martes, 11 de junio de 2019

* Planeta sustentable; el problema somos nosotros *

***Muy buena jornada de Martes para todxs.

Decía en otro post reciente que *una cosa no quita a la otra*, refiriéndome al fanatismo de la nueva religión del *calentamiento global antropogénico*, que en realidad no es una religión propiamente dicha si no..un neo-mega-negociado.

Siempre he estado de acuerdo en que la matriz energética actual debería ir siendo sustituída por energías realmente limpias, pero...de ahí a imponer un apocalíptico mensaje para *vendernos* lo que un pequeño grupo de pillos apropiadores del conocimiento y la tecnología pretenden...es otra historia.

Entonces una cosa no quita a la otra, por ejemplo cuestiones realmente urgentes ampliamente *probadas* e indiscutibles =excepto por quienes no quieren que sus negociados acaben= que merecen toda nuestra atención y ahínco a la hora de reclamar VERDADERAMENTE por un planeta *sano*, en el cual los problemas son múltiples y no unidireccionados a urgencias que no son tales, como lo planteado por los calentólogos.

Por ejemplo, ésto;



Traducido por Eva Calleja para *Rebelion*

-El mundo cultiva el 95% de sus alimentos en la capa más superficial del suelo, lo que hace del mantillo uno de los componentes más importantes de nuestro sistema alimentario.
Sin embargo, gracias a las prácticas agrícolas convencionales, casi la mitad del suelo más productivo ha desaparecido en el mundo en los últimos 150 años, amenazando los rendimientos de las cosechas y contribuyendo a la contaminación por nutrientes, a la aparición de zonas muertas y a la erosión.
Solo en EEUU, el suelo de las tierras cultivables se está erosionando 10 veces más rápido de lo que puede regenerarse.

Según María-Elena Semedo, de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, si continuamos degradando el suelo al ritmo al que lo estamos haciendo ahora, el mundo podría quedarse sin tierra fértil en unos 60 años.
Sin tierra fértil, la habilidad de la tierra para filtrar agua, absorber carbono y alimentar a la gente se desmorona.
No solo eso, sino que los alimentos que cultivemos probablemente tendrán una menor cantidad de nutrientes vitales.

La combinación moderna de labranza intensiva, falta de cultivos de cubierta, fertilizantes sintéticos y pesticidas, está dejando a la tierra sin los nutrientes, minerales y microbios que sustentan una vida sana de las plantas.
No obstante, hay algunos agricultores que están intentando ir contra esta tendencia para salvar sus tierras y sus medios de subsistencia.

*No queremos volver a ver nuestro suelo a no ser que lo andemos buscando*, dice Keith Berns, un agricultor de Nebraska que no ha tocado un arado en tres décadas.

Él y su hermano, Brian, comenzaron con la práctica de la siembra directa en su granja de 2.100 acres, donde cultivan maíz y soja, cuando se dieron cuenta de que así podrían incrementar el carbono, los nutrientes y el agua disponible en el suelo.
Su granja se encuentra en una zona del país bastante árida y mantener la humedad de la tierra es su principal prioridad.

Con un aumento del 1% de carbono, un acre de tierra puede retener unos 40.000 galones adicionales de agua.
Una vez que dejaron de labrar, la familia Berns vio como la materia orgánica del suelo aumentaba, lo que puede tener el beneficio añadido de hacer que los alimentos cultivados en ese suelo sean más nutritivos.

La materia orgánica, una parte del suelo que contiene plantas y tejidos animales en descomposición, sirve como reserva de nutrientes que alimentan a los microbios que proporcionan nitrógeno para el crecimiento de las plantas y que secuestran carbono.
Cuanta más materia orgánica, más microrganismos puede albergar el suelo.

*En un puñado de tierra hay más organismos que gente hay en la tierra*, dice Rob Myers, un científico del suelo de la Universidad de Missouri Con un aumento de materia orgánica, los Bernses cultivaron más alimentos usando menos agua y menos fertilizantes.
En los años 90 comenzaron a plantar cultivos de cubierta entre cosechas.

