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viernes, 27 de junio de 2014

* Conclusiones sobre el pasado y la religión-parte 20 *

*Excelente noche de Viernes para todos.

Después de compartir investigaciones profundas, extensas, y llegar a conclusiones, cabe aclarar que las mismas fueron fruto de abrevar de la mayor cantidad de fuentes posibles, y estrictamente distintas o de *aparentes* miradas opuestas. A medida que avanzábamos les fuí presentando distintos autores y sus investigaciones, y creo que esa variedad a veces radical en las formas de abordar un tema, ha sido lo más positivo y sabio, es decir, no dejarnos seducir por cosas que ya estaban pre-concebidas en nuestra enseñanza temprana, impregnación cultural local, o quizás, nuestros deseos de que algo cerrara de acuerdo a nuestra particular concepción.

Me pareció muy interesante la investigación de la Lic. Graciela N. Gestoso Singer, que forma parte de la Pontificia Universidad Católica Argentina, Centro de Estudios de Historia del Antiguo Oriente, y creadora de numerosos estudios y publicaciones como ser; Patrimonio cultural, La Antropología Económica, Egiptología, Cercano Oriente-Arqueología, Egiptología, Universidad y Patrimonio, Centro UNESCO del Patrimonio Mundial, Egiptología del Imperio Nuevo, y 39 más.

Y digo *importante*, porque me parece más que interesante que desde *adentro* de instituciones que podemos pre-juzgar como *parcialistas*, llegamos a través de éstos sinceros estudios a seguir uniendo muchas cosas en común que apuntan a esclarecernos, desde nuestra mirada *especial*.
Es decir que, en lugar de quedarnos buscando o discutiendo por detalles que se ven en las diferencias, considero como realmente importante tomar el eje central, la escencia, que en definitiva nos deja boquiabiertos cuando nos damos cuenta de que un mismo suceso fué documentado por distintas culturas, y eso es lo central.

Cómo surgió el diluvio, de qué material estaba hecha el arca, etc., no son detalles menores, pero si no sabemos poner un freno a nuestra acelerada curiosidad, nos perdemos en el detalle y no nos concentramos en el eje de la cuestión.
El diluvio ocurrió, un dios furioso quiso destruir a la humanidad y salvar sólo a unos pocos, luego..se arrepintió, y juró no volver a hacerlo.
Conclusión; demasiado ineficaz, dubitativo, odioso y bipolar para ser El Creador Absoluto, más bien...un dios errado, un dios caído, un Eón inferior, realmente a nuestra imágen y semejanza..



*Mitos sobre el Diluvio Universal*

Los *mitos* son fábulas dramáticas que forman un fuero sagrado gracias al cual se autoriza la continuidad de creencias, ritos, costumbres e instituciones antiguas en la región donde son corrientes, o se aprueban las alteraciones. La palabra *mito* es griega, la mitología es un concepto griego y el estudio de la mitología se basa en ejemplos griegos. Los escrupulosamente exactos que niegan que la Biblia contiene mitos están, hasta cierto punto, justificados. La mayor parte de los otros mitos se relacionan con dioses y diosas que intervienen en los asuntos humanos, favoreciendo cada uno de ellos a los protagonistas rivales, en tanto que la Biblia no reconoce más que a un solo Dios universal.
A continuación señalaremos algunos elementos en común entre la versión hebrea del Diluvio, y las presentadas mediante los mitos súmero-acadio y griego.

El Diluvio según el Génesis

Cuando nació Noé =del heb. *consuelo*=, lo que coincidió con la muerte de Adán, el mundo mejoró mucho. Hasta ese entonces, cuando segaban el trigo, la mitad de las cosechas era de espinos y abrojos. Entonces, Dios levantó su maldición. Hasta ese momento, los trabajos se habían realizado sólo con las manos; Noé enseñó a los hombres a hacer hachas, hoces, arados y fabricar otras herramientas =Enoc. CVI, 278; Génesis Apocyphon 40; Jubileos IV, 28=. Algunos atribuyen la invención del arte de la forja a Tubal Caín, su hermano difunto =Gén. IV: 22=. *Tubal Caín* significa *el quenita que trabaja el metal* y fue un herrero que proporcionaba a Tiro objetos de bronce y esclavos =Ezequiel XXVII: 13=.
Noé se casó con Naamá, la hija de Enoc. Sus hijos fueron Sem, Cam y Jafet, y cuando éstos crecieron, Noé los casó con las hijas de Eliakim, hijo de Matusalén.
Un día Dios dijo a Noé;
*He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos. Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda en que haya espíritu de vida debajo del cielo*. =Gén. VI: 13-17=.



Advertido por Dios de que se acercaba el Diluvio, Noé difundió la noticia entre la humanidad, y predicaba el arrepentimiento a dondequiera que iba. Aunque sus palabras quemaban como el fuego, la gente se burlaba de él;
*¿Qué es ese diluvio? Si es un diluvio de fuego, tenemos amianto =alitha= que es inmune a él; si es un diluvio de agua, tenemos láminas de hierro para contener cualquier inundación que pueda afluir de la tierra. Contra el agua del cielo podemos usar un toldo =aqeb- PRE, c 22, fin=. Los hombres se jactaron nuevamente de Noé y desafiaron sus palabras*.

Dios ordenó a Noé que construyera y revistiera con brea un arca de madera lo suficientemente grande para él, su familia y especies elegidas de todas las criaturas que habitaban la tierra. Debía tomar dos animales y pájaros de cada especie pura, dos de cada especie impura y dos de cada especie de animal que se arrastrara. Asimismo, debía llevar alimentos de toda clase =Gén. VI: 14-21; VII: 1-3=. Según el Génesis, Noé pasó 52 años construyendo el arca; trabajaba lentamente con la esperanza de demorar la venganza de Dios =VI: 14-22=.
Dios mismo diseñó el arca, que tenía tres cubiertas y medía trescientos codos de proa a popa. Cada cubierta estaba dividida en cientos de camarotes; la primera cubierta alojaría a los animales salvajes y domesticados; la segunda a todas las aves; y la tercera a todos los reptiles y además a la familia de Noé =Vs. 15-16=.



