***Preciosa noche de Lunes para todos.
Continuamos conociendo los pensares y sapiencias de Don Hawkins.
Hoy una excelente explicación de la vulnerabilidad de nuestra mente, nuestra indefensión innata, algo que resulta imposible siquiera descubrir hasta que el ser llega al Conocimiento de ésto. Dirán...¿sólo por saberlo? pues es el primer paso, la primera llave que abre una pesada puerta que nos llevará automáticamente a hallar más puertas hasta que las puertas dejan de existir y las llaves también.
Desde mi concepción Gnóstica, Hawkins logra explicar lo mismo, pero como siempre digo, con la riqueza de la diversidad en el lenguaje y en la forma, y eso me produce mucha alegría.
Softwares mentales, y algunas recetas que Hawkins dá no distan de la Gnosis, primero la identificación de lo que somos aunque él no cite ni al Pleroma ni al Nag Hammadi, luego cómo destrabar esas ataduras...que en la Gnosis los arcontes atan al Espíritu.
Uno de mis grandes interrogantes es ¿porqué aparece el clic?, ¿lo hemos buscado?, ¿llegó y lo supimos aprovechar?, digo porque si pienso en tantísima gente que de éstas cosas ni fu ni fa...que jamás sabrán que existe la Gnosis ni Hawkins ni Jung ni Cristo..¿les llegará el clic?, o..si les llega ¿lo aprovecharán?, he allí el misterio.
Y podría utilizar argumentos remanidos usados por quienes hacen un negocio de la espiritualidad y diría que uno es un contactado o un iluminado o alguien que eligió venir para ayudar y bla bla bla.., todo muy lindo pero...incomprobable.
Vaya uno a saber porqué en un momento llega ese clic, y porqué uno lo puede aprovechar, y me inclino por pensar en que a lo largo de la historia humana hay Espíritus que fueron liberados en aquél incidente de Cristo en el hades sacando a las almas prisioneras, y que al ser salvos salieron de ésta cárcel y conocieron la Verdad.
Quizás, quien sabe lo que es sufrir aquí y aprendió, tome la decisión de regresar para colaborar aunque habiendo nacido nuevamente en la carne jamás recuerde quién es o a qué vino. Y hay otros espíritus que, tal como explica el Pistis Sofía, fueron creados por los arcontes, con sus *lágrimas*...otro concepto de la Gnosis que encierra gran misterio y que hasta ahora lo sigue siendo.
Esas almas no evolucionarán por más esfuerzos que hagan, excepto que aquellos Espíritus colaboradores les pongan en su camino ese clic necesario. Aquello de Pneuma-Psíquico-Ílico, cobra mucho sentido cuando vemos los miles y miles de años que lleva la humanidad jugando el juego de la re-encarnación, el reciclaje, la marioneta necesaria para que siga la función del demiurgo...
¿Cortaremos el hilo todos algún día?.
Creo que en ésta bellísima y sentida canción de Gala Evora podemos comprender que el amor entendido como posesión nos provoca dolor y no felicidad.
La palabra *amor*, Gnósticamente cobra otro sentido.
¿Es posible experimentar un amor sin posesión?...sí..,es posible;
Y mientras la canción transcurre...nos quedamos con Hawkins;
-El Perdón y la Inocencia de la Conciencia
Para la mente media es difícil dar el paso de perdonar debido a su posicionamiento arbitrario que genera una dualidad conflictiva de lo correcto y lo erróneo, de lo encomiable y lo detestable, de lo justo y lo injusto. Se trata, una vez más, del problema de los opuestos. La resolución de los opuestos precisa de cierta comprensión acerca de la naturaleza de la conciencia. La compasión ante la fragilidad humana suaviza el enjuiciamiento. La mente humana establece criterios hipotéticos sobre el comportamiento humano, criterios nacidos de una actitud moralista.
En los Estados Unidos, por ejemplo, lo que llamamos moralidad no es más que una expresión de Puritanismo. Que no es lo mismo en absoluto. El puritanismo es enjuiciamiento, el cual está desprovisto de compasión, amor o perdón. Muestra una actitud dura, despiadada y punitiva. Apela al egotismo, al sentirse con razón, virtuoso y justo. Opera a través de la condena, la vergüenza, la culpa y el miedo y busca retribuciones y castigos. En cambio, la conciencia es innatamente inocente.
Se programa, poco a poco, a menudo simplemente por influencias sociales accidentales. Nace en una subcultura concreta.
En el nivel más bajo, se encuentra entre bandas de barrio o cultos seculares peculiares, con fidelidades, símbolos, secretos, iniciaciones y obediencia al grupo y a sus líderes. En este nivel de la sociedad, las consecuencias por la violación del código del grupo pueden pagarse con la muerte. El grupo tiene sus formas de vestir, sus gestos y pronunciamientos simbólicos, y ejerce un férreo control sobre sus miembros. A los que se les lava el cerebro y son intimidados; las posibilidades de escape son remotas. Desde el punto de vista de unos, estas conductas son antisociales. Desde el de los otros, son simplemente adaptativas y disociales.
Aunque se trata de actitudes disonantes respecto a la sociedad en su conjunto, son internamente consecuentes. El núcleo de las subculturas es la programación. Su contenido se manifiesta en las letras de la música de estas subculturas. Las normas de la sociedad se ridiculizan y se tienen por insignificantes. En los niveles sociales progresivamente más altos, se da el mismo tipo de programación, pero se trata de una programación menos obvia o descarada. También aquí, se espera la lealtad del grupo a los programas sociales, y la divergencia se castiga por medios más sutiles o con el rechazo.
La conciencia de las personas en cada nivel de la sociedad es conformada por un nivel calibrado de consciencia que predomina como un campo de atracción oculto. Campo de atracción es un término que se deriva de la dinámica no lineal y significa que dentro de lo que parecen ser ocurrencias aleatorias o inconexas, hay en realidad un campo patrón invisible, organizador o influencia, que afecta la ocurrencia de los fenómenos dentro de cada nivel de conciencia. También establece parámetros que limitan la comprensión y la consciencia. Si un concepto se encuentra más allá del alcance de la comprensión de determinado nivel de conciencia, la gente dice: *No lo entiendo*.
Si observamos la naturaleza de la conciencia, podremos decir que la mente es innatamente inocente dado que no dispone de los medios para prevenir que se la programe. Es un instrumento al que se le puede imbuir involuntariamente cualquier *software*. La conciencia humana no puede discernir, sin ayuda, la verdad de la falsedad. La mente carece de un mecanismo protector y se daña fácilmente. Después, las emociones disminuyen la capacidad para una percepción madura y equilibrada. Además, la mente tiene un defecto inherente al operar a través de la percepción, que disocia automáticamente la realidad en la dualidad y crea la espuria pseudo-realidad de la aparente polaridad de los opuestos.
La conciencia es como el hardware de un ordenador, y la programación social es como el software. Sea cual sea el contenido del software, el hardware permanece no-contaminado e innatamente inocente. En el pasado, el progreso espiritual estaba limitado por el dominio de las autoridades religiosas, y el dogma fue envuelto en los miedos y amenazas de la persecución. Cualquiera que trascendiera el sistema de creencias comúnmente mantenido, como los místicos, era sospechoso de herejía, y se le trataba como si fuera una amenaza para el sistema y las autoridades eclesiásticas. Esto aun sigue pasando en algunos países.
En occidente, esto ha cambiado y sigue cambiando en una dirección favorable. Ya no se acepta o se perdona la crueldad. La Santa Sede de la Iglesia Católica rechaza ahora la pena capital y ha renovado su autoridad y su poder espiritual con demostraciones de humildad y de integridad espiritual. El fallo no está en la religión en si, sino en las malas interpretaciones que hacen de ella aquellos que no la comprenden en su verdadera esencia. La consciencia humana ordinaria es absolutamente incapaz de diferenciar la verdad de la falsedad debido a que esta cegada por la propia naturaleza de la percepción.
Y, debido a esta inocencia innata, se la puede extraviar; y todo error es ignorancia. El nivel de consciencia que ha imperado en la humanidad durante los siglos pasados era inhóspito para la verdad espiritual, pero ahora que el nivel de consciencia se encuentra en el 207, la verdad ha encontrado un terreno fértil en el cual es bien recibida y puede crecer.
La Voluntad.
Entendimiento y Comprensión
La voluntad está determinada por el entendimiento y la comprensión que, a su vez, está influenciada por el significado, que luego es determinado por el contexto. Del significado y el contexto surge el valor y, de ahí, la elección. La voluntad potencia los esfuerzos por alcanzar eso que se valora en razón de su significado. Para el mundano, la motivación se basa en las necesidades y los deseos, y en la seducción de la atracción. Estas necesidades y deseos pierden fuerza motivadora cuando la voluntad y la elección las anulan.
La voluntad es por tanto la base del crecimiento espiritual y de la evolución de la conciencia. Uno se llega a sentir atraído por la verdad más que repelido por la falsedad. La evolución espiritual es como una nave espacial que supera la gravedad de la Tierra; es difícil al principio, pero finalmente consigue dejar el campo gravitatorio. La intencionalidad, que consume energía, se disuelve con el tiempo en una entrega sin esfuerzo, y te conviertes en receptor de una consciencia en expansión. La revelación sustituye al descubrimiento.
Aparece el entendimiento y se vuelve auto-revelador por la gracia, sin esfuerzo. La presión interna por alcanzar la consciencia espiritual es reemplazada al ser testigo de la Verdad y no su buscador.
El esfuerzo es sustituido por el descubrimiento espontáneo, sin esfuerzo. La esencia brilla cada vez más a través de la forma, que pierde sus contornos. Entonces, hasta la esencia se desvanece en los dominios de la consciencia de la existencia en si, con su Divinidad auto-revelada.
Sobre la Naturaleza de la Paz.
La Paz.
Profunda prevalece en el Silencio, que marca el final de la experiencia del tiempo. La ilusión del tiempo impide la Paz por cuanto ocasiona una expectativa de sentimiento de pérdida o anticipación. En los niveles ordinarios de la conciencia, esta presión temporal y la ansiedad que la acompaña se hallan fuera de la consciencia y pasan desapercibidas, del mismo modo que la gente que vive junto a las vías elevadas de los trenes terminan por no ser conscientes del ruido. Pero, si los trenes se detuvieran, se sentirían abrumados por un repentino y profundo silencio.
Algunas personas se han acostumbrado al tumulto y al ruido que se sienten alteradas por el silencio y la paz, e intentan regresar a lo que les resulta familiar, el ruido y las interrupciones de la gente. Muchas personas que no pueden tolerar la quietud del campo o el vacío de una habitación. El silencio de la Divinidad, en cambio, es profundamente reconfortante y gratificante.
La Naturaleza Del Camino.
La vía directa hacia una consciencia superior traspasa la forma, la dualidad y la percepción. El conflicto y el error surgen de la forma, que es también hogar de la fuerza. El poder reside en los *dominios de la no-forma*. Se podría decir que aquello que es sin forma emerge notablemente en el nivel de conciencia que se calibra en 500 y progresa hasta el 600, nivel en el cual la forma desaparece en la no-forma. Con el tiempo, se reconoce que la forma se constituye por la no-forma, y que ambas son uno y lo mismo, pero hasta que uno se percata de esto, la forma es una distracción y una demora que es mejor evitar.
Evitar Las Distracciones
De La Forma.
Muchas enseñanzas *espirituales* que se expresan en el mundo de la forma suelen llevar a lo que podría calificarse mejor como de reinos *astrales* de la conciencia, que en si pueden ser seductores, extensos y placenteros, pero que no llevan a la iluminación. La forma refuerza la ilusión de que hay un buscador en una especie de sendero con peldaños y señales e incluso con *guías espirituales* estacionados a lo largo de el. En la ascensión espiritual al pico de la Iluminación, no hay ciertamente entidades con las que uno se pueda encontrar a lo largo del camino. Los *planos* astrales, al igual que las enseñanzas, pueden ser calibrados.
Existen planos inferiores =infiernos=, planos intermedios =purgatorio o limbo= y planos astrales superiores =celestiales=. Todos ellos son destinos posibles del alma o cuerpo espiritual, el foco de la conciencia. Cada uno de estos niveles tiene sus propias jerarquías, *Dioses* y folclore, que son *reales* para los habitantes de estos planos. Pueden ser gratificantes, incluso alegres y emocionantes, pero todo esto no es la iluminación. Aquello que es la Realidad está más allá de toda forma y sin embargo es intrínseco a ella.
Que la forma revele su propia naturaleza.
No hay necesidad de buscarla.
Por otra parte, hay que tener cuidado en no caer en los supuestos opuestos o alternativas de forma frente a la no-forma, a la Totalidad frente a la vacuidad, o la plenitud frente al vacío. Esto no es más que lingüística descriptiva, sin realidad intrínseca. Uno no tiene por que optar entre lo real y lo irreal dado que lo irreal no existe.
