Casi nada para referir sobre la actividad solar, apenas un solo evento C3.3 desde la mancha 2066 y un par de bombas en farside;


Así que voy a tratar un temita bastante interesante que no deja de recordarnos al espacio y al Sol, y además está ligado con la ciencia y la religión.
Me han llegado referencias a algunas novedades en el sitio de Paul Laviolette, recordarán su importante investigación y seguimiento sobre la nube G2 que está acercándose a nuestro núcleo galáctico, razón que movió a Paul a advertir sobre una probable interacción que generaría una Súper Onda de energía que podría afectar a nuestro sistema solar, específicamente a la Tierra.

Es mucho lo que leí de su sitio que es en idioma inglés lo cual dificulta aún más la comprensión de ciertos detalles técnicos, así que haré un resúmen a mi manera, como para explicarles de una manera sencilla y comprensible lo que allí se detalla, igualmente les recomiendo visitar el sitio y quedarse con el original como corresponde.
La Violette estimaba que ésta reacción =de confirmarse= podría estar llegando en un rango de tiempo difícil de medir con precisión, pero estimable a grandes rasgos a partir de Mayo.
Los científicos que monitorean la nube G2 tenían distintas teorías, si la nube era simplemente de gas y no contenía ningún planeta o estrella en su interior, no debería iluminarse a medida que se acercaba al centro galáctico, y ésto es lo que está ocurriendo. Surge entonces la posibilidad de que dentro de la nube exista una enana blanca y que además tenga una compañera enana marrón con la posibilidad de algún planeta joviano y que al ser una enana blanca no tendría la capacidad de generar el brillo esperado.
Confusión es la palabra para definir lo que piensan los científicos, no se ponen de acuerdo para afirmar o descartar y realmente tengamos en cuenta que la nube está muy difícil de monitorear en su interior, no es fácil a pesar de la tecnología, por cuestiones de tamaño, distancia, efectos lumínicos, etc., y también por la simple razón de que a pesar de tener conocimiento científico hay cosas tan grandes en el espacio que se desconocen.

Así que con respecto a la parte científica podemos decir que la nube G2 no está brillando y que mantiene su tamaño, y esa es la razón por la cual no se animan a afirmar que era sólo de gases, ya que si así fuera, habría sido barrida por la fuerza de nuestro centro galáctico, algo que no está ocurriendo entonces ahora dudan, porque si la nube no se desintegra sería porque dentro de la misma algún sistema =enana blanca-enana marrón=mantiene el tamaño de la nube a pesar de que una parte es desintegrada por el centro galáctico, algo dentro de la nube repone-regenera el entorno gaseoso que se observa en los telescopios.
Ante semejante escenario de dudas y desconocimiento es imposible todavía determinar qué hay ahí dentro y mucho menos saber de fechas o efectos posibles.
La Violette había planteado una serie de indicios o síntomas para tratar de advertir con tiempo si podría producirse el tan temido evento de una Onda Súper masiva, por ejemplo, el brillo de la nube pero la nube no está brillando.
Previo a una reacción entre esos dos gigantes, en la Tierra podría advertirse un notable incremento en la actividad sísmica, algo que comenzó a preocupar cuando vimos los registros del mes de Abril, seguramente recordarán la comparación que suelo hacer al finalizar un mes y cotejarlo con el mismo mes del año pasado, Abril 2014 había sido un récord más que notable en la actividad. Pero bueno, si la nube no está brillando como se esperaba, al menos en la teoría, deberíamos descartar que la actividad sísmica incrementada tenga que ver con ese posible evento cósmico.
Dentro del mismo sitio, se presenta también una profecía del padre Avondios.
Antes decirles que resulta muy extraño que al buscar datos sobre éste sacerdote y su profecía, solo encontré dos páginas de resultados en Google, algo que no es habitual ya que la red tiene todo registrado.
Al parecer ésta profecía tiene como orígen una nota realizado por Mauro Biglino, ¿lo recuerdan?, tratamos bastante aquí hace un año o dos, es el ex-traductor bíblico que trabajó para el Vaticano y que al salirse del sistema comenzó a revelar que las traducciones de la Biblia eran una farsa y estaban plagadas de errores =adrede=, inclusive Biglino afirmaba que la Biblia era una copia burda de las tablillas sumerias.

