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miércoles, 2 de octubre de 2019

* El General verde *

***Bello Miércoles para todxs.

Juan Domingo Perón, amado y odiado quizás en igual medida, conocido eternamente como *El General*, con sus errores y aciertos como todo mortal fué sin dudas, guste o no, un adelantado, un visionario.
Cuando yo apenas tenía 9 años allá por 1972 se realizaría la primera cumbre mundial sobre Medio Ambiente en Estocolmo-Suecia.

Perón entonces, cuatro meses antes de aquella cumbre escribió una carta que sería presentada a los mandatarios del mundo.
Cuando lean la carta se van a sorprender porque ya hace 47 años el General hacía una lectura del mundo actual siendo que por aquellos tiempos el mundo era completamente distinto al que tenemos hoy, lo cual marca ese carácter de visionario.
Hoy, la niña Greta bien podría usar la carta de Perón como apoyo a sus reclamos, incluso los gobiernos del mundo aplicar sus postulados, pero ¿quién le pone el cascabel al gato?.

¿Quién es el primero en dar el ejemplo?.
Descontaminar al planeta es prácticamente una quimera dado el funcionamiento de la humanidad, excepto que todos los gobiernos del mundo estén dispuestos dejar de pensar en el dinero y el poder.
Toda nuestra economía está basada en un sistema que necesita producir cosas, desde un kilo de pan hasta una vivienda, desde un vehículo de transporte hasta un par de zapatos.

Y las fábricas de cosas necesitan energía y materiales, y la energía de esos complejos tan grandes no podrían funcionar con energía verde tal como se pretende.
Una cosa es un panel solar para que funcione un ventilador, otra cosa es la cantidad necesaria para sustituir la electricidad de red para toda una casa, lo cual obliga a tener varios paneles y el consiguiente espacio donde montarlos.
Imaginen o multipliquen la cantidad de casas que hay en el mundo...y de fábricas..ni hablar..

Los parques solares que solemos ver deben ocupar muchísimas hectáreas y lo que producen es insuficiente para poblaciones con más de 10 mil habitantes, sin contar reitero, las fábricas.
Hay un caso que demuestra la impracticabilidad de éste sistema porque es la única fábrica en el mundo que produce mediante energía solar.

Es una fábrica de muebles escolares en Portugal que necesita la energía precisamente para encender su variedad de máquinas de carpintería y para tal fin tuvo que montar...1.500 paneles solares..., ocupando ésta fábrica con los paneles incluídos 11 mil metros cuadrados..

Podrán imaginar entonces sobre la inviabilidad de replicar ese modelo a todo el planeta, ni si quiera a la mitad si se prefiere.

La industria de la madera, por ejemplo necesita de los árboles, si dejara de talar bosques naturales habría que plantar árboles nuevos y el período de crecimiento es tan largo que la producción de madera sería más costosa , por ende una tabla de madera para una mesa costaría un ojo de la cara.

Los cajones de los muertos..., los encofrados que se utilizan para la construcción, los muebles, las casas, etc., etc., etc., y con el MDF no alcanzaría.

¿Y el hierro? ¿y el acero? ¿y todos los metales que necesitamos extraer de la tierra para tantísimas cosas de suma utilidad?

Claro, bien que ahorraríamos y mucho si abandonáramos la industria bélica, imaginen el metal necesario para un tanque de guerra, un tren de pasajeros, un avión, un buque, un edificio, un estadio de fútbol o de cualquier deporte, los coches, las bicicletas, las antenas, las neveras, las cocinas, las motocicletas, ¿sigo?...

Por eso, abandonar el uso de combustibles fósiles como *la solución* es la nada, ya ven lo mucho que es todo lo otro..para salvar a un planeta enfermo por múltiples factores que hacen al funcionamiento de la humanidad.

Vengo leyendo artículos realmente preocupantes porque toda ésta movida escondida detrás de la pura y frágil espalda de la niña Greta, está apuntando a la instalación de un *gobierno único* que cierre el debate y que se instale como una dictadura medioambiental para *imponer* y ya no sugerir... a los gobiernos del mundo.

Ya sabemos que toda imposición por más buena voluntad que tenga pivotea sobre la delgada línea de la injusticia y la opresión.
Mucho podría ser modificado y aliviaría al planeta, pero ¿qué gobierno etaría dispuesto a abandonar la producción de cosas que hacen a sus exportaciones en pos de un mundo más limpio?

Sin ir más lejos, Argentina.
Es una tentación enorme el ingreso de divisas en dólares por la exportación de soja, lo cual ha sido en realidad un enorme negocio para un pequeño grupo de los grandes consorcios pero no para la ciudadanía, excepto los impuestos a ésta actividad llamados *retenciones*, que en definitiva tienen un altísimo costo que no se suele mencionar como la utilización de agroquímicos, la cantidad de maquinaria agrícola que contamina como así también el transporte de los granos hasta los puertos, el abandono de la necesaria *rotación de cultivos*, y por supuesto, el desmonte y la modificación de la geografía que incide drásticamente en el clima, y todo...para que los chinos alimenten a sus cerdos..y unos pocos terratenientes se enriquezcan con una práctica que en nada se parece a la de nuestros viejos colonos agrícolas.

*Si yo fuera Presidente* jejeeje, frase que hace fácil una simple propuesta desde el llano peo que se vuelve una quimera para el gobernante real.

Sin embargo =y a pesar de que me querrían matar más de uno= se podría desalentar ésta peste de la exportación de soja aplicándoles no un 30 ni un 40, sino un 50% de retenciones y como contrapunto dejar libre de impuestos la producción de cultivos tradicionales como =ante todo= verduras y hortalizas, el maíz, el girasol y el trigo, además de otros cereales necesarios para el consumo local, y solamente exportar los excedentes, garantizando el abastecimiento local ante todo, y a precios *reales* accecibles para todos los sectores sociales.

Abolir o prohibir el uso de agroquímicos logrando alimentación sana y aire-tierra-agua sanos para nuestro pueblo.
Creación de *mercados estatales*, es decir construídos por el Estado donde las frutas y verduras se comercialicen a precios verdaderamente accesibles, generando empleo, no sólo en los campos de cultivo y cosecha sino además en la atención de dicho mercado, costos que se autopagarían con las ganancias de la venta que, sin ser exorbitantes, sostendrían la alimentación sana, y evitaría el desastre del monocultivo y sus venenos.
¿Se animarían los gobernantes a semejante desafío?

No les quepa duda que los grandes lobbies tanto locales como internacionales...les caerían en la yugular..logrando con sus multimedios la presión necesaria para que los idiotas útiles salieran a las calles para pedir la renuncia de dicho gobierno, siendo funcionales a quienes nos envenenan y roban, antes que defender los propios intereses de la población.

Por eso digo que soluciones las hay, el problema es si los gobiernos tienen la suficiente espalda y valentía para dar el ejemplo.
Vaca Muerta, otro ejemplo, yacimiento argentino de gas y petróleo descubierto recientemente, uno de los más grandes del mundo.

