martes, 20 de diciembre de 2011

* Zecharia Sitchin; descifrando las escrituras-parte 2 *


LA PERCEPCIÓN DE LA SERPIENTE COMO MAL

Además de Adán y Eva, el otro importante ciudadano del jardín de Edén era la serpiente. A ella le fueron otorgadas cualidades que rivalizaban y sobrepasaban a las de Adán. Incluso el Génesis concede el punto cuando afirma que *La serpiente era la más astuta de todas las bestias salvajes que dios había hecho*.
El Haggadah describe a la serpiente como alta, de dos piernas y con poderes mentales superiores. Era el Señor de todas las bestias del Edén:

*Dios habló a la serpiente: yo te he creado para que seas el rey de todos los animales. Te he creado para estar en posición vertical*
En el Haggadah parece haber un poco de duda sobre que él caminó como un hombre.
En el Génesis, la serpiente fue severamente castigada por su papel en la caída de Adán y Eva. Su sino fué que en adelante se arrastraría sobre su vientre. De esta manera, el Génesis implica que en un tiempo la serpiente era una criatura con piernas y perdió sus extremidades como resultado de comer de la fruta prohibida. El Haggadah es más explícito y explícitamente declara que: *sus manos y pies fueron cortados*
En apariencia, la serpiente con piernas fue una criatura temible, dominando a todos los animales así como al hombre. De hecho, cuando Adán y Eva fueron expulsados del Edén, ellos usaban *ropas de piel.* Pero desde que Adán y Eva eran vegetarianos, durante este período no se le permitió al hombre comer carne hasta después del diluvio, estas *pieles* debieron haber sido aquellas que mudaron los reptiles. Muchas fuentes antiguas afirman esto.
Antiguas leyendas judías indican que las ropas usadas por Adán y Eva fueron hechas no sólo de pieles de reptil sino que además los protegieron contra los depredadores:



*Cuando usaron los recubrimientos, a Adán y Eva les dijeron que todas las criaturas sobre la tierra les temerían.*

Las pieles de la serpiente fueron símbolos de la raza predominante, y no sólo recordaban a Adán y Eva su origen sino también actuaban como talismán para protegerlos contra criaturas salvajes.
Incluso hoy, usamos las pieles de reptiles, pieles de serpiente, pieles de cocodrilo, muchas de las cuales son absolutamente costosas. Y la serpiente, sobre todo la cobra, fué altamente venerada en las culturas antiguas tales como las de Egipto y la India.
La noción de la serpiente como mal es bastante reciente, porque se desarrolló durante los primeros días de la era cristiana. En la actualidad, la serpiente bíblica está conectada a menudo con el conocimiento divino, la cura e inmortalidad. La palabra hebrea para la criatura que tentó a Eva es *nahash* que se traduce generalmente como serpiente pero literalmente significa *él que resuelve secretos*.
Incluso en griego antiguo la palabra serpiente plantea problemas en la traducción. En el Septuagésimo, la versión griega del Antiguo Testamento, la serpiente se llama *drakon*. En Grecia antigua la palabra *drakon* fué utilizada para todas las grandes criaturas temibles, tales como serpientes, grandes reptiles, y otros animales aterrorizantes. Así el término *drakon* se transportó a través de canales semánticos a la asociación de una gran serpiente alada y con patas, como el dragón en la literatura y cultura occidental. Actualmente se llama *drakma*. Sería interesante investigar el origen etimológico de este término moderno.

