Cuando vi encenderse la luz en mi mapa de visitas del blog que indicaba a *Binissalem* pensé que se trataría de un error en la traducción, nunca hubiera imaginado que en España existiera una ciudad con éste nombre, pero todo tendría lógica a partir de desasnarme al conocer a éste pueblo que también pertenece a la tierra de mi Abuela materna, Mallorca.
Antes de compartir el texto investigativo al que accedí, les cuento que me sorprendió la solidez de las viviendas, tradicionalmente construídas con piedra local, realmente no parecen haber sufrido el paso del tiempo.
Binissalem otra ciudad-pueblo que se ve amenazada de terminar siendo un pueblo fantasma de la *España Vacía* tal como vengo aprendiendo en el último tiempo.
Su Iglesia principal, como casi siempre...jeje..una magnífica construcción de tiempos Islámicos, típica torre cuadrangular elevada, con arcos de medio punto y a su lado el típico tambor octogonal, característico de aquella cultura, que decía, como casi siempre, el catoliscismo reformaba a manera de hacer desaparecer vestigios de sus contrincantes.
En el caso de ésta gran Iglesia, se le remató en la cúspide con conos y ornamentos cristianos.
Me sorprendió y mucho, ver en sitios de Europa =no de habla hispana= un festival de ofertas de venta de grandes casonas y mansiones de Binissalem, mansiones antiguas espectaculares que lamentablemente terminarán sin duda, siendo propiedad de foráneos, todo...por recaudar.
Incluso, el patrimonio histórico, tal como comentaba en post anteriores, termina siendo puesto a la venta....incluídos templos pertenecientes al catoliscismo, lo cual me sigue reafirmando que en éste mundo poco queda que no sea visto como algo meramente económico antes que un bien cultural y patrimonial típico de un pueblo y sus raíces.
Prueba de ello fué éste artículo de hace apenas dos años en el cual se daba la mala nueva;
-Las monjas de Binissalem cierran el convento siguiendo los pasos de Muro, Valldemossa, Sineu, Marratxinet, Porreres y muchos más.
Alegrías, llantos de primeros días de escuela, juegos de patio, oraciones perdidas, vacunas, capillas neoclásicas, una virgen de Lourdes en el jardín, celdas espartanas y todo un mundo se halla encerrado en cualquier Ca Ses Monges de nuestros pueblos.
Una cultura que Muro, Sineu, Binissalem, Mancor, Marratxinet, Sa Cabaneta y tantos otros pueblos han ido perdiendo cada vez que uno de sus conventos cierra.
Algunos sirven ahora para otros fines, e incluso el de Mancor se ha convertido en un centro budista y el de Marratxinet, en un establecimiento hotelero.
Otros siguen cerrados y alejados de aquellos años sesenta en los que eran verdaderos centros escolares y sanitarios de todo el pueblo.
Muchos no tienen gran valor arquitectónico, pero extraña que los alcaldes no hayan firmado convenios con el Obispado o la orden religiosa propietaria, aprovechando esos caserones como soluciones habitacionales de alquiler social.
En España cada mes se cierra un monasterio de clausura, las pocas vocaciones se unen a que la edad media de las monjas es de setenta años.
Media algo rejuvenecida por monjas venidas de otros países, las cuales, representan ya un 10 % de las existentes en Baleares.
El último en cerrar es el de la Caridad de Binissalem.
Sus tres monjas dejaron esta misma semana el convento para trasladarse a Portocristo.
Se trata de sor Maria Bovell, sor Maria Bennàsar y sor Francisca Planas.
Después de 167 años no tienen relevo generacional y el centro les supone un gasto difícil de asumir.
Estos días se dedicaron a empaquetar sus cosas, cerrar las persianas por última vez y preguntarse si aquellas plantas que tanto cuidaron, sobrevivirán.
Tal cierre contraviene lo indicado hace sólo unos meses, por el delegado diocesano de Mallorca al afirmar que *no se iban a cerrar más conventos de la isla por falta de vocación*.
La señorial casa conventual de piedra de Binissalem se alquilará o se venderá, aunque una parte seguirá ocupada por el colegio concertado de la Asunción.
Con su marcha, se van las últimas religiosas de Binissalem.
Paradójicamente dicho convento ya recibió en el 2012 a las monjas que cerraron el convento de la Caridad de Sineu.
Así, sor Francisca Planas ya lleva sobre sus espaldas el doloroso cierre de dos conventos de la Caridad, el de Binissalem y el de Sineu.
Tal convento de la Caridad de Sineu está a la venta por 1,1 millones de euros.
La Parroquia de Sineu tiene derechos sobre el 40% de los beneficios de la venta, mientras que el otro 60% corresponde a los Dameto.
Se da la circunstancia de que el dinero obtenido por los Dameto sólo podrá invertirse en la celebración de misas, pero sólo valen las misas dichas en días laborables, pues así reza la cláusula indicada en su día por el donante.
