Es curioso =o no tanto cuando alcanzamos la reflexión profunda= como toda idea o concepto, o deseo que tiene el ser humano por romper las cadenas que lo atan a cosas que realmente no le hacen feliz, el *sistema* se ha ocupado de demonizar, combatir, prohibir, perseguir y disolver.
Desde la Gnosis hasta el anarquismo, el comunismo, el ateísmo, hoy el *populismo*, ese que el neoliberalismo le endilga a todo Gobierno o tendencia política que beneficie a los más necesitados u olvidados.
En algún momento de la vida vamos a cuestionar todo ésto y hacerlo es Gnosis, dejando de lado ideologías de inducción y con el corazón en la mano, preguntarnos si está bien cómo funciona el sistema, o si es realmente justo, o si ese sistema no ha tergiversado todo a punto tal que hemos naturalizado o nos hemos acostumbrado abúlicamente a permitir y aceptar cosas que espantan.
Detectar toda ésta trampa hábilmente montada debería ponernos manos a la obra para desbaratarla, y eso =aunque muchos no lo crean= es posible incluso desde nuestra humilde y pobre individualidad.
En nuestro micromundo o esfera de la que formamos parte, bien podemos girarla y hacer cosas opuestas a como solemos hacerlas desde que fuimos niños y nos programaron o enturbiaron esa clara capacidad de discernir.
Se ha demonizado decía, a quienes intentaron *romper* el sistema capitalista y hoy decir *anarquista* o *comunista* se ha vuelto prácticamente un delito, un pecado.
Me causa gracia al recordar un escrito del año 1924 a cargo de Herman J. Schuurman titulado;
*El trabajo es un crimen*.
Voy a compartirles la traducción y ustedes sacarán sus propias conclusiones, pero para ello..necesitarán romper en cierto modo el molde de todo lo aprendido en ésta vida;
Decía Schuurman;
-En el lenguaje hay palabras y expresiones que debemos eliminar, porque indican conceptos que constituyen la esencia desastrosa y corruptora del sistema capitalista.
En primer lugar, la palabra *trabajo* y todos los conceptos relacionados con él =trabajador , tiempo de trabajo, salario, huelga, desempleados, no trabajadores=
El trabajo es la mayor afrenta y la mayor humillación que la humanidad ha cometido contra sí misma.
Este sistema social, el capitalismo, se basa en el trabajo;
ha creado una clase de hombres que deben trabajar, y una clase de hombres que no trabajan.
Los trabajadores se ven obligados a trabajar si no quieren morir de hambre.
No hay texto alternativo automático disponible.
*Los que no trabajan no comen*, dicen los ricos, quienes afirman que incluso calcular y acumular sus ganancias significa trabajar ...
Hay desempleados y no asistentes.
Si los primeros no tienen trabajo y no pueden hacer nada al respecto, los segundos simplemente no funcionan.
Los explotadores son los que viven del trabajo de los trabajadores.
Los desempleados son trabajadores a los que no se les permite trabajar porque no pueden obtener ganancias.
Los propietarios de la planta de producción fijaron el tiempo de trabajo, construyeron talleres y ordenaron qué y cómo deben trabajar los trabajadores.
Reciben lo suficiente para no morir de hambre y apenas pueden alimentar a sus hijos en sus primeros años.
Luego, a estos niños se les enseña en la escuela todo lo que necesitan para poder ir a trabajar ellos mismos.
¡Incluso los ricos envían a sus hijos a la escuela para que ellos también sepan cómo dirigir a los trabajadores!
El trabajo es la gran maldición.
El producto de hombres sin espíritu y sin alma.
Para que otros trabajen para su propio beneficio, debes carecer de personalidad, y para trabajar bien tienes que carecer de personalidad:
tienes que arrastrarte, alborotarte, traicionar, engañar y falsificar.
La esclavitud del trabajo:
¡Señor esclavo, despierte!
Para los ricos no trabajadores, el trabajo de los trabajadores es el medio para conseguir una vida fácil.
Para los trabajadores es un peso de miseria, un mal destino impuesto desde el nacimiento que les impide vivir decentemente.
Cuando dejamos de trabajar, la vida finalmente comenzará para nosotros.