Los dragones y otras criaturas fabulosas de la mitología existen, pero son formas distorsionadas de los dioses-serpiente. Es un problema semántico fomentado por la repulsión del hombre a su conexión con sus ancestros los dioses saurianos. Dos corrientes parecen haber contribuido a la leyenda de la serpiente como malvada y repulsiva.
La primera es la relación amo-esclavo. El hombre substituyó a los Anunnakis como trabajadores y comenzó a realizar todas las desagradables tareas. El recuerdo de esta dominación por los reptiles crueles y despiadados fué exacerbado más a fondo por los descendientes de los Nefilim en los días antes del diluvio. Estos hombres del espacio se mezclaron con nosotros y vivieron entre la humanidad, las Escrituras y las fuentes sumerias revelan que eran una raza bárbara y antropófaga.
Para el momento del advenimiento del diluvio, el hombre había empezado a aborrecer e incluso a perseguir a esta descendencia sauriana. Las fuentes antiguas sugieren fuertemente que cualquier persona que mostraba signos de la ascendencia de los dioses-serpiente era buscada, cazada y destruida.
El segundo factor principal en la evolución de la idea de ellas como mal era la enemistad entre Enlil y Enki. Cuando las tierras fueron reclamadas después del diluvio, Enlil vió que sus hijos fueron puestos a cargo de las tierras del Medio Oriente y que a los hijos de Enki eran asignadas tierras extranjeras tales como Egipto y el valle de la India. Los hijos de Enki regresaron al Medio Oriente, sin embargo, su hijo más viejo Marduk había tomado el control de Babilonia y reclamado el codiciado título de *cincuenta*.

Enki es recordado como el creador y benefactor de la humanidad y se le asocia con el conocimiento divino, la salud y la inmortalidad, exactamente las cualidades atribuidas a la serpiente en el jardín del Edén. Así, la *Caída del hombre* adquiere el carácter de una confrontación entre Enlil, el Elohim del Antiguo Testamento, y Enki, el Dios serpiente usurpador.
Curiosamente en el libro *El Hombre Estelar* de John Baines, el Arconte del Destino, que engañó a Moisés y consecuente por esta razón, se convirtió en el usurpador del poder en este planeta de *Pueblos amistosos* y anteriormente el Arconte gobernante era conocido por la letra Y. Se refiere esta Y a Yahvé y por lo tanto a la Corona del Príncipe Enlil.
El mismo conflicto es visto en el Cuento de Adapa cuando Enki evitó que An =Enlil vino más adelante a representar a An convertido en el Dios mayor= tratara de sabotear su creación. Hay ecos de esta disensión en el Tercer Libro de Enoc, cuando éste a Patriarca le debía ser dado divinidad e inmortalidad. Los *ángeles* que representaban la más vieja orden protestaron que el Dios estaba revelando los secretos divinos al hombre. Ellos le recuerdan que *le dieron un buen consejo cuando le dijeron que no cree al hombre.*
Para los dioses conservadores y más viejos, el hombre era considerado un animal inferior, una y otra vez lo criticaban por su sudoración y suciedad mamífera. En el Tercer Libro de Enoc los dioses menores y los ángeles despreciaban al hombre que lo caracterizaban como *humanidad nacida de una mujer, manchada, sucia, profanada por la sangre y el fluido impuro, los hombres sudan gotas pútridas*. Esta repugnancia de los ángeles hacia sus primos mamíferos sudorosos y peludos se reitera a través del antiguo testamento donde esta aversión se enmascara bajo imágenes de la *debilidad de la carne*.

Los Anunnakis deleitaban de su aspecto reptil: sus lisos, brillantes y lustrosos cuerpos, y rasgos mamíferos les eran repugnantes. Desde un punto de vista objetivo, la elegancia y la belleza de la forma del reptil tiene mucho para recomendarla. Es difícil ver cómo se desarrolló la repugnancia física de estas criaturas.
El problema de revulsión es difícil, y una mejor salida para los psicoanalistas. Parece ser aprendido en gran parte por la experiencia, resultado de lo que nos enseñan cuando somos jóvenes. Por otra parte, la lenta memoria del brutal y bárbaro tratamiento de los antepasados reptiles puede existir en nuestro subconsciente y contribuir a la aversión de los reptiles.
Podemos distinguir otra diferencia entre las culturas de los antiguos Griegos y hebreos. En Grecia los dioses y diosas eran considerados para representar lo último en belleza física y perfección. Y como se ha observado anteriormente, una de las razones primarias de la creación del judaísmo en primer lugar fue la rebelión contra todas las cosas griegas.
Así, ésta repulsión a los dioses de Saurianos se pudo haber originado en el mismo momento en el tiempo cuando Moisés y sus sacerdotes tuvieron que hacerse cargo de las consecuencias de su pacto con el Arconte *malvado*, conduciendo en última instancia a las tradiciones religiosas judaicas y a esta noción de *fuerza repulsiva* a cualquier cosa reptil.


