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domingo, 6 de diciembre de 2020

* Gnosis-Estoicismo; regalo para un año que se acaba *

***Bellísimo Domingo para todxs.

Aprovechando que ya se nos viene encima el fin de año y esos momentos de balance, quiero hacer un alto en nuestra rutina y regalarles conceptos que sin dudas, de poder aplicarlos, lo van a agradecer.


He escrito kilómetros de reflexiones en éste blog, he  intentado explicar la Gnosis para que la vida de cada uno de ustedes pudiera tener un sentido y saciar todas las preguntas que siempre nos aquejaban, Gnosis para la vida diaria partiendo de aquella Gnosis histórica, que también hemos analizado aquí desde otras corrientes de pensamiento que la amoldaron de acuerdo a la época.

Recordarán seguramente los posts de Filosfía, del gran Epicteto y de los Estoicos por ejemplo.
Pues el regalo, decía, es un artículo que me ahorra explicar ya que lo considero perfecto y muy positivo para ustedes si logran poner en práctica el no menor detalle de aplicar la Gnosis  con cierta metodología que los Estoicos supieron practicar y que aún, habiendo pasado miles de años, son perfectamente adaptables a nuestro mundo  *moderno*.

Siempre lo expliqué, *mente*, esa caja o maquinaria que es la gran responsable de nuestras desdichas que nos suele conducir al *error*, maquinaria que los arcontes  instalaron en nuestro ser para condicionarnos sí o sí, excepto...que le demos poder a nuestro Espíritu y ese Espíritu debe ejercitarse sin rebuscados ritos, alcanza y sobra con reconocer primero todo ésto, y luego ponerse manos a la obra.
*Curar* nuestras neuronas, reflexionar, cuestionar lo que pareciera decirnos nuestro yo interior y que está siempre tentado por el arconte mental enviándonos falsos mensajes, decisiones equivocadas.

No hablo de una vida en perfección absoluta, pero sí de vivirla y asumirla de la mejpor manera posible, y mucho de ésto tiene que ver con  la negación que tenemos de pensar en cosas que nos dan miedo o en situaciones que jamás querremos analizar y solemos decir  *mejor no pensar en esas cosas*.


Pues he allí una de las trampas que han sabido incluírse en supuestas *autoayudas* o disciplinas pseudoespirituales que nos dicen que no hay que pensar en cosas malas o negativas porque atraemos lo que pensamos, creamos, sin embargo ese tipo de conceptos lo único que hacen es seguir privándonos de la impediosa reflexión sobre cosas que, nos gusten o no,  van a ocurrirnos algun avez.

Y quien evade el análisis termina sufriendo horrores cuando lo inevitable le ocurre, tal como nos ocurre a todos.
Desde una enfermedad, hasta un desencanto amoroso, la pérdida de un trabajo, la desaparición de un ser amado, y demás sinsabores que la vida contiene.
No pasa por imaginar mentalmente un aescena desagradable y darle vida, no, pasa por reflexionar sobre tal hecho y prepararse para afrontarlo cuando nos toque experimentarlo.  Entonces, si atraemos lo que pensamos vamos a atraer la solución para un momento difícil, mientras hoy, previamente hacemos la reflexión para ese futuro que aún no ha llegado, no atraemos el problema, atraemos la solución porque, tal como lo decía la Gnosis y también los Estoicos, no tenemos control sobre todo, más allá de los cuentos del libre albedrío.

Son pocas las cosas que en verdad podemos modificar y para eso hay que educarse en la serena reflexión, esa reflexión que pone las cosas en su lugar sin que nos dé miedo conocerlas, porque en algún momento de la vida vamos a tener que lidiar con ellas y vérnosla cara a cara.     
Les pido encarecidamente que lean con atención y la tranquilidad necesaria tanto lo que estoy escribiendo como lo que les voy a compartir, y en lo posible, que lo desmenucen, lo mastiquen, lo analicen y en definitiva, que lo pongan en práctica.
Es en cierta forma la mejor receta que les puedo dar si es que desean estar bien consigo mismos y con lo que ya sabemos; ésta vida en la que hemos sido puestos o sembrados con múltiples trampas y mecanismos que buscan envolvernos en una interminable rueda de egresos y re-ingresos, de retornos interminables para volver a empezar bajo la tramposa técnica de borrarnos la memoria, aquellas *aguas de Leteo* que debemos evitar beber.

Justamente semanas atrás una amiga estaba pasando un terrible momento anímico, a punto tal que por las redes hizo un temeroso anuncio cuasi-público, que daba a entender que se despedía de éste mundo, es decir una amenaza si se quiere, de que se quitaría la vida. 

 
Desesperados comentarios  les dejaron sus amistades en esa publicación, y yo solo atiné a enviarle un chat privado diciéndole que, si efectivamente quería evitar el dolor de estar viva, no lo iba a lograr quitándose la vida porque lo único que estaría logrando sería regresar a sufrir mucho más y en peores condiciones.


*No se trata de irse antes*  le dije, *se trata de no regresar jamás cuando nos lleve lo que ya está inicialmente decretado y es inevitable, pero para no volver jamás hay que enfrentar esa *invitación tramposa* a irnos antes del tiempo estipulado que desconocemos*.

Nunca me respondió,  pasaron las semanas y yo temía lo peor aunque con la confianza en las palabras que le regalé, y de improviso, así como si nada, apareció nuevamente en la red social publicando sobre temas de actualidad que nada tenían que ver con aquella amenaza temerosa.


Nunca me dió las gracias, tampoco las esperaba, sin embargo hace un par de días me dejó un chat privado con uno de esos memes o clips diciendo algo así como que *no olvido a esas personas que realmente me quieren y tú eres una de ellas*


Caso que viene a cuento porque tal como decía más arriba, solemos negarnos a reflexionar sobre cosas que serán inevitables alguna vez en nuestra vida y cuando nos toman por sorpresa, tal como le sucedió a ésta amiga, el shock y el dolor son tan inesperados que son capaces de arrastrarnos a decisiones que en nada van a solucionar el problema sino a comprometernos incluso, allende ésta vida material .

Sin más entonces, les dejo con éste excelente compendio de riquezas reflexivas y prácticas, cuyo éxito dependerá de cada uno de ustedes, de sus ganas primeramente, y del tezón y la práctica, de la insistencia y el esfuerzo, de la perseverancia sabia que les permita finalmente pasar por ésta vida adaptándose con dignidad a los desafíos y sinrazones que nos acosarán en todo momento para arrastrarnos al lado equivocado que no debemos elegir o no deberíamos, elegir  nunca. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


El filósofo Nietzsche dijo una vez que debemos estudiar filosofía para convertirnos en mejores seres humanos. Ninguna escuela de filosofía nos ayuda en nuestra búsqueda de mejorar tanto como lo hace el estoicismo. Esta escuela de pensamiento, que comenzó en la Antigua Grecia hace más de dos mil años, enfatiza la importancia de las acciones sobre las palabras, de vivir de la manera correcta en lugar de simplemente decir lo correcto.

Estoicismo práctico


Entonces, hagamos exactamente eso y aprendamos sobre el estoicismo profundizando en las vidas y experiencias de los mismos estoicos. Este artículo está extraído de los retos formativos de Diseño Social EN+. En él descubrirás cómo estos personajes históricos ponen en práctica las virtudes estoicas fundamentales de sabiduría, justicia y coraje. También aprenderás cómo su disposición a sufrir los ayudó a enfrentar los mismos miedos, dudas y deseos que arruinan nuestras vidas hoy. Aunque si eres de los que prefiere leer un buen libro sobre este tema, te recomendamos: Diario para estoicos: 366 reflexiones sobre la sabiduría, la perseverancia y el arte de vivir creado por Ryan Holiday y Stephen Hansel

Conceptos básicos del estoicismo aplicables en la actualidad

El estoicismo es una filosofía antigua, pero sigue siendo muy relevante en la actualidad. Para comprender los conceptos básicos del estoicismo, debes saber que se basa en tres ideas fundamentales: vivir en armonía con la naturaleza, comprender la dicotomía del control y seguir una práctica de tres disciplinas.
La práctica comienza con la Disciplina del Deseo, que trata de comprender qué está y qué no está bajo nuestro control; luego, la Disciplina de Acción nos enseña cómo navegar en situaciones sociales difíciles; y la Disciplina del Asentimiento se trata de hacer mejores juicios e interiorizar los principios.
El estoicismo se remonta a la antigua Roma, por lo que es lógico que se hayan acumulado muchas críticas y conceptos erróneos al respecto a lo largo de los años. Algunas personas descartarán el estoicismo como nada más que una forma elegante de decir: *Mantén el labio superior rígido*. Pero la verdad es mucho más significativa y útil que eso.

