martes, 21 de abril de 2020

* Apestados; Coronavirus-70 *

***Saludable Martes para todxs.

A partir de ésta Pandemia que nos ha modificado a todos nuestros hábitos y costumbres, yo de algo estoy seguro a la hora de evaluar quiénes se están beneficiando con todo ésto.
Obviamente, dejando de lado a las corporaciones financieras porque esas..siempre ganan, es el *Corona-móvil* el principal ganador.
Si antes de la Pandemia veníamos advirtiendo sobre la *Nomofobia* ahora gracias a las cuarentenas globales la adicción y dependencia al adminículo...se ha potenciado sobremanera.

Cualquiera de ustedes lo puede corroborar, apps para video llamadas o videocoferencias a granel con la excusa de que no nos podemos encontrar *face to face*.
Sea con los hijxs, abuelos, amixs, para el trabajo online, y hasta para el sexo virtual...porque ya habrán tomado nota que muchos gobiernos incentivan a ello antes que correr riesgos por relaciones sexuales cuerpo a cuerpo.
Toda una parafernalia de conexiones con el celular que se han incrementado exponencialmente, más aún...ante la forzosa cuarentena que a muchos les aburre tanto que no hacen más que estar todo el día =y la noche= con el aparato en la mano.

Gran testeo están haciendo las compañías que manejan el meganegocio de las comunicaciones y la telefonía, y la Pandemia les ha venido de perillas para que, si algunos aún no estaban *enviciados* ahora lo estén, y quienes ya eran adictos antes, ahora muchísimo más.
Una especie de *preparatoria* para ese ansiado mundo que éstas compañías ansiaban, y ni hablar de los Estados que también con ésta excusa del Coronavirus nos están acostumbrando de a poco a conceder con agrado nuestra vida privada, identidades, costumbres, en fin...más fichados que antes.
A todo ésto, tanto yo como muchos otros que van al hueso estudiando y analizando cómo éstas tecnologías además de sacarnos dinero nos sacan *humanidad*, nos espanta.

Algunos se lo están preguntando también;



No tengo duda alguna que la respuesta es clara y contundnete;
SÍ.

Si en prepandemia grandes masas de humanos se habían vuelto más individualistas y artificiales, hoy ésta situación está tentando muchísimo más a quienes todavía reservaban cierto grado de consciencia y responsabilidad a la hora de no sucumbir ante el prodigio de ésta tecnología.
Es más...creo que cuando acabe ésta pesadilla pandémica muchos la van a añorar porque aquello de *estar igualmente unidos* encerrados o encuarentenados les va a volver a poner en el mundo real, el de la puerta de casa hacia afuera y van a tener que volver al face to face, que en cuarentena ya no era necesario y peor aún...no deseado por quienes ya en la vida real prepandémica estaban sentados en una misma mesa y no se hablaban ni se miraban porque lo hacían vía celular...

Éste tiempo de cuarentena le ha servido a manera de curso a aquellos que siendo mayores y reñidos con la tecnología la están entendiendo, aprendiendo a manejar, y tan enviciados como el que más.
No sé de qué puede servir contar mi experiencia personal con la cuarentena y las tecnologías, pero les comparto que la cuarentena a mí no me ha afectado en absoluto con respecto a lo conductual, anímico, ni rutinario.

Hace 30 años yo trabajo en dos etapas, una de producción en mi casa, y la otra de comercialización fuera de casa, es decir que estar encuarentenado no modifica en absoluto mi rutina de trabajar en casa, solamente en la segunda etapa que es la que menos me gusta, y que ahora con la prohibición de salir en cierta forma...me hace un gran favor, jeje.
Siempre he disfrutado de estar en casa y he sido de salir a la calle lo justo y necesario, no soy un animal urbano amante de aglomeraciones ni adicto a las muchedumbres, mucho menos a salir por salir sin ton ni son.

Pero sí puedo notar la compulsión casi irrefrenable de necesitar el móvil como tabla de salvación especialmente ahora para las videollamadas.
Eso de *tener que verlo sí o sí* al otro u otra, sea un amigo/a, a los padres, a los abuelos, a los hijos...me parece una clara evidencia que pone de manifiesto el *terror* de experimentar estar con uno mismo... que gran parte de la sociedad padece.
Ese miedo a la *soledad*, que en realidad no es una soledad absoluta o negativa, pero que pone en pánico a quienes conciben la vida como un panal de abejas.
Miedo a no tener nada qué hacer...siendo que uno igualmente puede hacer muchas cosas aún en cuarentena que no sean mediante el teléfono móvil.

