lunes, 13 de abril de 2015

* Esenios; veganismo *

***Muy buena noche para todos.

Voy a postergar por hoy la continuación de nuestros capítulos sobre la Gnosis y el sexo, debido a algo que quisiera aclarar para los amigos del Foro Nuevos Tiempos y que quizás les interese a demás lectores.

Saben que para mí lo trascendente es la Gnosis y al citar a los Esenios en el post de ayer creo haber mencionado lo central, el eje, lo importante, y haber deslizado que Cristo era vegano pareciera que es lo central para algunos amigos y no lo otro.

En primer lugar les digo que yo no soy vegano =como para aclarar=, en segundo lugar, que de ninguna manera el eje de mis acotaciones apuntaba a si Cristo era o no vegano, ya que los textos que extraje del post de Iciar eran parte de un extenso texto, dentro del cual, Cristo *recomienda* esa práctica para tener mejor calidad de vida en lo respectivo a la salud del cuerpo y de frenar los ritos con animales. Creo que nadie podría sacar de contexto lo otro, lo más importante y no, que ser vegano sea la puerta al paraíso o al cielo...o algo así.

Que una alimentación sana, como lo es evitar las carnes se transforme en el eje me parece cuanto menos...sin brújula, o no sé qué pensar.
Digo que no sé qué pensar porque aunque parezca mentira hay una especie de guerra...jejeje, sobre quienes se enfurecen por defender el veganismo o combatirlo, dentro del cristianismo.
Vean ustedes éste sitio;



No creo que algún amigo del Foro se haya centrado en el veganismo por pensar como piensan éstos cristianos, pero de ser así, allá ellos con su creencia que respeto aunque no comparta.
Me voy a remitir a citar a expertos en el tema como para despejar un poco la cuestión;

-El evangelio original, representa las enseñanzas de Cristo, el señor del amor y la compasión a todos los seres vivos, incluyendo animales y seres humanos. Los sacerdotes romanos en Nicea las eliminaron del Evangelio, que cambiaron radicalmente para ser aceptables a Constantino el Grande, que amó las carnes rojas y el vino que fluye de sus banquetes nocturnos demasiado para aceptar una religión que prohibió estos placeres, que eran una razón principal por la que él persiguió tan amargamente a cristianos tempranos que abogaron estas doctrinas. Por esta razón los padres de la iglesia cambiaron el evangelio de una manera tal que el amor y la compasión fueron limitados solamente a los seres humanos pero todos los animales de la vida fueron excluidos de recibir estas ventajas.
Se sabe claramente que los Esenios =los primeros seguidores de Jesucristo= eran vegetarianos; el viejo testamento dice que aquel que mata un buey es igual que aquel que mata un hombre.

El Padre Canciani de Roma, dice en su libro *Jesucristo fue vegetariano*, que a través de una investigación con base en antiguos documentos del Vaticano, se comprueba que los primeros cristianos fueron vegetarianos y fueron perseguidos por los ganaderos romanos por predicar el vegetarianismo. 
Con clara razón el apóstol San Pablo en su carta 14 escribió: *No tomen vino ni coman carne*.

Jesucristo nació en un pesebre, entre los animales. Él y Juan el Bautista se unieron a muchos otros judíos que reprobaban el sacrificio de animales y apoyaban el vegetarianismo. Una práctica a la que Jesús se unió para respaldar a estos judíos vegetarianos es el bautismo para el perdón de los pecados del hombre, reemplazando así la matanza de animales en el templo. Finalmente, fue crucificado por condenar la cultura del templo: la cultura de vender animales para el sacrificio. Después de la matanza los animales serían comidos. 

El singular acto que Jesús realizó al enfrentarse directamente con las autoridades se lleva a cabo aquí, en el matadero de la Palestina del siglo primero. Inmediatamente los escribas y sacerdotes principales *se reunieron para ver la manera de acabar con él*.
La evidencia de que Jesús y sus primeros seguidores eran vegetarianos es fuerte. Las elocuentes escrituras de muchos de los primeros líderes de la Iglesia dicen que, citando a San Jerónimo: *Jesucristo, quien apareció cuando el tiempo se había cumplido, ha unido nuevamente el fin con el principio, así que ya no está permitido que sigamos comiendo carne animal*.



Los panes y los peces

Considerando el predominio de santos vegetarianos sería peculiar que Jesús no fuera vegetariano.
De hecho, no existen escrituras en las cuales se diga que Jesús comió cordero, lo que él seguramente habría comido en la Pascua si no hubiese sido vegetariano. En los días de Jesús había muchos judíos que eran vegetarianos por su fe, como los hay en la actualidad. Los no-vegetarianos comieron cordero en la pascua, pero los vegetarianos comieron únicamente pan ácimo =pan sin levadura=, como se puede ver que hizo Jesús.
La evidencia indica que los primeros relatos acerca del milagro de la multiplicación =la historia de los panes y los peces= no incluyeron el pescado originalmente.