El estoicismo ha sido una filosofía popular durante todos estos miles de años porque ofrece un marco eficaz para quienes desean una vida de virtud y serenidad. Esta filosofía prioriza la razón y la lógica al ofrecer formas de navegar en situaciones sociales difíciles y tomar decisiones virtuosas continuamente. Quizás ahora, más que nunca, estemos rodeados de formas de entregarnos a placeres fáciles y poco gratificantes. Entonces, ¿por qué no consultar con los estoicos para ver qué consejos tienen sobre cómo evitar las trampas de la vida moderna?

La disciplina del deseo

En *A Handbook for New Stoics*, los autores presentan 52 ejercicios que están diseñados para guiarlo desde ser un principiante hasta un estudiante avanzado en el transcurso de un año. Pero los autores también sugieren nueve ejercicios que deberían darte una impresión suficiente para determinar si el estoicismo es algo que quieres seguir.
Estos nueve ejercicios se dividen uniformemente en tres categorías: la disciplina del deseo , la disciplina de la acción y la disciplina del asentimiento. Estos componen lo que se conoce como la práctica de tres disciplinas del estoicismo. Estas disciplinas están diseñadas para mejorar tu carácter y ayudarte a ser la mejor persona que puedas ser.

Las tres disciplinas se centran en lo que se conoce como dicotomía del control. Implica identificar y separar lo que está y lo que no está bajo nuestro control.
Y si está familiarizado con la Oración de la Serenidad, entonces está familiarizado con esta dicotomía. Dice: *Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo y la sabiduría para reconocer la diferencia*. Se pueden encontrar variaciones de este sentimiento en religiones como el budismo y el cristianismo, así como en filosofías como el estoicismo.

Entonces, el primer ejercicio consiste en familiarizarse con lo que está y no está bajo su control. La realidad es que muy pocas cosas están bajo nuestro control total . Uno de los antiguos autores estoicos cuyo trabajo ha sobrevivido a lo largo de los años es Epicteto. Solo tememos control sobre el pensamiento, el impulso y la voluntad.
Ahora, echemos un vistazo más de cerca a lo que se refería Epicteto porque debemos tener en cuenta la traducción y el hecho de que las palabras de los antiguos estoicos han cambiado con el tiempo. Epicteto no estaba sugiriendo que podamos controlar qué pensamientos entran en nuestra mente o qué impulsos ocurren. Más bien, se refería a los juicios que pueden llevar nuestros pensamientos y si decidimos o no actuar según nuestros impulsos.

Por ejemplo, no podemos controlar cuándo llega un impulso de hambre. Pero podemos decidir si caminar o no a la cocina, y podemos decidir qué alimentos consumir y cuáles evitar. Del mismo modo, si nuestro primer pensamiento al conocer a alguien es, *Oh, esta persona es un idiota*, podemos controlar si aceptamos o rechazamos este pensamiento. En este sentido, podemos tomar la palabra *pensamiento* en la lista de Epicteto de cosas sobre las que tenemos control total y reemplazarla con *juicio*.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Centra tu atención en lo que puedes cambiar

En muchos sentidos, la naturaleza humana de hoy no es tan diferente ahora de lo que era en el 300 a. C. Muchos de nuestros deseos siguen siendo los mismos. Las tentaciones como la comida, el sexo, el alcohol, las drogas y el juego continúan siendo la raíz de los deseos compulsivos que pueden dañar o incluso destruir vidas. La disciplina del deseo se trata de desarrollar tu voluntad para evitar o controlar los deseos que no contribuyen al buen carácter.
En última instancia, una cosa sobre la que tenemos un control total es nuestro carácter, ya que nuestro carácter es esencialmente la suma de nuestras decisiones y acciones. Podemos controlar nuestros impulsos y podemos tomar decisiones basadas en un razonamiento sólido y en nuestro propio conjunto de valores e ideales. Sí, a menudo hay fuerzas externas que intentan que hagamos cosas que pueden no alinearse con esos valores, ya sea publicidad persistente o las opiniones de amigos, familiares o compañeros de trabajo, pero en última instancia, la decisión es nuestra.

Entonces, mientras que el primer ejercicio trata de reconocer lo que está y lo que no está bajo su control, el segundo ejercicio trata de cambiar su enfoque. Veamos si podemos dejar de preocuparnos por cosas externas que están fuera de nuestro control y, en cambio, centrarnos en las internas,  cómo decidimos usar nuestro tiempo o cómo respondemos a los desafíos que la vida nos presenta.

La impermanencia estoica

Piénselo de esta manera: ¿cuánto de nuestras vidas pasamos preocupándonos por resultados sobre los que tenemos muy poco control?
Considera tu salud.
Entre las cosas a las que Epicteto nos aconseja que no tengamos aversión están la enfermedad, la muerte y la pobreza porque, una vez más, no tenemos un control total sobre estas cosas. Podemos influir en ellos tomando decisiones que apoyen una vida larga y saludable, pero en última instancia, podríamos muy bien terminar enfermos o pobres por causas ajenas a nosotros. Y como no podemos controlarlo, no debemos dejar que nos preocupe.

Lo mismo puede decirse de la próxima revisión de desempeño en el trabajo. En lugar de depositar todas sus esperanzas y su felicidad en el resultado, un estoico simplemente se concentraría en hacer el mejor trabajo posible.

*Sé que hice lo mejor que pude. El resultado no está bajo mi control, pero puedo elegir ser feliz de todos modos porque hice todo lo que estaba en mi poder para influir en un resultado positivo*.

Disciplina del Deseo


El ejercicio final de la disciplina del deseo trata de un tema delicado: la impermanencia.
Lo más probable es que, en el fondo, conozca la realidad de la situación: nada dura para siempre. Sin embargo, para muchos de nosotros, esto es algo que decidimos ignorar.
Para los estoicos de la vieja escuela como Epicteto y el emperador romano Marco Aurelio, había una buena razón para tener en cuenta la impermanencia de la vida. Solo cuatro de los 13 hijos de Marco Aurelio vivieron hasta la edad adulta, y durante su reinado, hubo una terrible plaga que se cobró la vida de cinco millones de romanos. Al igual que sucede en la terrible pandemia mundial que vivimos actualmente, prepararse para la posibilidad de que un ser querido falleciera tenía sentido.

Los críticos del estoicismo a menudo sugerirán que sus principios están diseñados para convertir a las personas en robots mórbidos e indiferentes que evitan el placer. Pero esto tiene una visión muy limitada. Pregúntese, ¿qué tiene más sentido: negar el hecho de que nada dura para siempre o estar preparado para lo inevitable?
Lo que los estoicos realmente valoran es la ecuanimidad, que es muy diferente de una actitud fría, insensible e indiferente. Luchar por la ecuanimidad se trata de luchar por un cierto nivel de serenidad o calma sensata.
¿Y quién no querría eso?

No olvidemos que la impermanencia no se trata solo de vida o muerte. La razón y la lógica nos dicen que la impermanencia se aplica a casi todo en la vida, incluidas nuestras pertenencias y circunstancias. Muchos de nosotros nos sentimos infelices cuando nuestra computadora se avería o el mercado de valores se cae. Pero tal vez no deberíamos. Quizás la forma de vida más sensata sería comprender que esas cosas van a suceder y que lo que está aquí hoy puede desaparecer mañana.
Esto no solo es vivir de acuerdo con la naturaleza, sino que también puede conducir a un mayor aprecio por las cosas buenas de la vida, lo que, a su vez, puede conducir a una mayor felicidad. Por otro lado, también puede generar más resiliencia ante las dificultades, ya que sabes que tampoco durarán para siempre.

Cuando se trata de la disciplina del deseo, aceptar la impermanencia es sin duda uno de los aspectos más desafiantes. Así que empieza poco a poco y avanza hacia las cosas más importantes. Por ejemplo, si tu coche sufre una avería, intenta ser estoico al respecto. La lógica debería decirte que iba a suceder algún día, entonces, ¿por qué preocuparse por eso? En lugar de capitular ante la frustración, da gracias por todos los días en que tu coche te llevó a donde necesitabas ir. Tu responsabilidad pasada era cuidarlo =taller, revisiones=.
Y tu responsabilidad presente será cuidar al próximo coche a tu disposición.

