lunes, 24 de noviembre de 2014

* España; Errejón, la Duquesa de Alba y el amor al verdugo *

***Excelente inicio de semana para todos.

Como la actividad solar y del clima espacial no ofrece mayores novedades he aprovechado algunas horas entre ayer y éste día feriado para revisar un poco de historia ligada a la actualidad.
En tiempos donde intentamos depurar clases políticas vetustas y corruptas en cada uno de nuestros países, el caso de España y la Nobleza es un tema que considero fundamental en el camino actual que recorre Europa, y que tiene a España como posible lanzadera de un cambio realmente positivo para contagiar a sus vecinos, en un cambio que necesariamente debe darse si en verdad esperamos nuevos tiempos que de una buena vez, sean más generosos con quienes siempre son los que padecen.

Siempre me pregunto cuán hábilmente arraigada está la burguesía monárquica en el querido país de mis abuelos, a veces me cuesta entender la reacción de los españoles defendiendo algo que quizás, haya sido la génesis, no de su apogeo, sino de su desgracia.
Me resulta increíble la manipulación mediática con respecto a PODEMOS, y en espaecial, como han instalado la cuestión del pibe Errejón, a quien lo están destrozando como si fuera la reencarnación de algún viejo demonio. Si cobró o no cobra o deja de cobrar, estamos hablando de unos roñosos y miserables 1.800 o 2.000 euros..



Pero no sólo se utilizan los 2.000 mugrientos euros para caerle, sino que los profesores de la ética y la moral ya lo han sentenciado diciendo que es un pichón de corrupto, que si así empieza cómo será después, y que bla, bla, bla..
Verán, si un político me cuesta 2.000 euros se los pago con gusto si comparo con lo que cuestan otros tantos, por los cuales nadie sale en manifestación masiva a las calles para pedirles que renuncien después de haber robado miles de millones...no sólo en billetes, sino en lo que representa como *ruina* para millones de habitantes y varias generaciones endeudadas hasta los h...sí, ...hasta ahí.

Si el sueldo de Errejón pretende ser instalado para tapar verdaderos desfalcos...espero que ésto no pase desapercibido por las mayorías españolas.
Hay sistemas que se esconden detrás de la aparente realidad que para catalogarlas es necesario remitirse a esos grandes desastres naturales que se califican como *estrago-calamidad*.
Siempre me llamaba la atención cómo la prensa ha utilizado la imágen simpática y a la vez deprimente de la recientemente fallecida Duquesa de Alba.

Una especie de versión farandulesca edulcorada para suavizar un poco el fragor del falo violador de lo que ella representaba, algo así como *hágalo de una vez...pero que no me duela..*
Y la gente llorando, como si de la Madre Teresa se tratara..., de vez en cuando la burguesía destina a alguno de sus miembros a hacer las veces de *personaje popular* querible a manera de pan y circo.
Mientras a Errejón le reprochan la condenable actitud de cobrar sus 2.000 euros, ésto pasó y pasa en España, pero nadie se escandaliza...



-2.000 millones de euros de la Casa de Alba están exentos del pago de impuestos.
Los Técnicos de Hacienda dicen que el 90% del patrimonio está libre de tributos.

La muerte de Cayetana Fitz-James ha subrayado su papel en la economía de Andalucía.
Los técnicos del Ministerio de Hacienda que integran Gestha han recordado, mediante una nota de prensa que la Casa de Alba, cuya titular Cayetana Fitz-James Stuart falleció el 20 de noviembre en Sevilla, está exenta de pagar el 90% de su patrimonio.
Son entre 2.065 y 2.875 millones de euros, de los cuales la mayor parte están exentos porque pertenecen al Patrimonio Histórico español y por la cesión de obras de arte y antigüedades a la Fundación Casa de Alba. Se trata de una cantidad sensiblemente inferior a los seis millones por los que tributa la casa de Alba, primera latifundista de Andalucía, con 34.000 hectáreas en tierras. 

Además, *los impuestos sobre sus bienes inmobiliarios se liquidan en las autonomías en donde están situados, mientras que el resto de bienes, como las acciones en empresas o depósitos bancarios, tributan en la comunidad en la que reside el heredero* según los Técnicos de Hacienda que subrayan que *la mayoría de los hijos y nietos de la duquesa residen en Madrid, comunidad en la que el Impuesto de Sucesiones y Donaciones está bonificado al 99%*.
Esto conlleva que *de un patrimonio estimado en 3.200 millones de euros, solo se pague a Hacienda seis millones de euros, lo que supone un exiguo tipo efectivo del 0,2%*, según Gestha.



