viernes, 10 de enero de 2020

* Rumores de no guerra *

***Gran alfinViernes para todxs.

Luego de que la caja Trump se abriera cuan Pandora y nos amargara el inicio del año nuevo, también nos está dejando una serie de reflexiones que valen la pena ser compartidas.
En primer lugar tenemos esa amargura natural que sentimos quienes no queremos cosas tan aberrantes como invasiones, bombardeos, muertes y ese fantasma tan temido como es una guerra mundial.

En segundo lugar tenemos la *excitación* y el *morbo* de quienes en verdad desean que un gran conflicto global se desate y todo explote como si fuese la solución a sus propios inconformismos, a sus desilusiones personales, y que quizás en el fondo son buenas personas pero que han sido infectados con el virus mental apocalíptico.
Y los medios masivos han estado jugando un rol muy importante por éstos días.
Apestaba en las redes sociales el fárrago de aseveraciones de que estamos ante el inicio de la gran y última guerra mundial, y que bla bla bla.

Creo que los grandes beneficiados han sido también aquellos tildados de *expertos internacionales* que están haciendo su Agosto en Enero contratados por los medios especialmente radiales y televisivos ocupando horas en todos los programas y canales discurriendo sus teorías sobre lo que está pasando o va a pasar.

No son tontos los medios, saben perfectamente como se eleva el raiting cuando se despierta el morbo ante una situación bélica de ésta envergadura.
De paso, sucesos como éstos escarceos entre Irán y USA vienen muy bien a manera de cortina de humo para tapar otras realidades que merecerían nuestra atención.

Sorprendió también la actitud tanto de Irán como de USA en el manejo de las *represalias*.
Todo como ...muy estudiado, cínicamente una especie de caballerosidad bélica poco frecuente.
Irán prometiendo una respuesta devastadora que no fué, y USA cruzada de brazos e incluso hablando de *diálogo*.
Irán y su represalia contra las dos bases americanas en Irak diciendo que no se buscaba asesinar soldados sino causar daño a la maquinaria bélica yanqui y dañar infraestructura operacional.

Ojalá que todo ésto se haya quedado ahí y punto, pero todo...muy extraño.
Parecería que tanto el inicio, de la mano de Pandora y el atentado que mató al General iraní, como la represalia llevada a cabo por Irán no tuvieran el más mínimo sentido o lógica, más allá de los típicos razonamientos geopolíticos que explican los expertos.

Es por eso que les quiero compartir un largo análisis y reflexión de alguien que es también experto pero que aborda éstos sucesos desde una mirada mucho más profunda, inteligente y solidaria que comparte públicamente.
Alguien que en otras ocasiones siempre ha dado en el clavo a la hora de ésto de;
*¿Qué va a pasar?*;



-Apocalipsis, tercera guerra mundial, fin del mundo, destrucción y muerte a nivel global.

Los primerosdías de este nuevo año quedaron teñidos por la especulación tremendista en los medios y en las redes sociales sobre qué podría pasar a partir del acto de terrorismo de Estado cometido por el imperialismo occidental en Irak, cuyo objetivo logrado fue la muerte de un militar clave para Irán.

Cuando los Estados Unidos bombardearon en las inmediaciones del aeropuerto de Bagdad y mataron al General Soleimani en el ataque, muchos vieron en ello la reedición del asesinato del archiduque Francisco Fernando que encendió la mecha de la primera guerra mundial en 1914.
Muchos vieron entonces la historia repetirse a lo marxista, esto es, primero como tragedia y luego como farsa.
Y así volaron las hipótesis de conflicto global como en 1914, pero con una diferencia:
ya en la era de los misiles hipersónicos y de las armas nucleares con la supuesta capacidad de destruir el planeta entero en cuestión de horas.

Entonces las hipótesis de conflicto que volaron fueron sobre esa tercera guerra mundial y sobre lo que vendría a ser el último acto de la humanidad.
Si Irán respondía a la provocación del atentado y el crimen, los Estados Unidos iban a utilizar su armamento nuclear, las demás potencias harían lo mismo y el mundo se iba a acabar en un holocausto nuclear.
Pero no es así de sencillo y, en realidad, es bastante utópico que algo así o un escenario similar llegue a tener lugar.
Está más que claro que no existe por parte de nadie el interés de utilizar esa tecnología infernal que conocemos vulgarmente como la bomba nuclear.

Ese desinterés en el uso de bombas atómicas para la resolución de conflictos es muy fácil de corroborar si para ello se recurre al análisis histórico:
desde que se desarrolló la tecnología nuclear para ser aplicada a la guerra, la bomba atómica solo fue utilizada dos veces y en ambas por los Estados Unidos sobre un derrotado Japón en 1945.
Solo Hiroshima y Nagasaki recibieron el impacto de la bomba nuclear y desde entonces nunca más nadie =ni los Estados Unidos ni las demás potencias que fueron desarrollando sus arsenales atómicos= quiso, pudo o supo arrojar dicha bomba donde no haya sido para hacer pruebas en lugares deshabitados.

¿Por qué?
Porque precisamente los que desarrollaron y poseen armamento nuclear son los que mejor saben qué podría pasar en caso de que se empezaran a lanzar esas bombas. 
Una guerra no se gana si al final de ella todos los contrincantes resultan destruidos, ni siquiera puede haber una victoria pírrica si todos mueren al final.

El uso de las armas nucleares pasó a ser una imposibilidad práctica en 1949, cuando la Unión Soviética terminó de desarrollar la RDS-1 tan solo cuatro años después del genocidio yanqui sobre el pueblo japonés en Hiroshima y Nagasaki.
Cuando además de los Estados Unidos alguien más tuvo acceso a la posibilidad de utilizar armas nucleares, entonces esa posibilidad se esfumó para todos, incluso para los que vendrían luego a construir su propio arsenal.

Y eso simplemente porque una guerra nuclear es inviable sin que el resultado sea la destrucción de la humanidad entera.
La inevitable pregunta de por qué otros siguieron con sus proyectos atómicos si ya se sabía de la imposibilidad del uso de armas nucleares se resuelve con lo siguiente:
las armas nucleares no son para ser utilizadas, sino para disuadir a otros.
Son armas de disuasión.
Y finalmente, en última instancia, son la garantía última de soberanía para el que las tenga, porque nadie se mete con el que las tiene.

Los Estados Unidos lanzaron Little Boy sobre Hiroshima y Fat Man sobre Nagasaki tres días después, pero no para derrotar a los japoneses.
Japón ya estaba derrotado para agosto de 1945, al igual que sus aliados alemanes e italianos.
Los Estados Unidos lanzaron dos bombas sobre un Japón derrotado para *marcarles la cancha* a los soviéticos, que habían tomado Berlín y habían así ganado efectivamente la guerra mundial.
En una palabra, los Estados Unidos lanzaron la bombanuclear sobre Japón a modo de ensayo y de advertencia a terceros justamente porque esos terceros
no tenían la bomba atómica.