¿Imaginan un gobierno único global diciéndole a Argentina que abandone el yacimiento y le compre paneles solares a los europeos y norteamericanos?
¿Sería justo?

Argentina es un país rico tanto en recursos naturales como en capital humano, el problema nuestro es la distribución de la riqueza que como siempre se acumula en escasas manos.
No olvidar que precisamente bajo uno de los gobiernos de Perón la Argentina fué sexta potencia mundial...

Y bajo el Gobierno demonizado *Kirchnerista* antes de la actual CEOcracia, Argentina fué uno de los 7 privilegiados en el mundo en armar un satélite y ponerlo en órbita geoestacionaria..
Por todo ésto y mucho más entenderán porqué las políticas neoliberales que impiden la verdadera independencia de los países, que no conviene a quienes no quieren competencia y éstos son nada más y nada menos que las potencias.

Creo que uno de los cánceres que azota al mundo es la llamada *exportación*, cada país debería importar lo estrictamente necesario para la marcha de dicho país, no todos poseen una gran cantidad de recursos, Argentina por ejemplo, bien podría auto-abastecerse en un altísimo porcentaje.

Cuando se pierde la razón de para qué hay que exportar o importar, se producen cosas inútiles para que ganen el puñado de ambiciosos que son los responsables de que el planeta esté como está.

No imagino que a los árabes les prohíban extraer y vender su petróleo, ni a los rusos...de los cuales depende gran parte de Europa para que sus fábricas produzcan lo que se necesita en sus países, y la población disponga de energía.

Ni a México o a Venezuela, países que dependen de esos recursos que poseen, a España prohibirle vender coches o hierro, a Alemania...je...
¿estarían dispuestos los alemanes a abandonar sus exportaciones de cosas que agreden al planeta?



Hay mucha hipocresía...¿no?
Hay mucho por hacer antes que apuntar a los combustibles fósiles, por ejemplo bien se podría eliminar la industria de los plásticos, vivíamos igual sin ellos, lo mismo con la fabricación de objetos inútiles y nocivos.

Demasiado es lo que sobra en el planeta y que al parecer, quienes se han vuelto ricos vendiendo cosas inútiles no están dispuestos a dejar de ganar.

Abandonar los combustibles fósiles y la minería es por ahora una quimera, y el cuento de que el planeta se calienta si no quitamos dichos combustibles no es más que una cortina de humo, además de ser algo que ni los mismos que lo proponen están dispuestos a cumplir.

Pero bueno...es un tema que da para laaaaaaaargas charlas y debates.

Les dejo con la carta del General Perón allá por el año 1972;



Hace casi treinta años, cuando aún no se había iniciado el proceso de descolonización contemporáneo, anunciamos la Tercera Posición en defensa de la soberanía y autodeterminación de las pequeñas naciones, frente a los bloques en que se dividieron los vencedores de la Segunda Guerra Mundial. Hoy, cuando aquellas pequeñas naciones han crecido en número y constituyen el gigantesco y multitudinario Tercer Mundo, un peligro mayor =que afecta a toda la humanidad y pone en peligro su misma supervivencia= nos obliga a plantear la cuestión en nuevos términos, que van más allá de lo estrictamente político, que superan las divisiones partidarias o ideológicas y entran en la esfera de las relaciones de la humanidad con la naturaleza.

Creemos que ha llegado la hora en que todos los pueblos y gobiernos del mundo cobren conciencia de la marcha suicida que la humanidad ha emprendido a través de la contaminación del medio ambiente y la biosfera, la dilapidación de los recursos naturales, el crecimiento sin freno de la población y la sobre-estimación de la tecnología, y la necesidad de invertir de inmediato la dirección de esta marcha, a través de una acción mancomunada internacional.

La concientización debe originarse en los hombres de ciencia, pero sólo puede transformarse en la acción a través de los dirigentes políticos.
Por eso abordo el tema como dirigente político, con la autoridad que me da el haber sido precursor de la posición actual del Tercer Mundo y con el aval que me dan las últimas investigaciones de los científicos en la materia.


Los hechos

El ser humano ya no puede ser concebido independientemente del medio ambiente que él mismo ha creado.
Ya es una poderosa fuerza biológica, y si continúa destruyendo los recursos vitales que le brinda la Tierra, sólo puede esperar verdaderas catástrofes sociales para las próximas décadas.
La humanidad está cambiando las condiciones de vida con tal rapidez que no llega a adaptarse a las nuevas condiciones.
Su acción va más rápido que su captación de la realidad y el hombre no ha llegado a comprender, entre otras cosas, que los recursos vitales para él y sus descendientes derivan de la naturaleza, y no de su poder mental.

De este modo, a diario, su vida se transforma en una interminable cadena de contradicciones. En el último siglo ha saqueado continentes enteros y le han bastado un par de décadas para convertir ríos y mares en basurales, y el aire de las grandes ciudades en un gas tóxico y espeso.
Inventó el automóvil para facilitar su traslado, pero ahora ha erigido una civilización del automóvil que se asienta, sobre un cúmulo de problemas de circulación, urbanización, inmunidad y contaminación en las ciudades y se agrava con las consecuencias de la vida sedentaria.

Despilfarro masivo

Las mal llamadas Sociedades de Consumo, son, en realidad, sistemas sociales de despilfarro masivo, basados en el gasto, por el gusto que produce el lucro.
Se despilfarra mediante la producción de bienes necesarios o superfluos y, entre estos, a los deberían ser de consumo duradero, con toda intención se les asigna cierta vida porque la renovación produce utilidades.

Se gastan millones en inversiones para cambiar el aspecto de los artículos, pero no para reemplazar los bienes dañinos para la salud humana, y hasta se apela a nuevos procedimientos tóxicos para satisfacer la vanidad humana.
Como ejemplo bastan los autos actuales que debieran haber sido reemplazados por otros con motores eléctricos, o el tóxico plomo que se agrega a las naftas simplemente para aumentar el pique de los mismos.

No menos grave resulta el hecho de que los sistemas sociales de despilfarro de los países tecnológicamente más avanzados funcionen mediante el consumo de ingentes recursos naturales aportados por el Tercer Mundo.
De este modo el problema de las relaciones dentro de la humanidad es paradójicamente doble:

algunas clases sociales =la de los países de baja tecnología en particular= sufren los efectos del hambre, el analfabetismo y las enfermedades, pero al mismo tiempo las clases sociales y los países que asientan su exceso de consumo en el sufrimiento de los primeros, tampoco están racionalmente alimentados, ni gozan de una auténtica cultura o de una vida espiritual o físicamente sana.
Se debaten en medio de la ansiedad y del tedio, y los vicios que produce el ocio mal empleado.

El espejismo de la tecnología

Lo peor es que, debido a la existencia de poderosos intereses creados o por la falsa creencia generalizada de que los recursos naturales vitales para el hombre son inagotables, este estado de cosas tiende a agravarse, mientras un fantasma =el hombre= recorre el mundo devorando 55 millones de vidas humildes cada 20 meses, afectando hasta países que ayer fueron graneros del mundo, y amenazando expandirse de modo fulmíneo en las próximas décadas.
En los centros de más alta tecnología se anuncia entre otras maravillas, que pronto la ropa se cortará con rayos láser y que las amas de casa harán compras por televisión y las pagarán mediante sistemas electrónicos.

