***Feliz inicio de semana para todos.
Argentina...un canto al dolor...
Desde el establecimiento del *Macrilato* parece que todas las miserias y calamidades han llegado para quedarse en éste insólito país.
El fin de semana volvió protagonistas unas vez más y por segunda vez en menos de un mes, a los elementos..esos que se *desatan* y vuelven llanto a las risas, y miseria a las prosperidades.
Madrugada del Sábado, se descarga la lluvia durante prácticamente toda la noche.
No podía dormir, veía los relámpagos por la pequeña ventana y se me fué el sueño, llovía a baldes.
Logré por fin pegar un ojo y desperté por la mañana bien tarde.
Encendí la PC, estaba nublado y con ganas de aclarar, pero cuando vi el mapa del SMN me quedé impresionado;
Por la tarde comenzó a llover como si fuera la última vez, como siempre me dije..*ésto está haciendo desastres en algún otro lugar*.
Otra vez el mapa...y el panorama..aterrador a medida que la tormenta subía y bajaba y evolucionaba otra vez...hacia ésta sojera Santa Fé de la Vera Cruz;
Después..lo inevitable;
Al mejor estilo de un emperador romano, el Gobernador de pie y su *gabinete de crisis* pensando qué hacer...por dónde empezar...pero hacer ¿qué?..si hace 10 años gobiernan la misma provincia...
¿no hubo tiempo suficiente?..;
Llegó la noche, la radio a transistor y a pila, querida compañera de noches insomnes, amante oculta debajo de mi almohada, y un *programa especial* donde el conductor decía *la situación es dramática*.
Habían pasado 24 horas y la queja aquí en la ciudad no era nada comparado con el desastre en localidades vecinas, llamaba gente a la radio desde su celular desesperada relatando que estaban en una ruta en el medio del campo...pero que la ruta se había vuelto un río...y que el agua subía...y que...llegaba a la mitad de la puerta del coche..¡¡que venga alguien a ayudarnos por diosss!!, decía la mujer con la voz quebrada..
Similares relatos se iban sumando, un micro varado y el Chofer haciendo que todos subieran a la planta alta del micro..y el agua subía..
Arroyos desbordados como nunca antes, invadiendo carretereas, rutas, caminos internos...un caos..
Pueblos aislados sin energía eléctrica, incluso hasta la gran conexión Rosario-Buenos Aires...cortada...
Encima 15 de Enero...recambio turístico...muchos regresan muchos se van de vacaciones...a todos los tomó por sorpresa.
30 kilómetros de fila...irresponsables intentando cruzar igual algunos experimentaron el terror que nunca habían conocido cuando su valentía e intrepidez se quebró al ver como se les venía encima un río...
Pueblos bajo el agua...agua que no se va...y el gabinete de crisis...buscando la misma excusa de siempre...*lluvias nunca antes vistas*;
¿Vale la pena poner más imágenes? no..., ésto es la consecuencia de un efecto que es precisamente de lo que no se quiere hablar...y que aquí ya abordamos, y que lamentable pero felizmente está haciendo tomar consciencia, sólo cuando el hecho ya está consumado, pero bueno...al fin *el tema* del cuento del calentamiento está siendo suplantado por la denuncia hacia los verdaderos responsables...la ambición por la soja...y los gobiernos cómplices;
Escribe Mempo Giardinelli;
-La gran mayoría de los argentinos =los casi 30 millones que no vivimos en la CABA y conurbano= solemos escuchar a los dirigentes =de todos los sectores, frentes y partidos= hablar de, y referirse a, *la Argentina* cuando en realidad hablan de la capital de la república o de algún barrio… Y es que cuando las cada vez más furiosas lluvias y tormentas tropicales hacen estragos en toda la históricamente llamada pampa húmeda, y apacibles campos y ciudades se inundan por meses y dejan consecuencias socioeconómicas devastadoras, es necio no reconocer que esa realidad está vinculada a la apropiación y manipulación del gentilicio nacional.
Porque es la gallina de los huevos de oro lo que está muriendo, y eso, que es catastrófico para todos los argentinos, sigue en manos de corporaciones y terratenientes soberbios e ignorantes que en las capitales hablan del *campo* y de la Argentina como si fuera igual para todos.
¿Será que el flagelo de las inundaciones =en aumento desde los últimos 50 años= tiene que ver con la anarquía rural de un país que sigue sin resolver su cuestión agraria?
No hay otro camino que… el indispensable, urgente y definitivo freno al maltrato de la tierra por parte de los propios terratenientes y de sus organizaciones gremiales, por un lado, y por el otro la aplicación de una política impositiva fuerte que grave el latifundio y organice sistemas de producción que antepongan los intereses de la nación a los de las corporaciones de exportadores. Esto es, un nuevo modelo productivo que respete y proteja a las unidades agrarias según su tamaño y su capacidad de producir alimentos tanto para el consumo interno como para la exportación.
Mientras ellos =las corporaciones y los terratenientes soberbios e ignorantes= y sus medios les echan la culpa a fenómenos como El Niño y al Océano Pacífico, las consecuencias están a la vista y son tremendas: en el último año comunidades pujantes como Rafaela, La Carlota o Pergamino =por citar ejemplos de las tres provincias históricamente graníferas= han sufrido inundaciones y daños sin remedio inmediato. Cuadros similares se repiten en cientos de pueblos y ciudades de Santiago del Estero, Chaco, Corrientes, Entre Ríos.
Casi medio país =el 90% del agropecuariamente más productivo= está hoy en emergencia y, lo que es peor, sin perspectivas de cambio, sin planes ambientales de recuperación y para colmo en manos de cajetillas agrarios.
No discutir una política agraria en un país agrario que está en semejante emergencia, es, por lo menos, imbécil.
Y ése es el gran triunfo cultural de la oligarquía terrateniente que, como ya se ha señalado en esta columna, se expresa en el silencio de los mentimedios, sus tinterillos y cacatúas que le marcan la agenda al presidente: el debate agrario no existe en la Argentina.
Pedro Peretti, ex dirigente de la Federación Agraria Argentina dice;
-Hay una persistencia generalizada de los factores económicos a no reconocer el origen de estas inundaciones, reiteradas, que es el monocultivo de soja inducido, más la concentración de tierras y renta… Una hectárea de soja consume entre 400 y 600 milímetros cúbicos de agua al año; una hectárea de pastura entre 1.400 y 1.600 m3 al año; una hectárea de bosque consume de 1.800 a 2.200 m3 anuales. Deforestamos 4 millones de hectáreas de bosques para sembrar soja y destruimos 180.000 chacras mixtas; la soja le arrebató 10 millones de hectáreas a la ganadería en la Pampa Húmeda.
Estudios del INTA Marcos Juárez indican que las napas freáticas de la Pampa Húmeda que estaban a 10-12 metros de profundidad hace diez años ahora están a 1 metro.
No puede absorber más
En las provincias de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires hay estudios que demuestran, por ejemplo, que las napas freáticas que históricamente estaban a un promedio de 10 metros bajo la superficie, ahora están a entre uno y dos metros promedio. Y subiendo temporada tras temporada.
Cuando la tierra no absorbe más agua, el agua va a parar a los ríos y arroyos, drena a las cuencas y de ahí a las ciudades. Por eso decimos que el monocultivo de soja es un problema que se genera en el campo pero que se padece en la ciudad… Los gobiernos de las provincias afectadas repiten el discurso dominante. Binner y quienes vinieron después defienden el monocultivo de soja… ¿Por qué? El complejo aceitero que va desde Timbúes a Arroyo Seco =54 kilómetros a lo largo del Río Paraná= factura 22.000 millones de dólares al año.
Eso tiene una penetración política y mediática impresionante. Acá se hace lo que Cargill, Dreyfus y Monsanto quieren. Solamente hace falta un gobierno popular, un gobierno que se plante. Por eso el marco político es tan importante para resolver el problema de la inundación. No es un problema hidráulico, de obras de infraestructura. Es un problema político, que tiene que ver con prolijar, defender e impulsar otro modelo de desarrollo agropecuario.
Debe haber dentro del campo popular un debate sobre la política agropecuaria propia, construida y analizada a partir de los intereses de los sectores nacionales y populares.
No podemos seguir más con categorías neoliberales para el sector.
Primero hay que reponer las retenciones a la soja.
Impuestos que graben la siembra de soja además en sectores alejados de los puertos. Y transformar a la soja de un monocultivo a un cultivo, volviendo a la chacra mixta. ¿Qué es la chacra mixta? La chacra tradicional con pasturas, ganadería y cultivos variados.
Hay una gran hipocresía en relación a la generalización del cambio climático como responsable de las inundaciones. Pero el cambio climático tiene nombre y apellido.
Los 4 millones de hectáreas deforestadas en el NEA y NOA para sembrar soja, obedecen a los grandes grupos económicos. Ahí está Jorge Brito, Eduardo Eurnekian, Eduardo Elsztain, Soros, etc., que crearon los nuevos latifundios. Y tenemos a Urtubey, Romero a Ángel Rozas del Chaco que han dilapidado más tierra pública que Roca en el siglo XIX. Una burguesía feudal que, gracias a la reforma constitucional del Pacto de Olivos que transfirió el uso del suelo a las provincias, éstas se lo cedieron a las grandes corporaciones, parte central del desastre ambiental que estamos padeciendo hoy.
Que en la Argentina en general y en el movimiento nacional y popular en particular no se discuta la política agraria, siendo un país agrario, constituye un triunfo cultural de la oligarquía terrateniente doméstica, que odia que le *cuenten las costillas*.
El poco debate agrario que existe, está dominado por los términos teóricos y facticos, que nos fija el neoliberalismo.
Y cuando hablamos de política agraria hablamos de la renta agraria, de la industrialización de la ruralidad, del comercio exterior de granos, del uso y la tenencia de la tierra, de la sojización, del impuesto al latifundio, del sujeto agrario, de las políticas públicas diferenciadas, de la segmentación, de las deforestaciones, y, por supuesto, de las inundaciones en la República Argentina y cómo dar el primer paso en resolverlas.
*Odia que le cuenten las costillas*, decía Peretti..y cuánta razón tiene..
-El artista se opone al proyecto de ley del Ordenamiento territorial de bosque nativo. Por este motivo, fue criticado por CARTEZ, una entidad que nuclea a los productores rurales. Por este motivo, lo acusaron de buscar *el aplauso fácil de un público condescendiente, que no tiene por qué estar debidamente informado sobre cuestiones que competen al ámbito académico antes que al festivalero*.
Con valentía y defendiendo sus convicciones Raly les responde en su carta;
-A los señores que me invitan a callar:
Unquillo, Córdoba, 14 de Enero de 2017
A ustedes, señores, que me piden que no hable de cosas que no sé, de cosas que, según su criterio, estoy desautorizado a opinar.
Pues deben saber ustedes que hablo de ese monte que tantas veces recorrí de la mano de mi madre, una mujer nacida y criada bajo los algarrobos blancos y negros, quebrachos, tinti takos, tuscas e innumerables plantas de nuestra tierra; ese monte que canta por mi garganta y hace música a través de mis manos.
Claro, seguramente para ustedes esto no significa absolutamente nada, pero para mí y para tantos paisanos significa la vida misma. Ustedes me invitan a callar y yo no acepto su ofensiva invitación.
¿Saben por qué? Porque mis canciones y las de mis compañeros vienen de allí, de ese lugar que ustedes detestan porque les impide seguir engordando sus cuentas bancarias en nombre de un supuesto progreso. Ese lugar, el bosque nativo, el que siempre nos dice la verdad.
Ustedes ofenden mi historia y a mi gente, al decir que busco el aplauso fácil. Eso es algo, señores, que ni yo ni ustedes podremos juzgar, solo el tiempo lo hará. Sí me veo en el deber de transmitirles humildemente que si buscara el aplauso fácil, sería la falta de respeto mayor que podría hacerle a mi tierra y a mi pueblo.
La tierra canta, llora, recuerda, camina, se manifiesta y nosotros la honramos como nuestra madre total, mientras que ustedes la castigan con sus topadoras y sus venenos *milagrosos*.
Son, según se ve, miradas opuestas del mundo y de la vida.
Ustedes me acusan de generar *confusión en la opinión pública* y de llevar la discusión *al ámbito de las ideologías extremas*. Dicen que eso *es lo que se pretende superar*. Desde hace mucho tiempo que otros señores como ustedes vienen vaticinando el fin de las ideologías. Quiero decirles que los desmontes irracionales que viene sufriendo nuestra tierra no son otra cosa que el resultado de una ideología extrema, la de ustedes.
La verdad es que lo que *sorprende y preocupa* es la *escasa valoración* que ustedes tienen por la opinión de muchos científicos serios y honestos, por el monte y por el campesinado. ¿Ustedes me piden argumentos científicos para sostener mi postura? Hay cientos de ellos, uno más contundente y fehaciente que otro, hay tantos que no cabrían en esta pequeña carta. Les cuento, por si no están al tanto, que muchos de estos argumentos fueron aportados por prestigiosas instituciones a las autoridades legislativas. En algún cajón deben estar.
Y tengo de los otros, de los que veo todos los días, los de la gente destrozada en lo más profundo de sus sueños, los de los pueblos inundados de preguntas y sin una sola respuesta, los de las manos lastimadas por las esquirlas de un sistema voraz y sangriento, los de tantos campesinos despojados de sus noches puras y de su medicina ancestral, en fin, los de una Córdoba desbastada en su naturaleza como pocos lugares en el mundo.
El monte nos enseña, todos los días alguna lección nos da, nos purifica el alma y el camino. Es por eso, señores, que para arrasar con el monte que nos queda, digo, tendrán que mirar a sus hijos a la cara y luego pasar sobre nosotros.
Raly Barrionuevo
No les gusta que les cuenten las costilla..., Raly se las ha contado con su arte, sus canciones y su valiente convicción.
Por eso, en un CEOgobierno como éste, el Ministro de Agroindustria de la Nación es precisamente...
un terrateniente...¿te das cuenta no...?
Y cuando tiene que hacerse cargo de éste desastre....sale con la muletilla típica de los zorros que cuidan a las gallinas;
Qué dijo éste patriota sojero hoy CEOMinistro de Agroindustria?..que pasará en helicóptero para sacarse la foto, salir en los medios y seguramente ...quitar impuestos al pobre agro...inundado, darle créditos que seguramente nunca pagarán...y se lo pagará el Estado cuando salgan eyectados tarde o temprano..., o sea lo pagaremos nosotros...
Ésto es algo así como la bravuconada de Pandora Trump, hacerle pagar el muro a los mexicanos..
Éste CEOpatriota de la oligarquía agraria que se ve venir la reacción social dice entre otras cosas;
-*Mañana visitaré las zonas afectadas para conversar con la gente y tener un mano a mano para saber las vivencias. Cada región tiene una particularidad.
La buena noticia es que se avizoran 10 días de sol y eso permitirá trabajar en ingresos de caminos.