Gilgamesh***
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lunes, 5 de septiembre de 2016
sábado, 3 de septiembre de 2016
* La concepción Gnóstica de David R. Hawkins-parte 12 *
***Hermosa noche de Sábado para todos.
Retomamos el gran trabajo de Don David, al final una apostilla.
La Conciencia: El Camino Hacia Dios
El Intelecto.
El riesgo que se corre cuando se proporciona información es que el ego del oyente intente asimilar la información como datos para el intelecto, deteniéndose ahí. Hay estudiantes espirituales que han asistido literalmente a centenares de talleres y conferencias y tienen habitaciones llenas de libros espirituales, pero que no han hecho progreso alguno en su consciencia; se encuentran en un punto muerto. Su búsqueda consiste en ir de taller en taller, de libro en libro, de gurú en gurú, y seguir así. El trabajo espiritual no es un trabajo del intelecto =que llevar al doctorado en Religiones Comparadas o Teología=.
La verdadera metafísica es una abstracción que facilita el lenguaje y la verbalización con el fin de comunicar eso que, en verdad, no puede ser comunicado con palabras. Las palabras no son cosas a ser realizadas. Las verdades aprendidas han de ser puestas en práctica en la vida diaria para que sean efectivas, pues esas verdades se hallan más allá de las palabras. Si se hace esto los cambios tienen lugar. El propósito de la información es que sea absorbida con familiaridad y luego madure en comprensión.
La Comprensión
En el trabajo espiritual, la comprensión en si misma tiene la capacidad de provocar el cambio. Actúa como un catalizador y abre nuevos modos de observación de las cosas. Provocando crecimiento y avance espiritual. A medida que el crecimiento espiritual continúa, los viejos estilos de pensamiento y contextualización son entregados y acompañados por la alegría de nuevos descubrimientos. La ira ante los absurdos de la vida se reemplaza ahora por la risa, y todo aquello por lo que el mundo gime y convierte en melodrama se ve ahora como algo cómico.
Las enseñanzas espirituales tienen que ser aceptadas para poder integrarlas. La resistencia proviene del ego, que carece de humildad, y que, por orgullo, se resiente de estar equivocado. Es mejor darse cuenta de que uno no está renunciando a planteamientos erróneos, sino que está adoptando planteamientos mejores.
Para el intelecto tiene sentido que la paz sea mejor que la guerra y que el amor sea mejor que el odio, pero el ego puede negarse a renunciar a sus odios preferidos y a sus resentimientos justificados. Hay una multitud de millones de personas en el planeta, culturas y sociedades enteras, cuyo único tema y razón para sobrevivir es el odio. Toda su sociedad se basa en la venganza y en la dualidad de la víctima y el verdugo. Regiones enteras del planeta se consagran a las expresiones del odio, que se justifica constantemente una y otra vez remitiéndose al pasado distante.
En la sociedad, no faltan justificaciones para el odio. Siempre se puede citar una larga lista de antepasados muertos y justificar el odio hacia sus antiguos enemigos. Es algo que hasta se puede llegar a ver como heroico, patriota, loable o políticamente correcto.
La Voluntad
Dejar ir lo viejo se facilita por la voluntad, el coraje y la fe. El progreso espiritual beneficia literalmente a toda la humanidad en tanto en cuanto que eleva el nivel general de conciencia. Incluso uno mínimo supone una gran diferencia. Otro obstáculo para el crecimiento espiritual es la impaciencia, que es algo que se puede vencer por la entrega.
La Meditación
Por todas partes se ha escrito una orientación general de esta técnica. Quizás creamos que los pensamientos están conectados entre si por asociación o por alguna otra explicación psicológica aparentemente plausible.
Sin embargo, a través de la observación, uno se percata de lo contrario, los pensamientos se suceden sin sentido, de forma aleatoria. Saltan de un tema a otro, sin conexión alguna entre unos y otros. Normalmente se describe la corriente de pensamiento desde los límites del paradigma lineal newtoniano que imputa la causalidad donde no las hay en realidad.
Los pensamientos parecen ser aleatorios, no lineales y caóticos, sin predictibilidad calculable. Parecen no tener orden ni concierto. A pesar de los muchos y loables esfuerzos realizados para explicarlos, no hay realmente ninguna explicación verificable acerca de los pensamientos, las imágenes, los conceptos, los recuerdos, las fantasías, los sentimientos, las esperanzas o los miedos, y el contenido de la mente se niega a ser controlado. El estrato suma de la mente, la matriz del pensamiento, es la producción constante del pensar que da vida a una interminable sucesión de pensamientos, que se solapan intencionadamente para impedir cualquier posibilidad de silencio.
Cuanto más se intenta controlarlo, cuantos más trucos se utilizan, mas rebelde se vuelve, más se niega a ser controlado, y más indomable parece. En la meditación, puedes ver desde el punto de vista del testigo, el observador, que el campo de la conciencia es en si el que está observando a la mente y que es inútil forcejear con ella. Conviene darse cuenta de que la mente no es el yo. Es impertinente, es seductora. Intenta convencerte de que tú eres ella. La identificación con el cuerpo no se supera destruyendo al cuerpo.
Ni la identificación con la mente se trasciende destruyendo la mente. Si ni el cuerpo ni la mente son el verdadero yo, no es necesario destruirlo, vencerlo o combatir con él. Los pensamientos tienen lugar por si mismos, no porque sean causados por nada ni nadie. La naturaleza de la mente es pensar. Se la puede obligar a que discurra por un pensamiento lógico y secuencial durante cortos periodos de tiempo centrándose y por la intención. De este modo, puede resolver problemas. La mente es más rápida y más lista.
Exige reconocimiento por sus pensamientos =es decir, por sus buenos pensamientos=. Has de ser tan afilado como una hoja de afeitar y poner mucha atención para captar que esa exigencia de autoría de los pensamientos sucede un nanosegundo después de que ocurra el pensamiento.
La ilusión del Yo pienso desaparece cuando se atrapa a la mente con las manos en la masa. Buda dijo lo mismo; la mente búdica se descubre entre los pensamientos.
En realidad los pensamientos no tienen ningún sentido ni son necesarios para la supervivencia. La reivindicación de la autoría del pensamiento del ego tiene lugar en realidad 1/10.000 partes de un segundo después.
En realidad todo está sucediendo por si mismo. La propia vida es un regalo continuo, y su continuidad momento a momento está sustentada por Dios, no por el ego.
No tiene sentido intentar bloquear los pensamientos; pues siempre vuelven. La gente tiene miedo de que si se apartan de su mente o pensamiento, o no lo observan con atención o intentan controlar, morirán o se volverán locos. Los objetivos del ego/mente no son alcanzables. Sus esfuerzos son aparatosos y perturbadores. En realidad, uno se encuentra mejor sin ella. En el momento en que observas su inutilidad, puedes empezar a abandonarla retirando el interés por ella.
Puedes comenzar por renegar de su hipnótica fascinación y retirarte progresivamente de vigilante a observador, a testigo, a conciencia misma, y finalmente a la consciencia que ilumina la conciencia y permite a la consciencia ser consciente.
Se puede describir al Ser como un espacio esencialmente libre de forma. La mente está bajo la constante presión de la anticipación intentando controlar la siguiente fracción de nanosegundo de la experiencia. Puedes centrarte en el origen de esta voluntad de pensar y apartarla del nivel de la voluntad que subyace a su obsesión e impulso a controlar la experiencia del momento siguiente.
El trabajo espiritual es pues una entrega sin fin, un dejar ir, un alejarse, un retirarse, y un ignorar, aquello que es irrelevante y esencialmente insatisfactorio.
La dirección del enfoque se traslada entonces del contenido del pensamiento a aquello que observa y experimenta el pensamiento, y luego al descubrimiento de que la consciencia es consciente como resultado de una cualidad innata y no es en modo alguno el acto volitivo de un yo independiente e imaginario. La consciencia trasciende el lugar, el cuerpo, el espacio, el tiempo, la mente, el pensamiento y los sentimientos; Al igual que el cielo, es el telón de fondo sobre el cual flotan las nubes.
Lo último que presencia la consciencia no se ve alterado por ningún contenido ni depende del contenido para su propia existencia. Ir más allá de lo conocido requiere coraje, fe y convicción. También requiere poder espiritual y energía, cuya fuente es innata a los campos superiores de la conciencia y a los grandes maestros y sus enseñanzas. La propia iluminación es por la gracia de Dios, pero también sucede solo por propia decisión interior y elección.
Apostilla;
En parte Hawkins tiene razón, aunque por tener razón sobre eso de vaciar los pensamientos, yo en mi caso no concibo semejante prodigio.
No puedo imaginar mis 52 años de vida que llevo viviendo como un robot o un ente que no piensa.
Si no pensáramos creo que nos habríamos privado de tantos deleites..., por ejemplo una bella canción, hecha música y voz a través de un autor que primero...pensó una historia que contar.
De músicos que pensaron en ejecutar un instrumento y ennoblecerlo, y de una voz que pensó en que si cantaba le ponía belleza a tanta amargura..
Pero Hawkins tiene razón cuando escuchamos la letra de ésta canción y llegamos a la conclusión de que si el o la autora de la canción no hubiera pensado así...seguramente no estaría experimentando eso de...sufrir por amor...por una ausencia..., que se tiene que remendar con...la imaginación.
Dulces sueños para todos;
Gilgamesh***
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Retomamos el gran trabajo de Don David, al final una apostilla.
La Conciencia: El Camino Hacia Dios
El Intelecto.
El riesgo que se corre cuando se proporciona información es que el ego del oyente intente asimilar la información como datos para el intelecto, deteniéndose ahí. Hay estudiantes espirituales que han asistido literalmente a centenares de talleres y conferencias y tienen habitaciones llenas de libros espirituales, pero que no han hecho progreso alguno en su consciencia; se encuentran en un punto muerto. Su búsqueda consiste en ir de taller en taller, de libro en libro, de gurú en gurú, y seguir así. El trabajo espiritual no es un trabajo del intelecto =que llevar al doctorado en Religiones Comparadas o Teología=.
La verdadera metafísica es una abstracción que facilita el lenguaje y la verbalización con el fin de comunicar eso que, en verdad, no puede ser comunicado con palabras. Las palabras no son cosas a ser realizadas. Las verdades aprendidas han de ser puestas en práctica en la vida diaria para que sean efectivas, pues esas verdades se hallan más allá de las palabras. Si se hace esto los cambios tienen lugar. El propósito de la información es que sea absorbida con familiaridad y luego madure en comprensión.
La Comprensión
En el trabajo espiritual, la comprensión en si misma tiene la capacidad de provocar el cambio. Actúa como un catalizador y abre nuevos modos de observación de las cosas. Provocando crecimiento y avance espiritual. A medida que el crecimiento espiritual continúa, los viejos estilos de pensamiento y contextualización son entregados y acompañados por la alegría de nuevos descubrimientos. La ira ante los absurdos de la vida se reemplaza ahora por la risa, y todo aquello por lo que el mundo gime y convierte en melodrama se ve ahora como algo cómico.
Las enseñanzas espirituales tienen que ser aceptadas para poder integrarlas. La resistencia proviene del ego, que carece de humildad, y que, por orgullo, se resiente de estar equivocado. Es mejor darse cuenta de que uno no está renunciando a planteamientos erróneos, sino que está adoptando planteamientos mejores.
Para el intelecto tiene sentido que la paz sea mejor que la guerra y que el amor sea mejor que el odio, pero el ego puede negarse a renunciar a sus odios preferidos y a sus resentimientos justificados. Hay una multitud de millones de personas en el planeta, culturas y sociedades enteras, cuyo único tema y razón para sobrevivir es el odio. Toda su sociedad se basa en la venganza y en la dualidad de la víctima y el verdugo. Regiones enteras del planeta se consagran a las expresiones del odio, que se justifica constantemente una y otra vez remitiéndose al pasado distante.
En la sociedad, no faltan justificaciones para el odio. Siempre se puede citar una larga lista de antepasados muertos y justificar el odio hacia sus antiguos enemigos. Es algo que hasta se puede llegar a ver como heroico, patriota, loable o políticamente correcto.
La Voluntad
Dejar ir lo viejo se facilita por la voluntad, el coraje y la fe. El progreso espiritual beneficia literalmente a toda la humanidad en tanto en cuanto que eleva el nivel general de conciencia. Incluso uno mínimo supone una gran diferencia. Otro obstáculo para el crecimiento espiritual es la impaciencia, que es algo que se puede vencer por la entrega.
La Meditación
Por todas partes se ha escrito una orientación general de esta técnica. Quizás creamos que los pensamientos están conectados entre si por asociación o por alguna otra explicación psicológica aparentemente plausible.
Sin embargo, a través de la observación, uno se percata de lo contrario, los pensamientos se suceden sin sentido, de forma aleatoria. Saltan de un tema a otro, sin conexión alguna entre unos y otros. Normalmente se describe la corriente de pensamiento desde los límites del paradigma lineal newtoniano que imputa la causalidad donde no las hay en realidad.