Ciertas ánimas errantes también entraron en el arca y se salvaron. Un par de monstruos demasiado grandes para cualquier camarote sobrevivieron: el Reem, que nadaba detrás, con el hocico apoyado en la popa, y el gigante Og. Noé se sintió desanimado ante la inmensa tarea de reunir a todas las criaturas. Sin embargo, todos los animales fueron conducidos al arca, de modo que cada uno pareció haber sido guiado por su propia inteligencia natural. Llegaron el mismo día en que murió Matusalén a la edad de 969 años, una semana antes que comenzara el Diluvio.
Fue ordenado a Noé que se sentara junto a la puerta del arca y observara a cada criatura, debiendo admitir sólo a aquellos que inclinaran su cabeza en señal de arrepentimiento.
La tierra se estremeció, sus cimientos temblaron, el sol se oscureció, comenzó a relampaguear y a tronar y una voz ensordecedora rodó a través de colinas y llanos. A pesar de ello, Dios no logró aterrorizar a los malos, e hizo que se juntaran las Aguas de Arriba y las de Abajo y destruyeran el mundo.
Cuando Noé tenía 600 años de edad comenzó el Diluvio. Luego de entrar al arca él y su familia, el mismo Dios cerró sus puertas =Gen. VII: 11-16=.
La tierra fue cubierta rápidamente por las aguas;
*Y fue el Diluvio 40 días sobre la tierra* =v. 17=



Aquellos que no pudieron entrar al arca comenzaron a gritar y ante la negativa de Noé, intentaron volcar el arca.
Una vez en el arca, Noé y su familia llevaron cuenta de los shabats, ya que la perla que colgaba del techo del arca indicaba cuando había llegado el día y cuando se acercaba la noche, de acuerdo a la intensidad de su brillo. Algunos sostienen, no obstante, que esa luz provenía de un libro sagrado que el arcángel Rafael dio a Noé, encuadernado en zafiro, y que contenía todos los conocimientos de la época relacionados con los astros, el arte de curar y el dominio de las fuerzas del mal. Noé habría legado ese libro a Sem, de quien pasó por medio de Abraham a Jacob, Leví, Moisés, Josué y Salomón =PRE, c. 23=.
La labor de Noé y su familia fue ardua, ya que debieron alimentar a los animales; el camello necesitaba paja; el asno, centeno; el elefante, sarmientos; el avestruz, vidrios rotos. Pero, según un relato, todos los animales aves y reptiles y el hombre mismo subsistieron sólo con pan de higo =Gén. Rab. 287=.
Al ver que el fénix se hallaba acurrucado en un rincón, Noé le preguntó;
*¿Por qué no has pedido tu alimento?*, a lo que el ave respondió; *Señor, tu familia está ya bastante ocupada y no quiero causarle molestias*. La bendición de Noé que siguió al diálogo revela el mito tradicional que atribuye al ave Fénix la posibilidad de revivir, aún después de morir, por y para siempre; *¡Quiera Dios que nunca mueras!* =B. Sanhedrin 108 b=.



Luego de un tiempo, el diluvio fue disminuyendo lentamente; el décimo séptimo día del séptimo mes, el arca se asentó sobre el monte de Ararat =Gén. VII: 24=.
A fin de que trajera noticias del exterior, Noé envió a una paloma, la cual, como no halló ningún árbol donde posar sus patas, se volvió al arca. Siete días más tarde soltó otra vez la paloma, que volvió a él, *trayendo en el pico una ramita verde de olivo*, símbolo popular de la paz =Gén. VIII: 8-11=.
La primera actividad que realizó Noé al desembarcar fue la de erigir un altar con piedras. Dios bendijo a Noé y sus hijos; *¡Fructificad y multiplicaos; y llenad la tierra* =Gén. VIII: 20; IX: 1=.
Dios dijo que a pesar de la mala predisposición del hombre no volvería nunca más a usar agua para destruirlo; *¡Mientras la tierra permanezca, no cesarán la cosecha y la siega; el invierno y el verano; el día y la noche* =Gén. VIII: 22=. En el Génesis, se relata que Dios colocó en el firmamento el arco iris para recordar su promesa. *Mi arco =iris= he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mi y la tierra. No habrá más diluvio para destruir toda carne!*. =Gén. IX: 13; 15-17=.

El Diluvio en la Epopeya de Gilgamesh

Dos mitos antiguos son similares al Diluvio del Génesis; uno griego y otro acadio. El acadio, que se encuentra en la *Epopeya de Gilgamesh*, era también corriente entre los súmeros, hurreos y heteos. En él, Ea, dios de la Sabiduría, advierte al protagonista Utnapishtim que los otros dioses proyectan un diluvio universal y que él debe construir un arca. El motivo de Enlil =el Creador=  para destruir a la humanidad parece haber sido su omisión de los sacrificios y libaciones de vino de Año Nuevo. Cuando comienza a caer una lluvia arrebatadora, Utnapishtim, su familia, los artesanos y asistentes, y numerosos animales y aves, entran en el arca.
El Diluvio continúa durante seis días, pero cesa el séptimo. El arca es llevada por la corriente al Monte Nisir, donde Utnapishtim envía afuera una paloma, la cual, al no encontrar donde posarse, vuelve al arca. Finalmente, un cuervo es enviado y nunca vuelve.
El Creador grita airadamente; *¡Ningún hombre debía sobrevivir a mi diluvio!*, aunque luego se apacigua y bendice a todos los integrantes del arca y los envía al Paraíso.
En una versión súmera fragmentaria el protagonista del Diluvio es el piadoso rey Ziusudra =llamado Xisuthros, en la Historia Babilónica de Beroso del S. III a.C.=. Este desentierra ciertos libros sagrados, que había enterrado previamente en la ciudad de Sippar.



El mito del Génesis está compuesto de =por lo menos= tres elementos diferentes. El primero es el recuerdo histórico de un turbión en las montañas de Armenia, que =según Woolley, en Ur de los Caldeos= hizo que se desbordaran el Tigris y el Eufrates hacia el año 3200 a.C., cubriendo las ciudades súmeras con lodo y piedras. Sólo unas pocas ciudades situadas a gran altura o protegidas por murallas se salvaron de la destrucción.
Un segundo elemento es la fiesta de la vendimia de Año Nuevo, que se celebraba durante el otoño en Babilonia, Siria y Palestina, en la que el arca era una nave en forma de media luna creciente, que contenía los animales destinados al sacrificio. Esa fiesta se celebraba en la luna nueva más próxima al equinoccio de otoño con libaciones de vino para estimular las lluvias invernales.

Restos del arca en el Ararat =Monte Judi, cerca del lago Van= son mencionados por Flavio Josefo, quien cita a Beroso y otros historiadores. Beroso había escrito que los kurdos locales todavía sacaban de ella trozos de betún para emplearlos como amuletos. Una expedición americana reciente sostiene haber hallado maderas casi fosilizadas del ca. 1500 a.C. Un historiador armenio, Moses de Chorene, llama a este lugar *el primer lugar de descenso =o *Nachidsheuan*=. El término *Ararat* ya aparece en una inscripción del rey asirio Salmanasar I =S. XIII a.C.= como *Uruartri* o *Uratri*. Posteriormente, se convierte en Urartu y hace referencia a un reino independiente que rodeaba al lago Van y al que los hebreos de la época bíblica llamaban la *Tierra de Ararat* =2 Reyes XIX: 37; Isaías XXXVII: 38=.

El mito griego del Diluvio

Según el mito griego, el dios Zeus desencadenó un gran diluvio en la tierra, con el propósito de exterminar a toda la raza humana, pero Deucalión, rey de Ptía, prevenido por su padre Prometeo, construyó un arca.
Luego, el mundo entero quedó inundado, pero el arca flotó durante nueve días, hasta que se posó en el Monte Parnaso o, según dicen algunos, en el Monte Etna. Otros sostienen que fue en el Monte Atos, o en el Monte Otris =en Tesalia=.