El centeno y el trigo sarraceno, entre otros cultivos de cubierta, proporcionan más materia orgánica al suelo, alimentando así a microorganismos como bacterias y hongos. 
Estos cultivos también fijan el nitrógeno en el suelo y reducen la erosión.

En medio de la preocupación por la pérdida de tierra fértil, la siembra directa y los cultivos de cubierta se están haciendo cada vez más populares, según el Censo de Agricultura de EEUU de 2017.
El 40 % de las tierras de cultivo de EEUU se gestionan en granjas de siembra directa, frente al 32% de 2012.
Aunque su uso todavía no está muy implantado, los cultivos de cubierta se están popularizando entre los agricultores, especialmente en el cinturón del maíz del país.
A nivel nacional, los agricultores plantaron cultivos de cubierta en 15 millones de acres, un 50% más que hace cinco años.

Los hermanos Berns vieron este cambio de primera mano.
Cuando al principio decidieron plantar cultivos de cubierta tuvieron dificultades para encontrar semillas.
Viendo que había una carencia en el mercado, en 2009 montaron su propia empresa de semillas de cultivos de cubierta, una mezcla que los agricultores conocen ahora como *coctel de cultivos* para sembrar en otoño.
Durante el primer año vendieron semillas suficientes para cubrir 2.000 acres.
El año pasado vendieron las suficientes para cubrir 850.000.

La sensación de urgencia por el problema que plantea la escasez de tierra fértil está creciendo a la vez se predice que el planeta podría alcanzar los 9 mil millones de habitantes para 2050.
Sin un sistema de cultivo sano, los agricultores no serán capaces de alimentar a la creciente población mundial, dice Dave Montgomery, un geólogo de la Universidad de Washington y autor del libro Cultivando una Revolución:
Devolviendo la Vida al Suelo =Growing a Revolution: Bringing Our Soil Back to Life=

Para ver lo que le sucede a las civilizaciones que perdieron el suelo fértil que necesitaban para cultivar alimentos, no nos tenemos que ir más allá de Siria o Libia.
Los registros romanos de tributos muestran que en esas áreas se cultivaba gran cantidad de trigo, pero a medida que los agricultores siguieron arando sus campos, expusieron a la intemperie a los valiosos microbios y el mantillo erosionó.
Hoy en día esas zonas tienen muy poco suelo en el que cultivar.

*En sociedades que pierden su tierra fértil, sus descendientes son quienes pagan el precio*, dice Montgomery.
*La naturaleza necesita mucho tiempo para crear suelo*.

Algunos cálculos dicen que se pueden necesitar 500 años para que se desarrolle un mantillo sano y menos de un siglo para que se degrade.
El mundo también se está enfrentando a una crisis de nutrición.
Un estudio de 2004 publicado en la Revista del Colegio Americano de Nutrición =American College of Nutrition= comparó los nutrientes en cosechas de 1950 con los de las cosechas de 1999 y encontró descensos en proteínas, calcio, fosforo, hierro, vitamina B12 y vitamina C.

La práctica de cultivar una o dos variedades, como maíz y soja, aceleró la degradación del suelo, según Montgomery.
Las políticas del gobierno animaron a los agricultores estadounidenses a especializarse, lo que resultó en monocultivos que necesitan cada vez más agua, fertilizantes y pesticidas.

Las prácticas, sin embargo, están cambiando, dice Montgomery y Myers.
*Creo que estamos viendo un gran movimiento, pero que justo está empezando a crecer*.

Mejorar la salud del suelo paga dividendos, pero las inversiones en suelo fértil puede necesitar años para mostrar resultados.
Este es el reto al que se enfrentan los agricultores que funcionan con márgenes ajustados, según Montgomery, que dice que el gobierno debería hacer más para incentivar las mejores prácticas.