El trabajo es enemigo de la vida.
Un buen trabajador es una bestia de carga con patas endurecidas y una apariencia fea y aburrida.
Cuando el hombre toma conciencia de la vida, nunca volverá a trabajar.
Ya es una vergüenza verse obligado a vivir en la pobreza, pero la falta de trabajo lleva en la mayoría de los casos a vivir a costas de los camaradas que trabajan.
Si puede ganarse la vida saqueando y robando, como dicen los ciudadanos honestos, sin ser explotado por un patrón, bueno, vaya;
pero no creo que con esto se resuelva la gran pregunta.
El trabajo es un mal social.
Esta sociedad es el enemigo de la vida y es solo destruyéndola y luego destruyendo todas las sociedades laborales que seguirán, es decir, haciendo revolución por revolución, que el trabajo desaparecerá.
Es solo entonces que la vida llegará, la vida plena y rica, en la que todos serán guiados por sus instintos puros para crear.
Entonces, a través de su propio movimiento, cada hombre será creador y producirá solo lo que es bello y bueno;
en resumen, lo que es necesario.
La esclavitud del trabajo:
Sr. esclavo, ¡por favor despierte!
Entonces no habrá más trabajadores, entonces todos serán hombres.
Y a partir de una necesidad humana vital, por necesidad interna, dentro de relaciones razonables, todos crearán de manera inagotable lo que responde a necesidades vitales.
Entonces no habrá nada más que vida, una vida grandiosa, pura y cósmica, y la pasión creativa será la mayor felicidad de la vida humana sin restricciones, una vida en la que ya no seremos encadenados por el hambre o los salarios, por el tiempo o el medio ambiente, y donde ya no seremos explotados por plagas.
Crear es una alegría intensa, trabajar es un sufrimiento intenso.
Con las actuales relaciones sociales criminales, no es posible crear.
Todo trabajo es criminal.
Trabajar significa colaborar en ganancias y explotación;
significa colaborar en la falsificación, el engaño, el envenenamiento;
significa colaborar en los preparativos de guerra;
significa colaborar en el asesinato de toda la humanidad.
El trabajo destruye la vida.
Si lo entendemos correctamente, nuestra vida tendrá otro significado.
Si sentimos este impulso creativo dentro de nosotros mismos, se expresará a través de la destrucción de este sistema cobarde y criminal.
Y si inevitablemente tenemos que trabajar para evitar el hambre, debemos contribuir al colapso del capitalismo a través de este trabajo.
Si no trabajamos por el colapso del capitalismo, ¡trabajamos por el colapso de la humanidad!
Por eso sabotearemos conscientemente todas las empresas capitalistas.
Todo patrón sufrirá pérdidas a causa de nosotros.
Cuando los jóvenes manifestantes nos veamos obligados a trabajar, las materias primas, las máquinas y los productos se desactivarán necesariamente.
En cada momento, los dientes saltan del engranaje, las tijeras y los cuchillos se rompen, las herramientas más indispensables desaparecerán, y comunicaremos nuestras recetas y nuestros medios.
No queremos morir por el capitalismo:
es por eso que el capitalismo debe morir por nosotros.
Queremos crear como hombres libres, no trabajar como esclavos:
para esto destruiremos el sistema de esclavitud.
El capitalismo existe gracias al trabajo de los trabajadores, por eso no queremos ser trabajadores y por eso sabotearemos el trabajo.
Jejeje..ésta clase de proclama obviamente que ponía los pelos de punta al viejo capitalismo, incluso cabe preguntarse si... bueno..nos resignamos a que indefectiblemente debemos trabajar, al menos elegiríamos un trabajo que nos guste, que nos agrade, que nos colme, pero..¿es ésto posible?..je..en la mayoría de los casos el NO es rotundo.
Y vean como ese capitalismo está íntimamente ligado a la religión tradicional, cuando *aquél* dijo a Adán que vagaría por la tierra teniendo que *trabajar* para otros y ganarse el alimento con el sudor de su frente.
Otras formas de pensamiento enfocadas desde el *despertar* de éste sueño u holograma que la vieja Gnosis explicó, está siendo decodificada por algunos pensadores como Gregory Calise que ha experimentado muchas variaciones de la vida en su búsqueda de la verdad.