Cuando desembarcaron ofrecieron un sacrificio a Zeus y oraron en el templo de la diosa Temis, ésta les ordenó;
*¡Cubríos la cabeza y arrojad los huesos de vuestra madre a vuestra espalda!*.
La diosa hacía referencia a la Madre Tierra, cuyos huesos eran las piedras que había a orillas del río. Esas piedras se convirtieron en hombres o mujeres según las arrojara Deucalión o su esposa Pina. La humanidad se renovó, y desde entonces *un pueblo* =laos= y *una piedra* =laas= han sido casi la misma palabra en muchos idiomas.
En la versión griega, importada a Grecia desde Canaán, la diosa Temis =órden= renueva al hombre y lo mismo hizo Ishtar, la Creadora, en una versión de la *Epopeya de Gilgamesh*. Helén, el hijo de Deucalión, era el supuesto antepasado de todos los griegos, y *Deucalión* significa *Marinero de vino nuevo* =deuco-halieus=, lo que establece una relación con Noé, inventor del vino. Helén era hermano de la Ariadna de Creta, que se casó con Dioniso, el dios del vino. Dioniso viajó también en una nave en forma de luna nueva llena de animales.



Las dimensiones del arca bíblica contravienen los principios de la construcción naval; una nave completamente de madera, tres cubiertas y 450 pies de largo se habría quebrado con la más ligera oleada. La madera utilizada por Noé no era de cedro, como sostienen la mayor parte de los eruditos, y el *árbol de madera amarilla* del Génesis puede haber sido madera de acacia. Aunque no es mencionado en los mitos griego y mesopotámico, el *arco iris*, como una seguridad de que no se producirán nuevas tormentas, aparece en el folklore europeo y asiático.
Los *cuervos* eran venerados y rehuidos por los hebreos =Salmos CXLVII: 9 y Proverbios XXX: 17=. En el Cantar de los Cantares V: 11, se elogian los rizos de Salomón por ser negros, como las alas de un cuervo. Es posible que en una versión anterior el cuervo, y no Cam, fuera ennegrecido como castigo, pues los descendientes de Cam eran los cananeos no negroides. En el mito griego, el cuervo es convertido de blanco en negro por Atenea, por llevarle la mala noticia de la muerte de su sacedotisa.



La *perla* es un símbolo gnóstico del alma del hombre, como en el apócrifo *Himno de la Perla* =Hechos de Santo Tomás=, y en la *Kephalaia* maniquea.
El Libro de la sabiduría que Rafael =Raziel= dio a Noé ha sido omitido en el Génesis, aunque el libro sagrado de Sippar mencionado por Beroso demuestra que formaba parte del mito del Diluvio babilonio primitivo.
Las Pléyades estaban asociadas =como otras constelaciones= con la lluvia, porque su aparición y su puesta marcaban los límites de la estación de navegación en el Mediterráneo. Una de ellas parece, según el mito griego, que se extinguió a fines del II Milenio a.C.
En conclusión podemos observar que existen elementos en común entre la versión hebrea del Mito del Diluvio del Génesis y las versiones halladas en los mitos acadio y griego, y en otras tradiciones súmeras, hurreas y heteas.

A fin de facilitar su presentación y lectura a través de Internet se ha realizado un resumen de la versión original del trabajo de investigación.

Graciela N. Gestoso Singer.

Gilgamesh***

lunes, 23 de junio de 2014

* Conclusiones sobre el pasado y la religión-parte 19 *

***Excelente noche para todos.

La noción de *extraterrestres* ha sido una buena dosis de adormecimiento, mucho más en éstos tiempos donde el cuento del combo y sus religiones podría comenzar a fracasar, tal como he estado advirtiéndoles desde hace tiempo. Si yo fuera parte del combo, primero crearía fenómenos *inexplicables*, después pagaría sendas sumas de dinero a muchos mortales ávidos de fama, ego, y un buen pasar...para que instalaran la idea de que *en cualquier momento ellos vendrán*. Para eso, ya conocen a muchos autores que han trabajado para éste combo hábil y muchos otros hemos sido idiotas útiles sin querer, por el mero hecho de intentar investigar y ofrecer nuestra opinión, pero el efecto dominó fué inevitable, el tema extraterrestre se instaló queriendo o sin querer y eso es un hecho. La idea prendió rápidamente ya que el ser humano no acepta estar solo en el vasto universo, y en realidad no estamos solos, pero la compañía que han instalado...no es precisamente lo que nosotros hemos imaginado. 

La tecnología ya está desde hace tiempo, sólo falta esperar la órden para poner en marcha la fase final del plan...crear enemigos externos, ya no internos porque esas fases han fracasado y cada día las sociedades se niegan a apoyar más guerras, así que..qué mejor que una invasión extraterrestre que nos obligue a *unirnos en contra de*, y así dejar de dar explicaciones en gastos militares inútiles para guerras entre humanos...el enemigo es mucho peor...es de otros mundos. Nadie podría oponerse a una *unión mundial*, que implicaría romper con las soberanías políticas, geográficas, y económicas...*todos unidos contra el enemigo externo*....algo que también han estado fomentando a través del cine y los medios de comunicación en general.



Así...el tan mentado apocalipsis se pone en rodaje, llegarán las naves invasoras y también el cristo ficticio para darnos una mano....Todos felices y creyendo que las profecías de los libros sagrados...se están cumpliendo y de ésta manera....se ponen en marcha 2.000 años más de engaño, y de un renovado...*nada va a cambiar*...y el nuevo lema que suplanta al viejo *dividir para gobernar*, ahora será...*unir para dominar*.......Cuando las masas comienzan a revelarse contra el sistema, éste...tiene un as en la manga, porque las protestas se pueden controlar mientras sean minoritarias pero...si se alza el mundo entero ¿cómo sofocarlo?...no alcanzarían ni las municiones ni las fuerzas de seguridad...entonces...¿qué mejor que la neo-religión?...Los gnósticos ya lo sabían...en el reino de la materia el que manda es el Demiurgo y su maquinaria descomunal, pero aún así, muchos estamos advirtiendo éstas cosas. 

Muchos como yo, nos iniciamos en éstos temas a través del fenómeno OVNI, algo apasionante que siempre nos cautivó y hasta nos puso a defender la idea de que no estábamos solos y que seguramente un día vendrían nuestros *hermanos extraterrestres* a reconocernos, a ayudarnos y hasta a construir un mundo mejor, pero después, la investigación nos fué llevando por caminos alternativos, necesarios y esclarecedores, maduración del pensamiento. Hubo que dejar las incursiones nocturnas para ver las luces extrañas, y adentrarse en el estudio de muchas otras cosas, religión, ciencia, historia, mitos, etc., y al final uno se encuentra en éste presente advirtiendo la habilidad de éste combo milenario que tiene un patrón perfectamente detectable, corromper, distraer, dividir, engañar, inventar. Sabemos por testimonios ancestrales que los seres humanos veían cosas extrañas en el cielo, claro que sí, inclusive ya hemos analizado a éstos *dioses* desde la perspectiva histórico-religiosa.



