viernes, 16 de octubre de 2015

* La captura del alma como substancia divina *

***Preciosa noche de Viernes para todos.

Quiero recordarles que les estoy compartiendo algo que es un verdadero tesoro, me refiero al estudio de Hans Jonas en español sobre el Gnostiscismo, difícilmente encuentren éste enorme paquete de Conocimiento por ahí, espero que lo asimilen y atesoren como yo lo he atesorado.

Espero que siempre cuando hagan lectura de éstos temas usen mentalmente las imágenes que hoy, conocemos sobre el espacio, el Sol, los planetas, el cosmos, el engaño de las élites, la manipulación, el combo, las cortinas de humo, la religiosidad, el encubrimiento, el poder, todo lo que hoy nos rodea.
Ésta zaga de hoy muestra el dramatismo en documentos milenarios de la primera Gnosis, esa que nunca debía llegar a nuestras manos.



Hay frases y conceptos muy fuertes que explican todas esas preguntas por las que cualquier ser humano pasa en la vida, esos sentimientos que seguro alguna vez, ustedes al igual que yo sentimos. 
Y lo dedico a los amigos de Ágora Libre que seguramente lo van a *pulir* cuando saquen sus conclusiones.

No sé ustedes, muchas veces les dije que, después de la Gnosis ya no buscaba más nada porque en ella lo tenía todo. Su contundencia, su legitimidad, su prueba documentada, su parangón con ésta realidad, la de cualquier tiempo, y no de ahora, como esas que cualquier auto-diplomado en *espiritología...* es capaz de inventar.

Ésto es la fuente amigos.., *la fuente...*, ojalá puedan abrevar de ella y ser un poco más felices o un poco menos infelices.
Lo mejor para ustedes.

*Caída*, *Hundimiento*, *Captura*

Existen distintas expresiones que sirven para nombrar la forma en que la vida ha llegado a encontrarse en su presente y difícil situación. La mayoría de éstas se refieren al hecho como a un proceso pasivo, otras lo dotan de un papel más activo.

-*La tribu de las almas fue transportada hasta aquí desde la casa de la Vida* =G 24=; *el tesoro de la Vida que fue recogido aquí* =G 96=, o *que fue traído hasta aquí*. Más drástica es la imagen de la caída: el alma o espíritu, una parte de la primera Vida o de laLuz, cayó al mundo o al interior del cuerpo. Este es uno de los símbolos
fundamentales del gnosticismo: en la mayoría de los sistemas gnósticos, una caída precósmica de parte del principio divino subyace a la génesis del mundo y de la existencia humana. *La Luz cayó en la oscuridad* hace referencia a una fase temprana del mismo drama divino, del cual, a su vez, *la Luz brilló en la oscuridad* haría referencia a una fase posterior. 

Cómo se originó esta caída y sus distintas fases son objeto de especulaciones enormemente dispares. 
Salvo en el maniqueísmo y en algunos modelos iranios relacionados con éste, donde la totalidad del proceso es iniciado por los poderes de la oscuridad, existe un factor voluntario en el movimiento descendente de la divinidad: una *inclinación* culpable del Alma =como entidad mítica= hacia los reinos inferiores, dotada de diversas motivaciones como la curiosidad, la vanidad o el deseo sensual, y que sería el equivalente gnóstico del pecado original.

La caída es precósmica y, entre sus consecuencias, se encontrarían el mundo mismo, así como lacondición y destino de las almas individuales en el mundo.
Una vez vuelta hacia la materia, el Alma se enamoró de ésta y, ardiendo por el deseo de experimentar los placeres del cuerpo, no quiso ya separarse de éste. Así nació el mundo. Desde ese momento el Alma se olvidó de sí misma, olvidó su morada original, su verdadero centro, su ser eterno.
Una vez separada del reino divino y atrapada en el medio extraño, el movimiento del Alma continúa su emprendido camino descendente, movimiento descrito como un *hundimiento*: 

*¿Cuánto tiempo durará mi hundimiento en todos los mundos?* =J 196=. 