Bern sugiere que los agricultores hagan esos cambios despacio, usándolos en una parcela cada vez.
En los estados del Atlántico medio como Meryland y Virginia, los gobiernos locales han incentivado a los agricultores, a través de subvenciones, para que planten cultivos de cubierta, lo que ha aumentado el ritmo de adopción de esas prácticas en estos últimos 20 años.

Nos jugamos mucho.
Si los agricultores de los EEUU y de todo el mundo siguen sin darle un mayor valor a lo que alimenta sus cosechas, podríamos estar enfrentándonos a una catástrofe inimaginable, según Myers:

*Tenemos que tener esa tierra fértil, es fundamental para nuestra supervivencia*.

Así es, tierra fértil y respetar sus naturales ciclos como debería ser con cultivos de rotación y no como con la enjundia sojera actual.

También cosas como ésta hay que solucionar;



El antes llamado Distrito Federal finalmente superó la *semana gris*, que tuvo a ciudadanos y autoridades en alerta entre el 9 y el 17 de mayo por exceso de partículas finas o PM2.5 en la atmósfera.
Se trata de sólidos y líquidos con un diámetro 20 veces más pequeño que el de un cabello.
Aun así, son peligrosas porque pueden penetrar en los alvéolos y contribuir a enfermedades como diabetes o cáncer de pulmón.
Centenares de incendios que hubo en la zona central y sur del país causaron la crisis de las ya famosas PM2.5.

Sólo en el fin de semana del 10 y 11 de marzo, la Ciudad de México declaró veinte.
El humo pintó de gris el paisaje de torres urbanas de la capital, recordando los días en los que se ganó el título a la ciudad más contaminada del planeta según la ONU, en 1992.
Mientras, los grupos de Whatsapp de los residentes intercambiaban informaciones de los barrios en los que olía a quemado.

La jefa de gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum, explicó que los incendios se habían hecho notar por las condiciones climatológicas excepcionales de este 2019, con temperaturas máximas récord, y vientos estables y pocas lluvias que no ayudaron a dispersar las partículas.

Durante esa semana, se llegaron a concentrar más de 97.7 micrógramos por metro cúbico de partículas finas, es decir, casi 10 veces más del límite máximo anual que prevé la Organización Mundial de la Salud.
Tras unos días de incertidumbre, finalmente el gobierno local cerró escuelas de primaria y secundaria, restringió el tráfico y suspendió obras en las vías públicas, entre otras medidas.

Mientras, en coordinación con el resto de gobiernos de la megalópolis =que además de la capital incluye a seis estados colindantes, sumando un total de casi 40 millones de habitantes= elaboraron un nuevo plan para prevenir y responder a contingencias ambientales atmosféricas, especialmente pensando en la presencia de las partículas finas.

De esta forma, la mayor zona urbana de México se preparó para afrontar una futura amenaza de esta especie de gotitas aceitosas micrométricas que, tras la semana gris, se erigieron como uno de los contaminantes más amenazantes para la salud de los capitalinos.

No es para menos, hasta 32.800 muertes prematuras de 2017 se atribuyen a las PM2.5, más del doble de las que causaron en España =13.400= pero casi 26 veces menos que las de China =851.700=, según datos de un estudio elaborado por el Institute for Health Metrics and Evaluation, de la Universidad de Washington, y el Health Effects Institute.

Hoy las PM2.5 han desaparecido de las portadas de los periódicos y de las preocupaciones de los ciudadanos, pero ¿hasta cuándo?

¿Cuánto sabemos de lo que pasa en el aire?

Las nuevas medidas para afrontar el exceso de las PM2.5 restringen la actividad de la industria, la actividad comercial, de los ciudadanos, y del gobierno.
Entre ellas hay las que prohíben las quemas a cielo abierto o las actividades que emiten polvo de las vialidades pavimentadas, como la obra pública, porque ambas actividades son de las principales fuentes de PM2.5 en la capital.
Junto con ellas, están las que afectan a la movilidad.