Disciplina de la Acción

Siguiendo la Disciplina del Deseo, entramos en la Disciplina de la Acción.
Mientras que la primera disciplina se trataba de aprender a concentrarse en las cosas que puede controlar, la segunda disciplina se trata de las acciones que toma o no toma. Se trata de cómo respondemos a la adversidad y los pasos que podemos dar para tomar las mejores y más virtuosas decisiones.
Una vez más, el objetivo del estoicismo es vivir una vida de carácter virtuoso. Para un estoico practicante, eso significa vivir una vida en armonía con la naturaleza. Y armonía significa ecuanimidad y no perder los estribos ni sucumbir a la ira.

Naturalmente, es más fácil decirlo que hacerlo. Pero como con todo, se trata de practicar, practicar y practicar. La clave de esta práctica es comprender tu entorno. Recuerde, los estoicos valoran mucho estar familiarizados con la naturaleza humana. En este caso, es conocer de antemano los desafíos que puede esperar al entrar en una situación determinada.

El punto es prepararse para lo que es probable que suceda para que no lo tomen desprevenido. Esto disminuirá las posibilidades de perder los estribos accidentalmente o de comportarse de una manera que luego pueda lamentar. Después de todo, si hay algo en lo que podemos confiar de manera confiable, es que ciertas personas se comportarán invariablemente de manera inapropiada.

De hecho, así como podemos prepararnos para entrar en una situación difícil, podemos anticiparnos a encontrarnos con personas difíciles sin importar dónde nos encontremos. Como señaló una vez el emperador Marco Aurelio, algunas personas son egoístas, celosas, engañosas, violentas y, en general, no hacen nada bueno. Sin entrar en alguna patología psicológica concreta =psicópatas por ejemplo=, podemos considerar y admitir que hay muchas personas tóxicas. Seguramente te encontrarás con algunas de estas personas hoy. Pero es TU RESPONSABILIDAD no ser tú una de esas personas o no comportarte como las malas personas.

Escribir un diario como práctica estoica

El ejercicio final bajo la Disciplina de Acción es realmente un ejercicio que puede beneficiar a las tres disciplinas. De hecho, es un ejercicio recomendado por muchos profesionales de la salud mental y por terapeutas que simplemente intentan ayudar a sus pacientes a dormir mejor por la noche. Es el simple acto de reflexionar sobre tu día y escribir algunos pensamientos. Si quieres saber cómo hacerlo de forma productiva, te recomendamos la Regla de las dos Horas o la planificación Full Focus Planner.

Uno de los escritos estoicos antiguos más importantes son las Meditaciones de Marco Aurelio. Esencialmente, Meditaciones es una reproducción de los diarios de Marco Aurelio y muestra cuán importante fue el proceso para ayudarle a identificar y adherirse a sus virtudes.
Meditaciones también es un libro reconfortante. Podemos ver que Marco Aurelio es muy consciente de que no es perfecto y que ser estoico es un trabajo constante en progreso. Al tomarse el tiempo para reflexionar y hacer un balance de sus luchas y victorias, puedes identificar áreas y disciplinas que necesitan atención.

Séneca, un senador romano y otra figura clave en la antigua tradición estoica, también defendió la idea de la autorreflexión regular al final del día. Para él, era una práctica que le permitía dormir profundamente por la noche. Y si alguna vez ha dado vueltas y vueltas en la cama y no ha podido dejar de reproducir los eventos anteriores en el día, debe hacer lo mismo. Reserve algo de tiempo antes de acostarte para reflexionar sobre el día, escribir tus pensamientos y cosechar los frutos de una mente tranquila.
Los autores también recomiendan llevar un diario como una forma de fortalecer todos los aspectos de su práctica estoica, especialmente cuando recién está comenzando. Utiliza tu diario para reflexionar sobre los principios básicos que ya hemos mencionado.

Por ejemplo, piensa en un momento difícil que hayas vivido recientemente y escribe algunos aspectos de esta experiencia que estaban bajo tu control y otros que no. ¿Qué puedes aprender de esta experiencia? ¿Cómo podría prepararse mejor la próxima vez para que no sea tan difícil como antes? ¿Tenías expectativas poco realistas que te llevaran a creer que la persona con la que te encontraras se comportaría de cierta manera? ¿O quizás hubo un evento reciente que sirvió como un doloroso recordatorio de la impermanencia de la vida?

Como puede ver, al reflexionar sobre los eventos recientes, realmente puede fortalecer su comprensión de los principios básicos del estoicismo. Es una herramienta invaluable para enfocar sus energías en las cosas que están bajo su control: prepararse para enfrentar escenarios desafiantes y personas difíciles.

Disciplina del asentimiento

Siguiendo la disciplina del deseo y la disciplina de la acción, entramos en la disciplina del asentimiento, la más avanzada de las tres disciplinas del estoicismo.
Ahora es un buen momento para recordar las tres cosas que Epicteto creía que estaban bajo su completo control: pensamientos, impulsos y la voluntad de evitar y conseguir. En la disciplina del deseo, trabajamos en nuestra capacidad para dominar nuestra voluntad de evitar y conseguir. Con la Disciplina de la Acción, trabajamos en controlar nuestros impulsos. En la disciplina del asentimiento, son nuestros pensamientos. Y recuerde, en el estoicismo, los pensamientos se refieren esencialmente a los juicios rápidos que hacemos. Si bien no podemos evitar que ocurran, podemos aprender a contrarrestarlos con lógica, razón y el deseo de vivir de manera más virtuosa. En este sentido, debemos estar muy atentos a nuestros sesgos cognitivos.

Todos sabemos que las impresiones iniciales suelen ser erróneas.
¿Cuántas veces hemos hecho suposiciones sobre las personas, solo para demostrar que estamos equivocados una vez que llegamos a conocerlos mejor?
¿Cuántas veces hemos temido ir a un evento, solo para ser sorprendidos gratamente una vez que llegamos allí?

Hechos, no palabras.

Como dice el refrán, las apariencias pueden engañar, por lo que la práctica aquí es prestar atención a esos instantes en los que surge un pensamiento crítico. Como sugiere Epicteto, *confronta cada impresión con las palabras*.
Los autores recomiendan la misma práctica. Si está solo, incluso recomiendan decir estas palabras en voz alta. Hacerlo así debería tener el efecto de evitar que tomes malas decisiones o reacciones instintivas de las que puedas arrepentirte. El punto es volverse más reflexivo y atento cuando se trata de reaccionar y tomar decisiones. Entonces, la próxima vez que sientas que se avecina una decisión rápida, deténgase, piénselo y tómese un momento para calmarse.

Para llevar este ejercicio un paso más allá, no te limites a captar tus juicios y recuerda que pueden estar equivocados; cuestiónatelos.
¿Por qué aparece este juicio?
¿Cuál es la razón subyacente?
Como veremos, este es un gran paso para unir todas las disciplinas.


Interiorizar el estoicismo práctico

Todo el mundo pierde la calma de vez en cuando. Incluso los estoicos más fervientes de la historia fueron abiertos sobre sus defectos. Así que no te castigues si decides aplicar los principios estoicos a tu vida y aún así descubres que la ira se apodera de ti de vez en cuando.
El estoicismo no se trata de ser perfecto. Se trata de aprender de tus errores y tener una disciplina que te permita más ecuanimidad, más estabilidad emocional, calma y tal vez incluso felicidad. Se trata de no dejar que el aspecto desordenado de interactuar con la gente se apodere de ti.
Cuando juntas todo esto, el estoicismo se convierte en una forma de mejorar tu carácter y convertirte en una persona más virtuosa.

¿Cómo puede esto mejorar mi carácter?
Ésta es otra pregunta que puede hacerse cuando su pensamiento inicial le diga que esto es algo que desea o desea evitar. Los principios del estoicismo están muy arraigados en la idea de que todos estamos en constante progreso, y necesitamos tener a mano frases y preguntas simples que podamos repetir y usar para recordarnos constantemente que debemos tomar las decisiones correctas.

Cuanto más practiquemos y nos entrenemos para pensar, tomar decisiones y comportarnos de manera que mejoren nuestro carácter y nos ayuden a ser más virtuosos, más fácil será. Esta no es solo una piedra angular del estoicismo; este es también el principio fundamental detrás de la terapia cognitivo-conductual. En otras palabras, existe mucha evidencia científica de que este enfoque para formar hábitos virtuosos que fortalecen el carácter, funciona.

