*El Sol, los manuales y nuestra nublada razón *

***Bellísimo Sábado para todxs.

Si tuvimos la suerte de estar vivos y ser testigos de aquellos tiempos en que el Sol nos enseñaba sobre su enorme poder, también hoy en un tiempo completamente diferente u opuesto, un tiempo de Mínimo excepcional que nos enseña sobre el sopor o el descanso de una estrella tan nuestra como es Febo.
Tiempo nuevo para nosotros, aprendemos sobre la marcha con los viejos manuales en la mano pero bien sabemos que   por más que   tengamos antecedentes con los cuales medir, estuipular, esperar, ningún tiempo es igual a otro  y cada tiempo tiene sus propias particularidades.

Por éstos días el Sol está teniendo comportamientos *especiales*, por momentos pareciera querer despertar y por otros alguna fuerza que lo supera se lo impide, o vaya uno a saber quizás él mismo tiene un conflicto interno y esos devaneos son también parte de su propia identidad.
Y el Sol de éstos días se me está empezando a parecer a aquél que muy bien estudiamos y seguimos atentamente.
Digo ésto porque por ejemplo, en las últimas horas el factor sorpresa que conocimos del Sol  se vuelve a hacer presente.

Venimos teniendo manchas *sureñas*  que  tienen tamaños interesantes pero que ni bien comienzan a transitar la cara geosolar se diluyen y se desactivan.
Pues se formó una mancha repentina en el Norte solar, mancha de dos componentes esas que siempre califiqué como las más *virulentas* cuando han tenido la capacidad detonar. Ésta  nueva mancha en el Norte pareciera ser un intento del Sol para hacer algo distinto ante lo cual me genera cierta espectativa digna de ser mencionada.
La mancha es tan reciente que aún no ha sido numerada pero que, de seguir  viva y evolucionando probablemente será bautizada como  2784.
La vemos con buena lupa;

 

Vista ahora total de la cara solar que enfrenta a la Tierra, con la mancha 2783 que sigue siendo Alfa, es decir unipolar y que ha estado dando algunos chispazos logrando que el monitor de rayos X se altere un tanto con una bengala C1;
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
Pero claro...en el monitor tenemos dos bengalas C1, y es que la otra fué producida por la mancha que les indicara ayer, mancha que aún no ha dado la vuelta y viene en camino. En realidad son dos manchas, una muy cerca de la otra allá en el Sur que comenzarán a ingresar en la cara geosolar en un par de días, pues, si estando aún tan lejos una de ellas ha sido capaz de hacerle captar al monitor una C1, debemos suponer entonces que la deflagración ha sido obviamente mucho mayor.
Las vemos a las dos gracias a EUVI que siempre tien epuesto un ojo fisgón en las costillas del Sol;

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Interesantes..¿verdad?
Pero cuidado, a no entusiasmarnos excesivamente porque ya venimos de decepción en decepción, especialmente desde el día en que descubrimos y desciframos el efecto TKS;

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Todo es muy complejo, claro que sí, y cuando contamos con el viejo manual tenemos también que entender que a los manuales se los re-escribe, se los mejora, y que entonces en el día a día sin darnos cuenta otro manual se prepara para un futuro no muy lejano.
Hace tiempo  uno de los tantos sitios de la NASA escribía a manera de advertencia, sobre lo que había sido aquél *Mínimo de Maunder* al cual cada día que pasa hoy se va pareciendo.
¿Será?...


-Muchas cosas pueden cambiar las temperaturas en la Tierra: un volcán entra en erupción, cubriendo la Tierra con una neblina brillante que bloquea la luz solar y las temperaturas bajan; los gases de efecto invernadero atrapan el calor en la atmósfera y las temperaturas aumentan. Desde 1650 hasta 1710, las temperaturas en gran parte del hemisferio norte se desplomaron cuando el Sol entró en una fase tranquila llamada Mínimo de Maunder. Durante este período, aparecieron muy pocas manchas solares en la superficie del Sol, y el brillo general del Sol disminuyó ligeramente. Ya en medio de un período más frío que el promedio llamado la Pequeña Edad de Hielo, Europa y América del Norte se congelaron: los glaciares alpinos se extendieron sobre las tierras agrícolas del valle; el hielo marino se deslizó hacia el sur desde el Ártico; y los famosos canales de los Países Bajos se congelaron con regularidad, un evento que es raro en la actualidad.