Si vivimos mirando la coyuntura, vamos perder de vista el mediano plazo. Vamos a ponernos a disposición del gobierno de Santa Fe para abordar la integridad del problema.
Hoy es un día para buscar soluciones y no para buscar culpables*
SIC.., no les gusta que les cuenten las costillas...
Gilgamesh***
Fuentes;
-rosarioplus
-oetec
-diarioregistrado
-terra
-notife
lunes, 16 de enero de 2017
* Inundaciones argentas; contando sus costillas *
Publicado por
Gilgamesh
en
13:55
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domingo, 15 de enero de 2017
John Shelby Spong; abriendo ojos-3 *
***Hermosa noche de Domingo para todos.
Les voy a compartir otra entrega del ex Obispo John Shelby Spong, quien se dedicará a examinar el AT y a explicarnos cosas que el 99% de la llamada *cristiandad* no tiene ni la más mínima idea, pero antes algunas consideraciones.
El objeto de compartirles éstos textos nunca debiera ser tomado como el típico *en contra de*, puesto que a mí sinceramente no me interesa en absoluto la religión que cada quién decida practicar o en la cual creer.
Yo busco profundidad histórica en éste y muchos otros estudios compartidos para reforzar *mi creencia* que ustedes ya conocen.
A partir de ese *refuerzo* intento después mirar al mundo y corroborar mi absoluta certeza que deja de ser una cuestión de fé, para convertirse en una Verdad.
Claro está, que cada quien tiene el mismo derecho y justificar así su propia Verdad, y eso no es algo que para mí esté en discusión.
Al surgir yo del seno de una familia *creyente* se me bautizó, se me hizo tomar la comunión, y cumplir con demás *ritos* o preceptos, que lamentablemente no fueron ni son sólo eso, cuando la *religión* deja de ser un acto íntimo o de elección para convertirse en una herencia impuesta. Como ni heredo bienes materiales de mi familia tampoco estoy dispuesto a heredar sus formatos cúlticos y con el correr de los años hago mi propia y bendita elección.
Si el formato se vuelve familiar, se vuelve social, se vuelve nacional, se vuelve en que la religión se entromete entonces por la fuerza aunque nosotros pensemos que no, y que se circunscribe únicamente a un ámbito *privado*, pues ésto no es así.
Presidentes, Jueces, Políticos, Médicos, etc., son personas que toman decisiones en la vida social anteponiendo sus creencias sobre los demás y eso es algo que a mi entender, es el formato nefasto de lo que se dice *religión*.
Un Presidente que apoyado en su creencia religiosa decide bombardear a un país matando a semejantes e incluso a inocentes excusándose en un *efecto colateral no deseado*, es el fiel reflejo de la infiltración de la religión en la vida de los otros. Un Juez que cree en el precepto machista del AT va a fallar livianamente cuando un marido golpeador le da una zurra a su esposa y de su decisión dependerá la vida de esa mujer e incluso de la sanidad mental de los hijos del matrimonio, y ya sabemos cómo suelen fallar los jueces en éste tema.
Idéntico para un Médico creyente decidir si aprueba el aborto de una mujer que ha sido violada, y que según su criterio religioso no debe abortar, como si el cuerpo de la mujer fuera el suyo... , en todo caso ¿se animaría a darle su apellido al niño y hacerse cargo de la manutención a partir de imponerle su decisión?.
Entonces, compartir con ustedes éstos valiosos estudios u opiniones personales no pretende apuntar a tal o cual creencia, intenta sintetizar una forma de vivir que sea menos cruel para el prójimo en una sociedad cruel de un mundo cruel.
Hay un sitio llamado *tu amigo judío* que me parece muy bueno, porque en cierta forma intenta que quienes no somos judíos no centremos alguna mira que generalmente se suele utilizar contra ellos o contra cualquier otra religión.
Del sitio extraigo una de las preguntas que se suelen hacer sobre un tema que lo único que ha generado es odio y más odio, y la respuesta de éste amigo judío es tan acertada que debería cabernos a todos, sea cual fuere nuestra propia creencia;
¿Por qué no creen en Jesús?
Esta es la pregunta que más curiosidad me da. Nunca me preguntó un budista por qué no creemos en Buddha, ni un Hare Krishna por qué no creemos en Krishna. La gente nace en diferentes lugares con diferentes tradiciones y uno generalmente hereda la lengua, cocina, religión y todas las costumbres de nuestros padres sin pensar mucho en eso. El tema de las profecías y todo eso es algo que nunca me despertó curiosidad.
Lamentablemente vivimos en un mundo en el cual te han mentido al hacerte creer que para ser un buen hincha de equipo tenés que odiar a los hinchas de otro equipo; esto es falso y luchá toda tu vida para que tus hijos sepan desde pequeños que es una de las primeras mentiras que van a tratar de enseñarles. Vos podés ser el mejor cristiano del mundo sin tener pica con ninguna otra religión (como de hecho dice los evangelios que hay que hacer) y yo puedo ser el judío más fanático del mundo sin que me ocasione ningún problema que otros tengan otras religiones.
No es necesario que estemos de acuerdo para que seamos amigos. Vos decís que las profecías se cumplieron, copado, me alegro, ahora salgamos a los barrios carenciados a ver en qué podemos ayudar y dejemos las luchas celestiales para el cielo, que quien necesita ayuda es la gente acá en la tierra, estoy más que seguro que el único milagro con el que Dios necesita tu ayuda es el de darle una mano a los huérfanos, viudas y demás necesitados. Así que yo no es que creo ni no creo en Jesús, simplemente no forma parte de mi universo, como Krishna no forma parte del tuyo.
Bajo ésta excelente respuesta aplicable para todos sin excepción, vamos a compartir entonces a John Shelby Spong;
Los libros de Moisés-la Toráh
En términos relativos, la Biblia se comenzó a escribir hace poco.
Si consideramos que el universo tiene alrededor de 14 mil millones de años y que el origen de nuestro planeta se remonta a unos 4.500 millones, el comienzo de la escritura de la Biblia, fechada en el 1000 a.C, es un acontecimiento reciente. Los científicos consideran que la aparición de la vida humana se registró en algún punto entre 2.000 millones y cien mil años atrás dependiendo de cómo definamos la *vida humana*.
Los antropólogos sitúan el inicio de la civilización en 15 mil años. La persona a la que llamamos Abraham, considerado el fundador del pueblo judío, generalmente se ubica en el año 1800 a.C. La más antigua secuencia de la Biblia se escribe en el décimo siglo a.C, lo que sería una entrada en escena tardía. Sin embargo, la Biblia ha entrenado a la gente a pensar que la historia bíblica comienza en el momento de la creación. A principios del siglo XX, el obispo anglicano de Irlanda, James Ussher, basándose en las *inerrantes palabras* y fechas de la Biblia, afirmó que la creación tuvo lugar el 23 de Octubre del año 4004 a.C. Uno de sus contemporáneos, James Lightfoot, añadió en nota que fue ¡a las 9 de la mañana!.
Si queremos analizar la Biblia, primero debemos tomar conciencia de que su parte más antigua sólo existe hace unos 3 mil años, entre el 950 y el 1000 a.C.
Sólo este hecho confiere un rasgo de radical relatividad en las afirmaciones bíblicas respecto de una historia natural real.
Luego viene que, si Abraham vivió alrededor del 1850 a.C, y la parte más antigua de la Biblia es del 1000 a.C, todo lo que sabemos de Abraham tiene que haberse transmitido oralmente durante 900 años, o sea, unas 45 generaciones antes de alcanzar la forma escrita.
Este dato nos obliga a admitir el hecho de que la historia bíblica no puede ser históricamente fiel sino que su carácter es el de relato popular y un mito en el que los hechos de la historia se han ido distorsionando a medida que se desarrollaba la tradición. Abraham podría muy bien no haber sido judío. Se le identificó, por ejemplo, con el templo en Hebrón. Por su parte, Isaac, que se presenta como su hijo, se identifica con el templo de Betsebá, y Jacob, su nieto según la Biblia, se identifica con el templo de Bet-el.
Estas identificaciones con santuarios específicos abre la posibilidad de que estos tres patriarcas fueran hombres santos cananeos no relacionados entre sí, cuyas vidas fueron después relacionadas e interpretadas como las tres generaciones fundadoras del pueblo judío y proporcionar así una justificación a la invasión de dicha tierra por las tribus de los judíos allá por el año de 1250 a.C.
El propósito de estas historias patriarcales en el Génesis fue establecer la base jurídica para reclamar los judíos que ellos, al invadir, sólo estaban tomando posesión de una tierra que Dios les había prometido a sus ancestros siglos atrás. Racionalmente, esta reclamación no tiene sentido pero, como propaganda, tuvo entonces y tiene aún ahora una poderosa influencia en los asuntos humanos y políticos de aquella región.
Otros hechos de la historia bíblica amenazan aún más a quienes manejan la Biblia de forma mágica, y pretenden que en sus palabras hay tanta verdad literal como historia real.
Moisés, un personaje aún más importante que Abraham en la historia bíblica, vivió unos 300 años antes de que se escribieran los primeros textos del Antiguo Testamento en el año 1000. Esto significa que debemos asumir el hecho de que todo lo atribuido a Moisés en la Biblia, incluido el éxodo desde Egipto y la proclamación de la ley en el Sinaí, son tradiciones sagradas trasmitidas por vía oral, durante 15 generaciones, antes de alcanzar el estatus permanente de una forma escrita.
¿Cuánto se engrosaron estas cruciales historias mosaicas, durante su período oral?
¿Reemplazó el Mar Rojo al Mar de Cañas en el centro de la historia de la división de las aguas? Los frutos del árbol del tamarisco, con su residuo blanco escamoso, ¿no serían los que originaron la historia del maná enviado por Dios, desde al cielo al pueblo hebreo que estaba hambriento? ¿Fue tal vez una erupción de gas natural encendido, en aquella zona rica en combustibles fósiles, lo que originó la historia de la vocación de Moisés por Yahvé, que le habló desde un arbusto encendido y que no se consumía? ¿Cuál fue el proceso de composición del código legal de Israel, incluidos los Diez Mandamientos, antes de tomar forma definitiva en el libro de Éxodo?
El número de *diez*, ¿es más importante que el concepto de mandamiento?
Que la Biblia contenga una variedad notable de versiones de los Diez Mandamientos, ¿es sólo una forma de explicar la historia de Moisés rompiendo las tablas que contenían los Diez Mandamientos, al ver que el pueblo de Israel había cambiado al Dios que los había traído de Egipto, por un becerro de oro, y que, por tanto, había tenido que volver al Sinaí a por una segunda versión?
¿Cuánto de la narración del éxodo es historia y cuánto es elaboración posterior para adecuarla al ritual de la Pascua, diseñado para hacer que el pueblo judío celebrara litúrgicamente su origen político como nación? Ninguna de estas preguntas pudo plantearse antes de que se abriera camino la idea de que la Biblia no era un testimonio directo de una historia ocurrida tal cual en la antigüedad, entre los lectores más observadores e informados. Con cada nuevo descubrimiento, la Biblia se fue viendo cada vez más como un maravilloso libro, esencialmente humano, que debía poderse examinar críticamente, antes que como palabra de Dios en sentido literal, divinamente inspirada e inerrante por haberse revelado desde lo alto.
A fines del s. XIX, un grupo de estudiosos encabezados por los profesores K. H. Graf y Julius Wellhausen en Alemania, se dedicaron a estudiar rigurosamente los cinco primeros libros de la Biblia: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, llamados la Toráh o la Ley o los Libros de Moisés, es decir, la parte más sagrada de las Escrituras hebreas, cuya lectura era tradición obligatoria leer en su totalidad durante los 52 Sabbath de un año en las sinagogas. Estos estudiosos se dedicaron a aplicar a estos textos los métodos que la crítica literaria aplicaba a otros de la antigüedad.
Para ello, tuvieron que dejar de lado la pretensión de los creyentes, judíos o cristianos, de que fueran *palabra de Dios* o de que ellos poseían una divina relación con la verdad. Los resultados fueron a la larga saludables y, más que nada, abrieron las puertas a un nuevo interés académico por la Biblia.
Gracias al análisis cuidadoso de estos libros, los eruditos descubrieron que había diferencias notables, lo que les llevó a concluir que la Toráh la constituían distintos fragmentos que antaño habían sido textos independientes.
Uno de estos textos anteriores se refería a Dios con el nombre Yahwéh, o por lo menos con un impronunciable conjunto de consonantes =el tetragrámaton o cuatro letras de YHWH de donde sale tanto Yahvé como Jehová= y llamaba, a la santa montaña de los judíos, el Monte Sinaí. Otro de estos conjuntos llamaba a Dios Elohim y a la montaña santa la llamaba el Monte Horeb. Un tercer conjunto reflejaba no algo de hacía mil años sino la vida en el reino de Judá durante el s. VII a.C.
Por último, un cuarto conjunto era del tiempo del exilio y aún posterior. Al separar estos conjuntos, fueron surgiendo nuevos conocimientos.
El conjunto que llama YHWH a Dios se centra en Jerusalén porque exalta las instituciones identificadas con dicha ciudad como, por ejemplo, la figura del rey, del sumo sacerdote y del templo. Refleja, por tanto, el período en el que la nación judía no estaba dividida y se gobernaba desde Jerusalén.
Los documentos que llaman Elohim a Dios reflejan los criterios de la región norte de la tierra de los judíos; tierra que se independizó de Jerusalén cuando la rebelión del general Jeroboam contra, Roboam, el recientemente coronado rey en Israel, que, según la Biblia, fue hijo de Salomón y nieto de David.
Esta rebelión, acontecida alrededor del año 920 a.C, triunfó y dio lugar a un nuevo estado judío, el Reino del Norte o Israel propiamente dicho.
Esta nueva nación tuvo su capital y centro litúrgico en la ciudad de Samaría y rastreó sus raíces hasta José, a quien llamaron el *hijo favorito* del patriarca Jacob y de Raquel, su esposa predilecta al que su padre había regalado, entre otras cosas, un manto multicolor.
En esta narrativa *elohísta*, el patriarca José siempre se yuxtapone a su hermano mayor Judá, figura ancestral dominante en la tradición yahvista, entre el pueblo judío y cuya vida de centraba en Jerusalén. Judá era hijo de Jacob y Lía, la hermana mayor de Raquel. De acuerdo con esta historia, el matrimonio de Jacob y Lía fue
una trampa de Labán, el padre de las dos muchachas. Sólo mediante este primer matrimonio con Lía podía Jacob acceder a casarse con Raquel como segunda esposa. El texto describe a Lía con crueldad al presentarla como la esposa no amada y físicamente no agraciada: *de ojos saltones, como una vaca*.
