***El mayor deseo de que estén pasando ustedes, queridos lectores, una hermosa noche de Viernes.
Les voy a compartir uno de los tantos aportes del gran Hans Jonas, de su libro *La religión Gnóstica*.
Muchos de ustedes se preguntan sobre eso de *el alma contraria al Espíritu*, incluso el amigo Ágora Libre en su blog busca en qué parte de éste cosmos invisible están las entidades que de manera predestinada nos compelen al error, algo de lo cual parece imposible zafar.
Humildemente en mi propia interpretación de aquél post navideño les decía que en nuestro cerebro está la respuesta y que quizás esa alma esté allí o tenga conexión directa con nuestro cerebro.
Pero veamos lo nos dice Jonas sobre el alma y su lamentable programación para no permitir al Espíritu que gobierne nuestra vida;
Psicología gnóstica
La interpretación demonológica de la introspección. La desaprobación de la condición natural y de los poderes del hombre que encontramos como rasgo general en la nueva distribución de la religión trascendental está relacionada en el gnosticismo con la metafísica dualista y con la situación problemática del alma en su sistema.
Allí donde el monoteísmo de Filón y su doctrina de la creación carecía de una verdadera teoría de la derogación, y donde el cristianismo desarrolló una, dentro de la teoría del pecado original, el gnosticismo basó el dudoso carácter del alma y la profunda incapacidad moral del hombre en la situación cósmica como tal.
La sumisión del alma a los poderes cósmicos deriva del hecho mismo de que el alma se origine en dichos poderes. El alma es emanación de estos poderes, y estar afligido por esta psique o habitar en ella forma parte de la situación cósmica del espíritu. El cosmos es aquí, y por sí mismo, ninguna parte del cosmos carece de un demonio y si en la espiritualidad del hombre el alma representa el cosmos, o si a través del alma el mundo se encuentra en el hombre, entonces la espiritualidad del hombre es el escenario natural de la actividad demoníaca y su yo estará expuesto a un juego de fuerzas que no controla.
Puede considerarse que estas fuerzas actúan desde el exterior; sin embargo, pueden actuar de esta forma porque tienen su equivalente en la constitución humana, una constitución dispuesta a recibir su influencia.
Estas fuerzas cuentan con una ventaja inicial frente a la influencia divina, al estar aisladas como el sistema cósmico del reino trascendente, y ocultas como el espíritu interno por la psique.
Por tanto, es condición natural del hombre ser una presa de las fuerzas extrañas que, por otra parte, le son tan propias; y otorgar el poder que el pneuma prisionero necesita para hacerse valer requiere la llegada milagrosa de la Gnosis desde el más allá, *si gracias al sol alguien recibe un rayo brillante sobre su parte divina =aunque el número de aquellos que son iluminados es escaso=, el efecto de los demonios sobre él queda anulado ...
Todos los demás, tanto en sus almas como en sus cuerpos, son arrastrados por los demonios, pues les resultan gratas las energías de los demonios y las aprecian.
De modo que, sirviéndose de nuestros cuerpos como instrumentos, los demonios se hallan al frente del gobierno terrenal.
Es a este gobierno al que Hermes ha dado en llamar *destino* =heimarméne=.
Este es el aspecto interiorizado del destino cósmico, según el cual el poder del mundo sería un principio moral: en este sentido la heimarméne sería el gobierno que los legisladores cósmicos ejercen sobre nosotros a través de nosotros mismos, y su manifestación sería el vicio humano de cualquier clase, cuyo principio común no sería sino el abandono del yo al mundo.
Así la existencia intramundana es esencialmente un estado del ser poseído por el mundo, entendido este término en su sentido literal, es decir, demonológico.
En una fuente bastante tardía, encontramos incluso, como término que contrasta con el de hombre espiritual, la expresión *hombre demoníaco*, en vez del habitual *psíquico* o *sárquico* =carnal=. Cada hombre, según explica el texto, está poseído desde la infancia por su demonio, el cual sólo puede ser expulsado por el poder místico de la oración una vez extinguidas todas las pasiones. En este estado *vaciado* el alma se une con el espíritu como una novia con su esposo. El alma que no recibe a Cristo de esta manera sigue siendo *demoníaca* y se convierte en morada *de serpientes*.
Para apreciar la gran distancia que separa esta posición de la posición griega, sólo tenemos que recordar la doctrina griega del *demonio guardián que nos acompaña desde el nacimiento*, y comparar el degradado concepto de *demonio* del gnosticismo y el cristianismo con el clásico, el cual denotaba la existencia de un ser superior al hombre en la jerarquía divina. La distancia es tan grande como la que separa las dos concepciones del cosmos, y de las cuales el concepto de demonio es su manifestación directa.
Poco queda de la idea clásica de la unidad y de la autonomía de la persona. Contra el orgullo y la confianza un tanto superficial de la psicología estoica en el yo, al que considera dueño absoluto de su morada, conocedor absoluto también de lo que es y de lo que sucede en su interior la aterrada mirada gnóstica contempla la vida interior como un abismo desde el cual los poderes oscuros se levantan para gobernar nuestro ser, un ser no controlado por nuestra voluntad, ya que esta voluntad es instrumento y ejecutor de esos poderes.
Esta es la condición básica de la insuficiencia humana. *¿Qué es Dios? Un bien inmutable. ¿Qué es el hombre? Un mal inmutable* =Estobeo, Ecl.1.277.17=.
Abandonada al remolino demoníaco de sus propias pasiones, el alma impía grita:
*Estoy en el fuego, me abraso... soy devorada, pobre de mí, por los males que me poseen*.
Incluso la experiencia contraria de la libertad espiritual es más receptora que autora:
*la parte racional no se somete a las órdenes de los demonios, lista como está para acoger a dios*.
Gilgamesh***
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viernes, 8 de enero de 2016
* Hans Jonas; la pobre alma *
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lunes, 2 de noviembre de 2015
* Estadística sísmica y Hans Jonas *
***Hermosa noche de éste primer Lunes de Noviembre.
Todo en calma con la actividad solar.
Tiempo de estadísticas, como cada mes la comparativa sísmica de los últimos años.
Y agrego a éste informe la correspondiente actividad de radiación cósmica dentro de cada mes y su correspondiente año.
Se sorprenderán al ver los gráficos, por ejemplo la respuesta a porqué éste Octubre 2015 ha sido comparativamente mucho más bajo que los octubres pasados, la respuesta la ven en dichos gráficos de neutrones;
Octubre 2011;
+5º=122
+6º=10
+7º=2
Total=134
Octubre 2012;
+5º=138
+6º=11
+7º=1
Total=150
Octubre 2013;
+5º=126
+6º=13
+7º=2
Total; 141
Octubre 2014;
+5º=134
+6º=7
+7º=2
Total=143
Octubre 2015;
+5º=105
+6º=4
+7º=2
Total 111
Les dejo finalmente con un buen capítulo de Hans Jonas;
El descenso del Hombre.
El Alma Planetaria
La entrada del Hombre en la esfera demiúrgica marca el comienzo de su historia mundana interior. El tributo que le ofrecen los siete Gobernadores,cada uno de los cuales le entrega una parte de su propio reino, parece tratarse de una acreción positiva de su propio ser: el Hombre absorbe y guarda en sí mismo la naturaleza de la Armonía, es decir, los poderes de los siete Gobernadores en sus respectivas esferas; y esto, al menos a los ojos de la Naturaleza inferior, parece acrecentar la atracción de la forma divina cuando éste se muestra a ella. No obstante, no debe olvidarse que los Gobernadores y sus esferas fueron moldeados por el Demiurgo en el fuego, que, aunque el más puro, es todavía uno de los elementos físicos que originaron la Oscuridad Primordial.
Así, tenemos ya motivos para sospechar que los regalos de los poderes planetarios podrían no haber sido del todo deseables para un ser de divinidad pura, y que podrían implicar algunos aspectos fatales. En el contexto inmediato nada haría sospechar tal cosa, y, por el contrario, parecería rechazar esta idea, si no fuera por la descripción posterior de la ascensión del alma y por distintos relatos, dentro y fuera de la literatura hermética, de su descenso original, a través de las esferas, hasta su morada terrenal.
Aquí nos encontramos, sin duda, con uno de los ejemplos característicos de la naturaleza compuesta de la religión hermética en los cuales se oscila entre el significado pre-gnóstico y gnóstico del mismo tema mitológico. Se trata del equipamiento planetario del alma. La concepción pertenece al orden de ideas astrológico: cada uno de los poderes planetarios contribuye al equipamiento del alma antes de su encarnación. En una cosmología afirmativa, éstos son regalos útiles para el hombre en su existencia terrenal.
Por otro lado, el hecho de que estos componentes físicos se encuentren también en él, hace que el hombre esté ligado simpáticamente a sus fuentes astrales, es decir, al cosmos, en cuya *Armonía* así participa. Así mismo el hombre está sujeto a las influencias de las estrellas, y por tanto a la heimarméne la premisa básica de la astrología a través de esta simpatía. No habrá, sin embargo, nada del etéreo en esta concepción mientras el cosmos sea considerado bueno; sin duda, se trata de la expresión de la devoción cósmica.
El gnosticismo dio un nuevo giro a este grupo de ideas, al considerar a los componentes planetarios del alma corrupciones de su naturaleza original formadas en su descenso a través de las esferas cósmicas. El cristiano Arnobio califica el siguiente texto de enseñanza hermética:
*Mientras nos deslizamos apresuradamente hacia abajo, hacia los cuerpos humanos, de las esferas cósmicas se adhieren a nosotros las causas por las cuales empeoramos para siempre*. =Adv. nat.II.16=
Un paralelismo muy próximo al relato del Poimandres sobre la ascensión del alma se encuentra en la siguiente descripción del descenso:
*Al descender, las almas arrastran consigo el torpor de Saturno, la cólera de Marte, la concupiscencia de Venus, la codicia de riquezas de Mercurio, la lujuria de poder de Júpiter; cosas todas que producen confusión en las almas, de modo que dejan de utilizar su propio poder y sus propias facultades*. =Servio, In Aen.VI.71=
Estas expresiones dejan claro que lo que se adhiere al alma en su viaje descendente tiene el carácter de entidades substanciales aunque inmateriales, descritas con frecuencia como *envolturas* o *vestidos*. En consecuencia, el *alma* terrenal resultante es comparable a una cebolla con tantas capas como las que aparecen en el modelo del cosmos, sólo que en orden inverso: lo más externo allí es aquí lo más interno; y, una vez que la encarnación completa el proceso, lo que es más interno en el esquema esférico del cosmos =la tierra= es, como cuerpo, el vestido más externo del hombre. Que este cuerpo es una fatalidad para el alma había sido predicado mucho tiempo atrás por los órficos, cuyas enseñanzas vivían un renacimiento en la época del gnosticismo.
No obstante, ahora las capas físicas se consideran también fallas y trabas del espíritu transmundano. Al mirar hacia abajo desde la cima más alta y la luz perpetua, y después de haber contemplado con secreto anhelo la apetencia del cuerpo y su *vida*, llamada así en la tierra, el alma, por el mismo peso de esto, hunde gradualmente su pensamiento terrenal en el mundo inferior... A cada esfera =que pasa= se viste con una capa etérea, de modo que gracias a éstas se reconcilia con la compañía de este vestido terrenal por etapas. Y así atraviesa tantas muertes como esferas cruza hacia lo que aquí, en la tierra, recibe el nombre de vida. =Macrobio, In somn. Scip.II.11=
Ahora bien, ¿en qué consisten estas acrecencias extrañas?.
Sumadas entre sí, forman el carácter empírico del hombre y comprenden todas las facultades y tendencias por las cuales el hombre se relaciona con el mundo de la naturaleza y con la sociedad; es decir, constituyen lo que normalmente se llamaría su *psique*.
Y ¿cuál es la entidad original a la que se superponen estas acrecencias?
Esta entidad sería el principio acósmico que vive en el hombre, normalmente oculto cuando éste se ocupa de sus preocupaciones terrenales y sólo perceptible de forma negativa por una sensación de extrañamiento, de absoluta no pertenencia; un principio que deviene positivo sólo a través de la gnosis que se obtiene cuando, en la contemplación de la luz divina, se advierte un contenido acósmico propio, que lo restaura, por tanto, a su condición original. Con frecuencia, como ya hemos visto, este principio secreto recibe el nombre de *pneuma*, mientras el término *psique* queda reservado a su envoltura *cósmica* manifiesta. Los escritos herméticos evitan el término *pneuma* en el sentido espiritual, y lo reemplazan por *noüs*.
En otros lugares, sin embargo, el término *psique* es también utilizado con calificaciones apropiadas para ambas partes, y a menudo, como en las citas precedentes, leemos simplemente que el *alma* desciende y padece el deterioro descrito. En ese caso, allí donde la dignidad tradicional del término *alma* se conserva, los deterioros reciben el nombre o de espíritus superpuestos al alma original o de una segunda alma que contiene a la primera. Para la primera versión, citamos a Clemente de Alejandría:
*Esos que rodean a Basílides tienen la costumbre de llamar a las pasiones *apéndices*, las cuales, dicen, son en esencia ciertos espíritus adheridos al alma racional como consecuencia de un solevantamiento original y de una confusión*.=Strom. II.20.112=
En la escuela de Basílides todos estos apéndices fueron considerados constitutivos de un alma, como demuestra el título de un libro perdido de su hijo Isidoro;
Del alma acrecentada*, que trataba sobre *la fuerza de los apéndices*. =ibid.=
Esta situación nos lleva a una teoría de dos almas, en relación con el hombre terrenal, que encontramos claramente enunciada como doctrina hermética en una obra platónica posterior.
