***Bellísimo Domingo para todxs.
Aprovechando que ya se nos viene encima el fin de año y esos momentos de balance, quiero hacer un alto en nuestra rutina y regalarles conceptos que sin dudas, de poder aplicarlos, lo van a agradecer.
He escrito kilómetros de reflexiones en éste blog, he intentado explicar la Gnosis para que la vida de cada uno de ustedes pudiera tener un sentido y saciar todas las preguntas que siempre nos aquejaban, Gnosis para la vida diaria partiendo de aquella Gnosis histórica, que también hemos analizado aquí desde otras corrientes de pensamiento que la amoldaron de acuerdo a la época.
Recordarán seguramente los posts de Filosfía, del gran Epicteto y de los Estoicos por ejemplo.
Pues el regalo, decía, es un artículo que me ahorra explicar ya que lo considero perfecto y muy positivo para ustedes si logran poner en práctica el no menor detalle de aplicar la Gnosis con cierta metodología que los Estoicos supieron practicar y que aún, habiendo pasado miles de años, son perfectamente adaptables a nuestro mundo *moderno*.
Siempre lo expliqué, *mente*, esa caja o maquinaria que es la gran responsable de nuestras desdichas que nos suele conducir al *error*, maquinaria que los arcontes instalaron en nuestro ser para condicionarnos sí o sí, excepto...que le demos poder a nuestro Espíritu y ese Espíritu debe ejercitarse sin rebuscados ritos, alcanza y sobra con reconocer primero todo ésto, y luego ponerse manos a la obra.
*Curar* nuestras neuronas, reflexionar, cuestionar lo que pareciera decirnos nuestro yo interior y que está siempre tentado por el arconte mental enviándonos falsos mensajes, decisiones equivocadas.
No hablo de una vida en perfección absoluta, pero sí de vivirla y asumirla de la mejpor manera posible, y mucho de ésto tiene que ver con la negación que tenemos de pensar en cosas que nos dan miedo o en situaciones que jamás querremos analizar y solemos decir *mejor no pensar en esas cosas*.
Pues he allí una de las trampas que han sabido incluírse en supuestas *autoayudas* o disciplinas pseudoespirituales que nos dicen que no hay que pensar en cosas malas o negativas porque atraemos lo que pensamos, creamos, sin embargo ese tipo de conceptos lo único que hacen es seguir privándonos de la impediosa reflexión sobre cosas que, nos gusten o no, van a ocurrirnos algun avez.
Y quien evade el análisis termina sufriendo horrores cuando lo inevitable le ocurre, tal como nos ocurre a todos.
Desde una enfermedad, hasta un desencanto amoroso, la pérdida de un trabajo, la desaparición de un ser amado, y demás sinsabores que la vida contiene.
No pasa por imaginar mentalmente un aescena desagradable y darle vida, no, pasa por reflexionar sobre tal hecho y prepararse para afrontarlo cuando nos toque experimentarlo. Entonces, si atraemos lo que pensamos vamos a atraer la solución para un momento difícil, mientras hoy, previamente hacemos la reflexión para ese futuro que aún no ha llegado, no atraemos el problema, atraemos la solución porque, tal como lo decía la Gnosis y también los Estoicos, no tenemos control sobre todo, más allá de los cuentos del libre albedrío.
Son pocas las cosas que en verdad podemos modificar y para eso hay que educarse en la serena reflexión, esa reflexión que pone las cosas en su lugar sin que nos dé miedo conocerlas, porque en algún momento de la vida vamos a tener que lidiar con ellas y vérnosla cara a cara.
Les pido encarecidamente que lean con atención y la tranquilidad necesaria tanto lo que estoy escribiendo como lo que les voy a compartir, y en lo posible, que lo desmenucen, lo mastiquen, lo analicen y en definitiva, que lo pongan en práctica.
Es en cierta forma la mejor receta que les puedo dar si es que desean estar bien consigo mismos y con lo que ya sabemos; ésta vida en la que hemos sido puestos o sembrados con múltiples trampas y mecanismos que buscan envolvernos en una interminable rueda de egresos y re-ingresos, de retornos interminables para volver a empezar bajo la tramposa técnica de borrarnos la memoria, aquellas *aguas de Leteo* que debemos evitar beber.