El documento elohísta, a diferencia del yahvista, se escribió, por tanto, para contrariar las pretensiones de la tribu de Judá de que su destino era regir sobre las diez tribus del norte, y para exaltar, además, la autonomía de éstas. Al servicio de este tema, el escritor elohísta fue tan lejos como para afirmar que Judá traicionó a su joven hermano José al venderlo como esclavo por veinte piezas de plata. Con el tiempo, sin embargo, se nos cuenta que José asume y perdona este acto de traición y salva a todos sus hermanos, incluido Judá, de la muerte por hambre, cosa que hizo llevándoselos a Egipto, donde permanecieron durante cuatro siglos.
La estancia acabó por convertirse en esclavitud, y de ella, finalmente, los liberó Moisés, quien los guió hacia su *tierra prometida*.
En la medida en que estos cuatro conjuntos de textos se consideraron como relatos distintos, escritos para reflejar tiempos históricos muy diferentes, los estudiosos empezaron a darse cuenta de que habían puesto en la picota el código y la creencia establecida acerca de los orígenes bíblicos. En conclusión, Moisés no escribió los cinco primeros libros de la Biblia y ni siquiera los escribió un único autor.
Pese a que Jesús afirmara en los evangelios *habéis oído que Moisés os dijo*, esto no era verdad.
El Pentateuco era un conjunto de escritos que se habían mezclado y combinado en una historia única, a través de un período de 500 años de ensayos redaccionales. Los estudios bíblicos dieron así un enorme salto hacia la modernidad junto con otros estudios acerca de la antigüedad desarrollados durante el siglo XIX. Las antiguas proclamaciones, sostenidas tan tenazmente, por tanto tiempo y por tanta gente, se vieron sacudidas en sus cimientos.
Había nacido la era de la indispensable erudición crítica sobre la Biblia, quizás el primer texto sagrado de dos religiones que se sometió a tal proceso.
Volveremos sobre este resumen más adelante y examinaremos cada uno de los cuatro conjuntos de la Toráh con mucho más detalle.
Hasta entonces.
John Shelby Spong
Bueno...es imposible no citar al judaísmo puesto que nuestro mundo llamado Católico o Cristiano, e incluso Evangelista, vive de acuerdo a esas religiones que están basadas en judaísmo, entonces es menester tocar el tema judío para preguntarnos a nosotros mismos los no judíos, que cómo es posible que se nos haya *armado* una religión que rige nuestras vidas y que corresponde a una historia circunscripta a creencias, leyes y preceptos con los cuales...hay muy poco que nos pueda identificar.
Es por eso que aunque nos hayan mezclado el AT con el NT, siempre habrá un momento en el que nos preguntemos...¿qué hemos estado adorando? ¿qué preceptos estamos tomando?, y cuando uno se entera del Nag Hammadi...empieza a certificar que ni siquiera el NT es algo creíble, y que por algo excluyeron tantos evangelios...so pretexto de que eran *herejes*, a ver...
¿quién puede preocuparse tanto en exterminar a otros si éstos otros eran falsarios?, acaso...¿se le puede temer a una mentira si yo estoy advocado a lo superior?..
Verán...todo lo que se trata de imponer con violencia, y mucho peor, silenciando a otros, no ha de provenir de algún un dios bueno...
¿Conocen a algún líder religioso, político, empresario, o persona que ostente poder que diga y asuma ser Gnóstico?..yo no...
¿Le convenía al poder de turno el mensaje de un Cristo Gnóstico hace 2000 años?
¿Le conviene hoy al mismo poder?
¿Eran alucinaciones de extraviados mentales el Psistis Sofía o el Evangelio de la Verdad o La Hipóstasis de los Arcontes?...
Un Conocimiento que te dice que los bienes materiales son inútiles, como así también las guerras, o cualquier cosa que va en contra del Amor...¿conviene al ...sistema?
Un Conocimiento que no necesitara ni líderes, ni templos, ni recursos, ni oro, ni guerras, ni nada..., para que la humanidad toda pudiera regresar a su Fuente,
¿le convenía al sistema?.
¿Convenía al sistema de antes como al de siempre y al de ahora que Cristo les dijera ésto y se propagara?
*Regocijaos y alegraos de hoy en adelante porque he ido a las regiones de las que había aparecido. De hoy en adelante pues, hablaré con vosotros sin velos, desde el principio de la verdad hasta su final; y hablaré con vosotros sin analogías.
De hoy en adelante no ocultaré nada a vosotros del misterio de lo alto y de aquella región de la realidad. Se me ha concedido gracias al Inefable y gracias al Primer Misterio de todos los misterios, hablar con vosotros, desde el principio hasta la plenitud, así como de adentro hacia fuera y de afuera hacia adentro.
Escuchad, por ende, que puedo deciros todas las cosas*.
O éstas otras..¿le conviene al poder ?
*Regocijaos y alegraos, porque cuando partí de este mundo, traje conmigo doce potestades, tal como os lo he dicho desde el principio, las cuales las he despojado de los doce redentores del Tesoro de la Luz, de acuerdo al mandato del Primer Misterio. Estas, en otro tiempo las vertí en el vientre de vuestras madres, cuando vine al mundo; ésas son aquéllas que están en vuestros cuerpos ahora.
Pues estas potestades os han sido concedidas ante el mundo; porque vosotros sois quienes lo salvarán y porque vosotros podréis soportar las amenazas de los gobernantes de la tierra y las ansiedades del mundo y sus peligros y todas sus persecuciones, que los príncipes de lo alto acarrearán sobre vosotros. Muchas veces os he dicho que he llevado la fuerza hacia vosotros de los doce redentores que se encuentran en el Tesoro de la Luz. Por tal motivo, os he dicho verdaderamente desde el principio, que no sois de este mundo.
Yo también no lo soy.
A pesar de que todos los hombres de la tierra han engendrado sus almas de la fuerza de los redentores de los Aeones.
Pero la fuerza que está en vosotros, proviene de mí; vuestras almas residen en lo alto.
He traído doce potestades de los doce redentores del Tesoro de la Luz, extraídos de la parte de mi poder que primero recibí. Y cuando me puse en marcha por el mundo, llegué en medio de los príncipes de la esfera, con la forma de Gabriel, el Ángel de los Aeones.
Pistis Sophia-Nag Hammadi.....
Si me lo creo...y mi alma tiene una fuerza que procede de Cristo, y si esa alma proviene de lo alto, y si mi alma tiene concedido el poder de las potestades puesto al servicio de Cristo, y si ese poder me hace tan fuerte que no he de temer a los gobernantes de la Tierra ni a las ansiedades del mundo y sus peligros y sus persecuciones..., y si ésta alma tiene la fuerza de los doce redentores, y si en definitiva no soy de éste mundo...
¿a quién temer u obedecer?...
He allí la luz que ilumina todas las obscuridades..y hace bajar la vista a los arcontes del aquí y del más allá.
Gilgamesh***
Les voy a compartir otra entrega del ex Obispo John Shelby Spong, quien se dedicará a examinar el AT y a explicarnos cosas que el 99% de la llamada *cristiandad* no tiene ni la más mínima idea, pero antes algunas consideraciones.
El objeto de compartirles éstos textos nunca debiera ser tomado como el típico *en contra de*, puesto que a mí sinceramente no me interesa en absoluto la religión que cada quién decida practicar o en la cual creer.
Yo busco profundidad histórica en éste y muchos otros estudios compartidos para reforzar *mi creencia* que ustedes ya conocen.
A partir de ese *refuerzo* intento después mirar al mundo y corroborar mi absoluta certeza que deja de ser una cuestión de fé, para convertirse en una Verdad.
Claro está, que cada quien tiene el mismo derecho y justificar así su propia Verdad, y eso no es algo que para mí esté en discusión.
Al surgir yo del seno de una familia *creyente* se me bautizó, se me hizo tomar la comunión, y cumplir con demás *ritos* o preceptos, que lamentablemente no fueron ni son sólo eso, cuando la *religión* deja de ser un acto íntimo o de elección para convertirse en una herencia impuesta. Como ni heredo bienes materiales de mi familia tampoco estoy dispuesto a heredar sus formatos cúlticos y con el correr de los años hago mi propia y bendita elección.
Si el formato se vuelve familiar, se vuelve social, se vuelve nacional, se vuelve en que la religión se entromete entonces por la fuerza aunque nosotros pensemos que no, y que se circunscribe únicamente a un ámbito *privado*, pues ésto no es así.
Presidentes, Jueces, Políticos, Médicos, etc., son personas que toman decisiones en la vida social anteponiendo sus creencias sobre los demás y eso es algo que a mi entender, es el formato nefasto de lo que se dice *religión*.
Un Presidente que apoyado en su creencia religiosa decide bombardear a un país matando a semejantes e incluso a inocentes excusándose en un *efecto colateral no deseado*, es el fiel reflejo de la infiltración de la religión en la vida de los otros. Un Juez que cree en el precepto machista del AT va a fallar livianamente cuando un marido golpeador le da una zurra a su esposa y de su decisión dependerá la vida de esa mujer e incluso de la sanidad mental de los hijos del matrimonio, y ya sabemos cómo suelen fallar los jueces en éste tema.
Idéntico para un Médico creyente decidir si aprueba el aborto de una mujer que ha sido violada, y que según su criterio religioso no debe abortar, como si el cuerpo de la mujer fuera el suyo... , en todo caso ¿se animaría a darle su apellido al niño y hacerse cargo de la manutención a partir de imponerle su decisión?.
Entonces, compartir con ustedes éstos valiosos estudios u opiniones personales no pretende apuntar a tal o cual creencia, intenta sintetizar una forma de vivir que sea menos cruel para el prójimo en una sociedad cruel de un mundo cruel.
Hay un sitio llamado *tu amigo judío* que me parece muy bueno, porque en cierta forma intenta que quienes no somos judíos no centremos alguna mira que generalmente se suele utilizar contra ellos o contra cualquier otra religión.
Del sitio extraigo una de las preguntas que se suelen hacer sobre un tema que lo único que ha generado es odio y más odio, y la respuesta de éste amigo judío es tan acertada que debería cabernos a todos, sea cual fuere nuestra propia creencia;
¿Por qué no creen en Jesús?
Esta es la pregunta que más curiosidad me da. Nunca me preguntó un budista por qué no creemos en Buddha, ni un Hare Krishna por qué no creemos en Krishna. La gente nace en diferentes lugares con diferentes tradiciones y uno generalmente hereda la lengua, cocina, religión y todas las costumbres de nuestros padres sin pensar mucho en eso. El tema de las profecías y todo eso es algo que nunca me despertó curiosidad.
Lamentablemente vivimos en un mundo en el cual te han mentido al hacerte creer que para ser un buen hincha de equipo tenés que odiar a los hinchas de otro equipo; esto es falso y luchá toda tu vida para que tus hijos sepan desde pequeños que es una de las primeras mentiras que van a tratar de enseñarles. Vos podés ser el mejor cristiano del mundo sin tener pica con ninguna otra religión (como de hecho dice los evangelios que hay que hacer) y yo puedo ser el judío más fanático del mundo sin que me ocasione ningún problema que otros tengan otras religiones.
No es necesario que estemos de acuerdo para que seamos amigos. Vos decís que las profecías se cumplieron, copado, me alegro, ahora salgamos a los barrios carenciados a ver en qué podemos ayudar y dejemos las luchas celestiales para el cielo, que quien necesita ayuda es la gente acá en la tierra, estoy más que seguro que el único milagro con el que Dios necesita tu ayuda es el de darle una mano a los huérfanos, viudas y demás necesitados. Así que yo no es que creo ni no creo en Jesús, simplemente no forma parte de mi universo, como Krishna no forma parte del tuyo.
Bajo ésta excelente respuesta aplicable para todos sin excepción, vamos a compartir entonces a John Shelby Spong;
Los libros de Moisés-la Toráh
En términos relativos, la Biblia se comenzó a escribir hace poco.
Si consideramos que el universo tiene alrededor de 14 mil millones de años y que el origen de nuestro planeta se remonta a unos 4.500 millones, el comienzo de la escritura de la Biblia, fechada en el 1000 a.C, es un acontecimiento reciente. Los científicos consideran que la aparición de la vida humana se registró en algún punto entre 2.000 millones y cien mil años atrás dependiendo de cómo definamos la *vida humana*.
Los antropólogos sitúan el inicio de la civilización en 15 mil años. La persona a la que llamamos Abraham, considerado el fundador del pueblo judío, generalmente se ubica en el año 1800 a.C. La más antigua secuencia de la Biblia se escribe en el décimo siglo a.C, lo que sería una entrada en escena tardía. Sin embargo, la Biblia ha entrenado a la gente a pensar que la historia bíblica comienza en el momento de la creación. A principios del siglo XX, el obispo anglicano de Irlanda, James Ussher, basándose en las *inerrantes palabras* y fechas de la Biblia, afirmó que la creación tuvo lugar el 23 de Octubre del año 4004 a.C. Uno de sus contemporáneos, James Lightfoot, añadió en nota que fue ¡a las 9 de la mañana!.
Si queremos analizar la Biblia, primero debemos tomar conciencia de que su parte más antigua sólo existe hace unos 3 mil años, entre el 950 y el 1000 a.C.
Sólo este hecho confiere un rasgo de radical relatividad en las afirmaciones bíblicas respecto de una historia natural real.
Luego viene que, si Abraham vivió alrededor del 1850 a.C, y la parte más antigua de la Biblia es del 1000 a.C, todo lo que sabemos de Abraham tiene que haberse transmitido oralmente durante 900 años, o sea, unas 45 generaciones antes de alcanzar la forma escrita.
Este dato nos obliga a admitir el hecho de que la historia bíblica no puede ser históricamente fiel sino que su carácter es el de relato popular y un mito en el que los hechos de la historia se han ido distorsionando a medida que se desarrollaba la tradición. Abraham podría muy bien no haber sido judío. Se le identificó, por ejemplo, con el templo en Hebrón. Por su parte, Isaac, que se presenta como su hijo, se identifica con el templo de Betsebá, y Jacob, su nieto según la Biblia, se identifica con el templo de Bet-el.
Estas identificaciones con santuarios específicos abre la posibilidad de que estos tres patriarcas fueran hombres santos cananeos no relacionados entre sí, cuyas vidas fueron después relacionadas e interpretadas como las tres generaciones fundadoras del pueblo judío y proporcionar así una justificación a la invasión de dicha tierra por las tribus de los judíos allá por el año de 1250 a.C.
El propósito de estas historias patriarcales en el Génesis fue establecer la base jurídica para reclamar los judíos que ellos, al invadir, sólo estaban tomando posesión de una tierra que Dios les había prometido a sus ancestros siglos atrás. Racionalmente, esta reclamación no tiene sentido pero, como propaganda, tuvo entonces y tiene aún ahora una poderosa influencia en los asuntos humanos y políticos de aquella región.
Otros hechos de la historia bíblica amenazan aún más a quienes manejan la Biblia de forma mágica, y pretenden que en sus palabras hay tanta verdad literal como historia real.
