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miércoles, 15 de abril de 2015

* Estudio Gnóstico de la Sexualidad Humana-parte 5-Final *

El libertarismo sexual

Los Gnósticos modernos no son anticuados. No es nuestro propósito tratar de resucitar la tradición Gnóstica en su forma antigua, más bien nos esforzamos por volver a traducir los elementos disponibles de la sabiduría Gnóstica en formas apropiadas para el presente. Una de las características más relevantes del antiguo Gnosticismo es lo que podría llamarse el libertarismo de los Gnósticos. Los documentos escritos por o atribuidos a dichas luces de la Gnosis como Valentín, Basílides, Marción, Carpócrates, Epifanio y otros, son todos completamente libertarios en Espíritu. Todos estos maestros y líderes Gnósticos no tendrían ninguna dificultad en estar de acuerdo con el siguiente ejemplo de razonamiento libertario: *Usted como persona es el más capaz de controlar su vida de lo que es. Su vida es su asunto personal, para bien o para mal, salvo que puede perjudicar o poner en peligro la vida y el sustento de los demás. Ninguna persona, ni ningún conjunto de personas en esta tierra tiene derecho lógico para interferir con usted, con la excepción de lo que puede hacerle daño a ellos*. =*Plataforma de un libertario*de James C. Ingebretsen=.



A pesar de que la vida política, económica y religiosa de la gente es su asunto personal, también lo son sus vidas sexuales.
Las garras de los demiurgos autoritarios de este mundo deben abstenerse de inmiscuirse en los dormitorios de hombres y mujeres libres. Las relaciones sexuales que no dañen o perjudiquen a nadie no deben ser de ninguna preocupación para la legislación y la policía. Vagas conjeturas, basadas en prejuicios privados, se hacen pasar por declaraciones sobre el *bien público* y la *salud moral*, ésto nunca debe servir de base para las leyes y ordenanzas.
Hay que tener en cuenta que el libertarismo Gnóstico no es una mera cuestión de conveniencia política o económica. En realidad este libertarismo está enraizado en los aspectos más fundamentales de la mitología Gnóstica, que tiene como tema central la liberación del Espíritu Divino encarcelado, de todas las ataduras impuestas por los falsos cosmos del demiurgo. Los líderes cristianos tempranos, incluso cuando no manifiestamente se declararan Gnósticos, a menudo se han hecho eco de las expresiones libertarias de la actitud Gnóstica.



El Apóstol San Pablo y su audaz declaración: *Todas las cosas son permisibles a mí*, así como el adagio de San Agustín: *Ama a Dios y luego haz lo que quieras*, indican que el mensaje cristiano pretende sustituir la ley de Jehová, con la soberanía del alma individual restaurada por el nuevo pacto de amor. La relación entre la libertad y el amor ha sido observada por muchas almas sabias en muchas tradiciones, incluso en el de la India, donde encontramos una formulación de los cinco grados de amor a través de los cuales, el creyente recibe lo que en nuestra propia tradición, la Gnosis . 

El primer grado de amor, se nos dice, es el amor de siervo para el maestro, el segundo del compañero para el compañero, el tercero, el de los padres para el niño, el cuarto, el de la pareja el uno al otro, y el quinto, o el grado más alto, se define como un apasionamiento ilícito, es decir, no sancionado por ninguna regla de la sociedad o de la razón; un amor totalmente desenfrenado sin limitación alguna.
Este sistema de cinco variedades de amor muestra no sólo un aumento de la intensidad de etapa en etapa, sino también, y más importante, un aumento de la libertad.
Lo que comenzó como servidumbre termina en total libertad.



Como menor restricción da paso a la libertad, la fuerza del amor aumenta, hasta que se convierte en la influencia liberadora suprema del ser. Ahora bien, este concepto, o más bien la realidad, no es desconocida en el misticismo occidental. A pesar de que podemos legítimamente suponer que el misterio Gnóstico de la cámara nupcial era un rito espiritual, que aún no fué sin lo concomitante físicamente sexual, así que sabemos que a partir de un determinado momento en adelante la tradición mística alternativa de Occidente vino a abrogar el dualismo del cristianismo ortodoxo con respecto al amor, y vino a reemplazarlo con una experiencia unitaria que era a la vez espiritual y física. La ortodoxia cristiana medieval insistió en la dualidad de eros =carnal, o amor sexual= y ágape =amor espiritual=. La tradición Gnóstica, ya sea expresada por Valentino en Alejandría, o por los trovadores en la Francia medieval tiene como objetivo *hacer los dos en uno* uniendo eros con ágape y la sustitución de ambos con la síntesis superior, llamado por los trovadores amor. Amor no es ni carnal ni fantasmal, ni sensual ni espiritual, sino que participar de ambas cualidades representa una calidad totalmente nueva.



