* Manchas solares que calientan al Sol y violines..que templan el alma *

Nueva *licencia musical* en Tiempo Final, dedicado a todas las mujeres en éste día, que debería ser un ...*todos los días*
Me había olvidado que los Sábados serían una buena excusa para disfrutar de la música, mientras la mancha 2002 se calienta..

Y otra vez voy a reivindicar música que nunca me gustaba.
No sé si fueron aquellas mañanas de colegio secundario, donde el profesor de música me aburría con pentagramas y me hacía estudiar a un tal Schumman, Hendel, Ginastera, y una pléyade de músicos que hacían una música que a mí...no me gustaba.

Pero un día, vaya uno a saber porqué estados de ánimo, se me ocurrió encender el receptor y escuché una canción que jamás se borró de mis sensaciones. *Czardas* se llamaba, y esos violines me entraban tan profundamente en el alma que me hacían llorar de emoción...
Nunca supe qué tiene esta melodía rumana que me parte por la mitad...me he preguntado tantas veces..que al final me puse a investigar. Lo único que pude hallar fué que ésta canción era utilizada para arengar a las tropas rumanas en las batallas.
Me quedé medio preocupado porque... nada más alejado de mí que la guerrras..Ya sé..jeje, algún malpensado lector dirá..*es por el conde drácula*..jaja, pero no...He escuchado ésta canción en múltiples versiones y cualquiera de ellas me produce una melancolía insoportable..pero a la vez..grata.

Rumania...y algo que me lleva a sentir una profunda atracción por esa tierra..Cuando vi éste video relativamente nuevo...me quedé prendado..., excepcional versión de éste dúo, especialmente la interpretación de Clara Cernat y esa pasión extrema para ejecutar la pieza..Sus gestos,...su energía que a la vez es una energía...tierna, cada vez que apoya el violín en su mentón...Me pregunto que si los pilotos aéreos que sueltan sus bombas sobre los objetivos a destruir pusieran ésta energía en ejecutar un instrumento...el mundo sería tan bello...El vestido rojo de Clara me lleva más a lo profundo de ésta melodía...me imagino girando..como lo hacen los sufíes buscando el éxtasis para el ingreso a mundos invisibles...no sé...pero ésta canción tiene algo muy grabado en mi Espíritu....

Veo los cabellos rubios de ésta mujer rumana, que tiene sus cejas negras...como debe ser, no me permite ver el color de sus ojos... y es lógico, Clara necesita sustraerse de la realidad para sumergirse en el mágico mundo de lo que una melodía inspira al alma...cerrar los ojos para ir a otros planos. Mágica droga que no violenta, que no la pierde más que por unos escasos tres o cuatro minutos...¿pierde o encuentra?..mágicos y bellos acordes de un instrumento que parece ser la voz de mundos invisibles...¿Qué habrá de mí en Rumania?...sólo espero que cosas buenas...



Y un violín me llevó a recordar otro violín, ejecutado por otro gran ser humano. Antonio Agri es su nombre y nació aquí, en ésta, mi ciudad.
Antonio fué un precursor para su época. Era un rebelde aunque lo veamos viejo, cano y semicalvo. Agri tenía estilo propio, lo que le valió ser reconocido recién en sus últmos años de vida como un renovador de lo establecido, después de recorrer muchos caminos hechos años en el mundo de ésta variedad musical. Dueño de un gran talento como violinista, su mayor don fué el de la humildad...esa humildad que emociona. Antonio vivió en la más absoluta sencillez...y esa sencillez se vió reflejada en la majestuosidad del recuerdo que ha dejado en todos. Al igual que Clara Cernat, Antonio frunce el ceño..y entorna sus ojos..típica señal del amor y devoción que siente al ejecutar el instrumento. Acoda el culo del violín en su mandíbula sin brusquedad, lo hace con ternura, como quien acaricia al ser amado..y es que el violín para Antonio, era su conexión con lo supremo...era su válvula de escape, era la herramienta para expresar su sentir, tal como lo hacen los artistas con la excusa del arte...comunicar sus sentimientos ..
Maravillosa versión de Antonio con el acompañamiento del Maestro Mario Marzán en el piano. Antonio Agri, un rosarino adelantado que nos distingue como ciudad bendita de cultura, de genética cosmopolita.



Y si les queda duda de la sensibilidad de Agri, un viejo programa de TV en donde se le pregunta qué es la música y el maestro dice;
*música para la parte inferior del cuerpo =ritmo y baile=, y música para la parte superior del cuerpo =mente-sentimiento=.Y otro grande , pero de la guitarra =Cacho Tirao= comienza a hacer sonar las cuerdas de la bordona y Antonio..se queda sin palabras, toma el violín y deja fluir lo invisible..y nada más que decir...
Ave María..para dos grandes que hoy estarán deleitando los oídos de los espíritus felices....en otros planos;



Y en el final otra cosa que me toca muy de cerca. A cualquier jóven inmaduro podría engañar diciéndole que Feddy Mercury resucitó o fué clonado, pero sabemos que no es así. Un loco lindo de esos que hacen falta llamado Pablo Padín, rosarino, creó su grupo llamado *Dios salve a la Reina*, un tributo al gran grupo Queen. Según los medios británicos, ..es la reencarnación de Freddy.. Si hubiera tenido unos centímetros más de estatura diría que ..es el clon de Mercury. Pero su talento no es sorpresa para mí, la sorpesa fué ser testigo de ésta interpretación cuando Daniela Ratti subió al escenario para hacer *how can i go on*, versión que me reconcilió con la aburrida música clásica que así era para mí. Una Daniela Ratti poseedora de una voz increíble, una juventud alentadora y ésta versión que me emocionó, a tal punto que entre los miles de aplausos y bravos , seguramente quedó plasmado en éste video el golpetear de mis palmas emocionadas en esa noche inolvidable, mientras la orquesta municipal de Rosario le daba el toque elegante a una joya de la música contemporánea;



Gilgamesh***