Con frecuencia, no obstante, un elemento de violencia viene a sumarse a la descripción de la caída, igual que sucede en las metáforas de la cautividad que analizaremos con más detenimiento cuando estudiemos el sistema maniqueo. Algunos ejemplos mandeos bastarán por el momento: 

*¿Quién me ha puesto en cautividad, alejándome de mi sitio y de mi morada? ¿De la casa de mis padres, quién me sacó?*=G 323=. *¿Por qué me llevaste lejos de mi morada, me pusiste en cautividad y me echaste al interior del cuerpo apestoso?* =G 388=.

El término *echar* o *arrojar*, que aparece en la última cita, requiere algunos comentarios. Su uso, como hemos visto antes, no está limitado a la metáfora de la cautividad; es una imagen por derecho propio y su aplicación es muy extensa: la vida ha sido echada =arrojada= al interior del mundo y al interior del cuerpo. Hemos encontrado esta expresión asociada al simbolismo de la *mezcla*, donde su uso está relacionado con el origen del cosmos y del hombre:

-*Ptahil arrojó la forma que la Segunda Vida había formado en el mundo de la oscuridad. Fue responsable de creaciones y formó tribus fuera de la Vida* =G 242=. Este pasaje hace referencia a la actividad cosmogónica del demiurgo: en la antropología la imagen se repite y adquiere su principal significación.

-*Ptahil tomó un Mana oculto que la casa de la Vida le había entregado; lo trajo consigo y se lo arrojó a Adán y a Eva* =ibid.=.

Esta expresión, incesantemente repetida, sirve para nombrar el proceso de animación del hombre, llevado acabo por un creador no autorizado. El hecho de que el demiurgo sienta remordimientos explica que éste no fuera un acontecimiento planeado en el esquema de la Vida, sino un acto violento realizado contra ésta y contra el orden divino.

-*¿Quién se ha burlado de mí, quién me ha convertido en un loco y me ha obligado a echar el alma en el cuerpo?* =G 393=.

Incluso en la fórmula valentiniana, aunque pertenezca a una rama del gnosticismo más inclinada a explicar la prehistoria del Alma por motivaciones internas que por una fuerza externa, nos encontramos con la expresión *dónde hemos sido arrojados*. La nota discordante que este término concreto introduce en la serie de verbos neutros y abstractos que lo preceden en la fórmula =modos del verbo ser y llegar a ser= no es casual. El mismo impacto de la imagen tiene un valor simbólico en el relato que el gnosticismo hace de la existencia humana. 

Sería muy interesante comparar el uso gnóstico del término con el de Martin Heidegger en un reciente análisis filosófico sobre la existencia. Todo lo que deseamos decir aquí es que, en ambos casos, *haber sido arrojados* no es una mera descripción del pasado sino un atributo que califica la situación existencial dada y que viene determinada por ese pasado. 
De la experiencia gnóstica de la presente situación de la vida parte esta imagen dramática de su génesis proyectada hacia el pasado, imagen que forma parte de la expresión mitológica de esta experiencia.

-*¿Quién me ha echado al sufrimiento de los mundos? ¿Quién me ha traído a la maligna oscuridad?* =G 457=, pregunta la Vida; e implora: *Sácanos de la oscuridad de este mundo al que hemos sido arrojados* =G 254=.

A la pregunta, la Gran Vida responde: 

No es por voluntad de la Gran Vida por lo que allí te encuentras* =G 329=: *La Vida no ha construido la casa en la que moras* =G 379=: 

*Este mundo no fue creado según el deseo de la Vida* =G 247=.