Justamente semanas atrás una amiga estaba pasando un terrible momento anímico, a punto tal que por las redes hizo un temeroso anuncio cuasi-público, que daba a entender que se despedía de éste mundo, es decir una amenaza si se quiere, de que se quitaría la vida.
Desesperados comentarios les dejaron sus amistades en esa publicación, y yo solo atiné a enviarle un chat privado diciéndole que, si efectivamente quería evitar el dolor de estar viva, no lo iba a lograr quitándose la vida porque lo único que estaría logrando sería regresar a sufrir mucho más y en peores condiciones.
*No se trata de irse antes* le dije, *se trata de no regresar jamás cuando nos lleve lo que ya está inicialmente decretado y es inevitable, pero para no volver jamás hay que enfrentar esa *invitación tramposa* a irnos antes del tiempo estipulado que desconocemos*.
Nunca me respondió, pasaron las semanas y yo temía lo peor aunque con la confianza en las palabras que le regalé, y de improviso, así como si nada, apareció nuevamente en la red social publicando sobre temas de actualidad que nada tenían que ver con aquella amenaza temerosa.
Nunca me dió las gracias, tampoco las esperaba, sin embargo hace un par de días me dejó un chat privado con uno de esos memes o clips diciendo algo así como que *no olvido a esas personas que realmente me quieren y tú eres una de ellas*
Caso que viene a cuento porque tal como decía más arriba, solemos negarnos a reflexionar sobre cosas que serán inevitables alguna vez en nuestra vida y cuando nos toman por sorpresa, tal como le sucedió a ésta amiga, el shock y el dolor son tan inesperados que son capaces de arrastrarnos a decisiones que en nada van a solucionar el problema sino a comprometernos incluso, allende ésta vida material .
Sin más entonces, les dejo con éste excelente compendio de riquezas reflexivas y prácticas, cuyo éxito dependerá de cada uno de ustedes, de sus ganas primeramente, y del tezón y la práctica, de la insistencia y el esfuerzo, de la perseverancia sabia que les permita finalmente pasar por ésta vida adaptándose con dignidad a los desafíos y sinrazones que nos acosarán en todo momento para arrastrarnos al lado equivocado que no debemos elegir o no deberíamos, elegir nunca.
El filósofo Nietzsche dijo una vez que debemos estudiar filosofía para convertirnos en mejores seres humanos. Ninguna escuela de filosofía nos ayuda en nuestra búsqueda de mejorar tanto como lo hace el estoicismo. Esta escuela de pensamiento, que comenzó en la Antigua Grecia hace más de dos mil años, enfatiza la importancia de las acciones sobre las palabras, de vivir de la manera correcta en lugar de simplemente decir lo correcto.
Estoicismo práctico
Entonces, hagamos exactamente eso y aprendamos sobre el estoicismo profundizando en las vidas y experiencias de los mismos estoicos. Este artículo está extraído de los retos formativos de Diseño Social EN+. En él descubrirás cómo estos personajes históricos ponen en práctica las virtudes estoicas fundamentales de sabiduría, justicia y coraje. También aprenderás cómo su disposición a sufrir los ayudó a enfrentar los mismos miedos, dudas y deseos que arruinan nuestras vidas hoy. Aunque si eres de los que prefiere leer un buen libro sobre este tema, te recomendamos: Diario para estoicos: 366 reflexiones sobre la sabiduría, la perseverancia y el arte de vivir creado por Ryan Holiday y Stephen Hansel
Conceptos básicos del estoicismo aplicables en la actualidad
El estoicismo es una filosofía antigua, pero sigue siendo muy relevante en la actualidad. Para comprender los conceptos básicos del estoicismo, debes saber que se basa en tres ideas fundamentales: vivir en armonía con la naturaleza, comprender la dicotomía del control y seguir una práctica de tres disciplinas.
La práctica comienza con la Disciplina del Deseo, que trata de comprender qué está y qué no está bajo nuestro control; luego, la Disciplina de Acción nos enseña cómo navegar en situaciones sociales difíciles; y la Disciplina del Asentimiento se trata de hacer mejores juicios e interiorizar los principios.
