absolutamente nada, no me mueve, no me motiva.
Motivos para espiar se tienen en otros ámbitos, empresas por ejemplo, que necesitan saber los movimientos de sus competidores, gobiernos a otros gobiernos por cuestiones dicen ellos de...*seguridad*, pero hoy el espionaje se ha vuelto una enfermedad por parte de empresas y estados viable gracias a la nueva tecnología de las comunicaciones.
¿El objetivo?
Nosotros.
Ya no sólo quieren nuestros datos para vendernos porquerías, tal como informaba hoy al mediodía, sino también los gobiernos.
Pero..¿para qué?
¿Tan importante les resultan nuestras efímeras y en muchos casos insulsas vidas?
Hace una semana el sitio ruso RT publicó una noticia que, como siempre digo, debe tomarse con pinzas ya que informarse a través de RT es como hacerlo con CNN que está en la vereda de enfrente, de un lado demonizan a USA, del otro a Rusia.
Pero veamos qué decía Russia Today hace unops 7 días;
La Armada de Estados Unidos se ha propuesto crear un archivo global, a gran escala, que almacene unos 350.000 millones de publicaciones hechas en las redes sociales, para propósitos de investigación.
El Departamento de la Marina publicó una convocatoria en la que solicita ofertas de posibles contratistas para un proyecto que recogería los miles de millones de entradas, mensajes y comentarios disponibles públicamente, que serán tomados de los años 2014 al 2016 y desde una única red social, en todos los países e idiomas cubiertos por la plataforma en cuestión =no se especificó cuál=.
Cada registro deberá proporcionar el texto original y completo de la publicación, incluyendo la hora y fecha y el usuario que se asoció a cada entrada.
Además, 20 % de ellos deberán mostrar el lugar, el idioma, los *hashtags*, la ubicación aproximada u otra información geográfica disponible.
Los datos deberán incluir mensajes de al menos 200 millones de usuarios únicos en al menos 100 países, sin que un solo país represente más del 30 % de los usuarios, y abarcar mensajes escritos en al menos 60 idiomas.
De acuerdo a la solicitud, el proyecto de la Armada se usaría en *esfuerzos de investigación en curso* que *tienen como objetivo proporcionar una mejor comprensión de las dinámicas sociales fundamentales, para modelar la evolución de las comunidades lingüísticas y los modos emergentes de expresión colectiva, a lo largo del tiempo y entre países*.
La Marina asegura que los datos recopilados se utilizarán también con fines pedagógicos, brindando a estudiantes *oportunidades para la investigación de tesis* y el desarrollo de habilidades analíticas de *grandes datos*.
Por su parte, el director del periódico La Nación Cubana, Pedro González Munné, opina al respecto que este tipo de bases podria servir para crear un *perfil* de una persona sin su consentimiento, algo que luego podría influir en su vida.
Ciertamente se puede corroborar dicha convocatoria en el link que dejo al pie del post.
A partir de ésto uno se pregunta, si son tan evidentes y hacen una convocatoria pública sin cuidarse de que nos enteremos, ¿no será que lo hacen adrede para meternos miedo?
Digo ésto porque cada vez que salen éste tipo de noticias, estimo que en la enorme cantidad de gente que se entera, muchos se cuidarán bastante en las redes, sea de publicar o de dejar sus rastros.
Creo que si en verdad la idea es espiarnos contundetemente, no van a avisarlo así, púbicamente, lo harán en secreto y punto, si es que ya no lo vienen haciendo desde hace un largo rato.
Pero, a no temer, a ésta altura de la modernidad ya nadie puede escapar a ser espiado, ni siquiera el aborígen que vive en el Amazonas y no conoce un celular, ni el vagabundo que duerme debajo de un puente.
Todos ya estamos *fichados*.
Creo que además de perseguir opositores políticos buscando alguna foja negra para luego extorsionarle y quitarlo del camino, o el delirio paranoico del terrorismo, o alguien que esté en el delito, la idea de éstos muchachos es mucho más profunda, al parecer hay algo en los humanos que amenaza al sistema, algo que intentar inhibir desde siempre con múltiples métodos y que al parecer les quita el sueño.
Estimo que es algún tipo de inevitable evolución del Ser que despertaría o abriría capacidades que...reitero, al sistema le quita el sueño.
Por el momento sólo pensamos en espionaje por el mero gusto de controlarnos para que sigamos en el redil.
Veamos éste otro artículo que nos aporta más datos perfectamente corroborables;
-Hace unos años, después del colapso financiero de 2008, Matt Taibbi, de la revista Rolling Stone, describió a Goldman Sachs, el gran titán del capitalismo financiero, como *un gran calamar vampiro que envuelve el rostro de la humanidad y mete a la fuerza inexorablemente su conducto sanguíneo en cualquier cosa que huela a dinero*.
Según Shoshana Zuboff, autora de Surveillance Capitalism: *The Fight for a Human Future at the New Frontier of Power* =*Capitalismo de vigilancia: la lucha por un futuro humano en la nueva frontera del poder*=, diez años después, podríamos decir lo mismo, e incluso cosas peores, acerca del capitalismo de vigilancia.
Pero esta vez, es un calamar más grande y mete ese conducto sanguíneo a través de los móviles, las televisiones inteligentes, las tabletas y, dentro de poco, los hogares inteligentes;
llega hasta el último rincón de nuestra privacidad individual y colectiva.
Lo que se suponía que nos iba a liberar y que iba a estar a nuestro servicio, que era lo que esperaba Tim Berners Lee, el creador de internet, ha evolucionado a lo que él mismo definió como *un motor de injusticia y división movido por fuerzas poderosas que lo usan para sus propios planes*.
El registro y mercantilización de nuestros datos, la estructura depredadora de perfiles de usuarios y de vigilancia está en el ADN del capitalismo de vigilancia.
Cambridge Analytica solo es la punta del iceberg.
Zuboff señala en su brillante libro que el capitalismo de vigilancia, dominante, furtivo y omnipresente, ha explotado la experiencia humana para recoger materia prima gratuita y traducirla en datos conductuales.
El excedente conductual =nuestras emociones, miedos, voces y personalidades= alimenta la *inteligencia de las máquinas pensantes* y luego se reconfigura en productos predictivos.
Son productos diseñados especialmente para anticiparse a lo que vas a hacer hoy o la semana que viene a través de la modificación conductual.
Pero el capitalismo de vigilancia no solo predice, sino que también nos anima influyendo en nuestro comportamiento a través de anuncios específicos personalizados e intrusivos.
Como dice la autora de un modo tan memorable, una vez que buscamos en Google, Google =y el resto= nos busca a nosotros.
La lógica despiadada de las exigencias de la rentabilidad de las grandes tecnológicas nos ha desposeído digitalmente.
Mientras que antes era el mundo social y natural el que se veía subordinado a la dinámica del mercado, ahora, según nos dice, ha llegado el momento de sacar rentabilidad de la extracción de nuestra propia experiencia humana.
Nuestros datos, que se han ido recopilando con remordimientos en los últimos años sin nuestro consentimiento real, se han convertido en un arma contra nosotros con eficiencia militar, según declaró Tim Cook, de Apple nada menos, al crear un perfil digital que permite que las empresas nos conozcan mejor que nosotros mismos.
¿REBUSCADO O POCO CONVINCENTE?
CONSIDERA LO SIGUIENTE
Los rastreadores de emociones portátiles tienen sensores integrados que miden y rastrean las señales biométricas de su portador =la temperatura de la piel, la frecuencia cardíaca y el pulso=.
Estos datos se envían a un aparato vinculado mediante tecnologías inalámbricas, como Bluetooth.
Entonces se compilan enormes conjuntos de datos que, sin duda, se pueden analizar mediante algoritmos con el objetivo de detectar patrones y correlaciones a partir de los que se pueda predecir el comportamiento futuro.
Quizás, cada vez que nos sintamos tristes, nuestros teléfonos nos den un chute de oxitocina o serotonina.
Todo esto se comercializa como bienestar para el consumidor, pero, en realidad, es una agresión a nuestros *yoes* inconscientes que ayuda a los negocios a vender productos oscuros y a aumentar sus ingresos.
Extraen esas microemociones y esas sensaciones más íntimas en tiempo real para obtener beneficios.
¿Te parece extraño?
Vayamos un poco más lejos.
Amazon patentó hace poco un diseño *de ahorro de trabajo* para llevar en la muñeca, que monitoriza las manos de los operarios de almacén y los impulsa con más rapidez a prácticas de trabajo más eficiente mediante vibraciones ultrasónicas.
No hace mucho, este era el tipo de cosas que aparecía en la ciencia ficción distópica;
ahora, una supervisión electrónica a distancia muy restrictiva que haga que los trabajadores no se salgan de los roles asignados se ve como una posibilidad.
Hace veinte o treinta años, la gente se hubiera indignado ante tales propuestas y vulneraciones de la persona.
A finales de los ochenta, los verdes alemanes pelearon con el estado a cuenta de un censo nacional:
el eslogan era *Solo se cuentan las ovejas*.
En 1983, el Tribunal Constitucional alemán sentenció que las preguntas del censo propuesto eran intrusivas e innecesarias y que se podía producir un abuso de la información.
Los tiempos han cambiado.
Hace poco, dos miembros del sacerdocio de la élite digital, Tom Cook y Mark Zuckerberg, exigieron más privacidad y una mayor regulación de internet.
Zuckerberg, además, prometió que Facebook *iba a avanzar gradualmente hacia servicios privados y encriptados que permitieran a los usuarios confiar en que lo que hablan entre ellos permanezca seguro*.
Los dos anuncios son desvergonzados, interesados y cínicos y se ejercen en la dirección equivocada.
Los principios de confianza, privacidad y comportamiento ético nunca han sido una prioridad cuando desarrollaban su hegemonía digital, social y cultural.
Han hecho muy poco por proteger nuestros datos.
En realidad, legalmente hablando, son *sus* datos, y siempre tuvieron la intención de que fuera así.
Las leyes que protegen nuestros datos están siendo, desde hace mucho tiempo, socavadas por un laberinto de contratos online y términos y condiciones que nadie lee y que a los que podríamos llamar eufemísticamente un marco regulatorio laxo.
Como muchas de las sedes europeas de las grandes tecnológicas estadounidenses se encuentran en Irlanda, la comisión de protección de datos irlandesa es, de facto, la normativa europea desde que se materializó el Reglamento General de Protección de Datos-RGPD.
Aun así, el comisionado irlandés dijo el año pasado que no iban a investigar el rastreo secreto por parte de Google de la localización de los usuarios de Android.
Supongo que es mejor no molestar demasiado al imperio con ideas de privacidad y derechos y libertades de los individuos.
Hace unos años, el antiguo taoiseach =primer ministro irlandés= Enda Kenny, dijo que Irlanda era el *mejor país pequeño* del mundo en el que hacer negocios.
Quizá se refería a eso.
Silicon Valley, que siempre ha sido una especie de religión cienciológica digital poblada por gente que utiliza el dialecto propio del Atlántico medio como lengua franca, ha roto a sabiendas el pacto social, y ahora que los han pillado y sus beneficios podrían verse mermados, exige que haya una regulación.
Zuckerberg vino a Dublín hace poco y, en un reportaje del Irish Times, que parece un boletín de prensa de Facebook, dijo de las leyes de privacidad en Europa y el RGPD:
*Creo que es una buena base que codifica muchos de los valores importantes de las personas, para que puedan elegir cómo son tratados sus datos...*.
Facebook ha crecido despiadadamente gracias a una campaña casi religiosa de recogida de datos casi a cualquier precio.
Embriagado por las mediciones del comportamiento y rastreando nuestras interacciones, se ha comportado como ese calamar gigante que chupa la sangre, oliendo el dinero donde sea que se agarre a esa curiosidad y debilidad humana.
Los datos que se usan =y esto significa que son recabados sin piedad, explotados y vendidos al mejor postor= no son más que una desviación de las relaciones públicas, lo que sería irrisorio, si no fuera tan obvio.
Somos nosotros, y nadie más, los que debemos decidir cómo se usan nuestros datos, si es que se van a usar.