Moisés, un personaje aún más importante que Abraham en la historia bíblica, vivió unos 300 años antes de que se escribieran los primeros textos del Antiguo Testamento en el año 1000. Esto significa que debemos asumir el hecho de que todo lo atribuido a Moisés en la Biblia, incluido el éxodo desde Egipto y la proclamación de la ley en el Sinaí, son tradiciones sagradas trasmitidas por vía oral, durante 15 generaciones, antes de alcanzar el estatus permanente de una forma escrita.
¿Cuánto se engrosaron estas cruciales historias mosaicas, durante su período oral?
¿Reemplazó el Mar Rojo al Mar de Cañas en el centro de la historia de la división de las aguas? Los frutos del árbol del tamarisco, con su residuo blanco escamoso, ¿no serían los que originaron la historia del maná enviado por Dios, desde al cielo al pueblo hebreo que estaba hambriento? ¿Fue tal vez una erupción de gas natural encendido, en aquella zona rica en combustibles fósiles, lo que originó la historia de la vocación de Moisés por Yahvé, que le habló desde un arbusto encendido y que no se consumía? ¿Cuál fue el proceso de composición del código legal de Israel, incluidos los Diez Mandamientos, antes de tomar forma definitiva en el libro de Éxodo?
El número de *diez*, ¿es más importante que el concepto de mandamiento?
Que la Biblia contenga una variedad notable de versiones de los Diez Mandamientos, ¿es sólo una forma de explicar la historia de Moisés rompiendo las tablas que contenían los Diez Mandamientos, al ver que el pueblo de Israel había cambiado al Dios que los había traído de Egipto, por un becerro de oro, y que, por tanto, había tenido que volver al Sinaí a por una segunda versión?
¿Cuánto de la narración del éxodo es historia y cuánto es elaboración posterior para adecuarla al ritual de la Pascua, diseñado para hacer que el pueblo judío celebrara litúrgicamente su origen político como nación? Ninguna de estas preguntas pudo plantearse antes de que se abriera camino la idea de que la Biblia no era un testimonio directo de una historia ocurrida tal cual en la antigüedad, entre los lectores más observadores e informados. Con cada nuevo descubrimiento, la Biblia se fue viendo cada vez más como un maravilloso libro, esencialmente humano, que debía poderse examinar críticamente, antes que como palabra de Dios en sentido literal, divinamente inspirada e inerrante por haberse revelado desde lo alto.
A fines del s. XIX, un grupo de estudiosos encabezados por los profesores K. H. Graf y Julius Wellhausen en Alemania, se dedicaron a estudiar rigurosamente los cinco primeros libros de la Biblia: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, llamados la Toráh o la Ley o los Libros de Moisés, es decir, la parte más sagrada de las Escrituras hebreas, cuya lectura era tradición obligatoria leer en su totalidad durante los 52 Sabbath de un año en las sinagogas. Estos estudiosos se dedicaron a aplicar a estos textos los métodos que la crítica literaria aplicaba a otros de la antigüedad.
Para ello, tuvieron que dejar de lado la pretensión de los creyentes, judíos o cristianos, de que fueran *palabra de Dios* o de que ellos poseían una divina relación con la verdad. Los resultados fueron a la larga saludables y, más que nada, abrieron las puertas a un nuevo interés académico por la Biblia.
Gracias al análisis cuidadoso de estos libros, los eruditos descubrieron que había diferencias notables, lo que les llevó a concluir que la Toráh la constituían distintos fragmentos que antaño habían sido textos independientes.
Uno de estos textos anteriores se refería a Dios con el nombre Yahwéh, o por lo menos con un impronunciable conjunto de consonantes =el tetragrámaton o cuatro letras de YHWH de donde sale tanto Yahvé como Jehová= y llamaba, a la santa montaña de los judíos, el Monte Sinaí. Otro de estos conjuntos llamaba a Dios Elohim y a la montaña santa la llamaba el Monte Horeb. Un tercer conjunto reflejaba no algo de hacía mil años sino la vida en el reino de Judá durante el s. VII a.C.
Por último, un cuarto conjunto era del tiempo del exilio y aún posterior. Al separar estos conjuntos, fueron surgiendo nuevos conocimientos.
El conjunto que llama YHWH a Dios se centra en Jerusalén porque exalta las instituciones identificadas con dicha ciudad como, por ejemplo, la figura del rey, del sumo sacerdote y del templo. Refleja, por tanto, el período en el que la nación judía no estaba dividida y se gobernaba desde Jerusalén.
Los documentos que llaman Elohim a Dios reflejan los criterios de la región norte de la tierra de los judíos; tierra que se independizó de Jerusalén cuando la rebelión del general Jeroboam contra, Roboam, el recientemente coronado rey en Israel, que, según la Biblia, fue hijo de Salomón y nieto de David.
Esta rebelión, acontecida alrededor del año 920 a.C, triunfó y dio lugar a un nuevo estado judío, el Reino del Norte o Israel propiamente dicho.
Esta nueva nación tuvo su capital y centro litúrgico en la ciudad de Samaría y rastreó sus raíces hasta José, a quien llamaron el *hijo favorito* del patriarca Jacob y de Raquel, su esposa predilecta al que su padre había regalado, entre otras cosas, un manto multicolor.
En esta narrativa *elohísta*, el patriarca José siempre se yuxtapone a su hermano mayor Judá, figura ancestral dominante en la tradición yahvista, entre el pueblo judío y cuya vida de centraba en Jerusalén. Judá era hijo de Jacob y Lía, la hermana mayor de Raquel. De acuerdo con esta historia, el matrimonio de Jacob y Lía fue
una trampa de Labán, el padre de las dos muchachas. Sólo mediante este primer matrimonio con Lía podía Jacob acceder a casarse con Raquel como segunda esposa. El texto describe a Lía con crueldad al presentarla como la esposa no amada y físicamente no agraciada: *de ojos saltones, como una vaca*.
El documento elohísta, a diferencia del yahvista, se escribió, por tanto, para contrariar las pretensiones de la tribu de Judá de que su destino era regir sobre las diez tribus del norte, y para exaltar, además, la autonomía de éstas. Al servicio de este tema, el escritor elohísta fue tan lejos como para afirmar que Judá traicionó a su joven hermano José al venderlo como esclavo por veinte piezas de plata. Con el tiempo, sin embargo, se nos cuenta que José asume y perdona este acto de traición y salva a todos sus hermanos, incluido Judá, de la muerte por hambre, cosa que hizo llevándoselos a Egipto, donde permanecieron durante cuatro siglos.
La estancia acabó por convertirse en esclavitud, y de ella, finalmente, los liberó Moisés, quien los guió hacia su *tierra prometida*.
En la medida en que estos cuatro conjuntos de textos se consideraron como relatos distintos, escritos para reflejar tiempos históricos muy diferentes, los estudiosos empezaron a darse cuenta de que habían puesto en la picota el código y la creencia establecida acerca de los orígenes bíblicos. En conclusión, Moisés no escribió los cinco primeros libros de la Biblia y ni siquiera los escribió un único autor.
Pese a que Jesús afirmara en los evangelios *habéis oído que Moisés os dijo*, esto no era verdad.
El Pentateuco era un conjunto de escritos que se habían mezclado y combinado en una historia única, a través de un período de 500 años de ensayos redaccionales. Los estudios bíblicos dieron así un enorme salto hacia la modernidad junto con otros estudios acerca de la antigüedad desarrollados durante el siglo XIX. Las antiguas proclamaciones, sostenidas tan tenazmente, por tanto tiempo y por tanta gente, se vieron sacudidas en sus cimientos.
Había nacido la era de la indispensable erudición crítica sobre la Biblia, quizás el primer texto sagrado de dos religiones que se sometió a tal proceso.
Volveremos sobre este resumen más adelante y examinaremos cada uno de los cuatro conjuntos de la Toráh con mucho más detalle.
Hasta entonces.
John Shelby Spong
Bueno...es imposible no citar al judaísmo puesto que nuestro mundo llamado Católico o Cristiano, e incluso Evangelista, vive de acuerdo a esas religiones que están basadas en judaísmo, entonces es menester tocar el tema judío para preguntarnos a nosotros mismos los no judíos, que cómo es posible que se nos haya *armado* una religión que rige nuestras vidas y que corresponde a una historia circunscripta a creencias, leyes y preceptos con los cuales...hay muy poco que nos pueda identificar.
Es por eso que aunque nos hayan mezclado el AT con el NT, siempre habrá un momento en el que nos preguntemos...¿qué hemos estado adorando? ¿qué preceptos estamos tomando?, y cuando uno se entera del Nag Hammadi...empieza a certificar que ni siquiera el NT es algo creíble, y que por algo excluyeron tantos evangelios...so pretexto de que eran *herejes*, a ver...
¿quién puede preocuparse tanto en exterminar a otros si éstos otros eran falsarios?, acaso...¿se le puede temer a una mentira si yo estoy advocado a lo superior?..
Verán...todo lo que se trata de imponer con violencia, y mucho peor, silenciando a otros, no ha de provenir de algún un dios bueno...
¿Conocen a algún líder religioso, político, empresario, o persona que ostente poder que diga y asuma ser Gnóstico?..yo no...
¿Le convenía al poder de turno el mensaje de un Cristo Gnóstico hace 2000 años?
¿Le conviene hoy al mismo poder?
¿Eran alucinaciones de extraviados mentales el Psistis Sofía o el Evangelio de la Verdad o La Hipóstasis de los Arcontes?...
Un Conocimiento que te dice que los bienes materiales son inútiles, como así también las guerras, o cualquier cosa que va en contra del Amor...¿conviene al ...sistema?
Un Conocimiento que no necesitara ni líderes, ni templos, ni recursos, ni oro, ni guerras, ni nada..., para que la humanidad toda pudiera regresar a su Fuente,
¿le convenía al sistema?.
¿Convenía al sistema de antes como al de siempre y al de ahora que Cristo les dijera ésto y se propagara?
*Regocijaos y alegraos de hoy en adelante porque he ido a las regiones de las que había aparecido. De hoy en adelante pues, hablaré con vosotros sin velos, desde el principio de la verdad hasta su final; y hablaré con vosotros sin analogías.
De hoy en adelante no ocultaré nada a vosotros del misterio de lo alto y de aquella región de la realidad. Se me ha concedido gracias al Inefable y gracias al Primer Misterio de todos los misterios, hablar con vosotros, desde el principio hasta la plenitud, así como de adentro hacia fuera y de afuera hacia adentro.
Escuchad, por ende, que puedo deciros todas las cosas*.
O éstas otras..¿le conviene al poder ?
*Regocijaos y alegraos, porque cuando partí de este mundo, traje conmigo doce potestades, tal como os lo he dicho desde el principio, las cuales las he despojado de los doce redentores del Tesoro de la Luz, de acuerdo al mandato del Primer Misterio. Estas, en otro tiempo las vertí en el vientre de vuestras madres, cuando vine al mundo; ésas son aquéllas que están en vuestros cuerpos ahora.
Pues estas potestades os han sido concedidas ante el mundo; porque vosotros sois quienes lo salvarán y porque vosotros podréis soportar las amenazas de los gobernantes de la tierra y las ansiedades del mundo y sus peligros y todas sus persecuciones, que los príncipes de lo alto acarrearán sobre vosotros. Muchas veces os he dicho que he llevado la fuerza hacia vosotros de los doce redentores que se encuentran en el Tesoro de la Luz. Por tal motivo, os he dicho verdaderamente desde el principio, que no sois de este mundo.
Yo también no lo soy.
A pesar de que todos los hombres de la tierra han engendrado sus almas de la fuerza de los redentores de los Aeones.
Pero la fuerza que está en vosotros, proviene de mí; vuestras almas residen en lo alto.
He traído doce potestades de los doce redentores del Tesoro de la Luz, extraídos de la parte de mi poder que primero recibí. Y cuando me puse en marcha por el mundo, llegué en medio de los príncipes de la esfera, con la forma de Gabriel, el Ángel de los Aeones.
Pistis Sophia-Nag Hammadi.....
Si me lo creo...y mi alma tiene una fuerza que procede de Cristo, y si esa alma proviene de lo alto, y si mi alma tiene concedido el poder de las potestades puesto al servicio de Cristo, y si ese poder me hace tan fuerte que no he de temer a los gobernantes de la Tierra ni a las ansiedades del mundo y sus peligros y sus persecuciones..., y si ésta alma tiene la fuerza de los doce redentores, y si en definitiva no soy de éste mundo...
¿a quién temer u obedecer?...
He allí la luz que ilumina todas las obscuridades..y hace bajar la vista a los arcontes del aquí y del más allá.
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* La ignorancia como enseñanza oficial *
***Bello mediodía de Domingo para todos
Como suelo visitar cada tanto el blog Ágora Libre, me sorprendió ver allí un comentario de una de sus miembros y amiga también de Tiempo Final, *Mariham* quien contaba que había intentado dejar un aporte aquí sobre el tema que estuvimos tocando, el alma.
Suele ocurrir, incluso a mí, que la caja de comentarios del blog es bastante caprichosa, por ejemplo no permite ingresar un texto con más de 4.096 caracteres, y eso es lo que le pasó seguramente a Mariham, porque su comentario es extenso.
Sugiero que en ese caso seccionen en dos o tres partes y los vayan ingresando separados.
También cuando la caja indica *error* hay que hacer clic derecho y darle a *atrás* dos veces, y vuelve a aparecer el comentario, que generalmente se auto-aborta cuando uno escribe por error algún símbolo perteneciente a código html no permitido o bien reitero, cuando el texto excede los 4.096 caracteres.
Ante éstos fallos yo por ejemplo escribo mis respuestas en un bloc de notas, lo copio y lo pego en la caja, y si me lo aborta no lo pierdo y puedo ver donde está el fallo, corregir el texto y volver a ingresarlo.
Con respecto al tema del alma no pensaba tratarlo hasta que con el tiempo pudieran surgir más cosas que aportar, pero ante éste noble gesto de Mariham y del titular del blog Ágora Libre al permitirle publicar allí un comentario que era para aquí, considero justo pegar ahora el aporte que Mariham hacía sobre éste tema.
¡Gracias Mariham! un fuerte abrazo, y un cordial saludo a Don Ágora y a todos sus queridos lectores y colaboradores;
-Hola a todos, ?? …de nuevo por aquí
Lo primero que quiero decir es que escribo este comentario como aportación a un tema tratado en la página -Tiempo Final -, que suscribe el sr.Gilga.
La razón de hacerlo aqui es porque después de escribirlo allí no salió publicado,creo que algo hice mal, así que lo intento de nuevo en este espacio tomándome tal vez una libertad que seguro no será inconveniente para este espacio- Ágora del compartir…Porque como bien sabemos se trata de sumar y de conformar así nuestras ideas de acuerdo a todas esas aportaciones que nos inducen a la reflexión ,.. así que ahí va por si en algo colabora este granillo de arena en formato comentario
La cuestión que allí trataban hace poco, y muy interesante por cierto, era sobre la relación que la sangre podía tener con el alma, y si el alma podía ubicarse en este fluido tan vital que se necesita para poder vivir….o también se contemplaba la posibilidad de que el alma operara desde el cerebro como sede de su alojamiento , y siendo las neuronas cerebrales su medio de expresión.