El estoicismo se remonta a la antigua Roma, por lo que es lógico que se hayan acumulado muchas críticas y conceptos erróneos al respecto a lo largo de los años. Algunas personas descartarán el estoicismo como nada más que una forma elegante de decir: *Mantén el labio superior rígido*. Pero la verdad es mucho más significativa y útil que eso.
El estoicismo ha sido una filosofía popular durante todos estos miles de años porque ofrece un marco eficaz para quienes desean una vida de virtud y serenidad. Esta filosofía prioriza la razón y la lógica al ofrecer formas de navegar en situaciones sociales difíciles y tomar decisiones virtuosas continuamente. Quizás ahora, más que nunca, estemos rodeados de formas de entregarnos a placeres fáciles y poco gratificantes. Entonces, ¿por qué no consultar con los estoicos para ver qué consejos tienen sobre cómo evitar las trampas de la vida moderna?
La disciplina del deseo
En *A Handbook for New Stoics*, los autores presentan 52 ejercicios que están diseñados para guiarlo desde ser un principiante hasta un estudiante avanzado en el transcurso de un año. Pero los autores también sugieren nueve ejercicios que deberían darte una impresión suficiente para determinar si el estoicismo es algo que quieres seguir.
Estos nueve ejercicios se dividen uniformemente en tres categorías: la disciplina del deseo , la disciplina de la acción y la disciplina del asentimiento. Estos componen lo que se conoce como la práctica de tres disciplinas del estoicismo. Estas disciplinas están diseñadas para mejorar tu carácter y ayudarte a ser la mejor persona que puedas ser.
Las tres disciplinas se centran en lo que se conoce como dicotomía del control. Implica identificar y separar lo que está y lo que no está bajo nuestro control.
Y si está familiarizado con la Oración de la Serenidad, entonces está familiarizado con esta dicotomía. Dice: *Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo y la sabiduría para reconocer la diferencia*. Se pueden encontrar variaciones de este sentimiento en religiones como el budismo y el cristianismo, así como en filosofías como el estoicismo.
Entonces, el primer ejercicio consiste en familiarizarse con lo que está y no está bajo su control. La realidad es que muy pocas cosas están bajo nuestro control total . Uno de los antiguos autores estoicos cuyo trabajo ha sobrevivido a lo largo de los años es Epicteto. Solo tememos control sobre el pensamiento, el impulso y la voluntad.
Ahora, echemos un vistazo más de cerca a lo que se refería Epicteto porque debemos tener en cuenta la traducción y el hecho de que las palabras de los antiguos estoicos han cambiado con el tiempo. Epicteto no estaba sugiriendo que podamos controlar qué pensamientos entran en nuestra mente o qué impulsos ocurren. Más bien, se refería a los juicios que pueden llevar nuestros pensamientos y si decidimos o no actuar según nuestros impulsos.
Por ejemplo, no podemos controlar cuándo llega un impulso de hambre. Pero podemos decidir si caminar o no a la cocina, y podemos decidir qué alimentos consumir y cuáles evitar. Del mismo modo, si nuestro primer pensamiento al conocer a alguien es, *Oh, esta persona es un idiota*, podemos controlar si aceptamos o rechazamos este pensamiento. En este sentido, podemos tomar la palabra *pensamiento* en la lista de Epicteto de cosas sobre las que tenemos control total y reemplazarla con *juicio*.
Centra tu atención en lo que puedes cambiar
En muchos sentidos, la naturaleza humana de hoy no es tan diferente ahora de lo que era en el 300 a. C. Muchos de nuestros deseos siguen siendo los mismos. Las tentaciones como la comida, el sexo, el alcohol, las drogas y el juego continúan siendo la raíz de los deseos compulsivos que pueden dañar o incluso destruir vidas. La disciplina del deseo se trata de desarrollar tu voluntad para evitar o controlar los deseos que no contribuyen al buen carácter.