Los pensamientos parecen ser aleatorios, no lineales y caóticos, sin predictibilidad calculable. Parecen no tener orden ni concierto. A pesar de los muchos y loables esfuerzos realizados para explicarlos, no hay realmente ninguna explicación verificable acerca de los pensamientos, las imágenes, los conceptos, los recuerdos, las fantasías, los sentimientos, las esperanzas o los miedos, y el contenido de la mente se niega a ser controlado. El estrato suma de la mente, la matriz del pensamiento, es la producción constante del pensar que da vida a una interminable sucesión de pensamientos, que se solapan intencionadamente para impedir cualquier posibilidad de silencio.
Cuanto más se intenta controlarlo, cuantos más trucos se utilizan, mas rebelde se vuelve, más se niega a ser controlado, y más indomable parece. En la meditación, puedes ver desde el punto de vista del testigo, el observador, que el campo de la conciencia es en si el que está observando a la mente y que es inútil forcejear con ella. Conviene darse cuenta de que la mente no es el yo. Es impertinente, es seductora. Intenta convencerte de que tú eres ella. La identificación con el cuerpo no se supera destruyendo al cuerpo.
Ni la identificación con la mente se trasciende destruyendo la mente. Si ni el cuerpo ni la mente son el verdadero yo, no es necesario destruirlo, vencerlo o combatir con él. Los pensamientos tienen lugar por si mismos, no porque sean causados por nada ni nadie. La naturaleza de la mente es pensar. Se la puede obligar a que discurra por un pensamiento lógico y secuencial durante cortos periodos de tiempo centrándose y por la intención. De este modo, puede resolver problemas. La mente es más rápida y más lista.
Exige reconocimiento por sus pensamientos =es decir, por sus buenos pensamientos=. Has de ser tan afilado como una hoja de afeitar y poner mucha atención para captar que esa exigencia de autoría de los pensamientos sucede un nanosegundo después de que ocurra el pensamiento.
La ilusión del Yo pienso desaparece cuando se atrapa a la mente con las manos en la masa. Buda dijo lo mismo; la mente búdica se descubre entre los pensamientos.
En realidad los pensamientos no tienen ningún sentido ni son necesarios para la supervivencia. La reivindicación de la autoría del pensamiento del ego tiene lugar en realidad 1/10.000 partes de un segundo después.
En realidad todo está sucediendo por si mismo. La propia vida es un regalo continuo, y su continuidad momento a momento está sustentada por Dios, no por el ego.
No tiene sentido intentar bloquear los pensamientos; pues siempre vuelven. La gente tiene miedo de que si se apartan de su mente o pensamiento, o no lo observan con atención o intentan controlar, morirán o se volverán locos. Los objetivos del ego/mente no son alcanzables. Sus esfuerzos son aparatosos y perturbadores. En realidad, uno se encuentra mejor sin ella. En el momento en que observas su inutilidad, puedes empezar a abandonarla retirando el interés por ella.
Puedes comenzar por renegar de su hipnótica fascinación y retirarte progresivamente de vigilante a observador, a testigo, a conciencia misma, y finalmente a la consciencia que ilumina la conciencia y permite a la consciencia ser consciente.
Se puede describir al Ser como un espacio esencialmente libre de forma. La mente está bajo la constante presión de la anticipación intentando controlar la siguiente fracción de nanosegundo de la experiencia. Puedes centrarte en el origen de esta voluntad de pensar y apartarla del nivel de la voluntad que subyace a su obsesión e impulso a controlar la experiencia del momento siguiente.
El trabajo espiritual es pues una entrega sin fin, un dejar ir, un alejarse, un retirarse, y un ignorar, aquello que es irrelevante y esencialmente insatisfactorio.
La dirección del enfoque se traslada entonces del contenido del pensamiento a aquello que observa y experimenta el pensamiento, y luego al descubrimiento de que la consciencia es consciente como resultado de una cualidad innata y no es en modo alguno el acto volitivo de un yo independiente e imaginario. La consciencia trasciende el lugar, el cuerpo, el espacio, el tiempo, la mente, el pensamiento y los sentimientos; Al igual que el cielo, es el telón de fondo sobre el cual flotan las nubes.
Lo último que presencia la consciencia no se ve alterado por ningún contenido ni depende del contenido para su propia existencia. Ir más allá de lo conocido requiere coraje, fe y convicción. También requiere poder espiritual y energía, cuya fuente es innata a los campos superiores de la conciencia y a los grandes maestros y sus enseñanzas. La propia iluminación es por la gracia de Dios, pero también sucede solo por propia decisión interior y elección.
Apostilla;
En parte Hawkins tiene razón, aunque por tener razón sobre eso de vaciar los pensamientos, yo en mi caso no concibo semejante prodigio.
No puedo imaginar mis 52 años de vida que llevo viviendo como un robot o un ente que no piensa.
Si no pensáramos creo que nos habríamos privado de tantos deleites..., por ejemplo una bella canción, hecha música y voz a través de un autor que primero...pensó una historia que contar.
De músicos que pensaron en ejecutar un instrumento y ennoblecerlo, y de una voz que pensó en que si cantaba le ponía belleza a tanta amargura..
Pero Hawkins tiene razón cuando escuchamos la letra de ésta canción y llegamos a la conclusión de que si el o la autora de la canción no hubiera pensado así...seguramente no estaría experimentando eso de...sufrir por amor...por una ausencia..., que se tiene que remendar con...la imaginación.
Dulces sueños para todos;
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DAVID HAWKINS
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lunes, 29 de agosto de 2016
* La concepción Gnóstica de David R. Hawkins-parte 11 *
***Bella noche de Lunes para todos.
Continuamos con los extractos del libro de David Hawkins,*El ojo del Yo*;
Si observamos el fenómeno del funcionamiento de la mente veremos que sus mecanismos se hacen evidentes para luego desaparecer. Las presunciones de la mente son su separación, su creencia en una progresión del tiempo con sus comienzos y finales, y las categorías del pensamiento que constituyen y aseguran su supervivencia. Para sobrevivir, el ego ha de creer que es real, y que tiene una existencia separada e independiente. El otro motivo de su continuidad es la creencia de que, a través del ego y su mejora, se puede encontrar al fin la felicidad y quedar aseguradas las condiciones idóneas para esta.
De ahí que el ego/mente busque constantemente el control y la ganancia en sus distintas formas y aspectos. Busca el éxito bajo cualquier criterio que utilice para medir ese objetivo ilusorio. La felicidad esta siempre al doblar la esquina, de tal manera que se esfuerza cada vez más por alcanzar sus metas. En determinado punto, la ilusión se desmorona y se da la apertura necesaria para el inicio de la búsqueda espiritual. Esta búsqueda cambia su sentido de fuera a dentro y comienza la búsqueda de respuestas. Si hay suerte, te llegan las enseñanzas de la verdadera iluminación y no te desvías del núcleo de estas enseñanzas.
Con el paso del tiempo, se han perdido muchas de las explicaciones que se ofrecieron junto con las enseñanzas originales, introduciéndose a cambio muchos malentendidos. A lo largo de los siglos, algunas de las grandes enseñanzas se han distorsionado hasta tal punto que, sorprendentemente, han adoptado exactamente su sentido opuesto, convirtiéndose en base de conflictos y de obstrucción a la verdad. No solo es útil, sino crucial, poder disponer de una fuente autorizada a través de la cual comprobar los propios rumbos y las direcciones a seguir. Nunca se insistirá demasiado en que debería obtenerse y confirmarse el nivel calibrado de verdad de cualquier maestro o enseñanza antes de convertirse en estudiante o seguidor de estos, y mucho menos en devoto o iniciado.
Uno debería comprometerse solo ante Dios y la Verdad. Los maestros han de ser respetados, pero la devoción debería ser restringida solo a la Verdad. Como dijo Buda, *No pongas cabeza alguna por encima de la tuya*, dando a entender que el único gurú verdadero de uno es el Ser =la naturaleza búdica=.
El Ser del maestro y el propio Ser de uno son uno y lo mismo. El maestro se convierte en fuente de inspiración e información. Es la inspiración la que sostiene la búsqueda.
¿El compromiso espiritual implica que uno tiene que renunciar al mundo? No, evidentemente no. Significa simplemente, que la vida mundana requiere ser recontextualizada, reestructurada y contemplada de un modo diferente. La trampa no se halla en el mundo, sino en el propio apego a el y las observaciones que oscurecen la búsqueda de la Verdad. Algunas atracciones en si son meros pasatiempos, mientras que otras son verdaderas trampas de lúgubres consecuencias en las cuales se sumergen los inconscientes.
Por otra parte, en ocasiones es solo gracias a la dura agonía que supone extraviarse como se consigue tocar fondo, dejarse ir y aceptar mejor las elecciones realizadas. De ahí que nunca se pueda decir que es un error para alguien seguir un camino en particular porque puede que a la postre le lleve a la salvación final, por doloroso que pueda resultarle.
Lo que si podemos decir con certeza es que todo lo que no dé una respuesta de fortaleza en la prueba muscular no es conveniente para el buscador comprometido de la iluminación. Una fuente de error es a menudo la aparentemente inocua capacidad humana para la curiosidad. La antesala de las puertas del desastre no es obviamente algo negativo, sino un cebo bastante más sofisticado que nos oculta al lobo bajo la piel de cordero.
Es por tanto necesario evitar todo lo que no dé una respuesta de fortaleza en la prueba muscular ya que solo lo que te lleva a una respuesta de fortaleza sustenta la vida y lleva a la Verdad. ¿Puedes explorar los dominios que se hallan lejos de la Verdad y volver ileso? La respuesta, al menos por el momento, es que no es probable. Démonos cuenta del hecho de que el 78 % de la población mundial se halla por debajo del nivel de Integridad =200=.También hay que tener en cuenta la reacción social con la que hay que enfrentarse, algo que podríamos calificar como el ?fenómeno del cangrejo?.
En un cubo lleno de cangrejos, mientras uno o más de ellos intentan alcanzar el borde del cubo, los otros se encaraman y les hacen caer; en algunas personas, se da una reacción en contra hacia aquellos que están buscando la luz. De hecho, si un miembro de una secta calibrada negativamente comienza a discernir la negatividad que está presente tras la fachada de santidad e intenta irse, son a menudo denunciados o sometidos a abusos e incluso a violencia. De ahí que los caminos más tradicionales recomienden que las personas se congreguen con otros que tengan una dedicación espiritual similar.
También resulta significativo que el nivel de conciencia de la humanidad, que se mantuvo en 190 durante muchos siglos, ha dado un salto recientemente al 207; Por tanto, el mar de la conciencia de la humanidad como un todo sustenta lo positivo en vez de lo negativo.
La Dirección Espiritual. Conviene recordar que ni la Verdad ni la Iluminación son cosas que puedan ser encontradas, solicitadas, adquiridas, conseguidas o poseídas. Aquello que es Infinita Presencia siempre está presente, y su realización sucede por si misma cuando los obstáculos para esa realización son eliminados.
Por tanto, no es necesario estudiar la verdad sino simplemente apartarse de lo que es falso. El hecho de que se aparten las nubes no causa que el Sol brille sino simplemente nos revela lo que siempre estuvo oculto. El trabajo espiritual, por tanto, es principalmente, un dejar ir lo supuestamente conocido en favor de lo desconocido, con la promesa de otros que ya lo han hecho de que el esfuerzo será mucho más que bien recompensado al final. En el nivel terrestre, el oro no es creado, sino simplemente revelado al desconchar todo lo que lo oscurece.
Una de las principales herramientas espirituales es la intención, que establece prioridades y jerarquías de valores que vigorizan los esfuerzos de uno. El trabajo espiritual es un compromiso y además una exploración. El camino fue abierto por aquellos que lo recorrieron antes y prepararon en la consciencia de otros la posibilidad de seguirlo. Del mismo modo Roger Bannister quebró la idea del Campo-M de la milla en menos de cuatro minutos, de manera que han sido seres de avanzada consciencia los que superaron las marcas para que otros les siguieran. A su vez, cada avance que hacemos en nuestra consciencia beneficia a una multitud que no vemos y fortalece el siguiente paso para que otros lo sigan.
Cada acto de bondad es notado por el universo y preservado eternamente. Cuando se ven las cosas como son, la gratitud reemplaza a la ambición espiritual. En el Budismo tradicional, uno busca la iluminación por el bien de toda la humanidad; todos los dones regresan a su fuente. A su debido tiempo, la propia intención espiritual y enfoque llegan a reemplazar las ambiciones mundanas y deseos. Es como si los pensamientos de uno se fueran involucrando cada vez más con el Ser, como si hubiera una fuerza de gravedad espiritual actuando por atracción.