Bueno, pues según mi comprensión -basada en determinada línea de estudio y desde el que me manifiesto-, el alma “anima” el mecanismo que la representa de dos maneras ,y esto lo hace por intermedio de dos puntos de contacto con el cuerpo:
a– Uno lo hace por medio del llamado “hilo de la vida” , introducido en el corazón.
Allí,en el corazón, se encuentra el principio vida y desde ese lugar compenetra todo el cuerpo físico por medio de la corriente sanguínea, pues la sangre “es vida”.
b– El otro contacto es el llamado “hilo de la conciencia” o de la inteligencia, introducido en la cabeza en la región de la glándula pineal, y desde ese lugar de percepción ordena o dirige las actividades en el plano físico por intermedio del cerebro y el sistema nervioso.
Por tanto son el corazón y el cerebro los dos medios físicos de los que se vale el alma para poder expresarse.
Con el corazón proporciona la vida motora, la posibilidad de la acción y el movimiento del cuerpo carnal, a la vez que activa la vida celular.
Y con el cerebro puede ,mediante la mente, expresar su propósito y proporcionar al hombre ese eslabón que lo unirá al Espíritu mediante la colaboración de ambos- ( en determinada etapa del desarrollo humano) .
Porque…. ” La actividad directriz del alma, el aferramiento de su autoridad al mecanismo del cuerpo, DEPENDE del grado de desarrollo o de la así llamada “edad del alma”.
En lo que respecta a la humanidad, el alma no tiene edad, y lo que realmente se quiere significar es la duración del tiempo que el alma ha empleado aplicando el método de la encarnación física”.
Por tanto es esa Energía-Conciencia llamada alma la que posibilita la vida de un cuerpo, al dotarla de vitalidad e inteligencia . Sin ella no hay vida posible.La sangre por un lado y el sistema nervioso por otro son los elementos menores que distribuyen esa energía que entra mediante los dos centros receptores que son el corazón y el cerebro.
Y cuando llega el momento de desencarnar o dejar de vivir en la materia, es ella “la que retira” su energía-conciencia del cuerpo físico cortando ambos hilos .Así es como se rompe o corta el llamado cordón de plata ( o sutratma ) y el vehículo físico queda inerte. Entonces el alma se retira llevando a su plano el fruto cosechado de las experiencias vividas.
un cálido saludo a todos.
Nos alejamos un poco de la radicación del alma pero el tema tiene que ver.
No es nada fácil acceder a libros originales en tiempos del Cristianismo incipiente, mucho menos traducirlos.
Les voy a compartir un impresionante trabajo de Paola Ivone Druille =Doctora en Letras-Licenciada en Letras-Colaboradora en el CONICET= su brillante Tesis Doctoral presentada en la Universidad Nacional de La Pampa-Argentina, traducciones directas del Griego sobre Clemente de Alejandría y aquellos primerísimos tratados que daban orígen a las nuevas concepciones cristianas.
Tiempos de un Cristianismo naciente entre debates e interpretaciones que tenían Gnosis y mucha Filosofía, dos ramas que fueron combatidas pero muchos de sus conceptos terminaron formando parte de los libros sagrados posteriores.
Éste trabajo de Paola es largo, para muchos seguramente aburrido, como suelo pensar a veces un *espantalectores* jeje pero necesario para quienes intentamos *comprender* cómo se razonaba en aquél tiempo para tener más herramientas en éste tiempo actual.
Clemente de Alejandría: los tres tipos de muerte y su alcance moral.
Los tres tipos de muerte
Uno de los temas centrales del cristianismo de los primeros siglos posteriores al nacimiento de Cristo, es el de la muerte. Clemente de Alejandría es uno de los primeros filósofos cristianos del siglo II que sistematiza la concepción thanatológica sobre el aspecto moral del comportamiento humano. Sus tres obras más estudiadas, Protréptico, Pedagogo y Stromata, revelan el carácter moral que encierra el conceptp de muerte y su dependencia con un concepto clave de la teología cristiana, el pecado. Desde esta relación Clemente desarrolla su teoría thanatológica sobre la base de tres tipos de muerte: la muerte física, la muerte del alma y la muerte gnóstica. Una esquematización de cada tipología permite delimitar las distintas nociones que encierran sus significados:
1-La muerte física, *la que desata el alma del cuerpo* =Stromata, 2. 34. 2=, aquella muerte *que sobreviene naturalmente a los seres vivientes* =Protréptico, 10. 102= y es tratada como *muerte insensible* =Pedagogo, 2. 8. 2=.
2-La muerte del alma, *la unión del alma pecadora con el cuerpo* =Stromata, 4. 12. 1; Protréptico, 11. 115. 2; Pedagogo, 1. 5. 1; 3. 22. 1=.
3-La muerte gnóstica, es *una muerte racional*, que *lleva y separa el alma de las pasiones* =Stromata, 7. 71. 3= y que funciona como sinónimo de *muerte salvadora* =Pedagogo, 2. 8. 2=.
La tripartición thanática supone, entonces, una comprensión de la estructura humana que va desde el compuesto humano hasta la identificación del fundamento propio del desarrollo interior que en la filosofía de Clemente comienza a equipararse con el progreso gnóstico y con la posibilidad de salvación. Una exploración de estas tipologías ayudará a deducir la manera en que el tema de la muerte polariza términos de enorme importancia en el vocabulario de Clemente y se sitúa como un encuentro de categorías teológicas y antropológicas que permite no solo penetrar en el pensamiento moral del alejandrino, sino también abrir un diálogo con la tradición filosófica judeohelenista.
La separación del compuesto humano: la muerte física
El significado clementino de la muerte física parte de una idea antropológica elemental de la filosofía alejandrina: el hombre *está compuesto de lo racional e irracional, de alma y cuerpo* =Stromata, 4. 9. 4=. Sobre esta base estructural, Clemente desarrolla toda su ideología thanatológica y razona su incidencia en la vida moral.
Siendo el alma lo racional y espiritual en el hombre, el cuerpo es lo irracional.
Como instrumento y reservorio de lo sensible, es la parte perecedera del compuesto humano. En este sentido Clemente define la muerte física =Stromata, 4. 12. 5=, con otras acepciones que nunca dejan de referir al doble carácter del ser humano: estado natural =Protréptico, 10. 102. 3=, que afecta directamente al compuesto humano, y *final de la vida biológica* =Stromata, 5. 14. 1; 4. 110. 2; 4. 74. 3=.
En cuanto la acción de la muerte tiene lugar conforme a las leyes de la naturaleza por lo que puede ser definida como muerte común, que atañe a todos los hombres por igual, y que encuentra su explicación en la siguiente expresión: *la muerte está destinada para todos nosotros*. Por tratarse de un denominador que incluye a la humanidad, en Pedagogo 2. 8. 2 Clemente identifica a la muerte física con la *muerte insensible*, aquella que no debe ser temida ni rechazada, y que debe ser incluida dentro de las cosas indiferentes =Stromata, 2. 109. 3-4=.
La teoría de lo indiferente tiene orígenes griegos. Según los estoicos los indiferentes no son cosas ni buenas ni malas, aunque ponen de manifiesto la importancia decisiva de los indiferentes en la práctica efectiva de la vida moral. Concebir la razón por la cual Clemente enumera la muerte entre las cosas indiferentes con los rasgos característicos de la teoría estoica, supone entender el cuerpo como una materia, esfera corruptible del ser humano, que por su naturaleza contenedora y visible, se relaciona con *los bienes humanos* =Pedagogo, 3. 86. 2=.
Para Clemente un bien humano es todo lo que encierra el afán por la adquisición de bienestar personal a partir de la preocupación por las cosas externas, la riqueza, la salud, el alimento, la belleza física y el atavío personal, inclusive la muerte. La indiferencia hacia las cosas externas depende de la fortaleza moral del hombre, y la indiferencia hacia la muerte es la prueba sustancial que favorece el cuidado del alma y su alejamiento del cuerpo.
Dentro de este plano moral, lo externo es todo lo que encierra lo corporal, contiene las pasiones irracionales que determinan los comportamientos que llevan al hombre hacia la práctica de malos hábitos. La indiferencia hacia lo corporal favorece la separación del alma, el lado espiritual de la existencia viviente que se apartará en el momento en que la vida biológica alcance su fin.
Es en ese sentido con el que en Stromata 2. 34. 2 Clemente define la muerte física como *la que desata el alma del cuerpo*
El término juega un importante papel en el pensamiento thanatológico del alejandrino, y surge otra vez en Stromata 3. 64. 2 cuando dice: *a la unión del alma y el cuerpo acompaña su desunión*. La idea que representa la expresión entonces, aparece como un opuesto a unión, y explica la desvinculación de los elementos del compuesto humano, alma y cuerpo. Su presencia prevé la existencia de un lazo o vínculo sobre el que recae la acción de *desatar* presente en Stromata 2. 34. 2. El hecho de que la acción del verbo caiga sobre el cuerpo, permite pensar que el cuerpo es el punto desde donde es soltada el alma; el cuerpo ejercería en el compuesto la función de atadura que enlaza el alma.
Identificado directamente con la idea de desunión, en Stromata 7. 71. 3 Clemente introduce en un concepto filosófico una nueva conexión con la filosofía precedente, *separación*. Así llega a otra definición de la muerte física en los siguientes términos: *la muerte es la separación del alma respecto del cuerpo*. La concepción de la muerte física como separación ya aparece en un filósofo judío que influyó en gran medida en el pensamiento de Clemente, Filón de Alejandría. En Alegoría de las Leyes , Filón describe la muerte física como una separación, del alma y el cuerpo, y define esta separación como *muerte del hombre*, una muerte natural.
Clemente retoma la caracterización filoniana de la muerte física como una separación, pero utiliza como soporte de su argumentación los lineamientos thanatológicos de la filosofía platónica. En efecto, la descripción de la muerte como separación puede ser localizada en Fedón 67 d, diálogo en el que el ateniense ofrece el núcleo de su reflexión sobre la muerte a la que define expresamente como la *separación del alma del cuerpo*, mientras dirige todo su razonamiento a demostrar la pervivencia después de la muerte a través de la inmortalidad del alma.
Si bien para Platón existe un solo tipo de muerte, la común y natural, esta muerte es la posibilidad definitiva de la liberación del alma de las cadenas que la atan a lo corporal. Con la escisión del cuerpo y del alma, Platón supone que esta subsiste por sí misma. No da en Fedón una definición de lo que entiende por alma que aparece en otros diálogos, aunque deja en claro su concepción de lo corporal. Los apetitos y deseos parecen quedar asignados al cuerpo, al que se le adjudican las torpezas del conocimiento sensible, los afanes y tensiones pasionales.
La noción de lo corporal y la idea de separación son cristianizadas por Clemente y adaptadas a su concepción moral del cuerpo como un mal. Sobre este pensamiento el alejandrino sienta la base de la primera muerte en la idea de la naturaleza física o biológica del ser humano, naturaleza caracterizada por un fin común e imposible de evitar que concierne a todos los hombres por igual. La muerte física también supone una concepción psicológica que es necesario indagar para conocer la dinámica del morir fisiológico y su consecuencia en el morir general dispuesto por Dios.
La consecuencia del pecado original: la muerte del alma.
Junto a la muerte física, que se limita al cuerpo y es enumerada dentro de las cosas indiferentes, Clemente considera otro tipo de muerte que afecta directamente al alma, la que es contada entre *los males temibles y espantosos* =Stromata, 2. 34. 2=, denominada como *la muerte más temible* y relacionada directamente con un concepto clave de la teología cristiana, el pecado.
Bajo estos criterios, la segunda muerte viene a profundizar la idea antropológica del compuesto humano.
El cuerpo y el alma son dos polos según los cuales el hombre es bueno o malo, bipolaridad a la que siempre va unida la dimensión moral.
El destino de ambos elementos es solidario tanto en el bien como en el mal. El mal puede afectar al cuerpo por causa del alma si es mala conductora, así como el cuerpo es la ruina del alma si esta se deja arrastrar. El cuerpo, por tanto, es una entidad positiva si se mantiene al servicio del alma, y ambos pueden permanecer en armonía =Pedagogo, 1. 102. 3=. No obstante la ambivalencia del encuentro psicosomático es evidente. Por un lado, el compuesto tiende a la liberación del alma, o a la separación de las naturalezas opuestas; por otro, el compuesto se convierte en armonía bajo la dirección del alma.
Ahora bien, la unión del cuerpo y del alma también implica una jerarquía: el cuerpo humano es un instrumento para el alma. En el pensamiento de Clemente el cuerpo nunca deja su carácter material, es el componente que *trabaja la tierra y se lanza hacia la tierra* , mientras que el alma *se despliega hacia Dios* =Stromata, 4. 9. 4-5=.
El alejamiento o acercamiento hacia Dios es lo que distingue la dimensión teológica del compuesto humano.Partiendo de la estructura doble del ser humano, Clemente refiere al concepto en dos sentidos: a) al hombre visible y a su alma, el compuesto humano, y b) al hombre que se salva y al que no se salva.
El primer sentido fue explicado con respecto a la muerte física. El segundo es el que se ve afectado por la muerte del alma. Es aquí donde el carácter moral del compuesto humano cobra un valor sustancial en un concepto vital para el cristianismo, el pecado, pues la salvación o condena del hombre depende del pecado. La expresión es una noción de amplio alcance en la filosofía clementina: sobre esta asienta su concepción teológica, y el significado más radical de su pensamiento antropológico.
Para Clemente *el pecado es muerte eterna* =Protréptico, 11. 115. 2=, y llama pecado a las pasiones, denominadas *enfermedades del alma*, y al acto *irracional* =Pedagogo, 1. 5. 2=, el mismo concepto que utiliza para calificar la parte material del compuesto humano, tal cual lo expresado en Stromata 4. 9. 4. En ambos casos define pecado dentro de la perspectiva corporal y considera que si bien el hombre puede cometer distintos tipos de pecado, es la desobediencia a los mandamientos divinos el mayor pecado. La convergencia de tradiciones platónicas y judías resuenan otra vez en Clemente, y el lugar de este característico encuentro es la exégesis bíblica.
La muerte es introducida por el primer hombre, Adán. En Gn 2. 17 Dios anuncia la muerte del hombre, y en 3. 6 el hombre establece su propia muerte al comer del árbol prohibido. Protréptico 11. 111. 1-2, refleja la base adánica de la muerte cuando sostiene *el primer hombre jugó libre en el paraíso*. La libertad del hombre había sido obtenida por el beneplácito de Dios. Por estar bajo la tutela del Creador, recibía su amparo y protección. La mirada agraciada de Dios hacia el primer hombre, es la mirada hacia toda la creación, y conlleva la libertad de pecado, de toda atadura a lo corporal.