Ha pasado quince años viviendo en el extranjero en seis países y ha viajado por veinticinco países.
Ha trabajado en una variedad de ocupaciones, desde corporaciones, gestión de ventas, hasta arquitectura, cerámica, arte, cocina y enseñanza de yoga.
Calise ha investigado la mayoría de las doctrinas religiosas y ha practicado el cristianismo, el budismo tibetano y el zen, el veda, el vaishnavismo, el chamanismo y las filosofías de la Nueva Era.
Ha vivido en monasterios, ha ido en peregrinaciones, ha dado numerosas conferencias sobre yoga y ha vivido en la comunidad secular.
Al experimentar los muchos caminos de la vida y más de treinta años practicando meditación, contemplación, observación y devoción, ha recibido varias revelaciones y ha podido cambiar su perspectiva a un estado superior de conciencia.
Desde esta perspectiva superior de la conciencia se percibe la imagen más amplia de la realidad, donde uno puede discernir la verdad de las distorsiones.
Demasiadas experiencias je...para terminar concluyendo en lo que bien podemos aprender con la Gnosis, pero bueno..así se nos va el tiempo experimentando hasta que por fin tenemos las conclusiones.
Ésta es la conclusión de Calise;
-¿Alguna vez te has preguntado por qué reencarnamos?
¿Por qué es que tenemos vidas tan cortas y, en su mayor parte, solo los caminos espirituales son religiones y maestros muy dudosos?
¿O por qué esas religiones se basan en estructuras jerárquicas?
¿Alguna vez te has preguntado por qué hay tanto mal en el mundo?
¿Y por qué esas personas malvadas parecen convertirse en líderes de los hombres?
Y la gran pregunta sobre la reencarnación:
¿por qué no recordamos nuestras vidas pasadas?
¿Cómo podemos resolver nuestro pasado si ni siquiera lo recordamos?
Pasamos por nuestras vidas, no podemos *vernos*.
Llevamos los rasgos residuales de nuestros antiguos seres, sin embargo, no tenemos idea de dónde provienen.
En su mayor parte, no tenemos idea de cómo nos están afectando ahora.
Por lo tanto, ¿cómo podemos resolver nuestros problemas pasados?
¿Especialmente porqué nos afectan incluso en esta vida?
¿Qué persona religiosa o maestro espiritual, o canalizador o yogui ha respondido esta pregunta satisfactoriamente:
¿Por qué no recordamos nuestras vidas pasadas?
La respuesta puede ser escalofriante.
En los textos védicos y puránicos se describe que la humanidad vivió vidas muy largas durante la edad de oro.
Pasaron sus vidas en profunda meditación y armonía con la Madre Naturaleza.
Entonces algo sucedió.
En antiguas leyendas, mitos y textos, se describe la caída del hombre.
*El hombre es perfecto en su origen, un ser divino que ha degenerado en lo que somos*. - RA Schwaller de Lubicz =Milagro egipcio=
*... es el primero y el más representativo del progreso humano, ya que, aunque en algunos aspectos ha sido ascendente, ha sido en general un deterioro incesante ...
Todo el mundo que siguió después del primer hombre honró e incluso adoró a sus primer padres como dioses de la luz, el conocimiento y la grandeza.*=Joseph A. Seiss-Evangelio de las estrellas=
*Luego añadió una profecía en la que propuso el fin de la Era Divina y el comienzo de una nueva, en la que los veranos serían sin flores, la leche sin leche y las mujeres sin vergüenza y los hombres sin fuerzas, en el que habrá árboles sin fruta y mares sin pescado, cuando los viejos emitieran juicios falsos y los legisladores hicieran leyes injustas, cuando los guerreros se traicionaran unos a otros y los hombres fueran ladrones y no hubiera más virtud en el mundo*. =Reina de Irlanda=.
Entonces, ¿qué causó esta caída?
Podemos ver que en un momento, nos enseñaron sobre agricultura y cría de animales, que es la esclavitud de los animales.
Con ese conocimiento llegaron las ciudades, los reyes, los sistemas jerárquicos de control, los ejércitos, la guerra, la esclavitud y el culto y los sacrificios de los dioses.
Esta fue la caída del hombre.
