***Muy buen Domingo para todxs.
Agradezco a todos quienes se han solidarizado con la situación familiar que les comentaba ayer.
Como todo evento que no es tan eventual si tuviéramos la suficiente consciencia de lo que está ocurriendo, se pueden sacar muchas conclusiones y experiencias.
La familia en cuestión es grande, 7 hijxs repartidos en su mayor parte en otra provincia lejana y el matrimonio de mayores viviendo en su pueblo natal de una Provincia argentina siempre olvidada, con un progreso que siempre llega tarde y en largas cuotas, donde el sistema de salud es a duras penas básico.
Típica historia de cualquier país donde los hijos a medida que estudian y crecen deciden dejar la ruralidad para buscar un futuro mejor en las grandes ciudades.
Con la Pandemia floreándose a su antojo ésta situación se agrava, la familia dispersa geográficamente puede hacer muy poco, las restricciones y confinamientos ya saben, ponen al paciente con comorbilidades o en edad de alto riesgo, en un asituación de máxima vulnerabilidad.
Psicológicamente es difícil explicarle a éstos adultos mayores una Pandemia que los medios de comunicación se han encargado de minimizar y nuestras propias negaciones también, como creer que en un pueblito alejado de todo, el virus no iba a llegar nunca, ...hasta que llega.
El traslado entonces del paciente con Covid a un efector de salud con mejores recursos implica que irá solo, ningún familiar lo puede acompañar y el pánico y la soledad se adueña del enfermo.
Se corta la cadena de comunicación, esa que necesariamente debe existir entre los familiares y el paciente, sumado a lo que decía al inicio que es doblemente problemático en Provincias o Pueblos donde todo es precario.
Finalmente se encuentra que el efector más cercano con cierta capacidad de hacer frente a ésta Pandemia excepcional, está a 180 kilómetros..., imaginarán entonces cómo todo se complica mucho más.
Explicarle a personas de más de 70 años acostumbradas a la vida rural y a condiciones de humidad profundas, es todo un desafío también.
La angustia se multiplica entonces, por un lado la del paciente contagiado que se despierta en un hospital de una ciudad que no conoce, y la de sus familiares =hijos= que no saben ni pueden hacer absolutamente nada de lo que, en situación normal uno haría, estamos todos en cuarentena y si no se recomienda o permite salir a caminar por el barrio.... mucho menos es posible viajar de una provincia a otra.
Aquí en mi ciudad es una cosa, en el corazón de otras provincias es otra, lo cual debería impulsarnos a luchar siempre por ese ansiado y nunca conseguido *Federalismo*, es decir, que la riqueza y bienestar de un país no se circunscriba como siempre a sus capitales o grandes urbes y nuestros hermanxs del mal llamado *interior* dejen de ser ciudadanos de cuarta.
Pero bueno...ahí vamos, en mi caso haciendo de fusible y de generador de ideas para hallar soluciones ante ésta situación compleja que vamos superando de a poco, porque cada día surgen nuevos desafíos.
Podrán imaginarse que tantos hermanxs repartidos por el país hoy se conectan mediante el wasap en grupo y ha sido realmente desgarrador escuchar la angustia de cada uno de ellxs, ante lo cual uno intenta aportar lo mejor pueda hacer.
Afortunadamente logramos tener a esos *ángeles* desconocidos pero súpersolidarios como nexo, y al menos podemos suplir esa situación de no poder estar in situ, a través del celular.
Son pacientes de altísimo riesgo, padecieron el mal de Chagas desde su niñez, pasaron por ACV, presión alta, y bueno...todo lo que padece quien le ha tocado nacer y vivir en esas realidades que en muchos de nuestros países de América Latina es lamentablemente algo *común*, pese al tiempo, a los gobiernos buenos o malos, hay lugares donde todavía en pleno siglo XXI todo sigue siendo en blanco y negro.
Lo positivo puntualmente es que ambos s eencuentran estables, un día con alta fiebre, otro día no, un día con dolores corporales, otro día no y así van alternando los síntomas, y en el caso de ella que atraviesa una Bronco-Neumonía bilateral afortunadamente evoluciona sin necesidad de respiradores ni entubamientos.
Y ahí andamos, tratando de ganarle al bicho ésta batalla terapéutica pero más que nada cultural y psíquica, que pone a prueba nuestra capacidad de seguir de pié ante la adversidad.
Mil gracias a todxs quienes han enfocado sus buenas ondas hacia aquí.