Aunque de la parte en la venta que obtenga la parroquia parece que se puede disponer libremente, y de hecho ésta está pendiente de recibir el dinero para poder acabar la reforma de la fachada de la iglesia de Santa María.
En diciembre del año pasado y tras 433 años desapareció, la comunidad de Concepcionistas de Sineu que ocupaba el Palau dels Reis de Mallorca que cerró sus puertas.
Cierre con polémica, pues el pueblo quería abrirlo al público, mientras la intención de la Diócesis es encontrar una orden que lo ocupe, y así no perder sus derechos por seguir con un uso religioso.
Las monjas del convento de la Caritad de Son Macià lo venden por 570.000 euros.
La decisión ha sido criticada por los vecinos, pues consideran que es propiedad del pueblo.
Mientras tanto, el moderno monasterio de las monjas dominicas, ubicado en pleno polígono de Son Castelló, será rehabilitado por La Fundación San Juan de Dios para convertirlo en viviendas sociales.
Se trata de un convento moderno que siempre ha llamado la atención por estar en pleno polígono, y que pocos saben que está abandonado.
Su curioso emplazamiento se debe a que vendieron el inmenso convento que tenían en la calle San Miguel.
Lógicamente si hubieran previsto que iban a durar tan poco fuera, no habrían construido éste.
Destino distinto es el del convento de las Trinitarias de Binissalem, pues éstas cedieron el convento para albergar ex tutelados de entre 18 y 25 años.
Aunque también éste tiene su historia, pues el alcalde de Binissalem se enfadó dado que que la operación se hizo a sus espaldas.
Los conventos de Valldemossa, Petra y Porreres fueron reformados para hacer centros de día y noche, mientras que Costitx, Sant Llorenç y Esporles han hecho en su antiguo convento una residencia de mayores.
Búger y San Juan han optado por transformarlos en una escuela infantil.
Historias de conventos que la gente joven de los pueblos desconoce, pues extrañamente ni a las autoridades tan preocupadas en cuidar el patrimonio, les ha interesado contar su historia, una historia que ha formado parte del alma de cada uno de los pueblos citados.
En Palma todavía sigue la polémica por el cierre del convento de Sant Jeroni, un edificio de inmenso valor patrimonial que ahora es propiedad de la Diócesis de Mallorca aunque las religiosas siguen reclamando la titularidad.
Realmente increíble..., vuelvo a recalcar que tierra sobra..., pero bueno...a nadie le importan éstas cosas.
Hecha toda ésta introducción nos desasnamos sobre Binissalem;
Binissalem es un pequeño pueblo agrícola en su mayoría rural, en el centro de Mallorca.
La ciudad tiene alrededor de 7.500 residentes que han mantenido su tradicional estilo de vida, ya que la ciudad se vio poco afectada por el turismo.
El nombre de Binissalem proviene del árabe Banu Salam que significa *hijos de paz o bendición* o de *Bin Selim* =el hijo de Selim=.
La ciudad de Binissalem se encuentra en el centro de la isla, en el antiguo camino que conecta las dos principales colonias romanas de Mallorca, Pollentia al noreste y
Palma al suroeste.
Binissalem se encuentra a los pies de la Serra de Tramuntana, es bastante plana y baja =139 m en promedio=
Binissalem gozó de gran prosperidad desde siglo XVII hasta principios del siglo XIX gracias a su producción de vino, la ciudad conserva muchas mansiones que los
terratenientes ricos hicieron construir en la ciudad.
Estas casas están construidas con piedra blanca de la región de Binissalem =Pedra de Binissalem=, las canteras de piedra caliza eran casi tan famosas como su viña.
Binissalem es la ciudad de Mallorca que cuenta con el mayor número de mansiones, después de la capital, Palma.
Estas mansiones se encuentran en el centro de la ciudad =ahora restaurada= en torno a la iglesia parroquial imponente de Nuestra Señora de Robines, también construída con la misma piedra blanca. A veces se intercalan con edificios más modernos, rompiendo el estilo arquitectónico del centro de la ciudad.
Las más conocidas de estas son las mansiones Can Gelabert de la Portella y Can Sabater.
Pero otras son dignas de mencionar;
Can Antic, Can Beltran, Can Corneta, Can Bugle, Can Enric Sureda, Can Ferrer, Can Garover, Can Garriga, Can General Morante, Can Marc, Can Novell, Can Tiró de ses Bolles.
También vale la pena visitar la plaza del Pou Bo =buena fuente= con su antiguo pozo, que originalmente era el centro de la aldea, que se menciona en los documentos que datan de 1341.
En cuanto al patrimonio arquitectónico, el centro histórico de Binissalem fue declarado en 1983, de interés histórico y artístico dándole una protección especial.