Más tarde conoceremos lo que estas respuestas negativas significan en términos de una mitología positiva. El mito gnóstico está precisamente relacionado con la traducción de la brutal objetividad experimentada por la visión gnóstica de la existencia, expresada de forma directa en esas preguntas y en sus respuestas negativas, a términos de un esquema explicativo que hace derivar la situación actual de sus orígenes y al mismo tiempo mantiene la promesa de su superación. 
La Vida así arrojada al mundo expresa su condición y su sentir a través de un grupo de metáforas que analizaremos a continuación. En su mayoría, estas metáforas de fuentes gnósticas se refieren no al *hombre*, considerado en su sentido ordinario, sino a un ser simbólico mitológico, una figura divina que, en su morar en el mundo, juega un papel peculiar y trágico, siendo a un tiempo víctima y salvador. 

No obstante, a pesar de que esta figura, según el significado del sistema, es el prototipo del hombre, cuyo destino sufre intensamente en su propia persona =aunque llamada Hombre con frecuencia, la figura puede ser también femenina=, tenemos razones para juzgar este relato de sus sufrimientos, contado en primera persona, como proyecciones de la experiencia de aquellos que le hacen hablar de esta forma, incluso si tales declaraciones hacen referencia a acontecimientos precósmicos. 
En el siguiente apartado, por tanto, abordaremos la existencia del hombre en el mundo sin establecer diferencias, es decir, independientemente de la fase o del personaje del drama mítico a los que la declaración pueda hacer referencia.

Desamparo, temor, añoranza del hogar.

Todas las implicaciones emocionales reveladas en nuestro análisis inicial por el concepto de *extraño*, encuentran una expresión explícita en el mito y en la poesía gnósticos. Las narraciones y los himnos mandeos, las fantasías valentinianas sobre las aventuras de la Sophía errante, las largas lamentaciones de Pístis Sophía, están llenos de expresiones sobre el estado temeroso y nostálgico del alma desamparada en el mundo. Hemos seleccionado, a continuación, algunos ejemplos.

-*Manda d’Hayye habló a Anosh;

No temas, no desfallezcas, y no digas: Me han dejado solo en este mundo de malvados. Porque pronto llegaré a ti... =Anosh, abandonado en el mundo, medita sobre el mundo creado, especialmente sobre los planetas y sus distintos dones e influencias: se siente abrumado por el miedo y por la desolación de la soledad=:
Los malvados conspiran contra mí... Se dicen unos a otros: En nuestro mundo la llamada de la Vida no será escuchada, éste =el mundo= será nuestro...

Día tras día intento escapar de ellos, solo como estoy en este mundo. Levanté mis ojos a Manda d’Hayye, quien me dijo: 
Pronto llegaré a ti...Todos los días levanto mis ojos hacia el camino por el cual mis hermanos caminan, hacia el sendero por el cual Manda d’Hayye llegará...

Manda d’Hayye vino, me llamó y me dijo: 
Pequeño Enosh, ¿por qué tienes miedo? ¿Por qué temblabas?... Porque el temor de este mundo te abrumaba, he venido a alumbrarte. 
No tengas miedo de los poderes malignos de este mundo*. =G 261-ss.=

Anhelando su liberación, el Alma abandonada dice:

-*¡Oh, cómo me regocijaré entonces, yo que ahora vivo afligida y sufro temor en la morada de los malignos! ¡Oh, cómo se regocijará mi corazón, lejos de los trabajos que he realizado en este mundo! ¿Cuánto tiempo tendré que vagar y cuánto tiempo durará mi hundimiento en todos los mundos?* =J 196=.

El desamparo de la Vida del más allá cuando reside en el mundo encuentra una expresión conmovedora:

-*Una viña soy, una viña solitaria, que se levanta en el mundo. No hay para mí viñador, un ser que me custodie, que me ayude y me instruya sobre todas las cosas*. =G 346=

El sentimiento de haber sido olvidada en la tierra extraña por los moradores del otro mundo se repite incesantemente:

-*Los Siete me oprimieron y los Doce se convirtieron en mis perseguidores. El Primero =la Vida= me ha olvidado, y el Segundo no se preocupa de mí. =J 62=.