El Hombre tiene dos almas: la una viene del Primer Intelecto y comparte también el poder del Demiurgo, la otra ha sido originada en la revolución de los cielos, y allí entra el alma que ve a Dios. Siendo esto así, el alma que ha descendido hasta nosotros de las esferas =literalmente *mundos*= sigue las revoluciones de las esferas; pero la que está presente en nosotros, como intelecto del Intelecto, es superior al ciclo del devenir, y es a través de ella como la liberación de la heimarméne y la ascensión a los Dioses Inteligibles se produce. =Jámblico, De Myst.VIII.6=,
Por dar una cita más, el gnóstico sirio Bardesanes dice:
*Hay poderes hostiles, estrellas y signos, un cuerpo del Maligno sin resurrección, un alma de los Siete*. =Efrem, Hymn .53=
Podríamos multiplicar los testimonios de la doctrina del alma planetaria =por ejemplo, de la literatura mandea y de Pístis Sophía=, pero creemos que nuestra selección ha aclarado suficientemente la esencia del concepto.
La cita hermética de Jámblico muestra con especial claridad la base que sustenta esta fantasía mitológica: no sólo un rechazo del universo físico a la luz del pesimismo, sino la afirmación de una idea totalmente nueva sobre la libertad humana, muy diferente del concepto moral que sobre ésta habían desarrollado los filósofos griegos. Por mucho que el hombre esté determinado por la naturaleza, de la cual es parte esencial o integral y al sondear su propia naturaleza intrínseca descubre, capa tras capa, esta dependencia, queda todavía un centro aún más profundo que no pertenece al reino de la naturaleza y por el cual el hombre se encuentra por encima de las urgencias y necesidades de ésta.
La astrología es una verdad del hombre natural, es decir, de cada hombre como miembro del sistema cósmico, pero no del hombre espiritual que vive dentro del natural.
Hans Jonas
Gilgamesh***
Todo en calma con la actividad solar.
Tiempo de estadísticas, como cada mes la comparativa sísmica de los últimos años.
Y agrego a éste informe la correspondiente actividad de radiación cósmica dentro de cada mes y su correspondiente año.
Se sorprenderán al ver los gráficos, por ejemplo la respuesta a porqué éste Octubre 2015 ha sido comparativamente mucho más bajo que los octubres pasados, la respuesta la ven en dichos gráficos de neutrones;
Octubre 2011;
+5º=122
+6º=10
+7º=2
Total=134
Octubre 2012;
+5º=138
+6º=11
+7º=1
Total=150
Octubre 2013;
+5º=126
+6º=13
+7º=2
Total; 141
Octubre 2014;
+5º=134
+6º=7
+7º=2
Total=143
Octubre 2015;
+5º=105
+6º=4
+7º=2
Total 111
Les dejo finalmente con un buen capítulo de Hans Jonas;
El descenso del Hombre.
El Alma Planetaria
La entrada del Hombre en la esfera demiúrgica marca el comienzo de su historia mundana interior. El tributo que le ofrecen los siete Gobernadores,cada uno de los cuales le entrega una parte de su propio reino, parece tratarse de una acreción positiva de su propio ser: el Hombre absorbe y guarda en sí mismo la naturaleza de la Armonía, es decir, los poderes de los siete Gobernadores en sus respectivas esferas; y esto, al menos a los ojos de la Naturaleza inferior, parece acrecentar la atracción de la forma divina cuando éste se muestra a ella. No obstante, no debe olvidarse que los Gobernadores y sus esferas fueron moldeados por el Demiurgo en el fuego, que, aunque el más puro, es todavía uno de los elementos físicos que originaron la Oscuridad Primordial.
Así, tenemos ya motivos para sospechar que los regalos de los poderes planetarios podrían no haber sido del todo deseables para un ser de divinidad pura, y que podrían implicar algunos aspectos fatales. En el contexto inmediato nada haría sospechar tal cosa, y, por el contrario, parecería rechazar esta idea, si no fuera por la descripción posterior de la ascensión del alma y por distintos relatos, dentro y fuera de la literatura hermética, de su descenso original, a través de las esferas, hasta su morada terrenal.
Aquí nos encontramos, sin duda, con uno de los ejemplos característicos de la naturaleza compuesta de la religión hermética en los cuales se oscila entre el significado pre-gnóstico y gnóstico del mismo tema mitológico. Se trata del equipamiento planetario del alma. La concepción pertenece al orden de ideas astrológico: cada uno de los poderes planetarios contribuye al equipamiento del alma antes de su encarnación. En una cosmología afirmativa, éstos son regalos útiles para el hombre en su existencia terrenal.
Por otro lado, el hecho de que estos componentes físicos se encuentren también en él, hace que el hombre esté ligado simpáticamente a sus fuentes astrales, es decir, al cosmos, en cuya *Armonía* así participa. Así mismo el hombre está sujeto a las influencias de las estrellas, y por tanto a la heimarméne la premisa básica de la astrología a través de esta simpatía. No habrá, sin embargo, nada del etéreo en esta concepción mientras el cosmos sea considerado bueno; sin duda, se trata de la expresión de la devoción cósmica.
El gnosticismo dio un nuevo giro a este grupo de ideas, al considerar a los componentes planetarios del alma corrupciones de su naturaleza original formadas en su descenso a través de las esferas cósmicas. El cristiano Arnobio califica el siguiente texto de enseñanza hermética:
*Mientras nos deslizamos apresuradamente hacia abajo, hacia los cuerpos humanos, de las esferas cósmicas se adhieren a nosotros las causas por las cuales empeoramos para siempre*. =Adv. nat.II.16=
Un paralelismo muy próximo al relato del Poimandres sobre la ascensión del alma se encuentra en la siguiente descripción del descenso:
*Al descender, las almas arrastran consigo el torpor de Saturno, la cólera de Marte, la concupiscencia de Venus, la codicia de riquezas de Mercurio, la lujuria de poder de Júpiter; cosas todas que producen confusión en las almas, de modo que dejan de utilizar su propio poder y sus propias facultades*. =Servio, In Aen.VI.71=
Estas expresiones dejan claro que lo que se adhiere al alma en su viaje descendente tiene el carácter de entidades substanciales aunque inmateriales, descritas con frecuencia como *envolturas* o *vestidos*. En consecuencia, el *alma* terrenal resultante es comparable a una cebolla con tantas capas como las que aparecen en el modelo del cosmos, sólo que en orden inverso: lo más externo allí es aquí lo más interno; y, una vez que la encarnación completa el proceso, lo que es más interno en el esquema esférico del cosmos =la tierra= es, como cuerpo, el vestido más externo del hombre. Que este cuerpo es una fatalidad para el alma había sido predicado mucho tiempo atrás por los órficos, cuyas enseñanzas vivían un renacimiento en la época del gnosticismo.
No obstante, ahora las capas físicas se consideran también fallas y trabas del espíritu transmundano. Al mirar hacia abajo desde la cima más alta y la luz perpetua, y después de haber contemplado con secreto anhelo la apetencia del cuerpo y su *vida*, llamada así en la tierra, el alma, por el mismo peso de esto, hunde gradualmente su pensamiento terrenal en el mundo inferior... A cada esfera =que pasa= se viste con una capa etérea, de modo que gracias a éstas se reconcilia con la compañía de este vestido terrenal por etapas. Y así atraviesa tantas muertes como esferas cruza hacia lo que aquí, en la tierra, recibe el nombre de vida. =Macrobio, In somn. Scip.II.11=
Ahora bien, ¿en qué consisten estas acrecencias extrañas?.
Sumadas entre sí, forman el carácter empírico del hombre y comprenden todas las facultades y tendencias por las cuales el hombre se relaciona con el mundo de la naturaleza y con la sociedad; es decir, constituyen lo que normalmente se llamaría su *psique*.
Y ¿cuál es la entidad original a la que se superponen estas acrecencias?
Esta entidad sería el principio acósmico que vive en el hombre, normalmente oculto cuando éste se ocupa de sus preocupaciones terrenales y sólo perceptible de forma negativa por una sensación de extrañamiento, de absoluta no pertenencia; un principio que deviene positivo sólo a través de la gnosis que se obtiene cuando, en la contemplación de la luz divina, se advierte un contenido acósmico propio, que lo restaura, por tanto, a su condición original. Con frecuencia, como ya hemos visto, este principio secreto recibe el nombre de *pneuma*, mientras el término *psique* queda reservado a su envoltura *cósmica* manifiesta. Los escritos herméticos evitan el término *pneuma* en el sentido espiritual, y lo reemplazan por *noüs*.
En otros lugares, sin embargo, el término *psique* es también utilizado con calificaciones apropiadas para ambas partes, y a menudo, como en las citas precedentes, leemos simplemente que el *alma* desciende y padece el deterioro descrito. En ese caso, allí donde la dignidad tradicional del término *alma* se conserva, los deterioros reciben el nombre o de espíritus superpuestos al alma original o de una segunda alma que contiene a la primera. Para la primera versión, citamos a Clemente de Alejandría:
*Esos que rodean a Basílides tienen la costumbre de llamar a las pasiones *apéndices*, las cuales, dicen, son en esencia ciertos espíritus adheridos al alma racional como consecuencia de un solevantamiento original y de una confusión*.=Strom. II.20.112=
En la escuela de Basílides todos estos apéndices fueron considerados constitutivos de un alma, como demuestra el título de un libro perdido de su hijo Isidoro;
Del alma acrecentada*, que trataba sobre *la fuerza de los apéndices*. =ibid.=
Esta situación nos lleva a una teoría de dos almas, en relación con el hombre terrenal, que encontramos claramente enunciada como doctrina hermética en una obra platónica posterior.
El Hombre tiene dos almas: la una viene del Primer Intelecto y comparte también el poder del Demiurgo, la otra ha sido originada en la revolución de los cielos, y allí entra el alma que ve a Dios. Siendo esto así, el alma que ha descendido hasta nosotros de las esferas =literalmente *mundos*= sigue las revoluciones de las esferas; pero la que está presente en nosotros, como intelecto del Intelecto, es superior al ciclo del devenir, y es a través de ella como la liberación de la heimarméne y la ascensión a los Dioses Inteligibles se produce. =Jámblico, De Myst.VIII.6=,
Por dar una cita más, el gnóstico sirio Bardesanes dice:
*Hay poderes hostiles, estrellas y signos, un cuerpo del Maligno sin resurrección, un alma de los Siete*. =Efrem, Hymn .53=
Podríamos multiplicar los testimonios de la doctrina del alma planetaria =por ejemplo, de la literatura mandea y de Pístis Sophía=, pero creemos que nuestra selección ha aclarado suficientemente la esencia del concepto.
La cita hermética de Jámblico muestra con especial claridad la base que sustenta esta fantasía mitológica: no sólo un rechazo del universo físico a la luz del pesimismo, sino la afirmación de una idea totalmente nueva sobre la libertad humana, muy diferente del concepto moral que sobre ésta habían desarrollado los filósofos griegos. Por mucho que el hombre esté determinado por la naturaleza, de la cual es parte esencial o integral y al sondear su propia naturaleza intrínseca descubre, capa tras capa, esta dependencia, queda todavía un centro aún más profundo que no pertenece al reino de la naturaleza y por el cual el hombre se encuentra por encima de las urgencias y necesidades de ésta.
La astrología es una verdad del hombre natural, es decir, de cada hombre como miembro del sistema cósmico, pero no del hombre espiritual que vive dentro del natural.
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sábado, 24 de octubre de 2015
* La respuesta a la llamada *
***Excelente noche de Sábado para todos.
Interesante capítulo éste de Hans Jonas en el cual podemos identificar cosas sumamente importantes.
Si tomamos que aquella llamada de Jesús se corresponde a Adán estamos hablando del momento inicial de la creación humana como tal, no confundir con el Adán pre-cósmico, puesto que ese Adán o Anthropos es precisamente el que viene a hacer la llamada al Adán de carne y hueso.
El Adán pre-cósmico es el Eón Cristo que habitaba en el Pleroma, es decir en el sitio donde surgieron las emanaciones del Supremo, Pleroma es un lugar anterior a la creación del espacio cósmico o el universo, si se quiere.
Si pensamos que a cada uno de nosotros vendrá *la llamada* tal como le ocurrió al Adán de carne y hueso, estamos errados.
Dicha llamada fué en Adán quien se convirtió en una especie de matriz, un producto único, que al ser quien posteriormente se reproduciría hasta llegar hoy a ser cuantos somos en el mundo y cuantos más seremos, traemos incorporada dicha capacidad de descubrir la llamada sin que ésta se produzca de la misma forma que con Adán.
Adán fué en cierta forma el patrón o molde original que nos dejaría genéticamente esa llamada en alguna parte de nuestro Espíritu o incluso del Alma.
Haga de cuenta que usted tiene su teléfono celular, bandeja o carpeta de mensajes recibidos, donde hay uno que nunca Usted atendió pero que, al revisar ahora la carpeta o bandeja, Usted descubre como *mensaje no leído*.