Repara algo de la casa, pintarla, reacondicionarla, cambiar los muebles de lugar, ordenar lo que en un año no se ordena, sea un placard, los cajones del escritorio y de otros muebles, en fin...siempre hay mucho que hacer, y de última...no hacer nada es también un sano ejercicio, pero el problema de esos muchos es que el *dolce far niente* sí o sí...te obliga a *pensar*, y el pensar se ha vuelto un tedio para las grandes mayorías, una fobia, algo que da pánico.
Por eso digo que ésta Pandemia y la recurrente cuarentena ha sido completamente funcional al uso y abuso de la prodigiosa tecnología comunicacional del teléfono móvil, que en éste tiempo virósico se ha vuelto ya no sólo un vicio o una necesidad sino peor aún ...una dependencia que nos da la falsa sensación de libertad mientras estamos más esclavizados, manipulados y controlados que antes.

Pero ojo que no hablo de usos realmente útiles, imagino quienes tienen a sus padres ya grandes viviendo en otra casa obviamente es superimportante hacerles compañía al menos virtual, nuestros viejos son víctimas de ésta Pandemia, no sólo por el alto riesgo de letalidad del virus sino también porque es una etapa muy sensible de la vida que necesita a los afectos a flor de piel.
Imagino a una pareja que quedó distanciada por cuestiones preventivas lo bien que les viene el contacto virtual al menos, o quienes recién se estaban conociendo porque..imaginarán la cantidad de situaciones que quedaron cortadas a causa de la Pandemia.

Ese café *de dos* pactado que nunca llegó a ser, ese beso anhelado que nunca se concretó, ese cuerpo a cuerpo fogosamente elaborado que se esfumó por la cuarentena.

En fin..hay de todo como en Botica, y ni hablar de los efectos económicos, la cantidad de contratos que iban a firmarse y no se firmaron, esa venta que no fué, ese proyecto que nunca vió la luz, y miles de cosas que quedaron truncas.
A una de mis hermanas por ejemplo, que es de edad mayor le tocó la cuarentena forzosa conviviendo con sus dos queridas mascotas enfermas, y uno de esos dos perritos se le murió en la casa.

El animalito venía enfermo desde antes de la Pandemia pero en la cuarentena empeoró.
Previamente era de esperar que un día iba a morir, y recuerdo que teníamos planificado que cuando eso ocurriera iría yo a casa de mi hermana para cavar la fosa en su jardín y evitarle a ella semejante esfuerzo y semejante experiencia, pues...eso no pudo ser.
Le tocó afrontar tremenda experiencia y en eso el celular no sirvió para nada.

En fin..daría para charlar un rato largo sobre cómo nos ha encontrado ésta experiencia reclusoria que jamás habíamos tenido, qué despierta en cada uno de nosotros, cómo la aprovechamos o la padecemos, qué enseñanza nos va a dejar.
Yo creo que a cada quién le va a potenciar lo que ya era antes, los de corazón noble y buenos sentimientos y procederes más buenos serán, y por el contrario quienes más abyectos, egoístas y malas personas eran más lo serán, y serán muy pero muy pocos que siendo malos se vuelvan más buenos, o siendo buenos se vuelvan más malos.

Una especie de imposible reconversión, lo cual me recuerda a aquello de la Gnosis;
Hílicos =materialistas=, Psíquicos =instintivos= y Pneumáticos =espirituales=.

*Vuelve el rico a su riqueza, vuelve el pobre a su pobreza, y el Señor Cura a sus misas*, *La zorra pobre al portal, la zorra rica al rosal, y el avaro a las divisas*, algo así pasará cuando acabe la Pandemia, ajustes más, ajustes menos.

Voy a cerrar con unas reflexiones geopolíticas del Editor del sitio La Batalla Cultural que me parecen interesantes a la hora de interpretar porqué los norteamericanos son como son.., esa concepción esquizoide que tienen sobre las *libertades*, esa confusión ideológica capaz de hacerles creer que lo individual está por encima de lo colectivo, lo cual los hace ser como son, y que esa manera de concebir lo inconcebible la han estado aplicando por la fuerza al resto de la humanidad.