*Miren lo que tengo*, diría el Tío Sam, por ejemplo, en Potsdam, laconferencia de posguerra en la que las potencias aliadas se reunieron con el objetivo de repartirse
otra vez el mundo.
Potsdam terminó el 2 de agosto de 1945 y menos de 24 horas después los Estados Unidos lanzaron el ataque nuclear contra Japón.
*Miren bien lo que tengo y no se hagan los locos*, parece haber dicho Harry Truman al bombardear a los civiles de Hiroshima.

No es descabellado concluir que Truman se fue de Potsdam con un pliego de condiciones de los soviéticos =de nuevo, legítimos ganadores de la II Guerra Mundial= y que una de las exigencias en ese pliego pudo haber sido el control por parte de la URSS sobre la totalidaddel territorio, de la industria y del potencial de una Alemania ocupada.
Para no permitir que eso pasara y que los soviéticos se hicieran de los recursos que necesitaban para ser la primera potencia mundial, los Estados Unidos mostraron al día siguiente el poder de destrucción de su bomba atómica utilizando como cobayos a unos cientos de miles de civiles en Japón.

Al día siguiente, véase bien, como para garantizar que el mensaje a Moscú fuera inequívoco.
Entonces la Guerra Fría =que en realidad nunca terminó, por lo que vemos ahora= no empieza en Potsdam ni al día siguiente en Hiroshima y tampoco tres días después en Nagasaki.

La Guerra Fría arranca en 1949, cuando se concreta el proyecto de la RDS-1 y Stalin se hace de su bomba atómica.
A partir de ese momento, del momento en el que Stalin les dice a los Estados Unidos *miren ahora lo que tengo yo acá, no se hagan ustedes los locos*, la utilización fáctica de las armas nucleares pasó a ser una utopía.
Nadie las va a arrojar porque si alguien lo hace nadie va a estar para celebrar el triunfo y hacerse del botín.

Por lo tanto, la hipótesis de que el atentado y el crimen yanqui del General Soleimani en el aeropuerto Bagdad van a resultar en una guerra mundial con armas nucleares no es una hipótesis, no hay posibilidad de que eso ocurra.
Lo que falta averiguar es si lo que va a haber es una guerra mundial a secas, sin armas nucleares, o si habrá guerra en absoluto.
¿Es tan tremenda la situación como quieren hacer ver los medios y los bravucones de Twitter?
Quizá no.

*¡Un delirio!*, gritará alguien.
*Está clarísimo que acá va a haber guerra.
Quizá no escale al nivel de una guerra mundial, pero al menos quilombo entre Irán y los Estados Unidos va a haber*, agregará el gritón.
Pero el frío análisis de la coyuntura mundial actual y de los datos históricos más recientes indica que el *quilombo* no puede ser entre Estados Unidos e Irán sin que se metan China, Rusia y muchos otros.

Y además indica que, lejos de buscar la guerra con nadie, los Estados Unidos están buscando una forma de ir retrocediendo lentamente hacia otro lugar.
Por lo primero, la obviedad ululante:
Irán es una potencia de orden regional cuyos principales socios son sus vecinos de Rusia y China.
Si bien la relación entre estos tres monstruos siempre fue y lógicamente siempre será complicada, está claro que existe entre ellos una alianza y hay cooperación en distintos niveles.

Entonces es un poco cándido pensar que los Estados Unidos van a poder hacer una guerra en Irán sin que Rusia y China participen del juego y más cándido aún imaginar que chinos y rusos no van a querer sacar provecho de la situación al ver que el enemigo fundamental, que son los Estados Unidos, está encajado en una guerra imposible contra un tercero y, por lo tanto, vulnerable.
En ese sentido, el dilema de los Estados Unidos =que también es el dilema de Rusia y de China en el momento= es que no pueden involucrarse en una guerra con un tercero sin que eso resulte en dejar descubierto algún flanco.
Washington sabe que tiene unos recursos extraordinarios para hacer la guerra, pero además sabe que esos recursos no son ilimitados.

Entonces tanto Rusia como China pueden estar esperando que los Estados Unidos vuelquen sus recursos para hacerle la guerra a un tercero y allí dar el batacazo por el flanco descubierto.
Ninguna de esas tres potencias puede ocuparse con un enemigo de segundo orden sin que eso implique una debilidad y una vulnerabilidad potencial frente a los demás, que siempre están al acecho.
Con esa información objetiva se pasa a la observación histórica reciente para ver que en los últimos años los Estados Unidos han hecho de todo con Donald Trump para evitar conflictos con enemigos de segundo orden e incluso para evitar molestar a los rusos y a los chinos en alguna parte.

Washington empezó a incursionar en Crimea y luego retrocedió;
hizo lo propio en Siria y también se retiró;
presionó en Venezuela y nunca ni siquiera amagó con enviar allí un solo soldado, reculando en chancletas a medida que el gobierno de Maduro volvía a fortalecerse con el apoyo de China y de Rusia.

He ahí tres casos concretos y recientes de avance e inmediato retroceso de los Estados Unidos para evitar el conflicto abierto.
Y eso no es normal.

Hasta hace muy poco tiempo, los Estados Unidos no retrocedían en ninguna parte.
Si desde Washington partía la orden de bombardear, invadir, robar y matar, esa orden siempre se ejecutaba hasta las últimas consecuencias por los militares estadounidenses.
Pero algo claramente cambió porque en los últimos años los Estados Unidos retrocedieron en todos sus proyectos de hacer la guerra imperialista aquí y allí.
¿Por qué?

Porque hoy existen otros dispuestos y capaces de *pararles el carro* a los yanquis, cosa que no existía, por ejemplo, en el año 2001.
A diez años de la desintegración de la URSS y sumida en una debacle neoliberal a manos de Boris Yeltsin, Rusia había dejado de ser una potencia mundial y se encontraba de rodillas, mientras que China seguía enfrascada en la realización de su plan económico orientado al dominio del comercio exterior a nivel global.
Es decir, los unos no tenían con qué y los otros no estaban interesados en medir fuerzas con la única superpotencia mundial que emergiera de la caída del Muro de Berlín y la disolución del campo socialista en el Este.

Así los Estados Unidos pudieron invadir en Afganistán y luego en Irak sin mayores problemas que el de batir las resistencias locales.
Nadie se metía porque la hegemonía de los yanquis en la última década del siglo XX y en la primera del siglo XXI era total, cosa que hoy no existe.
Entonces la guerra localizada y prolongada entre Irán y Estados Unidos es improbable porque hoy está China y está Rusia de pie y dispuestos ambos a participar de alguna forma para debilitar al enemigo occidental.
Y la guerra nuclear fulminante es una imposibilidad porque no se pueden prever los resultados y se trata de una verdadera caja de Pandora.

¿Por qué demonios van, entonces, los yanquis a provocar a los iraníes con el terrorismo y el crimen contra uno de sus próceres?
He ahí la hipótesis:
los Estados Unidos se están retirando de un lugar en el que ya no pueden sostenerse, que es el lugar de única superpotencia a nivel mundial.
Washington ya comprendió que no existen los recursos necesarios al sostenimiento de ese estatus exclusivo si en el mundo hay otros con la fuerza de China y de Rusia dispuestos a disputárselo.