En última instancia, una cosa sobre la que tenemos un control total es nuestro carácter, ya que nuestro carácter es esencialmente la suma de nuestras decisiones y acciones. Podemos controlar nuestros impulsos y podemos tomar decisiones basadas en un razonamiento sólido y en nuestro propio conjunto de valores e ideales. Sí, a menudo hay fuerzas externas que intentan que hagamos cosas que pueden no alinearse con esos valores, ya sea publicidad persistente o las opiniones de amigos, familiares o compañeros de trabajo, pero en última instancia, la decisión es nuestra.
Entonces, mientras que el primer ejercicio trata de reconocer lo que está y lo que no está bajo su control, el segundo ejercicio trata de cambiar su enfoque. Veamos si podemos dejar de preocuparnos por cosas externas que están fuera de nuestro control y, en cambio, centrarnos en las internas, cómo decidimos usar nuestro tiempo o cómo respondemos a los desafíos que la vida nos presenta.
La impermanencia estoica
Piénselo de esta manera: ¿cuánto de nuestras vidas pasamos preocupándonos por resultados sobre los que tenemos muy poco control?
Considera tu salud.
Entre las cosas a las que Epicteto nos aconseja que no tengamos aversión están la enfermedad, la muerte y la pobreza porque, una vez más, no tenemos un control total sobre estas cosas. Podemos influir en ellos tomando decisiones que apoyen una vida larga y saludable, pero en última instancia, podríamos muy bien terminar enfermos o pobres por causas ajenas a nosotros. Y como no podemos controlarlo, no debemos dejar que nos preocupe.
Lo mismo puede decirse de la próxima revisión de desempeño en el trabajo. En lugar de depositar todas sus esperanzas y su felicidad en el resultado, un estoico simplemente se concentraría en hacer el mejor trabajo posible.
*Sé que hice lo mejor que pude. El resultado no está bajo mi control, pero puedo elegir ser feliz de todos modos porque hice todo lo que estaba en mi poder para influir en un resultado positivo*.
Disciplina del Deseo
El ejercicio final de la disciplina del deseo trata de un tema delicado: la impermanencia.
Lo más probable es que, en el fondo, conozca la realidad de la situación: nada dura para siempre. Sin embargo, para muchos de nosotros, esto es algo que decidimos ignorar.
Para los estoicos de la vieja escuela como Epicteto y el emperador romano Marco Aurelio, había una buena razón para tener en cuenta la impermanencia de la vida. Solo cuatro de los 13 hijos de Marco Aurelio vivieron hasta la edad adulta, y durante su reinado, hubo una terrible plaga que se cobró la vida de cinco millones de romanos. Al igual que sucede en la terrible pandemia mundial que vivimos actualmente, prepararse para la posibilidad de que un ser querido falleciera tenía sentido.
Los críticos del estoicismo a menudo sugerirán que sus principios están diseñados para convertir a las personas en robots mórbidos e indiferentes que evitan el placer. Pero esto tiene una visión muy limitada. Pregúntese, ¿qué tiene más sentido: negar el hecho de que nada dura para siempre o estar preparado para lo inevitable?
Lo que los estoicos realmente valoran es la ecuanimidad, que es muy diferente de una actitud fría, insensible e indiferente. Luchar por la ecuanimidad se trata de luchar por un cierto nivel de serenidad o calma sensata.
¿Y quién no querría eso?
No olvidemos que la impermanencia no se trata solo de vida o muerte. La razón y la lógica nos dicen que la impermanencia se aplica a casi todo en la vida, incluidas nuestras pertenencias y circunstancias. Muchos de nosotros nos sentimos infelices cuando nuestra computadora se avería o el mercado de valores se cae. Pero tal vez no deberíamos. Quizás la forma de vida más sensata sería comprender que esas cosas van a suceder y que lo que está aquí hoy puede desaparecer mañana.
Esto no solo es vivir de acuerdo con la naturaleza, sino que también puede conducir a un mayor aprecio por las cosas buenas de la vida, lo que, a su vez, puede conducir a una mayor felicidad. Por otro lado, también puede generar más resiliencia ante las dificultades, ya que sabes que tampoco durarán para siempre.
