Sin dudas éstas viejas tradiciones nos alcanzan a todos, por acción u omisión, nos guste o no, una conmemoración tan trascendente para el mundo creyente se ha mercantilizado como tantas otras.
Pues bueno, a puro huevo de chocolate con sorpresitas adentro, vamos a ver qué anda pasando con nuestro Sol de Pascua.
Tal como lo muestra el monitor de rayos X, más bien debería llamarse de rayos A, si usamos el abecedario para representar la actividad solar.
En absoluto silencio de hibernación, Febo cuenta con apenas dos manchas, ambas catalogadas como Alfa, de las más débiles a pesar de su tamaño interesante, éstas calidades magnéticas Alfa son de las más paupérrimas en materia de chances de provocar alguna llamarada.
Las vemos;
2524 despidiéndose en silencio y 2526 iniciando su marcha por la cara solar que enfrenta a la Tierra también en absoluto silencio, aunque en las últimas horas evidenció una leve mejoría =si de tamaño hablamos= pero ya sabemos que en una mancha Alfa, el tamaño no es lo que cuenta...
Ante éste panorama que comienza a ser cada vez más evidente, el Sol disminuye su actividad, merma su capacidad de parir manchas, y cuando las pare son pocas e intrascendentes.
Como para no declararse en muerte súbita Febo se las arregla para emitir la energía mínima que le corresponde como garante de la vida en la Tierra.
Para ello genera un mínimo esfuerzo a través de sus agujeros coronales, que a pesar de tener uno de ellos un tamaño importante, tampoco parece soplar demasiados vientos como para alterar nuestro campo magnético, apenas hacerlo mover minimamente a manera de ejercicio necesario para que el músculo magnético de la Tierra no se atrofie;
Así vemos al Nor-Este al gran agujero Nº66 saliendo lentamente de escena, y al pequeño 67 abriéndose camino sobre la línea ecuatorial del Sol.
Los vientos que éstos turbocirculadores emiten no son de gran valía, apenas a velocidades de entre 350 y 400 kilómetros por segundo.
El Bz de nuestro campo magnético funcionando en normalidad, moviéndose acompasadamente hacia el Sur y hacia el Norte pero siempre a escasa distancia del eje cero, es decir haciendo algunas flexiones de rodillas para que no se le oxiden.
Todo ésto deja pasar, apenas, la necesaria energía solar sin que tengamos alteraciones de barras rojas, y siendo verdes, son muy insignificantes.
Si de filamentos y/o protuberancias eruptivas hablamos, el panorama no es muy distinto, apenas 3 y excepcionalmente el Nº2 que está uniéndose con el 3 para formar un largo bigote que podría salir eyectado en cualquier momento, o bien, evaporarse.
Si el viento solar es débil y si no hay erupciones desde alguna mancha, ni por causa de algún filamento en estallido, es obvio que los parámetros de las partículas que bañan a la Tierra son de lo más normales.
Protones de baja energía;
Protones de alta energía;
Electrones;
Así que, amigos fanáticos del Sol, podríamos afirmar que nos esperan sendos días, meses, años, de una chatura en la actividad solar más que evidente.
Si oteamos cómo viene la cosa en las zonas de la esfera solar que no están visibles a nuestro ojo desnudo pero sí gracias a los ojos satelitales, el panorama es también paupérrimo.
Tan solo un núcleo de energía o cluster de dos o tres manchas, apenas por encima del ecuador solar;
Manchas de las cuales no podríamos dar ninguna garantía de actividad alguna.
Observando detenidamente los coronógrafos que permiten divisar alguna deflagración en zonas laterales o posteriores del Sol, tampoco hay demasiada actividad, dato que me sorprende teniendo en cuenta que cuando Febo está así de inactivo, la radiación cósmica trepa desmesuradamente y eso....no está ocurriendo;
Tal como vemos en el monitor la densidad de radiación está en valores normales, incluso apenas por debajo de la normalidad que solemos catalogar con el valor 100.
¿Qué está ocurriendo entonces?...porque si el Sol está dormido y los rayos cósmicos no evidencian aprovecharse de ésta situación..algo no cierra.
Se me ocurre pensar primeramente en la respuesta racional y elucubrar con que del lado trasero del Sol sendos agujeros coronales que no vemos estarían soplando fuertes vientos logrando mantener la radiación cósmica a raya.
Secundariamente y ya no de manera racional, las especulaciones podrían ser tantas como tanta es nuestra imaginación conspiranoica...¿verdad?, así que ante la falta de alguna prueba contundente, prefiero pensar que del lado trasero de Febo soplan fuertes vientos, ya que al carecer de huellas de estallidos es lo único que podría ser una causa, de esas que son invisibles ya que el viento solar no deja rastros a la hora de revisar los instrumentos con los que disponemos.
Para corroborar o no un poco más ésta cuestión, reviso la animación de rotación con EUVI y es probable que efectivamente, a las espaldas del Sol, zonas obscuras que representan a agujeros coronales, sean el factor que menciono como posible causa del no incremento en la llegada de neutrones;
Pero más tranquilo me siento cuando voy a revisar los monitores de radiación cósmica de Oulu, y allí puedo apreciar que la radiación cósmica para nada es baja, sigue estando en niveles de referencia, y esa aparente merma es apenas un mínimo freno ya que reitero, los niveles son altos;
Finalmente, un nuevo cometa es divisado por nuestro queridísimo amigo y cazador de cometas; Hunter Lehaim.
Como un pequeño agapornis en busca de su liberación final de la materia, MARTIN emprende vuelo glorioso hacia Febo, logrando fundirse con la estrella que nos da vida, y que ¿quién sabe...? si al entrar en ella..nos lleve a esa tan mentada vida eterna...que todos esperamos tener muy lejos de aquí, de ésta excepcional esfera llamada Planeta Tierra que en un día como hoy mirará al Sol como un enorme huevo de Pascua pero no de chocolate.. sino de fulminante plasma...
Gilgamesh***