La Iglesia de Nuestra Señora de Robines
La construcción de la primera iglesia de Nuestra Señora de Robines se remonta al siglo XIII =1248=, que fué en realidad una antigua mezquita transformada en iglesia finales del siglo XVI y principios del siglo XVII, mientras que conservó su estilo gótico.
Su campanario, de estilo neogótico, fue terminado en 1908, esta torre es el símbolo de la ciudad de Binissalem, visible lejos de la llanura.
Nostra Senyora Robines debe su nombre al antiguo nombre del pueblo, Robines.
En el momento de la distribución de la tierra después de la reconquista española, las granjas de Robines, Beni Salam, Beni Rasjell y otras fueron asignadas al vizconde de Bearn.
La aldea se nombra primero como Robines pero el nombre Beni Salam ganó importancia y dio su nombre a la localidad.
La región de Binissalem cuenta con excelentes condiciones para el cultivo de la vid y se encuentra en una meseta en altitudes entre 125 my 300 m, y está protegida contra el frío del invierno y los vientos húmedos del norte de Serra d’Alfàbia.
Los suelos son ligeros y bajos en nutrientes, con capas de piedra caliza en polvo de ladrillo, lo que contribuye a la retención de las aguas subterráneas.
El clima es marítimo mediterráneo, con veranos calurosos e inviernos cortos y suaves.
El cultivo de la vid se inició en la época del Imperio Romano en el siglo I dC, Plinio destacaba los vinos mallorquines en comparación con los mejores vinos de Italia.
Durante la ocupación musulmana, y a pesar de la prohibición del Corán, el cultivo de la viña continuó, y cuando el rey Jaume I conquistó la isla en 1230, el moro Beni Abet le dio uvas de excelente calidad.
La producción de vino del siglo XIV ya era considerable.
La producción aumentó de nuevo en la segunda mitad del siglo XIX, después de que los viñedos franceses fueran devastados en 1862 por la filoxera Americana, y que obligó a Francia a importar vino de España e Italia para satisfacer su demanda interna.
La exportación de vino de Mallorca alcanzó su punto máximo en 1890 con 300.000 hectolitros, había alrededor de 27.000 hectáreas de viñedos en Mallorca.
Pero en 1891, la filoxera llegó a la isla de Mallorca, destruyó los viñedos y fue una de las principales causas de la emigración entre 1891 y 1895.
Durante la primera mitad del siglo XX, la superficie total de viñedos varió entre 5.000 y 8.500 ha, con la introducción de vides americanas resistentes a la filoxera, teniendo injertos europeos.
El cultivo de la vid había dado paso a una cultivos de almendra.
Su posición paralela a la Sierra de Tramuntana , combinada con una ligera elevación, permitió la consolidación de grandes caminos históricos, como el eje Palma-Pollentia durante la época romana, el camino de Raiguer en la época islámica, el camino Palma-Alcudia en Siglo XIX, y el ferrocarril Palma-Inca en 1875.
En el área de Binissalem se explotaban canteras de piedra y minas de lignito generando familias nobles tan importantes que gracias a viñedos y olivares, se hicieron con dinero y construyeron en Binissalem =entre los siglos XVIII y XIX= enormes casas de piedra inspiradas en el estilo italiano que enriquecieron la arquitectura del pueblo.
Se cree que la explotación de las canteras de piedra, con piedras de alta calidad y diferentes coloraciones, data de la época romana.
Fué el suministro principal para la construcción de iglesias, conventos, palacios, mansiones y detalles escultóricos y ornamentales, generando en Binissalem dinastías reales de artesanos de la piedra de gran fama en toda Mallorca , por ejemplo hay tallas en el Palacio de Palma realizadas por un Maestro Artesano de la piedra de Binissalem , y otro ejemplo, la construcción del Faro de Formentor también es obra de un nativo de esta ciudad , Binissalem .
En 1834, mientras se extraía arcilla en Binissalem , se descubrió un campo de carbón.
De esta manera nació la explotación minera de lignito en Binissalem .
El lignito tomado de las minas de Binissalem se dirigía a Palma y a Barcelona .
Binissalem fue uno de los primeros lugares en Mallorca con alumbrado público, primero con petróleo en 1864 y con suministro eléctrico en 1905, Binissalem también fue la primera ciudad de Mallorca con cancha de fútbol en 1914.
Como todo pueblo del interior profundo y olvidado, Binissalem es uno de esos sitios que vale la pena visitar y disfrutar.
Gracias a éstos pequeños poblados que conservan gran parte de la historia antigua uno aprende en vivo y en directo a imaginar cómo era todo en tiempos muy lejanos, que han quedado plasmados apenas, en los libros de historia.
¡¡¡Muchas gracias lectorxs de Binissalem!!!
Fuerte abrazo.
Próximo aterrizaje;
Santa Cruz de la Sierra-Bolivia.
Gilgamesh***
Fuentes;
-mallorcaprivatetourguides
-ajbinissalem
-elmundo