Un estilo de conocimiento interior reemplaza a la razón y a la lógica, y la consciencia intuitiva se centra en la esencia de la vida y sus actividades más que en las metas o en los detalles de la forma. La percepción empieza a cambiar y la belleza de la creación literalmente resplandece en toda persona y objeto. Una simple escena puede inesperada y repentinamente convertirse en algo abrumadoramente hermoso como un pensamiento revelándose en Technicolor tridimensional. Hay momentos en que súbitamente todo está en calma, y la experiencia de la cualidad de Todo Lo Que Es toma lugar dentro de una Presencia omnipresente.
Es el Ojo del Yo, lo que da a la vida sensación de realidad. Es aquello que nos permite experimentar que lo que pensamos como un Yo individual es en realidad el Yo, Infinito. El resplandor de Dios es la luz de la consciencia que revela la divinidad de todo cuanto existe. En la serenidad de la Infinita Presencia, la mente está silente en la medida en que no hay nada que se pueda decir; todo habla por si mismo con plenitud y exactitud. Con esta realización, uno trasciende la dualidad final de la existencia frente a la no existencia porque solo la existencia es posible. No existe ningún opuesto a la Verdad porque la Realidad excluye la no realidad. En esta realización reside la paz de Dios.
Gilgamesh***
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Continuamos con los extractos del libro de David Hawkins,*El ojo del Yo*;
Si observamos el fenómeno del funcionamiento de la mente veremos que sus mecanismos se hacen evidentes para luego desaparecer. Las presunciones de la mente son su separación, su creencia en una progresión del tiempo con sus comienzos y finales, y las categorías del pensamiento que constituyen y aseguran su supervivencia. Para sobrevivir, el ego ha de creer que es real, y que tiene una existencia separada e independiente. El otro motivo de su continuidad es la creencia de que, a través del ego y su mejora, se puede encontrar al fin la felicidad y quedar aseguradas las condiciones idóneas para esta.
De ahí que el ego/mente busque constantemente el control y la ganancia en sus distintas formas y aspectos. Busca el éxito bajo cualquier criterio que utilice para medir ese objetivo ilusorio. La felicidad esta siempre al doblar la esquina, de tal manera que se esfuerza cada vez más por alcanzar sus metas. En determinado punto, la ilusión se desmorona y se da la apertura necesaria para el inicio de la búsqueda espiritual. Esta búsqueda cambia su sentido de fuera a dentro y comienza la búsqueda de respuestas. Si hay suerte, te llegan las enseñanzas de la verdadera iluminación y no te desvías del núcleo de estas enseñanzas.
Con el paso del tiempo, se han perdido muchas de las explicaciones que se ofrecieron junto con las enseñanzas originales, introduciéndose a cambio muchos malentendidos. A lo largo de los siglos, algunas de las grandes enseñanzas se han distorsionado hasta tal punto que, sorprendentemente, han adoptado exactamente su sentido opuesto, convirtiéndose en base de conflictos y de obstrucción a la verdad. No solo es útil, sino crucial, poder disponer de una fuente autorizada a través de la cual comprobar los propios rumbos y las direcciones a seguir. Nunca se insistirá demasiado en que debería obtenerse y confirmarse el nivel calibrado de verdad de cualquier maestro o enseñanza antes de convertirse en estudiante o seguidor de estos, y mucho menos en devoto o iniciado.
Uno debería comprometerse solo ante Dios y la Verdad. Los maestros han de ser respetados, pero la devoción debería ser restringida solo a la Verdad. Como dijo Buda, *No pongas cabeza alguna por encima de la tuya*, dando a entender que el único gurú verdadero de uno es el Ser =la naturaleza búdica=.
El Ser del maestro y el propio Ser de uno son uno y lo mismo. El maestro se convierte en fuente de inspiración e información. Es la inspiración la que sostiene la búsqueda.
¿El compromiso espiritual implica que uno tiene que renunciar al mundo? No, evidentemente no. Significa simplemente, que la vida mundana requiere ser recontextualizada, reestructurada y contemplada de un modo diferente. La trampa no se halla en el mundo, sino en el propio apego a el y las observaciones que oscurecen la búsqueda de la Verdad. Algunas atracciones en si son meros pasatiempos, mientras que otras son verdaderas trampas de lúgubres consecuencias en las cuales se sumergen los inconscientes.
Por otra parte, en ocasiones es solo gracias a la dura agonía que supone extraviarse como se consigue tocar fondo, dejarse ir y aceptar mejor las elecciones realizadas. De ahí que nunca se pueda decir que es un error para alguien seguir un camino en particular porque puede que a la postre le lleve a la salvación final, por doloroso que pueda resultarle.
Lo que si podemos decir con certeza es que todo lo que no dé una respuesta de fortaleza en la prueba muscular no es conveniente para el buscador comprometido de la iluminación. Una fuente de error es a menudo la aparentemente inocua capacidad humana para la curiosidad. La antesala de las puertas del desastre no es obviamente algo negativo, sino un cebo bastante más sofisticado que nos oculta al lobo bajo la piel de cordero.
Es por tanto necesario evitar todo lo que no dé una respuesta de fortaleza en la prueba muscular ya que solo lo que te lleva a una respuesta de fortaleza sustenta la vida y lleva a la Verdad. ¿Puedes explorar los dominios que se hallan lejos de la Verdad y volver ileso? La respuesta, al menos por el momento, es que no es probable. Démonos cuenta del hecho de que el 78 % de la población mundial se halla por debajo del nivel de Integridad =200=.También hay que tener en cuenta la reacción social con la que hay que enfrentarse, algo que podríamos calificar como el ?fenómeno del cangrejo?.
En un cubo lleno de cangrejos, mientras uno o más de ellos intentan alcanzar el borde del cubo, los otros se encaraman y les hacen caer; en algunas personas, se da una reacción en contra hacia aquellos que están buscando la luz. De hecho, si un miembro de una secta calibrada negativamente comienza a discernir la negatividad que está presente tras la fachada de santidad e intenta irse, son a menudo denunciados o sometidos a abusos e incluso a violencia. De ahí que los caminos más tradicionales recomienden que las personas se congreguen con otros que tengan una dedicación espiritual similar.
También resulta significativo que el nivel de conciencia de la humanidad, que se mantuvo en 190 durante muchos siglos, ha dado un salto recientemente al 207; Por tanto, el mar de la conciencia de la humanidad como un todo sustenta lo positivo en vez de lo negativo.
La Dirección Espiritual. Conviene recordar que ni la Verdad ni la Iluminación son cosas que puedan ser encontradas, solicitadas, adquiridas, conseguidas o poseídas. Aquello que es Infinita Presencia siempre está presente, y su realización sucede por si misma cuando los obstáculos para esa realización son eliminados.
Por tanto, no es necesario estudiar la verdad sino simplemente apartarse de lo que es falso. El hecho de que se aparten las nubes no causa que el Sol brille sino simplemente nos revela lo que siempre estuvo oculto. El trabajo espiritual, por tanto, es principalmente, un dejar ir lo supuestamente conocido en favor de lo desconocido, con la promesa de otros que ya lo han hecho de que el esfuerzo será mucho más que bien recompensado al final. En el nivel terrestre, el oro no es creado, sino simplemente revelado al desconchar todo lo que lo oscurece.
Una de las principales herramientas espirituales es la intención, que establece prioridades y jerarquías de valores que vigorizan los esfuerzos de uno. El trabajo espiritual es un compromiso y además una exploración. El camino fue abierto por aquellos que lo recorrieron antes y prepararon en la consciencia de otros la posibilidad de seguirlo. Del mismo modo Roger Bannister quebró la idea del Campo-M de la milla en menos de cuatro minutos, de manera que han sido seres de avanzada consciencia los que superaron las marcas para que otros les siguieran. A su vez, cada avance que hacemos en nuestra consciencia beneficia a una multitud que no vemos y fortalece el siguiente paso para que otros lo sigan.
Cada acto de bondad es notado por el universo y preservado eternamente. Cuando se ven las cosas como son, la gratitud reemplaza a la ambición espiritual. En el Budismo tradicional, uno busca la iluminación por el bien de toda la humanidad; todos los dones regresan a su fuente. A su debido tiempo, la propia intención espiritual y enfoque llegan a reemplazar las ambiciones mundanas y deseos. Es como si los pensamientos de uno se fueran involucrando cada vez más con el Ser, como si hubiera una fuerza de gravedad espiritual actuando por atracción.
Un estilo de conocimiento interior reemplaza a la razón y a la lógica, y la consciencia intuitiva se centra en la esencia de la vida y sus actividades más que en las metas o en los detalles de la forma. La percepción empieza a cambiar y la belleza de la creación literalmente resplandece en toda persona y objeto. Una simple escena puede inesperada y repentinamente convertirse en algo abrumadoramente hermoso como un pensamiento revelándose en Technicolor tridimensional. Hay momentos en que súbitamente todo está en calma, y la experiencia de la cualidad de Todo Lo Que Es toma lugar dentro de una Presencia omnipresente.
Es el Ojo del Yo, lo que da a la vida sensación de realidad. Es aquello que nos permite experimentar que lo que pensamos como un Yo individual es en realidad el Yo, Infinito. El resplandor de Dios es la luz de la consciencia que revela la divinidad de todo cuanto existe. En la serenidad de la Infinita Presencia, la mente está silente en la medida en que no hay nada que se pueda decir; todo habla por si mismo con plenitud y exactitud. Con esta realización, uno trasciende la dualidad final de la existencia frente a la no existencia porque solo la existencia es posible. No existe ningún opuesto a la Verdad porque la Realidad excluye la no realidad. En esta realización reside la paz de Dios.
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DAVID HAWKINS
,
GNOSIS 2016
viernes, 26 de agosto de 2016
* La concepción Gnóstica de David R. Hawkins-parte 10 *
***Bella noche de Viernes para todos.
Continuamos con el trabajo de Hawkins, hoy con un temita de aquellos...., el *ego*.
Como mi intención de compartir aquí éste trabajo es hallar la Gnosis comparada en los dichos de otro investigador, no es la idea refutarlo ni hacerle correcciones, simplemente mis acotaciones obedecen al estudio comparativo y que quede claro.
Considero que en éste texto Hawkins puede llegar a ser un tanto confuso para quienes lo leen o interpretan y es por eso que voy a acotar algunas precisiones y seré extenso, pero creo que sabrán disculpar si redunda en el beneficio de evitar malas interpretaciones.
Se habla de ego, según Hawkins es algo innato que viene con nosotros desde que nacemos, algo que debemos primero identificar para poder corregir y que no sea ese ego el tripulante de nuestra vida.
En la Gnosis es similar, el *ego* o vendedor de falsas realidades vendría a ser esa parte atada al Espíritu que intenta inducirnos al error y a la infelicidad, al mal obrar en ésta vida, lo que significa la trampa que nos recicla al no aprobar en la buena elección, que debería ser la del Espíritu.
Suelo decir que como éstas cosas surgen de la mente o el cerebro o el pensamiento, debemos abrevar de la parte correcta o elevada y no del ego que en realidad es el engañador innato que tenemos.
Luego Hawkins alienta a desactivar el ego con ciertos procedimientos que podrían parecer contradictorias, y cito esas partes a continuación;
-Desde el punto de vista del posicionamiento del ego y de su limitado alcance, el mundo parece necesitar innumerables arreglos y correcciones.
Esta ilusión se derrumba como vanidad.
-Otro hábito de la mente que crea obstáculos temporales es el uso frecuente de lo hipotético como fuente para la discusión y la duda. Siempre es posible para el intelecto construir una serie imaginaria de conceptos de tal forma que refute cualquier cosa. El propósito inconsciente de la posición hipotética es siempre la vanidad de tener razón y refutar cualquier otro punto de vista. Lo hipotético no tiene validez ni existencia en la realidad.
-Toda descripción, por elegante que sea, no deja de ser un conjunto de medidas y definiciones perceptivas de cualidades imputadas que no tienen existencia en si. Nada es como puede ser descrito; por tanto, toda descripción trata de lo que una cosa no es.
No sé si será la traducción que ha hecho la editorial del libro de Hawkins al español lo que podría ser un error o contradicción porque descuento que Hawkins no habría explicado todo ésto de ésta forma.
¿Porqué digo ésto? porque entonces a él mismo le cabrían las generales de lo que critica, cómo explicaría entonces que ha escrito varios libros o creó un centro espiritual, o
cómo entender entonces para qué explica todo lo que estamos leyendo si en definitiva él mismo dice que toda explicación es vana y que todo lo hipotético es malo porque implica querer tener la razón y es carente de humildad.
También explica que *expandir el nivel de consciencia consigue mucho más que con todos los esfuerzos o intentos con los que se pretende aliviar el sufrimiento del mundo* porque; *Todos esos esfuerzos son inútiles porque están necesariamente equivocados debido a las falsificaciones y las ilusiones de la función perceptiva del mismo ego*.
Al leer ésto parecería entonces que el mismo Hawkins y todo su trabajo que ha compartido escribiendo tantos libros y dando tantas conferencias debería ser inútil, excepto que Hawkins se creyera el único capacitado para decir que todo lo que no sea como él lo concibe, es incorrecto..
