sábado, 21 de junio de 2014

* Conclusiones sobre el pasado y la religión-parte 17 *

***Excelente noche de Sábado para todos

Creer o reventar decía un dicho, y cuando pensamos en la palabra Gnosis desde un punto de vista religioso se cae en un grave error, puesto que *Conocer* es eso...conocer, no profesar.
He compartido con ustedes un larguísimo estudio que abarcó toda una gama posible para sacar muchas conclusiones, y en definitiva, muy por el contrario de lo que muchos pensaban, no hay enemigos en toda ésta historia, porque el enemigo está dentro nuestro, nuestro digo, en cada ser humano, y si éste mundo está gobernado por humanos imperfectos que permiten dejar fluir su parte negativa, es obvio que esos enemigos sean quienes mandan en el mundo. Pero el mensaje, contrariamente a ser depresivo o desgarrador, es conocimiento puro que nos ayuda a encontrar la parte positiva que también vive dentro nuestro.
Por eso, el simple hecho de Conocer nos libera de un montón de ataduras, no es resignación, sino poner los pies sobre la tierra aceptando lo que somos y obrar en consecuencia.

El paralelismo de la veracidad en las tablas sumerias tanto como en el Nag Hammadi, deja a mi entender, desterrada la mentira que tanto daño nos ha hecho y debe movilizarnos para gestar un mejor proyecto de vida aunque la vida misma sea una creación defectuosa. No hay Arconte más poderoso que pueda con nuestro Espíritu, siempre y cuando primero asumamos nuestra verdadera identidad, y luego, le demos al Espíritu Puro que mora en nosotros el comando de nuestros sentimientos, que son en definitiva, los grandes males de nuestra existencia material.
Por eso, les propongo hacer una revisión sobre el Gnostiscismo desde la mirada de Emilio Sáinz Ortega y así, seguir atando cabos de porqué el Conocimiento nos libera en la medida de que, cuando miramos ésta realidad que nos rodea, injusta, inexplicable, demencial, ...podemos entender que si cada uno de nosotros la conocemos desde la raíz de su defecto la podemos modificar, y si para que toda la humanidad pueda hacer el cambio es necesario un tiempo que escapa a nuestro corto tiempo, pues...a aprovechar nuestro micro-tiempo, al menos...en nuestro micro-espacio, nuestra familia, nuestro trabajo, nuestras amistades, nuestros vecinos. Les dije una vez que el bien tiene mala prensa...no conviene mostrar que las actitudes puras tienen éxito, por lo tanto no debemos comprar la propaganda, debemos ser reproductores y difusores del éxito del buen proceder sin esperar que nadie nos aplauda, simplemente *hacer* y dejar que el modelo sea visto, observado y finalmente...digno de imitar.

Emilio Sáinz Ortega-La Gnosis.

Sophia, en términos cósmogónicos y al márgen de la historia narrada en Pistis Sophia, es la Madre generadora inconsciente de Ialdabaoth, el creador del mundo material y cautivador de la Humanidad, y en tal sentido Sophia juega para los gnósticos ambos papeles de agente de la esclavitud y a la vez como redentora o Sabiduría Sagrada. En la cosmología gnóstica primero y antes que nada está el Dios incognoscible, y después está Sophia que en su deseo de adorarle, cae,crea, y da a luz a un ser abortado, el Demiurgo, el cual crea el universo material y llega a creer que él es el Dios real y superior. Es como si, para los gnósticos el mundo fue creado por una especie de error o accidente de la Eón Sophia, que se permitió la materialización sin el consentimiento de su consorte, a través de la creación de una especie de feto o aborto que luego da lugar al universo material; el Demiurgo Ialdabaoth =que los platónicos identifican con Zeus y otros gnósticos con el Espíritu de la Forma y Dios judío Jehová o Yahvé=. El objetivo del gnosticismo sería la liberación y transcendencia de la función de ese Ialdabaoth =los Arcontes, los falsos dioses= mediante la gnosis o conocimiento espiritual intuitivo, siendo el Cristo el Mensajero enviado por Sophia madre a los seres humanos para con sus enseñanzas y Misterios salvar y liberar sus almas de la prisión de ese dios inferior que se cree más grande y poderoso de lo que realmente es y que viene a equivaler, en términos microcósmicos humanos, a la ilusión ciega del ego mental, separativo y astral.



La historia que narra el libro parte de cuando, tras su muerte y resurrección, Cristo se reunió con sus apóstoles y discípulos =incluída María Magdalena, su madre la Virgen María, y Marta y Salomé, entre otros= y pasó once años todavía en tierras palestinas recordándoles su doctrina y conviviendo con ellos. La trama cuenta y describe en principio el destierro de Sophia en el llamado Caos =los infiernos o esferas más bajas y profundas de los Eones=, donde ha sido enviada en castigo a su caída y a sus errores. Allí Sophia se ve atacada y agredida por los distintos seres que habitan tales regiones inferiores de tinieblas y oscuridad, que la quitan su luz, su brillo y su poder divino, como pago kármico a todos sus pecados, y ahí aparece el concepto de Luz como componente esencial del alma, así como también del Cristo, y del Ser Superior y las regiones o Eones superiores; la Luz es la máxima riqueza, la fuente de vida y energía, y sin luz Sophia fallece depauperada y miserable huyendo de sus agresores que la persiguen permanentemente para quitarle los últimos hálitos de luz y vida espiritual.
Sophia se arrepiente de sus pecados y suplica a la Luz Suprema para que la proteja de sus atacantes, la libere del yugo de su permanente huída y emigración por los Eones más bajos, en total nostalgia de su Luz y de las regiones y esferas divinas que antaño habitaba.