Una cosa fue hacerlo después de la caída del Muro de Berlín y la disolución de la URSS, mientras Rusia estaba sumida en el caos y China estaba retirada del juego para ocuparse de sus asuntos económicos en silencio, pero otra cosa muy distinta es hacerlo ahora que esos actores se pusieron de pie, miraron hacia afuera y quieren discutir. En una palabra, el lugar de única superpotencia mundial es insostenible para los Estados Unidos, pero también lo es para Rusia, para China o para el que sueñe ocuparlo,
simplemente porque eso incompatible con un orden mundial multipolar.

El mundo es multipolar y los liderazgos regionales se imponen en cada región.
Cuando eso ocurre, la superpotencia en declive no puede imponer su voluntad en todas partes, que es lo propio de una superpotencia.
Los Estados Unidos no pueden imponer su voluntad en Asia de que Irán abandone su proyecto nuclear porque en la región hay potencias regionales que no están exactamente en plan de servir los intereses de los yanquis, sino más bien de socavar su poder.
Entonces la superpotencia a nivel mundial es un fantasma, es una simulación.

Los Estados Unidos son una gran potencia mundial que en el nuevo juego debe ser una potencia regional consolidada o desaparecer.
Sí, porque la alternativa a bajarse gradualmente del lugar de privilegio es la destrucción.
Si los Estados Unidos no aceptan que su hegemonía mundial está liquidada y que deberán de aquí en más compartir el poder con otros, caerán necesariamente en la espiral de destrucción romana.
Roma no quiso dejar de ser imperial y los que si querían destruir ese imperio finalmente lo hicieron por la fuerza, invadiendo, saqueando y destruyendo Roma.

Lo equivalente a eso para los Estados Unidos en los tiempos que corren sería un escenario en el que todos sus enemigos =que son muchos, los yanquis han sembrado el odio por todo el mundo= le hagan la guerra y terminen plantando su bandera en territorio estadounidense al finalizarla.

Pero existe otro escenario posible, uno que es alternativo al de Roma:
el de Inglaterra, potencia que desde la I Guerra Mundial en adelante fue descendiendo a la categoría de potencia regional luego de haber sido un imperio global en los siglos anteriores.
Los ingleses hicieron eso, se fueron replegando de a poco mientras las generaciones se sucedían y se iba borrando el odio que ellos mismos habían sembrado por el mundo. Inglaterra hoy es una potencia con capacidad de optar por abrirse de su alianza regional, que es la Unión Europea, además de ya no ser el objeto del odio generalizado como sí lo son los Estados Unidos.

Para hacer la de Inglaterra y evitar la invasión *bárbara* de su territorio, no obstante, los Estados Unidos deben luchar en dos frentes, que son el frente externo y el frente interno.
En el frente externo debe negociar con las potencias emergentes su propio descenso o las condiciones y los tiempos en los que se dará ese descenso.
Dicho de otra forma, para ir retirándose del lugar de superpotencia mundial sin que en el proceso a los emergentes se les ocurra aprovechar el repliegue para atacar, debe existir entre los jugadores un alto nivel de diálogo.

Y ya nadie duda de que ese diálogo es muy fluido entre Trump y Putin, por ejemplo, pero también entre Trump y Xi Jinping, aunque *pour la galerie* se muestren como rivales a muerte en una supuesta guerra comercial.
En el frente interno, lo que los Estados Unidos tienen que hacer es lograr convencer a los propios yanquis de que el descenso es la alternativa a la destrucción.
No, el gobierno de los Estados Unidos no puede simplemente decir por televisión que eso es así, sino que debe hacer entender que la nafta no da y que es más conveniente desensillar e ir metiendo violín en bolsa de a poco.
¿Cómo se logra eso?

Con la simulación de avanzar sobre un enemigo secundario e inmediatamente retroceder, con arrojar una bomba sobre Irak para agredir a Irán y, frente a la respuesta de Irán, hablar de diálogo, de paz y de ir retirando alguna que otra tropa estacionada en la región.
Eso fue exactamente lo que hizo Trump hoy y con eso puso una capa más en el dibujo de un cuadro de situación que los yanquis están pintando para que los mismos yanquis vayan comprendiendo de a poco que ya no estamos en 1991, que el mundo cambió y que es necesario aceptar la realidad o ser arrollados por ella.

No es que los halcones del Pentágono no quieran entrar a Irán matando, bombardeando, violando, saqueando y haciendo terrorismo.
Eso es lo único que ellos hicieron cada vez que pudieron hacerlo y es lo que quieren hacer, no solo en Irán, sino en Venezuela y en todas partes.

El asunto es que ya no les da el cuero para hacerlo y ya son conscientes de que eso es así.
En otro tiempo, el ataque de un país como Irán contra una base militar de los Estados Unidos hubiera resultado en una declaración inmediata de guerra por parte del presidente de Estados Unidos.
Pues bien, Irán bombardeó no una, sino dos bases de los Estados Unidos en Irak hoy y Trump habló de *sanciones económicas más severas* y de *retomar el diálogo*.
No hay declaración de una guerra que nadie quiere porque nadie puede sostener.


Los Estados Unidos quieren ir retirándose e Irán no quiere caer en la volteada de ser arrollado por una potencia que está en retirada.
Por eso los iraníes afirman querer la expulsión de las fuerzas de Estados Unidos de Medio Oriente y no hablan de querer la guerra:
Irán quiere quitarse la bota de encima y Estados Unidos quiere irse de allí de la forma más decorosa y disimulada posible, para cumplir su parte del acuerdo con Rusia y China agitando poco las aguas.

El mundo real no es un tablero de TEG ni el objetivo de las fuerzas involucradas en la lucha se resume en una carta, no se trata de destruir el ejército amarillo y conquistar una cantidad de territorios.
Los intereses reales son una maraña invisible para la mayoría de nosotros.
Y allí donde uno está acostumbrado a ver la imagen de una superpotencia mundial puede haber un país tratando de reubicarse dignamente en un escenario global muy distinto al que suponemos.
No se trata de apretar el botón rojo y disparar ojivas nucleares para resolver ningún asunto y mucho menos de hacerse los locos frente a la realidad.

Históricamente todos los imperios nacieron, florecieron y cayeron.
Lo único que hace el imperialismo estadounidense es elegir la forma de su propia caída.
Y esa forma es una simulación, porque el orden mundial ya es otro.
La guerra mundial y el holocausto nuclear son la simulación hoy.

La realidad es otra, no hay hipótesis de conflicto en un reordenamiento pactado y el apocalipsis va a tener que quedar para otro día.