Pero al comer el fruto del árbol prohibido, el hombre pierde su libertad porque *se encontró esclavizado por sus pecados* =Protréptico, 11. 111. 1=. La ingesta del fruto prohibido es la incorporación del pecado en el mundo =Stromata, 3. 64. 2=; sin embargo, el comer la fruta no debe significar una muerte instantánea. Adán y Eva sobreviven, y la condena de Gn 3. 16-19 aclara esta concepción de: *la muerte es el motor indestructible de una vida miserable*. Si bien el pecado, simbolizado por la ingesta de la manzana, merece la muerte, esta muerte se diferencia de la física porque atañe a la parte racional: es la muerte del alma o muerte espiritual.
Y el mismo Clemente la define con precisión: *el pecado es la muerte del alma, la unión del alma pecadora en el cuerpo*. En Stromata 2. 34. 2, Clemente estrecha aún más la definición de esta tipología con las siguientes palabras: *la separación del alma respecto de la verdad*. De nuevo surge ya no en una posición cercana a separación, sino como su sinónimo más directo: entendido como descomposición, la fisión del compuesto humano y la corrupción definitiva del alma.
La concepción acerca de la muerte del alma vuelve a encontrar su asidero hermenéutico en Filón.
El exegeta judío menciona este tipo de muerte en su comentario sobre Gn 2. 17 presente en Alegoría de las Leyes, donde sostiene que la amenaza pronunciada por Dios esconde un problema clave: los descendientes del género humano no murieron por comer el fruto del árbol del conocimiento. Como hemos visto, Filón menciona la muerte del hombre, la muerte física y natural. Pero a esta tipología agrega una segunda muerte, la particular del alma, a partir de la cual reconoce y comenta las consecuencias del pecado en el acto adánico. La razón exegética de esta distinción está dada por la doble expresión *morir por muerte*, enunciado en Gn 2. 1711.
La muerte no significa necesariamente castigo, pues el fin de la naturaleza física es la vida del alma. En efecto, en Gn 2. 17 Dios amenaza al hombre con una segunda muerte. Adán incurrió en esta muerte que Filón denomina *la muerte del alma*, *muerte por castigo*, entendida como *la destrucción de la virtud*, *la adquisición del vicio*, no en la primera a la que designa *muerte del hombre*. Si la muerte común se concibe como la separación del alma en el compuesto, la muerte del alma es la separación de la virtud en el alma.
Esta línea judía se mantiene en los escritos de Clemente, en los que la idea filónica es reelaborada y equiparada al concepto *verdad*, la separación del alma de la verdad.
Pero tanto en un caso como en otro se trata de un entrecruzamiento antinómico entre dos muertes ya anunciadas en la Septuaginta. El Libro de la Sabiduría menciona en el versículo 1. 13 que la muerte física y la espiritual están ligadas: la causa de la muerte es el pecado, y para el hombre pecador la muerte física es también la muerte espiritual y eterna.
Existe, por tanto, una muerte caracterizada como la separación de los elementos combinados, alma y cuerpo, y otra que es la del alma. Entre ambos tipos thanáticos se halla un factor determinante: la cercanía o lejanía de Dios. Clemente no concibe solo el alejamiento de lo corporal, pues la cercanía de Dios es imprescindible. Las contraposiciones en las que el hombre ha sido plantado tienden a confluir hacia una oposición moral, la elección del bien o del mal.
Resumiendo, Clemente mantiene su propia consideración acerca de la muerte del alma.
El pecado que separa al hombre de Dios es la muerte espiritual y eterna cuya señal es el apego a las cosas exteriores. Dentro de los enfoques judeohelenistas, la ideología de Clemente queda sellada con amplios significados que recaen sobre la necesidad de acercarse a Dios para evitar la muerte eterna. Pero el acto de aproximación no consiste solo en la aceptación de la presencia de Dios y de su poder sobre la condena o salvación del hombre, supone una preparación a lo largo de la vida, un ejercicio moral bajo la tutela de los lineamientos que se encuentran estructurados por la filosofía gnóstica.
La ejercitación del alma: la muerte gnóstica
Clemente menciona finalmente una tercera muerte representada por la ascesis platónica en la tarea gnóstica del filósofo =Stromata, 4. 12. 3=. En comparación con la muerte física, Clemente ofrece una doble definición de la muerte ascética en Stromata 7. 71. 3: *la gnosis es como una muerte racional, y , *lleva y separa el alma de las pasiones*. Es la *muerte salvadora* =Pedagogo, 2. 8. 2= que a través de la gnosis separa el alma del cuerpo, de las pasiones, y la dirige hacia Dios. La muerte racional, entonces, coloca el alma al servicio de Dios y trae conocimiento =Stromata, 7. 3. 21=.
Uno de los conceptos que resuena en la definición de la muerte gnóstica, es precisamente la facultad del alma racional que se ejercita para dirigir su comportamiento en orden a la salvación de la muerte eterna. Consiste en un conocimiento racional de todas las cosas trasmitidas por Dios a través de la Escritura. Por ser un conocimiento que procede de Dios, es el principio creador de toda acción racional que aparta de las pasiones y conduce hacia la virtud. Dentro de este contexto, la *ignorancia* es un concepto clave. En Stromata 7. 71. 4 opone y define la primera expresión como el conocimiento racional, y la segunda como *atrofia del alma*.
Desde esta perspectiva, la ignorancia es lo contrario de la verdad, y la verdad se encuentra concentrada en Dios. Así, comentando Ez 33. 11, Clemente dice: *ignorar al padre es muerte*. Permanecer unido al cuerpo y resistir la conversión es el mayor pecado que el hombre puede cometer. Por eso el alejandrino exhorta a no permanecer alejado de Dios, porque su conocimiento trae vida eterna y su rechazo muerte.
Otra expresión de enorme alcance en la discusión clementina acerca del tercer tipo de muerte es por un lado, Clemente llama a lo racional entendido como espiritual.
Por otro, utiliza este término para denominar al ser humano creado por la palabra de Dios. El hombre es un ser creado por el Logos divino, que es el conocimiento de Dios =Protréptico, 12. 120. 3= insuflado en el alma del hombre, la presencia de Dios en la parte racional del compuesto humano. Esta representación de Dios en el alma es lo que determina la interiorización racional de la moral cristiana en el momento en que la parte espiritual del hombre tiende a elevarse hacia Dios por su conocimiento acerca de lo divino. Con el afán de parecerse a su Creador lo más posible el alma evita persistir ensamblada a su parte irracional =Pedagogo, 1. 4. 2= y a replegarse en lo racional.
El anhelo de semejanza con lo divino señala el hecho de que el hombre puede entrar activamente en relación con Dios a través de su parte dotada de razón. La posibilidad de trascendencia le permite mediar entre lo sensible y lo inteligible una vez que desligada de las concupiscencias del cuerpo y del temor a la muerte natural, logra ser educada *mediante la filosofía*. La separación del alma respecto del cuerpo practicada a lo largo de la vida proporciona al filósofo una eficacia gnóstica para poder llevar con buena disposición la muerte física, que es la disolución de las ataduras del alma respecto del cuerpo.
Esto significa estar todavía en el cuerpo pero vivo como entidad espiritual.
Según estas enunciaciones, la muerte gnóstica coincide con la idea de filosofía que circula en los escritos platónicos. En el diálogo Teeteto 176b Platón sostiene que el hombre debe huir del mal, aquel ligado a la naturaleza mortal y al mundo sensible, y procurar hacerse semejante a la divinidad en la medida de lo posible, aproximación que se alcanza con la practica de la virtud =República, 613a-b=, ejercicio filosófico que separa el alma del cuerpo.
La posibilidad definitiva de la liberación del alma ejercitada, también atestigua una preparación para la muerte que consiste en ejercitarse en morir, purificando el alma durante la separación del cuerpo y exponiendo un fundamento esencial: la concepción del cuerpo como un mal. Esta concepción es de radical importancia en los escritos de Clemente, pues si bien el bautismo destruye el pecado en el hombre, este debe cultivar su espíritu para que el pecado no encuentre en ese cuerpo mortal, sede de la concupiscencia, medios para seguir reinando todavía, y la preparación filosófica es primordial para la educación espiritual.
Siguiendo la misma línea argumental que Platón expone en Fedón 67e y 81a26, Clemente define la tarea de la filosofía como un *ejercitarse en morir*, o como un *ejercicio de muerte*, práctica que consiste en preocuparse por purificar el alma y apartarla del mal, y considera la virtud como una práctica esencial a todo cristiano =Stromata, 2. 34. 1-2=. No obstante el ejercicio que razona Clemente consiste en el cuidado del alma a través del cuerpo, dejando a la parte racional ser conductora de la irracional. Utilizando como soporte paliativo el significado que encierra la expresión, la separación de las pasiones se consigue a través del constante servicio a Dios.
El alejamiento de las cosas exteriores necesita de una práctica racional de la verdadera filosofía y de un acercamiento definitivo a la verdad que solo puede lograrse mediante la práctica de la virtud y la liberación del pecado.
Conciente de su poder sobre el comportamiento del hombre, Clemente propone una gradual liberación del pecado que coincide con el progreso creciente del hombre hacia la divinidad.
En efecto, Clemente dedica los pasajes 1. 4. 2-1. 5. 1 del Pedagogo a exponer su metodología para la separación del pecado partiendo de una concepción teológica que se proyecta sobre su pensamiento antropológico: a) no pecar, acción que atribuye solo a Dios b) no cometer deliberadamente ninguna clase de pecado, ejercicio propio del sabio, el único que está libre de pasiones por cuanto no está dispuesto hacia ellas y c) no caer en muchas faltas involuntarias, actitud que puede ser asumida por los que reciben una esmerada educación.
En relación a este último grado de progreso, el humano, surge la incidencia de un aspecto de la teología de Clemente fundamental para entender el dominio de lo racional durante la separación gradual: el arrepentimiento. Así en Stromata 6. 97. 4 menciona un doble arrepentimiento: aquel que se lleva a cabo por la falta cometida, y el que conocida la naturaleza del pecado, induce a abstenerse de pecar por una razón superior, y conduce a no pecar en manera alguna.
En ambos casos se persigue la salvación del pecador y no su condena. Retomando su exégesis bíblica, el alejandrino desarrolla su pensamiento más radical sobre la liberación del alma a través del arrepentimiento, para lo cual recurre de nuevo al discurso que Ezequiel expone especialmente en los versículos 18. 23-32 y 33. 11, y que Clemente repite en varios momentos de su escritura con las siguientes palabras: *no quiero la muerte del pecador, sino su arrepentimiento* =Pedagogo, 1. 58. 2=. Sobre esta base define el verdadero arrepentimiento como la acción que erradica del alma aquellas faltas que llevan hacia la muerte.
En ese sentido, el arrepentimiento no es más que la conversión del alma y su alejamiento del pecado en un acto racional y decisivo que obtiene su fundamento en el progreso gnóstico y en la posibilidad de salvación.
Si se retoma nuevamente la concepción compuesta del ser humano, se entiende la operación de redención que ejerce la muerte gnóstica. El doble movimiento de separación y aproximación depende de ejercitar filosóficamente la parte racional del compuesto humano.
La metodología de esta ejercitación depende de la puesta en combinación de varios conceptos. La filosofía clementina ordena sistemáticamente estas expresiones y les otorga asidero cristiano, mientras actualiza la concepción moral del cuerpo como un mal no solo por su atracción hacia los bienes exteriores sino también porque arrastra el alma hacia la ignorancia y la aparta de la verdad.
Conclusión
En las diferentes nociones de la muerte que desarrolla Clemente, se encuentra el problema moral de la incidencia determinante del pecado en el compuesto humano. Siendo el hombre una estructura compuesta, Clemente lo posiciona como responsable de sus pecados y garante de su alma. Cualquier actitud de apego hacia las cosas exteriores, lo corporal, opera como una señal de su descuido de la parte racional, comportamiento que trae aparejada la muerte espiritual y con esta la muerte eterna por la aceptación del pecado y la ignorancia de la verdad, Dios.
En este contexto, el legado filosófico y religioso de la tradición judeohelenista influye sobre el pensamiento de Clemente y su concepción acerca de la muerte.
El alejandrino, como fiel portavoz de esta tradición, localiza en Platón los elementos de la muerte ascética y el sentido peyorativo de lo corporal. Filón le suministra los lineamientos específicos del pensamiento religioso, la idea de virtud y la naturaleza común de la muerte física.
La ideología de ambos autores estructura la filosofía de Clemente quien no anula la muerte como un proceso natural, más bien es su idea cristiana acerca de la muerte el principio motor que conduce su pensamiento sobre el proceso gradual del arrepentimiento y sobre la semejanza definitiva del alma racional con Dios.
El pecado, entonces, es incluido como un elemento moral funcional a la filosofía thanatológica que propone Clemente, y su continuidad en el compuesto humano proviene de juzgar con ignorancia acerca de la manera necesaria de actuar.
La condición para escapar a la acción del pecado es disponerse a ser educados en la verdad. El ejercicio racional, el arrepentimiento de los pecados y el acercamiento a Dios son los niveles esenciales del sistema thanatológico que presenta Clemente, cuya meta es conducir a la humanidad hacia la abstención del mal y la práctica de la virtud, único medio para obtener la salvación.
Paola Ivone Druille
¿Cuándo nos han explicado así estas cosas?..
¿A qué migajas le llaman Educación Religiosa en las escuelas?
¿Porqué éste Conocimiento es únicamente exclusivo de los *seminaristas* y su teología intramuros?.
¿Han subestimado nuestra capacidad de comprensión o no quieren que la tengamos?.
Gilgamesh***
Fuentes;
-scielo
Como suelo visitar cada tanto el blog Ágora Libre, me sorprendió ver allí un comentario de una de sus miembros y amiga también de Tiempo Final, *Mariham* quien contaba que había intentado dejar un aporte aquí sobre el tema que estuvimos tocando, el alma.
Suele ocurrir, incluso a mí, que la caja de comentarios del blog es bastante caprichosa, por ejemplo no permite ingresar un texto con más de 4.096 caracteres, y eso es lo que le pasó seguramente a Mariham, porque su comentario es extenso.
Sugiero que en ese caso seccionen en dos o tres partes y los vayan ingresando separados.
También cuando la caja indica *error* hay que hacer clic derecho y darle a *atrás* dos veces, y vuelve a aparecer el comentario, que generalmente se auto-aborta cuando uno escribe por error algún símbolo perteneciente a código html no permitido o bien reitero, cuando el texto excede los 4.096 caracteres.
Ante éstos fallos yo por ejemplo escribo mis respuestas en un bloc de notas, lo copio y lo pego en la caja, y si me lo aborta no lo pierdo y puedo ver donde está el fallo, corregir el texto y volver a ingresarlo.