En el mientras tanto me doy esos tiempos necesarios para manternerme informado y de paso compartir con ustedes lo que considero útil para la mayor comprensión de ésto que llamamos Pandemia y que lamentablemente en Europa está volviendo a descalabrar todo y demostrar que de ninguna manera es algo liviano ni terminado.
Ver el telediario español hoy con duras protestas y actos vandálicos de quienes siguen ignorando l agravedad del momento es triste y nos alerta a todos sobre lo que se gesta siempre detrás de todo, los amantes del caos, los cultores del odio, y los pescadores de rio revuelto.
Comparto un a entrevista que le hacen a un prestigioso experto español que está de visita por Argentina y sus opiniones sobre lo calamitoso que deja y seguirá dejando la Pandemia, tanto en el primer mundo como en cada rincón del planeta.
Interesante nota de la cual sin dudas vamos a enriquecer nuestro caudal de conocimiento y toma de consciencia de lo que estamos enfrentando;
Rafael Bengoa tiene 68 años y es codirector del instituto español SI-Health, tras su paso por la gestión pública española y 14 años trabajando en la OMS.
-Esta semana usted se reunió con el ministro de Salud, Ginés González García.
¿Hablaron del coronavirus?
-Sí.
Ginés me preguntó cómo va la cosa y yo, que estoy en Bilbao, le confirmé que obviamente no podemos dar ninguna lección desde Europa.
Humildemente le dije:
*Mire, es mejor que le consulte a alguien en Corea del Sur, Japón o Singapur.
Más adelante podremos hablar de cuál fue el papel de los medios de comunicación en todo esto, pero los científicos que hemos estado en salud pública no hemos tenido ningún impacto en las decisiones, a pesar de las mil webinars... sí me han llamado de otros países, pero no de España ni del País Vasco.
¿De dónde?
No puedo decirlo.
Países angloparlantes*.
-¿Le dio alguna recomendación sobre la gestión de la pandemia?
-Al no haber estado ahí... pero le puedo decir las cosas que fallaron en los países que asesoré.
Hubo una primera oleada que se controló bien, pero los decisores políticos cometieron el error de pensar que, tras el confinamiento, con el verano se podía volver a una vida normal.
Perdimos de vista que el coronavirus es una amenaza permanente y, así, creamos buenas condiciones para la segunda oleada.
Este es un virus con alta transmisibilidad, aunque no muy mortal.
Creo que a más tardar la semana que viene, España va al lockdown.
Solo se irá a la escuela y a los trabajos esenciales.
La situación es similar a la de marzo y abril.
De las gripes de los últimos 250 años se sabe que las segundas oleadas son peores que las primeras porque se baja la guardia.
Así que Europa no puede darle ninguna lección a nadie.
Habría que mirar a Oriente.
No digo países como China, con una semidemocracia en muchos sentidos, sino a Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda.
Hay que tener humildad y asumir que en Occidente no tenemos todas las respuestas.
Ojalá en este segundo confinamiento entendamos aquello que no entendimos en el primero y evitar una tercera oleada.
-Usted trabajo 14 años en la Organización Mundial de la Salud.
¿Cómo evalúa el rol del organismo en la pandemia?
-Queso suizo.
Se han roto muchos muros de contención.
El tema es que a la OMS paulatinamente se le vedó la posibilidad de tener un rol fuerte en casos de pandemia, ya desde el SARS1.
Los gobiernos se les tiraron encima y quedaron amordazados.
No pudieron cumplir su función de alerta con la velocidad necesaria.
Ahora que el presidente Trump dejará el mando, yo creo que los estadounidenses tendrán que ver cómo vuelven a la OMS.
Es importante.
Entiendo que será importante la próxima reunión del organismo, ahora en noviembre.
Pero lo principal es que la OMS tiende a abarcar demasiados temas:
necesita focalizarse en algunos.
Si sigue pretendiendo trabajar todos los temas de salud, seguirá diluyéndose.
Como la Argentina, todos tenemos el mismo dilema:
cómo enfrentar el tsunami de enfermedades crónicas que se nos vienen encima.
-En Argentina, muchos le critican a las autoridades no haber frenado los contagios, es decir, no haber trazado otro objetivo que evitar un colapso sanitario.
¿Qué opina de esa posición?
-No hablé de esto con las autoridades.
Lo que puedo decir es que el tracking trace no se ha hecho bien en casi ningún sitio.
En Oriente sí actuaron muy rápido.
Crearon facilidades para el testeo, el aislamiento de la persona y la búsqueda de sus contactos estrechos, en promedio, ocho a doce personas por cada confirmado.
En Argentina, no sé, pero en España, el promedio de personas que logramos contactar fue entre uno y tres.
