miércoles, 11 de septiembre de 2019

* Criminales *

***Bello Miércoles para todxs.

El Periodista, Escritor y Guionista Marcelo Figueras escribió una nota que al leerle me pareció muy interesante para la propia reflexión.
Figueras se apoya en películas, libros, y sucesos reales de la historia para hablarnos de la compulsión que tiene el humano por el crímen.

Además, expresa claramente su concepción político-ideológica puntualzando los últimos crímenes ocurridos en éstos 4 años de neoliberalismo.
Pobres contra pobres, personal civil de seguridad de un supermercado que mata a un pobre viejo que robaba queso, por miedo a que *lo despidan* si no actuaba con severidad.

O aquél policía que nos estremeció a todos al asesinar de una patada karateka en el pecho a un infeliz que tenía menos reflejos que un caracol, un hombre obeso que se puso frente al policía con las manos atrás demostrando que se rendía, y que al recibir el trancazo del policía cayó como una bolsa de papas de espaldas contra el pavimento y se desnucó.

Como éstas..., montones de muertes injustificables que por no tener justificación el crimen bajo ningún punto de vista, =apenas por un legítimo y estrecho márgen en un acto de defensa= llevan a hacernos muchas preguntas.

En un mundo de 7 mil millones no sorprende el crímen si le damos credibilidad al relato bíblico, cuando apenas existían tan solo 4 humanos en la Tierra, y uno de ellos mató a su propio hermano, Caín y Abel.
Uno que es padre, sabe que cuando hay más de un hijo hay que ser muy cuidadoso a la hora de no hacer diferencias entre esos hijos.

No se puede ni se debe exacerbar las diferencias que obviamente tienen los hijos así como todos las tenemos, sea de niños como de grandes, y ser condescendientes más con unos que con otros, eso va a generar sentimientos que, si se le hubiera advertido a Caín a tiempo, las cosas no habrían terminado como terminaron.

Esa violencia que experimentó Caín bien podemos adjudicársela a él por naturaleza propia, pues...su naturaleza era también de sus padres, Adán y Eva, y éstos..la naturaleza con la cual aquél dios..los creó.

Mismo dios que al parecer no tenía el Conocimiento de un dios, desconociendo que con su actitud de congratulación con las ofrendas de Abel, estaba induciendo a Caín a que despertara sus más abyectos sentimientos que terminaron en la envidia y la desaparición del problema matando a su hermano, quizás también en percibirse sin el afecto de su dios, porque al parecer su dios...no se daba cuenta de las diferencias que estaba generando.

Aquél dios que por ser un dios lo sabía todo, difícilmente no habría previsto lo que iba a ocurrir, ante lo cual sólo queda pensar en que lo sabía y disfrutó con lo ocurrido, o simplemente era un dios mediocre y fallado, probablemente un dios menor que se auto-creía ser Dios.

Uno piensa también que siendo un dios, bien podría haber erradicado el gen del crimen borrando del mapa sus apenas 3 criaturas recientemente creadas en lugar de perpetuar el crimen por los siglos de los siglos al permitir que siguiéramos propagándonos conjuntamente con el gen criminal, hasta ser hoy los 7 mil millones que somos.

Revertir semejante aberración parece que no era algo dentro del plan de éste dios, algo que él mismo pudo ver también a medida que, de esa primera yunta todo lo que seguía naciendo y viviendo estaba marcada por el mismo gen homicida.

Incidentes bíblicos dan fé de un grado de criminalidad horroroso, parte de los cuales incluso, eran fomentados por el mismo dios cuando se tornaba en un dios vengador, guerrero y autoritario, el del *ojo por ojo y diente por diente*.
Cuando vamos a fondo, ese dios bien podría ser comparado con cualquier dictador de los muchos de carne y hueso que padeció la humanidad a lo largo de la historia y no es entonces de extrañarnos que en su nombre hoy...se sigan matando entre semejantes.

Pero si hasta se ha vuelto legal el homicidio cuando algunos estados aplican la pena de muerte sin que a nadie se le mueva un pelo, o se decida acabar con el mal soltando bombas aunque a veces mueran inocentes como si matarlos diera lo mismo.

El inquebrantable mandamiento de *No matarás* se ha quebrado a lo largo de la historia y creo que será de imposible cumplimiento mientras el problema que afrontamos es no desear o poder rebelarnos contra aquella deplorable gestación de la que venimos, excepto que nos rebelemos, y rebelarse es en definitiva dejar de identificarnos con un dios homicida e identificarnos con el Dios del Amor, de la vida, y del ejemplo.
Aquél Cristo, al cual se lo ha usado para justificar a aquél dios, con el cual Cristo nada tuvo ni tiene que ver.




-A juzgar por el testimonio de nuestra cultura varias veces milenaria, los asesinos nos fascinan.
Puede que tenga que ver con el hecho de que se animan a vulnerar un tabú, a cruzar una frontera que no tiene retorno:
una vez consumado el crimen, ya no pueden des-experimentar lo que se siente al poner fin a otra vida humana y eso los coloca en otra liga, los integra a una calaña distinta de la nuestra.

En pleno uso de razón, la inmensa mayoría de nosotros preferiría no hacer algo semejante.
Podemos sentir curiosidad, y hasta intelectualizar algunas de las razones que confluyen en una decisión como esa;
pero resistiríamos el impulso, aún si se nos presionase para lo convirtiésemos en acto.
El rechazo a matar a un congénere, por mucho que nos disguste, sigue siendo un componente atávico de nuestra humanidad.

En los mismos albores de la cultura, cuando la mortalidad era un asunto tan cotidiano como mear varias veces al día =la gente caía como moscas por una fiebre, un animal salvaje, una infección, una intoxicación, un parto=, el asesinato de un Otro ya era considerado un crimen contra la humanidad toda.
El relato del homicidio de Abel es elocuente.

En el capítulo 4 del libro del Génesis, Dios se escandaliza ante el hecho y le espeta a Caín:
La sangre de tu hermano, que has derramado en la tierra, me pide a gritos que haga justicia.
Es una imagen poderosa, esa de la tierra ensagrentada que grita su horror.
Dios la produce como respuesta a la pregunta con que Caín trata de hacerse el gil:
¿Acaso es mi obligación cuidar de mi hermano?

A Dios no le basta responder que sí, da la sensación de que necesita ser más enfático y por eso apela a la imagen de la tierra que brama, espantada.
La economía de la naturaleza había sido transparente desde antes de que el homo deviniese sapiens:
los animales no solían matar a los de su propia especie, y cuando mataban a los de otra, lo hacían para comer.
Descartada la opción por el canibalismo, nuestra especie adoptó =en prácticamente todo el orbe, más allá de las diferencias culturales= el principio de la inviolabilidad de la vida humana.

Si se descartan los incisos que hablan de la devoción debida a Dios =los dedicados al Derecho de Autor Celestial, digamos=, el no matarás destaca como el más trascendente de los Mandamientos.
Y viene sin peros, ni asteriscos que conduzcan a nota al pie, ni tampoco con letra chica:
es taxativo e inapelable.
No matarás.
Punto y a otro tema.