En este artículo, en realidad solo hemos arañado la superficie de lo que se trata el estoicismo. Pero puede ponerse en el camino correcto aplicando algunos de los principios que hemos cubierto aquí y haciendo el esfuerzo consciente de internalizarlos.
Si bien la autorreflexión nocturna es una gran herramienta para hacer esto, otro método útil es la meditación diaria. Los principios de la meditación de atención plena están muy alineados con los del estoicismo. La meditación de atención plena está diseñada para mantenerte enfocado en el momento presente, y para los estoicos, este es el único momento sobre el que tenemos control, por lo que también es el foco de su atención.

El pasado está en el pasado y el futuro no es algo sobre lo que tengamos un control total, pero el presente siempre está lleno de oportunidades para mejorarte y mejorar la vida de quienes te rodean. Cuando comiences a elegir esas oportunidades en lugar de placeres fáciles, estarás siguiendo el camino del estoico.

Fuerte abrazo.
Gilgamesh***

 

 

 



Fuente;
-muhimu

viernes, 17 de abril de 2020

* Apestados; Coronavirus-66 *

***Saludable y paciente alfinViernes encuarentenados para todxs.

La Pandemia no se detiene sin embargo muchos Estados intentan vender una *sensación* de control, de que las cifras de contagios y muertes están bajando, tal el caso de Trump quien alienta a que en breve la cuarentena light en ese país se va a levantar...

Ayer ese país tuvo la BESTIAL jornada que en 24 horas arrojó 4.491 muertos...una locura..récords de récords desde que venimos relevando y haciendo estadística.
Cuando veo a Trump haciendo su discurso diario realmente alcanzo a entender el grado de ignorancia de gran parte del pueblo estadounidense.., ¿porqué? porque ante semejante afrenta a la inteligencia en un país *normal* la gente estaría protestando masivamente pidiendo su renuncia.

Pero no...por el contrario, éste hombre sigue gozando de un gran apoyo en su país, y escucharlo en su discurso, ver su imposta, su mala actuación, su mendacidad, sus expresiones y argumentos típicos de un padre hacia su hijito de 5 años...me resulta increíble..a la hora de pensar en que ese país ha sido quien le impone casi siempre por la fuerza al resto del mundo sus demenciales *reglas*...
Mismo análisis podría aplicar al pierrot inglés, una mezcla de bufón con estandapero de esos que nos hacen reír con sus monólogos, o el arlequín sudamericano en la versión del quinto mundo tomando por idiotas a los 209 millones de habitantes que dependen de sus demenciales medidas..

Versión más seria pero no menos vergonzosa la del vecino Guasón transandino especialista en dejar tuerta a la gente que se ha atrevido a salir a las calles a cuestionarlo y que hoy no sabe cómo atender sanitariamente a millones luego de haber privatizado todo, y los consorcios espúreos que han hecho de la salud un vil negocio hoy...bien gracias..si te he visto...no me acuerdo.

También tenemos la versión de la media esfera, allá donde hemos cortado imaginariamente en dos a nuestro planeta, y el gran traidor con nombre de comunista es el más atrevido impostor neoliberal, que ni siquiera puede garantizar que el Estado al cual él representa pueda evitar que la gente saque a sus muertos a la calle y les prendan fuego porque nadie los pasa a retirar....

Estamos viendo cosas tremendas... pero bien reales que antes no alcanzábamos a dilucidar porque bien disfrazadas y maquilladas estaban.
Un primer mundo al que le fueron inculcando que sus mayores, los viejos, se volvían una molestia y los depositaban sin ningún cargo de conciencia en esos *corralones* para ancianos, regenteados por otra gran banda de estafadores que mediante una buena suma de dinero fabricaban un idílico pero falaz *residencial* donde los pobres viejos..pasarían su última etapa de la vida felices y con la mejor atención...
Pues...ahí están los pobres viejos..muriendo como moscas mientras nadie los tuvo en cuenta, y el idílico residencial se volvió en algo similar a un campo de exterminio.

Qué barbaridades estamos viendo..., gobiernos desesperados en cuyas espaldas recae la decisión que no pasará inadvertida por el pueblo sobre priorizar la vida o la economía....desesperados pero a la vez excitados como putas de puerto al ver que viene un barco lleno de posibles clientes y no van a dejar pasar la oportunidad de hacerse el mes...aunque tengan que estar 48 horas abriendo y cerrando las piernas...así pareciera que éstos gobernantes se tientan cuando las élites económicas los apuran, los amenazan, los extorsionan, y les condicionan el apoyo.

Así entonces, entre la salud y la vida de sus gobernados, entre el miedo a perder poder, terminan eligiendo el barco...y abriendo las piernas.
El dinero manda, el dinero condiciona, el dinero nos obligó siempre a todos a hacer cosas que no haríamos si pudiéramos elegir qué hacer.
Si no hacer nada y mirar el cielo, o tener que ir 8 horas al día a enriquecer a otros a cambio de una limosna llamada *salario* para poder tener acceso a cosas que deberíamos tener gratuitamente ya que comer o tener un pedazo de tierra donde vivir es un derecho humano.
Pero al planeta lo han privatizado desde siempre, si existe el liberalismo éste se fundó desde tiempos del Edén.

Tierras delimitadas, tomadas por *decreto divino*, por la fuerza, nunca por la razón.
Ese es el mundo que hemos tenido siempre y que a partir de éste encierro dentro del encierro =planeta prisión ahora con prisión domiciliaria= deberíamos ponernos a cuestionar si no es hora ya de reclamar muchas cosas que debieron ser un derecho.
Muchos se rompen la testa imaginando futuros escenarios, incluso filósofos y pensadores muy reconocidos quedan en ridículo porque un quiebre como éste actual que tenemos, es afín al sostenimiento de sus consabidas teorías, sin embargo nadie sabe qué vendrá el día después de la pandemia.


Tal como decía Lao-Tse;

*Quienes tienen Conocimiento, no predicen.
Quienes predicen, no tienen Conocimiento*.



La pandemia del COVID-19 es incomparable con otras:
sabemos que cambiará el mundo, pero no tenemos certezas hacia dónde.
En este paraíso de incertidumbres, filósofos como Slavoj Zizek, Byung-Chul Han o Giorgio Agamben arriesgaron predicciones que varían entre la estocada final al capitalismo, teorías conspirativas y futuros sombríos de más aislamiento e individualismo.

Todas tienen algo en común:
la falta de evidencia.
Si no hay un modelo único de sociedad después de la peste, lo que precisamos ahora son pensamientos serios y fundados con perspectiva histórica y social, dice Silvio Waisbord.

La pandemia generada por el COVID-19 disparó infinitas especulaciones sobre el mundo posible después de la crisis.
Especular es enormemente atractivo.
Es gratuito, salvo que uno invierta sus propios limitados recursos, vida, tiempo, dinero.
Compartir ilusiones y miedos es una oportunidad tentadora, pero se puede convertir en un ejercicio narcisista cuando se tiran al viento pronósticos vagos, en especial en circunstancias como estas.

La buena prognosis demanda perspectiva, lo cual es difícil considerando que estamos en medio de la pandemia, un terremoto que sacude a la vez a sistemas políticos, económicos, sociales e informativos.
De hecho, expertos en la pronosticación basada sobre big data y complejas inferencias, como epidemiólogos, asesores financieros, y estimadores de riesgo empresarial han mostrado cautela más que una confianza arrolladora.
Saben que no sabemos qué vendrá.
La pandemia puede ser un game changer, pero no sabemos hacia dónde.

Como comunidad global, jamás hemos vivido algo similar.
Es una situación sin precedentes, conclusión que aunque habitualmente es dicha con facilidad en este caso puede aplicarse.
Jamás hubo tal grado de conexión mundial que explique tanto la rápida dispersión del virus como sus inmediatas consecuencias en la vida cotidiana.
Esta pandemia no es directamente comparable a las recurrentes epidemias que azotaban pueblos europeos, la gripe española de 1918 =en realidad, norteamericana ya que se originó en Kansas=, o las varias epidemias de una década atrás,SARS, Ebola.
La historia ofrece importantes sugerencias, pero no brinda lecciones que se puedan calcar y aplicar a futuro.