La separación dentro de la humanidad se está agudizando de modo tan visible que parece que estuviera constituida por más de una especie.
El ser humano cegado por el espejismo de la tecnología ha olvidado las verdades que están en la base de su existencia.
Y así, mientras llega a la luna gracias a la cibernética, la nueva metalurgia, combustibles poderosos, la electrónica y una serie de conocimientos teóricos fabulosos, mata el oxígeno que respira, el agua que bebe y el suelo que le da de comer y eleva la temperatura permanente del medio ambiente sin medir sus consecuencias biológicas.
Ya en el colmo de su insensatez, mata el mar que podía servirle de última base de sustentación.

Después de la tierra, el mar…

En el curso del último siglo el ser humano ha exterminado cerca de 200 especies animales terrestres.
Ahora ha pasado a liquidar las especies marinas.
Aparte de los efectos de la pesca excesiva, amplias zonas de los océanos, especialmente costeras, ya han sido convertidas en cementerios de peces y crustáceos, tanto por los desperdicios arrojados como por el petróleo involuntariamente derramado.
Solo el petróleo liberado por los buques cisterna hundidos ha matado en la última década cerca de 600.000 millones de peces.
Sin embargo seguimos arrojando al mar más desechos que nunca, perforamos miles de pozos petrolíferos en el mar o sus costas y ampliamos al infinito el tonelaje de los petróleos sin tomar medidas de protección de la fauna y flora marinas.

…Y el agua potable

La creciente toxicidad del aire de las grandes ciudades es bien conocida, aunque muy poco se ha hecho para disminuirla.
En cambio, todavía existe un conocimiento mundialmente difundido acerca del problema planteado por el despilfarro de agua dulce, tanto para el consumo humano como para la agricultura.
La liquidación de aguas profundas ya ha convertido en desiertos extensas zonas otrora fértiles del globo, y los ríos han pasado a ser desagües cloacales más que fuentes de agua potable o vías de comunicación.

Al mismo tiempo la erosión provocada por el cultivo irracional o por la supresión de la vegetación natural se ha convertido en un problema mundial, y se pretende reemplazar con productos químicos el ciclo biológico del suelo, uno de los más complejos de la naturaleza.
Para colmo muchas fuentes naturales han sido contaminadas; las reservas, cuando nos quedaría como último recurso la desalinización del mar, nos enteramos que una empresa de este tipo, de dimensión universal, exigiría una infraestructura que la humanidad no está en condiciones de financiar y armar en este momento.

Alimentos y armas

Por otra parte, a pesar de la llamada revolución verde, el Tercer Mundo todavía no ha alcanzado a producir la cantidad de alimentos que consume, y para llegar a su autoabastecimiento necesita un desarrollo industrial, reformas estructurales y la vigencia de una justicia social que todavía está lejos de alcanzar.
Para colmo, el desarrollo de la producción de alimentos sustitutivos está frenada por la insuficiencia financiera y las dificultades técnicas.
Por supuesto todos estos desatinos culminan con una tan desenfrenada como irracional carrera armamentista que le cuesta a la humanidad 200.000 millones de dólares anuales.

A este maremagnum de problemas creados artificialmente se suma el crecimiento explosivo de la humanidad.
El número de seres humanos que puebla el planeta se ha duplicado en el último siglo y volverá a duplicarse para fines del actual o comienzos del próximo, de continuar la actual *atio* de crecimiento.
De seguir por este camino, en el año 2.500 cada ser humano dispondrá de un solo metro cuadrado sobre el planeta.
Esta visión global está lejana en el tiempo, pero no difiere mucho de la que ya corresponde a las grandes urbes, y no debe olvidarse que dentro de 20 años más de la mitad de la humanidad vivirá en ciudades grandes y medianas.

Política demográfica

Es indudable, pues, que la humanidad necesita tener una política demográfica.
La cuestión es que aún poniéndola en práctica, por el retardo con que comenzaremos, no producirá sus efectos antes del fin de la década en materia educativa y antes de fin de siglo en materia ocupacional.
Y que además la política demográfica no produce los efectos deseados si no va acompañada de una política económica y social correspondiente.

De todos modos, mantener el actual ritmo de crecimiento de la población humana es tan suicida como mantener el despilfarro de los recursos naturales en los centros altamente industrializados donde rige la economía del mercado, o aquellos países que han copiado sus modelos de desarrollo.
Lo que no debe aceptarse es que la política demográfica esté basada en la acción de píldoras que ponen en peligro la salud de quienes la toman o de sus descendientes.

Qué hacer

Si se observan en su conjunto los problemas que se nos plantean y que hemos enumerado, comprobaremos que provienen tanto de la codicia y la imprevisión humana, como de las características de algunos sistemas sociales, del abuso de la tecnología, del desconocimiento de las relaciones biológicas y de la progresión natural del crecimiento de la población humana.
Esta heterogeneidad de causas debe dar lugar a una heterogeneidad de respuestas, aunque en última instancia tenga como denominador común la utilización de la inteligencia humana.
A la irracionalidad del suicidio colectivo debemos responder con la racionalidad del deseo de supervivencia.

Para poner freno e invertir la marcha hacia el desastre es menester aceptar algunas premisas:

1. Son necesarias y urgentes: una revolución mental en los hombres, especialmente en los dirigentes de los países más altamente industrializados;
una modificación de las estructuras sociales y productivas en todo el mundo, en particular en los países de alta tecnología donde rige la economía de mercado, y el surgimiento de una convivencia biológica dentro de la humanidad y entre la humanidad y el resto de la naturaleza.

2. Esa revolución mental implica comprender que el hombre no puede reemplazar a la naturaleza en el mantenimiento de un adecuado ciclo biológico general;
que la tecnología es un arma de doble filo, que el llamado progreso debe tener un límite y que incluso habrá que renunciar a alguna de las comodidades que nos ha brindado la civilización;
que la naturaleza debe ser restaurada en todo lo posible; que los recursos naturales resultan aceptables y por lo tanto deben ser cuidados y racionalmente utilizados por el hombre;

que el crecimiento de la población es aumentar la reducción y mejorar la distribución de alimentos y la difusión de servicios sociales como la educación y la salud pública, y que la educación y el sano esparcimiento deberán reemplazar el papel que los bienes y servicios superfluos juegan actualmente en la vida del hombre.

3. Cada nación tiene derecho al uso soberano de sus recursos naturales.
Pero, al mismo tiempo, cada gobierno tiene la obligación de exigir a sus ciudadanos el cuidado y utilización racional de los mismos.
El derecho a la subsistencia individual impone el deber hacia la supervivencia colectiva, ya se trate de ciudadanos o pueblos.