Aquél primer mensaje a Adán de carne y hueso fué por una vía de misterio, es decir un fenómeno de esos que no vemos, telepatía, presencia mental, sobrenatural o como quieran llamarle, y, en la segunda llegada de Cristo hecho carne y hueso bajo el nombre de Jesús, fué precisamente para la difusión de los misterios *informados a Adán*, con el objeto de que en algún momento de nuestras vidas encontráramos algo llamado Gnosis....que es precisamente la biblioteca material del Conocimiento que aquél Adán recibiera en forma de misterio sin materia, puesto que ese Cristo de Luz misionó desde el Espíritu y no desde la carne-materia, como sí hizo hace 2000 años encarnando para dejarnos por ejemplo, sus Revelaciones, que en nada se parecen a las que nos han enseñado a través de la religión.
¿Porqué habría de venir hace 2000 años el Cristo a encarnar si ya había dejado en Adán el gen álmico o espiritual que en todos nosotros debería auto-reproducirse?.
Porque si Usted tiene una escencia pura que obtuvo de machacar pétalos de Jazmín, por ejemplo, olerá hermosamente, pero a medida que comienza a diluirla con agua para producir más frascos de perfume, mayor dispersión de la escencia, lo que resultará en que el frasco número 100 ya no olerá a jazmín, no olerá a nada porque será solamente agua.
Hete allí la permanente manipulación del ser humano que leemos en las escrituras tradicionales. De un *creced y multiplicaos* o un *poblad la Tierra*, de repente un diluvio para aniquilarnos, luego, de hacer el amor padres con hijos a una abstinencia castradora cuando se impone aquella ley mosaica.
El reino del Demiurgo, imperfecto como es, debe repararse sobre la marcha, y desde el Pleroma, Cristo vino a ser el ajuste de tuerca definitivo para no tener que venir cada vez que el Demiurgo cambiara sobre la marcha las deficiencias de su creación.
Resumiendo, tenemos un gen espiritual poderoso y puro dormitando en nuestro interior, tenemos un testimonio a través de la Gnosis escrita, de cómo activarlo.
Y finalmente otra acotación, en una parte de lo que leerán como; *Sobre el mundo que tiene que ser no tenemos poder*.
Muchos suelen preguntarse que si hay un Pleroma donde habitan los seres realmente Puros, cómo es posible que se permita que siga existiendo éste mundo cruel y despiadado donde el Demiurgo hace y deshace a su voluntad. Esa respuesta la veremos mucho más adelante cuando analicemos el llamado *Pistis Sofía*, para entender que nada se destruye sino que se regenera, porque regenerándose vuelve a su estado pre-cósmico de corrección.
¿Fórmula cruel? pensarán algunos, sin embargo, dicha crueldad se revertiría si activáramos nuestro gen dormido, ¿Y porqué pasan los milenios sin reactivarse y tenemos que ser reciclados dolorosamente una y otra vez?, porque nosotros desconocemos cuántos son los que deben ser reactivados hasta que éste círculo vicioso acabe de una vez por todas, razón que nos desespera cuando vemos que somos 7 mil millones y que es un imposible semejante reactivación masiva.
Pues no desesperen..., para los Eones y su gran Sabiduría, el tiempo no es nada aunque para nosotros sí lo es, especialmente porque una de las trampas que hacen a nuestra decepción es precisamente la corta vida que disponemos, tema que habláramos hace tiempo.
Si voy a vivir apenas unos 80 años; *dale que va...la vida es tan corta que no me vengan con salvaciones imposibles...*, y ahí...zasss compramos un ticket para el próximo reciclaje....
El final del círculo vicioso nada tiene que ver con la mirada que nos muestra un mundo como el que vemos..., mientras esperamos que sea perfecto y no lo es, cada día más y más Espíritus se reintegran al Pleroma, sin que nos demos cuenta...
La respuesta a la llamada
¿Cómo responde el que recibe la llamada al contenido de ésta?
El primer efecto de la llamada es, por supuesto, el despertar del profundo sueño del mundo. Después, sin embargo, la reacción de quien así ha sido despertado ante la situación revelada por la llamada y ante las demandas que le son impuestas puede ser de distinta índole, y verse seguida de significativos diálogos entre el que llama y el que es objeto de la llamada. En la cosmogonía maniquea, según Teorodo bar Konai, por ejemplo, la primera reacción de Adán al despertar y conocer la situación en la que se halla es un arranque de terror:
-*Jesús el Luminoso se acercó al inocente Adán. Le despertó del sueño de la muerte, para que se librara de los muchos demonios. Y como un hombre que es justo y encuentra a un hombre poseído por un demonio poderoso y lo calma por medio de su poder, así sucedió con Adán, porque ese Amigo lo encontró sumergido en el más profundo de los sueños, lo despertó, lo agitó, lo zarandeó para que despertara, echó de su lado al Demonio seductor y apartó de él al poderoso arconte esclavizándolo.
Y Adán se examinó a sí mismo y descubrió quién era. Jesús le mostró a los Padres que están en lo alto y a su propio Yo reproducido en todas las cosas, en los colmillos de las panteras y de los elefantes, devorado por los que devoran, consumido por los que consumen, comido por los perros, mezclado y atado a todo lo que existe, aprisionado en el hedor de la oscuridad.
Lo levantó y le hizo comer del árbol de la vida.
Entonces Adán gritó y se lamentó: elevó su voz terriblemente, como el rugir de un león, desgarró su ropa, se golpeó el pecho, y dijo: ¡Ay, maldito sea el que dio forma a mi cuerpo, el que puso grilletes a mi alma, los rebeldes que me esclavizaron!*.
Un tono similar, aunque más apagado, encontramos en el apartado precedente como primera respuesta a la llamada =en el fragmento de Tur-fan M 7 y en el pasaje
J 57 mandeo=. Más primitiva y humana es la reacción de Adán en el texto mandeo G430-s., cuyo comienzo citamos en la página anterior. Allí, como vimos, la llamada del despertar coincide con el mensaje de la muerte.
La continuación de este pasaje muestra a un alma ligada a la tierra, aterrada ante la perspectiva de tener que partir y aferrándose desesperadamente a las cosas del mundo:
-*Cuando Adán escuchó esto, se lamentó de su destino y lloró. Adán defiende su indispensable presencia en el mundo: ¡Padre! Si me voy contigo, ¿quién hará de guardián en este vasto Tibil?... ¿Quién ayuntará los bueyes al arado y quién guiará la semilla hasta la tierra?... ¿Quién vestirá al que está desnudo... quién detendrá la lucha en el poblado?. El mensajero de la Vida responde: No te lamentes, Adán, por este lugar en el que moras, porque este lugar está devastado... Los trabajos serán abandonados por completo y no volverán a emprenderse...
Entonces, Adán ruega para que su esposa, Eva, sus hijos y sus hijas puedan acompañarle en su camino. El mensajero le dice que en la casa de la Vida no existen ni el cuerpo ni la familia. A continuación, le instruye sobre el camino: *El camino que tenemos que recorrer es largo e infinito... junto a él se sientan mayorales, guardianes y cobradores de portazgo... Las escalas están preparadas, y entre miles eligen un alma buena y que haya sido iluminada*.
Tras lo cual, Adán se separó de su cuerpo, se da la vuelta una vez más y se lamenta por su cuerpo, y, después, comenzó su viaje a través del éter. Incluso en este punto el diálogo continúa; de nuevo, Adán se lamenta por su cuerpo; una vez más, pide que Eva le acompañe, aunque ya sabe que tiene que partir solo, que terminar su lucha solo. Finalmente escucha estas palabras: *Cálmate y guarda silencio, Adán, y la paz de los buenos será contigo. Ve y elévate hasta tu lugar, y Eva, tu esposa, se elevará después de ti. Entonces todas las generaciones llegarán a su fin y todas las criaturas perecerán*.
De esta forma, la llamada individual está relacionada con la escatología general del regreso de todas las almas.
A los diferentes significados del lamento con el que el alma despertada responde primero a la llamada, debemos añadir su queja, la acusación incluso levantada contra la gran Vida misma, que debe responder por la condición contra natura que acaba de ser revelada al alma. Así, en la versión de la llamada que aparece en G 387-s., leemos:
-*Al oír esto, Adán se lamentó y lloró su suerte. Y dijo al Uthra de la Vida: *Si sabías esto, ¿por qué me llevaste lejos de mi morada, me pusiste en cautividad y me echaste al interior del cuerpo apestoso...?*. Tras lo cual, él le respondió: *Guarda silencio, Adán, tú, cabeza de toda la tribu. Sobre el mundo que tiene que ser no tenemos poder. Levanta, levanta, adora a la Grande =la gran Vida= y sométete, que la Vida pueda ser tu salvadora. Que la Vida sea tu salvadora y que asciendas y contemples el lugar de la luz*.
Por último, el alma pide a la gran Vida que responda por la existencia del mundo como tal y por su propio exilio en éste: es decir, pregunta el gran *¿Por qué?* que, lejos de ser apaciguado por el despertar y por el recordatorio de su origen, se ve poderosamente agitado por éstos y se convierte en una de las grandes preocupaciones de la gnosis que se acaba de iniciar. Esta pregunta recibe incluso el nombre de *pleito sobre el mundo*, que Adán debe presentar a la primera Vida.
-*Asciende, Adán, y presenta tu pleito a la primera gran Vida, tu pleito sobre el mundo en el que moras. Di a la gran Vida: ¿Por qué has creado este mundo?
¿Por qué has separado a las tribus de tu centro?
¿Por qué has sembrado la lucha en el Tibil?
¿Por qué me quieres ahora, a mí y a toda mi tribu?*. =G 437=
La respuesta a este tipo de pregunta constituye el tema más importante de las distintas especulaciones gnósticas con respecto a los orígenes. Sobre algunos de estos modelos volveremos cuando analicemos los diferentes sistemas. No obstante, en la mayoría de los casos, la respuesta a la llamada no tiene una naturaleza problemática, y suele derivar en una aceptación alegre y agradecida. *El Evangelio de la Verdad es alegre para quienes han recibido del Padre de la Verdad la gracia de conocer Su existencia* =palabras con las que da comienzo el Evangelio de la Verdad=.
Si una persona está en posesión de la Gnosis, es un ser de las alturas. Si es llamado: escucha, contesta y se vuelve hacia Quien le llama, para ascender de nuevo a El.
Y conoce la forma en que es llamada. Estando en posesión de la Gnosis, cumple con la voluntad de Aquel que le ha llamado. Desea hacer lo que agrada a Este, y recibe reposo. El nombre de =¿cada?= uno viene a él. Aquel que posee la Gnosis, conoce el lugar del que vino y el lugar al que se dirige =EvV 22:3-15=
¡Felicidad para el hombre que se ha re descubierto a sí mismo y ha despertado!=EvV 30:13-s.=
En este contexto, encontramos a menudo la secuencia escuchar/creer, tan familiar desde el Nuevo Testamento:
-*Adán escuchó y creyó...
Adán recibió la Verdad...
Adán miró hacia lo alto, lleno de esperanza y ascendió*.
=J 57=
Nos encontramos aquí con la tríada; fe, conocimiento y esperanza, como respuesta a la recepción de la llamada. La mención al amor aparece en el mismo contexto:
-*Adán sintió amor por el Hombre extraño, cuyo lenguaje es extraño, diferente al del mundo* =G 244=.
Todos aman la Verdad, porque la Verdad es la Boca del Padre; Su Lengua es el Espíritu Santo... =EvV 26:33-36=. El lector cristiano se siente por supuesto familiarizado con la tríada de san Pablo, fe, esperanza y caridad =1 Cor 13:13= que, no sin razón y quizá de forma intencionada, omite el conocimiento y ensalza el amor, considerado el sentimiento más importante. La poesía mandea expresa con enorme belleza la aceptación agradecida y llena de fe del mensaje, y la conversión del corazón y el renacimiento a la vida que siguen a ésta. Sirvan algunos ejemplos para apoyar este comentario;
-*El día en que te contemplamos, el día en que escuchamos tu palabra, nuestros corazones se llenaron de paz. Creímos en ti, oh Bondadoso, contemplamos tu luz y no te olvidaremos. En todos los días no te olvidaremos, ni una sola hora dejarás de estar en nuestros corazones. Porque nuestros corazones no conocerán la ceguera, estas almas no serán retenidas*. =G 60=.
Del lugar de la luz partí, de tu lado, brillante morada...Un Uthra me acompañó desde la casa. El Uthra de la casa de la gran Vida que me acompañó sostenía una vara de agua viva en su mano. La vara que sostenía en su mano estaba llena de hojas excelentes. Me ofreció de sus hojas, y oraciones y ritos brotaron enteros de esta vara. De nuevo me ofreció de sus hojas y mi enfermo corazón halló alivio y mi alma extraña halló consuelo. Una tercera vez me ofreció de estas hojas, y obligó a los ojos de mi cara a mirar a lo alto para que pudiera contemplar a mi Padre y le conociera.
A mi Padre contemplé y conocí, y le dirigí tres ruegos. Le pedí la mansedumbre que no se rebela. Le pedí un corazón fuerte para soportar lo grande y lo pequeño. Le pedí suaves senderos para ascender y contemplar el lugar de la luz*. =G 377-s.=
El día en que comencé a amar la Vida, el día en que mi corazón empezó a amar la Verdad, dejé de confiar en todas las cosas del mundo. En padre y en madre no confío en el mundo. En hermanos y hermanas no confío en el mundo...