El impacto del mínimo solar es claro en esta imagen, que muestra la diferencia de temperatura entre 1680, un año en el centro del Mínimo de Maunder, y 1780, un año de actividad solar normal, calculado por un modelo de circulación general.

 

 

 

 

 

 

 

 

 El azul profundo en el este y centro de América del Norte y el norte de Eurasia ilustra dónde fue mayor la caída de temperatura. Casi todas las demás áreas terrestres también eran más frías en 1680, como lo indican los diferentes tonos de azul. Las pocas regiones que parecen haber sido más cálidas en 1680 son Alaska y el Océano Pacífico oriental (izquierda), el Océano Atlántico norte al sur de Groenlandia (izquierda del centro) y el norte de Islandia (centro superior).

Si la energía del Sol disminuyó solo ligeramente, ¿por qué las temperaturas bajaron tan severamente en el hemisferio norte?
El científico climático Drew Shindell y sus colegas del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA abordaron esa cuestión combinando registros de temperatura obtenidos de anillos de árboles, núcleos de hielo, corales y las pocas mediciones registradas en el registro histórico, con un modelo informático avanzado del clima de la Tierra. El grupo primero calculó la cantidad de energía proveniente del Sol durante el Mínimo de Maunder e ingresó la información en un modelo de circulación general. El modelo es una representación matemática de la forma en que varios sistemas terrestres (temperaturas de la superficie del océano, diferentes capas de la atmósfera, energía reflejada y absorbida de la tierra, etc.) interactúan para producir el clima.

Cuando el modelo comenzó con la disminución de la energía solar y devolvió temperaturas que coincidían con el récord del paleoclima, Shindell y sus colegas sabían que el modelo mostraba cómo el Mínimo de Maunder podría haber causado la caída extrema de las temperaturas. El modelo mostró que la caída de temperatura estaba relacionada con el ozono en la estratósfera, la capa de la atmósfera que se encuentra entre 10 y 50 kilómetros de la superficie de la Tierra. El ozono se crea cuando la luz ultravioleta de alta energía del Sol interactúa con el oxígeno. Durante el Mínimo de Maunder, el Sol emitía una luz ultravioleta menos intensa y, por tanto, se formaba menos ozono. La disminución del ozono afectó a las ondas planetarias, el gigante meneo en la corriente en chorro que estamos acostumbrados a ver en los informes meteorológicos de la televisión.

El cambio a las ondas planetarias llevó a la Oscilación del Atlántico Norte (NAO) , el equilibrio entre un sistema permanente de baja presión cerca de Groenlandia y un sistema permanente de alta presión al sur, a una fase negativa. Cuando la NAO es negativa, ambos sistemas de presión son relativamente débiles. En estas condiciones, las tormentas invernales que cruzan el Atlántico generalmente se dirigen hacia el este, hacia Europa, que experimenta un invierno más severo. (Cuando la NAO es positiva, las tormentas de invierno se desplazan más al norte, lo que hace que los inviernos en Europa sean más suaves). Los resultados del modelo, que se muestran arriba, ilustran que la NAO fue más negativa en promedio durante el Mínimo de Maunder, y Europa permaneció inusualmente fría. Estos resultados coincidieron con el registro del paleoclima.

Al crear un modelo que podría reproducir las temperaturas registradas en los registros del paleoclima, Shindell y sus colegas lograron una mejor comprensión de cómo los cambios en la estratosfera influyen en los patrones climáticos. Con tal comprensión, los científicos están mejor preparados para comprender qué factores podrían influir en el clima de la Tierra en el futuro.