Lo confirman las tablas sumerias, y por encima de ellas el Nag Hammadi, todo aunado con los consabidos textos sagrados que todos conocemos. En todos los estudios se hablaba de Dioses, ángeles, arcángeles, demonios, demiurgos, arcontes, y el término *extraterrestres* no existía tal como lo concebimos hoy nosotros. No vayan a creer que nuestros ancestros no pensaron alguna vez que en otros planetas pudiera haber vida, claro que lo pensaron pero nunca lo relacionaron con éstos dioses y entidades que ellos retrataron siempre. Sea por cualquiera de nuestras investigaciones todos los textos apuntan a Dioses creados a partir de Eones superiores, pero éstos dioses inferiores fueron a partir de la materia. Por ende, si los Eones Superiores existían sin materia, los inferiores eran mitad superior-mitad inferior, es decir una nueva generación de Eones con capacidades superiores pero con la posibilidad de materializarse. 

Bien podrían ser todos los registros de esas entidades, Eones utilizando la materia, para venir a éste plano material. Sean naves, hologramas, etc., no tienen porqué ser seres que vivían en algún planeta, sino dioses, Eones-materializados. 

Con el correr de los siglos nació en nosotros el concepto de negar las deidades y verlas como seres similares a nosotros que moraban en algún sistema o planeta. Ésto, hasta el momento no ha podido ser demostrado científicamente, no se ha descubierto a ninguna creatura símil, ni siquiera algún vestigio de vida que se asemeje a la nuestra. Por lo tanto y mientras ésto no ocurra, todo lo que percibamos como fenómeno físico-tecnológico-no humano seguirá siendo la presencia de *aquellos dioses* de antaño.



Si creemos en el Cristo y su enorme bagaje de conocimiento que nos legó, sabemos perfectamente que jamás indicó planeta alguno, ni raza alguna que proviniera de alguna constelación en especial, Cristo se refirió a Dioses, ángeles y demonios que se mezclaron con los humanos. Ante ésto, no cabe duda de que hubo cruza, y que de tales cruzas ciertos seres humanos cruzados podrían haber obrado en lo oculto como herederos manteniendo su fidelidad a sus gestores, o más bien gestadores. Cuidando ese legado habrían adquirido conocimientos tecnológicos de éstos seres que mantienen en muy buen secreto, que para no revelar, ha sido hábilmente disfrazado de misterio inconcluso como lo es el fenómeno que nosotros llamamos OVNI.

Enmascarado y utilizado como herramienta de distracción, el fenómeno OVNI o la temática extraterrestre no es más que un invento perfectamente instalado para que nosotros forjemos en nuestra mente una ficción muy exitosa que a ellos le conviene, primero, porque les deja un final abierto, segundo, para explicar sin explicar cada vez que vemos materializar a los dioses, y tercero, para unir ésta farsa con lo religioso y mantenernos a todos sumidos en falsas esperanzas, falsas teorías, y mantener viva una creencia que siempre irán retocando según cómo se desarrolle el cauce de nuestra humanidad.



Cuando la mentira religiosa se fué desgastando los dioses ya no aparecieron más. El ser humano había logrado desentramar muchas de las mentiras y sino, remitirse a la gran cantidad de filósofos y estudiosos que a partir de la era de las comunicaciones pudieron difundir sus estudios. En los años 1.800 el telégrafo, mucho antes la imprenta hacia el 1.500, y después el avasallante crecimiento y perfeccionamiento de los medios de comunicación vinieron a romper la *babelización*, aquél incidente que ofuscó a Y-Enlil cuando los seres humanos *se estaban empezando a poner de acuerdo en hacer cosas no convenientes*, para los dioses...
No es casual que a partir de aquellos años se acabaron las apariciones de los dioses y su material presencia entre nosotros. 
Tuvieron que limitarse a lo que apenas vemos hoy, fenómenos extraños que de inmediato llamamos *ovnis-extraterrestres*, fenómeno que no es fenómeno sino una realidad, pero que no indica que sean seres de otros mundos que vienen a estudiarnos o a vigiliarnos, son aquellos eones-materializados que no pueden dejar de hacer su trabajo, el de siempre, el de tenernos como su creación y éste planeta, considerado como propio.

Si ustedes creen que el llamado fenómeno OVNI no se ha desentramado porque los gobiernos no quieren dar las pruebas, se equivocan, ellos saben de qué se trata, pero como los gobiernos están infestados de *herederos* de aquellas cruzas, permiten que el fenómeno OVNI siga siendo un enigma, la mejor forma de usar un enigma como carta posterior de dominación. Habiendo manipulado al humano a través de la religión como ficticia historia de nuestra procedencia, y habiendo puesto el enigma *extraterrestre* como ilusión futura, se creó la amalgama perfecta para hacer cumplir las falacias apocalípticas cuando fuera necesario hacerlo. El límite somos nosotros...porque si el humano sigue revelándose contra el engaño, sigue despertando de ésta gran farsa, dicha farsa corre un serio riesgo y ellos no están dispuestos a perder el control absoluto, ni de nosotros, ni del planeta.



Existe un apocalipsis, pero la historia fué hábilmente tergiversada precisamente para mantenernos cautivos en algo que en realidad no era para nosotros, pobres eslabones últimos de éste experimento malgestado.
El apocalipsis es para los dioses y el fin de sus atrocidades, es para ponerle fin a la creación absurda de la materia en detrimento de algo tan excelso y puro como el Espíritu.

Cristo explicó a sus apóstoles los eventos que precederían inmediatamente a su segunda venida, 
¿lo recuerdan?;

-Será exactamente como en los días antes de que Noé entró en el arca.
Mat 24:38

-Los hijos de Dios vieron que las hijas de los hombres eran hermosas, y tomaron para sí mujeres de entre todas las que les gustaban.
-Génesis 6:2

-En aquellos días los gigantes Nephilim estaban en la tierra, los hombres de renombre de quienes los cuentos antiguos relatan.



Los que cayeron, o los caídos ¿de dónde se cae algo?...desde lo alto y lo alto es el espacio que nosotros llamamos *cielo* y el cielo, como ya saben es una creación artificial del Demiurgo, no existe el cielo si no existe la atmósfera, gracias a la cual lo vemos celeste cuando en realidad fuera de la Tierra el espacio es obscuro, es el abismo, que no implica algo malo sino algo inmensamente grande e interminable.
Judas, el hermano de Jesús, los describe como ángeles, después de haber dejado su primer estado en el cielo. Estos ángeles vinieron a la tierra con un propósito.
Los ángeles caídos-dioses-anunnaki-eones inferiores-materiales, trataron de fusionarse con el linaje de Adán, a causa de la promesa de enviar un redentor a través de su descendencia. 