Yo no creo que esa sea la interpretación de Hawkins y reitero, a veces los traductores no logran plasmar correctamente la idea del autor, no quiero imaginar si un día alguien tratara de interpretar lo que yo escribo aquí, sólo por haberme leído sin llegar a coprenderme.
Puedo respaldar mi interpretación de que Hawkins no quiso decir algo tan contradictorio, porque más adelante o en otras partes él recalca ésto;
-Percatarse de la realidad y la verdad absoluta es el mayor regalo que le puedes hacer al mundo y a toda la humanidad. El trabajo espiritual en su esencia es, así pues, un trabajo de servicio desinteresado y de entrega a la Voluntad de Dios.
A eso se refería seguramente, y cuando él hacía la crítica hacia las hipótesis o la inutilidad de las retóricas porque siguen siendo creadas por el ego, me parece que se está refiriendo a todo lo que conocemos discursivamente a lo largo de la historia y que no han aportado realmente a evolucionar, sea desde una ideología política, una religión, una secta, o cualquier cosa que tenga detrás un interés sin estar basado en todas éstas cosas que podemos compartir tanto Hawkins como la Gnosis, o mis pequeños aportes explicativos.
Está claro que descubrir lo que descubrió Hawkins o lo que nos regala la Gnosis es un arduo trabajo que cada quien debe experimentar desde su excepcionalidad, porque todos nosotros, cada uno de nosotros, somos excepcionalmente distintos, como las huellas digitales, y cada quien debe hacer su propia experiencia.
Humildemente considero que cuando uno comparte éstos temas desde una entrega desinteresada sea económica o ideológica.
No hay intención más que dejar ahí lo que uno conoce y le ha sido útil, sin imponerlo y sin pelear con quienes ven las cosas desde otro lugar, y sin creer que uno con sus aportes va a salvar al mundo, frase que me recuerda a un reproche que me han hecho hace poco, y que creo a veces se malinterpreta ya que una cosa es compartir algo que no persigue ningún interés más que ayudar a pensar a otros, de no ser así, ni que Hawkins haya escrito sus libros o que yo esté haciendo éste blog tendría justificación entonces.
Y cada quien se beneficiaría con algo que, de no ser compartido terminaría siendo egoísta, y todos absolutamente todos seríamos como mudos ocultando cosas positivas para uso exclusivo personal importándonos un rábano que los demás anden buscando algo que les ayude a salir del sufrimiento.
Claro..., hacer eso sería más o menos como decir; *que los demás se las arreglen como puedan, y mientras yo esté bien, los demás no me importan*, y no pasa por ahí creo.
No somos moldes a los cuales todo procedimiento les cae igual, está claro, pero considero que si algo es positivo y ayuda, al compartirlo no voy a creer que soy un salvador o merezco una condecoración o un *gracias*, o que me digan que soy un genio o un iluminado, no, no, no..., yo al menos, =y creo que Hawkins ha querido decir lo mismo= creo que compartiendo algo bueno para mí con otros, quizás ¿quién sabe?..¿quién te dice?...¿porqué no? les ayude sin esperar absolutamente nada, ni siquiera las *gracias*. El ego no se alimenta si no recibe, y si yo no estoy pidiendo ni esperando nada, no estoy entonces compartiendo algo que tramposamente sea alimento para mi ego.
Como yo no creo que voy a salvar a alguna persona y mucho menos al mundo, puedo compartir sin miedo lo que considero útil aunque a muchos no les sirva o a muchos sí, y al no esperar absolutamente nada no habrá de ser un *compartir escudado en mi ego*, porque si vamos a pensar así entonces reitero, seríamos más que nunca.. ciegos sordos y mudos, perfectos egoístas que, con el mismo criterio cuando la anciana ha caído y no puede levantarse pasaríamos a su lado indiferentes, pensando que cada quién se arregle como pueda, o que es su destino, o que dios la ayude, seguramente que la anciana no me va a acusar de alimentar mi ego si le ayudo a levantarse ¿no?, por ahí pasa la cuestión.
La anciana feliz de poder salir de esa mala situación y yo también feliz de haber hecho algo bueno para ella, mi felicidad no sería entonces un alimento para mi ego, ya que ni esperé que me diera las gracias ni esperé que me pagara algo en retribución, ni le di mi nombre ni la invité a que lea mi blog, ni me creo que soy un santo o un buen tipo, entonces, pensar que ayudar a otros a salir de sus pesares es ego...estaría contribuyendo precisamente a todo lo contrario que Hawkins explica o que yo concibo desde la Gnosis.
Hechas éstas disgresiones, les dejo un fuerte abrazo y el texto de Hawkins;
-En un trabajo espiritual serio, es necesario tener unas cuantas herramientas básicas y sencillas de las que se pueda depender plenamente y sean de confianza para superar el miedo y la incertidumbre. Una verdad básica de inestimable valor y utilidad es la máxima de que todo temor es falso y no se basa en la verdad. El miedo se supera dirigiéndose directamente hacia el hasta que uno lo atraviesa y se encuentra con la alegría que el miedo estaba bloqueando. La alegría que sigue tras afrontar cualquier miedo espiritual proviene del descubrimiento de que no era más que una ilusión sin base real.
El ego/mente está limitado.
El ego/mente está limitado por el paradigma newtoniano de la realidad y es incapaz de comprender realmente la naturaleza de la propia vida. En realidad, todo ocurre por si mismo, sin causa exterior. Cada cosa y cada acontecimiento es una manifestación de la totalidad de Todo Lo Que Es, tal como es en un momento dado. Una vez que se ve en su totalidad, todo es perfecto en todo momento y no hay nada que precise de una causa externa para cambiar en modo alguno. Desde el punto de vista del posicionamiento del ego y de su limitado alcance, el mundo parece necesitar innumerables arreglos y correcciones.
Esta ilusión se derrumba como vanidad. En la Realidad, todo está manifestando automáticamente el destino inherente a su esencia; no necesita ninguna ayuda exterior para esto. Por la humildad, uno puede renunciar al papel auto-asignado del ego como salvador del mundo y entregarlo directamente a Dios. El mundo que el ego dibuja es una proyección de sus propias ilusiones y posicionamientos arbitrarios. Ese mundo no existe.
Otra fuente de vacilaciones cuando te sumerges en el trabajo espiritual tiene lugar cuando parece presentarse un conflicto transitorio entre las actitudes sociales habituales y el trabajo de evolución espiritual.
Debido al hábito, existen una serie de creencias y valores que derivan de los valores, las expectativas y la programación habituales. Se les cree valiosos para uno mismo y para la sociedad, y puede haber cierta reluctancia a renunciar a ellos. Por ejemplo, uno puede sentirse culpable por abandonar unas arraigadas convicciones mecanicistas o religiosas, o por renunciar al programa de buena persona sostenido como ideal. Para superar estas fuentes de conflicto, conviene recordar que el viaje espiritual requiere la renuncia a todo tipo de creencias y actitudes con el fin de crear espacio para que la Realidad resplandezca.
El énfasis en los propios esfuerzos y expectativas pasan de lo esperado y lo mundano a lo que parece al principio algo excepcional e inusual. Hay un abandono temporal de aquello que se fantaseaba era de valor para la sociedad. Lo que se creía que eran puntos de vista importantes y cruciales se ven ahora como presunciones impertinentes y retórica vacía.
La renuncia a los slogans preferidos lleva a que se vean básicamente como formas de propaganda operativa con motivaciones ocultas de control sobre los demás e influir sus mentes.
Con la humildad llega la voluntad de dejar de intentar controlar o cambiar a los demás o cambiar las situaciones o acontecimientos de la vida por su propio bien. Para ser un buscador espiritual comprometido, es necesario renunciar al deseo de lo que es correcto o de imaginario valor para la sociedad. De hecho, ni el ego ni el sistema de creencias de nadie son de ningún valor para la sociedad. El mundo no es ni bueno ni malo ni defectuoso, ni precisa ayuda o modificaciones porque su apariencia solo es una proyección de tu propia mente. Ese mundo ni existe.
Otro hábito de la mente que crea obstáculos temporales es el uso frecuente de lo hipotético como fuente para la discusión y la duda. Siempre es posible para el intelecto construir una serie imaginaria de conceptos de tal forma que refute cualquier cosa. El propósito inconsciente de la posición hipotética es siempre la vanidad de tener razón y refutar cualquier otro punto de vista. Lo hipotético no tiene validez ni existencia en la realidad.
En el trabajo espiritual nunca ha de plantearse el *qué pasaría si*, en la medida en que es un producto espurio de la imaginación y del lenguaje cuya motivación es la auto-justificación de un posicionamiento.
El nivel de conciencia de la intelectualización calibra en los 400s, lo que es útil en el mundo físico de los esfuerzos humanos, pero una limitación y una gran barrera para la iluminación. El intelecto en si es una gran limitación, y los grandes genios de la ciencia y el intelecto calibran todos aproximadamente 499. Y hasta aquí puede llegar el intelecto debido a las limitaciones que ofrece su contexto de la realidad. Para ir más allá de ese límite se requiere un mayor contexto que le lleva a uno a la no causalidad, la no dualidad, y a las dimensiones no lineales y no newtonianas de pensamiento y entendimiento.
Necesitamos ver que todo es como es a consecuencia de lo que el universo entero está siendo en su totalidad y en todo momento. Cualquier cosa que creemos ver es, en si, perfecta, total, una expresión del universo entero. El intelecto, en el mejor de los casos, solo puede comprender esto como una idea, pero no experimentar la auténtica verdad de ello. Aun cuando el ego pudiera comprender la totalidad, seguiría hablando de su percepción de un acontecimiento sin comprender su propia existencia.
Conviene darse cuenta de que no hay nada que se pueda describir o experimentar salvo desde su exterior. Toda descripción, por elegante que sea, no deja de ser un conjunto de medidas y definiciones perceptivas de cualidades imputadas que no tienen existencia en si. Nada es como puede ser descrito; por tanto, toda descripción trata de lo que una cosa no es. Percatarse de la realidad y la verdad absoluta es el mayor regalo que le puedes hacer al mundo y a toda la humanidad. El trabajo espiritual en su esencia es, así pues, un trabajo de servicio desinteresado y de entrega a la Voluntad de Dios.
A medida que incrementas la consciencia, el poder de ese campo de conciencia se incrementa exponencialmente en expansión logarítmica, y con eso, en y por si mismo, se consigue mucho más que con todos los esfuerzos o intentos con los que se pretende aliviar el sufrimiento del mundo. Todos esos esfuerzos son inútiles porque están necesariamente equivocados debido a las falsificaciones y las ilusiones de la función perceptiva del mismo ego.
La Impersonalidad del Ego debido a la creencia en un *yo* o *mi* singular, parece como si uno estuviera haciendo un sacrificio al renunciar al ego/mente. Y se ve como un sacrificio porque se cree que es algo único y precioso porque es personal.
Conviene darse cuenta de que el ego es impersonal; no es único en modo alguno. Todo el mundo tiene un ego innato que opera más o menos igual que el de todos los demás. A menos que hayan sido modificados por la evolución espiritual, todos los ego/yoes, se sirven a si mismos, son egotistas, vanos, mal informados, y siempre están intentando sacar partido de todas las formas habituales, como la superioridad moral, las posesiones, la fama, la riqueza, la adulación y el control.
Debido a su posicionamiento, el ego de todos deriva en culpabilidad, vergüenza, codicia, orgullo, ira, rabia, envidia, celos, odio, etc. Y dado que el ego se constituye de posicionamientos, no tiene opción de ser ninguna otra cosa que lo que ya es. De ahí que se convierta en una fuente ineludible de sufrimiento y pérdidas. Por encima de todo, teme al futuro y al espectro de la propia muerte, que forma parte intrínseca de la estructura del ego. A lo que más se aferra el ego es a la convicción de su propia existencia como una realidad independiente.
El ego puede incluso recurrir por un tiempo a la búsqueda de la iluminación como fórmula secreta para asegurarse la supervivencia en la Eternidad. Por este juego de manos, el ego espiritual emerge como una forma desesperada, aunque sofisticada, de supervivencia. Nuestras fantasías acerca de la realidad nos son muy queridas, y somos reacios a renunciar a ellas. Este proceso requiere tanto coraje como fe. Dejar de lado lo conocido por lo desconocido requiere un gran compromiso, voluntad y devoción para entregar la propia fe a Dios.
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Continuamos con el trabajo de Hawkins, hoy con un temita de aquellos...., el *ego*.
Como mi intención de compartir aquí éste trabajo es hallar la Gnosis comparada en los dichos de otro investigador, no es la idea refutarlo ni hacerle correcciones, simplemente mis acotaciones obedecen al estudio comparativo y que quede claro.
Considero que en éste texto Hawkins puede llegar a ser un tanto confuso para quienes lo leen o interpretan y es por eso que voy a acotar algunas precisiones y seré extenso, pero creo que sabrán disculpar si redunda en el beneficio de evitar malas interpretaciones.