La humanidad perdió el equilibrio y la armonía con la Madre Naturaleza y comenzó a perder la virtud.
¿Sabías quiénes eran estos dioses?
¿De dónde vinieron y cómo?
No son de la Tierra.
Crearon a la humanidad, para exigir sacrificios de carne y hueso, incluidos los sacrificios humanos.
Exigieron ser adorados.
Y, como leemos en el antiguo testamento, Jehová destruiría todas las razas, o que su *pueblo elegido* las destruyera por él.
Los gnósticos llamaron a estos dioses los arcontes.
Don Juan los llamó los depredadores.
Estos dioses se han estado alimentando de la humanidad durante miles de años.
Nos consideran su rebaño, así como nosotros consideramos a los animales de granja.
Como es arriba es abajo.
Se alimentan de nuestras emociones y energías negativas y se alimentan de nuestra adoración a ellos.
Nos gustan, crean conflictos, violencia y guerras entre hombres.
Note que la mayoría de las guerras fueron entre religiones.
Pero también nos controlan a través de religiones, ideologías, gobiernos, sociedades, propaganda, medios de comunicación, etc.
Otra forma de controlarnos es a través de la reencarnación.
La reencarnación es una forma de esclavitud.
Después de la caída, la duración de la vida del hombre se redujo drásticamente.
Antes de la edad actual, los hombres solo vivían una vida media corta de 25 a 40 años.
Ese no es tiempo suficiente para descubrir de qué se trata la vida, especialmente si se les dieron religiones de los dioses.
Tuvieron que criar a sus familias y luego murieron.
Y luego viene la pregunta de por qué no recordamos nuestras vidas pasadas.
Nacemos constantemente en la ignorancia y morimos en la ignorancia y luego volvemos.
Esto mantiene la manada en orden.
Sin ningún recuerdo, estamos encerrados en la ignorancia, sin las herramientas adecuadas para liberarnos.
Ocasionalmente, algunas grandes almas pudieron liberarse, pero los sacerdotes tomaron el control de sus enseñanzas.
Los sesgaron y los masacraron con religiones.
Nos encontramos en una matriz, donde se ha superpuesto una luz artificial sobre el mundo real.
Como en la película, The Matrix, somos simplemente baterías de las que se alimentan los dioses.
Esta es nuestra situación, donde nacemos y morimos en una matriz como alimento para entidades malvadas.
Y, por supuesto, tienen sus secuaces aquí en la Tierra que mantienen a la manada en línea.
Sé la siguiente pregunta:
¿qué sucede cuando morimos?
Cuando morimos, entramos en la matriz cósmica, otra construcción de luz falsa que llamamos cielo.
Nuestras almas están atrapadas dentro de esta prisión de los dioses.
Después de un tiempo en los falsos cielos, regresamos nuevamente en el mismo ciclo.
Este ciclo de nacimiento y muerte se llama la rueda del samsara.
El único escape de esta prisión es despertar a quien eres realmente.
Al soltar las creencias falsas, dioses, ángeles, gurús, etc., y dejar de alimentar a estos dioses falsos.
*Para ver el universo tal como es, debes ir más allá de la red.
La red está llena de agujeros.
Mire la red y sus muchas contradicciones.
Lo haces y lo deshaces a cada paso.
Deseas paz, amor y felicidad, pero trabajas duro para crear dolor, odio y guerra.
Quieres longevidad y comes en exceso.
Quieres amistad y explotas al otro*.
Nisargadatta Maharaj
Vea la matriz de lo que es.
Pero está llena de agujeros.
Si tienes una mente abierta, discernimiento y ojos para ver, todo este juego no es más que un castillo de naipes.
En Ask Simple Questions mostré muchos ejemplos de cómo esta matriz entera se está desmoronando en las costuras.
La pregunta es, ¿te despertarás o serás arrastrado a la red para continuar en la rueda del nacimiento y la muerte?
Imagina la suerte que tienes de contactar con las llaves para escapar de esta prisión.
Puedes ver cómo has sido confundido con todas las religiones, filosofías de la nueva era, falsos maestros y enseñanzas.
Veo que hay algunos grandes maestros que brillan por encima de toda esta confusión.
Sigue tu propio camino hacia tu Ser interior.