Así como Ialdabaoth violó a Eva para *contaminarla*, es decir, quebrar la cadena genética de lo espiritual, así los anunnaki se cruzaron con los humanos. De ésta forma lograron su extensión en el mundo material, es decir en su linaje humano se hicieron carne.
Por un lado, los dioses que antes se manifestaban materialmente entre nosotros ya están entre nosotros a través del linaje que muchos apuntan a reyes, sociedades secretas, etc., y por otro lado se mantienen en sus *esferas*, que no son planetas sino verdaderas esferas invisibles, tal como las describe el Nag Hammadi y la misma Kabbalah. Hasta en la Biblia encontramos la perfecta definición de lo que nosotros queremos imaginar como habitantes de otros mundos...que obviamente, no existen como tales en ningún lugar material;



Efesios 6:12;

-Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

Efesios 2:2
-en los cuales anduvisteis en otro tiempo según la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia.

Hoy nadie está ajeno a conocer las historias reales de abducciones, en las cuales, tanto hombres como mujeres son sometidos a prácticas de tipo genético-sexuales, sin su consentimiento...
La hibridación continúa siendo una práctica de los dioses invisibles que moran en las esferas con el fin de evitar lo que es inevitable y lo que les quita el sueño.
Así como en épocas de Cristo, los arcontes pensaron que asesinando a Jesús eliminaban la Verdad, así siguen hoy pensando que evitarán que Cristo retorne en un cuerpo, es decir contaminando nuestra genética para que un Espíritu Puro no pueda habitar, pero, los Eones Superiores como el Cristo, no necesitan un cuerpo porque ya lo hicieron cuando Jesús cumplió con su primera misión, revelar nuestra procedencia verdadera y lo que significaba la Creación, la Superior del Padre Absoluto y ésta, la del dios ciego e imitador a través de la materia.
Cuando leemos éstas frases bíblicas intentemos despojarnos del viejo sentido y pensémoslas como la revelación del Nag Hammadi;



Tesalonicenses 2;

-Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio.
Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.
Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.

Más claro imposible.
El Señor es Cristo que regresará para destruir el reino del inicuo =dioses-eones inferiores=.
Quien retiene aún la iniquidad y luego será quitado es el falso dios y su engañosa y retorcida religión.
Cristo siempre se identificó con el fuego...¿recuerdan nuestros primeros estudios?, el resplandor...no es procedente del Sol sino...de un rayo cósmico, tal como los que analizamos en nuestros informes solares, si quieren, a la manera de Paul LaViolette y sus estudios.



El Espíritu de su boca, dice Cristo, no indica arma, tecnología, ni prodigio, ya ven..Cristo critica los prodigios porque los prodigios son obra de un imitador, lo natural es de los Eones Superiores y lo natural podría ser un rayo cósmico, mas ninguna invasión de ángeles buenos en ovnis disparando rayos láseres.
El amor de la Verdad fué precisamente el resultado de la primera misión de Cristo, revelar quienes éramos, de dónde veníamos, quienes eran los dioses errados y quienes los Eones Superiores con el Creador Absoluto a la cabeza. No hemos sido *salvos* porque nos han engañado ocultando y excluyendo lo que Cristo vino a decir, pero el Nag Hammadi renació para hacer prevalecer la Verdad pese al engaño, hoy la conocemos y depende de cada uno que la conozca, si la acepta o persiste aceptando el viejo engaño. 

El dios que envía un poder engañoso y al cual se refiere Cristo es el dios bíblico porque ese es el Demiurgo y no el Verdadero Padre que Cristo citó siempre, y no éste dios obviamente perverso que disfrutó engañándonos y aplicando genocidios, torturas y exigiendo sacrificios, es el ideal que habría de enviar un *poder engañoso* para condenarnos a nosotros, crédulos en él, y a su vez destruir su propio reino de mentiras, tal como se procede de un dios ciego imitador, puede engañarnos por mucho tiempo a nosotros, pero ni un minuto a los Eones Superiores.



Seguramente algunos de ustedes han tenido experiencias en sueños donde *supuestos seres* les revelan ciertas cosas o les conceden *dones*, cuidado con eso, podemos ser instrumentos tanto del bien como del mal, si lo recibido no contiene una enseñanza despojada de egoísmo, lucro, adoración, etc., bien puede ser la entrega de un supuesto don para desencadenar en un mal uso, que en definitiva es hacer caer en el error al receptor del don. Quienes han recibido ésta clase de *contactos* o *interferencias* y han terminado utilizando los *dones* para su propio beneficio o para perjuicio de otros, no hacen más que transformarse en herramientas de propagación de más sometimiento a través de dichas intervenciones. 

El mundo apesta de supuestos *contactados*, la mayoría de ellos falsos y en pos de hacer un buen negocio con la fragilidad de los incautos, de la minoría restante que puede ser veraz, una parte adquiere dones que son perjuiciosos ya que de ninguna manera un Espíritu Puro puede entregar conocimiento a quien luego lo usará para beneficio propio o para perjuicio de otros, es decir que quien usa dones para el mal los recibe precisamente del mal y nunca del bien. Un puñado apenas, son contactados por lo positivo, pero de esos generalmente nadie sabe, porque su misión no es pública.



Cuidado con invocar *seres* o *entidades*, cuidado con creer en supuestos contactados, cuidado con no razonar con las herramientas que tenemos en lugar de comprar lo que queremos escuchar y que muchos están dispuestos a vendernos con mucho gusto. Los dioses no se fueron, están donde siempre habitaron, en las esferas invisibles y están a su vez aquí, mestizados con nosotros. Así como no podemos ver la magnetósfera ni los cinturones de Van Hallen, así tampoco vemos las esferas donde moran los Eones impuros. Pero no busquen Eones inferiores en un vecino o en un familiar, ellos no se mezclan con el vulgo, ellos han mantenido una línea de sangre lo más pura posible, ¿les suena no?...sangre, realeza, abolengo, familias...
Pero eso...lo dejamos para otro momento.

Gilgamesh***

domingo, 22 de junio de 2014

* Conclusiones sobre el pasado y la religión-parte 18 *

***Hermosa noche de Domingo para todos.

Conclusiones, algo que no se consigue en la wikipedia ni en ningún manual de moda, sino es através del esfuerzo personal, las ganas de intentar saber algo más, y por suerte muchas personas a lo largo de la historia nos regalaron sus estudios que implicaron tiempo, y muchas veces...sus propias vidas.
Si para aquellos gnósticos de hace 2.000 años era difícil asumir la realidad y desapegarse de las cosas materiales, hoy vivir en la Gnosis es 2.000 veces más difícil.
El materialismo en aquellos años se centraba en el poder y el oro de los reyes, y algunos ricos privilegiados, hoy el sistema evolucionó casi a un 100% de bombardeos materialistas, a cada paso que damos vemos lo material a manera de acoso, la cultura es materialista, la sociedad es materialista, los gobiernos son materialistas y ponen todas las herramientas a su alcance para no dejar ni una rendija por donde podamos respirar naturaleza, espiritualidad, paz interior. 