Se habla de ego, según Hawkins es algo innato que viene con nosotros desde que nacemos, algo que debemos primero identificar para poder corregir y que no sea ese ego el tripulante de nuestra vida.
En la Gnosis es similar, el *ego* o vendedor de falsas realidades vendría a ser esa parte atada al Espíritu que intenta inducirnos al error y a la infelicidad, al mal obrar en ésta vida, lo que significa la trampa que nos recicla al no aprobar en la buena elección, que debería ser la del Espíritu.
Suelo decir que como éstas cosas surgen de la mente o el cerebro o el pensamiento, debemos abrevar de la parte correcta o elevada y no del ego que en realidad es el engañador innato que tenemos.
Luego Hawkins alienta a desactivar el ego con ciertos procedimientos que podrían parecer contradictorias, y cito esas partes a continuación;
-Desde el punto de vista del posicionamiento del ego y de su limitado alcance, el mundo parece necesitar innumerables arreglos y correcciones.
Esta ilusión se derrumba como vanidad.
-Otro hábito de la mente que crea obstáculos temporales es el uso frecuente de lo hipotético como fuente para la discusión y la duda. Siempre es posible para el intelecto construir una serie imaginaria de conceptos de tal forma que refute cualquier cosa. El propósito inconsciente de la posición hipotética es siempre la vanidad de tener razón y refutar cualquier otro punto de vista. Lo hipotético no tiene validez ni existencia en la realidad.
-Toda descripción, por elegante que sea, no deja de ser un conjunto de medidas y definiciones perceptivas de cualidades imputadas que no tienen existencia en si. Nada es como puede ser descrito; por tanto, toda descripción trata de lo que una cosa no es.
No sé si será la traducción que ha hecho la editorial del libro de Hawkins al español lo que podría ser un error o contradicción porque descuento que Hawkins no habría explicado todo ésto de ésta forma.
¿Porqué digo ésto? porque entonces a él mismo le cabrían las generales de lo que critica, cómo explicaría entonces que ha escrito varios libros o creó un centro espiritual, o
cómo entender entonces para qué explica todo lo que estamos leyendo si en definitiva él mismo dice que toda explicación es vana y que todo lo hipotético es malo porque implica querer tener la razón y es carente de humildad.
También explica que *expandir el nivel de consciencia consigue mucho más que con todos los esfuerzos o intentos con los que se pretende aliviar el sufrimiento del mundo* porque; *Todos esos esfuerzos son inútiles porque están necesariamente equivocados debido a las falsificaciones y las ilusiones de la función perceptiva del mismo ego*.
Al leer ésto parecería entonces que el mismo Hawkins y todo su trabajo que ha compartido escribiendo tantos libros y dando tantas conferencias debería ser inútil, excepto que Hawkins se creyera el único capacitado para decir que todo lo que no sea como él lo concibe, es incorrecto..
Yo no creo que esa sea la interpretación de Hawkins y reitero, a veces los traductores no logran plasmar correctamente la idea del autor, no quiero imaginar si un día alguien tratara de interpretar lo que yo escribo aquí, sólo por haberme leído sin llegar a coprenderme.
Puedo respaldar mi interpretación de que Hawkins no quiso decir algo tan contradictorio, porque más adelante o en otras partes él recalca ésto;
-Percatarse de la realidad y la verdad absoluta es el mayor regalo que le puedes hacer al mundo y a toda la humanidad. El trabajo espiritual en su esencia es, así pues, un trabajo de servicio desinteresado y de entrega a la Voluntad de Dios.
A eso se refería seguramente, y cuando él hacía la crítica hacia las hipótesis o la inutilidad de las retóricas porque siguen siendo creadas por el ego, me parece que se está refiriendo a todo lo que conocemos discursivamente a lo largo de la historia y que no han aportado realmente a evolucionar, sea desde una ideología política, una religión, una secta, o cualquier cosa que tenga detrás un interés sin estar basado en todas éstas cosas que podemos compartir tanto Hawkins como la Gnosis, o mis pequeños aportes explicativos.
Está claro que descubrir lo que descubrió Hawkins o lo que nos regala la Gnosis es un arduo trabajo que cada quien debe experimentar desde su excepcionalidad, porque todos nosotros, cada uno de nosotros, somos excepcionalmente distintos, como las huellas digitales, y cada quien debe hacer su propia experiencia.
Humildemente considero que cuando uno comparte éstos temas desde una entrega desinteresada sea económica o ideológica.
No hay intención más que dejar ahí lo que uno conoce y le ha sido útil, sin imponerlo y sin pelear con quienes ven las cosas desde otro lugar, y sin creer que uno con sus aportes va a salvar al mundo, frase que me recuerda a un reproche que me han hecho hace poco, y que creo a veces se malinterpreta ya que una cosa es compartir algo que no persigue ningún interés más que ayudar a pensar a otros, de no ser así, ni que Hawkins haya escrito sus libros o que yo esté haciendo éste blog tendría justificación entonces.
Y cada quien se beneficiaría con algo que, de no ser compartido terminaría siendo egoísta, y todos absolutamente todos seríamos como mudos ocultando cosas positivas para uso exclusivo personal importándonos un rábano que los demás anden buscando algo que les ayude a salir del sufrimiento.
Claro..., hacer eso sería más o menos como decir; *que los demás se las arreglen como puedan, y mientras yo esté bien, los demás no me importan*, y no pasa por ahí creo.
No somos moldes a los cuales todo procedimiento les cae igual, está claro, pero considero que si algo es positivo y ayuda, al compartirlo no voy a creer que soy un salvador o merezco una condecoración o un *gracias*, o que me digan que soy un genio o un iluminado, no, no, no..., yo al menos, =y creo que Hawkins ha querido decir lo mismo= creo que compartiendo algo bueno para mí con otros, quizás ¿quién sabe?..¿quién te dice?...¿porqué no? les ayude sin esperar absolutamente nada, ni siquiera las *gracias*. El ego no se alimenta si no recibe, y si yo no estoy pidiendo ni esperando nada, no estoy entonces compartiendo algo que tramposamente sea alimento para mi ego.
Como yo no creo que voy a salvar a alguna persona y mucho menos al mundo, puedo compartir sin miedo lo que considero útil aunque a muchos no les sirva o a muchos sí, y al no esperar absolutamente nada no habrá de ser un *compartir escudado en mi ego*, porque si vamos a pensar así entonces reitero, seríamos más que nunca.. ciegos sordos y mudos, perfectos egoístas que, con el mismo criterio cuando la anciana ha caído y no puede levantarse pasaríamos a su lado indiferentes, pensando que cada quién se arregle como pueda, o que es su destino, o que dios la ayude, seguramente que la anciana no me va a acusar de alimentar mi ego si le ayudo a levantarse ¿no?, por ahí pasa la cuestión.
La anciana feliz de poder salir de esa mala situación y yo también feliz de haber hecho algo bueno para ella, mi felicidad no sería entonces un alimento para mi ego, ya que ni esperé que me diera las gracias ni esperé que me pagara algo en retribución, ni le di mi nombre ni la invité a que lea mi blog, ni me creo que soy un santo o un buen tipo, entonces, pensar que ayudar a otros a salir de sus pesares es ego...estaría contribuyendo precisamente a todo lo contrario que Hawkins explica o que yo concibo desde la Gnosis.
Hechas éstas disgresiones, les dejo un fuerte abrazo y el texto de Hawkins;
-En un trabajo espiritual serio, es necesario tener unas cuantas herramientas básicas y sencillas de las que se pueda depender plenamente y sean de confianza para superar el miedo y la incertidumbre. Una verdad básica de inestimable valor y utilidad es la máxima de que todo temor es falso y no se basa en la verdad. El miedo se supera dirigiéndose directamente hacia el hasta que uno lo atraviesa y se encuentra con la alegría que el miedo estaba bloqueando. La alegría que sigue tras afrontar cualquier miedo espiritual proviene del descubrimiento de que no era más que una ilusión sin base real.
El ego/mente está limitado.
El ego/mente está limitado por el paradigma newtoniano de la realidad y es incapaz de comprender realmente la naturaleza de la propia vida. En realidad, todo ocurre por si mismo, sin causa exterior. Cada cosa y cada acontecimiento es una manifestación de la totalidad de Todo Lo Que Es, tal como es en un momento dado. Una vez que se ve en su totalidad, todo es perfecto en todo momento y no hay nada que precise de una causa externa para cambiar en modo alguno. Desde el punto de vista del posicionamiento del ego y de su limitado alcance, el mundo parece necesitar innumerables arreglos y correcciones.
Esta ilusión se derrumba como vanidad. En la Realidad, todo está manifestando automáticamente el destino inherente a su esencia; no necesita ninguna ayuda exterior para esto. Por la humildad, uno puede renunciar al papel auto-asignado del ego como salvador del mundo y entregarlo directamente a Dios. El mundo que el ego dibuja es una proyección de sus propias ilusiones y posicionamientos arbitrarios. Ese mundo no existe.
Otra fuente de vacilaciones cuando te sumerges en el trabajo espiritual tiene lugar cuando parece presentarse un conflicto transitorio entre las actitudes sociales habituales y el trabajo de evolución espiritual.
Debido al hábito, existen una serie de creencias y valores que derivan de los valores, las expectativas y la programación habituales. Se les cree valiosos para uno mismo y para la sociedad, y puede haber cierta reluctancia a renunciar a ellos. Por ejemplo, uno puede sentirse culpable por abandonar unas arraigadas convicciones mecanicistas o religiosas, o por renunciar al programa de buena persona sostenido como ideal. Para superar estas fuentes de conflicto, conviene recordar que el viaje espiritual requiere la renuncia a todo tipo de creencias y actitudes con el fin de crear espacio para que la Realidad resplandezca.
El énfasis en los propios esfuerzos y expectativas pasan de lo esperado y lo mundano a lo que parece al principio algo excepcional e inusual. Hay un abandono temporal de aquello que se fantaseaba era de valor para la sociedad. Lo que se creía que eran puntos de vista importantes y cruciales se ven ahora como presunciones impertinentes y retórica vacía.
La renuncia a los slogans preferidos lleva a que se vean básicamente como formas de propaganda operativa con motivaciones ocultas de control sobre los demás e influir sus mentes.
Con la humildad llega la voluntad de dejar de intentar controlar o cambiar a los demás o cambiar las situaciones o acontecimientos de la vida por su propio bien. Para ser un buscador espiritual comprometido, es necesario renunciar al deseo de lo que es correcto o de imaginario valor para la sociedad. De hecho, ni el ego ni el sistema de creencias de nadie son de ningún valor para la sociedad. El mundo no es ni bueno ni malo ni defectuoso, ni precisa ayuda o modificaciones porque su apariencia solo es una proyección de tu propia mente. Ese mundo ni existe.
Otro hábito de la mente que crea obstáculos temporales es el uso frecuente de lo hipotético como fuente para la discusión y la duda. Siempre es posible para el intelecto construir una serie imaginaria de conceptos de tal forma que refute cualquier cosa. El propósito inconsciente de la posición hipotética es siempre la vanidad de tener razón y refutar cualquier otro punto de vista. Lo hipotético no tiene validez ni existencia en la realidad.
En el trabajo espiritual nunca ha de plantearse el *qué pasaría si*, en la medida en que es un producto espurio de la imaginación y del lenguaje cuya motivación es la auto-justificación de un posicionamiento.
El nivel de conciencia de la intelectualización calibra en los 400s, lo que es útil en el mundo físico de los esfuerzos humanos, pero una limitación y una gran barrera para la iluminación. El intelecto en si es una gran limitación, y los grandes genios de la ciencia y el intelecto calibran todos aproximadamente 499. Y hasta aquí puede llegar el intelecto debido a las limitaciones que ofrece su contexto de la realidad. Para ir más allá de ese límite se requiere un mayor contexto que le lleva a uno a la no causalidad, la no dualidad, y a las dimensiones no lineales y no newtonianas de pensamiento y entendimiento.
Necesitamos ver que todo es como es a consecuencia de lo que el universo entero está siendo en su totalidad y en todo momento. Cualquier cosa que creemos ver es, en si, perfecta, total, una expresión del universo entero. El intelecto, en el mejor de los casos, solo puede comprender esto como una idea, pero no experimentar la auténtica verdad de ello. Aun cuando el ego pudiera comprender la totalidad, seguiría hablando de su percepción de un acontecimiento sin comprender su propia existencia.
Conviene darse cuenta de que no hay nada que se pueda describir o experimentar salvo desde su exterior. Toda descripción, por elegante que sea, no deja de ser un conjunto de medidas y definiciones perceptivas de cualidades imputadas que no tienen existencia en si. Nada es como puede ser descrito; por tanto, toda descripción trata de lo que una cosa no es. Percatarse de la realidad y la verdad absoluta es el mayor regalo que le puedes hacer al mundo y a toda la humanidad. El trabajo espiritual en su esencia es, así pues, un trabajo de servicio desinteresado y de entrega a la Voluntad de Dios.