En lo que ha sido hecho y creado no confío en el mundo. En todo el mundo y en sus obras no confío en el mundo. Sólo mi alma busco, y es ésta más preciosa que mundos y generaciones.
Fui y encontré mi alma, ¿qué valen para mí todos los mundos?...
Fui y encontré la Verdad que se levanta en el extremo de los mundos...=G 390-s.=
Hans Jonas
Gilgamesh***
Interesante capítulo éste de Hans Jonas en el cual podemos identificar cosas sumamente importantes.
Si tomamos que aquella llamada de Jesús se corresponde a Adán estamos hablando del momento inicial de la creación humana como tal, no confundir con el Adán pre-cósmico, puesto que ese Adán o Anthropos es precisamente el que viene a hacer la llamada al Adán de carne y hueso.
El Adán pre-cósmico es el Eón Cristo que habitaba en el Pleroma, es decir en el sitio donde surgieron las emanaciones del Supremo, Pleroma es un lugar anterior a la creación del espacio cósmico o el universo, si se quiere.
Si pensamos que a cada uno de nosotros vendrá *la llamada* tal como le ocurrió al Adán de carne y hueso, estamos errados.
Dicha llamada fué en Adán quien se convirtió en una especie de matriz, un producto único, que al ser quien posteriormente se reproduciría hasta llegar hoy a ser cuantos somos en el mundo y cuantos más seremos, traemos incorporada dicha capacidad de descubrir la llamada sin que ésta se produzca de la misma forma que con Adán.
Adán fué en cierta forma el patrón o molde original que nos dejaría genéticamente esa llamada en alguna parte de nuestro Espíritu o incluso del Alma.
Haga de cuenta que usted tiene su teléfono celular, bandeja o carpeta de mensajes recibidos, donde hay uno que nunca Usted atendió pero que, al revisar ahora la carpeta o bandeja, Usted descubre como *mensaje no leído*.
Aquél primer mensaje a Adán de carne y hueso fué por una vía de misterio, es decir un fenómeno de esos que no vemos, telepatía, presencia mental, sobrenatural o como quieran llamarle, y, en la segunda llegada de Cristo hecho carne y hueso bajo el nombre de Jesús, fué precisamente para la difusión de los misterios *informados a Adán*, con el objeto de que en algún momento de nuestras vidas encontráramos algo llamado Gnosis....que es precisamente la biblioteca material del Conocimiento que aquél Adán recibiera en forma de misterio sin materia, puesto que ese Cristo de Luz misionó desde el Espíritu y no desde la carne-materia, como sí hizo hace 2000 años encarnando para dejarnos por ejemplo, sus Revelaciones, que en nada se parecen a las que nos han enseñado a través de la religión.
¿Porqué habría de venir hace 2000 años el Cristo a encarnar si ya había dejado en Adán el gen álmico o espiritual que en todos nosotros debería auto-reproducirse?.
Porque si Usted tiene una escencia pura que obtuvo de machacar pétalos de Jazmín, por ejemplo, olerá hermosamente, pero a medida que comienza a diluirla con agua para producir más frascos de perfume, mayor dispersión de la escencia, lo que resultará en que el frasco número 100 ya no olerá a jazmín, no olerá a nada porque será solamente agua.
Hete allí la permanente manipulación del ser humano que leemos en las escrituras tradicionales. De un *creced y multiplicaos* o un *poblad la Tierra*, de repente un diluvio para aniquilarnos, luego, de hacer el amor padres con hijos a una abstinencia castradora cuando se impone aquella ley mosaica.
El reino del Demiurgo, imperfecto como es, debe repararse sobre la marcha, y desde el Pleroma, Cristo vino a ser el ajuste de tuerca definitivo para no tener que venir cada vez que el Demiurgo cambiara sobre la marcha las deficiencias de su creación.
Resumiendo, tenemos un gen espiritual poderoso y puro dormitando en nuestro interior, tenemos un testimonio a través de la Gnosis escrita, de cómo activarlo.
Y finalmente otra acotación, en una parte de lo que leerán como; *Sobre el mundo que tiene que ser no tenemos poder*.
Muchos suelen preguntarse que si hay un Pleroma donde habitan los seres realmente Puros, cómo es posible que se permita que siga existiendo éste mundo cruel y despiadado donde el Demiurgo hace y deshace a su voluntad. Esa respuesta la veremos mucho más adelante cuando analicemos el llamado *Pistis Sofía*, para entender que nada se destruye sino que se regenera, porque regenerándose vuelve a su estado pre-cósmico de corrección.
¿Fórmula cruel? pensarán algunos, sin embargo, dicha crueldad se revertiría si activáramos nuestro gen dormido, ¿Y porqué pasan los milenios sin reactivarse y tenemos que ser reciclados dolorosamente una y otra vez?, porque nosotros desconocemos cuántos son los que deben ser reactivados hasta que éste círculo vicioso acabe de una vez por todas, razón que nos desespera cuando vemos que somos 7 mil millones y que es un imposible semejante reactivación masiva.
Pues no desesperen..., para los Eones y su gran Sabiduría, el tiempo no es nada aunque para nosotros sí lo es, especialmente porque una de las trampas que hacen a nuestra decepción es precisamente la corta vida que disponemos, tema que habláramos hace tiempo.
Si voy a vivir apenas unos 80 años; *dale que va...la vida es tan corta que no me vengan con salvaciones imposibles...*, y ahí...zasss compramos un ticket para el próximo reciclaje....
El final del círculo vicioso nada tiene que ver con la mirada que nos muestra un mundo como el que vemos..., mientras esperamos que sea perfecto y no lo es, cada día más y más Espíritus se reintegran al Pleroma, sin que nos demos cuenta...
La respuesta a la llamada
¿Cómo responde el que recibe la llamada al contenido de ésta?
El primer efecto de la llamada es, por supuesto, el despertar del profundo sueño del mundo. Después, sin embargo, la reacción de quien así ha sido despertado ante la situación revelada por la llamada y ante las demandas que le son impuestas puede ser de distinta índole, y verse seguida de significativos diálogos entre el que llama y el que es objeto de la llamada. En la cosmogonía maniquea, según Teorodo bar Konai, por ejemplo, la primera reacción de Adán al despertar y conocer la situación en la que se halla es un arranque de terror:
-*Jesús el Luminoso se acercó al inocente Adán. Le despertó del sueño de la muerte, para que se librara de los muchos demonios. Y como un hombre que es justo y encuentra a un hombre poseído por un demonio poderoso y lo calma por medio de su poder, así sucedió con Adán, porque ese Amigo lo encontró sumergido en el más profundo de los sueños, lo despertó, lo agitó, lo zarandeó para que despertara, echó de su lado al Demonio seductor y apartó de él al poderoso arconte esclavizándolo.
Y Adán se examinó a sí mismo y descubrió quién era. Jesús le mostró a los Padres que están en lo alto y a su propio Yo reproducido en todas las cosas, en los colmillos de las panteras y de los elefantes, devorado por los que devoran, consumido por los que consumen, comido por los perros, mezclado y atado a todo lo que existe, aprisionado en el hedor de la oscuridad.
Lo levantó y le hizo comer del árbol de la vida.
Entonces Adán gritó y se lamentó: elevó su voz terriblemente, como el rugir de un león, desgarró su ropa, se golpeó el pecho, y dijo: ¡Ay, maldito sea el que dio forma a mi cuerpo, el que puso grilletes a mi alma, los rebeldes que me esclavizaron!*.
Un tono similar, aunque más apagado, encontramos en el apartado precedente como primera respuesta a la llamada =en el fragmento de Tur-fan M 7 y en el pasaje
J 57 mandeo=. Más primitiva y humana es la reacción de Adán en el texto mandeo G430-s., cuyo comienzo citamos en la página anterior. Allí, como vimos, la llamada del despertar coincide con el mensaje de la muerte.
La continuación de este pasaje muestra a un alma ligada a la tierra, aterrada ante la perspectiva de tener que partir y aferrándose desesperadamente a las cosas del mundo:
-*Cuando Adán escuchó esto, se lamentó de su destino y lloró. Adán defiende su indispensable presencia en el mundo: ¡Padre! Si me voy contigo, ¿quién hará de guardián en este vasto Tibil?... ¿Quién ayuntará los bueyes al arado y quién guiará la semilla hasta la tierra?... ¿Quién vestirá al que está desnudo... quién detendrá la lucha en el poblado?. El mensajero de la Vida responde: No te lamentes, Adán, por este lugar en el que moras, porque este lugar está devastado... Los trabajos serán abandonados por completo y no volverán a emprenderse...
Entonces, Adán ruega para que su esposa, Eva, sus hijos y sus hijas puedan acompañarle en su camino. El mensajero le dice que en la casa de la Vida no existen ni el cuerpo ni la familia. A continuación, le instruye sobre el camino: *El camino que tenemos que recorrer es largo e infinito... junto a él se sientan mayorales, guardianes y cobradores de portazgo... Las escalas están preparadas, y entre miles eligen un alma buena y que haya sido iluminada*.
Tras lo cual, Adán se separó de su cuerpo, se da la vuelta una vez más y se lamenta por su cuerpo, y, después, comenzó su viaje a través del éter. Incluso en este punto el diálogo continúa; de nuevo, Adán se lamenta por su cuerpo; una vez más, pide que Eva le acompañe, aunque ya sabe que tiene que partir solo, que terminar su lucha solo. Finalmente escucha estas palabras: *Cálmate y guarda silencio, Adán, y la paz de los buenos será contigo. Ve y elévate hasta tu lugar, y Eva, tu esposa, se elevará después de ti. Entonces todas las generaciones llegarán a su fin y todas las criaturas perecerán*.
De esta forma, la llamada individual está relacionada con la escatología general del regreso de todas las almas.
A los diferentes significados del lamento con el que el alma despertada responde primero a la llamada, debemos añadir su queja, la acusación incluso levantada contra la gran Vida misma, que debe responder por la condición contra natura que acaba de ser revelada al alma. Así, en la versión de la llamada que aparece en G 387-s., leemos:
-*Al oír esto, Adán se lamentó y lloró su suerte. Y dijo al Uthra de la Vida: *Si sabías esto, ¿por qué me llevaste lejos de mi morada, me pusiste en cautividad y me echaste al interior del cuerpo apestoso...?*. Tras lo cual, él le respondió: *Guarda silencio, Adán, tú, cabeza de toda la tribu. Sobre el mundo que tiene que ser no tenemos poder. Levanta, levanta, adora a la Grande =la gran Vida= y sométete, que la Vida pueda ser tu salvadora. Que la Vida sea tu salvadora y que asciendas y contemples el lugar de la luz*.
Por último, el alma pide a la gran Vida que responda por la existencia del mundo como tal y por su propio exilio en éste: es decir, pregunta el gran *¿Por qué?* que, lejos de ser apaciguado por el despertar y por el recordatorio de su origen, se ve poderosamente agitado por éstos y se convierte en una de las grandes preocupaciones de la gnosis que se acaba de iniciar. Esta pregunta recibe incluso el nombre de *pleito sobre el mundo*, que Adán debe presentar a la primera Vida.
-*Asciende, Adán, y presenta tu pleito a la primera gran Vida, tu pleito sobre el mundo en el que moras. Di a la gran Vida: ¿Por qué has creado este mundo?
¿Por qué has separado a las tribus de tu centro?
¿Por qué has sembrado la lucha en el Tibil?
¿Por qué me quieres ahora, a mí y a toda mi tribu?*. =G 437=
La respuesta a este tipo de pregunta constituye el tema más importante de las distintas especulaciones gnósticas con respecto a los orígenes. Sobre algunos de estos modelos volveremos cuando analicemos los diferentes sistemas. No obstante, en la mayoría de los casos, la respuesta a la llamada no tiene una naturaleza problemática, y suele derivar en una aceptación alegre y agradecida. *El Evangelio de la Verdad es alegre para quienes han recibido del Padre de la Verdad la gracia de conocer Su existencia* =palabras con las que da comienzo el Evangelio de la Verdad=.
Si una persona está en posesión de la Gnosis, es un ser de las alturas. Si es llamado: escucha, contesta y se vuelve hacia Quien le llama, para ascender de nuevo a El.
Y conoce la forma en que es llamada. Estando en posesión de la Gnosis, cumple con la voluntad de Aquel que le ha llamado. Desea hacer lo que agrada a Este, y recibe reposo. El nombre de =¿cada?= uno viene a él. Aquel que posee la Gnosis, conoce el lugar del que vino y el lugar al que se dirige =EvV 22:3-15=
¡Felicidad para el hombre que se ha re descubierto a sí mismo y ha despertado!=EvV 30:13-s.=
En este contexto, encontramos a menudo la secuencia escuchar/creer, tan familiar desde el Nuevo Testamento:
-*Adán escuchó y creyó...
Adán recibió la Verdad...
Adán miró hacia lo alto, lleno de esperanza y ascendió*.
=J 57=
Nos encontramos aquí con la tríada; fe, conocimiento y esperanza, como respuesta a la recepción de la llamada. La mención al amor aparece en el mismo contexto:
-*Adán sintió amor por el Hombre extraño, cuyo lenguaje es extraño, diferente al del mundo* =G 244=.