Que la pandemia del COVID-19 sea incomparable no quiere decir que sea peor o mejor, sino que plantea interrogantes únicos sobre los que carecemos de respuestas obvias:
duración, continuación, impacto económico y laboral, epidemias recurrentes.
Las condiciones actuales son demasiado fluidas para ponernos en el rol de pitonisas.

En este paraíso de incertidumbres, reputados filósofos publicados en varios sitios en Internet dan sus pronósticos sobre la pospandemia.
Estos vaticinios fueron reproducidos en el libro *Sopa de Wuhan*, titulo infeliz considerando que ignora que no hay que ligar enfermedades con nación, etnia o religión que alimentan el racismo y la xenofobia reinante.

El infaltable Slavoj Zizek, siempre listo para anunciar que el futuro es inevitablemente socialista, aventuró que *el virus matará al capitalismo*.
Lo describió como *la técnica del corazón explosivo de la palma de cinco puntos*, analogía obtenida no de las lecciones de la toma de la Bastilla o la guerrilla de Sierra Maestra, sino de la película Kill Bill.
Fiel a su estilo punzante y combativo, Zizek no explica como ocurriría tamaño proceso, si se viene un socialismo global o acotado a algunos países, o si vivimos en la antesala de un socialismo leninista, lacaniano o ligeramente caviar.

Pareciera que Zizek se regodea en que sus especulaciones salvajes atraigan atención, y que le aburre elaborar argumentos sistemáticos y estratégicos sobre el gran momento de quiebre capitalista.
Uno asume que alguien con un currículo pobre de pronósticos certeros y profuso en juicios ofensivos, como dice razonablemente Moeller-Nielsen, se hubiera llamado a modestia sobre la situación actual.
En especial con temas que están fuera de sus zonas de expertise como epidemiologia, virología y economía.
Ludwig Wittgenstein aconsejó *que sobre lo que uno no puede hablar, uno debe estar en silencio*.

Recordemos que hace una década Zizek predijo que el sistema capitalista se acercaba a su punto final.
Y que apostó por Trump en la elección de 2016 especulando que así el liberalismo norteamericano se radicalizaría, lo cual llevaría a la aceleración de las contradicciones en el corazón del imperio.
Mezcló ilusiones primaverales con facultades analíticas.

Apoyar a Trump es, como mínimo, irresponsable y cínico, en particular si no se sufren directamente los embates de sus promesas y políticas nefastas contra mujeres, inmigrantes, minorías, salud y educación.
Esperar el surgimiento de un actor revolucionario en una supuesta extremización muestra un conocimiento superficial de la política estadounidense.
El probable candidato demócrata Joe Biden es un máximo representante del establishment desde hace cuatro décadas.
De igual modo, existe un enorme apoyo por causas centristas o moderadamente de izquierda en grandes sectores de la opinión pública sobre tema urgentes como la economía, la desigualdad, la violencia, el racismo.

Las propuestas más destacadas de Bernie Sanders, el supuesto líder de la izquierda radical en los ojos de Zizek, son convencionalmente socialdemócratas en un país afirmado a la derecha del conservadurismo europeo del siglo veinte.
No hay radicalización.
No hay guerra civil en los demócratas.
La revolución puede esperar sentada.

Byung-Chul Han, otro filósofo influyente en ciertos círculos intelectuales, observa astuto que Zizek se equivoca al inferir que el virus es la estocada final al capitalismo.
Han predice un capitalismo recargado y el surgimiento de formas alternativas de movilización.
La revolución se hace con personas más allá de situaciones particulares, dice con acierto.
Han avizora más de lo mismo =o peor=.
La razón es sencilla:
no hay evidencia concreta que ayude a imaginar una trayectoria diferente.
Sin embargo, se apura al sentenciar sin evidencia que *el virus nos aísla e individualiza, no genera ningún sentimiento colectivo fuerte*.

Hay ejemplos cabales de solidaridad y unión canalizadas por plataformas digitales, como así también movilizaciones para que los gobiernos sean sensibles y atiendan de forma urgente la situación de los más excluidos.
El aislamiento físico no necesariamente individualiza cuando se pueden mantener y recrear formas de comunidad.
De hecho, expertos en temas de sociabilidad digital, como Sherry Turkle, vienen anticipando nuevas formas de construir y mantener lazos sociales.
Varios ejemplos durante la pandemia confirmarían esta idea, en tanto personas a lo ancho del planeta se han replegado en la vida social digital para combatir la separación, ansiedad, miedo, depresión, y soledad.

Giorgio Agamben, otra estrella de la filosofía contemporánea, descarta la importancia del COVID-19 con una frase históricamente equivocada;
*es una gripe normal*, sentencia similar a la de otros expertos en virología como Jair Bolsonaro y Donald Trump ...
Flirtea con teorías conspirativas sobre la *invención* de la pandemia sin ofrecer pruebas.
Sus piruetas discursivas desconocen un cuerpo de conocimiento que categóricamente concluye lo contrario, lo cual es una omisión de conveniencia o desprolijidad intelectual.

Como cualquier teoría conspirativa, pretende estar libre de esa pegajosa molestia de mostrar evidencia irrefutable sobre una confabulación.
Es difícil creer que los Estados necesitan generan pánico colectivo, como argumenta, y que la pandemia sea un momento finamente planeado.
No está claro que *los Estados* y el capitalismo están ganando o que hayan *necesitado* la crisis considerando que el gran capital global atravesaba un espléndido momento en la última década después de la recesión del 2008.
Varios criticaron a Agamben por sus especulaciones, como Paolo Flores d’Arcais, director de la revista de izquierda MicroMega, quien lo acusó de propagar la *filosofia del cazzo*.

Un punto común en estas predicciones distintas es la desprolijidad:
especular sobre temas que se carece de evidencia y desconocer trabajos metódicos sobre epidemiologia, economía y vida digital.
Es tentador dar impresiones del momento en medio de la abundancia de información y la velocidad de los acontecimientos.
El problema son las boconadas que muestran el mismo rigor que las visiones de un tarotista improvisado.

Filosofar sobre el futuro, de forma omnívora, es sencillo.
Solo basta pensar y hablar al micrófono abierto.
Sin embargo, se cae fácil en generalizaciones que dejan a un lado lo que expertos saben y desconocen.
En un mundo de celebridades intelectuales, se emiten visiones aventuradas y rimbombantes =¡Viene el socialismo! ¡Estamos solos! ¡Hay conspiración!= que corren con ventaja sobre diagnósticos y especulaciones cuidadosas, difícilmente atractivos para los grandes titulares.

Conclusiones como *No tenemos certezas*, *Hay varios escenarios posibles* o *Es complicado* carecen de similar encanto en un mundo de frases máximas y trilladas.
En la infinita lista de profecías ligeras e incumplidas, la charlataneria *du jour* hace recordar el apotegma de Lao Tzu:

*Quienes tienen Conocimiento, no predicen.
Quienes predicen, no tienen Conocimiento*.

La pandemia revela un conjunto de problemas.
Acentúa debilidades en los sistemas de salud a nivel nacional y global, producto del vendaval del mercantilismo exacerbado, los laberintos bizantinos de organizaciones internacionales, así como la ignorancia y el cortoplacismo del liderazgo político.
Muestra fragilidades de economías que priorizan los intereses del gran capital y condenan a millones al trabajo informal sin protección social de ningún tipo.
Expone la falta de preparación a pesar de las constantes alertas de expertos en salud y servicios de inteligencia sobre posibles pandemias.
Desnuda el vacío de liderazgo y coordinación a nivel mundial.

La pandemia también abre otra oportunidad para el cinismo de gobiernos que prefieren redoblar la apuesta por la ignorancia y la satanización de los críticos.
Magnifica las enormes desigualdades sociales para enfrentar los múltiples frentes de la crisis =distanciamiento social, cuarentena, desempleo, transporte, acceso a alimentos y salud=.
Deja ver el instinto autoritario de gobiernos que no dudan en aprovechar la crisis para concentrar poder y perseguir a disidentes.

Refleja déficits en la producción y el consumo de información certera, empática y amplia.
Confirma la dependencia que tenemos de plataformas comerciales offline y online para la distribución de información de interés público y el contacto mediatizado.

Estas son las circunstancias que deben ser incorporadas a la hora de imaginar futuros posibles.
No hay modelo único de sociedad que nos espera en la pospandemia por la sencilla razón que no hay situaciones o condiciones idénticas.
Cada país enfrenta la pandemia y sus efectos con lo puesto en términos de calidad de sistemas públicos y privados de salud, tradiciones de individualismo y solidaridad, preferencias ideológicas, escenarios de poder, capital humano e institucional.

