Pueden haber eventos distintos con efectos similares, por ejemplo filamentos que se desprenden y arrojan impresionantes cantidades de radiación solar, los agujeros coronales que no dan señal de anomalías pero que sin embargo soplan enormes vientos que emiten radiación, y finalmente las CME.
¿Por qué debemos estar alertas ante éstos eventos?, precisamente porque desde que los instrumentos espaciales comenzaron a medir éstos eventos, se ha ido aprendiendo sobre la marcha, o sea a medida que el tiempo ha pasado.
Y desde que las sondas empezaron a medir y enviar imágenes, se pudo ver de lo que es capaz el Sol cuando decide producir un evento descomunal.
Estamos en el pico de actividad solar, el famoso ciclo que nos dice=según la ciencia= que estamos a las puertas de grandes eventos solares que podrían modificar la vida en la Tierra, tal como la conocemos.
Y si tenemos que buscar un suceso en el cual apoyar nuestra necesidad de estar alertas, debemos remontarnos al 4 de Noviembre del 2003, cuando la gigante mancha solar Nº 486 emitió una explosión de clase X=la mayor de la escala hasta ese entonces= 28...Reitero, explosión catalogada como clase X 28.
En la semana previa al gran evento, el Sol había emitido llamaradas X 7 y X 10, posteriormente el Domingo una X 8 y otra X 3, el Lunes hubo un brote X 3 seguida de otras menores, y finalmente el Martes de aquel 2003 se produjo la enorme X 28, llamarada que se salió de la escala de medición, el día de la explosión más grande jamás registrada en nuestro sistema solar.
Los investigadores estaban desconcertados, en un principio afirmaban que la explosión había superado muy por encima una X 20, y dicha especulación dudosa se debió a que algunos satélites de vigilancia quedaron *cegados* brevemente ante semejante llamarada. Aún así, los expertos concluyeron en que aquél evento había sido el más poderoso desde que se comenzó a llevar registro solar, mucho más poderosa que la X 20 que había ocurrido el 2 de Abril de 2001, aún mas poderosa que aquella más antigua del 16 de Agosto de 1989.
Recordemos que las llamaradas se caracterizan por su brillo en rayos X =X-Ray de flujo en vatios por metro cuadrado=.
Las erupciones se basan en las leyes de potencia, se clasifican en una escala logarítmica con cada clase, y cada una de esas clases tiene un pico de flujo de diez veces mayor que la anterior;
C, M, X.
Las erupciones de clase C tienen una décima parte del flujo de rayos X que poseen las de clase M, y éstas a su vez, una décima parte de las erupciones X, las más potentes.
Las de clase M y X se asocian a menudo con la variedad de efectos sobre el medio ambiente espacial cercano a la Tierra.
Aquel 2 de Abril de 2001 la llamarada X 20 hizo que los científicos tuvieran que crear un nivel más alto porque había sucedido un incremento de X +. De esa forma al superar el rango X 10, se debió denominar Y 10 en lugar de X 20, sin embargo ésto no es explicado en los manuales de lectura de CME.
Entonces podemos concluir en que aquella llamarada del 2001 fué en realidad una Y 10 , ¿ Y la mal denominada X 28 del 2003?
Esa, la más poderosa jamás registrada por el instrumental humano, debió se catalogada en una nueva categoría..es decir Z 8.
¿Comprenden qué podemos destacar como conclusión?
Que la ciencia no sabe nada, que aprende sobre el error, tal como cualquiera de nosotros, pero ocurre que a veces los yerros no dan márgen para futuras correcciones...el límite puede ser la destrucción total.
He allí las paradas de los instrumentos con los que hoy contamos, de los cuales la ciencia tanto se ufana soberbiamente, SOHO, LASCO, etc...
Pienso que a veces ni siquiera ellos mismos se atreven a hacer una lectura correcta de lo que pueden estar viendo, mucho menos van a hecharse a vomitar informaciones que mas tarde pueden ser incorrectas.
Y nosotros esperando la carroza...los instrumentos muestran una explosión muy grande como la que observamos hoy por la mañana, sin embargo la NASA informa que todo está en calma, entonces nosostros =meros observadores de los instrumentos= pensamos que tal vez la llamarada ocurrió en la cara no visible, pero...entonces si siempre nos muestran otro instrumento que monitorea también ese lado no visible,
¿porqué ésta vez no dicen nada?.