Todos aman la Verdad, porque la Verdad es la Boca del Padre; Su Lengua es el Espíritu Santo... =EvV 26:33-36=. El lector cristiano se siente por supuesto familiarizado con la tríada de san Pablo, fe, esperanza y caridad =1 Cor 13:13= que, no sin razón y quizá de forma intencionada, omite el conocimiento y ensalza el amor, considerado el sentimiento más importante. La poesía mandea expresa con enorme belleza la aceptación agradecida y llena de fe del mensaje, y la conversión del corazón y el renacimiento a la vida que siguen a ésta. Sirvan algunos ejemplos para apoyar este comentario;
-*El día en que te contemplamos, el día en que escuchamos tu palabra, nuestros corazones se llenaron de paz. Creímos en ti, oh Bondadoso, contemplamos tu luz y no te olvidaremos. En todos los días no te olvidaremos, ni una sola hora dejarás de estar en nuestros corazones. Porque nuestros corazones no conocerán la ceguera, estas almas no serán retenidas*. =G 60=.
Del lugar de la luz partí, de tu lado, brillante morada...Un Uthra me acompañó desde la casa. El Uthra de la casa de la gran Vida que me acompañó sostenía una vara de agua viva en su mano. La vara que sostenía en su mano estaba llena de hojas excelentes. Me ofreció de sus hojas, y oraciones y ritos brotaron enteros de esta vara. De nuevo me ofreció de sus hojas y mi enfermo corazón halló alivio y mi alma extraña halló consuelo. Una tercera vez me ofreció de estas hojas, y obligó a los ojos de mi cara a mirar a lo alto para que pudiera contemplar a mi Padre y le conociera.
A mi Padre contemplé y conocí, y le dirigí tres ruegos. Le pedí la mansedumbre que no se rebela. Le pedí un corazón fuerte para soportar lo grande y lo pequeño. Le pedí suaves senderos para ascender y contemplar el lugar de la luz*. =G 377-s.=
El día en que comencé a amar la Vida, el día en que mi corazón empezó a amar la Verdad, dejé de confiar en todas las cosas del mundo. En padre y en madre no confío en el mundo. En hermanos y hermanas no confío en el mundo...
En lo que ha sido hecho y creado no confío en el mundo. En todo el mundo y en sus obras no confío en el mundo. Sólo mi alma busco, y es ésta más preciosa que mundos y generaciones.
Fui y encontré mi alma, ¿qué valen para mí todos los mundos?...
Fui y encontré la Verdad que se levanta en el extremo de los mundos...=G 390-s.=
Hans Jonas
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miércoles, 21 de octubre de 2015
* La llamada-2 *
***Seguimos compartiendo éste apasionante tema amigos, y es increíble cómo el relato milenario daba cuenta de ese *atrapamiento* forzoso de nuestra escencia en éste cuerpo, en éste mundo, en éste cosmos.
Pero la llamada siempre estuvo...el contacto para que siempre nos diéramos cuenta que no estábamos solos, y que siempre el Revelador nos habla, sea el tiempo que sea, nuestra meta; poder escucharle.
El contenido de la llamada
¿Qué es lo que la llamada ha venido a comunicar a los hombres?
El contenido de la llamada viene determinado por su objetivo, el de *despertar*, y el simple pronunciamiento de esta palabra, que casi siempre se encuentra al comienzo de la frase, puede, en ocasiones, ser el mensaje mismo.
*Yo soy la llamada al despertar del sueño en el eón de lanoche*, así comienza un extracto de Hipólito sobre un texto de los peratas =Refut.V.14.1=.
Aquí, la llamada como tal equivale a su propio contenido, ya que se limita a comunicar el efecto de su voz: el despertar del sueño.
Este despertar será considerado la esencia de la misión del mensajero, tanto por el mismo mensajero como por los que le envían;
-*Yo soy una palabra, un hijo de palabras, venido aquí en el nombre de Jawar. La gran Vida me llamó, me exhortó y me instruyó, a mí, Anosh =Hombre=, el gran Uthra, Hijo de poderosos... Me envió para velar por esta era, para despertar de su sueño y levantar a los que duermen. Me dijo: *Ve y recoge a tu séquito disperso por el Tibil... Escoge y saca del mundo a los elegidos... Instruye a las almas, para que no perezcan y mueran, para que no sigan encerradas en la densa oscuridad...Cuando llegues a la tierra del Tibil, los malignos no sabrán de ti... No temas ni sientas desmayo, y no digas estoy aquí solo. Cuando el miedo se apodere de ti, todos estaremos a tu lado....
=G 295=.
Sobre los guardianes hicieron resonar una llamada sublime, para despertar y levantar a los que dormían. Debían despertar a las almas que del lugar de la luz habían caído. Debían despertarlas e incorporarlas, hacer que elevaran su rostro hacia el lugar de la luz*. =G 308=
El primer efecto de la llamada se describe siempre, por tanto, como un despertar. Esto es lo que encontramos en las versiones gnósticas de la historia de Adán. A menudo, la exhortación, puramente formal, *Despierta de tu sueño* o *de tu embriaguez*, o con menor frecuencia, *de tu muerte*, elaborada con términos metafóricos y con distintas expresiones, constituye el único contenido de la llamada gnóstica a la salvación.
No obstante, este contenido implícito, formal e imperativo, incluye el marco teórico en el cual las ideas de sueño, embriaguez y despertar asumen su significado específico; y, como regla, la llamada explícita este marco como parte de su propio contenido, es decir, relaciona la orden del despertar con los siguientes elementos doctrinales:
El recordatorio del origen celestial y de la historia trascendente del hombre; la promesa de la redención, de la cual también forma parte el relato que el redentor hace de su propia misión y de su descenso a este mundo; y, por último, la instrucción práctica sobre la forma en que se debe vivir en el mundo, en conformidad con el *conocimiento* recién conquistado y como preparación para la eventual ascensión.
El núcleo formado por estos tres elementos constituye el mito gnóstico, en el cual la llamada al despertar es una especie de abreviatura de la doctrina gnóstica en general. La gnosis transmitida por el mensaje y condensada en éste, en forma de una serie de términos simbólicos, constituye el mito cosmogónico y soteriológico total, un mito en cuya narración el acontecimiento de este mismo mensaje equivale a una fase: el punto de inflexión a partir del cual el movimiento completo se invierte.
Este conocimiento sumario del todo teórico encuentra su complemento práctico en el conocimiento del *camino* que conduce a la liberación de la cautividad en el mundo.
En las numerosas versiones literarias sobre la llamada, uno u otro de estos aspectos es el recordatorio del origen, la promesa de la salvación, la instrucción moral y tendrá una mayor preponderancia o será expresado de forma exclusiva. A continuación, citaremos algunas de estas llamadas al despertar de la literatura gnóstica, comenzando con algunos ejemplos de la literatura maniquea.
En la estricta estructura del drama universal maniqueo la primera de estas llamadas se produce antes del comienzo de nuestro mundo y se dirige al Hombre Primordial, que yace, inconsciente, en las profundidades, después de haber sido vencido y devorado en la primera contienda precósmica de la luz y la oscuridad. La siguiente escena proviene del relato siríaco de Teodoro bar Konai;
-*Entonces, el Espíritu Vivo llamó con voz fuerte; y la voz del Espíritu Vivo se convirtió en una espada afilada y puso al descubierto la forma del Hombre Primordial. Y así le habló: La paz sea contigo, recto entre los inicuos, luminoso en medio de la oscuridad, Dios que habita entre las bestias de la ira, que ignoran su grandeza.
Tras lo cual, el Hombre Primordial le contestó y dijo:
¡Ven y otorga paz al que está muerto! ¡Ven, oh tesoro de la serenidad y de la paz! y aún le dijo:
¿Cómo se hallan nuestros Padres, los Hijos de la Luz, en su ciudad?
Y la Llamada le dijo: Se encuentran bien. Y la Llamada y la Respuesta se unieron y ascendieron hasta reunirse con la Madre de la Vida y con el Espíritu Vivo. El Espíritu Vivo se vistió con la Llamada y la Madre de la Vida se vistió con la Respuesta, su adorada hija.*
La llamada, aquí, se presenta como un simple saludo. No obstante, incluye el recordatorio del origen divino del que es saludado, es decir, un nuevo despertar al conocimiento de sí mismo, perdido por el veneno de la oscuridad, y, al mismo tiempo, la promesa de su salvación:
La forma en que se dirige a él *Recto entre los inicuos*, etc., representa el recordatorio, el saludo *La paz sea contigo*, la promesa. La conmovedora pregunta en la que el Hombre Primordial se interesa por el estado de los hijos de la luz en su ciudad debe entenderse en relación con el hecho de que él había sido enviado a su destino para protegerlos. Tras despertar de su sueño, desea saber si el sacrificio ha servido a su propósito. Otra versión de esta escena nos llega de la mano del fragmento deTurfan M 7:
-*¡Sal de la embriaguez en la que duermes, despierta y contémplame!
Buenas nuevas para ti del mundo del gozo del que he sido enviado para salvarte.
Y él contestó al que vive sin sufrimiento:
Yo soy yo, el hijo de los mansos. Mezclado estoy y conozco el lamento. Sácame del abrazo de la muerte.
El mensajero dice:
¡Poder y prosperidad de la Vida traigo para ti de tu casa! Sígueme, hijo de la mansedumbre, pon sobre tu cabeza la corona de la luz*.
Separada del contexto mitológico, encontramos la llamada, esta vez dirigida al alma en general, en otro texto de Turfan, el llamado *Misa Breve de los Muertos*;
-*Alma mía, oh la más espléndida de las Almas... ¿Adonde has ido? Vuelve a mí. Despierta, alma del esplendor, del sueño de la embriaguez en el que has caído... sígueme hasta el lugar de la tierra eminente donde morabas en el comienzo*.
De aquí pasamos a la literatura mandea, en la cual las versiones de la llamada al despertar son muy numerosas y se dirigen o bien a Adán =ligeramente distinto al Hombre Primordial= o al número indefinido de creyentes que se reparten por el mundo. El simbolismo relacionado con Adán se analizará más adelante; por el momento, nos limitaremos a decir que el motivo bíblico de su sueño en el Jardín se transforma aquí en un símbolo de la condición humana en el mundo.
El siguiente pasaje muestra un exacto paralelismo con las versiones maniqueas.
-*Crearon al mensajero y lo enviaron a la cabeza de las generaciones. El llamó con voz celestial al torbellino de las palabras. Con la llamada del mensajero, Adán, que allí yacía, se despertó... y se dirigió al encuentro del mensajero: *Ven en paz, mensajero, enviado de la Vida, que vienes de la casa del Padre. ¡Cuán firmemente plantada en su lugar está la querida y justa Vida! ¡Y cómo está aquí sentada mi oscura forma que se lamenta!. Entonces, el mensajero respondió: ...Todos te recordaban con amor y... me enviaron a ti. Aquí me tienes, Adán, yo te instruiré y te libraré de este mundo. Presta atención, escucha y aprende, y elévate, victorioso, al lugar de la luz*..
= J 57=
La instrucción que aquí se menciona aparece con frecuencia en la llamada, como explicación de la orden *No duermas*. Dicha instrucción se prolonga a veces en forma de largas homilías morales que monopolizan el contenido de la llamada, y que, por su extensión, terminan convirtiendo el punto de partida en una simple ficción literaria. Un Uthra llama desde fuera e instruye a Adán, el hombre. Dice a Adán:
-*No descanses, no duermas, y no olvides lo que tu Señor te ha enseñado. No seas un hijo de la casa, no seas llamado pecador en el Tibil. No ames las guirnaldas de agradable aroma, no obtengas placer de una bella mujer... No ames la lujuria ni las sombras engañosas... Al salir y al entrar, asegúrate de que no olvidas a tu Señor, etc., etc....
Adán, contempla el mundo, una cosa que carece por completo de substancia... en la que no debes depositar confianza alguna. Las escalas están preparadas, y de miles ellos eligen una... Las guirnaldas perfumadas se marchitan, y la belleza de la mujer se desvanece como si nunca hubiera existido... Todos los trabajos mueren, llegan a su fin y parecen no haber existido nunca*.
Algunas veces, la llamada al despertar está íntimamente relacionada con la exhortación a salir del mundo: es al mismo tiempo el mensaje de la muerte, y continúa con la ascensión del alma, como se ve en el siguiente ejemplo:
-*El salvador se acercó, se quedó en pie junto a la almohada de Adán y le despertó de su sueño. *Levanta, levanta, Adán, despréndete de tu apestoso cuerpo, de tu vestido de barro, de tus grilletes, de tu atadura... porque tu tiempo ha llegado, tu medida está llena, para partir de este mundo...* =G 430=.
Algunas veces, el contenido de la llamada se concentra en un mensaje admonitorio, por el cual el hombre debe ser vigilante de sí mismo;
-*Envié una llamada al mundo: Que cada hombre sea vigilante de sí mismo. Quien sea vigilante de sí mismo será salvado del fuego devorador. =G 58=
La fórmula habitual del despertar pasa también al Nuevo Testamento, donde aparece, en Ef 5:14, como una cita anónima:
-*Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y Cristo te alumbrará*.
Para terminar, citaremos del Poimandres la versión helenística de la llamada del despertar, separada aquí del mito y utilizada como un instrumento estilístico de exhortación ética y religiosa;
-*Gentes, hombres nacidos de la tierra, que os habéis abandonado a la embriaguez y al sueño, a la ignorancia de dios, manteneos abstemios y acabad ya con vuestras borracheras, pues estáis hechizados por un sueño irracional...
