domingo, 27 de noviembre de 2011

* España; crónica de un ajuste anunciado *

Nuestra ciudad cuenta con el lujo de tener un Periodista experto en temas internacionales, un aquilatado profesional de la geo-política global, de esos que van más allá de lo que los grandes medios publican.
Hablo de José Andrés *coco* López. Autor de varios libros además de haber participado en todos los eventos mundiales que marcan la agenda primordial de la información.
Esos periodistas que *generan* la noticia a partir de su propia investigación, que van al lugar de los hechos y se abastecen de la realidad.
Recientemente Coco =conocido con ese amistoso apodo= ha viajado a Europa para cubrir la crisis europea y también las elecciones en España.
Cuenta que si bien las crisis económicas y sociales del primer mundo nunca son comparables a las nuestras del 5 º mundo, la revulsión social que hay en España es conmovedora.
Según Coco, entrevistando a varios políticos de España, llegó a la dura conclusión de que los des-aciertos del gobierno del PSOE fueron tan enormes, que lograron agigantar la imágen del PP, es decir el opuesto.
A tal punto la sociedad española se hartó del des-manejo de Zapatero, que se recostó sobre la figura de Rajoy, actual vencedor en las elecciones.
Pero a veces el asco, o el hartazgo llevan a las personas a seguir equivocándose en las descisiones electorales, ya que Rajoy no es más que otro representante de los intereses de la Banca Internacional. Evidencia de ello, fué la tremenda presión que sufrió a las pocas horas de saberse vencedor, por parte de Merkel y sus aliados, que por otra parte, ya habían estado reunidos con Rajoy previamente elaborando el plan económico para España, y que solamente faltaba la *declaración pública* de dicho plan, para calmar a *los mercados*.
Medidas que no son para nada alentadoras si se tiene en cuenta que lo que sigue para España, es un severísimo *ajuste* que planifican a 10 años para salir de la eventual quiebra del Estado español. Y como ya sabemos, los *Chicago Boys* que obedecen a un patrón de teorías económicas, siempre aplican las mismas recetas en todo el planeta. Recetas que ni más ni menos terminan pagando los trabajadores y el pueblo en general.
Masivamente España ha elegido a Rajoy, sin saber muy bien porqué...aunque ha sido para castigar a Zapatero y el PSOE.
Una pérdida de casi 4 millones y medio de votos...derrota catastrófica para un partido político, que no quedó en pie, sin bastiones ni referentes, literalmente *arrasado*.
El pueblo español ha avalado con el voto masivo a Rajoy, y le ha conferido todo el poder que jamás se haya tenido para gobernar el país.



Ahora bien, según otras fuentes informativas, el ajuste será *feroz* e irá enmascarado como siempre en una reducción de cargos ejecutivos de los organismos, mientras se va a ejercer a rajatablas la tan mentada *flexibilización laboral*, que ya conocimos por éstos lares en los nefastos 90s.
Si los trabajadores no estaban conformes con los contratos *basura*, pues ahora...deberán prepararse para lo peor. Las condiciones laborales serán extremas, dejando en manos del *sistema* la regulación de las horas de trabajo, de los sueldos, y de las reivindicaciones gremiales. Todo tipo de subsidios caerán estrepitosamente, si alguna empresa del estado queda aún por allí, le espera la privatización, el Estado dejará de solventar lo poco que asistía.
Despidos masivos de trabajadores, que entrarán en un llamado *régimen de retiro voluntario*, tras el cual, indigna suma de por medio en concepto de años prestados, deberán salir del mercado laboral, con un dinero devaluado que sirve para pocos años.
La crisis europea además, golpeará por el flanco de las empresas extranjeras que obedecen a grandes consorcios y que comenzarán a mermar su producción con el consiguiente descarte de grandes cantidades de trabajadores.
Pero para efectivizar las medidas *drásticas*, Rajoy deberá enfrentarse, al grado o no de resistencia que ofrezcan los trabajadores. A tal fin, las libertades ya escasas de huelga y movilización, protestas callejeras, deberán ser sofocadas con más mano dura de las fuerzas del órden, léase, policía y comandos especiales anti-disturbios.
Restricción de las libertades, control de los medios de comunicación y el reflote de viejos y polémicos temas que mantendrán a la sociedad inmersa en cuestiones que le saquen de la cabeza...la cruda realidad.
Más que nunca Rajoy deberá abocarse a tratar de hacer ingresar capitales, repatriarlos o bien solventarlos para que tributen al Estado, tal el caso de Telefónica en Argentina y Repsol-YPF, empresas que generan enormes dividendos en nuestras tierras.
Mucho más, luego del descubrimiento de importantes pozos petrolíferos en nuestro país, esperando ser explotados, para el beneplácito del insaciable mercado de la energía.
Éxodos de españoles hacia América del Sur, tal como viene sucediendo desde hace unos años, hecho comprobable en Argentina, inclusive aquí en ésta ciudad de Rosario, especialmente de españoles jóvenes.
La misma situación pero ahora a la inversa, cuando miles de argentinos huyeron desesperanzados con la crisis económica hacia España.
Si la situación de los pueblos pequeños de España era de *pueblos fantasmas*, pues ahora no quedará en ellos ni el cura de la iglesia, ya que las grandes ciudades serán la panacea para aquellos que buscarán *sobrevivir* sin poder emigrar a otros países.

En resúmen, la cirujía que le espera a España es mayor, excepto que Rajoy en un acto de patriotismo sin-igual, decida decirle *no* a sus jefes del poder y le diga *sí* al pueblo español que le entregó toda su confianza.
Pero si Rajoy decide quedarse en el despacho de sus jefes, entonces a la larga, será el mismo pueblo español el que hará tronar el escarmiento.
Noticias que no obedecen a teorías apocalípticas o adivinatorias, son hechos reales que son visibles ante cualquier observador de la realidad de Europa y de España, y que además ese observador tenga el ejercicio bien aceitado en cuestiones que ya han sido aplicadas antes y que hoy se están planificando para ser puestas en marcha.
España ha elegido, ahora es la hora de su Gobierno, o las cosas cambian radicalmente a favor del pueblo, o el pueblo indefectiblemente las hará cambiar.
Quiera Dios que Rajoy haga un acto de entereza y se ponga del lado de su pueblo, porque de no ser así, tal como se observa y se intuye, España seguirá sumida, cada vez más, en negras horas de martirio.
Éstos son los momentos en los cuales hay que dejar de hablar y comenzar a hacer, es el ring donde se ve la auténtica madera de un estadista, esos que ejercen la soberanía con firmeza, antes que la genuflexión ante los poderes.
Valentía, que le dicen...
***Gilgamesh***

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