La forma interrogativa, que tanto abunda en la literatura mandea, refleja con peculiar fuerza la vacilación y el sentimiento de impotencia que se apoderan de la Vida perdida en el mundo extraño. Algunos pasajes de los siguientes extractos ya han sido citados con anterioridad:

-*Pienso en cómo esto ha sucedido. ¿Quién me ha puesto en cautividad, alejándome de mi sitio y de mi morada? ¿De la casa de mis padres, quién me sacó?
¿Quién me trajo junto a los culpables, junto a los hijos de la estéril morada?¿Quién me trajo junto a los rebeldes, que hacen la guerra día tras día? =G 323-328=. 
Yo soy un Mana de la gran Vida. Soy un Mana de la Vida poderosa. ¿Quién me ha obligado a vivir en el Tibil? ¿Quién me ha convertido en cuerpo mutilado?...

Mis ojos, abiertos en la morada de la luz, ahora pertenecen al muñón. Mi corazón, que añora la Vida, vino hasta aquí y se convirtió en parte del muñón. Este es el sendero del muñón, los Siete no me dejarán seguir mi propio sendero. ¡De qué forma debo obedecer, de qué forma debo soportar, de qué forma debo aquietar mi mente! ¡De qué forma debo escuchar noticias de los Siete y de los Doce misterios, de qué forma debo penar! ¡De qué forma la Palabra de mi manso Padre debe morar entre las criaturas de la oscuridad! =G454-s.=

Estos extractos bastarán como ejemplos de la literatura mandea. En ellos percibimos el tono de lamentación que es característico de las fuentes orientales. Ya hemos citado en este capítulo fragmentos del *Salmo del Alma* naaseno. De todas las fuentes griegas, este texto es el que describe con mayor dramatismo la difícil situación del Alma en el laberinto del mundo hostil. El texto está profundamente deteriorado, y cualquier traducción que de él se haga será siempre aproximada; sin embargo, su contenido general es bastante claro. 

El Alma, un tercer principio de algún modo situado entre los dos primeros del Espíritu y el Caos, ha sido asimilada por este último. Embutida en la indigna forma que se ha visto obligada a adoptar, el Alma lucha y trabaja. Presa de la Muerte, ora tiene un poder regio y contempla la luz, ora se hunde en la miseria y se lamenta. Lamentada se regocija; lamentándose es condenada; condenada muere para renacer eternamente. De esta forma vaga por el laberinto de los malignos sin encontrar la salida. 

Por su causa Jesús pide al Padre que le envíe al mundo, con los sellos que le permiten pasar a través de los eones y desvelar sus Misterios =Hipólito,Refut. V.10.2=. 
Por último, citaremos algunas de las lamentaciones de Pístis Sophía ,capítulo 32:

-*¡Oh Luz de Luces, en la que he tenido fe desde el principio, presta oído a mi arrepentimiento!
Libérame, oh Luz, porque han entrado en mí malos pensamientos... Partí y me encontré en la oscuridad, que se encuentra abajo, en el caos, y me vi sin poder para salir de ella y volver a mi sitio, porque estaba afligida por las Emanaciones del Authades =el Arrogante=... 
Y grité pidiendo ayuda, pero mi voz no salió de la oscuridad, y miré hacia lo alto para que la Luz en la que había tenido fe viniera en mi ayuda... 

Y me encontraba en aquel lugar, lamentándome y buscando la Luz que había visto en las alturas. Y los guardianes de las puertas de los Eones me buscaron, y todos los que se encuentran en el interior de su Misterio se burlaron de mí... Ahora, oh Luz de Luces, me encuentro afligida en la oscuridad del caos... 
Líbrame de la materia de esta oscuridad, que no viva sumergida en ella... 
Mi fuerza miró hacia lo alto desde el centro del caos y desde el centro de la oscuridad, y esperé a mi esposo, esperé que viniera y luchara por mí, y no vino*.

Hans Jonas

Gilgamesh***

No hay comentarios :