A medida que incrementas la consciencia, el poder de ese campo de conciencia se incrementa exponencialmente en expansión logarítmica, y con eso, en y por si mismo, se consigue mucho más que con todos los esfuerzos o intentos con los que se pretende aliviar el sufrimiento del mundo. Todos esos esfuerzos son inútiles porque están necesariamente equivocados debido a las falsificaciones y las ilusiones de la función perceptiva del mismo ego.
La Impersonalidad del Ego debido a la creencia en un *yo* o *mi* singular, parece como si uno estuviera haciendo un sacrificio al renunciar al ego/mente. Y se ve como un sacrificio porque se cree que es algo único y precioso porque es personal.
Conviene darse cuenta de que el ego es impersonal; no es único en modo alguno. Todo el mundo tiene un ego innato que opera más o menos igual que el de todos los demás. A menos que hayan sido modificados por la evolución espiritual, todos los ego/yoes, se sirven a si mismos, son egotistas, vanos, mal informados, y siempre están intentando sacar partido de todas las formas habituales, como la superioridad moral, las posesiones, la fama, la riqueza, la adulación y el control.
Debido a su posicionamiento, el ego de todos deriva en culpabilidad, vergüenza, codicia, orgullo, ira, rabia, envidia, celos, odio, etc. Y dado que el ego se constituye de posicionamientos, no tiene opción de ser ninguna otra cosa que lo que ya es. De ahí que se convierta en una fuente ineludible de sufrimiento y pérdidas. Por encima de todo, teme al futuro y al espectro de la propia muerte, que forma parte intrínseca de la estructura del ego. A lo que más se aferra el ego es a la convicción de su propia existencia como una realidad independiente.
El ego puede incluso recurrir por un tiempo a la búsqueda de la iluminación como fórmula secreta para asegurarse la supervivencia en la Eternidad. Por este juego de manos, el ego espiritual emerge como una forma desesperada, aunque sofisticada, de supervivencia. Nuestras fantasías acerca de la realidad nos son muy queridas, y somos reacios a renunciar a ellas. Este proceso requiere tanto coraje como fe. Dejar de lado lo conocido por lo desconocido requiere un gran compromiso, voluntad y devoción para entregar la propia fe a Dios.
Gilgamesh***
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DAVID HAWKINS
,
GNOSIS 2016
martes, 23 de agosto de 2016
* La concepción Gnóstica de David R. Hawkins-parte 9 *
***Hermosa noche de Martes para todos.
Gran cátedra de psicología la de hoy a cargo de Hawkins.
El cerebro o la mente, los pensamientos, la locura en la que se transforma ese mar de ideas, imágenes, y múltiples *cosas* a las cuales les damos vida y que sin un esfuerzo necesario será imposible accesar al Ser Superior.
Hawkins hace un completo repaso por todas las cosas que llenan nuestra mente y que condicionan nuestra calidad de vida, por ende nuestra *calidad de percibir la verdad*, y ésto es uno de los grandes motivos de nuestra involución.
No es fácil, pero no imposible, tal como dice Hawkins el amor todo lo puede, el problema es cómo la gente concibe esa palabra, ese sentimiento, que en realidad es Poder, Poder del bueno que tiene la gran capacidad de borrar de nuestra mente todo lo que está sobrando.
Hay personas que he conocido a lo largo de mi vida a las cuales eso de *pensar* las ha destruído, gente muy sensible a observar algo y misteriosamente decodificarlo de manera tan negativa que viven muy pero muy mal, es el típico caso de quien repele a quienes le aman y se apega a quienes le usan.
Después, como siempre, cuando caen en la cuenta del error, su propio ego les impide asumirse errados y no pueden experimentar eso de no haber disfrutado lo que disponían y que ya han asumido por perdido, sin mencionar el dolor provocado a quienes en verdad les amaban, pero entre quienes les amaban hay quienes no experimentan dolor de ser desechados, por el contrario, siguen amando con un amor que no repara en pérdidas.
Gnósticamente son esas zonas de nuestro pensamiento de las cuales no debemos abrevar o en lo posible cuando aparecen, debemos tener cierta regla establecida para disolverlas de inmediato.
No sé si sirve, pero en mi caso la música, el arte y la lectura han sido siempre muy eficaces para que la mente, en lugar de irse a terrenos pantanosos, se quede en ese *ahora* disfrutando. Que cualquier problema que se presente no se quede a vivir en mis pensamientos, un problema debería siempre invitarnos a buscar de inmediato las posibles soluciones, lo cual hace que la negatividad de ese problema no nos quite la positividad de resolverlo sin que sea un tormento.
El hecho de hacer éste sitio me tiene en la práctica diaria de leer muchas noticias que francamente no me *entran* pero que a muchos les hacen daño, quizás la Gnosis me ha ayudado a alzar un escudo que por el Conocimiento, repele automáticamente toda cosa que es dañina si no se la comprende desde un punto de vista profundo, y que *AMAR* es lo contrario a poseer..
En fin...espero que las palabras de Hawkins les sean de sumo provecho.
Hasta mañana.
-Al empezar a observarla, la mente parece ser una máquina de palabrería ininterrumpida, con un bombardeo constante e interminable de pensamientos, ideas, conceptos, significados, recuerdos, planes, aprensiones, dudas, repeticiones y versos sin sentido. Después surgen fragmentos musicales, acontecimientos pasados, historias, párrafos, situaciones, opiniones, especulaciones, imágenes de objetos, y personas del pasado y del presente. Más tarde, vienen imaginaciones, fantasías, sueños cotidianos, temores, especulaciones y diversa fantasmagoría. Entremezclado con todo este interminable parloteo hay fragmentos de noticias, eventos mediáticos, escenas de películas, espectáculos de televisión y conversaciones de Internet.
Y por encima de todo esto hay preocupaciones económicas y del trabajo, facturas que pagar, proyectos, familia, cultura, política, preocupaciones y así hasta el infinito. A primera vista, se encuentra uno con un cenagal abrumador y desesperanzador sobre el cual tiene muy poco, o ningún control. Con enfoque y concentración, es posible alguna secuencia de pensamiento lógico, pero luego la mente vuelve rápidamente a su incansable mar de pensamientos, imágenes y fantasías incesantes.
¿Tiene algún sentido todo esto? Existe algún punto desde el cual uno pueda aproximarse siquiera a esta casa de locos? El Buda dijo que el verdadero yo se vislumbra en el espacio entre los pensamientos, y sin embargo, las interminables actividades de la mente parecen no cesar. Si acaso, la mente parece sumergirse en una actividad frenética interminable, como si temiera un instante de silencio más que ninguna otra cosa. ¿Acaso ese miedo al silencio significará que le ha llegado su fin? Es como si fundara su esperanza de supervivencia en una palabrería sin fin. Su voluntad, de hecho, llenará rápidamente cualquier posibilidad de silencio con rimas absurdas o sonidos sin sentido; se pondrá a cantar el cha-cha-cha o itty-bitty-bu o bi-bop-a-bu o cualquier cosa antes que el silencio.
¿Qué está pasando en el mundo con la mente?
A través de la observación, se puede ver que, bajo las imágenes y palabras en si, hay una energía impulsora, un deseo de pensar, de opinar, de mantenerse ocupada con cualquier cosa que pueda encontrar para llenar los huecos. Uno puede detectar un impulso hacia *el pensar*, un impulso que es impersonal.
Con la observación, puedes detectar que no hay ningún Yo pensando los pensamientos.
De hecho, el *Yo* rara vez interviene. El *Yo real* tiene dificultades incluso para introducir unas cuantas palabras o pensamientos sensatos, y cuando es capaz de hacerlo, le llamamos a esta intervención *concentración*, pero lleva mucho esfuerzo y energía dejar de lado el parloteo y la distracción para ser capaz de organizar una secuencia de pensamientos lógicos. La primera parte de este proceso consiste en enfocarse en lo deseado y limitar la corriente del contenido al tema elegido para la contemplación. Aquí, los psicólogos conjeturan que la corriente de pensamientos viene determinada por los impulsos instintivos, o que el contenido del pensamiento se organiza por asociación y condicionamiento.
Todas las teorías sobre la naturaleza de los pensamientos asumen por supuesto que hay un *pensador* interior, un homúnculo invisible que se encarga de esta serie de procesos multifactoriales en curso que llamamos actividad mental. Los informáticos están estudiando estos fenómenos con la esperanza de desarrollar programas de inteligencia artificial. Sin embargo, en el mejor de los casos, estos programas solo imitan determinados procesos lógicos limitados. Los complejos procesos de múltiples facetas de la mente total son no lineales y no se pueden enmarcar dentro del paradigma newtoniano con el fin de adecuarlos para ser computarizados.
Su contenido primario se describe mejor como aparentemente aleatorio o caótico, operando entremezclados la lógica, la razón, la inteligencia que se desvanecen tan rápidamente como el ruido del interminable parloteo vuelve de nuevo. Los periodos de secuencias lógicas inteligentes parecen surgir caóticamente. Al igual que las ensoñaciones, las fantasías y los sueños cotidianos, la mente selecciona aleatoriamente cortos periodos de procesamiento secuencial centrado en la realidad. Los saltos intuitivos tienen lugar sin previo aviso. También se pueden dar periodos de bloqueo del pensamiento, lapsus, olvidos y diversos fragmentos perdidos en un laberinto interminable.
Una cosa es obvia: la mente no es nada fiable. No se puede depender de ella en absoluto. No es capaz de ser constante, y su actuación es esporádica y también errática. Se olvidara de llevarse las llaves de la oficina, olvidara números de teléfono y direcciones, y será fuente de frustraciones o molestias. La mente está contaminada por emociones, sentimientos, prejuicios, puntos ciegos, negaciones, proyecciones, paranoias, fobias, miedos, lamentos, culpas, preocupaciones, ansiedad y de los temibles espectros de la pobreza, la vejez, la enfermedad, la muerte, el fracaso, el rechazo, la pérdida y el desastre.
Además de todo lo anterior, la mente también ha sido programada inocente y erróneamente con multitud de propaganda, slogans políticos, dogmas religiosos y sociales, y distorsiones constantes de los hechos, por no mencionar las falsificaciones, los errores de juicio y la desinformación. Hasta las instituciones sociales tradicionales, cuidadosamente orquestadas y disciplinadas, como las leyes y los procedimientos legales, los juicios y los procesos legales, están llenos de errores =como se ha revelado en toda su crudeza con las pruebas de ADN=. Hasta los testigos oculares se equivocan completamente una y otra vez.
Pero por encima de todo, el principal defecto de la mente no son solo sus contenidos, normalmente irrelevantes o equivocados, sino en que no tiene modo de discernir la verdad de la falsedad. Es simplemente un tablero de juego.
Por todo lo explicado anteriormente, se puede ver que es inútil intentar encontrar la verdad a través de la mente. =La ventaja del camino del corazón o Amor Incondicional, es que atraviesa muchas de las trampas de lo que llamamos mente=.
Aun cuando se pudiera confiar en la mente para que generara un producto lógico y estable, no conseguiría captar la importancia del contexto, e interpretaría los resultados o los aplicaría mal; como se puede ver, por ejemplo, en el actual juego de lo *políticamente correcto*, que nunca consigue anticipar consecuencias inesperadas. El camino a través de la mente es, en realidad, el camino de la *no mente*, dado que sus técnicas están diseñadas para atravesar tanto la mente como el pensamiento. La mente se parece a una pecera llena de peces de colores. El agua es la conciencia en si. Los peces son los pensamientos y los conceptos.
Más allá de los contenidos de la mente está el contexto o espacio en el que los pensamientos suceden.
El agua es siempre la misma y no se ve afectada por los pensamientos. Pero tendemos a aferrarnos a los pensamientos porque el ego, en su vanidad, los clasifica como *míos*. Se trata de la vanidad de la posesión que automáticamente añade valor e importancia a cualquier cosa =posesiones, país, familiares, opiniones= tan pronto como el pensamiento *mío* es prefijado. Una vez que es realzado el supuesto valor de un pensamiento con el prefijo *mío*, este asume un papel tiránico y tiende a dominar los patrones del pensamiento, distorsionándolos automáticamente.
La mayoría de las personas siente pavor de su propia mente y viven temiéndola. Puede quitarles la paz mental en cualquier momento, sin previo aviso, con miedos repentinos, pesares, culpabilidades, remordimientos, recuerdos, etc.
Para anular el dominio de los contenidos mentales, es necesario eliminar la ilusión de que los pensamientos son personales, que son valiosos, y que pertenecen al propio yo o se originan en el. Al igual que el cuerpo, la mente y sus contenidos son en realidad un producto del mundo.
Uno nace con un órgano llamado cerebro, que está predeterminado genéticamente con ciertas estructuras y capacidades, así como también con limitaciones, dependientes de los cromosomas y las combinaciones genéticas, las secuencias de ADN, etc.