Cuando se trata de la disciplina del deseo, aceptar la impermanencia es sin duda uno de los aspectos más desafiantes. Así que empieza poco a poco y avanza hacia las cosas más importantes. Por ejemplo, si tu coche sufre una avería, intenta ser estoico al respecto. La lógica debería decirte que iba a suceder algún día, entonces, ¿por qué preocuparse por eso? En lugar de capitular ante la frustración, da gracias por todos los días en que tu coche te llevó a donde necesitabas ir. Tu responsabilidad pasada era cuidarlo =taller, revisiones=.
Y tu responsabilidad presente será cuidar al próximo coche a tu disposición.
Disciplina de la Acción
Siguiendo la Disciplina del Deseo, entramos en la Disciplina de la Acción.
Mientras que la primera disciplina se trataba de aprender a concentrarse en las cosas que puede controlar, la segunda disciplina se trata de las acciones que toma o no toma. Se trata de cómo respondemos a la adversidad y los pasos que podemos dar para tomar las mejores y más virtuosas decisiones.
Una vez más, el objetivo del estoicismo es vivir una vida de carácter virtuoso. Para un estoico practicante, eso significa vivir una vida en armonía con la naturaleza. Y armonía significa ecuanimidad y no perder los estribos ni sucumbir a la ira.
Naturalmente, es más fácil decirlo que hacerlo. Pero como con todo, se trata de practicar, practicar y practicar. La clave de esta práctica es comprender tu entorno. Recuerde, los estoicos valoran mucho estar familiarizados con la naturaleza humana. En este caso, es conocer de antemano los desafíos que puede esperar al entrar en una situación determinada.
El punto es prepararse para lo que es probable que suceda para que no lo tomen desprevenido. Esto disminuirá las posibilidades de perder los estribos accidentalmente o de comportarse de una manera que luego pueda lamentar. Después de todo, si hay algo en lo que podemos confiar de manera confiable, es que ciertas personas se comportarán invariablemente de manera inapropiada.
De hecho, así como podemos prepararnos para entrar en una situación difícil, podemos anticiparnos a encontrarnos con personas difíciles sin importar dónde nos encontremos. Como señaló una vez el emperador Marco Aurelio, algunas personas son egoístas, celosas, engañosas, violentas y, en general, no hacen nada bueno. Sin entrar en alguna patología psicológica concreta =psicópatas por ejemplo=, podemos considerar y admitir que hay muchas personas tóxicas. Seguramente te encontrarás con algunas de estas personas hoy. Pero es TU RESPONSABILIDAD no ser tú una de esas personas o no comportarte como las malas personas.
Escribir un diario como práctica estoica
El ejercicio final bajo la Disciplina de Acción es realmente un ejercicio que puede beneficiar a las tres disciplinas. De hecho, es un ejercicio recomendado por muchos profesionales de la salud mental y por terapeutas que simplemente intentan ayudar a sus pacientes a dormir mejor por la noche. Es el simple acto de reflexionar sobre tu día y escribir algunos pensamientos. Si quieres saber cómo hacerlo de forma productiva, te recomendamos la Regla de las dos Horas o la planificación Full Focus Planner.
Uno de los escritos estoicos antiguos más importantes son las Meditaciones de Marco Aurelio. Esencialmente, Meditaciones es una reproducción de los diarios de Marco Aurelio y muestra cuán importante fue el proceso para ayudarle a identificar y adherirse a sus virtudes.
Meditaciones también es un libro reconfortante. Podemos ver que Marco Aurelio es muy consciente de que no es perfecto y que ser estoico es un trabajo constante en progreso. Al tomarse el tiempo para reflexionar y hacer un balance de sus luchas y victorias, puedes identificar áreas y disciplinas que necesitan atención.
Séneca, un senador romano y otra figura clave en la antigua tradición estoica, también defendió la idea de la autorreflexión regular al final del día. Para él, era una práctica que le permitía dormir profundamente por la noche. Y si alguna vez ha dado vueltas y vueltas en la cama y no ha podido dejar de reproducir los eventos anteriores en el día, debe hacer lo mismo. Reserve algo de tiempo antes de acostarte para reflexionar sobre el día, escribir tus pensamientos y cosechar los frutos de una mente tranquila.