Esto no es más que propaganda interesada de Zuckerberg.
Mentiras del departamento de Relaciones Públicas de Silicon Valley para intentar mejorar su *imagen corporativa* empañada.
Después de todo, hasta cuando desactivas el rastreo, Facebook te sigue rastreando.
Asimismo, te persigue por internet a través del código que implanta en tu navegador.
Adiós a la tan aclamada promesa de Zuckerberg de remodelar Facebook y convertirla en una plataforma *centrada en la privacidad*.
Lo que es aún más irrisorio, Facebook paga al Daily Telegraph como parte de su campaña de marketing para que cuente historias positivas sobre la plataforma bajo el título:
*Ser un humano en la era de la información*.
Como Orwell podría haber dicho sobre esas piezas propagandísticas:
no podríais inventároslo.
Shoshanna Zuboff señala exactamente que los oligarcas digitales son los capitalistas sin escrúpulos del siglo XXI.
Su modelo de negocio está basado en el *adormecimiento psíquico* y en nuestra percepción inconsciente de lo que han estado haciendo.
Que las grandes tecnológicas exijan ahora una normativa es una estrategia de los de relaciones públicas cínica, porque durante años se han opuesto a que existiera una normativa, puesto que dificulta la *innovación*, y la privacidad ya no es, según Zuckerberg, una regla social.
Sin embargo, las tecnologías con las que ganan miles de millones solo han sido posibles gracias a las cuantiosas ayudas estatales y a contratos de investigación públicos. Sin el presupuesto de defensa de los Estados Unidos, o lo que es lo mismo, el dinero de los contribuyentes estadounidenses, varias generaciones de ordenadores no se habrían construido.
Dicho de otro modo, es el capitalismo de Estado reestructurado como emprendimiento de libre mercado.
Lo que escribió Noam Chomsky en 2009 lo explica bien:
*El núcleo de la economía depende en gran medida del sector estatal, y eso está claro.
Por poner como ejemplo el último boom económico, que estuvo basado en la tecnología de la información.
¿De dónde ha venido?
De los ordenadores y de internet.
Los ordenadores e internet estuvieron casi en su totalidad en el sistema estatal durante unos 30 años =investigación, desarrollo, adquisición, otros dispositivos= antes de que, por fin, se cedieran a empresas privadas para que se lucraran con ellos*.
La relación Silicon Valley/Estado está en desarrollo y aún es recíproca.
Eric Schmidt, ex CEO de Google, ahora es el presidente del Consejo de Innovación en Defensa creado por el Pentágono y constituido por expertos procedentes de Silicon Valley, profesores universitarios y la industria de defensa estadounidense para *innovar* =otra vez esa palabra= y analizar el uso de la inteligencia artificial en la guerra, entre otras cosas.
La innovación, en este momento, es en realidad un recurso retórico y un poder otorgado para violar nuestra privacidad y cosas peores.
Es sorprendente que otro miembro de la junta, el profesor de Derecho de Harvard Cass Sunstein, propusiera hace unos años la idea innovadora y propia de Huxley de la *infiltración cognitiva*, idea que supone que *los agentes del Gobierno =y sus aliados= podrían entrar en salas de chat, redes sociales en línea e, incluso, en grupos reunidos en espacios físicos e intentar socavar teorías de la conspiración filtradas planteando dudas sobre sus hipótesis objetivas, su lógica causal o consecuencias por actuaciones políticas*.
El camino al infierno se ha pavimentado con buenas intenciones y efectos inesperados.
Quizás.
O quizás, no.
A lo mejor, su momento, por fin, ha llegado.
Se podría decir que hay privacidad para los ricos y el panóptico de las redes sociales para todos los demás.
No es, ni más ni menos, que la devastación gradual de la libertad humana, como la fábula de la rana en el agua hirviendo, y ha pasado incluso antes de que nos demos cuenta de lo que estaba pasando.
¿Por qué es importante todo esto?
La vigilancia constante crea una cárcel para la mente.
Las innovaciones de vigilancia de las grandes tecnológicas golpean directamente a lo que nos hace humanos:
nuestra privacidad, nuestra voluntad, nuestra autonomía y nuestra necesidad de soledad.
Sin soledad, ¿cómo podemos comprender quiénes y qué somos?
Sin ella, no podemos ser totalmente humanos y, sin duda, nunca podemos ser totalmente libres.
Reagan, Thatcher, Blair y otros nos dijeron que el capitalismo neoliberal iba de la libertad y la liberación del individuo de la economía y de la libertad económica.
Internet nos prometió una emancipación similar y, aun así, hemos acabado en un capitalismo de vigilancia.
El artículo de Richard Barbrook y Andy Cameron titulado *The Californian Ideology now*, publicado hace más de veinte años, parece extraordinariamente profético.
En él, advertían de que *las tecnologías de la libertad se están convirtiendo en las máquinas de dominación*.
Tim Berners Lee estaría de acuerdo.
De una forma estrambótica para todos nosotros, la ideología californiana de individualismo libertario de la disconformidad y el capitalismo de libre mercado han convergido y se han transformado en un capitalismo de vigilancia rapaz.
El utopismo tecnológico es la nueva ortodoxia digital del día y la *innovación* se ha convertido en la representante de la intrusión profunda en nuestra privacidad, e incluso, como nos advierte Ruboff, en la conciencia que tenemos de nosotros mismos.
La doctrina de la inevitabilidad tecnológica de Silicon Vally, añade la autora, *trae consigo un virus convertido en arma del nihilismo moral programado para dirigirse a la capacidad humana de tomar decisiones y borrar del texto de la posibilidad humana, la resistencia y la creatividad*.
Como se ha dicho en otro lugar, el modelo de negocios de las grandes tecnológicas no es compatible con nuestros derechos, valores humanos ni con nuestras democracias. Y lo que es más importante, no es compatible con la propia idea del ser humano.
Zuboff termina este libro providencial con una advertencia que deberíamos tener en cuenta:
*No está bien que nuestros movimientos, emociones, expresiones y deseos sean catalogados, manipulados y, después, utilizados para llevarnos en manada de manera subrepticia a través del tiempo futuro para beneficio de alguien*.
En este momento, hay asimetrías de conocimiento sin precedentes con multimillonarios como Eric Schmidt y Zuckerberg, pues ellos saben muchísimo sobre nosotros, pero nosotros sabemos muy poco de ellos.
Como señala Zuboff:
*Aspiran a que nadie les cuestione su poder para saber, para decidir quién sabe y quién decide*.
Pero ¿y si surge de todo esto un monstruo burocrático, estatal y corporativo?
Este monstruo, como advierte David Samuels, de la revista Wired, tiene capacidad para *rastrear, clasificar, enloquecer, manipular y censurar a los ciudadanos*, algo similar al Estado-Gran Hermano de China.
¿Y si la libertad digital que creíamos tener no es libertad en absoluto, sino un tipo de tiranía disfrazada de libertad?
¿Y si durante nuestra somnolencia digital inducida el calamar monstruoso ya ha llegado?
Keep calm...,ellos también son vigilados..
Fuerte abrazo.
Gilgamesh***
Fuentes;
-rt
-fbo
-elsaltodiario
Espiar...¿quién no lo hizo alguna vez en la vida?
Mala costumbre que viene también con nosotros en ese paquete llamado *persona*.
Algunos por mera curiosidad de ver la vida ajena un ratito, otros ya enfermos quieren ver qué hace el otro todo el tiempo.
Motivos pueden haberlos y muchos, yo recuerdo una vez en el Club Náutico Esportivo Avellaneda, Verano, unos 13 años, vestuario de las chicas, y con un par de amiguitos intentamos espiar por una ventana del sector de duchas, hasta que un moquete en la nuca me dejó temblando como una hoja, y al caer, el Guardia nos sacó a patadas en el opertuso...
Je, pero bueno, ese motivo de espionaje era más bien hormonal, 13 años..se imaginarán, pero después en el resto de mi vida afortunadamente nuca más sentí compulsión por espiar absolutamente nada, no me mueve, no me motiva.
Motivos para espiar se tienen en otros ámbitos, empresas por ejemplo, que necesitan saber los movimientos de sus competidores, gobiernos a otros gobiernos por cuestiones dicen ellos de...*seguridad*, pero hoy el espionaje se ha vuelto una enfermedad por parte de empresas y estados viable gracias a la nueva tecnología de las comunicaciones.
¿El objetivo?
Nosotros.
Ya no sólo quieren nuestros datos para vendernos porquerías, tal como informaba hoy al mediodía, sino también los gobiernos.
Pero..¿para qué?
¿Tan importante les resultan nuestras efímeras y en muchos casos insulsas vidas?
Hace una semana el sitio ruso RT publicó una noticia que, como siempre digo, debe tomarse con pinzas ya que informarse a través de RT es como hacerlo con CNN que está en la vereda de enfrente, de un lado demonizan a USA, del otro a Rusia.
Pero veamos qué decía Russia Today hace unops 7 días;
La Armada de Estados Unidos se ha propuesto crear un archivo global, a gran escala, que almacene unos 350.000 millones de publicaciones hechas en las redes sociales, para propósitos de investigación.
El Departamento de la Marina publicó una convocatoria en la que solicita ofertas de posibles contratistas para un proyecto que recogería los miles de millones de entradas, mensajes y comentarios disponibles públicamente, que serán tomados de los años 2014 al 2016 y desde una única red social, en todos los países e idiomas cubiertos por la plataforma en cuestión =no se especificó cuál=.
Cada registro deberá proporcionar el texto original y completo de la publicación, incluyendo la hora y fecha y el usuario que se asoció a cada entrada.
Además, 20 % de ellos deberán mostrar el lugar, el idioma, los *hashtags*, la ubicación aproximada u otra información geográfica disponible.
Los datos deberán incluir mensajes de al menos 200 millones de usuarios únicos en al menos 100 países, sin que un solo país represente más del 30 % de los usuarios, y abarcar mensajes escritos en al menos 60 idiomas.
De acuerdo a la solicitud, el proyecto de la Armada se usaría en *esfuerzos de investigación en curso* que *tienen como objetivo proporcionar una mejor comprensión de las dinámicas sociales fundamentales, para modelar la evolución de las comunidades lingüísticas y los modos emergentes de expresión colectiva, a lo largo del tiempo y entre países*.
La Marina asegura que los datos recopilados se utilizarán también con fines pedagógicos, brindando a estudiantes *oportunidades para la investigación de tesis* y el desarrollo de habilidades analíticas de *grandes datos*.
Por su parte, el director del periódico La Nación Cubana, Pedro González Munné, opina al respecto que este tipo de bases podria servir para crear un *perfil* de una persona sin su consentimiento, algo que luego podría influir en su vida.
Ciertamente se puede corroborar dicha convocatoria en el link que dejo al pie del post.
A partir de ésto uno se pregunta, si son tan evidentes y hacen una convocatoria pública sin cuidarse de que nos enteremos, ¿no será que lo hacen adrede para meternos miedo?
Digo ésto porque cada vez que salen éste tipo de noticias, estimo que en la enorme cantidad de gente que se entera, muchos se cuidarán bastante en las redes, sea de publicar o de dejar sus rastros.
Creo que si en verdad la idea es espiarnos contundetemente, no van a avisarlo así, púbicamente, lo harán en secreto y punto, si es que ya no lo vienen haciendo desde hace un largo rato.
Pero, a no temer, a ésta altura de la modernidad ya nadie puede escapar a ser espiado, ni siquiera el aborígen que vive en el Amazonas y no conoce un celular, ni el vagabundo que duerme debajo de un puente.
Todos ya estamos *fichados*.
Creo que además de perseguir opositores políticos buscando alguna foja negra para luego extorsionarle y quitarlo del camino, o el delirio paranoico del terrorismo, o alguien que esté en el delito, la idea de éstos muchachos es mucho más profunda, al parecer hay algo en los humanos que amenaza al sistema, algo que intentar inhibir desde siempre con múltiples métodos y que al parecer les quita el sueño.
Estimo que es algún tipo de inevitable evolución del Ser que despertaría o abriría capacidades que...reitero, al sistema le quita el sueño.