4. La modificación de las estructuras sociales y productivas en el mundo implica que el lucro y el despilfarro no pueden seguir siendo el motor básico de sociedad alguna.
Y que la justicia social debe exigirse en la base de todo sistema, no solo para el beneficio directo de los hombres sino para aumentar la producción de alimentos y bienes necesarios;
consecuentemente, las prioridades de producción de bienes y servicios deben ser alteradas en mayor o menor grado según el país de que se trate.

En otras palabras:
necesitamos nuevos modelos de producción, consumo, organización y desarrollo tecnológico que, al mismo tiempo, den prioridad a la satisfacción de las necesidades esenciales del ser humano, racionar el consumo de recursos naturales y disminuyan al mínimo posible la contaminación ambiental.

5. Necesitamos un hombre mentalmente nuevo en un mundo físicamente nuevo.
No se puede construir una nueva sociedad basada en el pleno desarrollo de la personalidad humana en un mundo viciado por la contaminación del ambiente exhausto y la sed, y enloquecido por el ruido y el hacinamiento.
Debemos transformar a las ciudades cárceles del presente en las ciudades jardines del futuro.

6. El crecimiento de la población debe ser planificado, en lo posible de inmediato, pero a través de métodos que no perjudiquen la salud humana, según las condiciones particulares de cada país =esto no rige para la Argentina, por ejemplo= y en el marco de políticas económicas y sociales globalmente racionales.

7. La lucha contra la contaminación del ambiente y de la biosfera, contra el despilfarro de los recursos naturales, el ruido y el hacinamiento de las ciudades, debe iniciarse ya a nivel municipal, nacional e internacional.
Estos problemas, en el orden internacional, deben pasar a la agenda de las negociaciones entre las grandes potencias y a la vida permanente de la Naciones Unidas con carácter de primera prioridad.
Este, en su conjunto, no es un problema más de la humanidad;
es el problema.

8. Todos estos problemas están ligados de manera indisoluble con la justicia social, la soberanía política y la independencia económica del Tercer Mundo y la distensión y la cooperación internacional.

9- Muchos de estos problemas deberán ser encarados por encima de las diferencias ideológicas que separan a los individuos dentro de sus sociedades o a los Estados unidos dentro de la comunidad internacional.


Nosotros los del Tercer Mundo

Finalmente deseo hacer algunas consideraciones para nuestros países del Tercer Mundo:

1- Debemos cuidar nuestros recursos naturales con uñas y dientes de la voracidad de los monopolios internacionales que los buscan para alimentar un tipo absurdo de industrialización y desarrollo, en los centros de alta tecnología donde rige la economía de mercado.

Ya no puede producirse un aumento en gran escala de la producción alimenticia del Tercer Mundo sin un desarrollo paralelo de las industrias correspondientes.
Por eso, cada gramo de materia prima que se dejan arrebatar hoy los países del Tercer Mundo equivale a kilos de alimentos que dejarán de producir mañana.

2- De nada vale que evitemos el éxodo de nuestros recursos naturales si seguimos aferrados a métodos de desarrollo, preconizados por esos mismos monopolios, que significan la negación de un uso racional de aquellos recursos.

3- En defensa de sus intereses, los países deben propender a las integraciones regionales y a la acción solidaria.

4- No debe olvidarse que el problema básico de la mayor parte de los países del Tercer Mundo es la ausencia de una auténtica justicia social y de participación popular en la conducción de sus destinos.
Sólo así se estará en condiciones de enfrentar las angustiosamente difíciles décadas que se avecinan.

La Humanidad debe ponerse en pie de guerra en defensa de sí misma.
En esta tarea gigantesca nadie puede quedarse con los brazos cruzados.
Por eso convoco a todos los pueblos y gobiernos del mundo a una acción solidaria.

¿Qué tal el General?

Fuerte abrazo.

Gilgamesh***

Fuente
-elcohetealaluna

martes, 1 de octubre de 2019

* La hipóstasis de las élites *

***Feliz ingreso al mes de Octubre para todxs.

Siempre será más redituable y masivo contar cosas hermosas y buenas, apenas las pocas que hay en un mundo plagado de miserias, incluso ante la imposibilidad de hallarlas el sistema sabe muy bien como aprovechar a los *vivos* de siempre tan afectos a lucrar y a ganarse un dinero precisamente colaborando con el sistema, sin que se note demasiado ya que la idea no es hablar a favor del sistema sino ser cómplices distrayendo con cosas que verdaderamente... no aportan en absoluto a que la humanidad despierte y evolucione, y evolucionar es dejar de ser funcionales al mal que reina e impera en éste mundo.

Entonces amargamente hay que hablar de lo que hay que hablar, y digo amargamente porque reitero, sería redituable y popular un compendio de mentirosos métodos para *vivir bien* y *ser feliz*, pues yo insisto en que para vivir bien y ser felices primero hay que conocer qué es lo que nos hace vivir mal y ser infelices.
Cucharada amarga que se vuelve dulce cuando al fin podemos quitar ese velo que está sobre el globo ocular y que distorsiona lo que vemos, y tiene a su homólogo en la neurona con que pensamos e interpretamos lo que nuestros sentidos observan.

Cuando asumí que lo del calentamiento global antropogénico era una farsa no fué porque me gustara el frío ni los motores a combustión, fué porque detrás de todo eso habían otras intenciones, intenciones que venían a ser más de lo mismo de siempre y es cómo el sistema se recicla a la hora de hacer cosas que a la mayoría de la gente común no le van a convenir nunca, porque la planificación de esas minorías buscan exclusivamente *su* propia y egoísta conveniencia.
Para volverse más ricos y más poderosos no hay otra fórmula que quitarle el poder y la riqueza a los demás, aún cuando *los demás* son una mayoría que ni siquiera posee riqueza sino migajas.

*Transferencia* de un ejército de miles de millones de pobres a un puñado de ricos, cada pobre es robado un poco para que ese poco se transforme en mucho dada la cantidad de pobres que existe en el mundo.
Y quienes no son pobres y luchan para estar en el peldaño inmediato superior a esa pobreza, esos que generalmente se catalogan como *clase media*, también son saqueados sin darse cuenta que, de *media*, cada vez tienen menos.

Si antes se invadía un país o territorio para saquearlo, después se inventaron formas o sistemas de saquear sin sangre de por medio, tampoco es cuestión de eliminar definitivamente a quienes se necesita para limpiar los retretes y las cloacas, plancharle la ropa al patrón, o manejar las máquinas de la fábrica del Jefe.
Crisis económicas, burbujas financieras, créditos usurarios, endeudamientos consumistas, y demás artilugios que apuntan a lo mismo de siempre, despojar a las mayorías de lo que irá a parar al bolsillo del rico.

El cuento del cambio climático, como todo cuento de la mentalidad arcóntica.. ya saben...mezcla mentiras con verdades, genera ficciones y virtualidad, y todo termina siendo una *realidad virtual* que de por sí, arrastra a gran parte de las potables víctimas a trabajar para el verdugo ,o sea, para su propia desgracia.
El caso de la niña Greta es por cierto a mi entender muy triste, la niña como toda niña tiene ideales muy válidos, su lucha es mi lucha, sin embargo es utilizada por los mismos de siempre, y creo que ésto no invalida todo lo que ella intente hacer, pero es triste porque los vivos de siempre son quienes lo van a capitalizar tal como estamos viendo si es que podemos *ver*.