Me encantó, me parece muy atinado además de ser respetabilísimo dado el nivel intelectual de éste Comunicador que necesariamente sabe y mucho de historia, algo fundamental para concluir en éstos análisis.
Yo, desde mi escasa intelectualidad veo un panorama similar, es obvio desde hace rato que Rusia y China no sólo están de pie sino que además se han *asumido* como superpotencias y que se han sentado a discutirle la hegemonía a un Estados Unidos que ha sido destronado.

Y obviamente que ésto no se resuelve con una guerra global sino con un pacto en el cual al destronado se le concede retirarse sin humillaciones ante los ojos de la mayoría ciega o corta de vista que somos la mayoría de los mortales.
Ésto no significa que USA se vuelva un corderito inocente, pero al menos ya no hará lo que le de la gana donde, cuando y como quiera.
Ésta multipolaridad creo que debemos verla o concebirla como algo necesario y positivo para equilibrar un mundo en el cual cuando la hegemonía la ejerce uno solo estamos todos liquidados.

Pero cuidado porque si el retiro de USA de su hegemonía global se vuelve *regional*, en América Latina tendremos que abrir muy bien los ojos porque pondrán y concentrarán su atención en nuestro continente, al cual consideran su *patio trasero*.
He allí también la enorme necesidad de que nuestros países dejen de ser gobernados por tendencias ideológicas neoliberales o conservadoras y hagan de sus naciones *sucursales* de Washington tal como ha ocurrido y aún ocurre.

El neoliberalismo anglosajón hace rato que viene en picada y si no lo advertimos quienes elegimos con el voto, dejaremos pasar una gran oportunidad para enterrar esas nefastas políticas que a los latinoamericanos nos han hecho tanto daño.
China y Rusia también hace rato que vienen incursionando en nuestro continente lo cual evidencia que USA ya no podrá devorarnos a su antojo, y que, si somos un botín, al menos tendrá que compartirlo con chinos y rusos.

En nuestros gobernantes locales que elegimos con el voto estará la clave de alinearse con uno o con otros, diplomáticamente con todos, pero con USA ya sabemos cómo nos ha ido, en cambio China no tiene ambiciones de colonización ideológico-política, y tienen una mentalidad mucho más sana que la cultura occidental.
Sus ambiciones son económicas aquí obviamente, que podríamos llamar a la vez *estratégicas*, pero China para nada es comparable con la barbarie anglosajona, respetan ante todo la soberanía y son bastante ecuánimes en las negociaciones.

Por eso es que la embestida neoliberal financiada y supervisada por Washington en nuestro continente intentó con mucha furia y recursos sentar a sus vasallos en nuestros gobiernos, y ahí tenemos su fracaso en Argentina mediante el reciente triunfo electoral, en Chile y Colombia y Ecuador que han dicho basta, y en Brasil un cada vez más repudiado Bolsoraro, sumada Bolivia despojada ilegalmente de su gobierno *ocupada* hoy pero no por mucho tiempo, y a México desintoxicado después de décadas de nefasto neoliberalismo.

No todo es tan malo, ni todo está perdido.
Y nunca olviden que siempre se puede estar peor, ante lo cual hay que seguir cada día luchando para estar un poco mejor, y el escenario tanto global como local, influyen y mucho en nuestro micromundo que de por sí...también tiene sus vericuetos.
Si nos sumamos al coro apocalíptico nos irá siempre muy mal.

Hay que abrir la puerta de casa cada día y salir a ponerle el pecho a las cosas, cada uno de nosotros lo sabemos perfectamente, como así también de la imperiosa necesidad de abrir esas puertas que tenemos adentro de nosotros mismos.
Feliz día sin guerra.


Fuerte abrazo.

Gilgamesh***

-labatallacultural

jueves, 9 de enero de 2020

* El día del rayo-2 *

***Muy buen Jueves para todxs.

La introducción al post que publiqué el 3 de enero titulado *El día del rayo*, donde narraba hipotéticos hechos *desde el futuro* =*El día del rayo*, Gilgamesh-10 de Noviembre de 3033= pudo o puede ser interpretado por muchxs como una ficción, una exageración, un delirio.

Saber qué pasará mañana ya es de por sí complicado, mucho más o casi imposible saber que ocurrirá dentro de 1.000 años, sin embargo esa *realidad* tangible que nos rodea *hoy* nos permite entenderla cuando le prestamos verdadera atención, esa que nos da pelos y señales inconfundibles.

Lo que está ocurriendo socialmente con la pandemia tecnológico-comunicativa es una enfermedad tremenda que por el momento, más y más personas e instituciones están advirtiendo y denunciando, excepto quienes la padecen..., por ende...también quienes las provocan.

Además de ser un meganegocio que tiene cautiva a la mayoría de la humanidad mi siquiera el factor económico puede detenerla.
Es más...en poco tiempo quienes no puedan sostener el servicio de su móvil por que no le alcanza el dinero o no puedan comprarse un móvil, lo tendrán igual, los van a regalar si es necesario.

Tampoco imaginen que un día la gobernanza mundial viendo el desastre producido los va a prohibir o pondrá restricciones de uso, no, no lo harán.

Cuanto mucho los laboratorios crearán alguna de sus consabidas *pastillas* que en éste caso, serán pastillas para mitigar la adicción al celular, pero nunca una cura definitiva.

De aquí a el futuro sólo nos faltará ver en unos años, que aquél o aquella que no vaya por la calle con su celular, será calificado de sujeto *sospechoso* por los efectivos de seguridad e incluso por los estamentos del Estado.

*El Rayo* habrá de ser la solución definitiva ajena a nosotros ya que nuestra voluntad no será tal para salir de éste vicio inducido, porque tal como reza la proclama de Alcohólicos Anónimos, *el primer paso es asumir que eres alcohólico*, es un imposible para la pandemia que ha atrapado la capacidad de *razonar* del individuo.

Ya sé...aún siguen pensando que...exagero;



-El acceso casi universal a la tecnología digital, que comienza en edades cada vez más tempranas, está transformando a la sociedad moderna en formas que pueden tener efectos negativos en la salud mental y física, el desarrollo neurológico y las relaciones personales, sin mencionar la seguridad en las carreteras y aceras.

Los hombres, mujeres y niños que se la pasan todos los días pegados a sus celulares y revisando sus cuentas de redes sociales podrían aprender algo de Lin-Manuel Miranda, el creador de *Hamilton*, una innovadora obra que se convirtió en un éxito teatral.

Cuando le preguntaron en una entrevista con la revista Delta Sky cuándo y dónde encuentra tiempo para ser creativo, Miranda, un ávido lector de libros y entusiasta del ocio, respondió:

*Las buenas ideas llegan cuando descansas.
Llegan en el jardín.
Llegan cuando estás haciendo dibujitos en un papel o jugando al trencito con tu hijo.
Hamilton me obligó a poner más atención a la inspiración que conlleva el simple hecho de vivir mi vida*.

La observación de Miranda no augura nada bueno para el futuro, no solo de la creatividad sino también de los cuerpos, las mentes y las relaciones sanas.
Sin duda has visto estas escenas muchas veces:
Parejas jóvenes que salen a cenar y sacan sus teléfonos para revisar mensajes, correos y redes sociales incluso antes de leer el menú, y los ven en repetidas ocasiones durante la cena.