Creo que ni ellos aún lo saben.
Desconozco la historia del inicio de la catalogación en categorías, pero estimo que si de una C, se pasó a catalogar la siguiente como M....bueno...cuantas letras obviaron en el medio, porque a medida que aprendían sobre las potentes llamaradas dijeron...*Ehh, no sigamos con D,E,F...etc, porque ésto es demasiado grande*.
Y nuevamente en esa especulada creación de categorías siguieron subestimando al Sol y siguieron demostrando que aprenden sobre el error, ya que nunca se debió haber catalogado de la M a la X, seguramente pensaron otra vez; *Ehh, no sigamos con N,O,P...etc, poprque ésto es demasiado grande*
Y llegaron a X finalmente, embebidos aún más en su supina ignorancia y habrán dicho*Bueno...nos plantamos en X, no creemos que ésto pueda ir más allá*.
Y así luego de aquel 4 de Noviembre de 2003...jamás volvieron a modificar las categorías, porque claro...se acababa el abecedario y una vez más habrán dicho; *Ehh..ya basta muchachos..a ver si se dan cuenta que somos unos ignorantes, demostremmos inteligentemente que no cometemos errores y dejemos todo como está, C,M,X y si ésto sigue siendo mas grande...no estaremos vivos para contarlo.*
Aquella erróneamente denominada X 28...fué en realidad una Z 8.
Quizás muchos de ustedes se relajen y piensen que entonces estamos muy lejos de algo tan grande, cuando apenas tenemos muchas llamaradas de clase C, algunas M y la última X 2 de hace semanas, y piensen;
*Bah...no pasa nada*.
Aquellas gigantescas X de 2001 y 2003 no fueron geoefectivas netamente, aún así causaron perturbaciones serias en centrales eléctricas, pero no olviden que una simple llamarada C depende de muchas variables, y si es geoefectiva neta, puede producir problemas, ¿Cuánto más una M? ¿Y una X?...squen sus conclusiones...Observen como la magnitud y la potencia que parecen apenas incrementarse en 10 numeros...cada punto es una energía impresionante, tal como sucede con la escala de graduación de los terremotos, un 5,8º no es apenas un poco más que un 5,2º...es energía extra impresionantemente potente.
Y algo que debemos tener en cuenta es la rotura o avería actual de nuestra magnetósfera, que como ya saben, por momentos cae a cero absoluto, ¿imaginan si una de esas coincidencias del destino=tal como decimos a veces en la vida=hace que el Sol haga netamente geoefectiva una potente llamarada x?
Sería como jugar al valiente y salir una tarde a caminar en plena tormenta cuando han avisado que habría caída de granizo..puede que nada pase o puede que su cabeza se parta como una sandía...ahí está la gran diferencia entre querer tentar al destino...un juego suicida.
Quiero que comprendan que la crítica hacia las Agencias Espaciales no se debe a ser un desagradecido ante el enorme esfuerzo por vigilar algo que nos incumbe a todos, me siento profundamente agradecido a las miles de personas que trabajan en esas Agencias Aeroespaciales que le ponen horas de sacrificio en pos de brindar algo útil para la humanidad, agradezco la posibilidad de disponer de herramientas que han ampliado el conocimiento, pero la crítica viene a instalarse porque en la historia de éstas instituciones vemos que se han manejado siempre con soberbia, cuando ciertamente deberían poseer el don de la humildad y reconocer los errores, decir la verdad porque en la vida nos han enseñado que cuando uno no sabe algo debe decir *no sé* y punto.
Entonces, en esa actitud permanentemente enmascarada, falseada y soberbiamente expresada, uno no puede sentir más que repudio, lo que debería ser *confianza* se transforma en *desconfianza*, y cuando la confianza se rompe...no hay manera de recomponerla, mucho menos cuando reiteradamente se vuelve al ocultamiento, la manipulación y el falseamiento, en lugar de reconocer la falibilidad a la cual todos estamos propensos.
C,M,X,Y,Z....y no hay más letras para seguir disimulando la ignorancia...
***Gilgamesh***
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