Sea como fuere, la profecía de Avondios relata un hecho visto simbólicamente, más o menos dice que una antorcha enorme de luz sopla una vela gigante y que el viento que mueve la llama de esa vela arroja a su vez un viento quemante a la Tierra, produciendo catástrofes. En el sitio de La Violette se intenta relacionar ésta profecía o visión de Avondios, justamente con esa onda súpermasiva fruto del choque de la nube G2 con el centro galáctico, que produciría una energía gaseosa tal que impactaría al Sol, arrastrando enormes cantidades de plasma o partes de la corona solar, produciendo un efecto similar o peor que el de una CME sin que sea una CME.
Como interpretación podría cerrar muy bien, un gran rayo cósmico que le da al Sol, lo barre en su corona y ese material llega a la Tierra a manera de tormenta geo-magnética, pero vaya tormenta...un equivalente a varios eventos Carrington. La profecía cita también grandes luces =auroras boreales= que bañan latitudes hasta el Sur del Mediterráneo como Italia, España, Grecia, siendo ésta una señal de que lo peor está llegando. La actividad de polvo cósmico y los rayos cósmicos que se encuentran en el Sol podrían causar una reacción química en la ionósfera. La reacción propia del Sol causaría un gran aumento de los vientos solares, de hidrógeno atómico en movimiento a través del espacio y de otras sustancias isotópicos afectando severamente los campos magnéticos de la Tierra y otros planetas, afectando incluso la atmósfera.
Todo éste paquete de investigaciones y de suposiciones atadas ahora a una profecía, dejan mucho que desear, por más que nos puedan seducir y resultarnos bastante coherentes. Si tengo una profecía necesito un respaldo científico, y si tengo un descubrimiento científico necesito una profecía, por lo tanto recuerdo que a lo largo de la historia ésta necesidad de aunar ambas cuestiones siempre estuvo presente.
Si nos ponemos una mano en el corazón cualquiera de nosotros podría profetizar ya que todos sin excepción alguna vez hemos tenido un sueño escatológico al menos, visiones de ésta clase que muchas veces nos han hecho creer que estábamos ante una propia profecía. ¿Cuál es la diferencia entonces?, que ésta la hace un sacerdote...Que la haga un sacerdote =a mi criterio= no la avala de ninguna manera y bien podría ser como cualquiera de las que ha tenido cualquier mortal común. Otros le agregan más dramatismo diciendo que la NASA y los poderes de éste mundo saben de ésta amenaza galáctica y que han creado la crisis económica y la tensión en Ucrania para mantenernos distraídos y que no cunda el pánico, pero si nos detenemos a pensar podemos ver que si fuera una distracción... madre mía...no sé qué es peor, si un evento cataclísmico espacial o éste infierno diario en el que vivimos creado por los mismos humanos...

Es evidente amigos, que algún día algo va a pasar tal como ocurrió a lo largo de la extensa vida de éste planeta, que además, desconocemos porque carecemos de haber estado aquí como cronistas hace millones de años. Es la ciencia la que ha creado mecanismos a través de los cuales se determina que hubieron eventos catastróficos que no obedecen a la acción humana sino de algo llamado *Universo*, algunos dicen *Ciclos*, y desde la perspectiva cúltica se le atribuye a Dios.
Sea lo que prefieran, semejantes acontecimientos escapan a nuestra comprensión, la ciencia quiere encontrarle la respuesta a todo, y la religión dice tenerla en voz propia del mismísimo Dios y sus profetas. Nuestra vida es una eterna pregunta. Sin respuestas o al menos su búsqueda, no podríamos vivir, necesitamos respuestas a todo y quizás esa sea la mayor distracción, porque nos la pasamos filosofando y se nos va la corta vida material que tenemos.
Después de todo, no está mal filosofar, al menos la vida es menos aburrida pero... hay que vivirla. Nos guste o no, creamos en algo o no, por alguna razón somos una conjunción casi perfecta entre materia y Espíritu, no estamos enchufados a nada visible y andamos..lo mismo las plantas, los animales, una roca, somos parte de un mecanismo que existe e inevitablemente, existir, es asumir la condición que nos ha tocado.
Como le respondía hace mucho tiempo a un amable lector, es imposible vivir nuestros 70 u 80 años de vida en un estado de *evasión* de la vida material, ni por medios artificiales o auto-gestionados, estar en un estado de coma permanente es imposible, por lo tanto lo natural es asumir lo que somos, y lo que somos es ésto, algo material que vive y que depende también de lo invisible que mora en nosotros.
Profecías conoceremos a montones, noticias científicas también, mientras tanto, nuestra mayor preocupación no debería pasar por vivir con miedo buscando un búnker anti-todo o por el contrario desear que todo acabe. Si logramos asumir lo que somos ésta vida material será un capítulo dentro de un libro muy largo de desconocido final, si podemos *ser* en la materia, también podemos *ser* sin ella, es algo que no debería alterarnos, por lo tanto seguiremos buscando respuestas y entreteniéndonos.
Con o sin nube G2 lo que deba ser será aún sin nuestro consentimiento, por eso estar aquí y ahora sí nos permite decidir, entonces si decidimos en lo que respecta a nuestra acción dentro de la vida material, qué bueno es decidir vivirla dentro del bien aunque cueste y no sea fácil, al menos intentarlo, es un buen negocio, quizás el mejor que podamos hacer, beneficiar a otros beneficiándonos a nosotros mismos y viceversa.
Creo que es así como funciona el cosmos, nada destruye a nada sino que todo se conjuga para hacer, crear, evolucionar, expandirse. Tal vez filosofar en nuestra búsqueda sirva para preparar a esa otra parte que no vemos pero que existe, en éste largo camino, tan largo como el espacio y tan breve como la vida material que nos toca asumir.
Gilgamesh***