El conjunto es mayor que la suma de sus partes. Este conjunto, o más bien la totalidad, no es otro que la epifanía terrestre del Pleroma. El amor sexual y no sexual se combinan para dar a luz la grandeza inefable de la vida humana.
He aquí, pues ha de encontrarse el secreto real de la sexualidad. Como la conciencia se libera de la esclavitud del inconsciente, y con ella de los tabúes, miedos y culpas inculcados por la sociedad y la religión exotérica, la fuerza liberadora del eros se une a la energía inspiradora del ágape. 

Esta unión mística produce entonces una explosión de libertad, un salto de la libertad de poder increíble. El libertarismo sexual del Gnóstico ha nacido de su fruto eónico, el gran desenlace del proceso de larga edad ha llegado. El sexo es importante, ya que libera, y con el fin de liberar la sexualidad, en sí debe poseer un grado óptimo de libertad.
Los seres humanos son seres sexuales y espirituales a la vez. Cuando una u otra de estas dualidades se reprime o se descuida, la desunión y el tormento prevalecen. Cuando ambos están unidos en la libertad, la verdadera liberación y la alegría se manifiesta.



Por lo tanto debemos ser libres: Libres para vivir intelectualmente, emocionalmente, y de hecho sexualmente. Debemos tener la libertad de experimentar, falle y tenga éxito, para ser perplejo y ser iluminado. El día de la antigua ley de restricción debe ser declarada extinta y el amanecer de la nueva ley de libertad debe marcar el comienzo. Al afirmar esto, no estamos proclamando una novedad. Tenemos las palabras de San Pablo a los Romanos diciendo: *Dios encerró a todos los hombres en la rebeldía para usar con todos ellos la misericordia
Jesús dijo: No juzguéis y no seréis juzgados*. 

Y el sabio griego Heráclito escribió: *Para dios todo es hermoso, bueno y justo, los hombres han concebido lo justo y lo injusto. El bien y el mal son uno, la gran y terrible verdad es: Que debemos ser libres, para que no perezcamos; que estamos condenados a la libertad, que la obligación eterna de autoliberación se ha impuesto sobre nosotros antes de que comenzara el mundo, sí, aun antes de que el creador de este mundo llegara a ser. Nosotros no somos nacidos para acatar las leyes oscuras, ni llevar las cadenas ennegrecidos de los gobernantes de este mundo, pero para ser libres debemos ser liberados niños conscientemente divinos de la luz.



Como un himno gnóstico lo expresó así: *La nuestra es la voz del despertar en la noche eterna. Debido al diseño de los cielos esta voz no se pronunció por una, sino por dos; no solo por el hombre o por la mujer, sino por ambos al unísono. La voz de despertar es al menos en parte una voz sexual; el himno no es más que una simple alabanza, sino también de pasión. Hoy como siempre las palabras de Goethe nos recuerdan la verdad gnóstica:
*Mann und Weib, und Weib und Mann, Reichen an die Gottheit an*.
El hombre y la mujer, la mujer y el hombre, juntos llegan a la Divinidad.







Sólo excluiría eso de cruzar los semáforos en rojo...jeje.

Final para ésta zaga que viene a ponerle más claridad a la causa de porqué la Gnosis fué excluída de los evangelios de los padres de la iglesia, sus concilios, sus debates, sus *esto sí-ésto no*, la incomprensión o quizás...la no conveniencia de algo que le quitaría razón de ser a las viejas enseñanzas del arconte, con las cuales habría sido imposible llegar a donde hemos llegado con éste mundo que tenemos. 

Aquellas acusaciones por la santa inquisición, infundadas sobre la inmoralidad o libertinaje o prácticas heréticas de los Gnósticos, fueron la mejor excusa para ensuciar lo que brillaba con nobleza y conocimiento.
Cuando podemos entender los conceptos Gnósticos y los aplicamos al presente, nos damos cuenta que hoy son millones las personas que abogan por lo mismo, sin saber de dónde les viene, no saben que aquellos arcontes y gobernantes eran idénticos a los que hoy siguen siendo la raíz de nuestra infelicidad. Ayer como hoy la Gnosis, tiempos distintos, antes la tortura y la acusación, las hogueras, hoy la ingeniería social más sofisticada para seguir manteniéndonos en la obscuridad.



Lo que pensaban y creían aquellos Gnósticos, hoy es moneda corriente cuando vemos el clamor de las masas ante la opresión, ante la imposición de leyes ilegales, de justicias injustas, del hartazgo por algo que no ha funcionado, de un dios que era y no es, de un método que nunca funcionó, sencillamente porque está destinado al fracaso, y cuando algo fracasa y el ser llega al fondo de su infelicidad sólo le quedará la Gnosis para entender porqué..tantos porqués.., las cortinas se caen, el velo se rasga y por la grieta pasa la luz real que antes era artificial.., como esa que nos da el Sol por efecto de la atmósfera...como un cielo celeste que no es tal, ilusionista;...experto en trastocar, disfrazar, distraer, ilusión; percepción o interpretación errónea de un estímulo externo real.

Espero que éste largo y apasionante cúmulo de ideas les sea de máxima utilidad.

Gilgamesh***
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