Así mismo, según publicó el diario El Mundo, la Casa de Alba recibió sólo en 2011 más de tres millones de euros en ayudas de la Unión Europea gracias a la Política Agraria Común.
En declaraciones a Europa Press, el secretario general del SAT, Diego Cañamero ha dicho que el *patrimonio inmenso de la Casa de Alba y de los terratenientes ha supuesto desgracia, paro y pobreza para esta tierra*, en referencia a Andalucía, donde está instalada esta casa aristocrática. Cañamero ha añadido que las ayudas europeas a la posesión de la tierra ha incrementado las dificultades del agro andaluz: *Con el dinero que le llega de Europa no tiene ninguna necesidad de explotarlas de ninguna otra manera*. No obstante, el líder de este sindicato ha manifestado que lamenta la muerte de Fitz-James Stuart, pese a que *la aristocracia y los terratenientes de Andalucía han sido una casta social nefasta*.

Para abonar un poco más ésta locura de amar al verdugo, una excelente nota de Carlos Sánchez;

-Los lacayos de la duquesa

Año 1931. Como recuerdan los historiadores Cabrera y Del Rey, sólo diez nobles poseían como mínimo =todavía no existía un mapa de la riqueza rústica= el 0,8% de territorio nacional. Pongamos algunos ejemplos: el duque de Medinaceli, 79.000 hectáreas; el duque de Peñaranda, 51.000 hectáreas; el duque de Vistahermosa, 47.000; el duque de Alba, 34.400… La lista es interminable. De hecho, los 89 grandes de España restantes poseían al menos un 0,6% adicional del territorio. En total, más de 7.000 kilómetros cuadrados que se repartían unas docenas de familias.

El resultado es conocido. España tenía en el primer tercio del siglo XX una estructura social más propia del feudalismo que de la edad contemporánea. Hasta el punto de que apenas el 4% de los propietarios o cultivadores =unos 164.000 individuos= retenía, al menos, el 49,5% de la renta agraria, fundamental en la producción nacional en un país que vio pasar de largo la revolución industrial.
Entre todos los aristócratas destacaban el duque de Alba y el del Infantado. No es para menos teniendo en cuenta que la Restauración convirtió en referente social todo lo que oliera a aristocracia. Entre 1874 y 1931, *nacieron* 167 condes, 30 vizcondes y 28 barones.



La causa era muy simple. Los nuevos burgueses querían emparentarse con la vieja nobleza arrinconada durante el auge del liberalismo. Aunque pueda parecer sorprendente, el nombre del duque de Alba =al borde de la ruina a principios del siglo XIX pese a que seguía cobrando diezmos, un tributo medieval= no figura en los anuales financieros españoles hasta los años 20 del pasado siglo. A partir de ese momento, sin embargo, todo cambió.
Con la explosión del comercio, tras la pérdida de las colonias y la repatriación de ingentes fortunas, los nuevos industriales y banqueros querían estar cerca de la Corona, y el camino más recto eran los aristócratas sumisos a Alfonso XIII. 

Eso explica, por ejemplo, que Jacobo Fitz-James Stuart =Jimmy para los amigos= fuera llamado a presidir, por ejemplo, Plus Ultra Cinematográfica pese a no poseer ningún título de la compañía. Igualmente, fue accionista del Metro de Madrid, la obra pública más importante de la época, de la mano de su amigo Alfonso XIII, también accionista.
Sin embargo, sus mayores ingresos los obtuvo por la presidencia de Standard Eléctrica, la compañía que creó la estadounidense ITT tras adjudicarse Telefónica en una polémica subasta, y que tenía el monopolio de los suministros a la filial estadounidense de telefonía.

Un conservador autoritario

El marqués de Urquijo =muy unido también a Alfonso XIII= fue su socio de correrías financieras. Pero mientras este era realmente un hombre de negocios =fue clave en el renacimiento industrial de España=, Jacobo Fitz-James Stuart =a quien se ha definido políticamente como un conservador autoritario= no era más que un refinado dandi volcado en la práctica del polo y en el disfrute de las bellas artes, pero completamente ignorante en lo relacionado con operaciones mercantiles. Simplemente, subcontrataba sus títulos nobiliarios al mejor postor, lo que dio alas a la Casa de Alba.
Para hacerse una idea de lo que significaron aquellos años en que reinaba la aristocracia y el poder caciquil, basta decir que de no mediar la crisis demográfica derivada de la guerra civil y la postguerra, España hubiese tenido en 1950 el mismo número de analfabetos que en 1887.
El duque de Alba y el rey, además invirtieron en comandita en la Compañía del Golfo de Guinea y en CHADE, la eléctrica que presidiría Cambó en su exilio y que acabó siendo nacionalizada en Argentina. De esas operaciones nace su fortuna.