Tal vez por eso contemplamos a los killers con un mix entre la repulsión y el morbo.
Aquellos que incursionaron en el crimen que no admite los atenuantes que la Historia articuló post Mandamientos =la justificación de matar en nombre de Dios, o por la Patria= son gente que eligió automarginarse de nuestra comunidad.
Al matar por celos, por odio o por placer, pasan automáticamente a formar parte de otra categoría.

Se vuelven parias, apestados sociales.
Aun cuando se libren de la cárcel, circulan entre nosotros con una letra escarlata sobre la espalda.
Y por eso mismo =porque son excepcionales, raros, porque han hecho lo indecible e ido más lejos de lo que ninguno de nosotros querría ir= se vuelven seductores como personajes.

Todo el libro de la narrativa occidental está zurcido por asesinos, comenzando por el mismísimo Dios del Antiguo Testamento =que es un genocida y, por cierto, un killer muy creativo, o ¡Diluvios! ¡Plagas! ¡Gente que se convierte en estatuas de sal!=.
Con excusas mejores o peores, lo fueron Saturno, Aquiles y Ulises, el rey Arturo, Otelo, Ahab =que era un asesino profesional de ballenas y se mosqueó porque Moby-Dick tuvo el tupé de masticarle un pie= y también nuestro Moreira.

Y si nos desplazamos hacia la seriedad de la Historia, deberíamos admitir que, casi por requerimiento profesional, los fundadores de los Estados contemporáneos han sido grandes criminales.
Como las narrativas oficiales tienden a resaltar su contribución civilizatoria por encima de las brutalidades que cometieron para imponerse, hay que retornar a la ficción para encontrar personajes que abracen esas contradicciones.

Quizás el más logrado sea el juez Holden de *Meridiano de sangre* 1985, de Cormac McCarthy.
Figura gigantesca y lampiña de pies a cabeza =una especie de gran deidad pálida=, Holden es la encarnación del apetito sin riendas, que cree interpretar la voluntad de Dios =Él habla con piedras y árboles, los huesos de las cosas= y por eso se lo permite todo, hasta violar y matar niños y cortarles el cuero cabelludo.
Cuando alguien le pregunta cómo habría que educar a las criaturas, Holden responde que habría que echarlas a un pozo con perros salvajes para ver quién se impone.

Es entonces que lanza esa parrafada que me estremece cada vez que la leo:
*Si Dios hubiese querido interferir con la degeneración de la humanidad, ¿no lo habría hecho ya?
Los lobos se sacrifican entre ellos… 
¿Y no es la raza del hombre más rapaz aún?*.


Pecados capitales

De esa estirpe, una de las categorías que más nos atrae es la de los asesinos seriales.
Quizás por el capricho que guía sus designios y su intensa ritualización.
Son artistas de la muerte, la usan para pintar lo que consideran su obra.
No parecen matar a causa de ninguna de las emociones que sacuden al resto de sus colegas, ni por odio ni por ambición:
matan =eso pretenden, al menos= para ser.

Durante estas semanas volví a prestarle atención a los asesinos seriales por culpa de una peli y una serie:
la nueva de Tarantino *Había una vez en Hollywood* y Mindhunter, producida y parcialmente dirigida por David Fincher, el cineasta de Seven y Zodiac.
No pueden ser más distintas, y sin embargo las une una fascinación común:

aquella que todavía produce la figura de Charles Manson, el diminuto psicópata a quien le cargamos las muertes de Sharon Tate, de la criatura que llevaba en su vientre y del resto de los que aquella noche de 1969 visitaban la residencia Polanski;
y que sin embargo no mató a nadie, porque envió a sus acólitos a hacerlo por él, seguramente preguntándose hasta dónde serían capaces de llegar para complacerlo.

Todos nos planteamos alguna vez por qué casi todos los asesinos seriales =y ahora también los asesinos de masas, a quienes un día les pinta salir a la calle con un fusil automático y bajar a cuanta gente se cruce por delante= parecen apiñarse en los Estados Unidos.
A simple vista, se podría pensar que se da a causa de un mezcladito letal:

a partir de la angustia que produce la vida consagrada no a una aspiración alta sino al consumo compulsivo del capitalismo y la olla a presión de una sociedad donde la ley es una institución reforzada, se produce la oportunidad =cualquiera puede construir su propio arsenal yendo a Walmart, y en cómodas cuotas= y se justifica desde el discurso del odio al Otrx, sea mujer, niñx, viejx, sexualmente diversx, negro, latino, musulmán u oriental.

La narrativa oficial de sus instituciones sigue considerando tabú el asesinato =a pesar de que, en una de sus tantas contradicciones, la pena de muerte siga siendo legal en ciertos Estados=, y aquellos ciudadanos que tienen una pulsión violenta sólo pueden canalizarla uniéndose al ejército o la policía, dos salidas profesionales de poco o nulo prestigio.
Imagino que la presión los compele a estallar por otro lado, y así estallan.
En cambio, en países descoyuntados como el nuestro las oportunidades para practicar la violencia son múltiples y están avaladas por el poder.

Aquí hay mucha gente que no puede elegir opción profesional a partir de nociones como el prestigio;
conseguir trabajo o no lo determina todo, y en esas circunstancias sumarse a alguna policía o a la Gendarmería supone la diferencia entre la vida y la muerte =propias=. 
Una vez conchabados, la oportunidad de hacer catarsis y sacarse de encima la bronca acumulada de tanto malvivir queda al alcance de la mano.
No pasa semana en la que no se les ofrezca la oportunidad de retorcer brazos, disparar gases =u otra cosa=, apalear y patear a gente caída o indefensa, convencidos de que no se los castigará por ello.

El policía de la Ciudad Esteban Ramírez, que asesinó a Juan Gómez en plena calle, era un profesional experimentado.
Puede que Gómez haya muerto porque su cabeza se quebró contra el asfalto, pero la patada del policía no fue inocente.
Cualquiera con experiencia en las fuerzas de seguridad sabe que un zapatazo a la altura del corazón puede ser letal;

es una forma de tortura que conocen bien los empleados del Servicio Penitenciario.
Los presuntos asesinos de Vicente Ferrer a la salida de un Coto también aplicaron violencia innecesaria:
se trataba de un viejo, a quien de haber actuado conforme a la ley cualquier juez habría liberado ya, aunque quedase procesado.

Así como en el caso del pateador y el pateado, los victimarios pertenecen a la misma, precaria condición social de su víctima:
el vigilador se llama Ramón Chávez y el empleado, Gabriel de la Rosa, argumentó que retuvo al viejo que robaba aceite, queso y chocolates *por temor a perder el empleo*.