La lucha que Greta está realizando es capitalizada por quienes quieren imponer una de esas estrategias que mencionaba al inicio, distraer al mundo de sus verdaderas responsabilidades, y direccionar la atención hacia el gran meganegocio que tienen en manos para suplantar un ciclo de saqueo que ya no da para más, con otro que hoy se esconde detrás de un supuesto plan de salvataje del planeta.

La siguiente nota que voy a presentar pido que sea leída con suma atención porque viene a abonar mucho de lo que estoy diciendo desde hace mucho tiempo, y que por ende, dicho por otros, le da riqueza al análisis que pretendo compartir a diario con ustedes;



-Por Cecilia Zamudio

Los verdaderos ambientalistas de este mundo son los pueblos en lucha contra la depredación que perpetran las multinacionales:
los que entregan sus vidas por sus comunidades, por las montañas y ríos.
Cada mes, decenas de esos verdaderos ambientalistas son asesinados en sus países:
las balas de los sicarios del capitalismo transnacional revientan sus cabezas llenas de honestidad y lucha, y mueren con las manos limpias, unas manos que jamás habrán estrechado las manos infames del FMI, ni las de los demás vampiros del planeta.

La clase explotadora y su sistema capitalista se perpetúa en base al Exterminio y a la alienación:
en base a la violencia, y también en base a la mentira que impone a través de sus medios masivos.

En sendas fotos se aprecia a Greta Thunberg, el nuevo personaje hyper-mediatizado por el aparato cultural del capitalismo, junto con la directora del FMI y candidata al BCE, Christine Lagarde =el FMI, esa institución del capitalismo transnacional que depreda la naturaleza y hambrea pueblos enteros=:
un apretón de manos que ilustra muy bien la felicidad de los amos del mundo al saludar a quienes bien les sirven en la importante tarea de penetrar todas las luchas con Caballos de Troya que encausen las energías hacia callejones sin salida, que manipulen a las mayorías en seudo luchas que no vayan nunca a tocar la raíz de los problemas, y por lo tanto no los solucionen.

El capitalismo que está acabando con la naturaleza no es cuestionado por la fábula de Greta.
El planeta se muere y siguen con su Pan y Circo.
Cinismo absoluto.

La televisión, la prensa, la industria cultural, están en manos de monopolios privados en el capitalismo: esos monopolios suelen también tener capital en el complejo militar industrial, en el agroindustrial, en la industria química y farmacéutica, etc...
Todo lo anterior explica el porqué los medios masivos no televisan a nadie que cuestione realmente sus intereses: nadie que cuestione la perpetuación de este sistema, que cuestione al capitalismo, recibirá tal hyper-mediatización.

La depredación de la naturaleza se debe al modo de producción capitalista:
el agroindustrial intoxica la tierra, la megaminería devasta montañas y ríos, etc.
El sobreconsumo es un fenómeno teledirigido por el aparato cultural del capitalismo, por el bombardeo publicitario.
La Obsolescencia Programada, mecanismo perverso de envejecimiento prematuro de las cosas, implementado adrede en el modo de producción capitalista, también le garantiza a la burguesía que las masas sobreconsuman, porque así es que la burguesía llena sus arcas:
en base a la explotación contra las y los trabajadores y en base a la devastación contra la naturaleza.

No hay solución a la devastación de la naturaleza dentro del capitalismo.
Ante la tragedia palpable de continentes de plástico flotando en los océanos, de la deforestación vertiginosa de bosques milenarios, de los glaciares depredados, de las napas freáticas y ríos contaminados y desecados, de cordilleras rebanadas por la mega minería, del uranio empobrecido con el que el complejo militar industrial bombardea regiones enteras, de los niveles de CO2 en claro aumento, el cinismo de los amos del mundo es descomunal. 
Como si plantearan lo siguiente:

*No se puede tapar el sol con un dedo, es decir ya es inocultable la devastación del planeta que los grandes capitalistas estamos perpetrando;
ahora bien, lo que sí se puede hacer para seguir depredando y capitalizando, es mentir sobre las causas profundas y sistémicas del problema.

Lo importante es que no se nos señale a nosotros como los responsables, que no se nos señale a los propietarios de los medios de producción, los que decidimos qué se produce, bajo qué condiciones y a qué ritmo, los que nos enriquecemos mediante el saqueo de la naturaleza y mediante la plusvalía que le sacamos a las y los trabajadores, los que decidimos cómo debe comportarse la población, ya que la inducimos al sobreconsumo que nos enriquece a nosotros, y la inducimos a no cuestionar a este sistema que tanto nos conviene a nosotros como minoría dominante.

El fingir que nos preocupa el planeta, dará muy buenos réditos, basta con una buena operación de propaganda a nivel mundial, que se nos vea escuchando a algún símbolo que habremos creado previamente, algo que no nos cuestione como clase dominante, como clase explotadora, y que no cuestione en definitiva este sistema*.

Pero la gangrena no se cura con tiritas, y obviamente la depredación del planeta no se frenará con los placebos que el mismo sistema ofrece para encausar el descontento social hacia callejones sin salida.

Greta y su grupo apelan a las supuestas *cualidades morales* de los amos del mundo, apelan a su supuesta *buena voluntad*;
una vez más entramos en la fábula anestesiante que finge ignorar que en el capitalismo la acumulación de riquezas la perpetran los grandes capitalistas de dos maneras fundamentales:
la explotación contra las y los trabajadores y el saqueo de la naturaleza.
En esta fábula del GreenWashing =lavado verde= se plantea fraudulentamente la existencia de un supuesto *capitalismo verde*, algo totalmente imposible por la lógica misma del sistema.

No es posible un *capitalismo verde*, como no es posible un *capitalismo con rostro humano*, como no es posible un león vegetariano.
Y eso simplemente porque cuando hablamos de este sistema económico, social, político y cultural que es el capitalismo, hablamos de los mecanismos inherentes a su lógica:
ca-pi-ta-li-zar.

Y a los que vengan con el fraude de que *los países nórdicos son grandes ejemplos de capitalismo bueno y verde*, decirles que mejor se lo pregunten a una víctima de las masacres que las grandes empresas nórdicas han fomentado en el Congo para poder saquear hasta la médula el Coltán y otros recursos.
¿Les suena de algo Ericsson, Saab, Volvo, Bofors =armas=, Nammo =armas=, Kongsberg =armas=, Ikea, H&M, etc?

Ni muy *verdes* ni muy *humanas* en lo que a explotación y devastación contra las y los trabajadores y contra la naturaleza se refiere.
¿Ah, que si se logra externalizar fuera del país toda la cloaca de las prácticas que enriquecen a una multinacional, entonces no se toma en cuenta dicha cloaca?
¿Y la faraminosa cifra de negocios de las empresas suecas, noruegas y finlandesas en base a la venta de armas, y su lucrativa participación en toda nueva invasión de la OTAN, tampoco será mostrada en la fábula, no?