Personas que salen a comprar formados en una fila, gente que cruza calles concurridas, incluso ciclistas y conductores cuyos ojos están puestos en sus teléfonos en vez de sus alrededores.
Niños pequeños en carriolas que juegan con un dispositivo digital que quizá es de sus padres o incluso suyo en vez de observar y aprender del mundo que los rodea.
Gente que camina en la calle mientras ve su móvil, chocando entre sí, tropezándose o golpeándose con obstáculos.

Estas situaciones han provocado que un psicoterapeuta neoyorquino se pregunte, *¿Qué es lo que de verdad importa en la vida?*.
En su nuevo libro *noopener noreferrer*, Nancy Colier señala que *pasamos demasiado tiempo haciendo cosas que en realidad no importan*.

Dentro y fuera de su consultorio, se ha encontrado con muchas personas que se han desconectado de lo que importa en verdad, de lo que nos hace sentir ricos y anclados como seres humanos.
No me malentiendan.
No soy una ludita.

Me encanta la tecnología.
Me encanta la practicidad y la ayuda que brindan las numerosas aplicaciones de mi teléfono, un banco de información del tamaño de mi bolsillo.
Recuerdo mi asombro, cuando era reportera del Times a principios de los ochenta, al utilizar los procesadores de texto y me di cuenta de que podía escribir un artículo mucho más rápido.

Ahora las computadoras me ahorran muchísimo tiempo y esfuerzo, además de evitar un sinfín de vergonzosos errores porque puedo buscar hechos, cifras, ortografía, definiciones y publicaciones académicas sin dejar la comodidad de mi silla ergonómica.
Sin embargo, también me encanta poner mi computadora en modo de hibernación y salir a pasear con mi perro, reunirme y charlar con amigos, conocidos y extraños, algunos de los cuales se han convertido en mis amigos.

Como pasa con muchas otras cosas en la vida, la moderación en nuestro mundo digital debería ser el distintivo de una relación sana con la tecnología.
Muchos se han convertido en esclavos de los dispositivos que deberían liberarlos porque nos dan más tiempo para vivir la vida y la gente que amamos.

En vez de eso, estamos bombardeados constantemente por tonos, timbres y zumbidos que nos alertan sobre mensajes que nos sentimos obligados a ver y responder de inmediato.
*La mayoría de las personas revisan sus celulares 150 veces al día, o cada seis minutos*, escribió Colier.

*Y los jóvenes envían en promedio 110 mensajes de texto al día*. 
Además, agregó que el 46 % de los usuarios de teléfonos inteligentes ahora dicen que *no podrían vivir sin sus dispositivos*.

En The World Unplugged Project, investigadores de la Universidad de Maryland informaron que *una mayoría evidente* de estudiantes en los 10 países estudiados experimentaron angustia cuando intentaron estar sin sus dispositivos durante 24 horas.

Una de cada tres personas admitieron que preferirían renunciar al sexo que a sus móviles.

Me temo que nos estamos convirtiendo en robots digitales.
¿Acaso las próximas generaciones sabrán cómo conversar cara a cara?

¿Se darán cuenta de las aves, los árboles, el amanecer y las personas con las que comparten el planeta?

En vez de visitar galerías de arte, asistir a conciertos o caminar en pintorescos caminos boscosos, una mujer que conozco vino a Woodstock, Nueva York, el verano pasado, y se pasó todo el fin de semana en el iPad comunicándose con sus *amigos* de Facebook.
Solo pude pensar: 

*¡Qué desperdicio!*.

Puede que se pregunten por qué es tan importante limitar nuestras vidas digitales.
*Sin espacios abiertos ni tiempo libre, el sistema nervioso jamás se apaga… está en un estado constante de alerta y respuesta*, dijo Colier en una entrevista.
Todo el tiempo estamos conectados y cansados.
Incluso las computadoras se reinician, pero nosotros no lo estamos haciendo*.
Y continuó:

*Son las conexiones con otros seres humanos =conexiones reales, no digitales= lo que nos nutre y nos hace sentir como si existiéramos.
Nuestra presencia, toda nuestra atención es lo más importante que podemos darnos los unos a los otros.
Las comunicaciones digitales no producen conexiones más profundas en las que nos sentimos amados y apoyados*.

¿Qué tan a menudo tu trabajo real se ve interrumpido por señales de tu teléfono que te parecen imposibles de ignorar?

¿Alguna vez has evitado la intimidad con tu pareja porque estás jugando Scrabble en tu iPhone?

¿Acaso tu hábito de tomar selfies y publicarla en las redes sociales está creando un egoísmo poco saludable?

En cuanto al bienestar físico, es probable que cada hora que pasas en un dispositivo sea una hora sedentaria en el interior de tu casa.

Las pantallas están robándoles a los niños y adolescentes el tiempo en el que deberían estar realizando actividades físicas y deportes, leyendo o creando y participando directamente con otros niños;
todas esas cosas son esenciales para tener un sano desarrollo físico y social.

*Los niños que usan demasiado las redes sociales corren el riesgo de tener un uso problemático del internet, y los usuarios acérrimos de videojuegos en líneapueden sufrir un desorden psicológico y conductual*, dijo la American Academy of Pediatrics en su más reciente declaración normativa sobre el uso de los medios.

Colier, quien es licenciado en trabajo social, dijo:

*La única diferencia entre la adicción digital y otras adicciones es que este es un comportamiento socialmente aceptado*.

Aunque su libro contiene un programa de desintoxicación digital de 30 días, en nuestra entrevista ofreció tres pasos para ayudar a frenar nuestra dependencia digital.

1.-Comienza por reconocer cuánto uso de dispositivos digitales en verdad es necesario, digamos, para trabajar o navegar o hacerles saber a tus familiares que estás bien, y qué es simplemente una costumbre de responder, publicar y distraerte.

2.-Haz pequeños cambios.
Abstente de usar tu dispositivo mientras comes o pasas tiempo con amigos, y agrega una cosa al día que se haga sin el celular.

3.-Hazte muy consciente de lo que es importante para ti, lo que de verdad te nutre, y dedícale más tiempo y atención.

En tres horas estaré disfrutando de un recital al aire libre en un parque, algo que no tiene precio y encima es gratis..

Fuerte abrazo.

Gilgamesh***

Fuente;
-nytimes

miércoles, 8 de enero de 2020

* Ser lo que se piensa *

***Precioso Miércoles para todxs.

Bueno...con la *represalia* iraní parece haber comenzado algo que no esperábamos como regalo de año nuevo.
Todo es muy curioso.
Irán dice que ésto es apenas una bofetada para vengar la muerte del General Soleimani, Pandora T. parece ni mosquearse y dice *todo bien*.

He visto que en una de las bases bombardeadas anoche por el ejército iraní, Erbil, había alrededor de 4.000 soldados, sin embargo desde USA dicen *no tener conocimiento de bajas ni de heridos*.