El tráfico suele ser lo primero que se restringe cuando hay exceso de contaminantes en el atmósfera.
De hecho, a principios de junio el Gobierno de la capital presentó un plan para reducir las emisiones del transporte que prevé, entre otras, aumentar las líneas de transporte público o reservar vías sólo para coches compartidos.
Estas medidas se entienden con un par de datos:
los vehículos que circulan en la zona metropolitana recorren una distancia diaria equivalente a casi 5.932 vueltas a la Tierra, explica el Gobierno de la Ciudad de México en su página web.

Se explica, en parte, porque aproximadamente 1,14 millones de hogares viajan en vehículo particular y la media de ocupantes por auto es de 1,5 personas.
Pero tanto el plan de prevención como el de reducción de emisiones por movilidad, ¿qué tan efectivos serán?

*Lo que más me preocupa es que no hay un diagnóstico científico actualizado de cómo está reaccionando la atmósfera y de cómo el crecimiento urbano ha modificado la meteorología loca, y con ello, el comportamiento de la contaminación en el aire*, explica el experto en ciencias de la atmósfera del Singapore-MIT Alliance for Research and Technology, Erick Velasco.

Éste mexicano lleva tiempo señalando que las mediadas medioambientales de México son lo mismo que una moneda echada al aire.
Primero, porque la observancia de la norma en México puede llegar a ser anecdótica.
Un estudio de 2015 calculó que en un 80% de los centros donde se realizaban las pruebas había corrupción y que un 10% de los propietarios de coches ofrecían *mordidas* para que les aprobaran los tests.
Y segundo, porque los conocimientos científico-técnicos en que se basan están ya desfasados.

Según explica, lo que se sabe del comportamiento atmosférico de la capital proviene de un estudio de 2006 conocido como MILAGRO, por sus siglas en inglés =Megacity Initiative: Local and Global Research Observations=.
*Desde entonces que no se ha vuelto a hacer un estudio de estas dimensiones, seguimos con la ciencia de hace más de una década*, añade.

Esta ignorancia sobre los procesos físicos y químicos que se producen en el aire cobra especial relevancia en un país en el que la vida en la calle es parte de la cultura:
*En un estudio reciente, pendiente de publicar, encontramos que una de las mayores fuentes de contaminantes en la Ciudad de México son los puestos de comida informal, en particular, los de sopes, quesadillas y tamales fritos*, explica Velasco.

Necesitamos ciencia hecha política

Cual si hubiese oído las críticas del investigador del MIT, el nuevo titular de la secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del gobierno federal, Víctor Manuel Toledo, habló de *fundamentar técnicamente las decisiones y las acciones* de sus políticas, en el discurso de toma de posesión del cargo del pasado viernes.

El biólogo se puso al frente de la secretaría después de que la anterior titular dimitiese por haber retrasado un vuelo comercial durante 38 minutos.
Mientras, el único premio Nobel del país, el químico Mario Molina, está asesorando al gobierno de la capital en la elaboración del nuevo programa para mejorar la calidad del aire, que entrará en vigor a partir de 2021.

El experto ha defendido en varias ocasiones la necesidad de poner más atención a las partículas pequeñas que, según dice, hasta ahora se las había ignorado porque no se disponía de la tecnología necesaria para medirlas.
En sus apariciones públicas, Molina se esfuerza en concienciar a los mexicanos de la necesidad de invertir en medidas a largo plazo para reducir la contaminación y minimizar los efectos del cambio climático.
En más de una ocasión ha recomendado al gobierno capitalino cobrar por utilizar el vehículo en la ciudad, regular el transporte de carga e invertir en transporte público de calidad.

La incertidumbre y la impotencia que provocaron los días grises de mayo llevaron a ciudadanos y autoridades a pedir ayuda a Tláloc, deidad prehispánica de la lluvia.
Como en tiempos remotos, en los que a falta de ciencia, se encomendaron a los dioses para encontrar respuestas a lo desconocido.

Ya ven que no es únicamente la polución por el uso de transporte motor, son muchas otras cuestiones a solucionar.