Jesús, cuando se refiere al milagro, habla únicamente del pan =Mateo 16,9–10; Marcos 8,19–20; Juan 6,26=. 
Los peces fueron agregados a las historias por una variedad de razones, una de las cuales es que la iglesia cristiana fue y es identificada con el pez. La palabra griega para pez, *ictus*, contiene las palabras que forman la frase *Jesucristo, Hijo de Dios y Salvador* =Iesous Christos Theou Uious Soter=. 
Los peces son un símbolo de los cristianos y la multiplicación es una profecía sobre la naciente iglesia de Cristo.

Aunque la definición técnica de un vegetariano no sería contradicha por el hecho de multiplicar peces que ya están muertos para alimentar personas cuyo gusto no está opuesto a comer pescado, hay algunos puntos interesantes que deben observarse en esta historia. Primero: los discípulos preguntan a Jesús dónde conseguirán suficiente pan para alimentar a las multitudes, sin pensar nunca en comprar pescado u otros productos animales y sin sugerir jamás una expedición para pescar, a pesar de estar al lado de un mar.
De una traducción que Edmond S. Bordeaux realizó de los textos araméicos del Evangelio de la Paz encontrados en Qumram, Jesús dice:

*El Padre Celestial ha dicho: Os doy toda clase de hierba que crece en el campo, todas las legumbres y verduras que producen vuestros huertos y también toda fruta de vuestras arboledas, para que os sirvan de alimentos; además, la leche de vuestros animales y todos sus subproductos y derivados. Pero respetaréis la vida de esos animales, no los mataréis, ni comeréis sus carnes ni su sangre, pues, así no quebrantaréis la suprema Ley de No Matarás. … Pero el que mate un animal, aunque éste no lo ataque y sólo por el placer de matar, o por la carne, su piel o sus colmillos, éste sí que quebranta la Suprema Ley de No Matarás.* =Capítulo XXIII 10-14=.



–Históricamente, cuando en las iglesias los ricos usurpan el poder, empiezan a perseguir a los verdaderos discípulos de Jesús y a sus libros, declarándolos heréticos.
En el año 314 hubo también un Concilio en Angora que suspendió a todos los clérigos y los diáconos de sus funciones si no demostraban que comían carne. Se había ido consolidando en la nueva Iglesia la posición opuesta, que se hizo doctrina en dicho Concilio:
 *No querer comer carne, ni siquiera escondida entre las legumbres, es un ultraje al Creador que nos ha dado los animales para que los comiésemos*. 

Erigida esta concepción a nivel de teoría oficial, hubo también persecuciones contra los vegetarianos. El primer mártir fue Prisciliano, decapitado con otros. Pero lo importante es que, desde el siglo IV en adelante, la exhortación del Libro del Apocalipsis de no comer la carne de los animales muertos *en nombre de Dios* será letra muerta…

–Plinio el joven, en el año 112, escribe una famosa carta al emperador Adriano y le dice: 
*El Medio Oriente se ha convertido de tal manera que los ricos, los latifundistas, pierden su poder, porque los cristianos se nutren de alimentos inocuos*. 

Y Porfirio, quien vivió a fines del siglo III y era según San Agustín el más grande de los filósofos, escribió un libro en el que afirma que Jesús había declarado la alimentación carnívora como la alimentación de los demonios…

¿Son mencionados los esenios en el Nuevo Testamento?

–No, porque se han vuelto cristianos bajo el nombre de *ebionitas*, o sea pobres, un término que se encuentra repetido 12 veces en el Nuevo Testamento, y de *nazoreis*, que aparece 6 veces. 
San Epifanio escribe que en ambos casos se trata de términos que quieren decir *vegetarianos*. 
Lo eran Pedro, Santiago, Juan y Esteban…

–San Jerónimo escribe: 

*Después de la venida de Cristo no nos está permitido comer carne*. 

Y Jesús, que celebró la Última Cena en una casa de esenios, fue el máximo ejemplo de una misericordia infinita. Repetidamente, en sus predicaciones, había dicho que Dios no quiere sacrificios cruentos. 
Tengamos en cuenta que Juan y Pablo escribieron que Jesús había sustituido el sacrificio y el alimento cruento por los incruentos. Si hubiera tenido una posición contraria; sería inferior a Buda =quien pide *daya*; compasión, también por los animales=, a Krishna y al mismísimo San Francisco de Asís.

¿Eran vegetarianos estos esenios?



– En efecto, no sólo no sacrificaban animales sino que, gracias a la dieta vegetariana que practicaban, eran muy longevos y muchos de ellos superaban los 100 años de edad, debido a la vida simple y sana que hacían.

¿Cómo prueba usted que Jesús no comió el cordero en la Cena del Jueves Santo?

–La mayoría de los exégetas del Nuevo Testamento tanto católicos como protestantes, sostienen que no es posible hoy, desde un punto de vista histórico, establecer si el banquete de adiós de Jesús se produjo o no en el medio de una celebración pascual. Sólo una minoría se inclina decididamente por dar un carácter estrictamente pascual a la celebración de la Ultima Cena. Esta discrepancia viene desde la Iglesia antigua y deriva de las diferentes indicaciones que dan Juan y los Evangelios Sinópticos.
Según Juan, la fiesta de Pascua no coincide con el día de la Última Cena sino con el siguiente…

O sea, en el preciso momento en que, no lejos del Gólgota, se está produciendo el sacrificio de por lo menos 50.000 corderos exterminados en el templo para ser llevados a las casas.