Alguien podría pensar que a Trump le salió bien la jugada, un General súperimportante en Irán a cambio de algunos destrozos en las bases, y si alguien ha muerto..parece que poco le importa.

Mucho se elucubra en las redes y los medios, francamente ésto es impredescible.
Con alguien como Pandora T es imposible adivinar o analizar cómo sigue la cosa.

Lo realmente cierto es que si Estados Unidos lo decidiera, borraría del mapa a Irán sin pisar su suelo, y si bien Irán es uno de los ejércitos más poderosos de Oriente, mano a mano sin intervención de terceros, Irán no tiene ninguna chance.
Sí cabe destacar que Irán no tiene cabezas nucleares pero posee un arsenal de vectores de altísima precisión y poder destructivo capaces de caer en cada uno de los países de Medio Oriente.

No en vano han comunicado que si USA toma represalias por el ataque a las bases, los siguientes objetivos serán Arabaia Saudí e Israel.
El panorama es muy grave aunque por el momento todo parezca haber quedado en stand by, y reitero que el peor escenario ocurriría si se da la intervención de uno o más países, sea por provocación o por voluntad propia, y vaya...si hay muchos que hace rato están esperando una excusa para cerrar un ciclo en la historia de la humanidad que se viene cayendo a pedazos.
Ojalá prime la cordura.

Del Sol comentarles que *no hay manchas* en la cara que enfrenta a la Tierra.
Sin embargo podemos ver las luminiscencias que en realidad =ya lo he explicado= son el cadáver de las manchas que han dejado de ser tales.

NOAA lo ratifica, lo que había ya es *plage* y la nueva que estaba ingresando por el ecuador solar por el Oeste ni siquiera llegó a ser mancha.
Y detecté una posible mancha en formación en el Norte cerca del borde de salida, pero nada más que eso, un coágulo penumbral;



Curioso es que tanto la mancha del Norte como la que está ingresando a la altura del ecuador tienen una misma polaridad, pero la del Sur es de polaridad contraria...lo cual viene a sembrar muchas dudas sobre ésto del *inicio de un nuevo ciclo*, si lo es...viene malparido;





Por lo pronto reitero, éstos cúmulos no son manchas, Spaceweather también lo confirma;



De volcanes;



-El Sangay, de 5.230 metros de altura sobre el nivel del mar, está ubicado en la Cordillera Real, un ramal perteneciente a los Andes, que está dentro en la Amazonía, en una región que no está poblada de la provincia de Morona Santiago.

Añaden que junto con el Reventador, el Tungurahua y el Cotopaxi, el Sangay está catalogado como uno de los volcanes más activos de todo Ecuador, pues además, el país tiene más de 100 volcanes en todo su territorio.



-Shishaldin, un volcán en forma de cono en la isla Unimak, continúa en erupción el martes, lo que provocó que el Observatorio de volcanes de Alaska eleve el nivel de alerta a *Rojo*.

En un aviso el martes, el Observatorio informó que las cenizas volaban a 27,000 pies en el aire en una erupción explosiva que comenzó alrededor de las 5 a.m.del martes.
Si bien las emisiones de esa erupción no fueron particularmente ricas en cenizas, Hans Schwaiger, un geofísico del Observatorio de Alaska, dijo que alrededor de las 11:30 a.m. la nube de cenizas se hizo mucho más rica.

*Simplemente tomó una forma mucho más peligrosa*, dijo.

Los investigadores notaron un aumento de la sismicidad, ondas de sonido infrarrojas que indican materiales volcánicos en la superficie de la montaña en lugar de solo actividad subterránea y detectaron relámpagos volcánicos.
Schwaiger dice que es posible que comunidades tan lejanas como Cold Bay puedan encontrar rastros de cenizas.

El viernes, el volcán experimentó su primera gran erupción desde mediados de diciembre, enviando cenizas de hasta 27,000 pies en el aire.
Afortunadamente para los residentes, los vientos llevaron la ceniza al océano deshabitado al sur de la isla.
Desde entonces, los vientos han cambiado hacia el este-noreste.

El Servicio Meteorológico Nacional emitió un aviso de aviación para el área y la columna de cenizas volcánicas está directamente sobre el área de Cold Bay.
Sin embargo, según la administradora de la ciudad de Cold Bay, Angela Simpson, la ceniza no es visible debido a la lluvia y la nieve que caen sobre la ciudad.
Si hay alguna caída de ceniza actualmente, está siendo absorbida por la lluvia.

Simpson dijo que Ravn Alaska canceló un vuelo programado para el martes por la tarde debido al penacho de cenizas.
En cuanto a las futuras erupciones del volcán, es difícil de predecir, pero los modelos muestran que es sustancialmente improbable una mayor actividad.
Michelle Coombs, geóloga del Observatorio de Alaska, dice que el hecho de que las erupciones actuales están produciendo flujos de lava, o derrames, significa que se está liberando la presión del volcán.

*El camino más probable es que continúe con el nivel actual de erupciones*, dijo.
Sin embargo, Schwaiger señaló que durante un período de actividad eruptiva hace aproximadamente dos décadas, se produjo una gran erupción explosiva.

Otros temas como para analizarnos de acuerdo a la edad que tenemos;



-Investigadores de la Universidad de Stanford descubrieron a qué edad el organismo humano comienza a envejecer.
Según la investigación publicada en la revista científica Nature Medicine, los investigadores concluyeron que los primeros signos de envejecimiento comienzan a aparecer a los 34 años.

La conclusión llegó después de que los especialistas analizaran el plasma sanguíneo de más de 4.300 personas en busca de posibles alteraciones relacionadas a los cambios en los niveles de proteínas según la edad.
Descubrieron que existen tres puntos de inflexión en la vida:
a los 34 años, a los 60 y a los 78.

Según el equipo liderado por Benoit Olivier Lehallier, la primera etapa de envejecimiento comienza a los 34 años, cuando comienzan a manifestarse los primeros signos.
A los 60 se manifiesta el deterioro físico, cognitivo y enfermedades relacionadas con la edad.
Disminuye la masa ósea y los tejidos se atrofian.
A los 78, los órganos empiezan a fallar.
Estas tres etapas podrían identificarse con una primera edad adulta temprana, una edad media tardía y la tercera, edad de la vejez.

Para llegar a estos resultados, los investigadores desarrollaron un *reloj proteómico* para calcular la edad biológica de una persona basándose en los niveles de 373 proteínas.
*La identificación de proteínas que promueven o antagonizan el envejecimiento en diferentes etapas de la vida podría conducir a terapias más específicas y a otras de tipo preventivo*, remarca el estudio.

Las tres edades tomadas como momentos de inflexión en la curva del envejecimiento mostraron cambios notables en el recuento de proteínas.

*Esto sucede porque en lugar de simplemente aumentar o disminuir de manera constante o permanecer igual durante toda la vida, los niveles de muchas proteínas permanecen constantes durante un tiempo y luego en un punto u otro experimentan cambios repentinos hacia arriba o hacia abajo*, explicó Wyss-Coray, profesor de neurología y uno de los autores del este estudio.