El mundo creado por el Demiurgo fué de menor a mayor, a medida que su mentira peligraba él fué creando nuevas formas de mantenernos lejos de la Verdad. Pero bastó con un sólo hito para que su combo casi perfecto no goce de impunidad eterna, el Cristo. Ese Cristo que no vino para ser idolatrado como sucede hoy, sino para contarnos la historia que debíamos conocer, fué suficiente como para que la humanidad aún en medio de éste campo minado de materialismo, sepa que dentro de cada ser humano, sea cual fuere su condición, guarda la llave para abrir la cerradura del candado que le mantiene prisionero en éste reino, el material.
Les propongo otra visión sobre la Gnosis, como para que aquellos que todavía no comprenden de qué se trata, vayan sacando sus propias conclusiones.

Ésta ncohe, el turno de Miguel Catalán González

*El gnosticismo. Una perspectiva seudológica*

El Universo y la Creación han sido hechos por la Tiniebla.
Apocalipsis apócrifo de Abraham.




Los griegos llamaban *demiurgo* al artesano, al trabajador manual. Platón empleó este vocablo en el Timeo para nombrar al artífice u obrero del universo, una especie de Dios secundario que modeló nuestro mundo al copiarlo del orbe de las esencias eternas. El demiurgo que nos compete no es, sin embargo, el platónico, sino el gnóstico, especialmente en lo que tiene de falsario. Aunque el demiurgo falsario y falsificador no es original del gnosticismo, pues también asoma en figuras como la americana indígena del Coyote o la paleosiberiana del Cuervo, los gnósticos le dieron su característica hondura y riqueza de significados.
El gnosticismo fue un movimiento religioso-filosófico que fructificó en los primeros siglos de la era cristiana. Herederos tanto del platonismo como del cristianismo, los gnósticos pretendían alcanzar la vida eterna no mediante la fe, sino por el conocimiento =gnôsis= de la realidad oculta de las cosas, y, más en concreto, de la realidad secreta de Dios. En esta preeminencia del sabio conocer =gnônai= sobre el cándido creer, el gnosticismo se asemeja a todas las doctrinas que han sospechado de los dioses creadores del universo.
Este mundo no ha sido creado por el verdadero Dios. El verdadero Trascendente habita en perfecto silencio, remoto y desconocido por los hombres. Ese Dios Supremo produjo en su día unas emisiones espirituales que a su vez proliferaron dando lugar a númenes intermedios, ángeles, potencias, arcontes. Uno de ellos fue el demiurgo, creador de este falso mundo material en que vivimos.



El dualismo gnóstico distingue entre el mundo espiritual superior, el pleroma =Plenitud=, donde habita el Dios desconocido, y el mundo material inferior, el kenoma o histeroma =Vacío=, habitado por los hombres. En correspondencia, también distingue entre el Ser Supremo =el verdadero Dios= y el Creador del Universo =el demiurgo o alguno de sus ayudantes=. El responsable de la catástrofe de la creación y del aborto de la materia fue este demiurgo. La falsedad y la miseria de nuestro universo se explican justamente por la naturaleza degradada de su creador, según ramas doctrinales un espíritu, según otras ángel, genio, arconte o demonio, a veces bajo nombres propios como Arconte, Ialdabaot, Saklas, Samael o el propio Yahveh.
La materia que forma el universo aparece definida en la biblioteca de Nag Hamadi como un aborto de la divinidad. El cuerpo de que estamos hechos no es para los gnósticos esa parte integral del hombre que aparenta ser, sino un vestido que nos cubre, un cadáver que llevamos a cuestas, una tumba en la que moramos, una prisión en la que gemimos, un fardo que tira de nosotros hacia abajo, un intruso que envenena nuestra voluntad y un enemigo que guerrea contra nuestra alma. El cuerpo se levanta por obra del mal como una casucha sin ventanas que perpetúa nuestra ignorancia.
Satornilo sostiene que siete ángeles crearon al hombre con tal incompetencia que el pobre engendro ni se podía tener en pie.



En un profético relato de la evolución de nuestra especie, Satornilo explica así la pifia angélica del hombre, este ser rastrero que el Libro secreto de Juan define como Protoplasto, y su reforma o corrección llevada a cabo por el verdadero Dios; *Lo hicieron =al hombre=, pero su obra no se podía tener de pie a causa de la poca destreza de los ángeles y se arrastraba como un gusano. Entonces la Potencia superior se apiadó de él, pues había sido hecho a su semejanza, y envió una centella de vida, que enderezó al hombre, lo puso en pie y lo hizo vivir*. Recordemos que ya el demiurgo platónico, después de crear los cuerpos celestes y los dioses inmortales, delegaba la fabricación de la humanidad en unos dioses jóvenes. Más adelante, el gnóstico Basílides imputó la chapuza del mundo a la inexperiencia de esos ángeles aprendices y Simón el mago afirmó que su jefe, el arquitecto angélico que dirigió las obras del universo, fue condenado por los graves defectos de fábrica.
En el corazón de ese engendro que es el hombre, no obstante, se intenta abrir paso una especie de centella celestial. Una minutísima señal del verdadero Dios fulgura en nuestro interior. Ese destello divino brilla al margen o por encima del universo tan defectuosamente creado, y, sobre todo, por encima del cuerpo, obra calamitosa del demiurgo. Por tal razón, los gnósticos mantienen que nunca veremos la resurrección de la carne prometida en las Escrituras, pues la materia oscura no tiene otro destino que pudrirse. Sólo un ángel malvado pudo añadir a la abominación de la materia unos medios tan atractivos para multiplicarla; *El matrimonio y la procreación*, afirma el gnóstico Satornilo, *proceden de Satanás*.



Todo cuanto hasta ahora creíamos verdadero, denuncian los gnósticos, proviene de una creación fantasmal. El demiurgo es, en tanto hacedor aberrante, el inductor de las falsas creencias. Valentín lo llama también Diablo, Príncipe de este mundo, Beelzebul y Príncipe de los demonios. Falsa es asimismo la historia sagrada de los judíos. Nada de lo que cuenta el Antiguo Testamento es cierto, sino mixtificación deliberada, como el homicida *Creced y multiplicaos* que alienta la propagación de la materia y la oscuridad, es decir, del mal absoluto. De ahí que, según algunos, Yahveh sea el nombre propio del demiurgo. Este llamativo antisemitismo obedece a que el gnosticismo fue, más que una secta judía, una secta cristiana opuesta al judaísmo en diversos frentes, por mucho que recibiera influencias de los primeros místicos judíos. Así pues, sólo el Salvador Cristo, enviado por el verdadero Dios, hará saber a algunos hombres que el Antiguo Testamento es obra del creador infame de la materia. Por tal motivo, afirman los gnósticos peratas, Jesús reprende a los judíos en el Evangelio de San Juan; *Vosotros sois de vuestro padre el diablo*.
Las almas de los hombres han recibido en su interior una chispa de luz del Dios genuino, el Sumo Trascendente. Tal partícula luminosa se encuentra cautiva desde la calamidad de la creación en un cuerpo mortal que ha olvidado su origen. Los humanos viven en estado de amnesia, es decir, de olvido de su hogar eterno, porque así lo ha querido su Progenitor al hacerles nacer en ignorancia.