Con respecto al tema del alma no pensaba tratarlo hasta que con el tiempo pudieran surgir más cosas que aportar, pero ante éste noble gesto de Mariham y del titular del blog Ágora Libre al permitirle publicar allí un comentario que era para aquí, considero justo pegar ahora el aporte que Mariham hacía sobre éste tema.
¡Gracias Mariham! un fuerte abrazo, y un cordial saludo a Don Ágora y a todos sus queridos lectores y colaboradores;
-Hola a todos, ?? …de nuevo por aquí
Lo primero que quiero decir es que escribo este comentario como aportación a un tema tratado en la página -Tiempo Final -, que suscribe el sr.Gilga.
La razón de hacerlo aqui es porque después de escribirlo allí no salió publicado,creo que algo hice mal, así que lo intento de nuevo en este espacio tomándome tal vez una libertad que seguro no será inconveniente para este espacio- Ágora del compartir…Porque como bien sabemos se trata de sumar y de conformar así nuestras ideas de acuerdo a todas esas aportaciones que nos inducen a la reflexión ,.. así que ahí va por si en algo colabora este granillo de arena en formato comentario
La cuestión que allí trataban hace poco, y muy interesante por cierto, era sobre la relación que la sangre podía tener con el alma, y si el alma podía ubicarse en este fluido tan vital que se necesita para poder vivir….o también se contemplaba la posibilidad de que el alma operara desde el cerebro como sede de su alojamiento , y siendo las neuronas cerebrales su medio de expresión.
Bueno, pues según mi comprensión -basada en determinada línea de estudio y desde el que me manifiesto-, el alma “anima” el mecanismo que la representa de dos maneras ,y esto lo hace por intermedio de dos puntos de contacto con el cuerpo:
a– Uno lo hace por medio del llamado “hilo de la vida” , introducido en el corazón.
Allí,en el corazón, se encuentra el principio vida y desde ese lugar compenetra todo el cuerpo físico por medio de la corriente sanguínea, pues la sangre “es vida”.
b– El otro contacto es el llamado “hilo de la conciencia” o de la inteligencia, introducido en la cabeza en la región de la glándula pineal, y desde ese lugar de percepción ordena o dirige las actividades en el plano físico por intermedio del cerebro y el sistema nervioso.
Por tanto son el corazón y el cerebro los dos medios físicos de los que se vale el alma para poder expresarse.
Con el corazón proporciona la vida motora, la posibilidad de la acción y el movimiento del cuerpo carnal, a la vez que activa la vida celular.
Y con el cerebro puede ,mediante la mente, expresar su propósito y proporcionar al hombre ese eslabón que lo unirá al Espíritu mediante la colaboración de ambos- ( en determinada etapa del desarrollo humano) .
Porque…. ” La actividad directriz del alma, el aferramiento de su autoridad al mecanismo del cuerpo, DEPENDE del grado de desarrollo o de la así llamada “edad del alma”.
En lo que respecta a la humanidad, el alma no tiene edad, y lo que realmente se quiere significar es la duración del tiempo que el alma ha empleado aplicando el método de la encarnación física”.
Por tanto es esa Energía-Conciencia llamada alma la que posibilita la vida de un cuerpo, al dotarla de vitalidad e inteligencia . Sin ella no hay vida posible.La sangre por un lado y el sistema nervioso por otro son los elementos menores que distribuyen esa energía que entra mediante los dos centros receptores que son el corazón y el cerebro.
Y cuando llega el momento de desencarnar o dejar de vivir en la materia, es ella “la que retira” su energía-conciencia del cuerpo físico cortando ambos hilos .Así es como se rompe o corta el llamado cordón de plata ( o sutratma ) y el vehículo físico queda inerte. Entonces el alma se retira llevando a su plano el fruto cosechado de las experiencias vividas.
un cálido saludo a todos.
Nos alejamos un poco de la radicación del alma pero el tema tiene que ver.
No es nada fácil acceder a libros originales en tiempos del Cristianismo incipiente, mucho menos traducirlos.
Les voy a compartir un impresionante trabajo de Paola Ivone Druille =Doctora en Letras-Licenciada en Letras-Colaboradora en el CONICET= su brillante Tesis Doctoral presentada en la Universidad Nacional de La Pampa-Argentina, traducciones directas del Griego sobre Clemente de Alejandría y aquellos primerísimos tratados que daban orígen a las nuevas concepciones cristianas.
Tiempos de un Cristianismo naciente entre debates e interpretaciones que tenían Gnosis y mucha Filosofía, dos ramas que fueron combatidas pero muchos de sus conceptos terminaron formando parte de los libros sagrados posteriores.
Éste trabajo de Paola es largo, para muchos seguramente aburrido, como suelo pensar a veces un *espantalectores* jeje pero necesario para quienes intentamos *comprender* cómo se razonaba en aquél tiempo para tener más herramientas en éste tiempo actual.
Clemente de Alejandría: los tres tipos de muerte y su alcance moral.
Los tres tipos de muerte
Uno de los temas centrales del cristianismo de los primeros siglos posteriores al nacimiento de Cristo, es el de la muerte. Clemente de Alejandría es uno de los primeros filósofos cristianos del siglo II que sistematiza la concepción thanatológica sobre el aspecto moral del comportamiento humano. Sus tres obras más estudiadas, Protréptico, Pedagogo y Stromata, revelan el carácter moral que encierra el conceptp de muerte y su dependencia con un concepto clave de la teología cristiana, el pecado. Desde esta relación Clemente desarrolla su teoría thanatológica sobre la base de tres tipos de muerte: la muerte física, la muerte del alma y la muerte gnóstica. Una esquematización de cada tipología permite delimitar las distintas nociones que encierran sus significados:
1-La muerte física, *la que desata el alma del cuerpo* =Stromata, 2. 34. 2=, aquella muerte *que sobreviene naturalmente a los seres vivientes* =Protréptico, 10. 102= y es tratada como *muerte insensible* =Pedagogo, 2. 8. 2=.
2-La muerte del alma, *la unión del alma pecadora con el cuerpo* =Stromata, 4. 12. 1; Protréptico, 11. 115. 2; Pedagogo, 1. 5. 1; 3. 22. 1=.
3-La muerte gnóstica, es *una muerte racional*, que *lleva y separa el alma de las pasiones* =Stromata, 7. 71. 3= y que funciona como sinónimo de *muerte salvadora* =Pedagogo, 2. 8. 2=.
La tripartición thanática supone, entonces, una comprensión de la estructura humana que va desde el compuesto humano hasta la identificación del fundamento propio del desarrollo interior que en la filosofía de Clemente comienza a equipararse con el progreso gnóstico y con la posibilidad de salvación. Una exploración de estas tipologías ayudará a deducir la manera en que el tema de la muerte polariza términos de enorme importancia en el vocabulario de Clemente y se sitúa como un encuentro de categorías teológicas y antropológicas que permite no solo penetrar en el pensamiento moral del alejandrino, sino también abrir un diálogo con la tradición filosófica judeohelenista.
La separación del compuesto humano: la muerte física
El significado clementino de la muerte física parte de una idea antropológica elemental de la filosofía alejandrina: el hombre *está compuesto de lo racional e irracional, de alma y cuerpo* =Stromata, 4. 9. 4=. Sobre esta base estructural, Clemente desarrolla toda su ideología thanatológica y razona su incidencia en la vida moral.
Siendo el alma lo racional y espiritual en el hombre, el cuerpo es lo irracional.
Como instrumento y reservorio de lo sensible, es la parte perecedera del compuesto humano. En este sentido Clemente define la muerte física =Stromata, 4. 12. 5=, con otras acepciones que nunca dejan de referir al doble carácter del ser humano: estado natural =Protréptico, 10. 102. 3=, que afecta directamente al compuesto humano, y *final de la vida biológica* =Stromata, 5. 14. 1; 4. 110. 2; 4. 74. 3=.
En cuanto la acción de la muerte tiene lugar conforme a las leyes de la naturaleza por lo que puede ser definida como muerte común, que atañe a todos los hombres por igual, y que encuentra su explicación en la siguiente expresión: *la muerte está destinada para todos nosotros*. Por tratarse de un denominador que incluye a la humanidad, en Pedagogo 2. 8. 2 Clemente identifica a la muerte física con la *muerte insensible*, aquella que no debe ser temida ni rechazada, y que debe ser incluida dentro de las cosas indiferentes =Stromata, 2. 109. 3-4=.
La teoría de lo indiferente tiene orígenes griegos. Según los estoicos los indiferentes no son cosas ni buenas ni malas, aunque ponen de manifiesto la importancia decisiva de los indiferentes en la práctica efectiva de la vida moral. Concebir la razón por la cual Clemente enumera la muerte entre las cosas indiferentes con los rasgos característicos de la teoría estoica, supone entender el cuerpo como una materia, esfera corruptible del ser humano, que por su naturaleza contenedora y visible, se relaciona con *los bienes humanos* =Pedagogo, 3. 86. 2=.
Para Clemente un bien humano es todo lo que encierra el afán por la adquisición de bienestar personal a partir de la preocupación por las cosas externas, la riqueza, la salud, el alimento, la belleza física y el atavío personal, inclusive la muerte. La indiferencia hacia las cosas externas depende de la fortaleza moral del hombre, y la indiferencia hacia la muerte es la prueba sustancial que favorece el cuidado del alma y su alejamiento del cuerpo.
Dentro de este plano moral, lo externo es todo lo que encierra lo corporal, contiene las pasiones irracionales que determinan los comportamientos que llevan al hombre hacia la práctica de malos hábitos. La indiferencia hacia lo corporal favorece la separación del alma, el lado espiritual de la existencia viviente que se apartará en el momento en que la vida biológica alcance su fin.
Es en ese sentido con el que en Stromata 2. 34. 2 Clemente define la muerte física como *la que desata el alma del cuerpo*
El término juega un importante papel en el pensamiento thanatológico del alejandrino, y surge otra vez en Stromata 3. 64. 2 cuando dice: *a la unión del alma y el cuerpo acompaña su desunión*. La idea que representa la expresión entonces, aparece como un opuesto a unión, y explica la desvinculación de los elementos del compuesto humano, alma y cuerpo. Su presencia prevé la existencia de un lazo o vínculo sobre el que recae la acción de *desatar* presente en Stromata 2. 34. 2. El hecho de que la acción del verbo caiga sobre el cuerpo, permite pensar que el cuerpo es el punto desde donde es soltada el alma; el cuerpo ejercería en el compuesto la función de atadura que enlaza el alma.
Identificado directamente con la idea de desunión, en Stromata 7. 71. 3 Clemente introduce en un concepto filosófico una nueva conexión con la filosofía precedente, *separación*. Así llega a otra definición de la muerte física en los siguientes términos: *la muerte es la separación del alma respecto del cuerpo*. La concepción de la muerte física como separación ya aparece en un filósofo judío que influyó en gran medida en el pensamiento de Clemente, Filón de Alejandría. En Alegoría de las Leyes , Filón describe la muerte física como una separación, del alma y el cuerpo, y define esta separación como *muerte del hombre*, una muerte natural.
Clemente retoma la caracterización filoniana de la muerte física como una separación, pero utiliza como soporte de su argumentación los lineamientos thanatológicos de la filosofía platónica. En efecto, la descripción de la muerte como separación puede ser localizada en Fedón 67 d, diálogo en el que el ateniense ofrece el núcleo de su reflexión sobre la muerte a la que define expresamente como la *separación del alma del cuerpo*, mientras dirige todo su razonamiento a demostrar la pervivencia después de la muerte a través de la inmortalidad del alma.
Si bien para Platón existe un solo tipo de muerte, la común y natural, esta muerte es la posibilidad definitiva de la liberación del alma de las cadenas que la atan a lo corporal. Con la escisión del cuerpo y del alma, Platón supone que esta subsiste por sí misma. No da en Fedón una definición de lo que entiende por alma que aparece en otros diálogos, aunque deja en claro su concepción de lo corporal. Los apetitos y deseos parecen quedar asignados al cuerpo, al que se le adjudican las torpezas del conocimiento sensible, los afanes y tensiones pasionales.
La noción de lo corporal y la idea de separación son cristianizadas por Clemente y adaptadas a su concepción moral del cuerpo como un mal. Sobre este pensamiento el alejandrino sienta la base de la primera muerte en la idea de la naturaleza física o biológica del ser humano, naturaleza caracterizada por un fin común e imposible de evitar que concierne a todos los hombres por igual. La muerte física también supone una concepción psicológica que es necesario indagar para conocer la dinámica del morir fisiológico y su consecuencia en el morir general dispuesto por Dios.
La consecuencia del pecado original: la muerte del alma.
Junto a la muerte física, que se limita al cuerpo y es enumerada dentro de las cosas indiferentes, Clemente considera otro tipo de muerte que afecta directamente al alma, la que es contada entre *los males temibles y espantosos* =Stromata, 2. 34. 2=, denominada como *la muerte más temible* y relacionada directamente con un concepto clave de la teología cristiana, el pecado.
Bajo estos criterios, la segunda muerte viene a profundizar la idea antropológica del compuesto humano.
El cuerpo y el alma son dos polos según los cuales el hombre es bueno o malo, bipolaridad a la que siempre va unida la dimensión moral.
El destino de ambos elementos es solidario tanto en el bien como en el mal. El mal puede afectar al cuerpo por causa del alma si es mala conductora, así como el cuerpo es la ruina del alma si esta se deja arrastrar. El cuerpo, por tanto, es una entidad positiva si se mantiene al servicio del alma, y ambos pueden permanecer en armonía =Pedagogo, 1. 102. 3=. No obstante la ambivalencia del encuentro psicosomático es evidente. Por un lado, el compuesto tiende a la liberación del alma, o a la separación de las naturalezas opuestas; por otro, el compuesto se convierte en armonía bajo la dirección del alma.
Ahora bien, la unión del cuerpo y del alma también implica una jerarquía: el cuerpo humano es un instrumento para el alma. En el pensamiento de Clemente el cuerpo nunca deja su carácter material, es el componente que *trabaja la tierra y se lanza hacia la tierra* , mientras que el alma *se despliega hacia Dios* =Stromata, 4. 9. 4-5=.
El alejamiento o acercamiento hacia Dios es lo que distingue la dimensión teológica del compuesto humano.Partiendo de la estructura doble del ser humano, Clemente refiere al concepto en dos sentidos: a) al hombre visible y a su alma, el compuesto humano, y b) al hombre que se salva y al que no se salva.
El primer sentido fue explicado con respecto a la muerte física. El segundo es el que se ve afectado por la muerte del alma. Es aquí donde el carácter moral del compuesto humano cobra un valor sustancial en un concepto vital para el cristianismo, el pecado, pues la salvación o condena del hombre depende del pecado. La expresión es una noción de amplio alcance en la filosofía clementina: sobre esta asienta su concepción teológica, y el significado más radical de su pensamiento antropológico.