No hay mucho que pensar cuando comparamos a aquél tiempo de Maunder y a éste actual del comportamimento del Sol.
A la comparación la ayudamos con los registros visuales o gráficos.
Al final del cuadro es donde estamos hoy a la hora de medir la producción solar de manchas;

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Si medimos la *irradiancia*, capacidad del Sol de calentar como si fuera la hornalla de la cocina estamos así;

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Y si unimos dos registros, la creciente línea roja correspondiente a la radiación cósmica arriba, y la raquítica producción de manchas solares con la línea azul de abajo, no hay mucho que razonar;

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Y si vemos el índici AP que nos muestra cuán excitada o perturbada está o ha estado nuestra magnetósfera o escudo magnético planetario, en el siguiente gráfico nos damos cuenta de la laxitud, del no necesario ejercicio que el Sol suele provocar en ella  con sus tormentas geomagnéticas que en todos éstos años han desaparecido.
Hay que imaginar ésto como un músculo que no se ejercita, se termina atrofiando, y nuestro campo protector magnético se está cayendo, lo cual  es alarmante en el sentido de que un escudo que se cae es el ingreso de amenazas que en el espacio abundan, por ejemplo la radiación cósmica que antes veíamos.
Así ha estado el índice Ap, por el suelo;

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Por eso en un tiempo como el actual donde estamos atravesando una Pandemia que muchos se resisten a aceptar, los manuales nos enseñaron que en tiempos de Mínimo Solar excepcional tal como el que estamos atravesando, las pestes se florearon y se instalaron para hacer lo que hoy estamos viendo.
Creo que la mejor vacuna, la exitosamente efectiva, debería ser nuestro Sol, pero lamentablemente eso no está ocurriendo.
Comparte un brevísimo video que me compartió el querido Alejandro;

 

 

 

 

 

 

 Muy ingenioso.
Le decía a Ale algo así como que somos tan imbéciles, como en una eterna adolescencia, una inmadurez perpetua, sintiéndonos felices por violar una norma o eludir responsabilidades. Pensaba en las guerras y el drama, obligados a tomar un fusil y matar o morir, los hijos arrebatados para vestirlos de soldados y formar parte de semejante drama, eso te pide el Estado cuando entra en guerra, y quien se niega es un traidor a la patria.
Con la Pandemia nada de eso se nos pidió, apenas portar el barbijo, guardar distancia y salir lo menos posible a las calles, pues...ni ese mínimo esfuerzo hemos estado siendo capaces de hacer si lo comparamos con lo que se pide en un aguerra.

Nada más simple y sencillo pero le hemos buscado la vuelta para hacerlo complicado, solo un año...y ya flaqueamos..., da verguenza ajena nuestro comportamiento si comparamos lo que éste tiempo nos estaba pidiendo con lo que pide una guerra, con lo que padecieron quienes fueron encarcelados durante años a la sombra de torturas y vejaciones, de los que han tenido y tienen que padecer enfermedades calamitosas durante gran parte de sus vidas, de quienes nacen se desarrollan y mueren sumidos en la más profunda miseria, en fin....ni un solo año de nuestras vidas hemos sido capaces de ser valientes y solidarios, no hablo por la totalidad pero sí por un agran cantidad de humanos, casi la mitad diría, que en todo éste año de Pandemia se la han pasado cacareando, divagando en caprichosas actitudes, negandose a hacer lo que había que hacer, y lamentablemente esa  inmadurez se la terminamos trasladando a los gobiernos, y así nosotros fácil y livianamente concluímos en que toda la culpa es de ellos.

Responsabilidades compartides o mejor dicho irresponsabilidades...
Curiosa forma de autodenominarnos seres...inteligentes...

 

 

 

 

 

Fuerte abrazo.

Gilgamesh***

Fuente;
-earthobservatory