Países donde el populismo viene en alza, como Hungría, India, y Filipinas quizás estén más cerca de soluciones proto-fascistas y de una rápida transición al barbarismo que de la solidaridad, la ayuda mutua o una versión benigna del socialismo.
Es factible que otros, como Estados Unidos, insistan con las mismas políticas que condujeron a la crisis, gracias a la descomunal influencia de los grupos de poder y a dosis abundantes de etnonacionalismo, racismo, desigualdad, subsidio corporativo, y anti-globalismo.
Algunos países quizás migren a un estatismo acentuado con escaso control social, bajo el argumento que soluciones férreas desde arriba son imprescindibles en situaciones de emergencia y riesgo.

En cambio, pareciera que otros países optarían por medidas keynesianas en la economía y por apuntalar el estado de bienestar en áreas como salud, transporte, pensiones, cuidado infantil, trabajo doméstico, y educación.
Esto implicaría un reacomodamiento político significativo por la sencilla razón que nadie concede nada ligeramente, aun cuando se agudiza el riesgo global.

La suspensión o eliminación del neoliberalismo en servicios sociales no ocurrirá solo porque sus estandartes vayan a aprender las dificultades de construir sociedades para minorías.
Los libertarios no dejan de serlo porque se dan cuenta de sus errores, piden disculpas, prometen hacer trabajo comunitario, y conceden derrota agitando la bandera blanca.

Cuando disminuya el sentimiento de riesgo y urgencia actual, es imaginable una reversión al estado pre-pandemia.
Tantas veces se dio por muerto al neoliberalismo que sorprendería que este fuera un nuevo episodio de una realidad que se repite en un loop eterno, como la vida en El Dia del Marmota.
No sabemos lo que se viene ni si será mejor o similar para todxs.
Las salidas de la pandemia, cualquier sea su horizonte moral y visión social, demandan ideas, política y poder.
No es una refundación o transformación brusca caída del cielo.

Por el contrario, como muestran distintos estudios históricos sobre pos-epidemias, hay una continuación de tendencias anteriores y desvíos limitados impulsados por acciones particulares.
Si bien es cierto que las crisis pueden producir cambios fundamentales, las ideas y el poder de la imaginación juegan un papel fundamental.

Recojo la observación de Alain Touraine en una entrevista reciente en El País, *Lo que más me impresiona ahora, en tanto que sociólogo o historiador del presente, es que hacía mucho tiempo que no sentía un tal vacío imaginación responsable*.

Sin ideas ni imaginación responsable y rigurosa es imposible pensar soluciones progresistas que permitan construir sociedades más equitativas y mejor preparadas para combatir epidemias y otros problemas, con especial atención a los más necesitados y urgidos en un mundo instalado en la derecha y con fuertes tendencias irracionalistas y autoritarias.

Si algo aprendimos de cambios estructurales en la economía y la sociedad en el último medio siglo es la importancia de las ideas circulantes y su capacidad de influencia en el poder.
Las crisis abren la posibilidad de cambio real, pero las acciones dependen de las ideas existentes.
La lección de cualquier quiebre estructural y giro social es desarrollar ideas alternativas, mostrar su efectividad e institucionalizarlas hasta que parezca de sentido común implementarlas.
Esto fue dicho por Milton Friedman, ideólogo clave del neoliberalismo, pero podía haber sido dicho por cualquier revolucionario más allá de simpatías ideológicas.

Cuando se piensa a partir de pálpitos, sin considerar múltiples factores y saberes, sobresale el dogma y las consignas fáciles.
No hay que confundir expectativas con posibilidades, ni aspiraciones con situaciones existentes y tendencias de largo plazo.
Debiéramos ser modestos a la hora de hacer conjeturas y respetuoso de los datos y tendencias.

Ser utópico o pesimista puede ser una virtud;
avizorar futuros deseables como deporte, sin explicación coherente y seria, es inútil.
El arte de la barata profecía no ayuda a comprender el presente.
Como una silla mecedora, nos mantiene entretenidos sin llevarnos a ningún lado.

Como observó Richard Rorty, *la filosofía no es un campo en el que uno logra grandeza ratificando las intuiciones previas de la comunidad*.

Se precisa pensamiento serio, fundado, flexible, imaginativo con perspectiva histórica y social.
Ideas hechas, frases ostentosas y promesas superficiales devuelven el júbilo de la tribuna propia, pero no ayudan a enfrentar el desafío.
Se necesita trazar líneas para entender cómo llegar a un futuro mejor desde la preocupante situación presente.
Se necesitan hojas de ruta sensibles a las circunstancias y los recursos sociales disponibles, ideas, instituciones, estrategias, públicos.
Esta es una necesidad urgente en medio de la muerte, la desesperación, y el aumento de la miseria social.

Excelente reflexión, abundarán los tarotistas y *adivinólogos*, pero la realidad del mundo que no hemos sido capaces de interpretar, es otra cosa.
Estados Unidos es el país con el mayor número de fallecidos por coronavirus registrados, por delante de Italia, de España y de Francia.
El país norteamericano registra cerca de 680 mil casos de COVID-19.

Y será probablemente el país con más problemas que resolver , ya que su condición de *potencia hegemónica* se ha diluído.
El problema es que ante las dificultades que afrontará Estados Unidos no sabe hacer otra cosa que lo que siempre ha hecho.
Depredar extramuros.

Y, habiendo perdido su capacidad de tener poder absoluto globalmente, con China y Rusia que le han quitado dicho poderío, Estados Unidos privado del control total mundial, pose sus ojos en el barrio más débil que tiene a mano;
América Latina.

Un país que tendrá que tapar agujeros múltiples buscará llenarlos con el menor costo, ya no aventuras militares en Medio Oriente, quizás...más cerca, tan cerca como Sudamérica donde hay gobiernos satélites colaboracionistas, muchos recursos energéticos, alimentarios, y naturales para explotar.

El tendal que va a dejar la pandemia económicamente hablando en América Latina puede ser muy tentador para una potencia como Estados Unidos, que no tiene reparos en aplicar su prepotencia sin siquiera explicar sus motivos.
Hace lo que le viene en ganas y patea cualquier norma, institución, o regla consensuada.
Así es como obra un patotero, y si está desesperado...peor todavía.
Venezuela por ejemplo, es una buena excusa para que el país del Norte justifique sus inminentes *necesidades*.

De paso, Trump distrae, sale del eje como responsable del desastre por enfrentar erradamente la Pandemia, y renueva esperanzas para cuando lleguen las elecciones.
Con una América Latina tan dividida en cuanto al signo ideológico de sus naciones, una nueva invasión no sería difícil de imaginar.
Pero claro, China y Rusia saben que las condiciones están dadas para darle el golpe de gracia a Estados Unidos y habrá que ver hasta qué punto el patoterismo yanqui podría prosperar.

Todo es incierto, los escenarios desconocidos, y lo único que podemos aventurar sin temor a equivocarnos es que la calamidad económica que quedará, bien podría sacar como siempre, lo mejor o lo peor de nuestra condición, una dualidad que en definitiva jamás ha permitido que el mundo llegue a ser como todos lo hemos soñado.

Fin para ésta media tarde de reflexión y de desconcierto ante lo que vendrá.
El *hoy* es lo suficientemente complejo como para pensar en el *mañana*, ante lo cual mi mejor recomendación es vivir el presente porque nada ha concluído todavía, recién estamos en pañales y no aprendimos cómo ir solos al baño....



En España a ésta hora;



Y aquí...Brasil corriendo su peor exitosa maratón...;

Ayer Jueves a media tarde;

-Brasil 29.165
-Perú 11.475
-Chile 8.807
-Ecuador 8.225
-México 5.847
-Panamá 3.751
-República Dominicana 3.755
-Colombia 3.105
-Argentina 2.571
-Puerto Rico 1.043
-Cuba 862
-Costa Rica 626
-Uruguay 493
-Honduras 426
-Bolivia 441
-Venezuela 197
-Guatemala 196
-Paraguay 174
-El Salvador 164
-Aruba 93
-Jamaica 125
-Haití-41
-Nicaragua-9

Hoy Viernes a media tarde;

-Brasil 33.682
-Perú 13.498
-Chile 9.252
-Ecuador 8.450
-México 6.297
-República Dominicana 4.126
-Panamá 4.016
-Colombia 3.233
-Argentina 2.669
-Puerto Rico 1.068
-Cuba 923
-Costa Rica 642
-Uruguay 502
-Bolivia 465
-Honduras 442
-Guatemala 214
-Venezuela 204
-Paraguay 199
-El Salvador 177
-Jamaica 143
-Aruba 95
-Haití-43
-Nicaragua-9

Ya decía en los albores de ésta Pandemia que la prioridad sería...comer;



A no aflojar.
Gran abrazo.