LA INMORTALIDAD ALCANZADA POR LA REGENERACIÓN

En antiguas leyendas, el hombre parece alcanzar siempre una cierta clase de *conocimiento* sin embargo pierde inmortalidad. Es como si ambos son mutuamente exclusivos.
Adán consigue *conocimiento* pero es expulsado del jardín por tomar parte de la fruta del Árbol de la vida. Sucede lo mismo con Adapa, a quien le fue dado el *conocimiento* por Enki para que no sea engañado de la bebida y la comida de la vida que lo habrían hecho inmortal. Muchas de las aventuras de Gilgamesh son intentos para alcanzar la inmortalidad. Le niegan un viaje hasta los cielos a suplicar a los dioses larga vida. Entonces es rechazado cuando alcanza a Utnapishtim, su abuelo. Finalmente obtiene la planta mágica que cura y prolonga la vida, pero le es robada por una serpiente, sin duda alguna, imágenes de los dioses serpiente.
En la mitología del mundo, la serpiente ha sido el símbolo de la larga vida, de la curación y de la regeneración, y de la inmortalidad. Las serpientes por todas partes se han asociado a lo curativo. Por ejemplo, el Chilam Balam Maya relata que los primeros habitantes de Yucatán eran los Chanes o *Gente serpiente* quiénes vinieron a través del agua desde el este con su líder Itzamna que fue llamado la *Serpiente del este*. Él era curador o médico y podía curar poniendo sus manos encima e incluso revivía a los muertos.

Incluso hoy, el símbolo de la Asociación Médica Americana contiene la imagen de una serpiente enrollada en un mástil. En cuanto a Itzamna, ése es indudablemente el nombre maya para el Príncipe Enlil, cuyo hijo el Príncipe Nannar lideró la primera expedición de los Anunnakis =Olmecas= del África meridional a las Américas. Nannar era conocido por los mayas como el legendario Quetzalcoatl, el dios serpiente que vuela.
En el Antiguo Testamento, el papel de la serpiente como curador se ilustra en el incidente de la *Serpiente de bronce* o *Seraphim* quien fué levantada sobre un mástil y se convirtió en la cura para las dolencias de las tribus durante sus éxodos de Egipto.
La dualidad del conocimiento y la inmortalidad, según lo representado por los dos árboles en el Edén, no se encuentra generalmente en fuentes antiguas. Aparte de las breves referencias en el Cuento de Adapa, la literatura antigua se concentra en los esfuerzos del hombre por alcanzar la inmortalidad y vida eterna. El árbol simbólico de la vida, el alimento mágico y la bebida eran temas populares entre las diversas culturas del Medio Oriente y aparecen a menudo en sus formas de arte.
Lo contrario es verdad en el Antiguo Testamento donde la inmortalidad es todo menos olvidada, y el énfasis está en los pecados del hombre causados por su Caída cuando alcanzó el conocimiento. Una excepción se encuentra en el documento pseudoepígrafo llamado La vida de Adán y Eva, que narra episodios en la vida de Adán y Eva después que ambos salieron del Edén. Data del primer siglo AD, y está disponible en las versiones griegas y latinas.