Por el momento sólo pensamos en espionaje por el mero gusto de controlarnos para que sigamos en el redil.
Veamos éste otro artículo que nos aporta más datos perfectamente corroborables;
-Hace unos años, después del colapso financiero de 2008, Matt Taibbi, de la revista Rolling Stone, describió a Goldman Sachs, el gran titán del capitalismo financiero, como *un gran calamar vampiro que envuelve el rostro de la humanidad y mete a la fuerza inexorablemente su conducto sanguíneo en cualquier cosa que huela a dinero*.
Según Shoshana Zuboff, autora de Surveillance Capitalism: *The Fight for a Human Future at the New Frontier of Power* =*Capitalismo de vigilancia: la lucha por un futuro humano en la nueva frontera del poder*=, diez años después, podríamos decir lo mismo, e incluso cosas peores, acerca del capitalismo de vigilancia.
Pero esta vez, es un calamar más grande y mete ese conducto sanguíneo a través de los móviles, las televisiones inteligentes, las tabletas y, dentro de poco, los hogares inteligentes;
llega hasta el último rincón de nuestra privacidad individual y colectiva.
Lo que se suponía que nos iba a liberar y que iba a estar a nuestro servicio, que era lo que esperaba Tim Berners Lee, el creador de internet, ha evolucionado a lo que él mismo definió como *un motor de injusticia y división movido por fuerzas poderosas que lo usan para sus propios planes*.
El registro y mercantilización de nuestros datos, la estructura depredadora de perfiles de usuarios y de vigilancia está en el ADN del capitalismo de vigilancia.
Cambridge Analytica solo es la punta del iceberg.
Zuboff señala en su brillante libro que el capitalismo de vigilancia, dominante, furtivo y omnipresente, ha explotado la experiencia humana para recoger materia prima gratuita y traducirla en datos conductuales.
El excedente conductual =nuestras emociones, miedos, voces y personalidades= alimenta la *inteligencia de las máquinas pensantes* y luego se reconfigura en productos predictivos.
Son productos diseñados especialmente para anticiparse a lo que vas a hacer hoy o la semana que viene a través de la modificación conductual.
Pero el capitalismo de vigilancia no solo predice, sino que también nos anima influyendo en nuestro comportamiento a través de anuncios específicos personalizados e intrusivos.
Como dice la autora de un modo tan memorable, una vez que buscamos en Google, Google =y el resto= nos busca a nosotros.
La lógica despiadada de las exigencias de la rentabilidad de las grandes tecnológicas nos ha desposeído digitalmente.
Mientras que antes era el mundo social y natural el que se veía subordinado a la dinámica del mercado, ahora, según nos dice, ha llegado el momento de sacar rentabilidad de la extracción de nuestra propia experiencia humana.
Nuestros datos, que se han ido recopilando con remordimientos en los últimos años sin nuestro consentimiento real, se han convertido en un arma contra nosotros con eficiencia militar, según declaró Tim Cook, de Apple nada menos, al crear un perfil digital que permite que las empresas nos conozcan mejor que nosotros mismos.
¿REBUSCADO O POCO CONVINCENTE?
CONSIDERA LO SIGUIENTE
Los rastreadores de emociones portátiles tienen sensores integrados que miden y rastrean las señales biométricas de su portador =la temperatura de la piel, la frecuencia cardíaca y el pulso=.
Estos datos se envían a un aparato vinculado mediante tecnologías inalámbricas, como Bluetooth.
Entonces se compilan enormes conjuntos de datos que, sin duda, se pueden analizar mediante algoritmos con el objetivo de detectar patrones y correlaciones a partir de los que se pueda predecir el comportamiento futuro.
Quizás, cada vez que nos sintamos tristes, nuestros teléfonos nos den un chute de oxitocina o serotonina.
Todo esto se comercializa como bienestar para el consumidor, pero, en realidad, es una agresión a nuestros *yoes* inconscientes que ayuda a los negocios a vender productos oscuros y a aumentar sus ingresos.
Extraen esas microemociones y esas sensaciones más íntimas en tiempo real para obtener beneficios.
¿Te parece extraño?
Vayamos un poco más lejos.
Amazon patentó hace poco un diseño *de ahorro de trabajo* para llevar en la muñeca, que monitoriza las manos de los operarios de almacén y los impulsa con más rapidez a prácticas de trabajo más eficiente mediante vibraciones ultrasónicas.
No hace mucho, este era el tipo de cosas que aparecía en la ciencia ficción distópica;
ahora, una supervisión electrónica a distancia muy restrictiva que haga que los trabajadores no se salgan de los roles asignados se ve como una posibilidad.
Hace veinte o treinta años, la gente se hubiera indignado ante tales propuestas y vulneraciones de la persona.
A finales de los ochenta, los verdes alemanes pelearon con el estado a cuenta de un censo nacional:
el eslogan era *Solo se cuentan las ovejas*.
En 1983, el Tribunal Constitucional alemán sentenció que las preguntas del censo propuesto eran intrusivas e innecesarias y que se podía producir un abuso de la información.
Los tiempos han cambiado.
Hace poco, dos miembros del sacerdocio de la élite digital, Tom Cook y Mark Zuckerberg, exigieron más privacidad y una mayor regulación de internet.
Zuckerberg, además, prometió que Facebook *iba a avanzar gradualmente hacia servicios privados y encriptados que permitieran a los usuarios confiar en que lo que hablan entre ellos permanezca seguro*.
Los dos anuncios son desvergonzados, interesados y cínicos y se ejercen en la dirección equivocada.
Los principios de confianza, privacidad y comportamiento ético nunca han sido una prioridad cuando desarrollaban su hegemonía digital, social y cultural.
Han hecho muy poco por proteger nuestros datos.
En realidad, legalmente hablando, son *sus* datos, y siempre tuvieron la intención de que fuera así.
Las leyes que protegen nuestros datos están siendo, desde hace mucho tiempo, socavadas por un laberinto de contratos online y términos y condiciones que nadie lee y que a los que podríamos llamar eufemísticamente un marco regulatorio laxo.
Como muchas de las sedes europeas de las grandes tecnológicas estadounidenses se encuentran en Irlanda, la comisión de protección de datos irlandesa es, de facto, la normativa europea desde que se materializó el Reglamento General de Protección de Datos-RGPD.
Aun así, el comisionado irlandés dijo el año pasado que no iban a investigar el rastreo secreto por parte de Google de la localización de los usuarios de Android.
Supongo que es mejor no molestar demasiado al imperio con ideas de privacidad y derechos y libertades de los individuos.
Hace unos años, el antiguo taoiseach =primer ministro irlandés= Enda Kenny, dijo que Irlanda era el *mejor país pequeño* del mundo en el que hacer negocios.
Quizá se refería a eso.
Silicon Valley, que siempre ha sido una especie de religión cienciológica digital poblada por gente que utiliza el dialecto propio del Atlántico medio como lengua franca, ha roto a sabiendas el pacto social, y ahora que los han pillado y sus beneficios podrían verse mermados, exige que haya una regulación.
Zuckerberg vino a Dublín hace poco y, en un reportaje del Irish Times, que parece un boletín de prensa de Facebook, dijo de las leyes de privacidad en Europa y el RGPD:
*Creo que es una buena base que codifica muchos de los valores importantes de las personas, para que puedan elegir cómo son tratados sus datos...*.
Facebook ha crecido despiadadamente gracias a una campaña casi religiosa de recogida de datos casi a cualquier precio.
Embriagado por las mediciones del comportamiento y rastreando nuestras interacciones, se ha comportado como ese calamar gigante que chupa la sangre, oliendo el dinero donde sea que se agarre a esa curiosidad y debilidad humana.
Los datos que se usan =y esto significa que son recabados sin piedad, explotados y vendidos al mejor postor= no son más que una desviación de las relaciones públicas, lo que sería irrisorio, si no fuera tan obvio.
Somos nosotros, y nadie más, los que debemos decidir cómo se usan nuestros datos, si es que se van a usar.
Esto no es más que propaganda interesada de Zuckerberg.
Mentiras del departamento de Relaciones Públicas de Silicon Valley para intentar mejorar su *imagen corporativa* empañada.
Después de todo, hasta cuando desactivas el rastreo, Facebook te sigue rastreando.
Asimismo, te persigue por internet a través del código que implanta en tu navegador.
Adiós a la tan aclamada promesa de Zuckerberg de remodelar Facebook y convertirla en una plataforma *centrada en la privacidad*.
Lo que es aún más irrisorio, Facebook paga al Daily Telegraph como parte de su campaña de marketing para que cuente historias positivas sobre la plataforma bajo el título:
*Ser un humano en la era de la información*.
Como Orwell podría haber dicho sobre esas piezas propagandísticas:
no podríais inventároslo.
Shoshanna Zuboff señala exactamente que los oligarcas digitales son los capitalistas sin escrúpulos del siglo XXI.
Su modelo de negocio está basado en el *adormecimiento psíquico* y en nuestra percepción inconsciente de lo que han estado haciendo.
Que las grandes tecnológicas exijan ahora una normativa es una estrategia de los de relaciones públicas cínica, porque durante años se han opuesto a que existiera una normativa, puesto que dificulta la *innovación*, y la privacidad ya no es, según Zuckerberg, una regla social.
Sin embargo, las tecnologías con las que ganan miles de millones solo han sido posibles gracias a las cuantiosas ayudas estatales y a contratos de investigación públicos. Sin el presupuesto de defensa de los Estados Unidos, o lo que es lo mismo, el dinero de los contribuyentes estadounidenses, varias generaciones de ordenadores no se habrían construido.
Dicho de otro modo, es el capitalismo de Estado reestructurado como emprendimiento de libre mercado.
Lo que escribió Noam Chomsky en 2009 lo explica bien:
*El núcleo de la economía depende en gran medida del sector estatal, y eso está claro.
Por poner como ejemplo el último boom económico, que estuvo basado en la tecnología de la información.
¿De dónde ha venido?
De los ordenadores y de internet.
Los ordenadores e internet estuvieron casi en su totalidad en el sistema estatal durante unos 30 años =investigación, desarrollo, adquisición, otros dispositivos= antes de que, por fin, se cedieran a empresas privadas para que se lucraran con ellos*.
La relación Silicon Valley/Estado está en desarrollo y aún es recíproca.
Eric Schmidt, ex CEO de Google, ahora es el presidente del Consejo de Innovación en Defensa creado por el Pentágono y constituido por expertos procedentes de Silicon Valley, profesores universitarios y la industria de defensa estadounidense para *innovar* =otra vez esa palabra= y analizar el uso de la inteligencia artificial en la guerra, entre otras cosas.
La innovación, en este momento, es en realidad un recurso retórico y un poder otorgado para violar nuestra privacidad y cosas peores.
Es sorprendente que otro miembro de la junta, el profesor de Derecho de Harvard Cass Sunstein, propusiera hace unos años la idea innovadora y propia de Huxley de la *infiltración cognitiva*, idea que supone que *los agentes del Gobierno =y sus aliados= podrían entrar en salas de chat, redes sociales en línea e, incluso, en grupos reunidos en espacios físicos e intentar socavar teorías de la conspiración filtradas planteando dudas sobre sus hipótesis objetivas, su lógica causal o consecuencias por actuaciones políticas*.
El camino al infierno se ha pavimentado con buenas intenciones y efectos inesperados.
Quizás.
O quizás, no.
A lo mejor, su momento, por fin, ha llegado.
Se podría decir que hay privacidad para los ricos y el panóptico de las redes sociales para todos los demás.
No es, ni más ni menos, que la devastación gradual de la libertad humana, como la fábula de la rana en el agua hirviendo, y ha pasado incluso antes de que nos demos cuenta de lo que estaba pasando.
¿Por qué es importante todo esto?
La vigilancia constante crea una cárcel para la mente.
Las innovaciones de vigilancia de las grandes tecnológicas golpean directamente a lo que nos hace humanos:
nuestra privacidad, nuestra voluntad, nuestra autonomía y nuestra necesidad de soledad.
Sin soledad, ¿cómo podemos comprender quiénes y qué somos?