Gente humilde que mata a otra gente humilde por razones que habrá que develar, salvo por una =nada menor= que está clara desde el minuto uno:
se permitieron prodigar violencia a sabiendas de que tenían por encima una autoridad que los avalaba y/o compelía a agredir.
Mataron porque entendían que podían hacerlo, que era lo que sus superiores esperaban de ellos y que por eso gozarían de impunidad.
No estaban del todo descaminados, dado que han sido testigos de otros casos en los que sus colegas mataron y fueron defendidos y hasta celebrados desde las alturas del poder.

Su error, en todo caso, fue suponer que también los cobijarían a ellos;
si la presión social es fuerte y les tocan jueces severos, los poderosos les soltarán la mano y los dejarán pudrirse según su conveniencia, porque los victimarios son tan cabezas como sus víctimas y en la sociedad que este poder propugna los morochos somos tan descartables como un vaso de cartón.

Pero, ya se trate de cartón o de fino cristal, las muertes de Gómez y de Ferrer han sido las gotas que trascendieron el vaso.
Marcan un punto de inflexión, algo que ya no se puede tolerar más.
Su violencia homicida =totalmente gratuita e innecesaria, aunque no incomprensible= nos grita desde el asfalto y las veredas siempre remozadas de Rodríguez Larreta, pidiendo justicia y demandando un final para estas situaciones.
Como dijo Cristina desde su cuenta de Twitter:
esto ya *es demasiado*.

No da para más.
Debe llamarse a un alto definitivo, y ahora, ya mismo.
Está en juego la sanidad mental que aún conservamos como sociedad, porque hemos sido avisados profusamente respecto del drama en curso.
Bastaría una sola muerte más, una sola, para que ya no podamos considerarnos otra cosa que cómplices.

Si justicia es lo que hay que hacer, no olvidemos a los autores intelectuales de los crímenes.
Porque los que acuchillaron a Sharon Tate & Co. fueron condenados, pero también lo fue Manson, y de por vida, a pesar de que nunca había alzado la mano contra las víctimas.
Es a Manson a quien recordamos como principal responsable por encima de Tex Watson, Susan Atkins y Patricia Krenwinkel, porque fue él quien concibió, instigó y envió a sus lacayos a hacer lo que hicieron.

Sin la chispa y el aval de Manson, Sharon Tate estaría viva y probablemente sería abuela.
Pero murió sin llegar a ser madre.
Por eso hay que dirigir la mirada a los autores intelectuales de estos crímenes que horrorizan a nuestra sociedad, particularmente porque son los mismos sobre los que pesan otros crímenes todavía impunes.

Los poderosos de nuestras sociedades se permiten la ferocidad del juez Holden porque ni siquiera necesitan mirar a los ojos de sus víctimas mientras su luz se extingue; pueden contratar a, o contar con, otros para que hagan el trabajo sucio.
Ellos se limitan a instigar, armar y proveer el marco legal que empodere y proteja a sus mercenarios.
Por eso se los puede considerar tan sanguinarios como los conquistadores que parieron nuestras naciones mediante fuego y espada, aunque la sangre no salpique sus camisas celestes.

Hay que ponerles freno ya mismo, a través de las herramientas que concede el sistema democrático =Que están para eso, por cierto=.
Mientras esperamos la oportunidad de volver a votar, hay que recordarles a funcionarios, jueces, policías, empleados de seguridad privada y empleados de empresas despóticas que nuestro sistema legal privilegia el valor de la vida humana por encima de casi todo, y puntualmente por encima de la propiedad privada.

No hay precio que cotice como la vida de ningún argentino, por pequeño o marginal que sea.
Para compensar la vida de Vicente Ferrer no alcanzaría con todos los Cotos de la Argentina, aunque los sumemos a la fortuna blanqueada por su dueño gracias a Macri.

Por eso no hay que olvidar que, entre las razones por las cuales votar en octubre, existe una que precede a las consideraciones ideológicas, políticas, partidarias y económicas.
En octubre hay que votar a cualquiera de las opciones que no son el oficialismo, porque esta gente ya ha matado y mutilado demasiado, muy por encima de lo se le puede tolerar a ningún gobierno que se pretenda democrático.

En esta sociedad que se considera heredera de la enseñanza de Madres y Abuelas y que salió a la calle masivamente a rechazar el 2×1 que liberaba a los genocidas, el asesinato sigue siendo algo que rechazamos desde las entrañas.

En nombre de los pibes reprimidos cuando ensayaban con su murga, de Santiago y de Rafa, de Sandra y Rubén, de lxs tripulantes del ARA San Juan, de lxs pibes baleados en Monte, de la vida perdida en prisión por tantos presos políticos, de los ojos que vaciaron durante la represión, de tanta gente muerta por no acceder a los remedios y tratamientos que necesitaban, de los cerebritos jodidos por no haber recibido el alimento necesario y de tantos otros nombres y circunstancias que merecerían formar parte de esta lista, hay que votar para sacar a esta gente de la administración pública.

Es cierto que somos bichos dañinos.
*La guerra estuvo siempre aquí*, dice el juez Holden en Meridiano de sangre.
*Antes de que el hombre existiese, la guerra lo esperaba.
El oficio definitivo, esperando a su practicante definitivo*.

Algo de eso hay en nosotros, cómo negarlo.
Pero por eso mismo, lo opuesto a guerra no debería ser paz, sino democracia real, efectiva.
Que es lo que necesitamos reforzar mediante el voto, más allá de la opción por tal o cual partido.
Votaremos para despedir =Macri, le dirá hasta Trump, you’re fired!= a aquellos que saquearon, mataron, mutilaron y armaron a pobres contra pobres, y para colocar en su puesto durante tentativos cuatro años a quienes garanticen la mejor protección para las vidas argentinas.

En The Killers parece que no pasa nada, pero al final pasa mucho.
Sin hacer gran alharaca =o sea, con la sequedad propia del estilo Hemingway=, pero pasa.
Ante su primer experiencia con la podredumbre que impera en su pueblo, el adolescente Nick Adams toma una decisión.
Ha conocido a dos hombres que prometieron matar a un tercero tan sólo para cobrar su sueldo, y a la víctima que se entrega a su destino creyendo que no tiene escapatoria.

Nick asume que no puede hacer más para salvar al pobre Ole Anderson, pero no está a dispuesto a convertirse en cómplice.

*No puedo tolerar la idea de saberlo ahí en su habitación, esperando y sabiendo que lo van a matar.
Es demasiado horrible*, dice Nick.
*Me voy a ir de este pueblo*.
El espanto que le produce el estado de las cosas lo mueve a tomar una decisión proporcionalmente drástica.

Nosotros no vamos a irnos de este lugar, porque somos de acá.
Los que van a irse pronto del lugar que ocupan son los funcionarios que durante cuatro años no hicieron otra cosa que un daño irreparable a tantos de los nuestros, al pueblo argentino.

Marcelo Figueras.


Fuerte abrazo.