Para Clemente *el pecado es muerte eterna* =Protréptico, 11. 115. 2=, y llama pecado a las pasiones, denominadas *enfermedades del alma*, y al acto *irracional* =Pedagogo, 1. 5. 2=, el mismo concepto que utiliza para calificar la parte material del compuesto humano, tal cual lo expresado en Stromata 4. 9. 4. En ambos casos define pecado dentro de la perspectiva corporal y considera que si bien el hombre puede cometer distintos tipos de pecado, es la desobediencia a los mandamientos divinos el mayor pecado. La convergencia de tradiciones platónicas y judías resuenan otra vez en Clemente, y el lugar de este característico encuentro es la exégesis bíblica.
La muerte es introducida por el primer hombre, Adán. En Gn 2. 17 Dios anuncia la muerte del hombre, y en 3. 6 el hombre establece su propia muerte al comer del árbol prohibido. Protréptico 11. 111. 1-2, refleja la base adánica de la muerte cuando sostiene *el primer hombre jugó libre en el paraíso*. La libertad del hombre había sido obtenida por el beneplácito de Dios. Por estar bajo la tutela del Creador, recibía su amparo y protección. La mirada agraciada de Dios hacia el primer hombre, es la mirada hacia toda la creación, y conlleva la libertad de pecado, de toda atadura a lo corporal.
Pero al comer el fruto del árbol prohibido, el hombre pierde su libertad porque *se encontró esclavizado por sus pecados* =Protréptico, 11. 111. 1=. La ingesta del fruto prohibido es la incorporación del pecado en el mundo =Stromata, 3. 64. 2=; sin embargo, el comer la fruta no debe significar una muerte instantánea. Adán y Eva sobreviven, y la condena de Gn 3. 16-19 aclara esta concepción de: *la muerte es el motor indestructible de una vida miserable*. Si bien el pecado, simbolizado por la ingesta de la manzana, merece la muerte, esta muerte se diferencia de la física porque atañe a la parte racional: es la muerte del alma o muerte espiritual.
Y el mismo Clemente la define con precisión: *el pecado es la muerte del alma, la unión del alma pecadora en el cuerpo*. En Stromata 2. 34. 2, Clemente estrecha aún más la definición de esta tipología con las siguientes palabras: *la separación del alma respecto de la verdad*. De nuevo surge ya no en una posición cercana a separación, sino como su sinónimo más directo: entendido como descomposición, la fisión del compuesto humano y la corrupción definitiva del alma.
La concepción acerca de la muerte del alma vuelve a encontrar su asidero hermenéutico en Filón.
El exegeta judío menciona este tipo de muerte en su comentario sobre Gn 2. 17 presente en Alegoría de las Leyes, donde sostiene que la amenaza pronunciada por Dios esconde un problema clave: los descendientes del género humano no murieron por comer el fruto del árbol del conocimiento. Como hemos visto, Filón menciona la muerte del hombre, la muerte física y natural. Pero a esta tipología agrega una segunda muerte, la particular del alma, a partir de la cual reconoce y comenta las consecuencias del pecado en el acto adánico. La razón exegética de esta distinción está dada por la doble expresión *morir por muerte*, enunciado en Gn 2. 1711.
La muerte no significa necesariamente castigo, pues el fin de la naturaleza física es la vida del alma. En efecto, en Gn 2. 17 Dios amenaza al hombre con una segunda muerte. Adán incurrió en esta muerte que Filón denomina *la muerte del alma*, *muerte por castigo*, entendida como *la destrucción de la virtud*, *la adquisición del vicio*, no en la primera a la que designa *muerte del hombre*. Si la muerte común se concibe como la separación del alma en el compuesto, la muerte del alma es la separación de la virtud en el alma.
Esta línea judía se mantiene en los escritos de Clemente, en los que la idea filónica es reelaborada y equiparada al concepto *verdad*, la separación del alma de la verdad.
Pero tanto en un caso como en otro se trata de un entrecruzamiento antinómico entre dos muertes ya anunciadas en la Septuaginta. El Libro de la Sabiduría menciona en el versículo 1. 13 que la muerte física y la espiritual están ligadas: la causa de la muerte es el pecado, y para el hombre pecador la muerte física es también la muerte espiritual y eterna.
Existe, por tanto, una muerte caracterizada como la separación de los elementos combinados, alma y cuerpo, y otra que es la del alma. Entre ambos tipos thanáticos se halla un factor determinante: la cercanía o lejanía de Dios. Clemente no concibe solo el alejamiento de lo corporal, pues la cercanía de Dios es imprescindible. Las contraposiciones en las que el hombre ha sido plantado tienden a confluir hacia una oposición moral, la elección del bien o del mal.
Resumiendo, Clemente mantiene su propia consideración acerca de la muerte del alma.
El pecado que separa al hombre de Dios es la muerte espiritual y eterna cuya señal es el apego a las cosas exteriores. Dentro de los enfoques judeohelenistas, la ideología de Clemente queda sellada con amplios significados que recaen sobre la necesidad de acercarse a Dios para evitar la muerte eterna. Pero el acto de aproximación no consiste solo en la aceptación de la presencia de Dios y de su poder sobre la condena o salvación del hombre, supone una preparación a lo largo de la vida, un ejercicio moral bajo la tutela de los lineamientos que se encuentran estructurados por la filosofía gnóstica.
La ejercitación del alma: la muerte gnóstica
Clemente menciona finalmente una tercera muerte representada por la ascesis platónica en la tarea gnóstica del filósofo =Stromata, 4. 12. 3=. En comparación con la muerte física, Clemente ofrece una doble definición de la muerte ascética en Stromata 7. 71. 3: *la gnosis es como una muerte racional, y , *lleva y separa el alma de las pasiones*. Es la *muerte salvadora* =Pedagogo, 2. 8. 2= que a través de la gnosis separa el alma del cuerpo, de las pasiones, y la dirige hacia Dios. La muerte racional, entonces, coloca el alma al servicio de Dios y trae conocimiento =Stromata, 7. 3. 21=.
Uno de los conceptos que resuena en la definición de la muerte gnóstica, es precisamente la facultad del alma racional que se ejercita para dirigir su comportamiento en orden a la salvación de la muerte eterna. Consiste en un conocimiento racional de todas las cosas trasmitidas por Dios a través de la Escritura. Por ser un conocimiento que procede de Dios, es el principio creador de toda acción racional que aparta de las pasiones y conduce hacia la virtud. Dentro de este contexto, la *ignorancia* es un concepto clave. En Stromata 7. 71. 4 opone y define la primera expresión como el conocimiento racional, y la segunda como *atrofia del alma*.
Desde esta perspectiva, la ignorancia es lo contrario de la verdad, y la verdad se encuentra concentrada en Dios. Así, comentando Ez 33. 11, Clemente dice: *ignorar al padre es muerte*. Permanecer unido al cuerpo y resistir la conversión es el mayor pecado que el hombre puede cometer. Por eso el alejandrino exhorta a no permanecer alejado de Dios, porque su conocimiento trae vida eterna y su rechazo muerte.
Otra expresión de enorme alcance en la discusión clementina acerca del tercer tipo de muerte es por un lado, Clemente llama a lo racional entendido como espiritual.
Por otro, utiliza este término para denominar al ser humano creado por la palabra de Dios. El hombre es un ser creado por el Logos divino, que es el conocimiento de Dios =Protréptico, 12. 120. 3= insuflado en el alma del hombre, la presencia de Dios en la parte racional del compuesto humano. Esta representación de Dios en el alma es lo que determina la interiorización racional de la moral cristiana en el momento en que la parte espiritual del hombre tiende a elevarse hacia Dios por su conocimiento acerca de lo divino. Con el afán de parecerse a su Creador lo más posible el alma evita persistir ensamblada a su parte irracional =Pedagogo, 1. 4. 2= y a replegarse en lo racional.
El anhelo de semejanza con lo divino señala el hecho de que el hombre puede entrar activamente en relación con Dios a través de su parte dotada de razón. La posibilidad de trascendencia le permite mediar entre lo sensible y lo inteligible una vez que desligada de las concupiscencias del cuerpo y del temor a la muerte natural, logra ser educada *mediante la filosofía*. La separación del alma respecto del cuerpo practicada a lo largo de la vida proporciona al filósofo una eficacia gnóstica para poder llevar con buena disposición la muerte física, que es la disolución de las ataduras del alma respecto del cuerpo.
Esto significa estar todavía en el cuerpo pero vivo como entidad espiritual.
Según estas enunciaciones, la muerte gnóstica coincide con la idea de filosofía que circula en los escritos platónicos. En el diálogo Teeteto 176b Platón sostiene que el hombre debe huir del mal, aquel ligado a la naturaleza mortal y al mundo sensible, y procurar hacerse semejante a la divinidad en la medida de lo posible, aproximación que se alcanza con la practica de la virtud =República, 613a-b=, ejercicio filosófico que separa el alma del cuerpo.
La posibilidad definitiva de la liberación del alma ejercitada, también atestigua una preparación para la muerte que consiste en ejercitarse en morir, purificando el alma durante la separación del cuerpo y exponiendo un fundamento esencial: la concepción del cuerpo como un mal. Esta concepción es de radical importancia en los escritos de Clemente, pues si bien el bautismo destruye el pecado en el hombre, este debe cultivar su espíritu para que el pecado no encuentre en ese cuerpo mortal, sede de la concupiscencia, medios para seguir reinando todavía, y la preparación filosófica es primordial para la educación espiritual.
Siguiendo la misma línea argumental que Platón expone en Fedón 67e y 81a26, Clemente define la tarea de la filosofía como un *ejercitarse en morir*, o como un *ejercicio de muerte*, práctica que consiste en preocuparse por purificar el alma y apartarla del mal, y considera la virtud como una práctica esencial a todo cristiano =Stromata, 2. 34. 1-2=. No obstante el ejercicio que razona Clemente consiste en el cuidado del alma a través del cuerpo, dejando a la parte racional ser conductora de la irracional. Utilizando como soporte paliativo el significado que encierra la expresión, la separación de las pasiones se consigue a través del constante servicio a Dios.
El alejamiento de las cosas exteriores necesita de una práctica racional de la verdadera filosofía y de un acercamiento definitivo a la verdad que solo puede lograrse mediante la práctica de la virtud y la liberación del pecado.
Conciente de su poder sobre el comportamiento del hombre, Clemente propone una gradual liberación del pecado que coincide con el progreso creciente del hombre hacia la divinidad.
En efecto, Clemente dedica los pasajes 1. 4. 2-1. 5. 1 del Pedagogo a exponer su metodología para la separación del pecado partiendo de una concepción teológica que se proyecta sobre su pensamiento antropológico: a) no pecar, acción que atribuye solo a Dios b) no cometer deliberadamente ninguna clase de pecado, ejercicio propio del sabio, el único que está libre de pasiones por cuanto no está dispuesto hacia ellas y c) no caer en muchas faltas involuntarias, actitud que puede ser asumida por los que reciben una esmerada educación.
En relación a este último grado de progreso, el humano, surge la incidencia de un aspecto de la teología de Clemente fundamental para entender el dominio de lo racional durante la separación gradual: el arrepentimiento. Así en Stromata 6. 97. 4 menciona un doble arrepentimiento: aquel que se lleva a cabo por la falta cometida, y el que conocida la naturaleza del pecado, induce a abstenerse de pecar por una razón superior, y conduce a no pecar en manera alguna.
En ambos casos se persigue la salvación del pecador y no su condena. Retomando su exégesis bíblica, el alejandrino desarrolla su pensamiento más radical sobre la liberación del alma a través del arrepentimiento, para lo cual recurre de nuevo al discurso que Ezequiel expone especialmente en los versículos 18. 23-32 y 33. 11, y que Clemente repite en varios momentos de su escritura con las siguientes palabras: *no quiero la muerte del pecador, sino su arrepentimiento* =Pedagogo, 1. 58. 2=. Sobre esta base define el verdadero arrepentimiento como la acción que erradica del alma aquellas faltas que llevan hacia la muerte.
En ese sentido, el arrepentimiento no es más que la conversión del alma y su alejamiento del pecado en un acto racional y decisivo que obtiene su fundamento en el progreso gnóstico y en la posibilidad de salvación.
Si se retoma nuevamente la concepción compuesta del ser humano, se entiende la operación de redención que ejerce la muerte gnóstica. El doble movimiento de separación y aproximación depende de ejercitar filosóficamente la parte racional del compuesto humano.
La metodología de esta ejercitación depende de la puesta en combinación de varios conceptos. La filosofía clementina ordena sistemáticamente estas expresiones y les otorga asidero cristiano, mientras actualiza la concepción moral del cuerpo como un mal no solo por su atracción hacia los bienes exteriores sino también porque arrastra el alma hacia la ignorancia y la aparta de la verdad.
Conclusión
En las diferentes nociones de la muerte que desarrolla Clemente, se encuentra el problema moral de la incidencia determinante del pecado en el compuesto humano. Siendo el hombre una estructura compuesta, Clemente lo posiciona como responsable de sus pecados y garante de su alma. Cualquier actitud de apego hacia las cosas exteriores, lo corporal, opera como una señal de su descuido de la parte racional, comportamiento que trae aparejada la muerte espiritual y con esta la muerte eterna por la aceptación del pecado y la ignorancia de la verdad, Dios.
En este contexto, el legado filosófico y religioso de la tradición judeohelenista influye sobre el pensamiento de Clemente y su concepción acerca de la muerte.
El alejandrino, como fiel portavoz de esta tradición, localiza en Platón los elementos de la muerte ascética y el sentido peyorativo de lo corporal. Filón le suministra los lineamientos específicos del pensamiento religioso, la idea de virtud y la naturaleza común de la muerte física.
La ideología de ambos autores estructura la filosofía de Clemente quien no anula la muerte como un proceso natural, más bien es su idea cristiana acerca de la muerte el principio motor que conduce su pensamiento sobre el proceso gradual del arrepentimiento y sobre la semejanza definitiva del alma racional con Dios.
El pecado, entonces, es incluido como un elemento moral funcional a la filosofía thanatológica que propone Clemente, y su continuidad en el compuesto humano proviene de juzgar con ignorancia acerca de la manera necesaria de actuar.
La condición para escapar a la acción del pecado es disponerse a ser educados en la verdad. El ejercicio racional, el arrepentimiento de los pecados y el acercamiento a Dios son los niveles esenciales del sistema thanatológico que presenta Clemente, cuya meta es conducir a la humanidad hacia la abstención del mal y la práctica de la virtud, único medio para obtener la salvación.
Paola Ivone Druille
¿Cuándo nos han explicado así estas cosas?..
¿A qué migajas le llaman Educación Religiosa en las escuelas?
¿Porqué éste Conocimiento es únicamente exclusivo de los *seminaristas* y su teología intramuros?.
¿Han subestimado nuestra capacidad de comprensión o no quieren que la tengamos?.
Gilgamesh***
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