Sin ella, no podemos ser totalmente humanos y, sin duda, nunca podemos ser totalmente libres.
Reagan, Thatcher, Blair y otros nos dijeron que el capitalismo neoliberal iba de la libertad y la liberación del individuo de la economía y de la libertad económica.
Internet nos prometió una emancipación similar y, aun así, hemos acabado en un capitalismo de vigilancia.
El artículo de Richard Barbrook y Andy Cameron titulado *The Californian Ideology now*, publicado hace más de veinte años, parece extraordinariamente profético.
En él, advertían de que *las tecnologías de la libertad se están convirtiendo en las máquinas de dominación*.
Tim Berners Lee estaría de acuerdo.
De una forma estrambótica para todos nosotros, la ideología californiana de individualismo libertario de la disconformidad y el capitalismo de libre mercado han convergido y se han transformado en un capitalismo de vigilancia rapaz.
El utopismo tecnológico es la nueva ortodoxia digital del día y la *innovación* se ha convertido en la representante de la intrusión profunda en nuestra privacidad, e incluso, como nos advierte Ruboff, en la conciencia que tenemos de nosotros mismos.
La doctrina de la inevitabilidad tecnológica de Silicon Vally, añade la autora, *trae consigo un virus convertido en arma del nihilismo moral programado para dirigirse a la capacidad humana de tomar decisiones y borrar del texto de la posibilidad humana, la resistencia y la creatividad*.
Como se ha dicho en otro lugar, el modelo de negocios de las grandes tecnológicas no es compatible con nuestros derechos, valores humanos ni con nuestras democracias. Y lo que es más importante, no es compatible con la propia idea del ser humano.
Zuboff termina este libro providencial con una advertencia que deberíamos tener en cuenta:
*No está bien que nuestros movimientos, emociones, expresiones y deseos sean catalogados, manipulados y, después, utilizados para llevarnos en manada de manera subrepticia a través del tiempo futuro para beneficio de alguien*.
En este momento, hay asimetrías de conocimiento sin precedentes con multimillonarios como Eric Schmidt y Zuckerberg, pues ellos saben muchísimo sobre nosotros, pero nosotros sabemos muy poco de ellos.
Como señala Zuboff:
*Aspiran a que nadie les cuestione su poder para saber, para decidir quién sabe y quién decide*.
Pero ¿y si surge de todo esto un monstruo burocrático, estatal y corporativo?
Este monstruo, como advierte David Samuels, de la revista Wired, tiene capacidad para *rastrear, clasificar, enloquecer, manipular y censurar a los ciudadanos*, algo similar al Estado-Gran Hermano de China.
¿Y si la libertad digital que creíamos tener no es libertad en absoluto, sino un tipo de tiranía disfrazada de libertad?
¿Y si durante nuestra somnolencia digital inducida el calamar monstruoso ya ha llegado?
Keep calm...,ellos también son vigilados..
Fuerte abrazo.
Gilgamesh***
Fuentes;
-rt
-fbo
-elsaltodiario
* Tecnología 5 G; alerta mundial-9 *
***Otra vez nos pilla un alfinViernes en el último día de un mes, así que ¡¡¡Feliz AlfinViernes y último día de Mayo para todxs!!!.
Si la vida sólo fuera llegar al Viernes..o al último día del mes con una sonrisa.. todo sería sencillo.
Pero...=siempre un pero= hay cosas bien jodidas que siempre nos ponen en alerta.
Hoy les comparto dos que he traducido del inglés para ustedes.
La primera está dentro de lo que ya venimos conociendo sobre 5G, pero la segunda..., a esa se la recomiendo a todos quienes ya saben y mucho sobre su aparetejo, o al menos..creen saber.
Vamos con la primera;
-Como dice el viejo refrán, *danos una pulgada e inevitablemente querremos una milla*.
Y ciertamente, este sentimiento es cierto con la tecnología.
¿Quién no quiere algo más rápido, más grande o más eficiente?
Tome las telecomunicaciones inalámbricas móviles.
Nuestra actual plataforma de red celular de banda ancha, 4G, nos permite transmitir datos más rápido que 3G y todo lo anterior.
Podemos acceder a la información más rápido que nunca en la historia.
¿Qué más podríamos querer?
Oh, sí, las velocidades de transmisión no son lo suficientemente poderosas para sostener el llamado Internet de las Cosas.
Lo que nos lleva a 5G.
Hasta ahora, las redes de banda ancha móvil han sido diseñadas para satisfacer las necesidades de las personas.
Sin embargo, 5G ha sido creado teniendo en cuenta las necesidades de las máquinas, ofreciendo transferencia de datos de baja eficiencia y alta latencia.
Esto se logra al dividir los datos en paquetes más pequeños, lo que permite tiempos de transmisión más rápidos.
Mientras que 4G tiene una demora de cincuenta milisegundos, la transferencia de datos 5G ofrecerá una mera demora de un milisegundo:
los seres humanos no notaremos la diferencia, pero permitirá que las máquinas logren una comunicación casi perfecta.
Lo que en sí mismo puede abrir toda una caja de Pandora llena de problemas de para nosotros y para nuestro planeta.
Peligros de 5G
Más ancho de banda=más peligros.
Vamos a empezar con algunos antecedentes básicos sobre la tecnología 5G.
Las velocidades de procesamiento más rápidas requieren más ancho de banda, sin embargo, nuestros actuales anchos de banda de frecuencia se están saturando rápidamente.
La idea detrás de 5G es utilizar el ancho de banda sin explotar la onda milimétrica =MMW= de frecuencia extremadamente alta, entre 30 GHz y 300 GHz, además de algunas frecuencias de rango bajo y medio.
Los MMW de alta frecuencia viajan una distancia corta.
Además, no viajan bien a través de los edificios y tienden a ser absorbidos por la lluvia y las plantas, lo que lleva a la interferencia de la señal.
Por lo tanto, la infraestructura necesaria requeriría muchas torres celulares más pequeñas, apenas perceptibles, situadas más juntas, con más puertos de entrada y salida que las torres 4G, mucho más grandes y fáciles de ver.
Esto probablemente resultaría en antenas inalámbricas cada pocos pies, en cada poste de luz y poste de servicio público en su vecindario.
Aquí hay algunos números para poner en perspectiva los peligros del 5G:
a partir de 2015, había 308.000 antenas inalámbricas en torres de telefonía móvil y edificios.
Eso es el doble del número en 2002.
Sin embargo, 5G requeriría exponencialmente más, las más pequeñas, colocadas mucho más juntas, con cada ráfaga de radiación de radiofrecuencia-RFR emisora otorgada, a niveles mucho más bajos que los de las torres de celdas 4G de hoy en día, eso será mucho más difícil de evitar porque estas torres serán ubicuas.
Si pudiéramos ver la RFR, parecería un smog que está en todas partes, todo el tiempo.
Serios problemas de salud
Primero, es importante saber que en 2011, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud clasificó a la RFR como un potencial carcinógeno 2B y especificó que el uso de teléfonos móviles podría conducir a formas específicas de tumores cerebrales.
Muchos estudios han asociado la exposición a RFR de bajo nivel con una letanía de efectos a la salud, que incluyen:
-Roturas de cadenas simples y dobles del ADN =que conducen al cáncer=.
-Daño oxidativo =que conduce al deterioro de los tejidos y al envejecimiento prematuro=.
-Disrupción del metabolismo celular.
-Mayor permeabilidad de la barrera hematoencefálica.
-Reducción de la melatonina =que conduce al insomnio y aumenta los riesgos de cáncer=.
-Interrupción del metabolismo de la glucosa cerebral.
-Generación de proteínas del estrés =que conducen a innumerables enfermedades=.
Como se mencionó, la nueva tecnología 5G utiliza bandas MMW de frecuencia más alta, que emiten la misma dosis de radiación que los escáneres de aeropuertos.
Los efectos de esta radiación en la salud pública aún no han sido sometidos a los rigores de las pruebas a largo plazo.
La adopción de 5G significará más señales que transportan más energía a través del espectro de alta frecuencia, con más transmisores ubicados más cerca de las casas y lugares de trabajo de las personas;
básicamente, una RFR mucho más potente volando a nuestro alrededor.
No es de extrañar que exista temor por los riesgos potenciales, tanto para la salud humana como para la ambiental.
Quizás la preocupación más fuerte involucre los efectos adversos de los MMW en la piel humana.
La carta a la Comisión Federal de Comunicaciones , del Dr. Yael Stein, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, describe los puntos principales.
Más del noventa % de la radiación de microondas es absorbida por la epidermis y las capas de la dermis, por lo que la piel humana actúa básicamente como una esponja absorbente para la radiación de microondas.
Por más inquietante que pueda parecer, generalmente se considera aceptable siempre y cuando las longitudes de onda infractoras sean mayores que las dimensiones de la capa de piel.
Pero los MMW violan esta condición.
Además, los conductos de sudor en la capa superior de la piel actúan como antenas helicoidales, que son antenas especializadas construidas específicamente para responder a los campos electromagnéticos.
Con millones de conductos de sudor, y el aumento de las necesidades de RFR de 5G, es lógico que nuestros cuerpos se vuelvan mucho más conductores de esta radiación . Las ramificaciones completas de este hecho actualmente no están claras, especialmente para los miembros más vulnerables del público =por ejemplo, bebés, mujeres embarazadas, ancianos=.
Además, los MMW pueden hacer que nuestros receptores del dolor se inflamen al reconocer que las ondas son estímulos dañinos.
Tenga en cuenta que el Departamento de Defensa de los EE. UU. ya utiliza un método de dispersión de multitudes denominado *Active Denial System* , en el que los MMW se dirigen a las multitudes para hacer que su piel se sienta como si se estuviera quemando, y también tiene la capacidad de matar a las poblaciones con microondas básicamente desde lejos.
¿Y la industria de las telecomunicaciones quiere llenar nuestro ambiente con MMWs?
Otras investigaciones angustiantes.
Desafortunadamente, animales inocentes ya han sido víctimas de pruebas para ver los efectos de MMW en células vivas.
Extrapolar los resultados de las pruebas en animales a humanos no es sencillo, pero los resultados, sin embargo, provocan serias señales de alerta.
Tal vez lo más importante, un estudio del Programa Nacional de Toxicología de EE. UU. observó que las ratas macho expuestas a la RFR durante nueve horas al día durante dos años desarrollaron formas raras de tumores en el cerebro y el corazón, y ratas de ambos sexos desarrollaron daño en el ADN .
Los investigadores notaron que el mayor riesgo para las ratas era relativamente pequeño;
pero si estos hallazgos se traducen en humanos, el aumento generalizado en el uso de teléfonos celulares podría tener un impacto significativo en las poblaciones.
Por lo tanto, el estudio NTP sirvió para renovar el debate sobre los posibles efectos dañinos de los teléfonos celulares en la salud humana.
No solo eso, causó un cambio significativo en la comprensión de la American Cancer Society sobre la radiación y el cáncer, y los incitó a afirmar que nuestra ignorancia del impacto de la RFR en la salud humana podría compararse con nuestro olvido previo a la conexión entre fumar y el cáncer de pulmón.
Otras investigaciones con animales en todo el mundo ilustran cómo la radiación de microondas en general y los MMW en particular pueden dañar los ojos y el sistema inmunológico, la tasa de crecimiento celular, incluso la resistencia bacteriana.
Un experimento realizado en el Instituto de Investigación Médica de la Universidad de Medicina de Kanazawa mostró que las antenas de ondas milimétricas de 60 GHz producen lesiones térmicas en los ojos de los conejos, con efectos térmicos que se extienden por debajo de la superficie del ojo.
Este estudio , mientras tanto, sugiere que la opacidad ocular causada por MMW de bajo nivel, es un precursor de las cataratas en los ojos de las ratas.
Un estudio chino demostró que ocho horas de radiación de microondas dañaron las células epiteliales de los ojos de los conejos.
Un estudio paquistaní llegó a la conclusión de que la exposición a la FEM del teléfono móvil evitaba que las células de la retina del embrión de pollo se diferenciaran adecuadamente.