Al respecto, el Dr. Muhlberger explicó que *entre los 33 y 34 años la mayoría de las personas empieza a tener descenso de hormonas muy importantes que mantienen funciones cognitivas, tonicidad muscular, etc y que son las que marcan el ritmo del envejecimiento*.

Y ahondó:
*Los genes son los que modulan el funcionamiento de las glándulas.
Hay personas llamadas a ser longevas, pero de esas va a haber muy pocas con una buena calidad de envejecimiento.
La idea es llegar con un cuerpo, mente, estructura ósea y muscular que permita hacer una vida normal*.

Para él, la clave está en tener =siempre, pero más aún a partir de los 33/35 años= una alimentación consciente.

*Está demostrado que no sólo hay que comer bien sino que la forma en que uno come es la manera en que se activan los genes que tenemos todos y que permanentemente están saneando nuestra información genética e impiden que haya deterioro de la misma.

El proceso se denomina autofagia y se logra activando una enzima que se llama telomerasa, lo que ocurre haciendo deporte, comiendo saludable y haciendo ayunos intermitentes de cuatro, seis y hasta ocho horas, hábito que logra encender estas enzimas que logran depurar el genoma, el funcionamiento de los genes*.

Si bien empezar a los 34/35 es el momento justo en que todos tienen la misma oportunidad, el especialista sostuvo que los adultos jóvenes también pueden iniciar estas conductas y evitar el deterioro propio del paso del tiempo.

*El cuerpo es sabio;
siempre tiene un periodo refractario para volver al eje, y después de, por ejemplo, un fin de semana en que nos extralimitamos en el consumo de alcohol, harinas, azúcar, etc. lo recomendable es empezar la semana con un ayuno para ayudar a reparar esos genes*.

Según publicó la revista Nature Medicine, los científicos hallaron cinco señales que demuestran el envejecimiento:

1- El metabolismo se vuelve más lento

2- La estructura ósea se debilita

3- Se comienza a tener problemas para recordar cosas

4- Se modifican los patrones del sueño

5- La estructura ósea comienza a deteriorarse

Que la expectativa de vida se extendió no es noticia.
El ser humano hoy vive mucho más que sus antepasados.
El punto en cuestión es cómo vive.
Y qué puede hacer para mejorar su calidad de vida en la edad adulta.

Muhlberger dice;

*Hoy uno mismo puede planificar el futuro y llegar a los 100 años con un cerebro activo, un sistema de defensas activo, y huesos y músculos fuertes*.

Yo me seguiré preguntando si la cuestión es *vivir* o *perdurar* siendo una bazofia.
Incluso no siendo una bazofia algunas personas viven mal interiormente, generalmente su *mal talante* o sus ideas o concepciones de la vida y las cosas les llevan a ganarse los reproches, incluso, de sus hijos el día en que éstos crecen y tienen la capacidad de criticarles.
Viven desconfiando de todo y de todos excediendo los sanos límites de la desconfianza.

Al respecto, el Psicólogo, Terapeuta y Licenciado en Teología Sixto Castillo, dice;



*Creer en otros es una necesidad humana.
Más allá de creer en Dios, la confianza en los semejantes es un medio de subsistencia social, un medio de lograr una relación saludable con otros.

Si desconfiamos de todo el mundo, igualmente todos desconfiarán de nosotros y entonces ¿cómo conseguimos un empleo, cómo cultivamos las relaciones si sospechamos y dudamos todo el tiempo de los demás o creemos que todos están en nuestra contra?.

No se puede subsistir sin determinado grado de confianza, la cual crece en la medida en que conocemos a los demás.
Por sobre todas las cosas, la confianza y la capacidad de creer son elementos de nuestra humanidad, si dejamos de tener confianza perdemos parte de nuestra identidad como seres humanos*.

Y ésto indudablemente va de la mano con la ideología política.
Vean sino.
Así nos lo cuenta el Experto en Psicologia Politica Daniel Eskibel;



-Nadie anda por el mundo con un cartel pegado en la frente que diga:
*Yo soy de izquierdas*.
Nadie lo hace, ¿verdad que no?

Error:
sí lo hacen,también los de derechas.
En realidad sí andan con un cartel pegado en la frente que anuncia su afinidad ideológica.
Aunque muchos observadores no estén entrenados para detectar ese cartel.

Me refiero a una persona con algunas certidumbres políticas definidas.

-Que Obama es mejor que McCain.
-Que antes Zapatero que Rajoy.
-Que mejor Kirchner que Macri.
-Que Chávez antes que Rosales.
-Que la Concertación chilena y no Sebastián Piñera.
-Que Tabaré Vázquez encima de Sanguinetti y Lacalle.
-Que López Obrador sobre Calderón.

Certidumbres.
Saben de qué hablo.

Bien:
la persona se siente de izquierdas.
El punto es si puedes *diagnosticar* su tendencia ideológica sin que la persona te la explicite.
Sin hablar de política.
Mi respuesta, parafraseando a Obama, es que sí:
sí se puede.

¿Cómo?
Observando y escuchando con atención.

El secreto está a la vista:
en la casa de la persona, en su dormitorio, en su lugar de trabajo, en su vestimenta, en su forma de actuar y de hablar.
¿Cómo es en términos generales la persona de izquierdas?

La clave psicológica está en que se siente muy libre frente a las normas sociales.

-Libre respecto a las pautas de vestimenta, a la moda, a los criterios del vestir formal o a las tendencias estéticas dominantes.

-Libre respecto a los roles tradicionalmente asignados a su edad o a su sexo o a su sector social.

-Libre respecto a las estructuras del lenguaje, a los modos de hablar o de expresarse.

-Libre respecto a los modos de pensar, de sentir, de actuar y de vivir que están establecidos.

-Libre respecto a las jerarquías sociales, a la autoridad constituída, al statu quo.

Así se siente, y así vive.

De esta sensación de libertad se derivan muchas consecuencias prácticas:

-Tiende a ser informal y despreocupado en el vestir.

-No le preocupa demasiado el orden ni la prolijidad en sus espacios personales y laborales.

-Valora especialmente la espontaneidad y la naturalidad en palabras y actos.

-Prefiere ser diferente, creativo y transgresor.

-Sus intereses son variados, múltiples y diversos.

Ahora bien:
¿sirve para algo saber ésto?
Vuelvo a responder que sí.

Sirve para saber, simplemente y en primer lugar.
Que no es poco.
Y sirve también para comprender muchos de los encuentros y desencuentros que se dan en el escenario político público y también en el privado.
Pero además sirve para planificar una campaña política.

Tal vez sea una sorpresa para muchos, pero muchas campañas de partidos de izquierdas se planifican como si sus votantes fueran de derechas.
Sin saberlo, claro.
Y con los resultados correspondientes, of course.

Las personas de izquierdas son, decididamente, diferentes a las de derechas.
Más vale tenerlo en cuenta, en política pero también en la vida cotidiana.