Gilgamesh***

Fuente;
-elcohetealaluna

martes, 10 de septiembre de 2019

* Pobres contra pobres *

***Muy buena jornada de Martes para todxs.

Lo del neoliberalismo es digno de ser analizado siempre con *datos concretos y reales* para que cuando uno apunta a él, no parezca un simple discurso ideológico carente de contenido.

Hablamos de empleo, de crisis económicas fungidas adrede para beneficiar siempre a los mismos, y cuando digo que el neoliberalismo no tiene patria ni bandera, pruebas al canto.

De paso, se las ingenia para que =mientras logra sus objetivos= las sociedades bobas arriadas por los nacionalismos dopantes y la xenofobia excacerbada desde los medios de comunicación cómplices, hagan que la culpa, *siempre sea del foráneo*, de ese otro que en España fueron o siguen siendo *los rumanos*, *los africanos*, o *los latinos* los culpables del desempleo local , y en Argentina por ejemplo los culpables sean *los bolivianos*, *los chilenos* o *los paraguayos*.

Para entender les invito primero a leer la siguiente nota que proviene de España;



-Muchos superan por poco la veintena o ni siquiera han llegado a ella.
La mayoría han entrado en la universidad recientemente, sufriendo en carne propia las consecuencias de lo que en 2012 se llamó *tasazo*.
Fue la firma de un real decreto que consiguió hacer de la universidad pública un proyecto de élites.
Con esta legislación el precio de las matrículas se incrementó hasta en un 40 % de media.

Pero esto solo es un step de lo que les aguarda fuera de las aulas.
A la llamada Generación Z no se lo han puesto fácil.
En España la tasa de desempleo entre los menores de 25 años alcanzaba un 33,14 % en la última Encuesta de Población Activa-EPA de julio.
La juventud más castigada es la que vive en Melilla =71,15 % de desempleo juvenil=, Ceuta, Canarias o Extremadura.

Es miércoles y acaba de empezar septiembre.
La asamblea de Fridays for future =también llamada Juventud por el clima= se reúne en el Centro Social La Ingobernable en Madrid para dar la bienvenida a los estudiantes universitarios que comienzan año escolar organizados en esta asamblea.
Es el pistoletazo de salida de un curso académico que estará marcado por las movilizaciones del denominado 15M climático.

*Nos parecía bonito que se llamase 15M.
Yo cuando ocurrió este movimiento estaba en bachiller, era menor de edad, y no podía participar en condiciones.
Hay gente que ni siquiera había llegado a la adolescencia cuando se ocuparon las plazas.
Pero coger ese nombre es muy simbólico, quiere decir que estamos sentando un precedente de lucha y de indignación frente a una inacción de los partidos políticos*, cuenta Javier Pamplona, de 24 años.

Su generación tiene asumido que el camino hacia el mundo laboral no será nada sencillo.

*A veces nos empieza a preocupar un poco menos el tema de encontrar trabajo, porque ya tenemos asumido que no vamos a tener un futuro igual que el que ha tenido la mayor parte de la población actual*, dice Marta Macías, con la frescura que le da haber cumplido los 20 años.
Cuando se le pregunta por sus experiencias laborales, no duda en afirmar que eran *muy precarias y en ocasiones me querían pagar en negro.
No he conseguido encontrar ninguna oportunidad laboral con unas condiciones dignas*.

Su sector, el periodístico, sufre una de las peores crisis que se recuerdan.
*Es muy típico ver a gente ejerciendo el periodismo en condiciones de falso autónomo.
Siempre se habla de los riders, pero no de otros sectores, como el de los medios de comunicación*, recuerda Marta.

En el caso de Javier Pamplona, él cree que *la crisis ecológica, el sistema de producción que tenemos, el sistema de consumo y el económico, determinan nuestra vida.
El ámbito laboral está ligado a eso.
Somos una generación que se supone que ha hecho lo que tenía que hacer para poder tener una vida digna y nos encontramos con que no podemos pagarnos ni siquiera un alquiler para independizarnos*.

La dificultad de la independencia económica supone que se dependa de padres o familiares para poder garantizarse el sustento a largo plazo.

*Yo soy ingeniero en energías renovables, con máster e idiomas.
Con toda esa formación laboral actualmente solo puedes aspirar a ganar poco más de 1.000 euros al mes, a veces incluso trabajando 12 horas.
Con esas perspectivas laborales lo que haces es desmotivar a toda una generación*.
Le pregunto si su generación está, entonces, desmotivada.

*Mi generación está resignada, que es mucho peor.
Resignada a un estilo de vida que va a llevar.
Aun así, es una generación que por un lado está resignada y por el otro no deja de luchar*, contesta.

En cuanto a un posible tapón generacional a la hora de encontrar un empleo, Marta cree que *el problema no es una persona que no se jubila y que no me está dejando trabajar, sino cómo el propio sistema organiza a sus trabajadores*.
Otra cuestión es la de los empleos verdes.
Ella cree que *es un tema de discurso que queremos desarrollar mucho.

Aunque yo evitaría términos del Green New Deal, lo llamaría crear empleos para que la gente se sienta en paz donde habita.
Empleos que se engloben en un sistema mucho más respetuoso con el medio ambiente*.

Las prioridades también han cambiado.

*En mi generación ya no estamos deseosos de sacarnos el carnet de conducir en cuanto cumplimos los 18 años.
Ya no es una prioridad, porque no somos una generación que aspire a tener una casa, un coche y una familia perfecta.
Está claro que eso no lo vamos a tener*, afirma Javier.

El hecho de haber crecido a la vez que se producía la crisis económica de 2008, hace que estos jóvenes cataloguen su mayor prioridad como *vivir el día a día*.

*La inestabilidad es una norma en nuestra vida.
Eso es un drama por un lado, pero por otro lado nos da mucha más fuerza para luchar por lo que queremos conseguir*.
Javier también augura un futuro de lucha social y política.

*Nuestra generación pondrá en el tablero político a las generaciones precedentes, que nos han impedido tener una vida digna*.

Marta cree que la cuestión climática es *una cuestión de clase.
Una persona que tenga recursos va a poder aguantar mejor las consecuencias.
Un simple ejemplo sería la gente que puede tener acceso a sistemas de climatización y la que no.
Aunque en este sentido, los países del sur ya sufren las consecuencias climáticas que aquí todavía auguramos.
Esto es una lucha transversal*.

Lo que se necesitaría para conseguir este sistema más respetuoso medioambientalmente sería *una inversión pública muy fuerte, que no se está dando.
Desde las instituciones todo se enfoca en un ámbito de Green New Deal o capitalismo verde.
Esto lo que busca es perpetuar el crecimiento infinito en un planeta finito.
No tiene sentido*, explica Marta.

*Estamos en contra del sistema económico, en tanto que no es posible físicamente, no porque nos empeñemos*, dice Javier.

*Como cualquier movimiento estamos sujetos al peligro del llamado greenwashing, es decir, multinacionales que intentan hacerse un lavado de cara poniéndose los logos verdes y vendiendo productos bio que para ser producidos contaminan igual o más*.