–Exactamente. En cambio, los Sinópticos dicen algo distinto y deriva del hecho que en Jerusalén la Pascua era celebrada según dos diferentes calendarios, el tradicional ligado al ciclo solar y el de los esenios, ligado al ciclo lunar.
También tomé nota de que los sacrificios de animales que se efectúan durante las fiestas religiosas en la catolicísima España no sólo no son condenados, sino incluso patrocinados por confraternidades y párrocos, sin que las autoridades diocesanas hagan nada por ello. Después me pregunté: 
¿Por qué tanto desinterés e indiferencia, también en Italia, ante la suerte de los animales, en especial modo sobre la muerte lenta y dolorosa de los corderos que cinco veces durante la Santa Misa son evocados para simbolizar al Hijo de Dios? Subyaciendo todo esto, está el silencio absoluto de parte de la catequesis sobre el comportamiento que los cristianos deberían tener frente a los animales.

¿Ha incursionado Usted en la historia de la religión Católica y especialmente en los textos bíblicos?

–Así es, y el resultado fue ese libro donde documento algo que muchos consideran revolucionario: 
que Jesús no comió el cordero pascual y que la primera Iglesia cristiana era, sustancialmente, partidaria del vegetarianismo. 
Una elección que compartían Jesús y sus discípulos. 
El precepto de no comer carne el viernes no es sólo una invitación a la penitencia, sino el residuo de aquella antigua costumbre…

Otros sitios que hablan sobre el tema y que acompaño al final del post con sus correspondientes links;







En definitiva amigos, nunca pensé que de semejantes estudios sobre la Gnosis alguien pudiera detenerse en armar una polémica sobre si Cristo era o no vegano, pero bueno...es muy válido también y bienvenida sea la polémica siempre y cuando vaya acompañada de sustento y buena onda.
De mi parte les digo que interpreto la recomendación de Cristo de volcarse al consumo de vegetales con el único fin de parar con los sacrificios idiotas que se hacían con los animales para adorar a un dios...que no era el de Cristo y que ya conocemos, según su elección, cuando la carne quemada le gustó más que los vegetales que le ofrecía Caín.

Por otro lado, pareciera que ese incidente marca también la gran diferencia entre Cristo y Y., y lo que me ha servido de ésta polémica es advertir algo que..antes no había tenido en cuenta.
Cuando una cosa tan vanal como ésto se vuelve tan importante para algunos, a punto de defender su postura encarnizadamente, me genera algunas suspicacias...



¿Habrá detrás del consumo de carne algún fin que desconocemos?..
Caín-Abel, Cristo-Y., porque quienes defendían el consumo de carne =según Canciani y los documentos históricos= preocupados porque los ganaderos se estaban fundiendo ya que *éstos cristianos consumían alimentos INOCUOS*...mmm...

El mero hecho de decir INOCUO; inocente, inofensivo, lo contrario sería ; nocivo, virulento.
¿Porqué alguien se enojaría al leer que Cristo podría haber sido vegano?...
Y reitero, yo no soy vegano porque lamentablemente tengo muy arraigada la costumbre de comer carne vacuna o de pollo, algo que consumo cada vez menos, y no creo que ser vegano salve a los criminales de ir al paraíso o a los envidiosos, o a los odiosos, o a los calumniadores, o a los sembradores de discordia, estoy bien seguro que no.

Pero, si evitar el consumo de carne ayuda a contaminarse menos y tener menos enfermedades y llegar a una larga vida, pues mejor..., habrá más tiempo entonces para aprender a vivir y dejar vivir.



Que es eso, lo que en definitiva nos gradúa y no los ritos. Yo admiro a aquellos que han logrado abandonar el hábito de la carne, es decir que por mí pueden ser veganos o carnivoros quienes quieran, no los diferencio en absoluto, sin embargo, si al leer que Cristo fué vegano a algunos les genera enjundia me pregunto entonces si también la sienten cuando han visto tanto material sobre la matanza de animales para consumo humano, las condiciones en las cuales se los cría y se los amontona, se les inyectan químicos para acelerar su engorde y bueno...ya sabemos de eso.

Más que por una cuestión ritual o incluso de salud, yo preferiría abandonar el consumo de carne por los animales mismos, y eso es algo pendiente que espero alguna vez poder modificar en mis hábitos alimentarios.



Así que bueno, linda polémica, excepto que nazca por otros motivos que quizás desconozco pero me pareció bueno aclarar y de paso, todos aprender cosas que seguramente desconocíamos. 
Si las polémicas ayudan a crecer, vale, pero si son fruto de malos sentimientos pues no vale.
Les dejo para la reflexión éste video que es más que elocuente, *Sed como niños*;




Gilgamesh***

Fuente;
-algoestacambiando
-lailuminacion
-teosofia
-elmundo

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