Un estudio ruso reveló que la exposición de ratones sanos a radiación electromagnética de baja intensidad y extremadamente alta frecuencia comprometía gravemente sus sistemas inmunológicos.
Y un estudio armenio de 2016 concluyó que los MMW de baja intensidad no solo deprimían el crecimiento de Esterichia Coli y otras bacterias, sino que también cambiaban ciertas propiedades y niveles de actividad de las células.
El mismo estudio armenio observó que la interacción de MMW con las bacterias podría llevar a una resistencia a los antibióticos , una noticia alarmante, considerando que la inmunidad a las bacterias ya está comprometida debido al uso excesivo de antibióticos.
Nuevamente, si estos hallazgos se traducen en humanos, nuestro uso desenfrenado de teléfonos celulares probablemente causará efectos de salud profundos y adversos; un aumento en los MMW a medida que se introduce más ancho de banda podría complicar aún más la cuestión.
Pero lo que también es importante señalar aquí es que el peligro de la tecnología 5G no solo puede tener un impacto profundo en la salud humana, sino en la salud de todos los organismos vivos que toca, incluidas las plantas, como veremos.
Los peligros de 5G también se extienden al planeta.
Igualmente inquietante, la tecnología 5G pone en riesgo la salud ambiental de varias maneras.
Primero, los MMW pueden representar una seria amenaza para la salud de las plantas.
Este estudio de 2010 mostró que las hojas de las plántulas de álamo expuestas a RFR exhibían síntomas de necrosis, mientras que otro estudio armenio sugirió que la MMW de baja intensidad causa *cambios en el espectro de isoenzimas de la peroxidasa*, básicamente una respuesta al estrés que daña las células en los brotes de trigo.
La irradiación de las plantas es una mala noticia para la flora del planeta, pero también es una mala noticia para nosotros:
podría contaminar nuestro suministro de alimentos.
Segundo, la infraestructura 5G supondría una amenaza para la atmósfera de nuestro planeta .
La implementación de la red requerirá el despliegue de muchos satélites de corta duración a través de cohetes suborbitales propulsados por motores de cohetes de hidrocarburos.
Según el estudio de California del 2010 , el lanzamiento de demasiados de estos bebés vomitará suficiente carbono negro en la atmósfera para contaminar las condiciones atmosféricas globales, afectando la distribución del ozono y la temperatura.
Peor aún, el escape de un cohete de estado sólido contiene cloro, un químico que destruye el ozono.
¿Cómo puede un gobierno preocupado seriamente por el cambio climático permitir esto?
En tercer lugar, 5G potencialmente amenazará los ecosistemas naturales.
Según varios informes de las últimas dos décadas, algunos de los cuales se resumen aquí , la radiación de microondas a nivel bajo y no ionizante afecta la salud de las aves y las abejas.
Expulsa a las aves de sus nidos y causa el deterioro de la pluma, problemas de locomoción, reducción de la supervivencia y la muerte.
Y las poblaciones de abejas sufren la reducción de la capacidad de puesta de huevos de las abejas reinas y el tamaño de las colonias es más pequeño.
El meta-estudio de 2012 muestra más evidencia de la alteración del ecosistema, lo que indica que 593 de los 919 estudios de investigación sugieren que la RFR afectan adversamente a las plantas, los animales y los seres humanos.
Cuidado con el diluvio de propaganda
A pesar de ser plenamente consciente de todos estos resultados inquietantes, amenazas e inquietudes, la corporatocracia de los EE. UU. continúa manteniendo una actitud de gung-ho sobre 5G .
La Ley Mobile Now se aprobó en 2016, y muchos estados de los EE. UU. han seguido adelante con los planes 5G .
Los principales actores de la industria de las telecomunicaciones básicamente han elegido poderes gubernamentales para hacer cumplir su agenda 5G, con compañías como AT&T y Qualcomm que han comenzado las pruebas en vivo .
Y a pesar de las investigaciones que muestran serias amenazas para los humanos y el planeta, el presidente de la FCC anunció sus intenciones de abrir espectros de baja, media y alta frecuencia, sin siquiera mencionar una sola palabra sobre los peligros.
Nos lo venderán como *velocidades de navegación más rápidas*, pero la verdad es que apenas notará la diferencia.
Van a llamar a cualquier persona que proteste contra 5G como *tecnófobo*.
Pero, ¿por qué tanta disposición a adoptar otra tecnología nueva, aunque conlleva graves riesgos y aporte beneficios espurios?
¿Por qué no prestar atención a las lecciones aprendidas de productos asesinos como el amianto, el tabaco y la gasolina con plomo?
Debido a que un pequeño porcentaje de personas ganará una gran cantidad de dinero, esa es una de las razones.
Y porque las empresas y los gobiernos recibirán una cantidad de poder sin precedentes sobre los civiles, eso es lo otro.
Sin embargo, no todo es pesimismo.
Al menos un político de los Estados Unidos mantiene cierta sensatez:
en octubre, el gobernador de California, Jerry Brown, detuvo la legislación que habría permitido a la industria de las telecomunicaciones inundar el estado con mini torres. Las acciones audaces de Brown han permitido a las localidades tener una opinión sobre dónde y cuántas torres celulares se colocan.
El estado de Hawai ha detenido los medidores 5G inteligentes al amenazar colectivamente con cobrar a cada persona que instaló dichos medidores con responsabilidad por cualquier problema de salud que puedan sufrir los residentes.
Además, 180 científicos han iniciado una petición para advertir sobre los peligros de 5G, especialmente sus posibles efectos en la salud.
Tal vez estas acciones permitan más tiempo para estudios adicionales y recopilación de datos.
Igual de importante, tal vez causen que otros políticos y jefes de figuras reflexionen sobre lo que han estado presionando.
Tomar acción
Mientras tanto, nosotros, como individuos, debemos hacer todo lo posible para protegernos contra los peligros de la 5G.
Esto es lo que puedes hacer:
-Comprender los EMFs y sus comportamientos.
-Obtener un detector de radiación de buena calidad para saber si está o no cerca de niveles altos de CEM.
-Protegerse con un escudo EMF para protegerse de puntos de acceso.
-Probar un producto patentado que neutraliza los efectos dañinos de los teléfonos móviles y otros dispositivos emisores de EMF en los seres humanos.
Siempre que sea posible, limite su exposición:
use un auricular con protección contra la radiación o el modo de altavoz mientras habla por teléfono celular.
Aprende más.
Niéguese a usar teléfonos y dispositivos 5G.
Haga una parada completa y desaliente a los que conoce.
No compre cualquier cosa bajo el rótulo *inteligente* =electrodomésticos inteligentes, calentadores=inteligentes, etc.=
Algunos creen que transportar cristales de shungita puede ofrecer cierta protección contra la radiación.
Pase lo que pase, NO obtenga un medidor inteligente para la energía eléctrica: estos colocan altos niveles de radiación 5G directamente en su hogar.
Únase a la creciente cantidad de disidentes contra los peligros de 5G.
Haga lo que los hawaianos han hecho y amenace a los instaladores de medidores inteligentes y tecnología 5G con responsabilidad jurídicas.
¡Difunda! y por favor comparta este artículo con todos sus conocidos.
Incluso si los impulsores de políticas y los gobiernos no están haciendo su debida diligencia, al menos podemos decir que estamos haciendo lo nuestro.
Ahora la segunda que he descubierto en el The Washington Post, nada menos..
Para mí todo ésto es chino básico, no entiendo un pepino ya que no uso celular, pero seguramente muchos de ustedes podrán identificar perfectamente ésta data.
Igualmente se entiende aunque uno no use el engendro tecnológico.
-Son las 3 de la mañana.
¿Sabes lo que está haciendo tu iPhone?
El mío ha estado alarmantemente ocupado.
A pesar de que la pantalla está apagada y estoy roncando, las aplicaciones están transmitiendo mucha información sobre mí a compañías de las que nunca he oído hablar.
Probablemente tu iPhone está haciendo lo mismo, y Apple podría estar haciendo más para detenerlo.
En una noche de lunes reciente, una docena de compañías de mercadotecnia, firmas de investigación y otros usuarios de información personal obtuvieron informes de mi iPhone.
A las 11:43 pm, una compañía llamada Amplitude aprendió mi número de teléfono, correo electrónico y ubicación exacta.
A las 3:58 am, otro llamado, Appboy obtuvo una huella digital de mi teléfono.
A las 6:25 am, un rastreador llamado Demdex recibió una forma de identificar mi teléfono y me envió una lista de otros rastreadores para vincularse.
Y durante toda la noche, hubo un comportamiento sorprendente por parte de un nombre familiar:
Yelp.
Estaba recibiendo un mensaje que incluía mi dirección IP, una vez cada cinco minutos.
Nuestros datos tienen una vida secreta en muchos de los dispositivos que utilizamos todos los días, desde parlantes Alexa a televisores inteligentes.
Pero tenemos un punto ciego gigante cuando se trata de las compañías de datos que están investigando nuestros teléfonos.
Puede suponer que puede contar con Apple para salvar todos los detalles de privacidad.
Después de todo, se promocionó en un anuncio reciente, *Lo que sucede en tu iPhone se queda en tu iPhone*.
Mi investigación sugiere lo contrario.
Las aplicaciones para iPhone que descubrí rastreando información a terceros =solo mientras dormía= incluyen Microsoft, OneDrive, Intuit's, Mint, Nike, Spotify, The Washington Post, IBM's, Weather Channel.
Una aplicación, el servicio de alerta de delitos Citizen, compartió información de identificación personal en violación de su política de privacidad publicada.
Y tu iPhone no solo alimenta rastreadores de datos mientras duermes.
En una sola semana, encontré más de 5.400 rastreadores, principalmente en aplicaciones, sin incluir el incesante tráfico de Yelp.
Según la firma de privacidad Disconnect, que ayudó a probar mi iPhone, esos rastreadores no deseados habrían arrojado 1,5 gigabytes de datos en el lapso de un mes.
Eso es la mitad de un plan de servicio inalámbrico básico completo de AT&T.
*¿Por qué deberían ser recolectados por alguien cuando no sabes qué van a hacer con eso?* Dice Patrick Jackson, un ex investigador de la Agencia de Seguridad Nacional que es el director de tecnología de Disconnect.
Él conectó mi iPhone a un software especial para que pudiéramos examinar el tráfico.
*Conozco el valor de los datos, y no quiero los míos en ningún lugar donde no tengan que estar*, me dijo.
En un mundo de intermediarios de datos, Jackson es el que rompe los datos.
Desarrolló una aplicación llamada Privacy Pro que identifica y bloquea muchos rastreadores.
Si eres un poco experto, recomiendo probar la versión gratuita de iOS para vislumbrar la vida secreta de tu iPhone.
Sí, los rastreadores también son un problema en los teléfonos con Android de Google.
Google ni siquiera permitirá que el software de protección de rastreadores de Disconnect llegue a su Play Store.
=Las reglas de Google prohíben las aplicaciones que puedan interferir con otra aplicación que muestre anuncios=.
Parte de la objeción de Jackson a los rastreadores es que muchos alimentan la economía de los datos personales, que se utiliza para apuntarnos al marketing y los mensajes políticos.
Los fiascos de Facebook nos han hecho a todos más conscientes de cómo nuestros datos pueden ser transmitidos, robados y mal utilizados, pero Cambridge Analytica fue solo el comienzo.
La mayor preocupación de Jackson es la transparencia:
si no sabemos a dónde van nuestros datos, ¿cómo podemos esperar mantenerlos en privado?.
La brecha de la aplicación.
Los rastreadores de aplicaciones son como las cookies en los sitios web que reducen los tiempos de carga, desperdician la vida útil de la batería y hacen que los anuncios espeluznantes lo sigan a través de Internet.
Excepto en las aplicaciones, hay poco aviso de que los rastreadores están al acecho y no puedes elegir un navegador diferente para bloquearlos.
¿Por qué los rastreadores se activan en medio de la noche?
Algunos fabricantes de aplicaciones los hacen llamar a casa cuando el teléfono está enchufado o piensan que no interferirán con otras funciones.