Un infectado, un contacto.
Es insuficiente.
En esto falló el mundo occidental.
No hablo de Estados Unidos porque ni siquiera intentan identificar a nadie.
Trump -y también Brasil-, sin decirlo, va a una inmunidad de rebaño.
Suecia también, pero lo dicen explícitamente.
Hoy se calcula que Estados Unidos tiene 220.000 muertos.
Más allá de lo que pase en las elecciones -aunque doy por supuesto que ganará el partido demócrata-, van para los 400.000 fallecidos en Navidad.
-Un problema acá fue la falta de vasos comunicantes entre los tres estratos de la Salud:
municipal, provincial y nacional.
Ejemplo de esto son las distorsiones en la carga de datos en el sistema epidemiológico.
¿Por dónde habría que empezar para mejorar esa estructura?
-En España y Francia tenemos el mismo tema:
países descentralizados.
Alemania nos da una lección interesante:
lograron un entendimiento razonable entre la presidenta Merkel y las regiones.
No les ganó la desunión política y entendieron que lo colectivo era más importante.
Italia e Inglaterra tuvieron mayor tensión.
Pero sabemos una cosa desde la gripe de 1918:
hay reportes de Estados Unidos que muestran cómo en las regiones con buena unión política, el confinamiento fue más corto y hubo menor mortalidad.
Un país necesita uniformidad en el sistema de datos.
Eso es buena salud pública, sea para Covid como para cáncer, obesidad o hipertensión.
Nada de esto se ha arreglado con desunión política.
-¿Por qué fallaron tanto las cuarentenas?
-Tenemos un sesgo, un sesgo psicológico.
Estamos programados para la normalidad.
Cuando te ocurre un choque en la vida, del tipo que sea, la mente quiere rápidamente volver a la normalidad.
Que los ciudadanos quieran eso, se entiende, pero los decisores deben saber que ese sesgo es muy negativo para la toma de decisiones.
El intento de volver a la normalidad, aunque sea por razones económicas, ha jugado en contra de nosotros.
La lección para Argentina es no bajar la guardia como hicieron España y otros países.
Seguir insistiendo en las medidas de higiene que ya conocemos todos.
Eso, con confinamiento, funciona.
-Antes mencionó que, aun con otro cierre total, en España seguirán abiertas las escuelas.
Es un tema muy discutido acá.
¿Qué opina?
-Los niños son vectores del virus.
Se infectan bastante, pero no infectan tanto a los demás.
Y como no lo sufren mucho, la tendencia en Europa es confinar el país, pero dejar que los niños vayan al colegio.
Eso sí, van a la escuela y vuelven a casa.
No asisten a sus actividades extraescolares.
-Volviendo a su reunión con el ministro Ginés González García, ¿en qué tema se centró el encuentro?
-Fue en el marco del apoyo que nos había pedido el ministerio en la prepandemia, a través del Banco Interamericano de Desarrollo-BID, en relación a un cambio en el sistema asistencial.
Dadas las condiciones, claramente será para el post-Covid.
Pero ya en la previa al coronavirus y durante la pandemia vinimos hablando de la estrategia para rediseñar el modelo asistencial argentino.
-¿En qué consiste ese modelo?
-Se parte de un modelo de acceso a los servicios que se puede ver en algunos países de Europa.
La idea es encontrar un equilibrio, digamos, un modelo sustentable entre el gasto del sector público y la calidad que se presta.
Argentina ya venía mirando ese diseño macro, pensando en reconfigurarse para avanzar hacia una mejor cobertura sanitaria.
El cambio tiene que ver con reforzar la atención primaria de algunas estructuras hospitalarias y su vinculación con los servicios sociales.
Pero lo central es un dilema que tenemos todos:
qué hacer con los enfermos crónicos.
Qué modelo necesitamos para las próximas dos décadas, de modo de hacer frente al tsunami de enfermedades crónicas que se nos vienen encima.
La única salida es la prevención.
-¿En qué lugar está la Argentina en materia de enfermedades crónicas?
-Tienen que hacer la misma transformación que tenemos que hacer todos, desde los españoles, hasta los ingleses y los países nórdicos.
Aunque algunos tengan más tecnología, más acceso a medicamentos o a médicos, tenemos el mismo problema:
haber construido un buen sistema para enfermos agudos.
Es decir, alguien se rompe una pierna o tiene una infección y hay un buen sistema que razona en términos de rescate.