Proporciona información incluso de los intentos de Adán de obtener algunos de estos remedios rejuvenecedores. Según el texto, Adán estaba viejo, enfermo y acerca al final de su vida. Él solicitó a Eva y a su hijo Set volver al Edén por el *aceite del árbol de la misericordia* con cuál podía ser untado, aliviar su dolor, y extender su vida. En las puertas del Edén, se encontraron con el ángel Miguel quien rechazó las súplicas de Set con el argumento que el elixir mágico no era para el hombre.
La concentración hebrea en una visión contraria al de las antiguas tradiciones seculares sugeriría que el énfasis sobre el *conocimiento* por los primeros sacerdotes fué una deliberada desviación para forzar en su pueblo una doctrina del *Pecado original* y la *Caída del hombre* y de este modo alcanzar así un alto grado de control sobre sus mentes y comportamientos.
La búsqueda por la regeneración, una forma de inmortalidad, ha sido un tema común de la literatura y mitologías antiguas. Es un tema secundario en el Poema de Gilgamesh donde, después de decirle a su nieto que los dioses rechazaron su inmortalidad, Utnapishtim tiene compasión para con su nieto; y ordena no dejarlo regresar con las manos vacías, él es informado de una planta mágica que restaura la juventud y la vitalidad y donde encontrarla.
Así de regreso en su hogar, Gilgamesh sigue las direcciones de su abuelo y se dirige para obtener esta planta mágica. El decide algo un tanto necio, no tomar parte de ella inmediatamente sino más bien regresar a la ciudad de Uruk y ahí compartirlo con sus amigos. Éste regreso resulta ser un error, porque cuando Gilgamesh se detiene en una piscina para bañarse, la planta le fue robada.

Para lavarse de su largo viaje, Gilgamesh decidió tomar un baño muy necesario. Tontamente deja la planta mágica en la orilla sin vigilancia. Como se está bañando, y para su consternación, una serpiente o *seru* que olía la fragancia de la planta, surgió a través del agua y la llevó lejos. Como la serpiente se fué, se quitó su piel. De esta manera, la historia representa la habilidad de regeneración de la serpiente de extender su vida al despojarse de su piel periódicamente.
En la búsqueda del hombre por la panacea de la larga vida y vitalidad, la ciencia tiene todavía que proporcionar la respuesta. Como proceso natural, la regeneración no es un proceso muy desarrollado en el hombre y los mamíferos más altos o evolucionados, siendo capaz de regenerar solamente su pelo, piel, uñas, hígado, y ciertamente otros tejidos finos. Se pronuncia mucho más en animales menores, por ejemplo, salamandras y lagartos que pueden sustituir sus colas, las langostas y cangrejos los cuales pueden hacer crecer nuevos miembros y el platelminto, el cual puede formar un número de nuevos individuos cuando es cortado en pedazos.
Mientras que la regeneración ha sido prohibida por los dioses a lo largo de las eras, referencias veladas se encuentran a menudo en la literatura. Cuando la serpiente robó la planta mágica de Gilgamesh e inmediatamente mudó su piel, demostraba esto ser una forma de inmortalidad. Deshacerse de la piel tiene de este modo una entrada a la teología de los hebreos y cristianos en la forma del Rito de la Circuncisión.

Como parte del convenio entre Abraham y su dios, y reforzado más adelante siendo repetido muchas veces más por sus descendientes, él es dicho:
*Circuncidarás la carne de tu prepucio, y ésa será la marca de la alianza entre tu y yo.*
Como la serpiente alcanzó larga vida sacrificando y abandonando parte de sí mismo, así los hombres pueden también ser salvados ritualmente haciendo el mismo sacrificio. El rito de la circuncisión también sirvió como recordatorio perpetuo para el hombre que sus verdaderos orígenes descansan en los creadores, los dioses serpiente y que él existió gracias a la tolerancia de estos dioses.
Deseando evitar la discusión a menudo acalorada sobre los pro y los contra de la circuncisión, se debe observar que mientras esto fué quizás el intento original de la costumbre, muchas de las primeras culturas cristianas de Europa rechazaron esta práctica, las cuales ahora han desaparecido de la vida europea moderna.
Entre los judíos y musulmanes sigue siendo universal, al igual que también entre muchas de las tradiciones de la gente animista de África. Sigue siendo también absolutamente corriente en los Estados Unidos, aunque más de una cultura que de una tradición religiosa. En otras partes del mundo, la costumbre de la circuncisión masculina es prácticamente inexistente.