Estos encuentros nocturnos ocurren en el iPhone si ha permitido la *actualización de la aplicación en segundo plano*, que es la opción predeterminada de Apple.
Con Yelp, la compañía dice que el comportamiento que descubrí no era un rastreador sino más bien un *problema no deseado* que ha estado actuando como un rastreador.
Yelp cree que mi descubrimiento afecta al 1 % de sus usuarios de iOS, particularmente a aquellos que han hecho reservas a través de Apple Maps.
En el mejor de los casos, es un software de mala calidad el que envió datos de Yelp que no necesitaba.
En el peor de los casos, Yelp estaba acumulando un archivo de datos que podía usarse para mapear los viajes de las personas, incluso cuando no estaban usando su aplicación.
Un ejemplo más típico es DoorDash, el servicio de entrega de alimentos.
Inicie esa aplicación y estará enviando datos a nueve rastreadores de terceros, aunque no tendría forma de saberlo.
Los creadores de aplicaciones a menudo utilizan rastreadores porque son accesos directos a la investigación o los ingresos.
Corren toda la gama, de inocuos a insidiosos.
Algunos son como consultores que los fabricantes de aplicaciones pagan para analizar lo que la gente toca y mira.
Otros rastreadores pagan a los fabricantes de aplicaciones, lo que elimina el valor de nuestros datos para orientar anuncios.
En el caso de DoorDash, un rastreador llamado Sift Science obtiene una huella dactilar de su teléfono =nombre del dispositivo, modelo, identificador de anuncio y tamaño de memoria= e incluso datos de movimiento del acelerómetro para ayudar a identificar el fraude.
Tres rastreadores más ayudan a DoorDash a supervisar el rendimiento de la aplicación, incluido uno llamado Segmento que enruta los datos posteriores, incluida su dirección de entrega, nombre, correo electrónico y operador de telefonía celular.
Los otros cinco rastreadores de DoorDash, incluidos Facebook y Google Ad Services, lo ayudan a comprender la efectividad de su comercialización.
Su presencia significa que Facebook y Google lo saben cada vez que abres DoorDash.
La compañía de entrega me dice que no permite que los rastreadores vendan o compartan nuestros datos, lo cual es genial.
Pero... su política de privacidad dice:
*DoorDash no es responsable de las prácticas de privacidad de estas entidades*.
Todos menos uno de los nueve rastreadores de DoorDash hicieron la lista de Jackson para Disconnect, que también alimenta el modo de navegación privada del navegador Firefox.
Para él, cualquier tercero que recopile y retenga nuestros datos es sospechoso a menos que también tenga políticas de privacidad favorables al consumidor, como limitar el tiempo de retención de datos y anonimizar los datos.
Microsoft, Nike y The Weather Channel me dijeron que estaban usando los rastreadores que descubrí para *mejorar el rendimiento*.
Mint, propiedad de Intuit, dijo que utiliza un rastreador de marketing de Adobe para *ayudar a descubrir cómo anunciar a los usuarios de Mint*.
The Washington Post dijo que sus rastreadores se utilizaron para asegurarse de que los anuncios funcionen.
Spotify me señaló su política de privacidad pero las políticas de privacidad no necesariamente proporcionan protección.
Citizen, la aplicación para informes de delitos basados en la ubicación, publicó que *no compartiría su nombre u otra información de identificación personal*.
Sin embargo..., cuando realicé mi prueba, encontré que repetidamente envié mi número de teléfono, correo electrónico y las coordenadas de GPS exactas a El rastreador de Amplitude.
Después de contactar a Citizen, actualizó su aplicación y eliminó el rastreador de Amplitude.
Amplitude, por su parte, dice que los datos que recopila para los clientes *se mantienen privados y no se venden*.
*Haremos un mejor trabajo para asegurarnos de que nuestra política de privacidad sea clara sobre los tipos específicos de datos que compartimos con proveedores como estos*, dijo el portavoz de Citizen J. Peter Donald.
*No vendemos datos de usuarios, nunca lo hemos hecho y nunca lo haremos*.
El problema es que, cuantos más lugares transfieren los datos personales, más difícil es responsabilizar a las empresas por el mal comportamiento, incluidas las infracciones inevitables.
Como Jackson me recordaba: *Esta es tu información*.
La decepción.
Lo que me decepciona es que los datos gratuitos para todos que descubrí están sucediendo en un iPhone.
¿No se supone que Apple es mejor en la privacidad?
*En Apple hacemos un gran esfuerzo para ayudar a los usuarios a mantener sus datos privados*, dice la compañía en un comunicado.
*El hardware y el software de Apple están diseñados para brindar seguridad y privacidad avanzadas en todos los niveles del sistema*.
En algunas áreas, Apple está por delante.
La mayoría de las aplicaciones y servicios de Apple se encargan de encriptar los datos o, mejor aún, de no recopilarlos en primer lugar.
Apple ofrece una configuración de privacidad llamada *Limitar el seguimiento de anuncios* =lamentablemente desactivada de forma predeterminada= que dificulta un poco a las empresas rastrearte en todas las aplicaciones por medio de un identificador único para cada iPhone.
Y con iOS 12, Apple tomó nota de la economía de los datos al mejorar la *prevención de seguimiento inteligente* en su navegador web Safari.
Sin embargo, en estos días, pasamos más tiempo en aplicaciones.
Apple es estricta en cuanto a requerir que las aplicaciones obtengan permiso para acceder a ciertas partes del iPhone, incluyendo su cámara, micrófono, ubicación, información de salud, fotos y contactos.
Puede verificar y cambiar esos permisos en la configuración de privacidad.
Pero Apple no tiene en cuenta lo que hacen las aplicaciones con los datos que les proporcionamos o que generan sobre nosotros.
*Para los datos y servicios que las aplicaciones crean por su cuenta, nuestras Pautas de la App Store requieren que los desarrolladores tengan políticas de privacidad claramente publicadas y que soliciten permiso a los usuarios para recopilar datos antes de hacerlo.
Cuando aprendemos que las aplicaciones no han seguido nuestras Directrices en estas áreas, o bien hacemos que las aplicaciones cambien de práctica o evitamos que esas aplicaciones estén en la tienda*, dice Apple.
Sin embargo, muy pocas aplicaciones que encontré usando rastreadores de terceros revelaron los nombres de esas compañías o cómo protegen mis datos.
¿Y de qué sirve enterrar esta información en las políticas de privacidad?
Lo que necesitamos es la rendición de cuentas.
Implicarse más profundamente en las prácticas de datos de aplicaciones es complicado para Apple.
Con frecuencia, la tecnología de hoy en día se basa en servicios de terceros, por lo que Apple no podría simplemente prohibir todas las conexiones a servidores externos.
Y algunas empresas son tan grandes que ni siquiera necesitan la ayuda de extraños para rastrearnos.
El resultado no debería ser aumentar el poder de Apple.
*Me gustaría asegurarme de que no estén sofocando la innovación*, dice Andrés Arrieta, director de ingeniería de privacidad del consumidor de la Electronic Frontier Foundation.
Si Apple se convierte en la policía de privacidad de Internet, podría acabar con sus rivales.
Jackson sugiere que Apple también podría agregar controles en iOS como los integrados en Privacy Pro para dar a todos más visibilidad.
O tal vez Apple podría requerir que las aplicaciones se etiqueten cuando están usando rastreadores de terceros.
Si abrí la aplicación DoorDash y vi nueve avisos de seguimiento, podría hacerme pensar dos veces antes de usarla.
Tremendo...todos espiados y perfectamente identificados.
Y encima...pagamos por ello...
Si ya estamos en el baile pues...bailemos..
Fuerte abrazo.
Gilgamesh***
Fuentes;
-eluxemagazine
-washingtonpost
Si la vida sólo fuera llegar al Viernes..o al último día del mes con una sonrisa.. todo sería sencillo.
Pero...=siempre un pero= hay cosas bien jodidas que siempre nos ponen en alerta.
Hoy les comparto dos que he traducido del inglés para ustedes.
La primera está dentro de lo que ya venimos conociendo sobre 5G, pero la segunda..., a esa se la recomiendo a todos quienes ya saben y mucho sobre su aparetejo, o al menos..creen saber.
Vamos con la primera;
-Como dice el viejo refrán, *danos una pulgada e inevitablemente querremos una milla*.
Y ciertamente, este sentimiento es cierto con la tecnología.
¿Quién no quiere algo más rápido, más grande o más eficiente?
Tome las telecomunicaciones inalámbricas móviles.
Nuestra actual plataforma de red celular de banda ancha, 4G, nos permite transmitir datos más rápido que 3G y todo lo anterior.
Podemos acceder a la información más rápido que nunca en la historia.
¿Qué más podríamos querer?
Oh, sí, las velocidades de transmisión no son lo suficientemente poderosas para sostener el llamado Internet de las Cosas.
Lo que nos lleva a 5G.
Hasta ahora, las redes de banda ancha móvil han sido diseñadas para satisfacer las necesidades de las personas.
Sin embargo, 5G ha sido creado teniendo en cuenta las necesidades de las máquinas, ofreciendo transferencia de datos de baja eficiencia y alta latencia.
Esto se logra al dividir los datos en paquetes más pequeños, lo que permite tiempos de transmisión más rápidos.
Mientras que 4G tiene una demora de cincuenta milisegundos, la transferencia de datos 5G ofrecerá una mera demora de un milisegundo:
los seres humanos no notaremos la diferencia, pero permitirá que las máquinas logren una comunicación casi perfecta.
Lo que en sí mismo puede abrir toda una caja de Pandora llena de problemas de para nosotros y para nuestro planeta.
Peligros de 5G
Más ancho de banda=más peligros.
Vamos a empezar con algunos antecedentes básicos sobre la tecnología 5G.
Las velocidades de procesamiento más rápidas requieren más ancho de banda, sin embargo, nuestros actuales anchos de banda de frecuencia se están saturando rápidamente.
La idea detrás de 5G es utilizar el ancho de banda sin explotar la onda milimétrica =MMW= de frecuencia extremadamente alta, entre 30 GHz y 300 GHz, además de algunas frecuencias de rango bajo y medio.
Los MMW de alta frecuencia viajan una distancia corta.
Además, no viajan bien a través de los edificios y tienden a ser absorbidos por la lluvia y las plantas, lo que lleva a la interferencia de la señal.
Por lo tanto, la infraestructura necesaria requeriría muchas torres celulares más pequeñas, apenas perceptibles, situadas más juntas, con más puertos de entrada y salida que las torres 4G, mucho más grandes y fáciles de ver.
Esto probablemente resultaría en antenas inalámbricas cada pocos pies, en cada poste de luz y poste de servicio público en su vecindario.
Aquí hay algunos números para poner en perspectiva los peligros del 5G:
a partir de 2015, había 308.000 antenas inalámbricas en torres de telefonía móvil y edificios.
Eso es el doble del número en 2002.
Sin embargo, 5G requeriría exponencialmente más, las más pequeñas, colocadas mucho más juntas, con cada ráfaga de radiación de radiofrecuencia-RFR emisora otorgada, a niveles mucho más bajos que los de las torres de celdas 4G de hoy en día, eso será mucho más difícil de evitar porque estas torres serán ubicuas.
Si pudiéramos ver la RFR, parecería un smog que está en todas partes, todo el tiempo.
Serios problemas de salud
Primero, es importante saber que en 2011, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud clasificó a la RFR como un potencial carcinógeno 2B y especificó que el uso de teléfonos móviles podría conducir a formas específicas de tumores cerebrales.
Muchos estudios han asociado la exposición a RFR de bajo nivel con una letanía de efectos a la salud, que incluyen:
-Roturas de cadenas simples y dobles del ADN =que conducen al cáncer=.
-Daño oxidativo =que conduce al deterioro de los tejidos y al envejecimiento prematuro=.
-Disrupción del metabolismo celular.
-Mayor permeabilidad de la barrera hematoencefálica.
-Reducción de la melatonina =que conduce al insomnio y aumenta los riesgos de cáncer=.
-Interrupción del metabolismo de la glucosa cerebral.
-Generación de proteínas del estrés =que conducen a innumerables enfermedades=.