Por último, te propongo un simple ejercicio de observación.
Mira a tu alrededor.
Verifica si tus familiares o amigos o conocidos de izquierdas se acercan a este patrón que describo.
Y luego analiza a los candidatos de izquierdas con el mismo instrumento.
Y saca conclusiones.

Veamos ahora las señales que emite una persona de derechas.

Me refiero a una persona que tiene algunas preferencias políticas claramente definidas.

-Que prefiere a Rajoy y el Partido Popular antes que a los socialistas.

-Que le gusta el estilo del Jefe de Gobierno de Buenos Aires Mauricio Macri pero desconfía del matrimonio Kirchner.

-Que rechaza mandatarios como el venezolano Hugo Chávez o el boliviano Evo Morales.

-Que opta por Berlusconi o por Sarkozy y no por sus rivales izquierdistas.

-Que en Uruguay valora al ex Presidente Lacalle por encima de Presidente Vázquez.

-Que se sentiría cómodo votando en Chile al empresario Sebastián Piñera.

-Que en EEUU votaría siempre al Partido Republicano de Nixon, Reagan, los Bush y McCain.

-Que valora más a Margaret Thatcher que a Tony Blair.

No necesariamente es alguien que ande por el mundo diciendo que es de derechas.
Tampoco tiene por qué tener una definición ideológica completamente elaborada.
Pero a la hora de preferir, suele preferir hacia el campo de las derechas.
Tal vez tenga fundamentaciones diferentes en cada caso.
Pero el señalero siempre indica giro a la derecha.

Pues bien:
¿cómo es en términos generales la persona de derechas?

-La clave psicológica está en que siente las normas sociales en lo más profundo de sí mismo.

-Normas, reglas, leyes, pautas, criterios, estructuras de comportamiento.

-Construídas socialmente, pero asumidas como propias.

-Integradas a la propia identidad.

-Regulando su forma de vestirse, de hablar y de moverse.

-Regulando su modo de sentir, pensar y actuar.

-Regulando su actitud frente a la sociedad, al trabajo, a los demás…

-De esta sensación de vivir de acuerdo a normas se derivan importantes consecuencias prácticas:

-Tiende a ser formal y cuidadoso en el vestir.

-Es minucioso, ordenado y prolijo en sus espacios personales y laborales.

-Rechaza la ambiguedad y prefiere siempre las cosas claras.

-Valora el actuar y el hablar con corrección antes que con espontaneidad.

-Coloca la seguridad en un lugar muy alto de su escala de valores.

-Suele ser tradicional, conservador y jerárquico.

Las personas de derechas son, definitivamente, muy diferentes de las personas de izquierdas.

Ser incrédulos suele también estar asociado a algo llamado *pesimista*.



Podemos definir una personalidad pesimista como una forma de comportamiento y pensamiento caracterizada por el hecho de juzgar todo de la peor forma.
Es decir, cuanto ocurra o pueda suceder será siempre interpretado desde un enfoque que no vaticina un buen desenlace.

Pero ahora debemos pensar si esto está realmente relacionado con la tristeza.
Es decir, ¿esta forma de ver el mundo implica realmente que el individuo es depresivo o sufre un dolor emocional de cierta magnitud?
La verdad es que no.

Es decir, hay personas pesimistas que realmente no tienen esperanza en que una situación concreta o todas ellas puedan mejorar.
En este caso, pueden aparecer síntomas como la depresión o la indefensión aprendida.
No luchan y no se esfuerzan porque todo vaya a ir de forma positiva.

Sin embargo, hay otro tipo de personalidad pesimista que sí mantiene la esperanza.
A pesar de que su experiencia le lleva a pensar en negativo o a ponerse en el peor de los casos como forma de defensa, no significa que realmente crea que todo irá mal siempre.

En busca de la verdad:
un pesimista se enfrenta cara a cara con la verdad, sin cortapisas ni paños calientes.
Prefieren una realidad desagradable a que le traten de forma condescendiente o a que le endulcen una situación que realmente no es agradable.
Su atención siempre irá a lo negativo:
los individuos con este tipo de personalidad enfatizan lo malo.

Para este perfil, se da por hecho que lo que está bien funciona como debe, así que no les llama la atención.
Pero ante cualquier problema o algo que no está bien, ellos no lo normalizan, sino que lo detectan y lo denuncian.
Sus expectativas siempre son bajas:
como dijimos, una personalidad pesimista puede ser una forma de defensa.
Así pues, estas personas crean su propio escudo que las defiende de la frustración.

Con esta coraza protectora lógicamente no guardan grandes esperanzas de futuro.
Sus expectativas son muy bajas y saben que para mejorarlas necesitan hacer sacrificios y esforzarse.
Son muy resistentes:
ante procesos complejos, como podría ser un duelo o perder un puesto de trabajo, muestran una enorme resistencia.

Viven los malos momentos como una parte lógica de la vida.
Son conscientes de que lo malo va a ocurrir hagan lo que hagan, por lo que lo aceptan, amortiguan el efecto y muestran estabilidad emocional bastante elevada.
No es una patología:
muchos creen que el pesimismo es una patología o parte de ella, pero no tiene por qué ser así.

A veces es un simple patrón.
También para muchos perfiles es parte de una forma de ser realista.
Ahora bien, podrá ser parte de un trastorno psicológico como la depresión, pudiendo encontrarse como un síntoma.

Algunas personas ocultan el pesimismo:
no es extraño, dado que socialmente no se ve bien, que muchos lo oculten.
En un mundo en que la superación personal y el camino al éxito parece ser lo que prima, muchos individuos esconden su verdadera forma de ser, más realista y pesimista. No obstante, va contra su naturaleza y les puede provocar estrés.

¿Existe un punto medio?

De la misma forma que existe gente pesimista, existe gente demasiado optimista que sufren cuando las cosas no salen como quieren.
Por lo que encontrar un punto medio podría ser una gran ventaja.
Desde la Psicología Budista se habla de la Ecuanimidad.
¿En qué consiste?

Se trata de no aferrarse a lo positivo ni echar leña al fuego a lo negativo.
Tampoco se trata de ser una *planta*.
Llevado a un punto de vista práctico se traduciría en no esperar el peor resultado pero tampoco el mejor, simplemente no formarse expectativas, o al menos, no aferrarse a ellas.

De esta forma, ocurra lo que ocurra, no nos afectará de forma tan negativa.
Tampoco se trata de volverse nihilista.
Podemos luchar por aquello que queremos, pero conscientes de que puede salir como queremos o de forma diferente.
Aceptar que no todo está bajo nuestro control nos quita un gran peso de encima.
Si damos lo mejor de nosotros en el trabajo pero el resultado no es el esperado, saber que siempre pueden ocurrir contratiempos nos liberará de un gran malestar.

Ponernos de acuerdo es un arte no accesible para muchos.
Qué jodidos somos...¿no?..
Fuerte abrazo.

Gilgamesh***

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