Sobre estos alimentos ecológicos opina que *siempre nos cuentan que son más caros, pero es que algunos de ellos no son más verdes ni más saludables.
Eso se llama estafa y hay que ponerlo en el centro del debate.
Nos hacen creer que el consumidor es el culpable*.

Javier, como ingeniero en energías renovables, pone este ejemplo:

*Las renovables son ecológicas hasta cierto punto, cuando haces una energía renovable de proximidad y dimensionada.
Pero cuando fabricas los molinos eólicos en China y los traes en trasatlánticos aquí, eso deja de ser ecológico.
Incluso puede contaminar más que una central térmica, y eso la gente lo tiene que saber.
No es volver a lo fósil, es usar renovables cuidando lo local y adaptadas económicamente a lo que necesitamos*.

Por eso, ambos creen que la solución no es poner impuestos indirectos a los bienes de consumo o a cosas como los viajes en avión.

*Al final acabaría volando la gente que tiene dinero para pagar por contaminar y no es justo.
Para disuadir, un gobierno responsable tendría que hacer una buena red de transporte ferroviario e invertir ahí mucho más dinero de lo que se está invirtiendo ahora en AVE o trenes de Alta Velocidad y eliminar los puentes aéreos*.

Y no dudan del papel de la economía.

*Debe servir para garantizar el bienestar de la población.
Deberíamos incluso trabajar menos horas para poder dedicarnos a otras facetas de nuestra vida*.

El movimiento Juventud por el Clima afronta su próxima gran cita.
Será la huelga general por el clima del 27 de septiembre.
Para ello, han convocado mundialmente una semana de acciones, que empezará el próximo día 20.

*Esta huelga será diferente.
No solo estamos convocados los jóvenes, sino toda la sociedad civil.
El 27 de septiembre queremos estar acompañados por abuelos, padres, por toda la gente que esté preocupada por este tema.
Nos atañe a toda la sociedad*.

Excelente la actitud de éstos jóvenes con las neuronas bien despiertas que además, en materia del *cambio climático y la ecología* dejan al descubierto la farsa de quienes en definitiva nada tiene que ver con la ecología, sino más bien con el *neoliberalismo verde*.

Pero además, sufren y padecen del desempleo y de las trabas que el mismísimo estado español les pone para dificultar que accedan a la universidad o que terminen sus carreras, y que tengan un empleo y un pago acorde a sus capacidades.

-*hacer de la universidad pública un proyecto de élites*.

-*En España la tasa de desempleo entre los menores de 25 años alcanzaba un 33,14 % en la última Encuesta de Población Activa-EPA de julio*.

Se preguntarán que cómo es posible entonces que el mismísimo Estado español sea quien haga ésto;



-España otorgará 1.500 visas a hijos y nietos de ciudadanos españoles que vivan en Argentina y que no tengan la ciudadanía española, con el fin de promover la movilidad de los argentinos *que quieran seguir creciendo*, dijeron las autoridades españolas.

El programa *Visar*, que fue presentado esta semana en Buenos Aires, tiene como objetivo otorgar visas de trabajo para argentinos que sean nietos o hijos de españoles *y que quieran ver en otro país las posibilidades de seguir creciendo*, dijo Horacio García, titular de la Dirección de Migraciones de Argentina.

Al menos unos 71.622 argentinos residían en España en 2017, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas de España.

Entre tanto, Argentina es el país extranjero donde más españoles vivían a enero de 2018, según el INE, que dice que en ese país hay 457.204 españoles residiendo, seguido de Francia con 253.036 y Venezuela 167.255.

Con esta visa, los argentinos podrán viajar a España y buscar empleos, *preferentemente de alta cualificación profesional*, especialmente orientado a las áreas de ingeniería informática y tecnologías de la información, científico, financiero o marketing, dice la página web.

Los requisitos básicos para aplicar a esta visa son:

–Ser mayor de 18 y menor de 45 años.
–Ser hijo o nieto de españoles de origen
–No ostentar la nacionalidad española.
–Residir en la República Argentina.
–No tener antecedentes penales.
–Pasaporte en vigor, con una validez mínima de seis meses.
–Disponer de medios económicos
–Contratar un seguro médico de viaje.

Los candidatos deberán cumplir una serie de requisitos personales, educativos y laborales, fijados por la Secretaría de Estado de Migraciones, según dice el Gobierno de España en su página web.

Bueno..por un lado dicen que la causa es el *envejecimiento* de la población española, sin embargo uno se pregunta si no es menester ante todo, garantizarle la universidad a los españoles nativos y un posterior empleo bien pago, pues...ésto es lo que el neoliberalismo no hace ni hará jamás.

La cosa es así, el perjuicio para los jóvenes españoles es afín al perjuicio del Estado argentino y de quienes sostenemos con nuestros solidarios impuestos la Universidad gratuita, que para muchos de nosotros no molesta, todo lo contrario, es un orgullo poder brindar estudios completamente gratuitos, el problema es que esos jóvenes y profesionales que se reciben en la Universidad pública argentina con el aporte solidario de la gran mayoría, terminan yéndose del país.

¿Y porqué se tienen que ir?, porque cuando los gobiernos neoliberales generan éstas crisis económicas, adentro del país no hay horizontes.

¿Y porqué España se los lleva? para que las empresas españolas radicadas en la península protegidas y beneficiadas por sus gobiernos neoliberales tengan mano de obra calificada más barata de lo que les saldría emplear a los profesionales españoles.

Al neoliberalismo español le importa un bledo arruinarle la vida a sus jóvenes, y al neoliberalismo argentino le importa un bledo formar a nuestros jóvenes con el dinero del pueblo para que terminen volcando sus conocimientos en España u otros países.

¿Ta claro...?

Ese típico nacionalismo repugnante que todas las élites de allá o de aquí suelen esgrimir en nombre de *la patria*, es en realidad el mascarón de proa para encubrir los planes de saqueo a las mayorías en beneficio del escaso porcentaje que se queda siempre con la gran tajada.

He allí entonces que la ingeniería social vuelve a pobres contra pobres acusándose mutuamente de ser responsables de las desgracias, *¡basta de inmigrantes!*, *¡¡¡vienen a robarnos nuestro empleo!!!* y demás discursivas que, reitero, no hacen más que ser funcionales a las élites.

En un país del primer mundo como España, éstas cifras no serían tales si efectivamente los gobiernos neoliberales fueran tan efectivos y capaces, como les hacen creer a quienes les votan;



-La economía española debería tener una tasa de empleo de la población de entre 20 y 64 años del 74% en menos de dos años.
Este es el objetivo marcado para España por la Estrategia Europa 2020 en materia de empleo.

Sin embargo, la actual tasa de ocupación =que mide el porcentaje de población de esa edad que tiene un empleo= es del 67,7%, según los últimos datos oficiales de la Encuesta de Población Activa-EPA del último trimestre.