¿Por qué os habéis rendido a la muerte, hombres nacidos de la tierra, si tenéis todo el derecho a compartir la inmortalidad? Vosotros, que habéis viajado junto al error y que habéis hallado en la ignorancia vuestra compañera, pensadlo bien: alejaos de la luz sombría =es decir, del cosmos=; dejad atrás la corrupción y compartid la inmortalidad*. =C.H .1.27-s.=
Hans Jonas
***Gilgamesh.
Pero la llamada siempre estuvo...el contacto para que siempre nos diéramos cuenta que no estábamos solos, y que siempre el Revelador nos habla, sea el tiempo que sea, nuestra meta; poder escucharle.
El contenido de la llamada
¿Qué es lo que la llamada ha venido a comunicar a los hombres?
El contenido de la llamada viene determinado por su objetivo, el de *despertar*, y el simple pronunciamiento de esta palabra, que casi siempre se encuentra al comienzo de la frase, puede, en ocasiones, ser el mensaje mismo.
*Yo soy la llamada al despertar del sueño en el eón de lanoche*, así comienza un extracto de Hipólito sobre un texto de los peratas =Refut.V.14.1=.
Aquí, la llamada como tal equivale a su propio contenido, ya que se limita a comunicar el efecto de su voz: el despertar del sueño.
Este despertar será considerado la esencia de la misión del mensajero, tanto por el mismo mensajero como por los que le envían;
-*Yo soy una palabra, un hijo de palabras, venido aquí en el nombre de Jawar. La gran Vida me llamó, me exhortó y me instruyó, a mí, Anosh =Hombre=, el gran Uthra, Hijo de poderosos... Me envió para velar por esta era, para despertar de su sueño y levantar a los que duermen. Me dijo: *Ve y recoge a tu séquito disperso por el Tibil... Escoge y saca del mundo a los elegidos... Instruye a las almas, para que no perezcan y mueran, para que no sigan encerradas en la densa oscuridad...Cuando llegues a la tierra del Tibil, los malignos no sabrán de ti... No temas ni sientas desmayo, y no digas estoy aquí solo. Cuando el miedo se apodere de ti, todos estaremos a tu lado....
=G 295=.
Sobre los guardianes hicieron resonar una llamada sublime, para despertar y levantar a los que dormían. Debían despertar a las almas que del lugar de la luz habían caído. Debían despertarlas e incorporarlas, hacer que elevaran su rostro hacia el lugar de la luz*. =G 308=
El primer efecto de la llamada se describe siempre, por tanto, como un despertar. Esto es lo que encontramos en las versiones gnósticas de la historia de Adán. A menudo, la exhortación, puramente formal, *Despierta de tu sueño* o *de tu embriaguez*, o con menor frecuencia, *de tu muerte*, elaborada con términos metafóricos y con distintas expresiones, constituye el único contenido de la llamada gnóstica a la salvación.
No obstante, este contenido implícito, formal e imperativo, incluye el marco teórico en el cual las ideas de sueño, embriaguez y despertar asumen su significado específico; y, como regla, la llamada explícita este marco como parte de su propio contenido, es decir, relaciona la orden del despertar con los siguientes elementos doctrinales:
El recordatorio del origen celestial y de la historia trascendente del hombre; la promesa de la redención, de la cual también forma parte el relato que el redentor hace de su propia misión y de su descenso a este mundo; y, por último, la instrucción práctica sobre la forma en que se debe vivir en el mundo, en conformidad con el *conocimiento* recién conquistado y como preparación para la eventual ascensión.
El núcleo formado por estos tres elementos constituye el mito gnóstico, en el cual la llamada al despertar es una especie de abreviatura de la doctrina gnóstica en general. La gnosis transmitida por el mensaje y condensada en éste, en forma de una serie de términos simbólicos, constituye el mito cosmogónico y soteriológico total, un mito en cuya narración el acontecimiento de este mismo mensaje equivale a una fase: el punto de inflexión a partir del cual el movimiento completo se invierte.
Este conocimiento sumario del todo teórico encuentra su complemento práctico en el conocimiento del *camino* que conduce a la liberación de la cautividad en el mundo.
En las numerosas versiones literarias sobre la llamada, uno u otro de estos aspectos es el recordatorio del origen, la promesa de la salvación, la instrucción moral y tendrá una mayor preponderancia o será expresado de forma exclusiva. A continuación, citaremos algunas de estas llamadas al despertar de la literatura gnóstica, comenzando con algunos ejemplos de la literatura maniquea.
En la estricta estructura del drama universal maniqueo la primera de estas llamadas se produce antes del comienzo de nuestro mundo y se dirige al Hombre Primordial, que yace, inconsciente, en las profundidades, después de haber sido vencido y devorado en la primera contienda precósmica de la luz y la oscuridad. La siguiente escena proviene del relato siríaco de Teodoro bar Konai;
-*Entonces, el Espíritu Vivo llamó con voz fuerte; y la voz del Espíritu Vivo se convirtió en una espada afilada y puso al descubierto la forma del Hombre Primordial. Y así le habló: La paz sea contigo, recto entre los inicuos, luminoso en medio de la oscuridad, Dios que habita entre las bestias de la ira, que ignoran su grandeza.
Tras lo cual, el Hombre Primordial le contestó y dijo:
¡Ven y otorga paz al que está muerto! ¡Ven, oh tesoro de la serenidad y de la paz! y aún le dijo:
¿Cómo se hallan nuestros Padres, los Hijos de la Luz, en su ciudad?
Y la Llamada le dijo: Se encuentran bien. Y la Llamada y la Respuesta se unieron y ascendieron hasta reunirse con la Madre de la Vida y con el Espíritu Vivo. El Espíritu Vivo se vistió con la Llamada y la Madre de la Vida se vistió con la Respuesta, su adorada hija.*
La llamada, aquí, se presenta como un simple saludo. No obstante, incluye el recordatorio del origen divino del que es saludado, es decir, un nuevo despertar al conocimiento de sí mismo, perdido por el veneno de la oscuridad, y, al mismo tiempo, la promesa de su salvación:
La forma en que se dirige a él *Recto entre los inicuos*, etc., representa el recordatorio, el saludo *La paz sea contigo*, la promesa. La conmovedora pregunta en la que el Hombre Primordial se interesa por el estado de los hijos de la luz en su ciudad debe entenderse en relación con el hecho de que él había sido enviado a su destino para protegerlos. Tras despertar de su sueño, desea saber si el sacrificio ha servido a su propósito. Otra versión de esta escena nos llega de la mano del fragmento deTurfan M 7:
-*¡Sal de la embriaguez en la que duermes, despierta y contémplame!
Buenas nuevas para ti del mundo del gozo del que he sido enviado para salvarte.
Y él contestó al que vive sin sufrimiento:
Yo soy yo, el hijo de los mansos. Mezclado estoy y conozco el lamento. Sácame del abrazo de la muerte.
El mensajero dice:
¡Poder y prosperidad de la Vida traigo para ti de tu casa! Sígueme, hijo de la mansedumbre, pon sobre tu cabeza la corona de la luz*.
Separada del contexto mitológico, encontramos la llamada, esta vez dirigida al alma en general, en otro texto de Turfan, el llamado *Misa Breve de los Muertos*;
-*Alma mía, oh la más espléndida de las Almas... ¿Adonde has ido? Vuelve a mí. Despierta, alma del esplendor, del sueño de la embriaguez en el que has caído... sígueme hasta el lugar de la tierra eminente donde morabas en el comienzo*.
De aquí pasamos a la literatura mandea, en la cual las versiones de la llamada al despertar son muy numerosas y se dirigen o bien a Adán =ligeramente distinto al Hombre Primordial= o al número indefinido de creyentes que se reparten por el mundo. El simbolismo relacionado con Adán se analizará más adelante; por el momento, nos limitaremos a decir que el motivo bíblico de su sueño en el Jardín se transforma aquí en un símbolo de la condición humana en el mundo.
El siguiente pasaje muestra un exacto paralelismo con las versiones maniqueas.
-*Crearon al mensajero y lo enviaron a la cabeza de las generaciones. El llamó con voz celestial al torbellino de las palabras. Con la llamada del mensajero, Adán, que allí yacía, se despertó... y se dirigió al encuentro del mensajero: *Ven en paz, mensajero, enviado de la Vida, que vienes de la casa del Padre. ¡Cuán firmemente plantada en su lugar está la querida y justa Vida! ¡Y cómo está aquí sentada mi oscura forma que se lamenta!. Entonces, el mensajero respondió: ...Todos te recordaban con amor y... me enviaron a ti. Aquí me tienes, Adán, yo te instruiré y te libraré de este mundo. Presta atención, escucha y aprende, y elévate, victorioso, al lugar de la luz*..
= J 57=
La instrucción que aquí se menciona aparece con frecuencia en la llamada, como explicación de la orden *No duermas*. Dicha instrucción se prolonga a veces en forma de largas homilías morales que monopolizan el contenido de la llamada, y que, por su extensión, terminan convirtiendo el punto de partida en una simple ficción literaria. Un Uthra llama desde fuera e instruye a Adán, el hombre. Dice a Adán:
-*No descanses, no duermas, y no olvides lo que tu Señor te ha enseñado. No seas un hijo de la casa, no seas llamado pecador en el Tibil. No ames las guirnaldas de agradable aroma, no obtengas placer de una bella mujer... No ames la lujuria ni las sombras engañosas... Al salir y al entrar, asegúrate de que no olvidas a tu Señor, etc., etc....
Adán, contempla el mundo, una cosa que carece por completo de substancia... en la que no debes depositar confianza alguna. Las escalas están preparadas, y de miles ellos eligen una... Las guirnaldas perfumadas se marchitan, y la belleza de la mujer se desvanece como si nunca hubiera existido... Todos los trabajos mueren, llegan a su fin y parecen no haber existido nunca*.
Algunas veces, la llamada al despertar está íntimamente relacionada con la exhortación a salir del mundo: es al mismo tiempo el mensaje de la muerte, y continúa con la ascensión del alma, como se ve en el siguiente ejemplo:
-*El salvador se acercó, se quedó en pie junto a la almohada de Adán y le despertó de su sueño. *Levanta, levanta, Adán, despréndete de tu apestoso cuerpo, de tu vestido de barro, de tus grilletes, de tu atadura... porque tu tiempo ha llegado, tu medida está llena, para partir de este mundo...* =G 430=.
Algunas veces, el contenido de la llamada se concentra en un mensaje admonitorio, por el cual el hombre debe ser vigilante de sí mismo;
-*Envié una llamada al mundo: Que cada hombre sea vigilante de sí mismo. Quien sea vigilante de sí mismo será salvado del fuego devorador. =G 58=
La fórmula habitual del despertar pasa también al Nuevo Testamento, donde aparece, en Ef 5:14, como una cita anónima:
-*Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y Cristo te alumbrará*.
Para terminar, citaremos del Poimandres la versión helenística de la llamada del despertar, separada aquí del mito y utilizada como un instrumento estilístico de exhortación ética y religiosa;
-*Gentes, hombres nacidos de la tierra, que os habéis abandonado a la embriaguez y al sueño, a la ignorancia de dios, manteneos abstemios y acabad ya con vuestras borracheras, pues estáis hechizados por un sueño irracional...
¿Por qué os habéis rendido a la muerte, hombres nacidos de la tierra, si tenéis todo el derecho a compartir la inmortalidad? Vosotros, que habéis viajado junto al error y que habéis hallado en la ignorancia vuestra compañera, pensadlo bien: alejaos de la luz sombría =es decir, del cosmos=; dejad atrás la corrupción y compartid la inmortalidad*. =C.H .1.27-s.=
Hans Jonas
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martes, 20 de octubre de 2015
* La llamada *
El ruido del mundo
La escena mandea sobre la conspiración del mundo suscita un nuevo comentario. El banquete orgiástico, ideado para arrojar al hombre a este torbellino de la embriaguez, tiene además de este efecto un aspecto añadido: el ruido que produce tiene por objeto aplacar la *llamada de la Vida* y hacer que el hombre sea sordo a la voz del Hombre extraño.
-*No podrán oír las palabras del Hombre extraño que aquí ha venido... Ya que somos los creadores de Adán, éste obedecerá nuestras órdenes y las de nuestro padre Ptahil. =G 244=. Hagamos que oiga un gran estruendo para que olvide las voces celestiales.=J 62=
No obstante, como cabría esperar de la locura esencial de los poderes terrenales, el estrépito produce también un efecto muy diferente y, en última instancia, autodestructor:
-*Cuando su ruido cayó en el oído de Adán, éste se despertó de su sueño y levantó los ojos hacia el lugar de la luz. Adán llamó a sus ayudantes, llamó a los mansos y fieles Uthras. Habló a Hibil-Uthra =aquí en sustitución de Manda d’Hayye=, el hombre que le había hecho oír su voz: *¿Qué ha sucedido en la casa, que el sonido del estrépito se levanta hasta el cielo?*. Mientras Adán hablaba de esta manera, una lágrima se formó en su ojo... Me acerqué a él, le tomé de la mano derecha e hice que su corazón descansara de nuevo. =G 126=
Así, el arma del mundo se vuelve contra sí: ideada para ensordecer y confundir, atemoriza a Adán y hace que éste mire hacia el extranjero, que aguce los oídos ante su voz.