-Más liberalismo para alegrar la tarde.
Ahora la consigna es más extrema:

*Denme libertad o denme muerte*.

Como se ve, esa es la profundidad del adoctrinamiento liberal.
En la escala de valores de esa gente, las libertades individuales no están solo por encima del interés colectivo:
también están por encima de la propia vida de uno.
Es por eso que el liberalismo muere hoy, a más de dos siglos de su triunfo revolucionario en Occidente.
Muere como muere cualquier paradigma al no poder dar respuesta a las innumerables anomalías que van surgiendo.

Cuando un paradigma no puede resolver las anomalías del sistema, como explicaba Kuhn, entonces ese paradigma cae y se produce la revolución, que es eso mismo:
un cambio brusco de paradigma.
Vale para la ciencia y lógicamente para política, hasta pensamos que vale incluso más para la política.
Fue así como la revolución burguesa triunfó e impuso el paradigma liberal, cuando el paradigma anterior de la aristocracia no supo dar respuestas a las anomalías de una clase social que había acumulado riqueza y exigía garantías a la propiedad privada =la famosa seguridad jurídica= para invertir esa riqueza en la industria.

Como el antiguo régimen de los señores no tuvo las respuestas a eso, ese paradigma cayó.
Y ahora pasa lo mismo.
El liberalismo no tiene las respuestas para los problemas actuales, no está diseñado para organizar la comunidad y garantizar en el trance la subsistencia de los hombres. 
El liberalismo no existe para eso, solo existe para garantizar las libertades individuales.
El problema es que de una crisis como esta no se sale dando libertades individuales, se sale imponiendo una organización.

Y ahí está la revolución de Kuhn, ocurriendo ahora mismo frente a nuestros ojos.
De cierta forma, estamos viendo caer la Bastilla otra vez.



-Liberalismo, más liberalismo.
*Mi cuerpo, mi decisión* es una consigna liberal, tal como venimos diciendo hace muchos meses.
Pero acá se va a entender mejor porque viene del lado de la mal llamada *derecha*.
Cuando el argumento *mi cuerpo, mi decisión* viene del lado de la mal llamada *izquierda* y del *progresismo* en general, se hace muy difícil explicar que se trata de una reproducción de la ideología liberal.

¿Por qué?
Porque los propios están sobreideologizados, no quieren saber nada y atacan con furia:
*¡Antiderechos!*.
Pues bien, ahí está el límite.

Esta señorita está equivocada porque sí, es su cuerpo, pero no es su decisión.
Lo que ella hace con su cuerpo afecta a otros y entonces la decisión tiene que ser comunitaria.
Si cada uno de nosotros va a hacer lo que quiera con su propio cuerpo, entonces eso es liberalismo porque estamos haciendo algo sin tener en cuenta el impacto que las consecuencias del acto van a tener sobre otros.

Y no está mal, no va por allí la observación.
Si uno quiere ser liberal, pues que lo sea.
No hay ningún problema.
Pero que asuma su condición de liberal *por izquierda* y sea feliz en ella.
Pero que no mienta.

Es muy cierto, ésto me recuerda las consabidas y furibundas discusiones sobre el derecho al aborto, por ejemplo, o la autopercepción sexual de cada quien, *Es mi cuerpo* se dice en esas ocasiones y realmente dicha elección no afecta a nadie más que al que porta dicho cuerpo o la vida que porta y que obedece a solo dos personas, ambos gestadores de vida y el resto completamente ajeno, pues la ideología de derecha se espanta y se entromete en algo que directamente no le va a afectar, pero se ejerce autoritarismo queriendo imponerse sobre cómo usa su cuerpo ese otro u otra.

En éste caso la derecha se confunde con la izquierda cuando con la Pandemia SÍ la decisión del uso del cuerpo nos va a afectar a todos, ya que alegremente éstxs individuos que no toleran algo del otro que no les va a afectar, ahora reclaman libertad de elección siendo que de su elección depende nada más y nada menos que..la vida de los otros y que somos muchos...miles de millones.

Anteponer la libertad individual del cuerpo propio, en éste caso, supone contagiar y matar graciosamente al resto.
Lo mismo cabe para quienes reclaman la ruptura de la cuarentena aduciendo que les coartan su libertad, cuando en realidad la cuarentena lo único que pretende es frenar los contagios y que no se muera más gente de la que ya de por sí se muere.