Pero ese sistema no les sirve a los enfermos crónicos, a los que van a necesitar cuidado durante 40 o 50 años, por hipertensión, diabetes... ellos precisan un sistema
en contacto continuo, toda la vida, y eso no lo ofrece un modelo centrado en la medicina de agudos sino un modelo que complemente agudos y crónicos.
-Esto se relaciona con el mayor sedentarismo, las alarmantes cifras de obesidad y los cambios en la expectativa de vida, ¿es así?
-Es interesante.
Ya antes del Covid, en países como Estados Unidos se estaba empezando a frenar el aumento en la expectativa de vida, tras cien años de aumento continuo.
¿Por qué?
Por su modelo de cuidado asistencial:
no todos acceden al sistema de salud o a las actividades preventivas, como la vacunación.
Tendríamos que explorar en la post-pandemia si esto pasará también en Argentina, Francia, Inglaterra... puede que el Covid nos ponga en un lugar de frenada gradual, en este sentido.
Por eso es tan importante tener un sistema de salud, quizás mezclando proveedores públicos y privados, pero asegurando que la población tenga acceso pleno a los servicios.
-¿Qué otros grandes temas expuso la pandemia y sería importante abordar?
-Que incluso los países que mejor creían que controlaban este tipo de cosas se sorprendieron y no controlaron bien la pandemia.
Es el caso de Bélgica o Inglaterra, ambos, con experiencia en el control de enfermedades tropicales en sitios como África.
Queda al desnudo que tenemos una salud pública y atención primaria muy debilitadas.
En esto influyen los presupuestos.
Esas estructuras deben pasar de tercera a primera división.
No sé si es útil que diga esto, pero esta pandemia es un ensayo general.
A pesar de los fallecimientos, es un virus con baja mortalidad y alta transmisibilidad.
No hay ninguna razón para pensar que en la siguiente pandemia esto no pueda cambiar.
Deberíamos prepararnos para un posible shock futuro.
-¿Qué opina de la afirmación de que el coronavirus no distingue entre ricos y pobres?
-No es así en absoluto.
Esto conduce al tema de las enfermedades crónicas.
Quienes las padecen y quienes viven en alta vulnerabilidad, están más expuestos.
Una persona rica en Hollywood o en Madrid, es evidente que se puede autoaislar de un modo diferente a si uno es un inmigrante o tiene muchas enfermedades preexistentes o vive en 40 metros cuadrados.
Hay un componente de gran desigualdad en el virus.
Pero no es que el coronavirus prefiera a unos más que a otros:
nosotros creamos las condiciones sociales para que el virus ataque más a algunos.
-Hasta ahora no mencionó la palabra vacuna.
¿Qué les dice a quienes depositan toda su expectativa en un fármaco salvador?
-Es una visión simplista.
Las primeras vacunas no van a tener toda la fuerza que necesitamos para llegar a una inmunidad de grupo.
Suponiendo que haya una vacuna en enero y febrero, vamos a precisar todo el año para vacunar suficientes personas, y eso que será una vacuna que solo producirá defensas y anticuerpos en un 60% de los vacunados.
Está muy bien y hay que producirla, pero vamos a tardar mucho en tener suficientes personas con suficiente inmunidad para tener el virus controlado como otros.
Soy de la idea de que, si no llegamos a tenerla, tenemos que imaginar otros escenarios y que cada país haga una planificación.
Tener un plan B.
Ver los récords en Europa que superan cualquier cifra de la primera ola es fiel prueba de lo que vendrá a América Latina cuando pase el Verano si no hay algún tipo de vacuna o medicamento que frene éste infierno.
Tabla de nuevos infectados diarios en Europa del Viernes, y de ayer Sábado;
Cuando observamos la tabla global notamos el sorpaso de países europeos que han superado a quienes los habían superado a ellos, es decir América Latina en especial;
Si bien pareciera que en Argentina los contagios diarios han comenzado a bajar o a haber dejado atrás el pico, otros países como Colombia y México están teniendo repuntes muy peligrosos, como así también países que tenían baja cantidad de infectados como Paraguay, Uruguay, Costa Rica y que están teniendo contagios nuevos que ponen en jaque sus sistema sanitarios.
Tremendo lo de Estados Unidos que ayer superó sus propios récords llegando casi a 100 mil...nuevos contagiados en un solo día, en medio de unas elecciones que a pocos les importa, un sistema electoral payasesco donde se vota un día de semana, no es obligatorio, se vota por computadora e incluso...anticipadamente...y el voto de la gente no elege directamente al nuevo Presidente sino a *electores* en un sistema reitero, caricaturesco aceptado por una sociedad sumida en profunda ignorancia cívica.
