* Nada de información; pensemos en otra cosa *

A veces en la vida, re-encontrarse con los afectos familiares, esos que uno deja de ver por un cierto período de tiempo, nos sirven para intercambiar opiniones y formas de ver la vida luego del paso del tiempo. Para mí, es como el téster que usábamos para medir la corriente eléctrica cuando teníamos que arreglar un tomacorriente.
Y obviamente se tocan temas de diversa índole. 
En mi caso, siempre estoy listo para encontrar la hendija que me permita hablar de la religión, de los tiempos que vivimos, del espacio, de esas cosas que no solemos tratar en una simple reunión. 


Y no deja de sorprenderme el despertar de la gente más jóven, una especie de nueva consciencia, una negación a las reglas impuestas por el sistema que nos llevó a ser como hoy somos. Reconfortado, me sentí, cuando esos jóvenes a los cuales les llevo diez años de vida vivida, prestaban gran atención a lo que yo exponía.
Ustedes se imaginan...el Sol, la posibilidad de un mundo distinto sin todo lo que hoy poseeemos, y me sorprendí.


Esas chicas y chicos de 38 años están viendo la vida como yo las veo hoy. Y hablamos de todo, menos de las estupideces que solemos hablar en cualquier reunión común y corriente.
Esa franja etárea de personas de 35 años en adelante ha vivido tan solo una parte de lo que nostros=un poco mas grandes= hemos vivido, y noto la necesidad de otro mundo, el mismo que aquí..pretendemos tener.
Y recordé el comentario de un lector que me contaba sobre sus síntomas de depresión, de ideas muy negativas que surcaban su mente, una palabra que no quiero escribir pero que refleja algo terrible...la autodestrucción.


Eso es algo que me provoca entrar en un estado de alarma al rojo vivo, porque cuando una persona debe afrontar situaciones límites y se encuentra al borde de la autodestrucción...yo me desespero. Gracias al Creador o a no sé qué cosa, les cuento que através de la palabra he logrado salvar a varias personas que sólo veían obscuridad y auto-destrucción en su alma y en su ser. Y en la reunión de anoche también hablamos sobre eso.
Me di cuenta que el sistema maldito nos ha hecho creer que las prioridades de la vida son unas, mientras que en realidad las prioridades son otras. 


El culto al dinero como tabla de salvación, como sinónimo de status, modas y tendencias que nos meten en el cerebro algo que en realidad obedece a un negocio de pocos. Y el Ser, cuando no logra esas metas ficticias ingresa en una zona obscura difícil de evitar. Formar parte de un estrato social es mas importante que ser buen padre, buena madre, buen hermano/a, buen amigo, buen vecino. 


Es una carrera en la cual ganar, es a cualquier precio. Y la vida se consume, se evapora detrás de la niebla de un éxito que nada tiene que ver con el verddero éxito de la vida, pasar por ella dejando cosas positivas para el alma y para el alma de los demás.
Y la hipótesis de un tiempo final, de un cese de la humanidad tal como la conocemos, suele inyectar pánico a quienes sólo piensan en la vida como una competencia en la cual hay que llegar a la cima y el tiempo es el reloj. Si el Ser no logra las metas que le han inducido subrepticiamente, se siente fracasado, derruído, acabado.






Parece ese Ser, no sólo el dinero es la medida, ni las reglas del sistema ni las reglas propias, el hombre y la mujer corren detrás del modelo del amor perfecto, quien está sin pareja es un paria, quien no cosecha amantes y amores pasajeros es un idiota, los solos son inservibles, los felizmente casados son amargados, y en definitiva todos entramos en una única categoría...nadie sirve y todos somos fracasados.


Eso quiere el sistema, seres infelices, desconformes con todo lo que puedan tener y no saben ver, de esa manera nunca llegan a sus metas y el sistema les da satisfacciones materiales y vanas para seguir siendo *entes* al servicio del mismo sistema. Pero nunca nos enseñan que nuestro grave problema es que siempre estamos esperando que los demás sean como nosotros queremos que sean. Entender que todos somos diferentes es un serio problema para quienes sólo conciben una uniformidad humana. 


Así como nuestras huellas digitales son irrepetibles, nuestros actos, sentires y pensamientos también lo son. Unos ven el medio vaso lleno y otros el medio vaso vacío, el famoso prisma con que cada uno ve.
Y si pudiéramos entender éste concepto, creo que nos volveríamos tolerantes, afectuosos y conscientes de que cada uno aporta algo distinto, y en ese aporte de cada uno, nuestro mundo sería otro. Que los hijos no nos pertenecen, mas que hasta que les enseñamos a volar, que los amores no se retienen sino que se sienten, que amar es la clave antes que vivir esperando ser amados como si se tratara de un trueque perverso y especulativo.


De todas éstas cosas se me fué la charla nocturna y prolongada en familia, al final, el Sol y su posible incidencia en nuestras vidas, pasó a un segundo plano, y ya sé...ustedes están viniendo a visitarme para saber qué va a pasar con nuestro mundo.
Sentí la necesidad en ésta noche fría y lluviosa de Junio, de decir éstas cosas. De nada nos va a servir seguir vivos si vamos a seguir viviendo mal, si vamos a olvidarnos que el otro...vale. 


Que su vida es importante, que usted o que vos, forman parte de un todo y que todos tenemos algo para aportar a un mundo mejor, que ninguna vida vale más que la otra, que hay gente que nos ama y nos necesita, y que hay gente a la que amamos y necesitamos, que ningún problema por más grave que sea en nuestras vidas merece que abandonemos la misión de vivir, de seguir adelante, de ponerle el pecho a los problemas, que si deicidimos unilateralmente autodestruírnos nada resolvemos y peor aún, dejamos pena y tristeza en los corazones de quienes nos aman. 


Después de hablar en familia, de leer algún comentario aquí en el blog, he sentido que hablar del Sol, y de todas esas cosas que nos desvelan, era algo secundario, nimio y superficial, porque saber que alguien está sufriendo y puede entrar en una zona de autodestrucción y no hacer absolutamente nada, sería merecer una eyección de masa coronal sobre mi cabeza.
Éstas cosas son mucho más importantes que ponernos a distraer nuestra atención en algo sobre lo cual tenemos poca incidencia. 


Porque temer ante una catástrofe de nada nos va a servir si sobrevivimos y no entendemos que hay que refundar ésta humanidad, de sus cenizas o de éste tiempo donde es imprescindible..aprender a vivir y convivir.
Haga de cuenta que el mundo ya no es como lo conocemos, mire a su alrededor y observe a esas personas que están a su lado, abrácelas, dígales que las ama y comprométase a dar sin esperar, ame sin pasar por la caja a cobrar. 


Pruebe y verá que su vida va a cambiar, nadie es feliz sobreviviendo en un mundo yermo, sin esas personas necesarias que hoy le rodean. Amen, solo amen.
No deje ningún comentario, sólo mastique, procese y medite, no prefiero su elogio, prefiero que mañana comience una semana nueva en su vida, pase lo que pase.
Y por favor...no tome éste post como un consejo de alguien que se cree superior, no...,, simplemente como una pequeña licencia de pensar algo que todos deberíamos intentar hacer, y yo estoy también incluído.
Gilgamesh***