De los que alcanzaron inmortalidad verdadera y se unieron a lo dioses, sólo dos se registran en la literatura antigua. Los dioses dejaron claro que no fué concedido ligeramente. Utnapishtim es uno de los pocos a quien le fué dada la inmortalidad.
Después del diluvio, Utnapishtim y su esposa fueron llevados a la nave espacial donde Enlil lo colocó en un proceso ritual:
*Hasta ahora, Utnapishtim había sido solamente un hombre, pero ahora Utnapishtim y su esposa serán dioses como nosotros.*
Él fué enviado a vivir *en el origen de los dos ríos donde se levanta Shamash*, en la tierra de Dilmun. Distinto a su contraparte Noé quien no alcanzó la inmortalidad. Los dioses del antiguo testamento eran dioses mucho más celosos e inflexibles.
Uno de los patriarcas antes del diluvio alcanzó esta distinción. Pasa por alto secretamente en el Génesis que declara que *Enoc caminó con Dios. Entonces desapareció porque Dios lo tocó*. No obstante, los Tres Libros Apocalípticos de Enoc proporcionan la historia completa, detalles que fueron omitidos de la Biblia.
Enoc no sólo fue hecho inmortal sino también endiosado de modo que él se convirtió en el segundo en poder a la principal deidad. Esta inusual metamorfosis fué hecha para proporcionar un magistrado objetivo que podría presidir sobre los ensayos de los Nefilim quienes habían sido acusados de cometer toda clase de crímenes en la tierra.

***Gilgamesh***

2 comentarios :

Anónimo dijo...

QUe tal amigo Gilgamesh, muy buenos aportes, sin embargo al leer este texto y algunos mas recientes que ha publicado, me entran algunas dudas, en una ocasión usted menciona que Thoth (hijo de Enki) es el que se convierte en Quetzalcoatl Mesoamericano, y en este escrito menciona que es Nannar (hijo de Enlil), por otro lado, en estos textos "como yo entiendo", relata cierta compasión por parte de Enlil para con la humanidad y con Upmapishtin, y en otros mas recientes menciona que Enlil era el "malvado" con los humanos y que no queria a la humanidad, contrario a Enki.

En este texto me entra la duda, en cuanto a que La serpiente se entiende en algunos textos como Enki, y aquí como una especie mas de la creación y que habitaba el Edén.

Otra de mis dudas es, si ciertamente el decirles "serpiente" solo era simbolico por los génes serpentinos que tenían los descendientes de Enki y Enki mismo, o si en realidad tiene semejanza física a las serpientes o lagartos. Porque en algunos textos que he leído se hace referencia a una similitud física y en algunos otros solo simbólica.

Muchas Gracias Amigo Gilgamesh. Saludos. Amigo de Mex.

Gilgamesh dijo...


Amigo de Méx; con mucho gusto le respondo, le aclaro que los libros no los escribo yo, han sido grandes estudiosos del tema, sólo puedo hacerme cargo de lo que yo íntimamente entiendo, y entiendo que Enlil es el malo y Enki el bueno. No puedo ponerme a revisar todos los post como para ver si hay una contradicción, pero a mí me queda claro quien es quien, si hay alguna contradicción es probable fruto de que los textos no obedecen siempre a mismo escritor y difieren en ciertos detalles. Sinceramente no recuerdo haber leído que Enlil fuera nuestro benefactor. En todo caso le agradecería que cuando encuentre una contradicción cite el texto y el título del post, así me hace las cosas un poco más fáciles ya que sería demasiado ponerme a revisar de un tirón todo lo que he escrito. Tenga en cuenta que los nombres de esas deidades solían ser muchas, a algunos les llamaban de varias formas. Del aspecto serpentino se refiere a ambas situaciones, las genéticas y las que se pueden ver en lo físico.
Tal como usted finaliza, en algunos textos se opina de una forma y en otros de otra. Pero creo que si nos quedamos a ver esa clase de detalles nos distraemos de la escencia de esas investigaciones, realmente a mí no me interesa hallar contradiciones en detalles que no hacen a la cuestión,pero yo le recomiendo que lea mucho, mucho más de lo que encuentra aquí, leer leer y leer es lo que nos ayuda a comprender muchas cosas. En algunos sitios hallará afirmaciones contradictorias con otros sitios, aún dentro de un mismo sitio, lo importante es que usted deduzca por usted mismo, creo que en la historia sumeria y los Anunnaki lo grande es lo escencial y el resto son detalles que no modifican en nada lo más importante. Al menos es mi forma de entender las cosas, igualmente es un placer responderle y espero que le sea de utilidad.