Libérate de la prisión.
Eso es *girar las esferas*, deconstruir...darlo vuelta todo como si fuese una media.
Seguiremos viviendo aquí pero con una enorme diferencia, conoceremos lo que ya no debemos hacer, y la añoranza de nuestro verdadero hogar será sofocada cuando lo conozcamos efectivamente.
Perdonar y perdonarse desata nudos potentes, conocerse es fundamental, de esa forma descubriremos nuestras virtudes y errores y así obrar en consecuencia, entonces *amarse a uno mismo* ya no es lo mismo, puesto que habiendo extirpado los errores amamos entonces a la virtud, que no es un don artifical de éste mundo material sino el hallazgo de nuestro Espíritu.
Más que *error* yo le llamaría *sentimiento*, porque si bien equivocarse no siempre significa *dañar*, los sentimientos calificados como *malos* sí que lo hacen, y es a lo que debemos en sí apuntar , depurar.
Debemos tender a ser *auténticos* pero no basados en lo que alma o intelecto inferior nos indica, sino *lo superior*.
Alguien en Italia escribió al respecto;
*Cuando conoces a una persona auténtica, conoces a alguien que ha aprendido a vivir plenamente escuchando a su Espíritu
No eligió una vida *estándar* en la que la estandarización y las presiones sociales se hicieran cargo y condicionaran su vida diaria en lo que quería hacer.
Las personas auténticas son aquellas personas que pertenecen a lo que se llama las *personas liberadas*, y hay una buena razón si te han atraído estas personas.
No es fácil convertirse en una persona auténtica ...
A menudo, uno debe observar y reevaluar toda la vida de una manera consciente y comenzar a relacionarse con una nueva forma de existencia.
Los viejos trabajos no irán bien, estar con viejos amigos puede hacerte sentir fuera de lugar, pero no te preocupes por eso, estos signos indican que estás creciendo y convirtiéndote en una persona auténtica.
¿Qué hacen las personas auténticas de manera diferente a los demás?
1. Dicen lo que piensan y expresan sus opiniones con firmeza, pero no con enojo.
Si algunas personas no están de acuerdo con ellos, esto no afecta su decisión.
2. Eligen un trabajo y una carrera profesional que los haga sentir bien, no lo que sus padres o amigos creen que es correcto.
Toman sus decisiones en función de su felicidad, no en función del dinero o la posición socialmente codiciada.
3. No tienen miedo de tomar un camino de vida que los lleve lejos de casa.
En realidad, encuentran en el viaje algo más curioso y estimulante.
4. Se enamoran de sí mismos antes de enamorarse de otra persona, y no se sienten obligados a pedirle permiso a nadie para ser como son.
No desean ser nadie más.
5. Hacen las cosas a su manera si esto es bueno para ellos.
Las personas auténticas no se inclinan ante la presión social, pero si la sociedad los dirige hacia una forma correcta de hacer algo, están felices de hacerlo.
¡Son auténticos, rebeldes, no religiosos, pero espirituales!
6. No se toman las cosas personalmente.
Para las personas genuinas, los comentarios negativos y las críticas no se toman de mala gana.
No es que no les importe lo que piensen los demás, sino que les importa más lo que piensan de sí mismos.
La crítica constructiva siempre es bienvenida, pero saben la diferencia entre la crítica constructiva y las personas que intentan romperlos y desmotivarlos.
7. Quieren amigos y socios que aprecian las conversaciones profundas y una conexión emocional seria.
No quieren perder el tiempo en conversaciones inútiles, noticias y chismes en un estilo sensacionalista.
8. Siguen su corazón.
Si lo desea, puede seguirlos a ellos y a sus corazones, pero no espere que la persona auténtica se caiga a sus pies o cambie por usted.
9. No quieren que nada malo le pase a nadie, ni siquiera a quienes los lastimaron o los hicieron sufrir en el pasado y realmente quieren que todas las personas sean felices y prosperen en sus vidas.
Como eso es lo que quieren para sí mismos, puedes apostar a que ellos también lo quieren para ti.
10. La persona auténtica ve al Espíritu, no la persona.
¡La apariencia realmente no les importa!
Fuerte abrazo.
Gilgamesh***