Como se mencionó, la nueva tecnología 5G utiliza bandas MMW de frecuencia más alta, que emiten la misma dosis de radiación que los escáneres de aeropuertos.
Los efectos de esta radiación en la salud pública aún no han sido sometidos a los rigores de las pruebas a largo plazo.
La adopción de 5G significará más señales que transportan más energía a través del espectro de alta frecuencia, con más transmisores ubicados más cerca de las casas y lugares de trabajo de las personas;
básicamente, una RFR mucho más potente volando a nuestro alrededor.
No es de extrañar que exista temor por los riesgos potenciales, tanto para la salud humana como para la ambiental.
Quizás la preocupación más fuerte involucre los efectos adversos de los MMW en la piel humana.
La carta a la Comisión Federal de Comunicaciones , del Dr. Yael Stein, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, describe los puntos principales.
Más del noventa % de la radiación de microondas es absorbida por la epidermis y las capas de la dermis, por lo que la piel humana actúa básicamente como una esponja absorbente para la radiación de microondas.
Por más inquietante que pueda parecer, generalmente se considera aceptable siempre y cuando las longitudes de onda infractoras sean mayores que las dimensiones de la capa de piel.
Pero los MMW violan esta condición.
Además, los conductos de sudor en la capa superior de la piel actúan como antenas helicoidales, que son antenas especializadas construidas específicamente para responder a los campos electromagnéticos.
Con millones de conductos de sudor, y el aumento de las necesidades de RFR de 5G, es lógico que nuestros cuerpos se vuelvan mucho más conductores de esta radiación . Las ramificaciones completas de este hecho actualmente no están claras, especialmente para los miembros más vulnerables del público =por ejemplo, bebés, mujeres embarazadas, ancianos=.
Además, los MMW pueden hacer que nuestros receptores del dolor se inflamen al reconocer que las ondas son estímulos dañinos.
Tenga en cuenta que el Departamento de Defensa de los EE. UU. ya utiliza un método de dispersión de multitudes denominado *Active Denial System* , en el que los MMW se dirigen a las multitudes para hacer que su piel se sienta como si se estuviera quemando, y también tiene la capacidad de matar a las poblaciones con microondas básicamente desde lejos.
¿Y la industria de las telecomunicaciones quiere llenar nuestro ambiente con MMWs?
Otras investigaciones angustiantes.
Desafortunadamente, animales inocentes ya han sido víctimas de pruebas para ver los efectos de MMW en células vivas.
Extrapolar los resultados de las pruebas en animales a humanos no es sencillo, pero los resultados, sin embargo, provocan serias señales de alerta.
Tal vez lo más importante, un estudio del Programa Nacional de Toxicología de EE. UU. observó que las ratas macho expuestas a la RFR durante nueve horas al día durante dos años desarrollaron formas raras de tumores en el cerebro y el corazón, y ratas de ambos sexos desarrollaron daño en el ADN .
Los investigadores notaron que el mayor riesgo para las ratas era relativamente pequeño;
pero si estos hallazgos se traducen en humanos, el aumento generalizado en el uso de teléfonos celulares podría tener un impacto significativo en las poblaciones.
Por lo tanto, el estudio NTP sirvió para renovar el debate sobre los posibles efectos dañinos de los teléfonos celulares en la salud humana.
No solo eso, causó un cambio significativo en la comprensión de la American Cancer Society sobre la radiación y el cáncer, y los incitó a afirmar que nuestra ignorancia del impacto de la RFR en la salud humana podría compararse con nuestro olvido previo a la conexión entre fumar y el cáncer de pulmón.
Otras investigaciones con animales en todo el mundo ilustran cómo la radiación de microondas en general y los MMW en particular pueden dañar los ojos y el sistema inmunológico, la tasa de crecimiento celular, incluso la resistencia bacteriana.
Un experimento realizado en el Instituto de Investigación Médica de la Universidad de Medicina de Kanazawa mostró que las antenas de ondas milimétricas de 60 GHz producen lesiones térmicas en los ojos de los conejos, con efectos térmicos que se extienden por debajo de la superficie del ojo.
Este estudio , mientras tanto, sugiere que la opacidad ocular causada por MMW de bajo nivel, es un precursor de las cataratas en los ojos de las ratas.
Un estudio chino demostró que ocho horas de radiación de microondas dañaron las células epiteliales de los ojos de los conejos.
Un estudio paquistaní llegó a la conclusión de que la exposición a la FEM del teléfono móvil evitaba que las células de la retina del embrión de pollo se diferenciaran adecuadamente.
Un estudio ruso reveló que la exposición de ratones sanos a radiación electromagnética de baja intensidad y extremadamente alta frecuencia comprometía gravemente sus sistemas inmunológicos.
Y un estudio armenio de 2016 concluyó que los MMW de baja intensidad no solo deprimían el crecimiento de Esterichia Coli y otras bacterias, sino que también cambiaban ciertas propiedades y niveles de actividad de las células.
El mismo estudio armenio observó que la interacción de MMW con las bacterias podría llevar a una resistencia a los antibióticos , una noticia alarmante, considerando que la inmunidad a las bacterias ya está comprometida debido al uso excesivo de antibióticos.
Nuevamente, si estos hallazgos se traducen en humanos, nuestro uso desenfrenado de teléfonos celulares probablemente causará efectos de salud profundos y adversos; un aumento en los MMW a medida que se introduce más ancho de banda podría complicar aún más la cuestión.
Pero lo que también es importante señalar aquí es que el peligro de la tecnología 5G no solo puede tener un impacto profundo en la salud humana, sino en la salud de todos los organismos vivos que toca, incluidas las plantas, como veremos.
Los peligros de 5G también se extienden al planeta.
Igualmente inquietante, la tecnología 5G pone en riesgo la salud ambiental de varias maneras.
Primero, los MMW pueden representar una seria amenaza para la salud de las plantas.
Este estudio de 2010 mostró que las hojas de las plántulas de álamo expuestas a RFR exhibían síntomas de necrosis, mientras que otro estudio armenio sugirió que la MMW de baja intensidad causa *cambios en el espectro de isoenzimas de la peroxidasa*, básicamente una respuesta al estrés que daña las células en los brotes de trigo.
La irradiación de las plantas es una mala noticia para la flora del planeta, pero también es una mala noticia para nosotros:
podría contaminar nuestro suministro de alimentos.
Segundo, la infraestructura 5G supondría una amenaza para la atmósfera de nuestro planeta .
La implementación de la red requerirá el despliegue de muchos satélites de corta duración a través de cohetes suborbitales propulsados por motores de cohetes de hidrocarburos.
Según el estudio de California del 2010 , el lanzamiento de demasiados de estos bebés vomitará suficiente carbono negro en la atmósfera para contaminar las condiciones atmosféricas globales, afectando la distribución del ozono y la temperatura.
Peor aún, el escape de un cohete de estado sólido contiene cloro, un químico que destruye el ozono.
¿Cómo puede un gobierno preocupado seriamente por el cambio climático permitir esto?
En tercer lugar, 5G potencialmente amenazará los ecosistemas naturales.
Según varios informes de las últimas dos décadas, algunos de los cuales se resumen aquí , la radiación de microondas a nivel bajo y no ionizante afecta la salud de las aves y las abejas.
Expulsa a las aves de sus nidos y causa el deterioro de la pluma, problemas de locomoción, reducción de la supervivencia y la muerte.
Y las poblaciones de abejas sufren la reducción de la capacidad de puesta de huevos de las abejas reinas y el tamaño de las colonias es más pequeño.
El meta-estudio de 2012 muestra más evidencia de la alteración del ecosistema, lo que indica que 593 de los 919 estudios de investigación sugieren que la RFR afectan adversamente a las plantas, los animales y los seres humanos.
Cuidado con el diluvio de propaganda
A pesar de ser plenamente consciente de todos estos resultados inquietantes, amenazas e inquietudes, la corporatocracia de los EE. UU. continúa manteniendo una actitud de gung-ho sobre 5G .
La Ley Mobile Now se aprobó en 2016, y muchos estados de los EE. UU. han seguido adelante con los planes 5G .
Los principales actores de la industria de las telecomunicaciones básicamente han elegido poderes gubernamentales para hacer cumplir su agenda 5G, con compañías como AT&T y Qualcomm que han comenzado las pruebas en vivo .
Y a pesar de las investigaciones que muestran serias amenazas para los humanos y el planeta, el presidente de la FCC anunció sus intenciones de abrir espectros de baja, media y alta frecuencia, sin siquiera mencionar una sola palabra sobre los peligros.
Nos lo venderán como *velocidades de navegación más rápidas*, pero la verdad es que apenas notará la diferencia.
Van a llamar a cualquier persona que proteste contra 5G como *tecnófobo*.
Pero, ¿por qué tanta disposición a adoptar otra tecnología nueva, aunque conlleva graves riesgos y aporte beneficios espurios?
¿Por qué no prestar atención a las lecciones aprendidas de productos asesinos como el amianto, el tabaco y la gasolina con plomo?
Debido a que un pequeño porcentaje de personas ganará una gran cantidad de dinero, esa es una de las razones.
Y porque las empresas y los gobiernos recibirán una cantidad de poder sin precedentes sobre los civiles, eso es lo otro.
Sin embargo, no todo es pesimismo.
Al menos un político de los Estados Unidos mantiene cierta sensatez:
en octubre, el gobernador de California, Jerry Brown, detuvo la legislación que habría permitido a la industria de las telecomunicaciones inundar el estado con mini torres. Las acciones audaces de Brown han permitido a las localidades tener una opinión sobre dónde y cuántas torres celulares se colocan.
El estado de Hawai ha detenido los medidores 5G inteligentes al amenazar colectivamente con cobrar a cada persona que instaló dichos medidores con responsabilidad por cualquier problema de salud que puedan sufrir los residentes.
Además, 180 científicos han iniciado una petición para advertir sobre los peligros de 5G, especialmente sus posibles efectos en la salud.
Tal vez estas acciones permitan más tiempo para estudios adicionales y recopilación de datos.
Igual de importante, tal vez causen que otros políticos y jefes de figuras reflexionen sobre lo que han estado presionando.
Tomar acción
Mientras tanto, nosotros, como individuos, debemos hacer todo lo posible para protegernos contra los peligros de la 5G.
Esto es lo que puedes hacer:
-Comprender los EMFs y sus comportamientos.
-Obtener un detector de radiación de buena calidad para saber si está o no cerca de niveles altos de CEM.
-Protegerse con un escudo EMF para protegerse de puntos de acceso.
-Probar un producto patentado que neutraliza los efectos dañinos de los teléfonos móviles y otros dispositivos emisores de EMF en los seres humanos.
Siempre que sea posible, limite su exposición:
use un auricular con protección contra la radiación o el modo de altavoz mientras habla por teléfono celular.
Aprende más.
Niéguese a usar teléfonos y dispositivos 5G.
Haga una parada completa y desaliente a los que conoce.
No compre cualquier cosa bajo el rótulo *inteligente* =electrodomésticos inteligentes, calentadores=inteligentes, etc.=
Algunos creen que transportar cristales de shungita puede ofrecer cierta protección contra la radiación.
Pase lo que pase, NO obtenga un medidor inteligente para la energía eléctrica: estos colocan altos niveles de radiación 5G directamente en su hogar.
Únase a la creciente cantidad de disidentes contra los peligros de 5G.
Haga lo que los hawaianos han hecho y amenace a los instaladores de medidores inteligentes y tecnología 5G con responsabilidad jurídicas.
¡Difunda! y por favor comparta este artículo con todos sus conocidos.
Incluso si los impulsores de políticas y los gobiernos no están haciendo su debida diligencia, al menos podemos decir que estamos haciendo lo nuestro.
Ahora la segunda que he descubierto en el The Washington Post, nada menos..
Para mí todo ésto es chino básico, no entiendo un pepino ya que no uso celular, pero seguramente muchos de ustedes podrán identificar perfectamente ésta data.
Igualmente se entiende aunque uno no use el engendro tecnológico.
-Son las 3 de la mañana.
¿Sabes lo que está haciendo tu iPhone?