A partir de todo este conglomerado genético surge un frágil y complejo patrón de crecimiento de neuronas y sinapsis cerebrales sujetas ahora a las influencias intrauterinas y a sucesos postnatales, tales como la nutrición, la cría y el clima emocional e intelectual.
Junto a todo esto, hay que contar con la influencia de un número infinito de neurotransmisores, neuro-hormonas, azares ambientales y programaciones accidentales. El cociente intelectual =CI= ya está establecido; las circunvoluciones están ya en su lugar, y ahora uno tiene que sacarle el mayor partido a todo esto porque la sociedad, con todas sus complejidades y errores, empieza a programar sistemáticamente este órgano defectuoso con software de cuestionable exactitud, utilidad o veracidad. Al igual que el cuerpo, la mente no es el yo verdadero de uno, y al igual que el cuerpo, es básicamente impersonal.
Tiene pensamientos, pero estos pensamientos no son un producto del yo.
Aun cuando la persona no quiera una mente, se le da una de todos modos.
No hay elección en este asunto; la mente se le impone a uno aunque no la pida.
El hecho de que tener una mente sea una imposición involuntaria ayuda a darse cuenta de que no es algo que uno elija o decida.
Gilgamesh***
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Gran cátedra de psicología la de hoy a cargo de Hawkins.
El cerebro o la mente, los pensamientos, la locura en la que se transforma ese mar de ideas, imágenes, y múltiples *cosas* a las cuales les damos vida y que sin un esfuerzo necesario será imposible accesar al Ser Superior.
Hawkins hace un completo repaso por todas las cosas que llenan nuestra mente y que condicionan nuestra calidad de vida, por ende nuestra *calidad de percibir la verdad*, y ésto es uno de los grandes motivos de nuestra involución.
No es fácil, pero no imposible, tal como dice Hawkins el amor todo lo puede, el problema es cómo la gente concibe esa palabra, ese sentimiento, que en realidad es Poder, Poder del bueno que tiene la gran capacidad de borrar de nuestra mente todo lo que está sobrando.
Hay personas que he conocido a lo largo de mi vida a las cuales eso de *pensar* las ha destruído, gente muy sensible a observar algo y misteriosamente decodificarlo de manera tan negativa que viven muy pero muy mal, es el típico caso de quien repele a quienes le aman y se apega a quienes le usan.
Después, como siempre, cuando caen en la cuenta del error, su propio ego les impide asumirse errados y no pueden experimentar eso de no haber disfrutado lo que disponían y que ya han asumido por perdido, sin mencionar el dolor provocado a quienes en verdad les amaban, pero entre quienes les amaban hay quienes no experimentan dolor de ser desechados, por el contrario, siguen amando con un amor que no repara en pérdidas.
Gnósticamente son esas zonas de nuestro pensamiento de las cuales no debemos abrevar o en lo posible cuando aparecen, debemos tener cierta regla establecida para disolverlas de inmediato.
No sé si sirve, pero en mi caso la música, el arte y la lectura han sido siempre muy eficaces para que la mente, en lugar de irse a terrenos pantanosos, se quede en ese *ahora* disfrutando. Que cualquier problema que se presente no se quede a vivir en mis pensamientos, un problema debería siempre invitarnos a buscar de inmediato las posibles soluciones, lo cual hace que la negatividad de ese problema no nos quite la positividad de resolverlo sin que sea un tormento.
El hecho de hacer éste sitio me tiene en la práctica diaria de leer muchas noticias que francamente no me *entran* pero que a muchos les hacen daño, quizás la Gnosis me ha ayudado a alzar un escudo que por el Conocimiento, repele automáticamente toda cosa que es dañina si no se la comprende desde un punto de vista profundo, y que *AMAR* es lo contrario a poseer..
En fin...espero que las palabras de Hawkins les sean de sumo provecho.
Hasta mañana.
-Al empezar a observarla, la mente parece ser una máquina de palabrería ininterrumpida, con un bombardeo constante e interminable de pensamientos, ideas, conceptos, significados, recuerdos, planes, aprensiones, dudas, repeticiones y versos sin sentido. Después surgen fragmentos musicales, acontecimientos pasados, historias, párrafos, situaciones, opiniones, especulaciones, imágenes de objetos, y personas del pasado y del presente. Más tarde, vienen imaginaciones, fantasías, sueños cotidianos, temores, especulaciones y diversa fantasmagoría. Entremezclado con todo este interminable parloteo hay fragmentos de noticias, eventos mediáticos, escenas de películas, espectáculos de televisión y conversaciones de Internet.
Y por encima de todo esto hay preocupaciones económicas y del trabajo, facturas que pagar, proyectos, familia, cultura, política, preocupaciones y así hasta el infinito. A primera vista, se encuentra uno con un cenagal abrumador y desesperanzador sobre el cual tiene muy poco, o ningún control. Con enfoque y concentración, es posible alguna secuencia de pensamiento lógico, pero luego la mente vuelve rápidamente a su incansable mar de pensamientos, imágenes y fantasías incesantes.
¿Tiene algún sentido todo esto? Existe algún punto desde el cual uno pueda aproximarse siquiera a esta casa de locos? El Buda dijo que el verdadero yo se vislumbra en el espacio entre los pensamientos, y sin embargo, las interminables actividades de la mente parecen no cesar. Si acaso, la mente parece sumergirse en una actividad frenética interminable, como si temiera un instante de silencio más que ninguna otra cosa. ¿Acaso ese miedo al silencio significará que le ha llegado su fin? Es como si fundara su esperanza de supervivencia en una palabrería sin fin. Su voluntad, de hecho, llenará rápidamente cualquier posibilidad de silencio con rimas absurdas o sonidos sin sentido; se pondrá a cantar el cha-cha-cha o itty-bitty-bu o bi-bop-a-bu o cualquier cosa antes que el silencio.
¿Qué está pasando en el mundo con la mente?
A través de la observación, se puede ver que, bajo las imágenes y palabras en si, hay una energía impulsora, un deseo de pensar, de opinar, de mantenerse ocupada con cualquier cosa que pueda encontrar para llenar los huecos. Uno puede detectar un impulso hacia *el pensar*, un impulso que es impersonal.
Con la observación, puedes detectar que no hay ningún Yo pensando los pensamientos.
De hecho, el *Yo* rara vez interviene. El *Yo real* tiene dificultades incluso para introducir unas cuantas palabras o pensamientos sensatos, y cuando es capaz de hacerlo, le llamamos a esta intervención *concentración*, pero lleva mucho esfuerzo y energía dejar de lado el parloteo y la distracción para ser capaz de organizar una secuencia de pensamientos lógicos. La primera parte de este proceso consiste en enfocarse en lo deseado y limitar la corriente del contenido al tema elegido para la contemplación. Aquí, los psicólogos conjeturan que la corriente de pensamientos viene determinada por los impulsos instintivos, o que el contenido del pensamiento se organiza por asociación y condicionamiento.
Todas las teorías sobre la naturaleza de los pensamientos asumen por supuesto que hay un *pensador* interior, un homúnculo invisible que se encarga de esta serie de procesos multifactoriales en curso que llamamos actividad mental. Los informáticos están estudiando estos fenómenos con la esperanza de desarrollar programas de inteligencia artificial. Sin embargo, en el mejor de los casos, estos programas solo imitan determinados procesos lógicos limitados. Los complejos procesos de múltiples facetas de la mente total son no lineales y no se pueden enmarcar dentro del paradigma newtoniano con el fin de adecuarlos para ser computarizados.
Su contenido primario se describe mejor como aparentemente aleatorio o caótico, operando entremezclados la lógica, la razón, la inteligencia que se desvanecen tan rápidamente como el ruido del interminable parloteo vuelve de nuevo. Los periodos de secuencias lógicas inteligentes parecen surgir caóticamente. Al igual que las ensoñaciones, las fantasías y los sueños cotidianos, la mente selecciona aleatoriamente cortos periodos de procesamiento secuencial centrado en la realidad. Los saltos intuitivos tienen lugar sin previo aviso. También se pueden dar periodos de bloqueo del pensamiento, lapsus, olvidos y diversos fragmentos perdidos en un laberinto interminable.
Una cosa es obvia: la mente no es nada fiable. No se puede depender de ella en absoluto. No es capaz de ser constante, y su actuación es esporádica y también errática. Se olvidara de llevarse las llaves de la oficina, olvidara números de teléfono y direcciones, y será fuente de frustraciones o molestias. La mente está contaminada por emociones, sentimientos, prejuicios, puntos ciegos, negaciones, proyecciones, paranoias, fobias, miedos, lamentos, culpas, preocupaciones, ansiedad y de los temibles espectros de la pobreza, la vejez, la enfermedad, la muerte, el fracaso, el rechazo, la pérdida y el desastre.
Además de todo lo anterior, la mente también ha sido programada inocente y erróneamente con multitud de propaganda, slogans políticos, dogmas religiosos y sociales, y distorsiones constantes de los hechos, por no mencionar las falsificaciones, los errores de juicio y la desinformación. Hasta las instituciones sociales tradicionales, cuidadosamente orquestadas y disciplinadas, como las leyes y los procedimientos legales, los juicios y los procesos legales, están llenos de errores =como se ha revelado en toda su crudeza con las pruebas de ADN=. Hasta los testigos oculares se equivocan completamente una y otra vez.
Pero por encima de todo, el principal defecto de la mente no son solo sus contenidos, normalmente irrelevantes o equivocados, sino en que no tiene modo de discernir la verdad de la falsedad. Es simplemente un tablero de juego.
Por todo lo explicado anteriormente, se puede ver que es inútil intentar encontrar la verdad a través de la mente. =La ventaja del camino del corazón o Amor Incondicional, es que atraviesa muchas de las trampas de lo que llamamos mente=.
Aun cuando se pudiera confiar en la mente para que generara un producto lógico y estable, no conseguiría captar la importancia del contexto, e interpretaría los resultados o los aplicaría mal; como se puede ver, por ejemplo, en el actual juego de lo *políticamente correcto*, que nunca consigue anticipar consecuencias inesperadas. El camino a través de la mente es, en realidad, el camino de la *no mente*, dado que sus técnicas están diseñadas para atravesar tanto la mente como el pensamiento. La mente se parece a una pecera llena de peces de colores. El agua es la conciencia en si. Los peces son los pensamientos y los conceptos.
Más allá de los contenidos de la mente está el contexto o espacio en el que los pensamientos suceden.
El agua es siempre la misma y no se ve afectada por los pensamientos. Pero tendemos a aferrarnos a los pensamientos porque el ego, en su vanidad, los clasifica como *míos*. Se trata de la vanidad de la posesión que automáticamente añade valor e importancia a cualquier cosa =posesiones, país, familiares, opiniones= tan pronto como el pensamiento *mío* es prefijado. Una vez que es realzado el supuesto valor de un pensamiento con el prefijo *mío*, este asume un papel tiránico y tiende a dominar los patrones del pensamiento, distorsionándolos automáticamente.
La mayoría de las personas siente pavor de su propia mente y viven temiéndola. Puede quitarles la paz mental en cualquier momento, sin previo aviso, con miedos repentinos, pesares, culpabilidades, remordimientos, recuerdos, etc.
Para anular el dominio de los contenidos mentales, es necesario eliminar la ilusión de que los pensamientos son personales, que son valiosos, y que pertenecen al propio yo o se originan en el. Al igual que el cuerpo, la mente y sus contenidos son en realidad un producto del mundo.
Uno nace con un órgano llamado cerebro, que está predeterminado genéticamente con ciertas estructuras y capacidades, así como también con limitaciones, dependientes de los cromosomas y las combinaciones genéticas, las secuencias de ADN, etc.
A partir de todo este conglomerado genético surge un frágil y complejo patrón de crecimiento de neuronas y sinapsis cerebrales sujetas ahora a las influencias intrauterinas y a sucesos postnatales, tales como la nutrición, la cría y el clima emocional e intelectual.
Junto a todo esto, hay que contar con la influencia de un número infinito de neurotransmisores, neuro-hormonas, azares ambientales y programaciones accidentales. El cociente intelectual =CI= ya está establecido; las circunvoluciones están ya en su lugar, y ahora uno tiene que sacarle el mayor partido a todo esto porque la sociedad, con todas sus complejidades y errores, empieza a programar sistemáticamente este órgano defectuoso con software de cuestionable exactitud, utilidad o veracidad. Al igual que el cuerpo, la mente no es el yo verdadero de uno, y al igual que el cuerpo, es básicamente impersonal.
Tiene pensamientos, pero estos pensamientos no son un producto del yo.
Aun cuando la persona no quiera una mente, se le da una de todos modos.
No hay elección en este asunto; la mente se le impone a uno aunque no la pida.
El hecho de que tener una mente sea una imposición involuntaria ayuda a darse cuenta de que no es algo que uno elija o decida.
Gilgamesh***
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Gilgamesh
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DAVID HAWKINS
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