Los autores también recomiendan llevar un diario como una forma de fortalecer todos los aspectos de su práctica estoica, especialmente cuando recién está comenzando. Utiliza tu diario para reflexionar sobre los principios básicos que ya hemos mencionado.
Por ejemplo, piensa en un momento difícil que hayas vivido recientemente y escribe algunos aspectos de esta experiencia que estaban bajo tu control y otros que no. ¿Qué puedes aprender de esta experiencia? ¿Cómo podría prepararse mejor la próxima vez para que no sea tan difícil como antes? ¿Tenías expectativas poco realistas que te llevaran a creer que la persona con la que te encontraras se comportaría de cierta manera? ¿O quizás hubo un evento reciente que sirvió como un doloroso recordatorio de la impermanencia de la vida?
Como puede ver, al reflexionar sobre los eventos recientes, realmente puede fortalecer su comprensión de los principios básicos del estoicismo. Es una herramienta invaluable para enfocar sus energías en las cosas que están bajo su control: prepararse para enfrentar escenarios desafiantes y personas difíciles.
Disciplina del asentimiento
Siguiendo la disciplina del deseo y la disciplina de la acción, entramos en la disciplina del asentimiento, la más avanzada de las tres disciplinas del estoicismo.
Ahora es un buen momento para recordar las tres cosas que Epicteto creía que estaban bajo su completo control: pensamientos, impulsos y la voluntad de evitar y conseguir. En la disciplina del deseo, trabajamos en nuestra capacidad para dominar nuestra voluntad de evitar y conseguir. Con la Disciplina de la Acción, trabajamos en controlar nuestros impulsos. En la disciplina del asentimiento, son nuestros pensamientos. Y recuerde, en el estoicismo, los pensamientos se refieren esencialmente a los juicios rápidos que hacemos. Si bien no podemos evitar que ocurran, podemos aprender a contrarrestarlos con lógica, razón y el deseo de vivir de manera más virtuosa. En este sentido, debemos estar muy atentos a nuestros sesgos cognitivos.
Todos sabemos que las impresiones iniciales suelen ser erróneas.
¿Cuántas veces hemos hecho suposiciones sobre las personas, solo para demostrar que estamos equivocados una vez que llegamos a conocerlos mejor?
¿Cuántas veces hemos temido ir a un evento, solo para ser sorprendidos gratamente una vez que llegamos allí?
Hechos, no palabras.
Como dice el refrán, las apariencias pueden engañar, por lo que la práctica aquí es prestar atención a esos instantes en los que surge un pensamiento crítico. Como sugiere Epicteto, *confronta cada impresión con las palabras*.
Los autores recomiendan la misma práctica. Si está solo, incluso recomiendan decir estas palabras en voz alta. Hacerlo así debería tener el efecto de evitar que tomes malas decisiones o reacciones instintivas de las que puedas arrepentirte. El punto es volverse más reflexivo y atento cuando se trata de reaccionar y tomar decisiones. Entonces, la próxima vez que sientas que se avecina una decisión rápida, deténgase, piénselo y tómese un momento para calmarse.
Para llevar este ejercicio un paso más allá, no te limites a captar tus juicios y recuerda que pueden estar equivocados; cuestiónatelos.
¿Por qué aparece este juicio?
¿Cuál es la razón subyacente?
Como veremos, este es un gran paso para unir todas las disciplinas.
Interiorizar el estoicismo práctico
Todo el mundo pierde la calma de vez en cuando. Incluso los estoicos más fervientes de la historia fueron abiertos sobre sus defectos. Así que no te castigues si decides aplicar los principios estoicos a tu vida y aún así descubres que la ira se apodera de ti de vez en cuando.
El estoicismo no se trata de ser perfecto. Se trata de aprender de tus errores y tener una disciplina que te permita más ecuanimidad, más estabilidad emocional, calma y tal vez incluso felicidad. Se trata de no dejar que el aspecto desordenado de interactuar con la gente se apodere de ti.
Cuando juntas todo esto, el estoicismo se convierte en una forma de mejorar tu carácter y convertirte en una persona más virtuosa.
¿Cómo puede esto mejorar mi carácter?