En Argentina..uno no sabe si pensar en positivo o en negativo, porque la existencia de asentamientos muy pobres echados al abandono de los gobiernos insensibles es algo muy triste, las conocidas aquí como *villas miseria* son cada vez más y más grandes, y la energía para éstos hermanos y hermanas es algo casi imposible.

Lo positivo entonces, vendría a ser como un remiendo bien zurcido, pero bueno..

Al paso que vamos todos tendremos que aguzar el ingenio y volvernos Artesanos para ir sustituyendo mucho de lo que ya..no va más;



PILAR, Argentina, 28 may 2019.

*Esto es lo mejor que se inventó para los pobres*, dice Emanuel Del Monte, mientras señala un tanque cubierto por lonas negras que sobresale en el techo de su casa.
Se trata de parte de un sistema construido mayormente con residuos, que calienta agua a través de energía solar y está mejorando vidas en Argentina.

Gracias a él, cientos de familias en tres barrios vulnerables de los alrededores de la capital argentina pueden a bañarse con agua caliente.
Es una práctica que solían hacer calentando agua en una olla, pero que habían abandonado en los últimos años por los altos costos del gas envasado.

La vivienda de paredes despintadas y un muro de ladrillos a medio hacer, en la que Del Monte, de 32 años, vive con su esposa un año menor y sus cinco hijos está en el barrio de Pinazo, en el municipio de Pilar, a unos 50 kilómetros al norte de Buenos Aires.
Se trata de una comunidad de unos 5.000 habitantes que ofrece un testimonio descarnado del deterioro social en el llamado Gran Buenos Aires, conformado por los 24 municipios que rodean a la capital y que junto con ella engloban más de 13 millones de habitantes de los 44 millones del país..

En ese también llamado Conurbano bonaerense viven 130.000 de las 200.000 personas que perdieron su trabajo durante 2018 en este país sudamericano, donde la economía sufre una grave crisis y la pobreza ya alcanza a 36 % de la población, según datos oficiales.
Sobre las calles asfaltadas del barrio se ven casas con techos de tejas con jardín, escasamente mantenidas aunque propias de la clase media.
Pero al ingresar en sus polvorientos caminos interiores se descubren cantidades de viviendas construidas con madera, chapas de latón y hasta pedazos de lona, entre trozos de tierra vacíos por los que se pasean gatos, perros y gallinas.

Algunos sábados, sin embargo, en esos espacios libres hay una extraordinaria actividad:
decenas de voluntarios, mayormente jóvenes, trabajan durante largas horas en la construcción de los calentadores solares, junto a muchos de los vecinos.
Los voluntarios se juntan temprano a un lado de la autopista que viene de Buenos Aires y llegan al barrio todos juntos, en automóviles y camionetas, cargados con enormes bolsas con viejas botellas de plástico, latas, envases de cartón, colchones en desuso y antiguas lonas utilizadas para avisos publicitarios.

A esos residuos les suman los que los propios vecinos juntan en el lugar, que estaban acostumbrados a quemar o a tirar al contaminado arroyo que da nombre al barrio, porque no existe sistema de recolección de basura.
Convocados por la organización no gubernamental Sumando Energías, los voluntarios se despiden cuando está por caer el sol, después de haber construido e instalado en los techos de hasta cuatro casas los colectores de energía solar y los tanques térmicos de 90 litros, que mantienen el calor del agua gracias a que están cubiertos por colchones y lonas.

*Cada colector lleva 264 botellas de plástico, 180 latas y 110 envases de cartón.
La mayoría de los materiales que empleamos son reutilizados*, explica Pablo Castaño, de 32 años, que en 2014 creó *Sumando Energías*, mientras va y viene por el lugar supervisando el trabajo de los voluntarios.

*Estoy convencido de que la sustentabilidad es la única forma de mejorar la situación de las personas pobres.
Las soluciones sociales y económicas van de la mano de las soluciones ambientales*, dice Castaño.