La *llamada del exterior*
-*Un Uthra llama desde el exterior e instruye a Adán, el hombre* =G387, J 225=; En la puerta de los mundos está Kushta =la Verdad= y lanza una pregunta al mundo
=J 4=; Es la llamada de Manda d’Hayye... Este se encuentra en el borde exterior de los mundos y llama a su elegido. =G397=. El transmundano atraviesa el cerco del mundo y se hace oír en su interior como una llamada. Se trata de una llamada idéntica a la ultramundana:
Una llamada viene e instruye sobre todas las llamadas. =G 90=; es la *llamada de la Vida* o *de la gran Vida*, que equivale a la entrada de la luz en la oscuridad:
Ellos =los Uthras= harán que la llamada de la Vida se oiga y que se ilumine la casa mortal*=G 91=.
La llamada se dirige al mundo:
Envié una llamada al mundo =G 58=; en su estrépito es discernible como algo profundamente diferente:
El llamó con voz celestial y su voz se oyó en el torbellino de los mundos. =J 58=.
El símbolo de la llamada, como forma bajo la cual el transmundano hace su aparición en el mundo, es tan fundamental para el gnosticismo oriental que las religiones mandea y maniquea podrían recibir incluso el nombre de *religiones de la llamada*. El lector recordará la estrecha conexión que en el Nuevo Testamento existe entre el acto de oír y la fe.
Encontramos muchos ejemplos de ello en los escritos mandeos: la fe es la respuesta a la llamada que viene del más allá y que no puede verse, sólo oírse.
El simbolismo maniqueo llegó a objetivar *Llamada* y *Respuesta* en forma de figuras divinas independientes. En el *Himno de la Perla*, la *carta* que los seres celestiales envían a su pariente exiliado en el mundo se transforma en voz al llegar a éste:
-*Como un mensajero fue la carta que el Rey había sellado con su mano derecha... Se levantó en forma de águila... y voló hasta posarse junto a mí convertida en palabras de un mensaje. Con el sonido de su voz me desperté y me levanté de mi sueño... y dirigí mis pasos hacia el lugar de la luz de nuestro hogar. La carta que me había despertado encontré ante mí en mi camino e igual que me había despertado con su voz...*.
En el caso valentiniano, la llamada es, de manera específica, la llamada por el *nombre*, es decir, el nombre místico y espiritual de la persona, desde la eternidad *inscrito* con Dios en el *libro de los vivos*;
-*Aquellos cuyos nombres El conocía de antemano fueron llamados al final, de forma que el que sabe es aquel cuyo nombre ha sido pronunciado por el Padre. Porque aquel cuyo nombre no ha sido pronunciado es ignorante. En verdad, ¿cómo podría una persona oír si su nombre no ha sido pronunciado? Porque aquel que vive en la ignorancia hasta el final es una criatura del *Olvido* y con éste será destruido. Si no fuera así, ¿por qué estos miserables no han recibido un nombre?, ¿por qué no oyen la llamada? =EvV 21:25-22:2=.
Por último, la llamada puede ser también la llamada apocalíptica que anuncia el fin del mundo;
-*El sonido de una llamada recorrió el mundo entero; el esplendor abandonó todas las ciudades. Manda d’Hayye se reveló a todos los hijos de los hombres y
los redimió, llevándolos de la oscuridad a la luz. =G 182=
El *Hombre extraño*
La llamada es pronunciada por uno que ha sido enviado al mundo con este propósito y en cuya persona, una vez más, la Vida trascendente hace suyo el destino del extraño: él es el Mensajero o el Enviado =en relación con el mundo, el Hombre extraño=.
Ruha dice a los planetas:
-*El hombre no nos pertenece, y su lenguaje no es vuestro lenguaje. No tiene ninguna conexión con vosotros... Su lenguaje viene de fuera. =G 258=
El nombre *el extraño* indica las distintas formas en las que éste es recibido aquí abajo: la exultante bienvenida de quienes, también se sienten extraños y exiliados =Adán sintió amor por el Hombre extraño, cuyo lenguaje es extraño, diferente al del mundo, G 244=; la enorme sorpresa de los poderes cósmicos que no comprenden lo que sucede en medio de ellos =¿Qué ha hecho el Extranjero en la casa para creer que forma parte de ella?, G 122=; y, por último, la hostilidad con la que los hijos de la casa se unen contra el intruso =Mataremos al Extranjero... Maldeciremos a su grupo... y no tendrá parte en el mundo. Toda la casa será nuestra, G 121s.=.
El efecto inmediato de su aparición aquí abajo se describe con fuerza en el Evangelio de la Verdad:
Cuando apareció la Palabra.
Palabra que está en los corazones de los que la pronuncian y se vio que no era sólo un sonido sino que también tenía cuerpo, una gran confusión reinó en los vasos, porque unos habían sido vaciados y otros llenados; a unos se les dio y a otros se les quitó; unos fueron santificados, mientras otros se rompían en pedazos. Los espacios todos fueron sacudidos y en ellos se creó la confusión, porque no eran estables, porque no tenían equilibrio El *Error* se agitó, sin saber qué hacer. Se sintió afligido, y se lamentó, y sintió pesadumbre porque no sabía nada. Cuando la Gnosis, que es la perdición del Error y de todas sus Emanaciones, se le acercó, el Error se vació, y no quedó nada de él. =EvV 26:4-27=
Así, para recobrar lo que es suyo, la Vida, encarnada en uno de sus miembros no caídos, decide una vez más descender al calabozo del mundo, *vestirse con la aflicción de los mundos*, y asumir la suerte del exilio, lejos del reino de la luz. Frente al primer y trágico descenso de la divinidad, responsable de la situación que ahora debe ser redimida, este acto podría recibir el nombre de *segundo descenso de la divinidad*.
Aunque la Vida, ahora enredada en el mundo, se introdujo por primera vez en éste por medio de una *caída*, de un *hundimiento*, por *haber sido arrojada*, por *haber sido hecha cautiva*, su entrada esta vez es de naturaleza muy distinta: enviado por la gran Vida e investido por su autoridad, el Hombre extraño no cae sino que *se dirige* hacia el mundo.
Una llamada viene e instruye sobre todas las llamadas. Un lenguaje viene e instruye sobre todos los lenguajes. Un Hijo adorado viene, formado en el seno del esplendor... Su imagen está a salvo en su lugar. Viene con la iluminación de la vida, con la orden que su Padre transmite. Viene envuelto en el vestido del fuego vivificador y se dirige hacia tu mundo =el de Ruha=. =G 90=
Yo soy Yokabar-Kushta, el que ha sido enviado de la casa de mi Padre, y ha venido hasta aquí.
Hasta aquí he venido con oculto esplendor y luz sin final. =G318=
Este *el que ha sido enviado* y este *venido hasta aquí* deben ser entendidos, literalmente, en su significado espacial: existe una dirección, un camino que va del exterior al recinto cerrado del mundo; un tránsito en el que deben ser atravesadas todas sus cortezas concéntricas, es decir, las numerosas esferas, eones o mundos, con el fin de alcanzar el espacio central, en el que el hombre vive prisionero.
-*Por esto, Padre, envíame.
Descenderé en posesión de los sellos, pasaré a través de todos los eones, revelaré todos los misterios, mostraré las formas de los dioses, y lo escondido del santo camino anunciaré, revelando qué es la gnosis.
=Salmo del Alma naaseno=
Este paso a través del sistema cósmico, esta fuerza que irrumpe y se abre camino, constituye una victoria sobre los poderes del último.
-*En el nombre del que vino, en el nombre del que viene, y en el nombre del que será enviado. En el nombre del Hombre extraño que se abrió paso a través de los mundos, que vino, que partió el firmamento y que se reveló a sí mismo*. =G 197=
Nos encontramos aquí con la razón que explica por qué la mera llamada del despertar, proveniente del exterior, no basta: los hombres no sólo deben ser despertados y llamados a emprender el regreso; para que sus almas escapen del mundo, deberá producirse una grieta en el *muro de hierro* del firmamento, un muro que frena tanto el camino hacia el exterior como el camino hacia el interior. Sólo el acto verdadero de la deidad que se introduce en el sistema puede producir esa fractura:
*Rompió sus torres de vigía y abrió una grieta en su fortaleza* =J 69=. *Tras haber penetrado en los espacios vacíos del terror, se colocó a Sí mismo a la cabeza de los que se hallaban desgarrados por el Olvido* =EvV 20:34-38=.
Así, al descender, el Mensajero prepara el camino para que las almas puedan ascender. No obstante, dependiendo del grado de espiritualización de los distintos sistemas, el énfasis puede abandonar gradualmente la función mitológica por otra más puramente religiosa, implícita en la llamada como tal y en la enseñanza que debe transmitir, y, de ahí, por una respuesta individual a la llamada que sería la contribución humana a la salvación.
Esa es la función de Jesús en el Evangelio de la Verdad valentiniano:
-*A través de El, El iluminó a los que vivían en la oscuridad a causa del Olvido. Los iluminó y les mostró un sendero, y ese sendero es la Verdad que El les enseñó. Esta es la razón por la cual el Error se enfureció contra El, Lo persiguió, Lo atacó y Lo aniquiló. =EvV 18:16-24=.
Casualmente, nos encontramos aquí con la interpretación que los gnósticos *cristianos* en general que hacen de la pasión de Cristo: los poderes de la creación inferior =el principio cósmico: el Error, normalmente personificado en la figura de los arcontes=, amenazados en su dominio y en su propia existencia, se vuelven contra la misión de éste; a menudo, también, el sufrimiento y la muerte que éstos pueden infligirle no son en absoluto reales.
El análisis último de este pasaje nos demuestra que el que viene es idéntico a aquel hacia el cual se dirige: la Vida del Salvador es la vida que debe ser salvada.
El *extraño*, que viene de fuera, llega a aquel que es un *extraño* en el mundo, y, de forma sorprendente, los términos descriptivos pueden servir, alternativamente, para ambos.
Tanto en lo que se refiere a su frimiento como a triunfo, es con frecuencia imposible distinguir cuál de los dos está hablando, o a cuál de ellos hace referencia una determinada frase. El prisionero en el mundo recibe también el nombre de *el hombre extraño*. =cf. J 67-ss=., donde el nombre se aplica al hombre que debe ser salvado, una cualidad que *gana*, por así decir, al producirse su encuentro con el Extraño que ha sido enviado de fuera:
*-Soy un hombre extraño... Contemplé la Vida y la Vida me contempló. Mis provisiones para el viaje vienen del Hombre Extraño enviado y plantado por la Vida. Ante los rectos a quienes este Hombre Extraño ha amado me presentaré. =G273=
La idea de un papel doble, activo y pasivo, ejecutado por una sola entidad, se sugiere aquí intensamente.
El Extraño que desciende se redime así mismo, es decir, a la parte de sí mismo =el Alma= que una vez se perdió en el mundo, y por la cual debe convertirse en un extraño en la tierra de la oscuridad y, finalmente, en un *salvador salvado*.
*La Vida soportó la Vida, la Vida se encontró a sí misma* =Mandaïsche Liturgien, 111=.
Esta búsqueda, este encuentro y este recobrarse a sí mismo es un largo proceso que está sujeto a la forma espacio-temporal de la existencia cósmica.
-*Anduve, errante, los mundos y las generaciones, hasta que llegué a la puerta de Jerusalén* =J 243=.
Esto conduce a la idea de que la venida del salvador al mundo no se produce una sola vez, sino que, desde el principio de los tiempos, y bajo formas distintas, éste vaga a través de la historia, exiliado él mismo en el mundo, y revelándose siempre de manera distinta; hasta que, una vez ha recobrado todos sus fragmentos, queda liberado de su misión cósmica =la versión más completa de la doctrina se encuentra en las Homilías pseudo-clementinas=.
Dejando aparte las distintas encarnaciones humanas, su presencia es constante bajo la forma de la llamada de otro mundo que resuena en el mundo y que representa el elemento *extraño* que habita en el centro de éste.
En el espacio que separa sus distintas manifestaciones, el salvador camina, invisible, a través del tiempo.
-*Del lugar de la luz he sido enviado, por ti, brillante morada. Vengo para palpar los corazones, para medir y poner a prueba todas las mentes, para ver en qué corazón habito, en qué mente reposo.
Si alguien piensa en mí, en él yo pienso: de quien pronuncia mi nombre, el suyo yo pronuncio.
De quien reza mi oración en el mundo de abajo, su oración yo rezo en el lugar de la luz...
Vine y encontré corazones creyentes y verdaderos.
En el tiempo en que no moraba entre ellos, mi nombre estaba en sus labios. Los tomé y los guié hacia el mundo de la luz... =389-s.=
Hans Jonas
Gilgamesh***
La escena mandea sobre la conspiración del mundo suscita un nuevo comentario. El banquete orgiástico, ideado para arrojar al hombre a este torbellino de la embriaguez, tiene además de este efecto un aspecto añadido: el ruido que produce tiene por objeto aplacar la *llamada de la Vida* y hacer que el hombre sea sordo a la voz del Hombre extraño.