Este porcentaje, por tanto, algo más de seis puntos porcentuales por debajo del objetivo, según destaca el Observatorio de seguimiento de indicadores de empleo de la Estrategia Europa 2020 que elabora y acaba de hacer público la Secretaría General Técnica del Ministerio de Trabajo
En el último año esta tasa ha crecido 1,6 puntos.
Para ello ha hecho falta que el empleo de trabajadores de entre 20 y 64 años haya crecido a un ritmo del 2,8%, lo que ha supuesto la creación de unos 530.000 puestos de trabajo para este colectivo de edad.

Si bien esta cantidad, que en un entorno de ligera pero evidente desaceleración será difícil repetir, está también muy lejos del número de empleos que haría falta crear para que España cumpliera el objetivo citado.
En concreto, utilizando las proyecciones de población del Instituto Nacional de Empleo-INE para 2020, España tendría que generar 1,9 millones de empleos para trabajadores de entre 20 y 64 años entre este año y el que viene para lograr una tasa de ocupación de este grupo del 74%.
Esto apunta a que, con toda seguridad, España no logrará cumplir esta exigencia.

Sí llegará a esta media exigida por Bruselas la tasa de empleo de los hombres, que aumenta más que la de las mujeres y, además, ya estaba en el 73,8% en el último trimestre de 2018.
Por el contrario, la tasa de ocupación femenina se sitúa actualmente en el 61,6%.
Los otros dos objetivos que marca esta Estrategia Europea y que ha evaluado el Ministerio de Empleo están relacionados con la educación.
El primero de ellos marca a España la meta de rebajar al 15% la tasa de abandono escolar y en términos medios de la Unión Europea, Bruselas quiere que este indicador caiga por debajo del 10%.

En este caso, España tiene actualmente, con datos de 2018, unta tasa de abandono escolar prematuro del 17,9% casi tres puntos más que el objetivo previsto para el próximo año.
Así, a pesar de que el abandono ha intensificado reducción en el periodo de recuperación en el empleo, que arrancó en 2014 en el entorno del 24%, en el último año ha disminuido solo cuatro décimas.
Este ritmo de caída hace también complicado cumplir el objetivo marcado por Bruselas para España;
aunque su cumplimiento sería más factible que en el caso de la tasa de empleo.

En el caso de la Unión Europea, por el contrario, todo apunta a que sí cumplirá bajar la tasa de abandono escolar por debajo de la media, ya que solo tendrá que reducirla algo más de seis décimas, desde el actual 10,6%.
Finalmente, esta Estrategia europea exige también que España eleve al 44% la población de entre 30 y 34 años que finaliza estudios universitarios.

Este será el indicador que más se acercará al objetivo ya que en la actualidad se encuentra en el 42,4% tras aumentar 1,2 puntos solo en el último año.
Es asimismo el único objetivo que en el que España está ya por encima de la marca media que se exigirá a la UE del 40% para 2020.

El último informe de Bruselas sobre los indicadores españoles apuntó a otras deficiencias.
En concreto, marcó como retos el alto nivel de desempleo =14,45% al final de 2018=, en especial entre los jóvenes y el paro de larga duración.
Asimismo, Bruselas cree que España tendría que reducir la segmentación de su mercado laboral vinculada a la temporalidad y a los bajos salarios;

mejorar la coordinación de los servicios públicos de empleo con los servicios sociales =donde apunta que los avances han sido también limitados= e invertir más en I+D.

Entre los logros españoles que ha destacado la Unión Europea recientemente están la reducción de la tasa de *ninis* =jóvenes de entre 18 y 24 años que ni estudian ni trabajan=.
Esta tasa ha bajado al entorno del 17% desde el 23% de 2015.

En general, Bruselas vincula el crecimiento del empleo y la caída intensa del paro a las reformas aplicadas, según reconoce el propio informe del Ministerio de Trabajo.
Cree que la subida del salario mínimo un 22,3% contribuirá a reducir la tasa de pobreza, pero también advierte de que puede tener un impacto negativo sobre las oportunidades de empleo de los jóvenes y trabajadores menos cualificados.

Misma situación podemos hallar en Argentina sin ningún lugar a dudas después de ver los resultados de la debacle producida en solo 4 años de neoliberalismo, datos tan abrumadores que sería larguísimo enumerar pero que ninguno de ustedes desconoce a ésta altura de cosas.

¿Dónde está entonces el enemigo?..., pues en casa, en cada casa o Nación donde el pueblo desnortado avala a éstas élites insaciables que sólo buscan el beneficio propio, haciendo que entre víctimas...se agarren a trompadas.

En España se echan loas al problema del *envejecimiento* de su población aduciendo que el *estado de bienestar* ha hecho que los viejos vivan más años, pero...

¿será así?, entre los dos millones y medio de españoles que se han ido, más un incremento en la mortalidad de los niños y jóvenes sea por suicidios o por accidentes, más las enfermedades *nuevas* que esterilizan los aparatos reproductivos y el aumento en las tasas de cáncer, hay otro factor..el económico;



-Las razones laborales o de conciliación de la vida familiar y laboral, junto con las económicas, son las responsables de que las mujeres españolas tengan menos hijos de los deseados, según desvela hoy la Encuesta de Fecundidad de 2018 elaborada por el Instituto Nacional de Estadística-INE.

Y es que, en España, casi tres de cada cuatro mujeres desea tener al menos dos hijos, pero para ello demandan un aumento de la duración del permiso de maternidad y paternidad, flexibilidad en el horario de trabajo para padres y madres;
y una asignación para las familias con hijos menores de 18 años.

Clarito..., es el sistema laboral explotador y el dinero que no alcanza..., esos son los logros del neoliberalismo, que, ante semejante desastre apela a ésto;



-*España va a necesitar una media de 270.000 inmigrantes anuales de aquí al 2050 porque el país envejece y, aunque tiene que reducir la tasa de desempleo, hay muchos puestos de trabajo que no se van a cubrir con población autóctona*, ha explicado la secretaria de Estado de Migraciones, Consuelo Rumí.

*El mercado laboral va a necesitar, con toda seguridad, un complemento migratorio, una entrada de perfiles laborales que no se van a poder cubrir con las personas que están aquí*, ha dicho la responsable de Migraciones, en sectores como el tecnológico e informático.

Y hete en el siguiente párrafo la *confesión* de *en quiénes piensan*, sí..en las empresas antes que los ciudadanos;

-Ante la ausencia de trabajadores especializados, la respuesta no puede ser que las empresas cambien de país;
debe ser que las empresas encuentren apoyos en España y se queden, paguen impuestos y den empleo*, ha ahondado Rumí, quien ha insistido en la urgencia de *potenciar vías de entradas de trabajadores cualificados, ofreciendo autorizaciones rápidas, junto a un estatus migratorio estable y fiable*.