El mío ha estado alarmantemente ocupado.
A pesar de que la pantalla está apagada y estoy roncando, las aplicaciones están transmitiendo mucha información sobre mí a compañías de las que nunca he oído hablar.
Probablemente tu iPhone está haciendo lo mismo, y Apple podría estar haciendo más para detenerlo.
En una noche de lunes reciente, una docena de compañías de mercadotecnia, firmas de investigación y otros usuarios de información personal obtuvieron informes de mi iPhone.
A las 11:43 pm, una compañía llamada Amplitude aprendió mi número de teléfono, correo electrónico y ubicación exacta.
A las 3:58 am, otro llamado, Appboy obtuvo una huella digital de mi teléfono.
A las 6:25 am, un rastreador llamado Demdex recibió una forma de identificar mi teléfono y me envió una lista de otros rastreadores para vincularse.
Y durante toda la noche, hubo un comportamiento sorprendente por parte de un nombre familiar:
Yelp.
Estaba recibiendo un mensaje que incluía mi dirección IP, una vez cada cinco minutos.
Nuestros datos tienen una vida secreta en muchos de los dispositivos que utilizamos todos los días, desde parlantes Alexa a televisores inteligentes.
Pero tenemos un punto ciego gigante cuando se trata de las compañías de datos que están investigando nuestros teléfonos.
Puede suponer que puede contar con Apple para salvar todos los detalles de privacidad.
Después de todo, se promocionó en un anuncio reciente, *Lo que sucede en tu iPhone se queda en tu iPhone*.
Mi investigación sugiere lo contrario.
Las aplicaciones para iPhone que descubrí rastreando información a terceros =solo mientras dormía= incluyen Microsoft, OneDrive, Intuit's, Mint, Nike, Spotify, The Washington Post, IBM's, Weather Channel.
Una aplicación, el servicio de alerta de delitos Citizen, compartió información de identificación personal en violación de su política de privacidad publicada.
Y tu iPhone no solo alimenta rastreadores de datos mientras duermes.
En una sola semana, encontré más de 5.400 rastreadores, principalmente en aplicaciones, sin incluir el incesante tráfico de Yelp.
Según la firma de privacidad Disconnect, que ayudó a probar mi iPhone, esos rastreadores no deseados habrían arrojado 1,5 gigabytes de datos en el lapso de un mes.
Eso es la mitad de un plan de servicio inalámbrico básico completo de AT&T.
*¿Por qué deberían ser recolectados por alguien cuando no sabes qué van a hacer con eso?* Dice Patrick Jackson, un ex investigador de la Agencia de Seguridad Nacional que es el director de tecnología de Disconnect.
Él conectó mi iPhone a un software especial para que pudiéramos examinar el tráfico.
*Conozco el valor de los datos, y no quiero los míos en ningún lugar donde no tengan que estar*, me dijo.
En un mundo de intermediarios de datos, Jackson es el que rompe los datos.
Desarrolló una aplicación llamada Privacy Pro que identifica y bloquea muchos rastreadores.
Si eres un poco experto, recomiendo probar la versión gratuita de iOS para vislumbrar la vida secreta de tu iPhone.
Sí, los rastreadores también son un problema en los teléfonos con Android de Google.
Google ni siquiera permitirá que el software de protección de rastreadores de Disconnect llegue a su Play Store.
=Las reglas de Google prohíben las aplicaciones que puedan interferir con otra aplicación que muestre anuncios=.
Parte de la objeción de Jackson a los rastreadores es que muchos alimentan la economía de los datos personales, que se utiliza para apuntarnos al marketing y los mensajes políticos.
Los fiascos de Facebook nos han hecho a todos más conscientes de cómo nuestros datos pueden ser transmitidos, robados y mal utilizados, pero Cambridge Analytica fue solo el comienzo.
La mayor preocupación de Jackson es la transparencia:
si no sabemos a dónde van nuestros datos, ¿cómo podemos esperar mantenerlos en privado?.
La brecha de la aplicación.
Los rastreadores de aplicaciones son como las cookies en los sitios web que reducen los tiempos de carga, desperdician la vida útil de la batería y hacen que los anuncios espeluznantes lo sigan a través de Internet.
Excepto en las aplicaciones, hay poco aviso de que los rastreadores están al acecho y no puedes elegir un navegador diferente para bloquearlos.
¿Por qué los rastreadores se activan en medio de la noche?
Algunos fabricantes de aplicaciones los hacen llamar a casa cuando el teléfono está enchufado o piensan que no interferirán con otras funciones.
Estos encuentros nocturnos ocurren en el iPhone si ha permitido la *actualización de la aplicación en segundo plano*, que es la opción predeterminada de Apple.
Con Yelp, la compañía dice que el comportamiento que descubrí no era un rastreador sino más bien un *problema no deseado* que ha estado actuando como un rastreador.
Yelp cree que mi descubrimiento afecta al 1 % de sus usuarios de iOS, particularmente a aquellos que han hecho reservas a través de Apple Maps.
En el mejor de los casos, es un software de mala calidad el que envió datos de Yelp que no necesitaba.
En el peor de los casos, Yelp estaba acumulando un archivo de datos que podía usarse para mapear los viajes de las personas, incluso cuando no estaban usando su aplicación.
Un ejemplo más típico es DoorDash, el servicio de entrega de alimentos.
Inicie esa aplicación y estará enviando datos a nueve rastreadores de terceros, aunque no tendría forma de saberlo.
Los creadores de aplicaciones a menudo utilizan rastreadores porque son accesos directos a la investigación o los ingresos.
Corren toda la gama, de inocuos a insidiosos.
Algunos son como consultores que los fabricantes de aplicaciones pagan para analizar lo que la gente toca y mira.
Otros rastreadores pagan a los fabricantes de aplicaciones, lo que elimina el valor de nuestros datos para orientar anuncios.
En el caso de DoorDash, un rastreador llamado Sift Science obtiene una huella dactilar de su teléfono =nombre del dispositivo, modelo, identificador de anuncio y tamaño de memoria= e incluso datos de movimiento del acelerómetro para ayudar a identificar el fraude.
Tres rastreadores más ayudan a DoorDash a supervisar el rendimiento de la aplicación, incluido uno llamado Segmento que enruta los datos posteriores, incluida su dirección de entrega, nombre, correo electrónico y operador de telefonía celular.
Los otros cinco rastreadores de DoorDash, incluidos Facebook y Google Ad Services, lo ayudan a comprender la efectividad de su comercialización.
Su presencia significa que Facebook y Google lo saben cada vez que abres DoorDash.
La compañía de entrega me dice que no permite que los rastreadores vendan o compartan nuestros datos, lo cual es genial.
Pero... su política de privacidad dice:
*DoorDash no es responsable de las prácticas de privacidad de estas entidades*.
Todos menos uno de los nueve rastreadores de DoorDash hicieron la lista de Jackson para Disconnect, que también alimenta el modo de navegación privada del navegador Firefox.
Para él, cualquier tercero que recopile y retenga nuestros datos es sospechoso a menos que también tenga políticas de privacidad favorables al consumidor, como limitar el tiempo de retención de datos y anonimizar los datos.
Microsoft, Nike y The Weather Channel me dijeron que estaban usando los rastreadores que descubrí para *mejorar el rendimiento*.
Mint, propiedad de Intuit, dijo que utiliza un rastreador de marketing de Adobe para *ayudar a descubrir cómo anunciar a los usuarios de Mint*.
The Washington Post dijo que sus rastreadores se utilizaron para asegurarse de que los anuncios funcionen.
Spotify me señaló su política de privacidad pero las políticas de privacidad no necesariamente proporcionan protección.
Citizen, la aplicación para informes de delitos basados en la ubicación, publicó que *no compartiría su nombre u otra información de identificación personal*.
Sin embargo..., cuando realicé mi prueba, encontré que repetidamente envié mi número de teléfono, correo electrónico y las coordenadas de GPS exactas a El rastreador de Amplitude.
Después de contactar a Citizen, actualizó su aplicación y eliminó el rastreador de Amplitude.
Amplitude, por su parte, dice que los datos que recopila para los clientes *se mantienen privados y no se venden*.
*Haremos un mejor trabajo para asegurarnos de que nuestra política de privacidad sea clara sobre los tipos específicos de datos que compartimos con proveedores como estos*, dijo el portavoz de Citizen J. Peter Donald.
*No vendemos datos de usuarios, nunca lo hemos hecho y nunca lo haremos*.
El problema es que, cuantos más lugares transfieren los datos personales, más difícil es responsabilizar a las empresas por el mal comportamiento, incluidas las infracciones inevitables.
Como Jackson me recordaba: *Esta es tu información*.
La decepción.
Lo que me decepciona es que los datos gratuitos para todos que descubrí están sucediendo en un iPhone.
¿No se supone que Apple es mejor en la privacidad?
*En Apple hacemos un gran esfuerzo para ayudar a los usuarios a mantener sus datos privados*, dice la compañía en un comunicado.
*El hardware y el software de Apple están diseñados para brindar seguridad y privacidad avanzadas en todos los niveles del sistema*.
En algunas áreas, Apple está por delante.
La mayoría de las aplicaciones y servicios de Apple se encargan de encriptar los datos o, mejor aún, de no recopilarlos en primer lugar.
Apple ofrece una configuración de privacidad llamada *Limitar el seguimiento de anuncios* =lamentablemente desactivada de forma predeterminada= que dificulta un poco a las empresas rastrearte en todas las aplicaciones por medio de un identificador único para cada iPhone.
Y con iOS 12, Apple tomó nota de la economía de los datos al mejorar la *prevención de seguimiento inteligente* en su navegador web Safari.
Sin embargo, en estos días, pasamos más tiempo en aplicaciones.
Apple es estricta en cuanto a requerir que las aplicaciones obtengan permiso para acceder a ciertas partes del iPhone, incluyendo su cámara, micrófono, ubicación, información de salud, fotos y contactos.
Puede verificar y cambiar esos permisos en la configuración de privacidad.
Pero Apple no tiene en cuenta lo que hacen las aplicaciones con los datos que les proporcionamos o que generan sobre nosotros.
*Para los datos y servicios que las aplicaciones crean por su cuenta, nuestras Pautas de la App Store requieren que los desarrolladores tengan políticas de privacidad claramente publicadas y que soliciten permiso a los usuarios para recopilar datos antes de hacerlo.
Cuando aprendemos que las aplicaciones no han seguido nuestras Directrices en estas áreas, o bien hacemos que las aplicaciones cambien de práctica o evitamos que esas aplicaciones estén en la tienda*, dice Apple.
Sin embargo, muy pocas aplicaciones que encontré usando rastreadores de terceros revelaron los nombres de esas compañías o cómo protegen mis datos.
¿Y de qué sirve enterrar esta información en las políticas de privacidad?
Lo que necesitamos es la rendición de cuentas.
Implicarse más profundamente en las prácticas de datos de aplicaciones es complicado para Apple.
Con frecuencia, la tecnología de hoy en día se basa en servicios de terceros, por lo que Apple no podría simplemente prohibir todas las conexiones a servidores externos.
Y algunas empresas son tan grandes que ni siquiera necesitan la ayuda de extraños para rastrearnos.
El resultado no debería ser aumentar el poder de Apple.
*Me gustaría asegurarme de que no estén sofocando la innovación*, dice Andrés Arrieta, director de ingeniería de privacidad del consumidor de la Electronic Frontier Foundation.
Si Apple se convierte en la policía de privacidad de Internet, podría acabar con sus rivales.
Jackson sugiere que Apple también podría agregar controles en iOS como los integrados en Privacy Pro para dar a todos más visibilidad.
O tal vez Apple podría requerir que las aplicaciones se etiqueten cuando están usando rastreadores de terceros.
Si abrí la aplicación DoorDash y vi nueve avisos de seguimiento, podría hacerme pensar dos veces antes de usarla.
Tremendo...todos espiados y perfectamente identificados.
Y encima...pagamos por ello...
Si ya estamos en el baile pues...bailemos..
Fuerte abrazo.
Gilgamesh***
Fuentes;
-eluxemagazine
-washingtonpost