No es posible un *capitalismo verde*, como no es posible un *capitalismo con rostro humano*, como no es posible un león vegetariano.
Porque la explotación y la depredación son inherentes al capitalismo.
Ahora bien, lo que sí es posible, es maquillar el mismo rostro inhumano y nada verde del capitalismo, con toneladas de maquillaje para que parezca lo que no es.
Pero un león con una máscara de cebra, no será nunca vegetariano como el personaje de su máscara, así como un sistema como el capitalismo, no será nunca *verde* como las máscaras que de sí mismo mediatiza el mismo sistema.

Grandes multinacionales energéticas, depredadoras por excelencia de la naturaleza, arboran logos de colibrí o de fauna marina.
La BMW y un banco suizo financian el barco con el que Greta surca los mares:
¿Será entonces menos poluyente, menos infame, el proceder de la BMW o del banco suizo?

Por otra parte, en el discurso del GreenWashing se culpabiliza a todos por igual, y al final... *si todos somos culpables nadie lo es de manera específica*, lo que es una manera de diluir responsabilidades, de no señalar a los principales responsables de esta barbarie:
los grandes capitalistas, la burguesía transnacional.

Es verdad que el sobreconsumo no se limita a la burguesía, porque si bien esta puede consumir muchísimo más y genera un despilfarro brutal, la clase explotada también ha sido alienada por el bombardeo publicitario, para llevarla a sobreconsumir, aún a costa de contraer deudas.
Pero una vez más, hay una cuestión de clase:
porque es la clase explotadora, la que posee los medios de producción y propaganda, la que impone su hegemonía ideológica y cultural a todo el planeta, es la clase explotadora la que aliena a la clase explotada a través de los medios masivos de su propiedad.

Es mediante la alienación que la clase explotadora dirige a la clase explotada hacia el sobreconsumismo, la dirige mediante el bombardeo publicitario y mediante los paradigmas que impone el aparato cultural del capitalismo =individualismo, consumo presentado como *compensatorio*, noción de *éxito* relativa al tener y no al ser, etc=.
La Obsolescencia Programada =envejecimiento prematuro de las cosas= también les garantiza a los grandes capitalistas que las masas sobreconsuman, para llenar sus cuentas bancarias mientras devastan al planeta.

En el 2019, las 26 personas más enriquecidas del mundo tienen la misma riqueza con la que malviven los 3.800 millones de personas más empobrecidas, la mitad de la población mundial.
Un puñado de multimillonarios posee los principales medios de producción y medios de propaganda y difusión.

El 1% de la población mundial posee el 82% de la riqueza mundial.
La base de datos de consumo de energía eléctrica per cápita, evidencia que son Europa, Estados Unidos, Canadá y demás metrópolis capitalistas, las que consumen, y de lejos, la inmensa mayoría de la energía consumida a nivel mundial.

En el discurso de la Máscara Verde, se equipara la depredación que cometen los grandes capitalistas, las gigantescas empresas que secuestran ríos enteros para la mega minería, con los pueblos que son sus víctimas.
Se equipara a víctimas con victimarios en ese abyecto discurso del *todos somos culpables*, que no hace distinción alguna, ni de clases sociales, ni entre el puñado de países que consumen el 80% de los recursos del planeta =Estados Unidos, Europa, Canadá, Japón, Australia y demás metrópolis capitalistas= y todos los demás países del mundo =la inmensa mayoría= que sobreviven con el 20% restante.

En el discurso de la Máscara Verde no se habla de metrópolis capitalistas que sobreconsumen, versus periferias capitalistas que son concebidas por el capitalismo transnacional como meras *bodegas de recursos* y saqueadas hasta la médula, con un impacto ecológico devastador y un impacto social de empobrecimiento, tampoco se dice que el saqueo es perpetrado asesinando a toda persona o comunidad que alce su voz contra el saqueo capitalista.
Se equipara a las multinacionales depredadoras con los pueblos que éstas exterminan.

Tomemos como ejemplo lo que cometen la Anglo American, la BHP Billiton y la Glencore al desviar todo un río para usar el agua en la mina de Carbón más grande del mundo, la mina del Cerrejón en Colombia, lo que causa sequía, ecocidio, hambruna y Genocidio contra uno de los principales pueblos indígenas de Colombia:
los Wayú.
Más de 14.000 niños Wayú han muerto de hambre y sed por causa del saqueo capitalista que perpetran esas tres multinacionales.
El carbón que se extrae por toneladas, es encaminado hacia Estados Unidos y Europa principalmente.

Así que no, no somos *todos culpables por igual*.
No es igual de culpable una familia trabajadora que un capitalista.
No es igual de culpable la multinacional Glencore que el pueblo Wayú padeciendo exterminio.
No son culpables las y los miles de luchadores sociales, ecologistas verdaderos, que son asesinados a diario por las balas de los sicarios del capitalismo transnacional;
pero en cambio sí son culpables los que saquean el planeta y pagan sicarios para exterminar toda oposición al saqueo capitalista.

Por nuestras muertas y muertos, ni un minuto de silencio ante la barbarie y la pantomima con la que pretenden encubrirla:
más de 1500 campesinos, indígenas, afrodescendientes, ambientalistas, luchadores sociales, asesinados en Colombia por el capitalismo transnacional en cinco años, otros miles en México, otros tantos en diversos países de África, Asia y América Latina...

Y nos vienen con su fábula de la niña de las trencitas, que NO cuestiona al sistema capitalista y es hyper-mediatizada, con su montaje que hiede a paternalismo eurocentrado, con su decorado que hiede a cinismo, con su teatro que hiede a fingir para que todo siga igual.

Están experimentando para ver hasta qué punto nos tragamos todos sus montajes con la sonrisa tonta, mientras que ellos, los miembros de la clase explotadora, siguen depredando montañas y ríos, océanos y bosques, siguen perpetrando ecocidios y genocidios, siguen empujando a millones de desposeídos a los caminos del éxodo, siguen transformando el planeta en un basural y a los seres humanos en alienados =y al que no se deje alienar, y pretenda luchar por fuera de los trazados de lo inútil, le asestan la bala paramilitar y militar, o la persecución política y la cárcel=.

*Mientras tengamos Capitalismo, este planeta no se va a salvar;
porque el capitalismo es contrario a la vida, a la ecología, al ser humano, a las mujeres*, expresaba Berta Cáceres, auténtica ambientalista y luchadora social hondureña, asesinada por oponerse al saqueo capitalista.
Chico Méndes, otro auténtico ambientalista, defensor de la Amazonía y luchador social asesinado para callar su voz de consciencia de clase, para intentar frenar la organización política de los desposeídos, ya señalaba, antes de ser asesinado, las imposturas del *GreenWashing* =al que por entonces no se llamaba con ese término, pero que ya existía=.