*Apoyos para las empresas*...jeje...
¿cuáles creen que son los apoyos para las empresas?..
la mano de obra más barata, trabajadores DES-sindicalizados, leyes laborales que amplíen el márgen de ganancia de éstas empresas y demás libertinajes que sólo lo puede garantizr el..*libremercado*

Por eso insisto en que la culpa no es del *otro* que no ha nacido en nuestra propia tierra, la culpa es de quienes han fomentado un sistema tan perverso como atroz y que se llama *neoliberalismo*, aunque sepa disfrazarse de *partidos políticos*, incluso ha usurpado y colonizado a mucho partido *viejo*.

Si seguimos viendo al enemigo donde hay amigos y amigos donde hay enemigos... nada va a a cambiar, sería desconocer que el mal existe ante lo cual lo único que queda es solo quejarse en lugar de *unirse en la acción y en la urgencia* y hacer algo distinto.

Mientras sigamos comprando las típicas formas de dividirnos será más fácil esperar un apocalipsis antes que hacer lo que hay que hacer y es *abrir los ojos* y luchar en comunión contra el mal mayor antes que detenerse en esas divisiones que son funcionales a la élite.

Cierro con un claro ejemplo de ésto, algo que hoy...sería impensado en España...algo que parece haber quedado tan lejos...que suena a ficción.

Si antes se pudo ¿porqué ahora no?
Porque nos han hecho creer que no hay solución cuando sí la hay.



-El sábado 8 de septiembre de 1934 no fue un día normal en la capital de España.
El metro no funcionó y los pocos tranvías que circularon por las calles de Madrid lo hicieron conducidos por militares y guardias de asalto, el nuevo cuerpo policial creado en 1932 por la República.

Muchas fábricas, talleres y oficinas permanecieron cerrados y pocos establecimientos consiguieron abrir sus puertas al público.
Los periódicos conservadores que lograron salir a la calle, como ABC y Ahora, no encontraron distribución comercial, y tuvieron que ser repartidos de forma voluntaria por jóvenes militantes de las organizaciones derechistas.

La respuesta del Gobierno de Ricardo Samper al desafío de las organizaciones obreras no se haría esperar.
Por la mañana se ordenaba detenciones selectivas de los sospechosos habituales, conocidos dirigentes políticos y sindicales madrileños, así como el cierre de la Casa del Pueblo y de los locales y oficinas del PSOE, el PCE y de todos los sindicatos, incluyendo a la CNT, que ni participaba en la Alianza Obrera madrileña ni había llamado a la huelga.
A lo largo del día se producirían, además, incidentes violentos con las fuerzas del orden público que acabarían con la vida de seis trabajadores, 40 heridos y 400 huelguistas detenidos.

UN MADRID REVUELTO

Estamos en el agitado Madrid previo a la gran huelga general revolucionaria de octubre de 1934.
Una ciudad que, como ha explicado la historiadora Sandra Souto, estaba por aquel entonces lejos de ser una balsa de aceite.
La conflictividad laboral y la agitación política se habían ido convirtiendo desde finales de 1933 en el paisaje familiar de una ciudad en la que la afiliación sindical y la participación política de las clases populares estaba en aumento desde la proclamación de la República.

Junto al socialismo, tradicionalmente hegemónico en el movimiento obrero de la antigua Villa y Corte, despuntaban ahora también una combativa CNT, que organizaría sindicalmente a algunos de los sectores más precarios de la fuerza de trabajo, como los trabajadores de la construcción y de la hostelería, y un PCE con una creciente audiencia entre los jóvenes y el ala izquierda del PSOE que empezaba a ser una organización a tener en cuenta.

La politización y radicalización de la juventud en un contexto tan propenso para ello como el de los años 30 llevaría pareja la emergencia en la capital de España de otro fenómeno urbano, muy frecuente por aquel entonces en otras muchas ciudades europeas:
la violencia callejera de signo político.

En los ocho meses previos a la huelga general del 8 de septiembre de 1934, Sandra Souto contabiliza en Madrid 13 muertos, 31 heridos y 470 menores de 21 años detenidos a causa de peleas y enfrentamientos violentos entre jóvenes militantes de izquierdas y jóvenes militantes fascistas y de derechas.

Un clima de violencia juvenil que llevaría incluso al Gobierno a emitir un decreto a finales del verano de 1934 para prohibir la participación política de los menores de 16 años, así como para limitar la de los menores de 23 solo a aquellos que tuvieran expreso consentimiento paterno.

LA ALIANZA DE LAS DERECHAS CATALANAS Y ESPAÑOLAS

El motivo de la huelga del 8 de septiembre sería la concentración en Madrid del Institut Agrícola de Sant Isidre.
Entidad fundada en 1851, el Institut representaba los intereses de la patronal agraria y los terratenientes catalanes.
La reunión de los propietarios rurales en la capital, donde serían acogidos con los brazos abiertos por parte de las derechas madrileñas, era un paso más en su ofensiva legal e institucional contra la Ley de Contratos de Cultivo, aprobada en marzo de 1934 por el Parlament de Catalunya con la significativa abstención de la Lliga Catalana.

La ley, promovida por Esquerra Repúblicana de Catalunya y su socio gubernamenal en la Generalitat, la Unió Socialista de Catalunya, era el resultado de una larga pelea del pequeño campesinado catalán por lograr la plena propiedad de las tierras que históricamente habían trabajado sus familias.

El principal sindicato agrícola catalán, la Unió de Rabassaires, presionaba al gobierno autonómico para que no cediera a las presiones de los terratenientes y sus aliados políticos, que en junio de 1934 lograrían un gran triunfo legal al conseguir la anulación de la ley autonómica por parte del Tribunal de Garantías Constitucionales.

Se abría así un grave conflicto institucional entre Generalitat y República.
Si ERC seguía adelante con la legislación aprobada lo haría desobedeciendo una sentencia del principal tribunal de la República y arriesgándose, por lo tanto, a que la Generaliat fuese intervenida y la autonomía catalana anulada.

La cuestión agraria sería desde el 14 de abril de 1931 uno de los principales problemas a los que la República tendría que enfrentarse.
Tras la victoria de las derechas en las elecciones generales de noviembre de 1933, la tímida reforma agraria iniciada durante el gobierno republicano socialista de 1931/32 entraría en vía muerta.

Un bloque reaccionario formado por terratenientes, partidos conservadores, alta magistratura del Estado y periódicos monárquicos y derechistas se articularía en todo el país para bloquear el acceso del campesinado a la propiedad de la tierra.

El catalanismo de la Lliga Regionalista no sería un obstáculo insalvable para que las derechas españolistas llegasen a una alianza con este partido y con la patronal agraria catalana.
Por encima de sensibilidades nacionales y visiones de España existía un enemigo común cada vez más numeroso, mejor organizado y, por lo tanto, más peligroso:
el movimiento campesino.

La reforma agraria debía detenerse en todo el territorio nacional.
Catalunya no podía ser una excepción en una España en la que los intereses de los latifundistas volvían a marcar muy estrechamente los límites de la política gubernamental para el campo.