El coordinador de Sumando Energías cuenta que se conectó con la realidad social cuando era voluntario de otra oenegé, *Techo*, dedicada a facilitar viviendas dignas en asentamientos precarios, y se interesó por las energías renovables mientras estudiaba para convertirse en ingeniero industrial.

Castaño nació y se crió en la provincia de Río Negro, al sur del país, cerca de Vaca Muerta, el gigantesco yacimiento de petróleo y gas no convencional al cual el gobierno apuesta para empujar la decadente economía argentina.
Pero cree que *no es la quema de combustibles fósiles lo que nos va a salvar*.



Los colectores solares son estructuras de 12 tubos de polivinilo de dos metros de largo colocados en forma paralela.
Se los cubre con latas que absorben el calor del sol y calientan el agua del interior del caño.
Luego son envueltos con botellas de plástico y envases de cartón.

*De esa manera se genera el efecto invernadero que mantiene la temperatura.
El paso siguiente es armar un circuito cerrado entre los caños y el tanque, que se coloca arriba ya que el agua caliente se hace densa y tiende a subir.
Al cabo de unos 60 ciclos de ida y vuelta, el agua ya está caliente, a entre 40 y 65 grados*, cuenta Lucía López Alonso, una de las voluntarias.

*Lo que se genera no es electricidad, sino energía solar térmica*, aclara.

La esposa de Emanuel del Monte, Mariana Alio, que es empleada en una verdulería, cuenta que la familia estaba acostumbrada a bañarse con ollas y otros recipientes, calentando agua con gas envasado, pero que las dificultades económicas los han obligado hace un tiempo a reservar el gas solo para cocinar.

*Algunas personas del barrio todavía creen que estoy loco cuando les cuento que ahora tengo agua caliente con un sistema construido con residuos*, dice Del Monte, quien se quedó hace poco tiempo sin su puesto de empleado de mantenimiento en Escobar, un municipio vecino a Pilar, y hoy busca trabajos ocasionales, cortando el pasto de algún jardín o ayudando en lo que sea.

Tanto en Pilar como en Escobar, los asentamientos precarios se mezclan con casas de descanso y barrios cerrados =lujosos en algunos casos y siempre rodeados de rejas y con seguridad privada=, donde los habitantes de los barrios pobres pueden conseguir trabajos informales.

*Alano no lo patentó para que se pudiera utilizar su diseño libremente.
Nosotros copiamos también su filosofía y subimos el manual del colector solar a nuestra página de Facebook, de manera que cualquier persona pueda acceder a él*, explica Castaño.

En cuatro años, Sumando Energías ya ha construido e instalado 174 colectores solares en los alrededores de Buenos Aires.
Castaño explica que el sistema de colectores solares con materiales reutilizados fue diseñado en 2002 en Brasil por el mecánico jubilado José Alano, que lo hizo conocido en el sur de su país.

El activista proyecta la vida útil de las unidades en 10 años o más, pero puntualiza que como no tienen partes mecánicas, se potencia su durabilidad.
Además, Los usuarios pueden cambiar fácilmente alguna de las botellas de plástico, cuando eventualmente se oscurezcan y ya no cumplen su función de mantener el calor.
El objetivo de la iniciativa no es solo darle una solución a familias vulnerables sino además transmitir los conocimientos en energías renovables a los voluntarios, quienes colaboran con 1.500 pesos =unos 33 dólares=, que se utilizan para cubrir materiales.

*También recibimos algunas donaciones de empresas, pero no aceptamos ningunas de compañías vinculadas al negocio de los combustibles fósiles*, aclara Castaño.

Sumando Energías ahora está trabajando en prototipos de cocinas solares, que permitan a familias como las que habitan el barrio Pinazo, la mayoría con ingresos dependientes del mercado laboral informal, cortar la dependencia de las garrafas de gas, cuyo rellenado cuesta el equivalente a 10 dólares.