Entonces la sub-versión de los conceptos hace a éste juego macabro de izquierda-derecha, cuando ya hemos alcanzado a comprender que en sociedad, lo individual, no se puede anteponer a lo colectivo cuando lo individual afecta a los demás.

Usted no puede entrar con un caballo en el edificio, ni poner a 1.500 vatios el equipo de música, ni andar desnudo por la calle, hay cosas que obedecen a ésto tan complicado de *convivir* en sociedad.



-Aquí dice esta americana del norte que el distanciamiento social es igual a *comunismo*.
Y eso tiene cierta lógica, aunque es una lógica muy oblicua y fundada en premisas no verdaderas.
Durante décadas han adiestrado a los yanquis para darle un valor negativo a la categoría de *comunismo* a tal punto que hoy por hoy, en esa cultura, cuando uno quiere referirse a algo desagradable, indeseable o simplemente fiero, dice que eso es cosa de *comunista*.
Más o menos como hacemos nosotros acá con los troscos desde siempre.

Ahora bien, allá eso funciona porque les han enseñado que cualquier limitación a la libertad individual es comunismo.
Es por eso que los Estados Unidos son liberales:
lo son culturalmente.
Claro que no lo son cuando el asunto es el comercio exterior porque ahí se vuelven bien proteccionistas, esto es, *comunistas* que coartan la libertad de comercio.

Pero el yanqui promedio piensa eso, piensa que el Estado al tomar las riendas del gobierno de la sociedad hace comunismo porque impone limitaciones a las libertades individuales.
Y el resultado es el que vemos en la imagen:
estas calles al parecer de Minnesota llenas de gente, todos desparramando la *virulana* libremente.

Libremente, que es lo que le gusta a la cultura liberal.
Todos los días nos llegan confirmaciones de aquello que proyectábamos:
el liberalismo cultural no es compatible con la comunidad organizada.
Allí donde cada individuo se pone a sí mismo y a sus intereses por encima del grupo, es solo cuestión de tiempo para que haya descalabro.

¿Quién pone orden en Minnesota?
Nadie, porque para el minnesotense y para el yanqui en general el orden es cosa de comunista.
Están fritos.
Nosotros acá hagamos la nuestra, no seamos liberales.
Y si nos dicen comunistas, bueno, paciencia.
Igual nos dicen siempre de todo.

Coronavirus en América Latina.

Ayer Lunes tarde/noche;

-Brasil 39.584
-Perú 16.325
-Chile 10.507
-Ecuador 10.128
-México 8.261
-República Dominicana 4.964
-Panamá 4.467
-Colombia 3.792
-Argentina 2.941
-Puerto Rico 1.252
-Cuba 1.087
-Costa Rica 662
-Bolivia 564
-Uruguay 528
-Honduras 477
-Guatemala 289
-Venezuela 256
-El Salvador 218
-Paraguay 208
-Jamaica 196
-Aruba 97
-Haití-47
-Nicaragua-10

Hoy Martes a media tarde;

-Brasil 40.814
-Perú 17.837
-Chile 10.832
-Ecuador 10.398
-México 8.772
-República Dominicana 5.044
-Panamá 4.658
-Colombia 3.977
-Argentina 3.031
-Puerto Rico 1.298
-Cuba 1.137
-Costa Rica 662
-Bolivia 598
-Uruguay 535
-Honduras 494
-Guatemala 294
-Venezuela 285
-El Salvador 225
-Jamaica 223
-Paraguay 208
-Aruba 97
-Haití-57
-Nicaragua-10

Tabla mundial;



En España a ésta hora;



-Según los datos del Ministerio de Sanidad, está realizando correcciones sobre la serie histórica de Cataluña y otras comunidades autónomas y, de hecho, ya a ha advertido que durante esta semana puede haber *desajustes y oscilaciones* en las variaciones diarias.

Por otra parte, a partir del 20 de abril, el organismo ha comenzado a ofrecer el dato de personas con anticuerpos positivos sin síntomas en el momento de diagnóstico, que asciende a 1.424 casos, sobre los que advierte que *no se puede establecer un momento de contagio ni si han padecido o no la enfermedad*.
Con ellos, la cifra global de positivos asciende a 205.602.

A no aflojar.
Gran abrazo.

Gilgamesh***

Fuentes;
-instyle
-batallakultural
-rtve