DE LA ALIANZA OBRERA A LA HUELGA GENERAL POLÍTICA

Frente a las complicidades y el apoyo mutuo del bloque reaccionario catalán y español, a lo largo de 1934 también comenzaría a surgir una nueva corriente de simpatía y de solidaridad entre las izquierdas españolas y la izquierda catalanista.
Las relaciones entre el PSOE y ERC nunca habían sido fáciles pero, tras la victoria electoral de las derechas, buena parte de la opinión pública progresista comenzaría a empatizar con la Generalitat y el president Lluis Companys en su enfrentamiento con el Gobierno central.

Las izquierdas madrileñas entendían que los políticos catalanes tenían derecho a defender y hacer respetar el estatuto de autonomía catalán, sobre todo si este amparaba una legislación progresista y beneficiosa para los trabajadores del campo, y empezaban a sentir la Generalitat como el último baluarte institucional de una República del 14 de abril amenazada por monárquicos, fascistas y reaccionarios.

El viernes 7 de septiembre, en vísperas de la concentración de los terratenientes catalanes en la capital de España, El Socialista, periódico del PSOE, atacaba al Gobierno de la República por *herir a la región catalana y a su poder ejecutivo*, amparando *la rebeldía de una casta que viene a Madrid a despotricar contra la Ley de Cultivos, a enjuiciar a los hombres de la Generalidad, a insultar a los catalanes autonomistas y a agredir la palabra del Parlamento de Cataluña*.

El portavoz socialista criticaba que mientras las autoridades ponían cada vez más trabas y problemas a la actividad pública de los partidos obreros, el mismo Ministerio de la Gobernación, encargado de velar por el orden público en la capital, autorizaba un *acto de esencia antiautonomista y antirrepublicana* como el organizado por los agrarios catalanes, y concluía:

*Libertad absoluta para las derechas, libertad condicionada y restringida para las izquierdas*.

El telón de fondo de estos acontecimientos era el auge en toda Europa de los movimientos fascistas y reaccionarios, y la creciente preocupación de las izquierdas españolas porque, una vez en el poder, las derechas pudieran destruir la República democrática y aplastar al movimiento obrero.
El Partido Radical, pese a sus orígenes republicanos y progresistas, estaba cada vez más escorado hacia la derecha, y su gobierno estaba sostenido por la mucho más beligerante Confederación Española de Derechas Autónomas, en la que la fascinación por los modelos autoritarios europeos era creciente.

La ofensiva de las derechas contra la legislación social del bienio progresista, el crecimiento del desempleo como efecto de la crisis económica del 29, así como el enrarecimiento del clima político internacional, contribuirían también a una radicalización de las izquierdas.

Buena parte de los socialistas, frustrados por su experiencia gubernamental con los republicanos, comenzaban a flirtear con consignas revolucionarias muy ajenas a la tradición reformista del partido, y a buscar acuerdos con la CNT y el PCE, e incluso con otras corrientes más minoritarias del movimiento obrero como los trotskistas, los seguidores de Joaquín Maurín y los anarcosindicalistas escindidos de la CNT.

Esta voluntad de acuerdo llevaría a la formación en marzo de 1934 de la Alianza Obrera de Madrid, inspirada en la Alianza Obrera de Catalunya, promovida por Maurín y los comunistas disidentes del Bloc Obrer i Camperol.
La otrora pactista y moderadora UGT, que siempre había defendido un uso muy moderado de la huelga general, en comparación con la propensión de los anarquistas a declararla, secundaría en abril de 1934 un paro general en Madrid contra la concentración de las Juventudes de Acción Popular en El Escorial y, ya abiertamente el 8 de septiembre de 1934, *veinticuatro horas de huelga contra la concentración agrario-fascista*.

Casi paralelamente, en Asturias, los socialistas y su sindicato, junto al resto del poderoso movimiento obrero asturiano, también llamaban a una huelga general política en la región para protestar por la autorización gubernamental de una concentración de las Juventudes de Acción Popular en el santuario de Covadonga.

ANTIFASCISMO Y CUESTIÓN NACIONAL

El Socialista, eufórico por el seguimiento de la huelga en la capital, condenaba el 9 de septiembre en su portada el fallecimiento de los obreros muertos por la represión, pero sobre todo celebraba lo que calificaba como *otra jornada triunfal del proletariado madrileño*.

Para las organizaciones comunistas, más atentas que el PSOE a la cuestión de la plurinacionalidad, la huelga tenía otro elemento añadido que no podía pasar desapercibido: el reforzamiento de la solidaridad entre la clase trabajadora catalana y madrileña, en un momento en el que las derechas catalanistas y españolistas también estaban cooperando activamente.

El dirigente del PCE Vicente Uribe destacaría que la movilización contra *los fascistas de San Isidro* marcaba el camino *hacia la liberación nacional y social del pueblo catalán en alianza fraternal con los trabajadores españoles y pueblos oprimidos por el imperialismo*.
Para Joaquín Maurín, dirigente del Bloc Obrer i Camperol, la huelga madrileña era la muestra palpable de la creciente simpatía que las reivindicaciones nacionales catalanas despertaban entre los trabajadores españoles.

En junio de 1934, Maurín ya había escrito desde Barcelona, en las páginas de La Batalla, el periódico del BOC, que *el proletariado de España sigue con profunda emoción el curso de los acontecimientos que tienen lugar aquí.
Nunca como en estos momentos había habido tantos catalanes fuera de Catalunya*.

Por ello, según Maurín, el movimiento obrero y campesino catalán tenía que evitar el aislacionismo y rehuir una cierta lectura nacionalista y separatista del conflicto abierto en torno a la reforma agraria catalana, que enfrentaba a Catalunya y España como si fueran bloques homogéneos, sin divisiones de clase.

Por el contrario, Maurín denunciaba que los principales enemigos de la Ley de Contratos de Cultivo, *se hallan aquí, en nuestro propio suelo … son la Lliga, el Instituto de San Isidro, los propietarios de la tierra, los elementos retrógrados*.

Los revolucionarios catalanes debían buscar aliados en el conjunto de la clase trabajadora española contra el enemigo común:
la oligarquía.

La cuestión nacional comenzaba a introducirse en el nuevo discurso antifascista de las izquierdas españolas a partir de un razonamiento muy sencillo y muy eficaz.
Si los enemigos del movimiento obrero lo eran también de las libertades autonómicas de Catalunya y del País Vasco, entonces el movimiento obrero debía convertirse en defensor del derecho de estos territorios a su autogobierno, así como buscar alianzas con los nacionalistas catalanes y vascos.
Faltaba poco menos de un mes para la huelga general revolucionaria de octubre de 1934, huelga en la que las reivindicaciones obreras, nacionales y antifascistas volverían a confluir.

*DES-historiarnos*, borrarnos la memoria, y dividirnos por nada es el mayor prodigio de las élites.

Fuerte abrazo.

Gilgamesh***
           
Fuentes;
-elsaltodiario
-cnnespanol
-cincodias
-efe
-msn
-elsaltodiario2