*Muchos acá hemos tenido calentadores eléctricos de agua de 25 litros de capacidad, pero suelen quemarse porque la tensión eléctrica no es estable*, cuenta Verónica González, una mujer de 34 años que vive en el barrio con su madre, sus tres hijas y una sobrina, mientras corta botellas de plástico junto a los voluntarios
Su familia está entre las últimas beneficiadas por el calentador solar diseñado por Alano.

*Cuando te lo cuentan por primera vez no entendés de qué están hablando.
Después te das cuenta de que es una oportunidad que no se puede desaprovechar porque te cambia la vida*, cuenta Verónica.

Bien cabe acotar al respecto que como verán...la meritocracia no soluciona absolutamente nada cuando las miserias te rodean y un Estado ausente no genera las condiciones para todos por igual, he allí donde aparece la SOLIDARIDAD de esas tantísimas mujeres y hombres que, como siempre digo, sin ellxs..éste mundo sería más infernal de lo que ya es...

Cerrando éste mediodía de Martes, je...mientras en Pilar utilizan las botellas plásticas para obtener agua caliente, en Europa =especiaista en decir lo que hay que hacer= tal como dice la canción de Serrat; *pa no ensuciar van a cagar a casa de otra gente*, en éste caso el excremento plástico va a parar a Asia;



La sopa de plásticos, una amenaza global para la cadena alimentaria.

Europa produce demasiada basura.
El ritmo es tal, que los restos se terminan exportando e importando dentro de un sistema de comercio de residuos que se articula a escala internacional.
De esta forma, los países Europeos venden parte de sus desechos para tratarlos, reciclarlos y, en el mejor de los casos, revalorizarlos.

Pero, en este mercadeo de desperdicios, también participan los países americanos, africanos y asiáticos.
Es decir, el mercado incluye a su manera a los países en vías de desarrollo, que en ocasiones se convierten en los principales importadores de inmundicia del planeta.

Hasta no hace mucho, China era uno de los principales importadores de residuos españoles.
No obstante, la mala reputación que el país asiático se había labrado en materia medioambiental provocó que impulsara medidas drásticas para restringir la compra de basura de otros estados.

Esta medida fue interpretada en su momento por los colectivos ecologistas como una oportunidad de represar el modelo de gestión de residuos y avanzar hacia un sistema mucho más comprometido con el Planeta.
Sin embargo, los cambios no terminan de llegar y el vertedero chino parece haberse reubicado en Malasia.
El Estado malayo se ha convertido en uno de los principales países importadores de plástico, un material que termina vertido en los mares o incinerado, debido a la difícil reciclaje.

España ocupa el octavo lugar en el ranking de países exportadores de plásticos a Malasia, según los datos del Departamento de Gestión Nacional de Residuos Sólidos del país asiático.
Además, es el sexto Estado de la Unión Europea en la lista de exportador de plásticos hacia países asiáticos con una media de 318.926.161 toneladas.

Aunque las normas de importación y exportación europea son claras e implican restricciones a los materiales que se pueden vender a países subdesarrollados, también existe tráfico ilegal de residuos.

Así se evidenció la semana pasada, cuando la ministra de medioambiente malaya denunció la llegada de residuos ilegales a sus territorios.
Esto ha llevado a *Equo* a presentar una iniciativa en el Congreso para esclarecer los hechos y preguntar al Gobierno si Malasia es *el nuevo destino de los deshechos, tras la prohibición de China*.

En declaraciones a Público, el diputado de Equo Juan López de Uralde advierte de que el problema no tiene que ver sólo que los residuos se exportan de manera ilegal a estos países, sino el sistema de residuos en sí.

*Estamos utilizando a estos países de vertedero*, opina el político ecologista, señalando que estos países no tienen capacidad industrial para gestionar la basura plástica de manera adecuada.

Desde el Ministerio de Transición Ecológica-MITECO informan a Público que el Gobierno está en contacto con las autoridades malayas para colaborar ante cualquier tipo de infracción relacionada con el tráfico ilegal de residuos.
Además, señalan que el Ejecutivo de Sánchez ha apoyado en todo momento las recientes reformas del Convenio de Basilea =normativa que regula el comercio de residuos= para impedir que los materiales más tóxicos y difíciles de reciclar puedan ser exportados a países subdesarrollados.