Contra el capitalismo y su Maquillaje Verde, también había alzado su lucha Macarena Valdés, ecologista Mapuche asesinada por defender a la naturaleza y a la comunidad, por enfrentarse a la multinacional RP Global, de capital austriaco, que promueve la energía que vende como *renovable y sustentable*, tras participar del ecocidio y genocidio contra el pueblo Mapuche.
Las y los luchadores contra la depredación de la naturaleza son miles, sus voces no son mediatizadas, sus vidas suelen ser cortas porque son truncadas por las herramientas represivas al servicio del capitalismo transnacional.

Y si algún país pretende nacionalizar los recursos naturales y no permitir que las multinacionales los saqueen, lo bombardean en sus guerras imperialistas, lo invaden, le introducen mercenarios fanáticos religiosos incubados desde el imperio, lo torturan, lo martirizan, le imponen regímenes sanguinarios.
¿Dónde están esos falsos *ecologistas* del sistema cuando el imperialismo estadounidense y europeo masacra naturaleza y pueblos en Irak, Libia, Colombia, Afganistán, Yemen, etc?
Ah...
Que ahí no está su seudo *protesta* ¿no?...

Claro, las marionetas al teatrillo, a embaucar incautos, a hacer que las miles de personas que fueron =y son a diario= asesinadas por el capitalismo transnacional por haber verdaderamente defendido al planeta en primera línea, sean más silenciadas todavía en medio de toda la cacofonía, de la hyper-mediatización de la ficción.
Pero la lucha sigue, contra el capitalismo y su barbarie;
porque la cosmética con la que pretenden tapar su hedor, muchas y muchos no nos la tragamos.

Se han pintado la cara quienes dicen estar de un lado o del otro y sin querer...se han mimetizado y los estamos descubriendo hace rato.
La pobre niña Greta es destrozada por quienes desde la *derecha* defienden sus intereses capitalistas, pero la defienden quienes se dicen ser de *izquierda* y ser *ecologistas*, sin embargo todos...funcionan para el mismo plan.

Si los izquierdistas que se encolumnan detrás de la niña Greta supieran que quienes tienen sus *mágicas soluciones verdes* son los mismos que han llevado al planeta hacia la ruina en la que está, me encantaría que nos explicaran a todos cómo es que no lo advirtieron a tiempo.

En el medio, esa pobre niña usada, niña que jamás apuntaría yo como responsable de nada ya que reitero, su lucha es mi lucha, pero tristemente esa lucha es hábilmente capitalizada por los depredadores de siempre.

A continuación otra nota, que con el laboratorio argentino de por medio, viene a educar a quienes aún no entienden cómo funciona la maquinaria de mezclar mentiras con verdades, y porqué los grandes medios de comunicación, serviles y funcionales al poder real intentan que la gente avale graciosamente y, tal el caso argento, felizmente con su voto, a los empleados del poder en el poder, haciendo de un país una especie de empresa atendida por sus propios dueños..;



-En materia económica nada reemplaza al vivo y en directo de la historia para desarmar la ideología prolijamente construida.
La referencia de la hora es sobre el rol que juega el FMI .
El macrismo llevó adelante la delicada tarea del ajuste infantil propuesto por el organismo, pero el Fondo siguió actuando con criterios estrictamente políticos y nada técnicos.

Desde la noche del 11 de agosto cualquier observador, incluso distraído, sabía que los 5400 millones de dólares restantes del acuerdo stand by no llegarían para la administración cambiemita y que serían, en cambio, la primera prenda de negociación con el futuro gobierno.

La apuesta principal, conseguir la continuidad de Mauricio Macri, se había esfumado y sólo restaba intentar la continuidad de la política económica bajo el nuevo gobierno. Agréguese el detalle de que para el todavía oficialismo recibir o no estos dólares no cambia ya nada, mientras que para la administración que asuma en diciembre, cuando las reservas netas del Banco Central bordeen el cero absoluto, ese mismo dinero tendrá una significación muy distinta.

Será la bandera de largada para el transitado camino de las condicionalidades, para el toma y daca básico de la acción política del Fondo, cuya tarea histórica, además de surtir los dólares para la salida de los capitales especulativos, es la imposición de políticas *coloniales*.

Las comillas para *coloniales* se justifican.
Hablar de colonia supone hablar de *imperio*, una palabra que la corrección política dominante siempre intenta enviar al arcón de los *sectarismos izquierdistas*, pero que sin embargo posee una luminosa claridad para explicar las relaciones económicas internacionales realmente existentes.

*Las disputas comerciales* entre Estados Unidos y China, por ejemplo, son en realidad una disputa por la hegemonía tecnológica, a su vez la base para el dominio sobre la evolución de las productividades futuras de las economías.

Es una lucha por la hegemonía imperial en la que, como en el siglo XIX, las potencias se repartirán el mundo.
Que las potencias sean dos aportan la externalidad positiva de un grado de libertad adicional para los países periféricos, a los que siempre les quedará el margen de pivotear entre las distintas adscripciones, es decir conservarán la opción para elegir socio en su inserción en la división internacional del trabajo, no mucho más.

La guía de las relaciones internacionales es siempre económica.
No hay imperialismos buenos e imperialismos malos, hay intereses.
Sin embargo también hay matices.
Por lo observado hasta ahora, incluso analizando la historia de los últimos siglos, China siempre ejerció un imperialismo mucho menos invasivo =véase, por ejemplo, la paradigmática obra de Jonathan Spence *En busca de la China moderna*=.

Establece relaciones económicas e invierte en los países poseedores de los recursos que le interesan, pero ello no va acompañado por la imposición de una dominación y de una ideología, es decir, por imponer a los países con los que se relaciona la política económica que deben seguir.
No es el caso estadounidense, huelga aclarar.

Luego, lo que define una relación imperial es la extracción del excedente colonial.
Las formas de extracción de este excedente fueron cambiando. Hubo un tiempo en que directamente se plantaba bandera o se establecía el monopolio del comercio, como por ejemplo en épocas del virreinato.
Más tarde fueron las diferencias en *los términos del intercambio*.
En la contemporánea era del capital financiero el mecanismo es más simple:
el endeudamiento.

El neoliberalismo extremista, con su completa desregulación a la circulación de capitales y mercancías, es el régimen preferido por este capital, por eso siempre termina en megadeuda.
El aumento de las obligaciones en divisas es inversamente proporcional a los grados de libertad de la política económica.
Una de las acciones clave del macrismo, su herencia más nefasta ahorrando calificativos, fue la acelerada reconstrucción de la dependencia colonial a través del endeudamiento desaforado en moneda extranjera, tal su *regreso al mundo*.

No hace falta hilar muy fino para advertir que el centro del discurso político pasa nuevamente por la renegociación de los pasivos externos y las condicionalidades que ello supone.
No se trata de exagerar, pero en diciembre de 2015 ni el más pesimista de los pesimistas imaginaba que en menos de cuatro años todo el debate político estaría nuevamente subsumido por las condicionalidades tácitas y explícitas del endeudamiento.