Es altamente probable que Pandora T. al igualo que Mc Cree en Argentina....debut..y despedida.
Pero a no entusiasmarse, ya sabemos que tanto demócratas como republicanos son dos caras de una misma moneda, apenas con mínimas diferencias.
Se está hablando de una cepa *europea* que asusta si pensamos en que se vuelva a repetir lo del inicio, cuando viajeros de ese continente lo trajeron a nuestros países, pues aquí en Argentina por éstos días se habla de un re-establecimiento de vuelos desde el extranjero, algo que en Colombia había sido liberado hace tiempo y que parece...está empezando a dar tristes resultados;
-Migración Colombia confirmó, este viernes 30 de octubre, que se detectaron al menos tres pasajeros procedentes de México, España y Ecuador con coronavirus y que conocían su condición.
Juan Francisco Espinosa, director de la entidad, dijo que si fuera un solo caso sería igual de grave, por lo que anunció que se harán las investigaciones correspondientes para determinar las responsabilidades y sanciones a los pasajeros y aerolíneas.
De acuerdo con información suministrada por Migración Colombia, desde el 19 de septiembre a la fecha han llegado al país más de 100.000 viajeros, de los cuales 380 han sido inadmitidos por no cumplir con los requisitos de ingreso..
El jefe de la entidad hizo un llamado a los viajeros para que sean responsables frente a otros viajeros, los miembros del sector aeroportuario y el país.
Aunque el número de casos registrados solo equivale a menos del 1% de los viajeros que han llegado al país desde que el gobierno de Iván Duque anunció el regreso de los vuelos internacionales, Espinosa dijo que *es inadmisible que una persona, a sabiendas de que es positiva para COVID-19, decida embarcarse en un vuelo y poner en riesgo a los demás pasajeros y a todo un país*.
Realmente..que pasen éstas cosas no debería sorprender a nadie, lo cual demuestra que no aprenidmos nada en todo éste año desde que empezó ésta pesadilla.
Por eso, si Argentina reanuda vuelos tal como se ha dicho en la semana...será una burrada de proporciones...excepto que se haya sincronizado un sistema perfecto de control, cosa que...descarto de plano ya que no hay sistema invulnerable por más buena voluntad que exista.
Son muchos los agujeros por donde se cuela el virus como para que la ineptitud humana logre blindar semejante coladera.
América Latina el Viernes;
-Brasil 5.496.402
-Argentina 1.143.800
-Colombia 1.053.122
-México 912.811
-Perú 897.594
-Chile 508.571
-Ecuador 166.302
-Bolivia 141.484
-Panamá 130.045
-República Dominicana 126.332
-Costa Rica 107.570
-Guatemala 107.339
-Honduras 96.150
-Venezuela 91.280
-Paraguay 62.050
-El Salvador 33.445
-Haití 9.057
-Jamaica 9.005
-Cuba 6.801
-Nicaragua 5.514
-Uruguay 3.044
Hoy Domingo;
-Brasil 5.535.605
-Argentina 1.166.924
-Colombia 1.074.184
-México 924.962
-Perú 902.503
-Chile 511.864
-Ecuador 168.192
-Bolivia 141.757
-Panamá 133.598
-República Dominicana 127.332
-Costa Rica 109.971
-Guatemala 108.104
-Honduras 97.404
-Venezuela 92.013
-Paraguay 63.185
-El Salvador 34.015
-Jamaica 9.131
-Haití 9.057
-Cuba 6.935
-Nicaragua 5.514
-Uruguay 3.124
A cuidarnos...no queda otra.
Gilgamesh***
Fuentes;
-clarin
-infobae
-20minutos
-lanoticia
-elcorreo
-efesalud
Plus One.
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ResponderEliminarLEHAIM; muchas gracias hermano.
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ResponderEliminarY la vacuna de Oxford...?...terminamos con los rusos...casi que está en bola el cachivache de gobierno..no?....ja..la porota le dijo dale con los rusos que tenemos que darles algo a estos giles...
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ResponderEliminarGerardo; no terminamos con nadie, estamos con todos como corresponde a un gobierno cuya prioridad es tener cuanto antes la primera vacuna que funcione, sea quien sea el que la descubra. Si fuera por vos y tus amiguitos del PRO no iban a gastar ni un mango en vacunas porque tal como dijo tu ídolo de la reposera *que se mueran los que deban morir*...je...hermosa ideología la tuya..., cuidate del bicho, no vaya a ser cosa que te toque ser internado en una clínica K atendido por un médico K y les debas la vida.