
El evento fué menor pero algo extraño, con una duración de 40 minutos y algo de eyección de masa coronal.
También se produjeron un par de eventos no registrados por el GOES RAY FLUX ya que la procedencia está en farside, apenas fuera del borde de re-ingreso por el Oeste;


Ambos eventos proceden de la misma mancha o región que confirma mis sospechas de que algo más falta entrar en cara visible. Al observar el Intensitygram vi unas cortezas de penumbra que mmm...me dan la impresión a simple vista que podría tratarse de una mancha de buen tamaño, pero aún es prematuro ofrecer certezas hasta mañana.
La otra mancha que faltaba numerar oficialmente ha sido confirmada como 1792 y ésto es lo que tenemos en la cara solar que enfrenta a la Tierra;

Detalles de 1792;


Detalles de 1791;


La primera no parece estar consiguiendo condiciones magnéticas importantes, pero ojo con la segunda, es decir 1791 que ha crecido y tiene polaridades ideales para volverse potencialmente activa, falta un escasísimo espacio para que hagan contacto cargas, que podrían gestar una Beta Gama.
Hoy les hablaba de nuestra magnetósfera como una maquinaria inteligente y justamente cuando cerraba al mediodía y se producía el evento C3.5, pude advertir el efecto que les mencionaba sobre esa situación de nuestro campo magnético que es capaz de advertir con anticipación una eyeción solar y se pone en guardia antes que el evento salga despedido desde el Sol. Mejor momento para graficar...imposible, el evento vino como anillo al dedo para que ahora, puedan ver el ejemplo.
Primera imágen donde he juntado el gráfico del monitor de rayos X arriba y el de la magnetósfera abajo, y en la segunda imágen he editado y superpuesto ambas para que se note perfectamente como el campo magnético comienza a alzarse antes de que s eproduzca la trepada del evento en el gráfico de rayos X, en esa imágen las líneas de la magnetósfera están de color verde y celeste, el color rojo obedece al evento C3.5;


El resto de los valores solares en relativa normalidad, esperando que mañana en la segunda mitad del día comiencen a llegar los efectos del filamento eyectado del día 9.
Fosforito cósmico nuevamente *pum para arriba*;

Cierro éste post nocturno de Viernes, dejando descansar al Sol allá tan lejos de nuestras cabezas, y les propongo revisar algo más cercano a nosotros, algo inmediato, nuestro cerebro.
Cerebro que implica pensar, razonar, analizar y masticar conceptos de la mano del querido Juan García Atienza, a quien no he olvidado y hoy vuelvo a compartir con ustedes deseándoles una excelente noche de Viernes y un mejor inicio de Sábado.
Gilgamesh***
Las coordenadas de la manipulación
Este hombre Comienza por llevar pegada en el fondo de su espíritu, desde los inicios de la civilización cristiana =y desde mucho antes= la conciencia de haber sido creado para satisfacer el capricho o el entretenimiento de una entidad divina a la que se tiene necesariamente que glorificar y obedecer sin remedio. Que esa entidad sea llamada Dios o que, ante la evidente ineficacia de sus pretendidos representantes, se transfiera a una abstracción paralela =el Desarrollo con mayúscula hoy, por ejemplo, como fue la diosa Razón *también con mayúscula* durante la Revolución Francesa o el Progreso en los inicios de la era industrial=, eso importa muy poco. Utilizo una cita de Fernando Savater: *Dios ya no está en uso, hace tiempo que se le colgó el cartelito de *no funciona*. Ahora está sucediendo lo mismo con el desarrollo. Pero la gran maquinaria manipuladora occidental busca ya afanosamente un sustitutivo de dependencia, porque *de lo que se trata en la manipulación es de separar a los hombres de lo que su iniciativa y fuerza propia podrían llegar a alcanzar por sí mismas para doblegarlas a un plan y un poder ajenos*. Según lo que yo creo, no existe realmente el peligro de que el hombre Occidental se escape del mecanismo manipulador que ya forma cuerpo con su existencia desde la noche de los tiempos. Incluso me imagino que si, de pronto, la gran maquinaria manipuladora desapareciese, la costumbre inveterada desde generaciones y consistente en obedecer a estímulos condicionantes, nos haría buscar desesperadamente un placebo mesiánico de cualquier tipo =incluso religioso otra vez= que pudiera sustituirla inmediatamente.

Y pensemos que, lógicamente, no me estoy refiriendo a ese número siempre exiguo de espíritus libres =en realidad, muchos menos todavía de los que seimaginan que lo son=, sino a esa enorme e informe masa media de la que prácticamente todos formamos parte, desde los marxistas a los cristianos de comunión diaria o de bautismo de inmersión, desde la pretendidamente desligada *nueva derecha* a los no menos pretendidos libertarios ácratas, tan fácilmente manipulables mediante la promoción simple de su status social. El mecanismo manipulador sabe jugar muy bien con todas las aspiraciones del hombre occidental, desde las obsesiones musicales de una juventud aparentemente *pasota* hasta las reivindicaciones de los movimientos feministas, desde la instauración de las *modas* hippies hasta el empleo de los anticonceptivos.Todo cuanto sirve, de una manera u otra, para crear dependencias, abocará en elementos válidos destinados a ser manipulados: justicia social y droga, terrorismo y orden, paro y pleno empleo, ¿qué más da el nombre que se le dé a cada cosa?. En una visión inmediata y futurible de la situación mundial, no hay necesidad de plantearse cómo manipular al hombre de Occidente, porque ese hombre =usted y yo,amigo= estamos ya suficientemente condicionados por los reflejos que nos proporciona la gran entidad manipuladora de nuestro mundo. El problema, la intención, la visión de futuro estriba en llegar a saber el modo de hacer que obedezcan a los mismos estímulos los ciudadanos del Tercer Mundo. El nombre de ese modo de actuar, aunque se quiera dorar la píldora con palabras altisonantes, fue escrito ya hace años por Nietzsche. Se llama voluntad de poder, y de ella surge y vuelvo a citar el texto del profesor Savater *la decisión de legislar, de crear nuevos valores, de apoderarse, de controlar, de someter, de estatuir...* El Secreto está en el modo de ejercer esa acción.