Pese a esa reforma reciente, un informe de GAIA =Global Alliance for Incinerator Alternatives= revela que las importaciones de residuos plásticos reciclables a países asiáticos como Tailandia, Malasia o Vietnam han incrementado de manera notable desde que China endureciera su legislación para la importación de basura.
*Tailandia tuvo el porcentaje más alto en cuanto al aumento de importaciones de residuos plásticos a nivel mundial con más de un 1000%*, advierte el estudio.

El plástico, el principal problema.

Los países europeos tienden a reciclar de manera local los materiales plásticos más sencillos en su tratamiento de reciclaje, como son el polietileno de tereftalato-PET y el polietileno de alta intensidad-PEAD, pero el resto de materiales suelen ser exportados a estados en desarrollo.

*El problema central es el consumo masivo de productos de plástico desechable*, explica Alba García, responsable de la campaña de plásticos de Greenpeace, para añadir que en España *se ponen en circulación cada día cerca de 50 millones de envases de bebidas, de los cuales 30 millones no se sabe a dónde van*.

El tráfico ilegal de residuos y la falta de concordancia de los datos emitidos por los organismos españoles ponen en duda la eficiencia del sistema de reciclaje, el cual *ha tocado techo*, según valoran desde Greenpeace.
De esta forma, desde *Ecoembes* =una de las principales fundaciones de reciclaje en España= señalan que las cifras de tratamiento de materiales plásticos son del 78,8 %.

Una cifra que es muy superior a la que se barajan desde las organizaciones medioambientalistas e, incluso, desde el propio Ministerio para la Transición Ecológica, que en sus últimos datos habla de un porcentaje de plásticos reciclados del 45,46%.
Esto hace que más de la mitad de objetos compuestos por este material terminan pereciendo en vertederos.

*Llevamos mucho tiempo poniendo el dedo en la llaga del sistema de Ecoembes.
Todos los envases que se ponen en el mercado pagan una tasa para su reciclaje pero ese reciclaje no se produce*, expone López de Uralde, que se remite al informe *Maldito Plástico* en el que se denuncia que las cifras de materiales plásticos reciclados en España no llegan siquiera al 30%.

Además, desde Greenpeace explican que el optimismo de las cifras manejadas por Ecoembes tiene que ver con que la organización sólo contabiliza el reciclaje de los envases ligeros de uso doméstico.

Desde MITECO detallan que *el actual Gobierno de España, por su parte, ha trabajado en los últimos meses en el desarrollo de la Estrategia de Economía Circular y en una Hoja de Ruta para los Plásticos en España, con un plan de acción hasta 2030*.

Pese a ello, las organizaciones ecologistas españolas, en su denuncia con la falta de transparencia del sistema de residuos español, reclaman medidas radicales que permitan reducir el consumo de productos compuestos por este material.

Una cosa, no quita a la otra.
Y si no fuera por quienes *luchan y hacen*...con la lengua sola..no haríamos nada.

Fuerte abrazo.

Gilgamesh***

Fuentes;
-theguardian
-publico
-publico2
-ipsnoticias

4 comentarios :

Unknown dijo...

++1.

Unknown dijo...

Fernando fernandez colilla____ el sol sigue con su siesta profunda, hasta ahora 24 días consecutivos ya veremos hasta donde llega.... el clima de mi querida España esta siendo un desastre con nieve en cotas bajísima para la época esto empieza a cambiar...... saludos a todos.

לחיים dijo...

Plus One.

Gilgamesh dijo...


Fernando fernandez colilla-LEHAIM;
muchas gracias.


Fernando fernandez colilla;
Así es amigo, pero a no preocuparse, el agobiante calor seguramente llegará más adelante, como siempre, quizás cada vez dure menos. Abrazo, gracias.