-*No podrán oír las palabras del Hombre extraño que aquí ha venido... Ya que somos los creadores de Adán, éste obedecerá nuestras órdenes y las de nuestro padre Ptahil. =G 244=. Hagamos que oiga un gran estruendo para que olvide las voces celestiales.=J 62=
No obstante, como cabría esperar de la locura esencial de los poderes terrenales, el estrépito produce también un efecto muy diferente y, en última instancia, autodestructor:
-*Cuando su ruido cayó en el oído de Adán, éste se despertó de su sueño y levantó los ojos hacia el lugar de la luz. Adán llamó a sus ayudantes, llamó a los mansos y fieles Uthras. Habló a Hibil-Uthra =aquí en sustitución de Manda d’Hayye=, el hombre que le había hecho oír su voz: *¿Qué ha sucedido en la casa, que el sonido del estrépito se levanta hasta el cielo?*. Mientras Adán hablaba de esta manera, una lágrima se formó en su ojo... Me acerqué a él, le tomé de la mano derecha e hice que su corazón descansara de nuevo. =G 126=
Así, el arma del mundo se vuelve contra sí: ideada para ensordecer y confundir, atemoriza a Adán y hace que éste mire hacia el extranjero, que aguce los oídos ante su voz.
La *llamada del exterior*
-*Un Uthra llama desde el exterior e instruye a Adán, el hombre* =G387, J 225=; En la puerta de los mundos está Kushta =la Verdad= y lanza una pregunta al mundo
=J 4=; Es la llamada de Manda d’Hayye... Este se encuentra en el borde exterior de los mundos y llama a su elegido. =G397=. El transmundano atraviesa el cerco del mundo y se hace oír en su interior como una llamada. Se trata de una llamada idéntica a la ultramundana:
Una llamada viene e instruye sobre todas las llamadas. =G 90=; es la *llamada de la Vida* o *de la gran Vida*, que equivale a la entrada de la luz en la oscuridad:
Ellos =los Uthras= harán que la llamada de la Vida se oiga y que se ilumine la casa mortal*=G 91=.
La llamada se dirige al mundo:
Envié una llamada al mundo =G 58=; en su estrépito es discernible como algo profundamente diferente:
El llamó con voz celestial y su voz se oyó en el torbellino de los mundos. =J 58=.
El símbolo de la llamada, como forma bajo la cual el transmundano hace su aparición en el mundo, es tan fundamental para el gnosticismo oriental que las religiones mandea y maniquea podrían recibir incluso el nombre de *religiones de la llamada*. El lector recordará la estrecha conexión que en el Nuevo Testamento existe entre el acto de oír y la fe.
Encontramos muchos ejemplos de ello en los escritos mandeos: la fe es la respuesta a la llamada que viene del más allá y que no puede verse, sólo oírse.
El simbolismo maniqueo llegó a objetivar *Llamada* y *Respuesta* en forma de figuras divinas independientes. En el *Himno de la Perla*, la *carta* que los seres celestiales envían a su pariente exiliado en el mundo se transforma en voz al llegar a éste:
-*Como un mensajero fue la carta que el Rey había sellado con su mano derecha... Se levantó en forma de águila... y voló hasta posarse junto a mí convertida en palabras de un mensaje. Con el sonido de su voz me desperté y me levanté de mi sueño... y dirigí mis pasos hacia el lugar de la luz de nuestro hogar. La carta que me había despertado encontré ante mí en mi camino e igual que me había despertado con su voz...*.
En el caso valentiniano, la llamada es, de manera específica, la llamada por el *nombre*, es decir, el nombre místico y espiritual de la persona, desde la eternidad *inscrito* con Dios en el *libro de los vivos*;
-*Aquellos cuyos nombres El conocía de antemano fueron llamados al final, de forma que el que sabe es aquel cuyo nombre ha sido pronunciado por el Padre. Porque aquel cuyo nombre no ha sido pronunciado es ignorante. En verdad, ¿cómo podría una persona oír si su nombre no ha sido pronunciado? Porque aquel que vive en la ignorancia hasta el final es una criatura del *Olvido* y con éste será destruido. Si no fuera así, ¿por qué estos miserables no han recibido un nombre?, ¿por qué no oyen la llamada? =EvV 21:25-22:2=.
Por último, la llamada puede ser también la llamada apocalíptica que anuncia el fin del mundo;
-*El sonido de una llamada recorrió el mundo entero; el esplendor abandonó todas las ciudades. Manda d’Hayye se reveló a todos los hijos de los hombres y
los redimió, llevándolos de la oscuridad a la luz. =G 182=
El *Hombre extraño*
La llamada es pronunciada por uno que ha sido enviado al mundo con este propósito y en cuya persona, una vez más, la Vida trascendente hace suyo el destino del extraño: él es el Mensajero o el Enviado =en relación con el mundo, el Hombre extraño=.
Ruha dice a los planetas:
-*El hombre no nos pertenece, y su lenguaje no es vuestro lenguaje. No tiene ninguna conexión con vosotros... Su lenguaje viene de fuera. =G 258=
El nombre *el extraño* indica las distintas formas en las que éste es recibido aquí abajo: la exultante bienvenida de quienes, también se sienten extraños y exiliados =Adán sintió amor por el Hombre extraño, cuyo lenguaje es extraño, diferente al del mundo, G 244=; la enorme sorpresa de los poderes cósmicos que no comprenden lo que sucede en medio de ellos =¿Qué ha hecho el Extranjero en la casa para creer que forma parte de ella?, G 122=; y, por último, la hostilidad con la que los hijos de la casa se unen contra el intruso =Mataremos al Extranjero... Maldeciremos a su grupo... y no tendrá parte en el mundo. Toda la casa será nuestra, G 121s.=.
El efecto inmediato de su aparición aquí abajo se describe con fuerza en el Evangelio de la Verdad:
Cuando apareció la Palabra.
Palabra que está en los corazones de los que la pronuncian y se vio que no era sólo un sonido sino que también tenía cuerpo, una gran confusión reinó en los vasos, porque unos habían sido vaciados y otros llenados; a unos se les dio y a otros se les quitó; unos fueron santificados, mientras otros se rompían en pedazos. Los espacios todos fueron sacudidos y en ellos se creó la confusión, porque no eran estables, porque no tenían equilibrio El *Error* se agitó, sin saber qué hacer. Se sintió afligido, y se lamentó, y sintió pesadumbre porque no sabía nada. Cuando la Gnosis, que es la perdición del Error y de todas sus Emanaciones, se le acercó, el Error se vació, y no quedó nada de él. =EvV 26:4-27=
Así, para recobrar lo que es suyo, la Vida, encarnada en uno de sus miembros no caídos, decide una vez más descender al calabozo del mundo, *vestirse con la aflicción de los mundos*, y asumir la suerte del exilio, lejos del reino de la luz. Frente al primer y trágico descenso de la divinidad, responsable de la situación que ahora debe ser redimida, este acto podría recibir el nombre de *segundo descenso de la divinidad*.
Aunque la Vida, ahora enredada en el mundo, se introdujo por primera vez en éste por medio de una *caída*, de un *hundimiento*, por *haber sido arrojada*, por *haber sido hecha cautiva*, su entrada esta vez es de naturaleza muy distinta: enviado por la gran Vida e investido por su autoridad, el Hombre extraño no cae sino que *se dirige* hacia el mundo.
Una llamada viene e instruye sobre todas las llamadas. Un lenguaje viene e instruye sobre todos los lenguajes. Un Hijo adorado viene, formado en el seno del esplendor... Su imagen está a salvo en su lugar. Viene con la iluminación de la vida, con la orden que su Padre transmite. Viene envuelto en el vestido del fuego vivificador y se dirige hacia tu mundo =el de Ruha=. =G 90=
Yo soy Yokabar-Kushta, el que ha sido enviado de la casa de mi Padre, y ha venido hasta aquí.
Hasta aquí he venido con oculto esplendor y luz sin final. =G318=
Este *el que ha sido enviado* y este *venido hasta aquí* deben ser entendidos, literalmente, en su significado espacial: existe una dirección, un camino que va del exterior al recinto cerrado del mundo; un tránsito en el que deben ser atravesadas todas sus cortezas concéntricas, es decir, las numerosas esferas, eones o mundos, con el fin de alcanzar el espacio central, en el que el hombre vive prisionero.
-*Por esto, Padre, envíame.
Descenderé en posesión de los sellos, pasaré a través de todos los eones, revelaré todos los misterios, mostraré las formas de los dioses, y lo escondido del santo camino anunciaré, revelando qué es la gnosis.
=Salmo del Alma naaseno=
Este paso a través del sistema cósmico, esta fuerza que irrumpe y se abre camino, constituye una victoria sobre los poderes del último.
-*En el nombre del que vino, en el nombre del que viene, y en el nombre del que será enviado. En el nombre del Hombre extraño que se abrió paso a través de los mundos, que vino, que partió el firmamento y que se reveló a sí mismo*. =G 197=
Nos encontramos aquí con la razón que explica por qué la mera llamada del despertar, proveniente del exterior, no basta: los hombres no sólo deben ser despertados y llamados a emprender el regreso; para que sus almas escapen del mundo, deberá producirse una grieta en el *muro de hierro* del firmamento, un muro que frena tanto el camino hacia el exterior como el camino hacia el interior. Sólo el acto verdadero de la deidad que se introduce en el sistema puede producir esa fractura:
*Rompió sus torres de vigía y abrió una grieta en su fortaleza* =J 69=. *Tras haber penetrado en los espacios vacíos del terror, se colocó a Sí mismo a la cabeza de los que se hallaban desgarrados por el Olvido* =EvV 20:34-38=.
Así, al descender, el Mensajero prepara el camino para que las almas puedan ascender. No obstante, dependiendo del grado de espiritualización de los distintos sistemas, el énfasis puede abandonar gradualmente la función mitológica por otra más puramente religiosa, implícita en la llamada como tal y en la enseñanza que debe transmitir, y, de ahí, por una respuesta individual a la llamada que sería la contribución humana a la salvación.
Esa es la función de Jesús en el Evangelio de la Verdad valentiniano:
-*A través de El, El iluminó a los que vivían en la oscuridad a causa del Olvido. Los iluminó y les mostró un sendero, y ese sendero es la Verdad que El les enseñó. Esta es la razón por la cual el Error se enfureció contra El, Lo persiguió, Lo atacó y Lo aniquiló. =EvV 18:16-24=.
Casualmente, nos encontramos aquí con la interpretación que los gnósticos *cristianos* en general que hacen de la pasión de Cristo: los poderes de la creación inferior =el principio cósmico: el Error, normalmente personificado en la figura de los arcontes=, amenazados en su dominio y en su propia existencia, se vuelven contra la misión de éste; a menudo, también, el sufrimiento y la muerte que éstos pueden infligirle no son en absoluto reales.
El análisis último de este pasaje nos demuestra que el que viene es idéntico a aquel hacia el cual se dirige: la Vida del Salvador es la vida que debe ser salvada.
El *extraño*, que viene de fuera, llega a aquel que es un *extraño* en el mundo, y, de forma sorprendente, los términos descriptivos pueden servir, alternativamente, para ambos.
Tanto en lo que se refiere a su frimiento como a triunfo, es con frecuencia imposible distinguir cuál de los dos está hablando, o a cuál de ellos hace referencia una determinada frase. El prisionero en el mundo recibe también el nombre de *el hombre extraño*. =cf. J 67-ss=., donde el nombre se aplica al hombre que debe ser salvado, una cualidad que *gana*, por así decir, al producirse su encuentro con el Extraño que ha sido enviado de fuera:
*-Soy un hombre extraño... Contemplé la Vida y la Vida me contempló. Mis provisiones para el viaje vienen del Hombre Extraño enviado y plantado por la Vida. Ante los rectos a quienes este Hombre Extraño ha amado me presentaré. =G273=
La idea de un papel doble, activo y pasivo, ejecutado por una sola entidad, se sugiere aquí intensamente.
El Extraño que desciende se redime así mismo, es decir, a la parte de sí mismo =el Alma= que una vez se perdió en el mundo, y por la cual debe convertirse en un extraño en la tierra de la oscuridad y, finalmente, en un *salvador salvado*.
*La Vida soportó la Vida, la Vida se encontró a sí misma* =Mandaïsche Liturgien, 111=.
Esta búsqueda, este encuentro y este recobrarse a sí mismo es un largo proceso que está sujeto a la forma espacio-temporal de la existencia cósmica.
-*Anduve, errante, los mundos y las generaciones, hasta que llegué a la puerta de Jerusalén* =J 243=.
Esto conduce a la idea de que la venida del salvador al mundo no se produce una sola vez, sino que, desde el principio de los tiempos, y bajo formas distintas, éste vaga a través de la historia, exiliado él mismo en el mundo, y revelándose siempre de manera distinta; hasta que, una vez ha recobrado todos sus fragmentos, queda liberado de su misión cósmica =la versión más completa de la doctrina se encuentra en las Homilías pseudo-clementinas=.
Dejando aparte las distintas encarnaciones humanas, su presencia es constante bajo la forma de la llamada de otro mundo que resuena en el mundo y que representa el elemento *extraño* que habita en el centro de éste.
En el espacio que separa sus distintas manifestaciones, el salvador camina, invisible, a través del tiempo.
-*Del lugar de la luz he sido enviado, por ti, brillante morada. Vengo para palpar los corazones, para medir y poner a prueba todas las mentes, para ver en qué corazón habito, en qué mente reposo.
Si alguien piensa en mí, en él yo pienso: de quien pronuncia mi nombre, el suyo yo pronuncio.
De quien reza mi oración en el mundo de abajo, su oración yo rezo en el lugar de la luz...
Vine y encontré corazones creyentes y verdaderos.
En el tiempo en que no moraba entre ellos, mi nombre estaba en sus labios. Los tomé y los guié hacia el mundo de la luz... =389-s.=
Hans Jonas
Gilgamesh***
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Gilgamesh
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