Los mortales arrastramos un simulacro de existencia, material y caduca, porque el demiurgo y sus arcontes fabricaron nuestro mundo no a partir de la luz, sino de la sombra. Todo ello explica que el Libro secreto de Juan denomine al demiurgo *gobernante penumbroso*. La penumbra en que los hombres se ven obligados a vivir refuerza la imagen gnóstica del mundo como laberinto. Alguien nos ha dejado caer en las revueltas de un laberinto para que erremos en perpetua zozobra, sin conocer la salida ni presentir el camino que a ella lleva. Para acrecentar más aún su significado seudológico, al Demiurgo le corresponde también la creación del Diablo, el Kosmokrâtor o Soberano del mundo y padre de la mentira, así como la formación del cuerpo humano a partir de la substancia del diablo. No es extraño, pues, que en este valle de lágrimas los hombres que atesoran su centella psíquica encuentren el camino sembrado de trampas tendidas a fin de cautivarlos. He aquí una ilustración de las celadas del diablo, algún arconte principal o el propio demiurgo; *El adversario nos vigila, acechándonos como un pescador que quiere capturarnos y que se alegra ante la perspectiva de devorarnos. Pues pone ante nuestra vista muchos alimentos, que son los bienes de este mundo. Quiere que deseemos uno de ellos, que los probemos tan sólo un poco, y luego nos derriba con su veneno escondido y nos arranca de una libertad para arrastrarnos a una esclavitud*.



Abundando en el cariz seudológico de la creación del mundo entre los gnósticos, el Libro secreto de Juan destapa la trampa que ocultan las hojas del árbol de la vida plantado por el capcioso Creador en el centro del paraíso. También el Pensamiento trimorfo nos advierte sobre la sombra de las ramas de ese árbol que ha plantado el Hacedor en el Jardín, pues sus hojas proyectan oscuridad y sus frutos provocan ignorancia.
El hombre espiritual o neumático deberá, pues, eludir la trampa del olvido. Habrá de sortear esos lazos tendidos por la oscura materia para acceder así, por la gnosis, a la verdad oculta tras el remedo del mundo. Para ello hará falta que el auténtico Padre Primordial o Dios desconocido envíe a su hijo Cristo a la tierra. Su palabra será la señal de la verdad tanto tiempo oculta a los mortales. El Dios auténtico, del que no tenemos noticia en tanto *deus absconditus*, decide un día, en efecto, salvar a los hombres de la aterradora Creación del dios subalterno. Ese Padre verdadero no es el edificador del mundo =opifex aedificatorque mundi=, lo llama Cicerón, sino El verdadero Supremo, el Dios desconocido o *Théos ágnostos* de quien por sucesivas emanaciones procede el aciago artífice del cosmos. El motivo de esta decisión liberadora varía según autores; para Marción, el Dios desconocido remitió a su Hijo para salvar a los hombres porque llegaron a sus oídos, desde la armonía y el silencio perfectos en que vivía, los lacerantes alaridos de la tierra. Cuando constata el dolor y la pesadumbre del universo creado por el inicuo demiurgo, El Pre-padre decide levantar el velo =Valentín= mandará entonces al Salvador para recordar a los hombres que son en realidad hijos del espíritu y no de la carne, así como para destruir las obras del Creador =Marción=.



Con el descenso de Cristo al mundo se ejecuta un asombroso segundo engaño, esta vez del Ser Supremo hacia los hombres materiales. Según los docetas gnósticos y ebionitas, el Salvador fue una especie de fantasma que bajó a la tierra con un cuerpo aparente. Los docetas mantienen, en efecto, que Cristo y Jesús son dos personas distintas. Cristo es el hijo del Dios Desconocido y Verdadero enviado por este para salvar a la afligida humanidad; Jesús, en cambio, era un hombre entre tantos cuyo cuerpo eligió el Dios verdadero como depositario del Ungido. Para los gnósticos, el Dios Universal oculta o falsea a los hombres la identidad de su Hijo Perfecto, Cristo, el cual toma posesión transitoria del cuerpo de Jesús de Nazaret para revelar a algunos hombres que su alma divina sufre cautividad en la cárcel de la materia creada por el demiurgo. La herejía gnóstica y ebionita conocida como docetismo =de dokéo, parecer= mantuvo así que el Redentor de los electos engañó a los hijos de Adán al menos en dos ocasiones distintas presentándose ante sus ojos como algo distinto de lo que era.
La primera de esas imposturas la cometió Cristo al venir al mundo como hijo de José y de María, es decir, como vástago de la carne pecadora, cuando en realidad era nacido del Espíritu Santo =el Verbo del Padre= insuflado en el cuerpo de María.



En consecuencia extraída por algunos docetas, la Virgen sólo tuvo un alumbramiento aparente o virtual; el hijo del Padre Eterno no tomó de María carne ni sangre, sino sólo pasó a través =diá= de su cuerpo. Ireneo de Lyon constata que para algunos gnósticos el espíritu de Cristo pasó por el cuerpo de María como agua a través de un canal. Según Satornilo, el Salvador no nació de mujer y carece de cuerpo y figura, pero adoptó la apariencia de hombre. En opinión de Saturnino, el Salvador =Cristo para los gnósticos cristianos= se abstuvo deliberadamente de nacer, rehusó investirse de un cuerpo, pese a que pareció un hombre a sus contemporáneos, incluyendo los apóstoles, en realidad era un fantasma divino. El Redentor, siendo incorporal, aparenta tener un cuerpo que en realidad no es el suyo, sino el de un hombre nacido en Belén; es un Salvador fantasma =putativus, en voz de Ireneo=. Cristo no podía aparecer sino como fantasma en un medio material, pues no ya al Salvador, sino a nadie excepto al inepto o perverso demiurgo se le habría ocurrido mezclar el espíritu con la materia para crear el mundo. Ireneo mantuvo con sana razón que si los gnósticos creían que el Hijo no había tomado sustancia carnal en el vientre de María, entonces tampoco podían creer que lloró ante la tumba de Lázaro o sudó sangre en el Monte de los Olivos. Toda su vida no habría sido sino un drama fantástico.