Ésta es otra pregunta que puede hacerse cuando su pensamiento inicial le diga que esto es algo que desea o desea evitar. Los principios del estoicismo están muy arraigados en la idea de que todos estamos en constante progreso, y necesitamos tener a mano frases y preguntas simples que podamos repetir y usar para recordarnos constantemente que debemos tomar las decisiones correctas.
Cuanto más practiquemos y nos entrenemos para pensar, tomar decisiones y comportarnos de manera que mejoren nuestro carácter y nos ayuden a ser más virtuosos, más fácil será. Esta no es solo una piedra angular del estoicismo; este es también el principio fundamental detrás de la terapia cognitivo-conductual. En otras palabras, existe mucha evidencia científica de que este enfoque para formar hábitos virtuosos que fortalecen el carácter, funciona.
En este artículo, en realidad solo hemos arañado la superficie de lo que se trata el estoicismo. Pero puede ponerse en el camino correcto aplicando algunos de los principios que hemos cubierto aquí y haciendo el esfuerzo consciente de internalizarlos.
Si bien la autorreflexión nocturna es una gran herramienta para hacer esto, otro método útil es la meditación diaria. Los principios de la meditación de atención plena están muy alineados con los del estoicismo. La meditación de atención plena está diseñada para mantenerte enfocado en el momento presente, y para los estoicos, este es el único momento sobre el que tenemos control, por lo que también es el foco de su atención.
El pasado está en el pasado y el futuro no es algo sobre lo que tengamos un control total, pero el presente siempre está lleno de oportunidades para mejorarte y mejorar la vida de quienes te rodean. Cuando comiences a elegir esas oportunidades en lugar de placeres fáciles, estarás siguiendo el camino del estoico.
Fuerte abrazo.
Gilgamesh***
Fuente;
-muhimu
Plus One.
ResponderEliminarSin desperdicio, muchas gracias.
ResponderEliminarMuchas gracias amigo Gilga muy reconfortante el poder leer esta magnífica reflexion en estos malos momentos que estamos pasando y en mi caso en particular.agradecido por todo muchas gracias,fuerte abrazo
ResponderEliminarProductivo post, saludos a todos por acá tratando de aliviarel nervio ciático inflamado jeje, creo que me pase de la raya con algunas cosas, o tal ves comencé con el cuerpo frío algún movimiento, en fin cosas que pasan, otro temblor hace unos minutos...
ResponderEliminarSaludos Alqui..., Toma ajo, es anti inflamatorio y te vendra bien. Te lo digo por experiencia.
ResponderEliminarEl camino "Estoico". ¿Por que sera, que algo tan sencillo...., cuesta tanto....?. Parece tarea facil, pero se ve que no....
ResponderEliminarSaludoS.
Saludos querido amigo
EliminarIgualmente querido AmigO Néstor.
EliminarHola querido amigo, excelente lo que as publicado.. Yo en lo personal siempre e buscado ser mejor ser humano, pero no es fácil ser bueno con los demás y mucho menos conmigo mismo Jajajaj "aveces estoy lleno de dudas y esta publicación me ayuda a comprender la vida misma mil gracias,, voy a leer mil veces esta publicación soy un poco lento Jajajaj un gran abrazo querido
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ResponderEliminarLEHAIM; gracias amigo, evidentemente para una gran mayoría de humanos no es fácil practicar el estoicismo u otras disciplinas similares, ¿porqué? porque pensar...jeje...es algo que cada vez se está atrofiando más.
Profe Silvana Benetti; ¡muy amable Profe, gracias.
carlos; ¡¡Cuánto me alegro Carlos!!, gracias, abrazo grande.
Alquimista; gracias por valorar Alquio. A cuidar las bisagras jeje, y a estrar atento a los sismos, no me gusta nada la seguidilla en el NOA.
Néstor González; gracias Néstor, todo es difícil amigo y todos estamos aprendiendo todo el tiempo, hay que ponerle onda, gana sy ejercitarse, todo cambio o progreso lleva tiempo, no hay lentitudes ni aceleraciones, vamos y volvemos todo el tiempo, je, un pasito pa delante dos pasitos para atrás, jeje. ¡¡abrazo!!,