Gilgamesh***

Fuentes;
-revistaanfibia
-rtve
-elsol

viernes, 28 de febrero de 2020

* La ingeniería social mediática *

***Precioso último alfinViernes de Febrero 2020 para todxs.

Todo aquél buscador/a que intente decodificar el famoso *detrás de escena* debe hacer un gran esfuerzo y leer mucho.
Éstos temas abundan en la red bajo distintos formatos, mas nunca hay mejor forma de aprender que yendo a fuentes confiables que han respaldado los que podríamos definir como *teóricos* y que sin embargo para llegar a la teoría han pasado años de su vida investigando, observando, reuniendo pruebas irrefutables que a partir de éstas investigaciones, hoy a nosotros, nos resulta fácil de comprender, de comprobar.

No hay ficción, hay cruda, dura y pura realidad.

Éste libro del cual voy a compartir apenas un extracto, es un manual de cabecera que todo buscador/a debería leer, reitero, si es que quiere aprender a decodificar detrás de una noticia, a entender el rol de lo que llamamos *medio de comunicación*, a visualizar el objetivo del medio en cuestión, y a no comprar lo que nos quieren vender cuando ese *producto* apunta a sembrar confusión y a empaquetarnos una realidad hecha a la medida y conveniencia de los responsables del medio.
Éste libro lanzó su primera edición allá por el año 1995 cuando la TV era el medio de comunicación por excelencia.

Luego de leer lo que voy a compartir podrán imaginarse lo que son capaces de hacer las empresas mediáticas hoy...con la tecnología de la red de redes, que cambió el formato estático de consumir contenidos desde una PC de escritorio esporádicamente, a ser hoy prácticamente un apéndice de nuestro cuerpo con el teléfono celular.

Antes cuando el auge de la TV permitía que los niños vieran cosas *no convenientes* al menos estaban los padres como para cambiar de canal o apagar el aparato, o invitar al niño a retirarse, pero hoy...en sociedades donde los adultos viven dependientes del celular, para no ser molestados, les permiten a los niños...tener el propio y ésto es fatal.

Por más que el aparato se filtre para que el niño no acceda a contenidos *peligrosos* y mire dibujos animados por ejemplo, o jueguitos, nada de ésto es inocuo.
Ni hablar de edades en las cuales el niño ya no es tan niño aunque tenga 12 años y tenga su propio teléfono móvil sin que sus padres se lo filtren, o pretendan ejercer cierto control.

En éste libro que pertenece a la 15º edición, se unieron dos capos, el español Ignacio Ramonet y Noam Chomsky.



Ramonet, nació en 1943 en Redondela-Galicia-España, estudió en la Universidad de Burdeos para luego en París, enseñar en la Universidad Paris-VII y allí se inició como Periodista y Crítico cinematográfico.
Ramonet es además Doctor en Semiología e Historia de la Cultura por la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París, y catedrático emérito de Teoría de la Comunicación en la Universidad Denis-Diderot en París.
Especialista en geopolítica y estrategia internacional y consultor de la ONU, actualmente imparte clases en la Sorbona de París.


De Noam Chomsky y u enorme trayectoria que debo resumir, decirles que nació en Filadelfia-USA en el año 1928.



Es Lingüista, Filósofo, Politólogo y activista estadounidense de origen judío.
Además, es Profesor Emérito de Lingüística en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y una de las figuras más destacadas de la lingüística del siglo XX, gracias a sus trabajos en teoría lingüística y ciencia cognitiva.

También es reconocido por su activismo político, caracterizado por una fuerte crítica del capitalismo contemporáneo y de la política exterior de los Estados Unidos y de otros países, como Israel.

Espero que éste texto les invite a adentrarse en el tema leyendo el libro completo titulado;




Y éste es el extracto que elegí para compartirlo con ustedes;

Ingeniería de la persuasión

El hombre programado lo está también después de su nacimiento.
Al lado de su familia, cuyo ascendiente ha disminuido, hay otras estructuras de normalización que desde muy pronto se hacen cargo de él.
En primer lugar, la televisión, convertida en el principal canguro y la distracción primordial de los niños.
¿Qué se llevan del cíclope catódico?
En primer lugar, la violencia.

Sucesos recientes y trágicos han vuelto a lanzar desde hace unos meses, el debate acerca de la responsabilidad de la televisión y los medios de comunicación en el paso al acto criminal de niños a veces de muy corta edad.
Así, en Liverpool, en febrero de 1993, dos chicos de diez y once años, secuestraron, torturaron y mataron a un chiquillo de dos años según un ritual
parecido al puesto en escena en una película de horror =Child's Play 3=, que acostumbraban a ver en el vídeo.
En Vitry-Sur Seine-Francia, en octubre de 1993, tres escolares de nueve y diez años participaron en el linchamiento mortal de un vagabundo.

En Newcastle-Inglaterra, en 1993, dos niños de nueve y diez años fueron inculpados por torturas a un niño de seis años.
En la misma época, en Sarrebrük-Alemania, tres alumnos de la escuela primaria intentaron colgar a uno de sus compañeros de clase.
A principios de 1994, en Marsella, varios adolescentes inculpados por violación, torturas y actos de barbarie a una niña de doce años, declararon a quienes los interrogaban no saber que hacían algo malo...
Finalmente, en Noruega, en octubre de 1994, una niña de cinco años murió después de que la golpearan tres niños de cinco y seis años, una vez más, según un ritual que imitaba a una serie de televisión para niños =Power Rangers=.

Este último asunto principalmente provocó, en toda Europa, una viva emoción y reactivó el debate sobre el impacto de ciertas emisiones sobre los niños más pequeños.
A consecuencia de estos dramáticos casos, muchos países han tomado decisiones para limitar las escenas de violencia en la televisión.
Dos cadenas suecas, por ejemplo, decidieron no seguir difundiendo las series Power Ranger y The Edge, sospechosas de haber ejercido una nefasta influencia en los niños homicidas noruegos.

Bajo la presión de la opinión pública, la televisión canadiense, por su parte, se ha provisto de un código ético con objeto de suprimir de la pequeña pantalla las escenas de violencia gratuitas, a partir del 1 de enero de 1995.
En el Reino Unido, el gobierno ha decidido restringir el acceso de los menores a los videos violentos.
En Estados Unidos, las principales cadenas =ABC, CBS, NBC y Fox= han resuelto suprimir gran parte de las emisiones violentas de su programación.

Esto, sobre todo, para evitar que el gobierno reglamente aún con más severidad la representación de la violencia en la pequeña pantalla, ya que cuatro de cada cinco americanos están convencidos de que la violencia en la televisión contribuye a aumentar la violencia en la vida real y después de que la Asociación americana de psicología hiciera público un informe que revelaba que durante los cinco años que dura la escuela primaria, un niño ve en la televisión unos 8.000 asesinatos y más de 100.000 actos violentos.

En Francia, por último, el informe de la diputada Christine Boutin elaborado en octubre de 1994, en el marco de la Comisión de asuntos culturales, familiares y sociales de la Asamblea nacional titulado Niño y televisión, hace veinte propuestas para proteger a los jóvenes telespectadores de la influencia excesiva de los programas televisados.
Las encuestas muestran que un niño francés que tenga entre ocho y catorce años, ve la televisión tres horas diarias de promedio.

Y que el número de actos violentos que se difunden es, en general, percibido como irrazonable y difícil de soportar.
El semanario parisino Le Point, en una encuesta efectuada en octubre de 1988, había hecho un recuento de todas las escenas de violencia a las que los telespectadores habían podido asistir durante una semana:

670 homicidios, 15 violaciones, 848 peleas, 419 fusilamientos, 14 secuestros, 32 tomas de rehenes, 27 escenas de tortura, 13 tentativas de estrangulamiento, 11 atracos a mano armada, 11 escenas de guerra, 9 defenestraciones...
Esto, por cierto, en todas las emisiones y no sólo en las emisiones para niños, pero hay que saber que los programas para la juventud no representan nada más que el 30% del tiempo de audiencia de los niños de ocho a doce años; de modo que estos ven durante el 70% de su tiempo de audiencia programas para adultos.