Un segundo procedimiento de esta primera simulación del Redentor se produce no al nacer a través del cuerpo de María, sino al introducirse en el cuerpo de un adulto treintañero que resultó ser el hijo de María. La posesión del cuerpo de Jesús de Nazaret tuvo lugar bien en Cafarnaúm, bien durante el bautizo del Jordán en forma de Espíritu Santo. Los gnósticos interpretan el pasaje evangélico del bautizo de Jesús en el Jordán, así como el hecho de que Cristo no hiciera milagros hasta ese momento, como una prueba de que el Espíritu del Dios Desconocido en forma de paloma bajó a encarnarse en el galileo a sus treinta años de edad, así como de que lo abandonó tres años después, justo antes de la crucifixión. Las palabras de Jesús en la cruz *Señor, señor, por qué me has abandonado* confirmarían la desencarnación de Cristo en el último momento, una vez ya cumplida su tarea.
De un modo u otro, Cristo tomó la apariencia de carne pecadora cuando en realidad era sin pecado, en tanto Hijo consustancial del Padre. Los padres latinos de la Iglesia hubieron de admitir este engaño a los hombres. En un comentario a Gálatas, San Jerónimo describe el cuerpo del Salvador como una simulación; *et ipse Dominus noster non habens peccatum, nec carnem peccati, simulationem peccatris carnis assumpserit*. San Ambrosio, por su parte, reconoce en un comentario a Lucas que, en su lucha contra el Demonio, Jesucristo escondió su divinidad bajo la carne.



La segunda maniobra de encubrimiento vino en forma de suplantación de personalidad antes de que pudieran crucificarlo, cuando intercambia el cuerpo con Simón de Cirene. Pues el crucificado no fue Cristo, sino el labrador Simón de Cirene, o bien una especie de fantasma. Tomamos la historia completa del gnóstico Basílides; el Dios desconocido, el verdadero Dios Supremo, al comprobar la perversidad de los arcontes que han perpetrado un cosmos de dolor y miseria, envía a su primogénito Cristo a liberar a los hombres. Los hijos de los arcontes, determinados a frustrar la misión de Cristo, pretenden prenderlo y crucificarlo, pero el hijo de la Inteligencia, más sabio que ellos, convierte la Pasión entera en una burla divina hacia los hijos materiales del demiurgo; los judíos. Los israelitas, esos instrumentos deicidas de los arcontes, creen estar crucificando al Redentor cuando en realidad han clavado en la cruz a Simón de Cirene. Cristo, en efecto, se había transfigurado en la figura de Simón y estaba contemplando del mejor humor, ya de vuelta en el Pleroma, su propio supuesto suplicio; *Y Jesús, a su vez, asumió la figura de Simón, y estaba allí mofándose de ellos. Jesús adoptaba la forma que le placía. De este modo regresó junto al que lo había enviado, burlándose de ellos, ya que era inaprensible e invisible para todos*.
El Segundo tratado del Gran Set describe en primera persona esta suplantación de personalidad. El Redentor aprovechó su encuentro, ya camino del Calvario, con Simón de Cirene para burlar a los judíos y a los cristianos no gnósticos;



*Yo =Cristo Salvador= visité una casa corpórea =somatikón=. Arrojé al que estaba antes en ella. Y entré en su interior. Mas yo que estaba en ella =dentro de la imagen= no me asemejaba a aquel que estaba en ella, pues era =el anterior= un hombre mundano =kosmikós=. Yo era visible como un extraño en las regiones inferiores. Yo =Cristo= no morí en realidad, sino en apariencia. Pues mi muerte, que ellos creen que acaeció, les acaeció a ellos en su error y ceguera, ya que ellos clavaron a su hombre hasta su muerte. Fue otro, su padre, quien bebió la hiel y el vinagre; no fui yo. Fue otro, Simón, quien portó la cruz sobre sus hombros. Fue otro al que pusieron la corona de espinas. Pero yo me regocijaba en las alturas sobre todas las riquezas de los arcontes y de los vástagos de su error, de su vacía gloria. Y yo me reía de su ignorancia*.
Con el eco de las altas carcajadas en el cielo concluye el proceso de redención humana. Los poderes de este mundo han sido burlados. Para Simón el Mago, Cristo aparece como hombre entre los hombres sin ser él mismo hombre. Para Foción, discípulo de Marción, las pisadas fantasmales de Cristo no dejaban huella siguiendo acaso el evangelio joánico, en el que Jesús camina sobre las aguas.
La venida del Eón Salvífico recordó a los hombres que su padre no era el chapucero dios creador, sino Aquél que habita el Silencio. La distancia entre uno y otro comprende la diferencia entre el Yahveh falsario del Antiguo Testamento que inspira las palabras; *Porque Yahveh juzgará a su pueblo* y el Padre verdadero del evangelio joánico que hace decir a su Hijo; *Porque el Padre no juzga a nadie*.



Sólo los prudentes pueden comprender la verdadera misión de Cristo. Esta doctrina gnóstica del conocimiento por encima de la crédula fe rehabilita a Judas el traidor. Entre todos los apóstoles, ignorantes y sencillos hombres del pueblo, Judas Iscariote es el único que conoce la misión de Cristo en la tierra. Y por ello, a fin de que se cumpla lo previsto por el Señor verdadero, entrega al Redentor. Pero antes es preciso traicionarlo, pues sin el acto desencadenante de la traición se habría malogrado la tarea liberadora del Hijo de Dios. Para que pudieran sus enemigos prender a Cristo era preciso que uno de los suyos lo traicionara. Y Judas es el único que lo sabe. Heroicamente, decide entonces convertirse en la mano ejecutora del Dios desconocido; *Sostienen*, afirma Ireneo de los heresiarcas gnósticos, *que Judas el traidor conocía con precisión estas cosas, siendo el único entre los apóstoles en poseer esta gnosis. Por esto obró el misterio de la traición, por el cual fueron disueltas todas las realidades terrenas y celestiales*. Pseudo Tertuliano es más explícito en lo concerniente a la inversión seudológica de Judas; *Las potestades de este mundo no querían que Cristo sufriera la pasión, para que al género humano no se le ofreciera salvación por medio de su muerte; entonces, velando por la salvación del género humano, Judas entregó a Cristo. Así la salvación, obstaculizada por las potencias que se interferían para que Cristo no sufriera pasión, no pudo ya impedirse en absoluto.



El atractivo intelectual que aún hoy ejerce el gnosticismo obedece a su convicción de que el simulacro del mundo se debe a un engaño cósmico, así como a su propósito de redención no por la fe en el Padre Creador, trasunto de la confianza en el padre natural, sino por el Conocimiento a través de la sospecha. La falsedad de todas las cosas visibles del mundo es una consecuencia de la maldad del Demiurgo, pero también a veces, simplemente, de su imperfección, uno de sus peculiaridades más marcadas. Para ciertos gnósticos, el demiurgo es malvado y falaz; para otros, necio y engreído. Pero también este último produce un mundo mentiroso y delusorio, como advierte el heresiólogo Hipólito de Roma; al demiurgo se le escapó la Verdad, y de ello se siguió la mentira universal.

Gilgamesh***