Este es, en realidad, el contexto en el que vivió la *rebelde* duquesa de Alba, convertida en los últimos días en una especie de princesa del pueblo por su forma campechana de entender el mundo y su *sevillanía*. La causa de tal disparate probablemente tenga que ver con esa fascinación por el poder que está en el ADN de un país tradicionalmente de lacayos, que ha visto pasar dictaduras y asonadas militares con total normalidad. Y que se manifiesta incluso ahora con toda crudeza, cuando la corrupción emerge, precisamente, porque quien debe ejercer los contrapoderes =jueces, políticos, periodistas, académicos… no lo hacen=.
Sin duda, porque en España nunca hubo una revolución liberal capaz de expulsar de la historia a la vieja y rancia aristocracia del Antiguo Régimen, como sucedió en la mayoría de los países europeos.

En España, muy al contrario, estar cerca de la nobleza era y es un timbre de gloria para los burgueses advenedizos, y eso es lo que explica su supervivencia. Incluso, exdirectores de periódico que se dicen liberales y hoy se presentan como *antisistema* encabezaron hace años un movimiento de la nobleza para establecer la igualdad de sexos en la sucesión de los títulos, cuando si hay algo que choca contra el liberalismo es, precisamente, el Antiguo Régimen y su corte de holgazanes. El despropósito ha llegado hasta nuestros días y el anterior monarca ha ido repartiendo títulos nobiliarios entre sus amigos como se si tratara de un rey feudal.

Las manos muertas

Es evidente que doña Cayetana no es la responsable de las tropelías de su padre ni de su estirpe, pero ocultar lo que ha significado la Casa de Alba para este país como se ha hecho en los últimos días, refleja el desprecio por la historia, lo que hace que España caiga una y otra vez en los mismos vicios. Las recesiones y los elevados niveles de desempleo no caen del cielo, son fruto de errores cometidos en el pasado.
Y ver ovacionando a miles de ciudadanos con lágrimas en los ojos a la insigne representante de una rancia aristocracia sólo puede repeler en el siglo XXI. Sobre todo cuando esas muestras de dolor se hacen desde una de las regiones más pobres del país, con altísimos niveles de paro a causa de su secular atraso económico.
Debido, precisamente, al poder de esas manos muertas que denunciaban hace más de un siglo los regeneracionistas. Ya decía hace algún tiempo el expresidente extremeño Rodríguez Ibarra, con razón, que cuando un señorito invitaba a los pobres a una fiesta flamenca era para dar palmas.



Da todavía más náuseas escuchar, o leer, a un exalcalde sevillano, que se dice socialista, retratando a doña Cayetana como *machadiana*, cuando el bueno de don Antonio =que murió sólo y pobre en el exilio de Colliure abrigado por el mismo gabán de toda la vida= representaba justamente lo contrario que la Casa de Alba: la humildad.
Y hablando de Machado, no estará de más recordar que en una ocasión Churchill, siendo Jacobo Fitz-James Stuart embajador español en Londres en los años más negros del franquismo =era pariente muy lejano del premier británico= le recomendó que Franco diera una amnistía para aquellos que había perdido la guerra y que literalmente se morían de hambre =no eran los dirigentes políticos=. El duque le contestó que no podían dejarse impunes 400.000 crímenes. Todo un gesto de magnanimidad para un hombre de tan alta alcurnia.

Existe, en este sentido, una foto que hace años distribuyó la propia Casa de Alba en la que se ve al duque enfundado en un mono de trabajo observando con cierta incredulidad los destrozos que habían ocasionado los bombardeos nazis sobre Londres, justamente cometidos por los aliados del Gobierno que él mismo representó hasta 1945. Es decir, durante los momentos de mayor represión de un régimen que apuntaló a la nobleza que ganó la guerra y que estaba en la ruina al finalizar la contienda. No estará de más recordarlo antes de que el país se bañe en lágrimas por una representante de la Casa de Alba.



Iñigo Errejón 31 años, declarado culpable por los cultores de la ética, se le acusa de cobrar 2.000 euros, Duquesa de Alba 88 años, se le agradece por sus servicios prestados a la patria, acumulando 3 mil millones de euros..para su familia...

Si se inhabilita a Errejón para las próximas elecciones de España, le ofrecemos la doble nacionalidad y además el doble de sueldo, aunque sea para explicarle a los boludos ciegos de razón, cómo es eso de regalarle el hacha al verdugo, que la usará con gusto siempre y cuando se lo permitamos...

Gilgamesh***
Fuentes;
-elmundo
-elconfidencial

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