Y, a este respecto, hay que subrayar que entre los programas más violentos de la televisión están los informativos.
Crímenes, atrocidades de las guerras en Bosnia o en Ruanda, sufrimiento de los niños =se estima que alrededor de la mitad de las víctimas civiles de las guerras son niños=, catástrofes naturales y epidemias;
los informativos televisados recitan el rosario de las tragedias ordinarias con un realismo y una crudeza impresionantes.

Esto afecta terriblemente a los niños que están mirando.
Primero, por el impacto mismo de las imágenes, su crudeza intrínseca, pero además porque los niños saben instintivamente que lo que están viendo es verdad, es real, y que no tiene que ver con la ficción y también porque escuchan las reacciones de los padres =el telediario es una de las emisiones que la familia ve reunida=;
estos comentarios conmocionan a veces a los niños porque subrayan el dramatismo de lo que ven.

El efecto de ansiedad es muy fuerte;
los niños sienten que los mismos padres están impresionados, horrorizados a veces, por lo que están viendo.
Este efecto de ansiedad se traduce en una violencia psicológica que puede marcar el ánimo del niño, impresionarlo y perturbarlo.
Esto puede hacerlo habituarse a la violencia, a banalizarla y hacerlo insensible, más tarde, al sufrimiento de los demás.

Para poner en guardia contra esta perversa influencia, la cadena americana CBS difundió en enero de 1995, bajo el título de *En el campo de masacres de América*, un documental de tres horas =!= elaborado a partir de las secuencias televisadas durante los informativos, en el que se acumulan los cadáveres desfigurados, las imágenes alucinantes de las víctimas de la violencia ordinaria de los sucesos americanos.

Pero la violencia no es el único problema que plantea en los niños el hábito de ver la televisión.
Antes de alcanzar la edad de doce años, un niño habrá visto, en Francia, unos 100.000 anuncios que, subrepticiamente, van a contribuir a hacerle interiorizar las normas ideológicas dominantes.

Y enseñarle criterios consensuales de lo bello, el bien, lo justo y lo verdadero;
es decir, los cuatro valores morales sobre los cuales para siempre se edificará su visión moral y estética del mundo.
Muy pronto, la televisión impondrá los criterios emocionales como superiores a los argumentos racionales.
El abismo entre la racionalidad y la publicidad se ha ahondado tanto ahora =escribe el ensayista americano Neil Postman= que es difícil recordar que alguna vez haya existido relación entre ellas.
Hoy, en la televisión publicitaria, las proposiciones de lógica son tan raras como la gente fea.
La cuestión de saber si el publicista dice la verdad o no, ni siquiera se plantea.

Un anuncio de Mc Donalds, por ejemplo, no es una serie de aserciones verificables y presentadas con lógica.
Es una puesta en escena =una mitología si se quiere= de gente muy guapa, vendiendo, comprando y comiendo hamburguesas y ostentando una felicidad de éxtasis.
No se hace ninguna afirmación si no son las que los telespectadores proyectan sobre la escena o deducen de ella.
Un anuncio puede gustar o no gustar.
No se puede refutar.

Los dibujos animados, de los que los niños siguen siendo grandes consumidores, no se refutan tampoco.
Si es cierto que algunos son de una notable calidad poética y una riqueza para el imaginario, muchos otros presentan un modo simplista, maniqueo, atestado de prejuicios y extremadamente violento =41 actos de violencia por hora, de promedio, en los dibujos animados americanos=.

Ahora bien, como se ha visto, la cuestión de la violencia en la televisión y su influencia en los niños se plantea con más fuerza que nunca.
Según el doctor Samuel Lepastier, del Centro de psiquiatría del niño y el adolescente del hospital de Santa Ana, en París:
El hecho de ver espectáculos violentos puede tener un efecto calmante hasta cierto umbral.
Más allá de él, el excedente de excitación vinculado a las imágenes ya no se elabora en el plano psicológico.
Es ahí donde aparece una descarga de esta excitación por vías varias.
Los niños pueden estar ansiosos o tener pesadillas.
En un grado mayor, la evacuación se hace por medio de juegos, imitaciones, por pasar al acto...

Por imitar al héroe de una película para adolescentes, The Program, que se acostaba sobre el asfalto de una autopista y permanecía inmóvil en medio de la circulación, varios jóvenes americanos fueron atropellados en las carreteras de Estados Unidos en otoño de 1993.
Esto obligó a la empresa productora, Walt Disney Company, a cortar la escena en todas las copias en circulación y llevó al Congreso a exigir medidas contra la violencia en la televisión.
Lo cual hizo también el gobierno británico el 12 de abril de 1994.

Este debate se trasladó hacia la influencia de los videojuegos, que han llegado a ser la principal distracción de los adolescentes =una encuesta ha revelado, en setiembre de 1994, que las tres cuartas partes de los niños franceses de la primaria juegan con regularidad a los videojuegos=.
Estas diversiones electrónicas proponen de ordinario mini relatos de aventuras;
los guiones suelen estar inspirados en guerras reales:
Vietnam, Afganistán, Nicaragua, Golfo, Bosnia...:
un héroe sigue un recorrido iniciático durante el cual no cesa de eliminar adversarios cada vez más temibles.

Matar, destruir, fusilar, son actos constantes que reclaman estos juegos y a los que el adolescente procede, pulsando simplemente un botón.
Este pequeño gesto que mata, a la larga, se banaliza e irrealiza la idea misma de la muerte, pilar, no obstante, de la filosofía y de la religión en todas las civilizaciones.
A la edad de 18 años, un joven americano ha eliminado así, sin pesares, a unos 40.000 adversarios.

El profesor George Grebner, de la Universidad de Pensilvania, uno de los más grandes especialistas de la violencia en la pequeña pantalla, toca el timbre de alarma:
La exposición reiterada a la violencia vuelve al público ansioso y desconfiado, le hace exagerar los riesgos de agresión en su medio.
Cuantas más emisiones violentas vean los niños, más aceptable les parece la violencia y más les produce placer.
Les cuesta discernir, lo verdadero de lo falso.

Este condicionamiento a la violencia alcanza un refinamiento superior con el desarrollo espectacular de la realidad virtual.
Cascos de visión en tres dimensiones con cristales líquidos y guantes estriados con fibras ópticas conectados a un ordenador pueden producir una perfecta impresión de contacto con una realidad concreta... sin embargo, inexistente.
El jugador no está viendo una película, está él en la película;
circula por ella e interactúa en el ciberespacio.

Combates, exploraciones, aventuras de todas clases y guerras con láser, puestas a punto por especialistas de la simulación militar parecen, desde ahora,=virtualmente= al alcance de cada cual.
Parques de juegos de este tipo, como Cinetrópolis en Connecticut, cerca de Nueva York, o Virtual World Entertainment en California, =el de Nagoya, en Japón, se abre en noviembre de 1995=, así como experiencias de sexualidad virtual...

El año pasado, los americanos gastaron 18,8 millones de dólares en estos juegos y se prevé que gastarán 33,8 millones este año.
Pero los psicólogos ya están advirtiendo contra los peligros de la realidad virtual:
El centro de la personalidad se resitúa en un cuerpo virtual dotado de capacidades suprahumanas.
Al regreso de ese viaje, el jugador podría sufrir una especie de desprecio por sí mismo, experimentar una sensación de insignificancia, de soledad acrecentada dentro del mundo real.

En última instancia, una exposición demasiado frecuente a la realidad virtual induciría a una verdadera descomposición psicológica, haciendo una sangría en las fuerzas vivas de la personalidad en beneficio de uno o varios mundos virtuales.
Sin ser pesimista, uno no puede sino interrogarse sobre la influencia de las escenas de violencia difundidas por la televisión y los videojuegos cuando se ve cómo en Estados Unidos, por ejemplo, donde la televisión es una de las más violentas del mundo, el número de detenciones de menores ha aumentado en un 60% entre 1981 y 1990.

En Francia, el número de delitos cometidos por menores ha pasado de 36.000 en 1980 a 48.000 en 1987 y no cesa de aumentar.
Esta delincuencia de adolescentes es, además, cada vez más violenta y mortífera, con frecuencia directamente inspirada por escenas de la televisión.

Fuerte abrazo.

Gilgamesh***