Mucho menos luego del gran salto adelante que el país había dado al deshacerse de la tutela del Fondo a un costo altísimo apenas una década antes.
En sólo poco más de dos años el macrismo saltó de una economía desendeudada a una crisis externa y la vuelta a la sujeción al FMI.

Los juicios morales no corren en economía, son incluso improcedentes, pero en términos políticos es imperdonable y no hay futuro posible si los responsables de este verdadero latrocinio quedan nuevamente impunes.
El problema es que el núcleo responsable es mucho más amplio que el de los funcionarios directos.
Además del oficialismo, hubo una extendida porción de la clase política pasivamente cómplice.

Tristísimo..., cuando en el 2015 ésta CEOcracia comenzó a ¿gobernar?, el dolor que yo sentía no era por verlos en la casa de gobierno, porque uno ya sabe que hay malos y buenos y que de los malos no se puede esperar nada bueno, es como ignorar que hay homicidas, traficantes y demás fauna humana, lo que me dolía era que fueran avalados por la misma gente que ¡¡¡ya los había padecido en la crisis de los 90!!!.

Cómo es posible me decía a mi mismo..¿la gente no sabe a quienes ha votado?...ese era mi dolor...enorme dolor que además aterra porque si una sociedad o.. bueno...mejor dicho hablaré con propiedad;
*media sociedad*, no identifica a su victimario..
¿qué futuro nos espera...?

He allí la derrota *cultural*, si el que estaba en la pobreza fué sacado de la pobreza y sin embargo en lugar de cuidar lo que le beneficiaba decidió elegir a quien lo volvería a transformar en pobre...debo pensar que hay muchos que salieron o dejaron de ser pobres que fueron *culturizados* por la ambición de creer...que iban a ser ricos..

Hay muchos que habían dejado de ser pobres y que no querían siquiera recordar...que habían sido pobres, y al pretender escalar más..lo perdieron todo.
Esa es la batalla cultural que nos debemos...y es saber cuidar lo que nos beneficia, en lugar de desecharlo y sustituirlo por quienes nuevamente nos perjudicarán.

Se irá el neoliberalismo del gobierno y todo el penoso ciclo de reconstrucción se va a llevar puestas a varias generaciones dado el desastre que deja en apenas cuatro años.
Su mérito y NO ERROR, será el plan pre-establecido, y no es más que esa *transferencia* que mencionaba al inicio cuando explicaba ésto.

Incremento de la pobreza y la indigencia, desocupación catastrófica, quiebre de pequeñas  y medianas empresas, jubilados muertos de hambre, niñez desnutrida, y futuros seres humanos vueltos a un estado primitivo en lugar de seres pensantes.

Eso es el neoliberalismo, fiel a sus postulados vino a hacer en cuatro años lo que no pudo en 12, y ahora quienes vengan con las mejores intenciones se van a encontrar con un panorama desolador, que seguramente conllevará con suerte, otros doce años de arreglar lo que ya está roto y destrozado.
¿Tendremos memoria?...

Cierro con un excelente análisis desde España, los pocos que aún pueden VER, lo que la mayoría de allí no ve;



-Como sucediera a finales de la década pasada, la crisis económica que cíclicamente ataca a los cimientos del sistema capitalista, vuelve a asomar por el horizonte sus negras orejitas.

El Banco de España, sin ir más lejos, ya le han anunciado a sus clientes las pésimas novedades que se avecinan.
Y lo ha hecho recortando las previsiones de crecimiento del 2.4% al 2% para los meses próximos meses.

A la información del Banco de España se han agregado docenas de otros Bancos Centrales y gestoras, que alertan a los suyos que se acercan pronunciadas curvas, y ahora procede *apretarse bien el cinturón*.
La verdad es que lo de *apretarse el cinturón* es en realidad sólo una expresión retórica, ya que esto último no es lo que suelen hacer las clases económicamente hegemónicas, sino poner en buen recaudo sus fortunas.
Y eso es, justamente, lo que han empezado a hacer.

La mayoría de las empresas de inversión han advertido a sus socios, clientes y amigos de la burguesía que estamos entrando de lleno en un período sombrío en el que el paisaje económico próximo sólo se contemplará *vacas flacas*.
Hay, pues, que dejar de jugar con los capitales y ponerlos a buen recaudo.
¿Qué hacer, pues, frente a ese desafío?

De acuerdo con los datos que se están colando en los ámbitos bursátiles, el 42% de las gestoras de patrimonio en todo el planeta están incrementando a vertiginosa velocidad las reservas de efectivos.
El 55% del resto, han recomendado a sus clientes prudentes inversiones en bonos o en ladrillo.
Mientras el ciudadano común sólo escucha campanas, sin que nadie le avise de dónde viene el sonido y cuáles van a ser sus repercusiones, las grandes fortunas, en cambio, han comenzado a retirar ya con premura los capitales que hasta ahora tenían invertidos en acciones.

Pero ¿hacia qué depósitos están migrando esas cantidades ingentes de dinero líquido, que hasta hace bien poco se destinaban al juego bursátil de las Bolsas?
¿Hacia qué nuevos o viejos sectores productivos?
Pues despeje sus dudas.
Ni a unos, ni a otros.

Según los datos proporcionados por Global Wealth Managers, una gran empresa internacional de servicios financieros, una buena parte de esos capitales ya están navegando viento en popa y sin que nadie se atreva siquiera a denunciarlo, hacia los seguros refugios que ofrecen los paraísos fiscales.

El pánico ha comenzado a apoderarse, incluso, de las grandes fortunas, que hasta ahora tenían aseguradas sus inversiones a través de las denominadas *Family office*, una suerte de plataformas de inversión dedicadas a gerenciar íntegramente grandes patrimonios como pueden ser los adscritos a inversiones financieras, inmobiliarias y empresariales.

De ahí que los grandes capitales busquen con fruición la protección de los paraísos fiscales como refugios seguros de sus capitales.
No es una novedad.
Ya lo hicieron durante la pasada crisis .

Según los expertos, con la recesión que se avecina galopante, podrán abrirse demasiados *frentes de crisis*, y al existir la posibilidad de que todos ellos puedan reventar simultáneamente, el impacto que ello podría tener sobre los mercados podría resultar dramático.
Nuevamente se vuelven a repetir, pero con formas más graves y distintas, las secuencias de la última crisis.

*En general, creemos que hemos tocado techo*, se atreven a reconocer los gestores que viven de la administración de las grandes fortunas.
La cuestión es que para la gran mayoría de la población, la salida de la crisis anterior no había llegado a percibirla.
No ocurrió lo mismo con el número de multimillonarios, que que no hizo sino incrementarse durante la última década.

Para la sociedad en su conjunto, cuando todavía no había ni siquiera empezado a salir de los efectos desastrosos de la última, se encuentra repentinamente instalada en una nueva crisis económica cuyas dimensiones están todavía por conocer.

Fuerte abrazo.

Gilgamesh***

Fuentes;
-cecilia-zamudio
-pagina12
-canarias-semanal