Suplica y ruega no una, sino múltiples y sucesivas veces para que el Dios Supremo la escuche y la perdone. Cada oración y ruego de Sophia, sus cantos e himnos de alabanza a su Señor, son interpretados por cada uno de los apóstoles y discípulas a la luz de los Salmos bíblicos del Rey David y de las Odas de Salomón, entre otros textos bíblicos, componiendo la narración una descripción minuciosa y detallada, a la vez que lírica y mística, a veces terrible y siempre transcendental, de un conjunto de hechos en los que se reseñan y describen las distintas Regiones Espirituales, los llamados Eones y sus emanaciones, los regentes de cada esfera, los Arcontes del Destino, los distintos demonios o seres malignos que las pueblan =los llamados *rostro de león*, *cara de perro*, la serpiente, el dragón, el basilisco de las siete cabezas, Adamas el Tirano, etc.=, así como las distintas moradas y esferas =los Planos Divinos=, los llamados Misterios, teniendo como referencia fundamental y última al llamado Primer Misterio, el Inefable y a sus Jerarquías y Seres Divinos.

Finalmente la Luz Suprema se compadece y tiene misericordia del arrepentimiento mostrado por Sophia y envía a su Hijo, el Cristo que narra la historia a sus discípulos en el mismo texto, a las regiones Inferiores, enfrentándose a aquellos Arcontes y a sus emanaciones así como al llamado Obstinado =Ego= y sus propias emanaciones, hasta quitarles su poder, mediante el que subyugan y atormentan a toda alma humana que pasa por sus Eones o Regiones infraterrenas, salvando ulteriormente a Sophia, mediante la redención de su pecados y resurrección su traslado a las Regiones o Eones Superiores. Eventualmente Sophia canta su Himno de Alabanza a su salvador el Cristo en estos términos;



-Yo declaro ante ti, ¡oh Luz! Que tú eres el Redentor y el Salvador eterno.
-Y entonaré este canto a la Luz porque me ha salvado y me ha liberado de las manos de los arcontes, mis enemigos.
-Y tú me has preservado y protegido en todas las regiones, tanto en las profundidades del caos como en los Eones superiores.
-Cuando descendí de las alturas, y recorrí las regiones en que no hay luz, y no podía regresar al treceavo Eón, mi morada.
-Porque no había en mí luz ni poder. Mi fuerza se había debilitado completamente.
-Y la luz me salvó de todas mis aflicciones. Yo entoné alabanzas a la Luz, y me escuchó cuando yo estaba oprimida por mis enemigos.
-Me indicó el camino en las regiones de los Eones para llevarme al decimotercer Eón, mi morada.

-Yo te doy gracias, ¡Oh Luz!, porque me has salvado; y celebraré ante los hombres tus grandes milagros.
-Porque cuando me faltó mi fuerza, tú me la diste, y cuando me faltó mi luz, tú me inundaste con luz pura.
-Yo estaba en las tinieblas y en la sombra del caos, apresada por los terribles grilletes del caos, donde no había luz alguna.
-Porque yo he provocado la ira de quien manda en la Luz y he pecado, al salir de la región que me correspondía.
-Y cuando yo descendí, perdí mi luz y mi fuerza. Y nadie me socorrió cuando mis enemigos me torturaban en mi camino de vuelta hacia la luz.
-Y en mi aflicción, entoné alabanzas a la Luz, y ella me salvó de mi aflicción, protegiéndome de mis enemigos.
-Y también rompió mis ligaduras y me sacó de las tinieblas y de la aflicción del caos.

-Yo te glorifico ¡oh luz!, que me has salvado y por los maravillosos milagros que has llevado a efecto en la raza de los hombres.
-Y tú has roto las elevadas puertas de las tinieblas y los grilletes del caos.
-Y me permitiste partir de la región en la que yo había descendido y donde me habían quitado la luz porque yo había transgredido.
Pues terminé con los misterios que me correspondían y bajé a las puertas del caos.
-Y cuando estaba siendo mortificada, entoné himnos de alabanzas a la Luz y ella me salvó de mis perseguidores y de todas mis aflicciones.
-Tu enviaste tu energía, que me devolvió las fuerzas y me salvó de todas mis aflicciones.
-Yo te ensalzo ¡oh luz!, porque me has salvado, y por tus maravillosos trabajos en la raza de los hombres.



Entre todos los Dioses o Jerarquías Creadoras del Cosmos solamente Cristo ha conocido la muerte, al atravesar en un cuerpo humano y por propia voluntad los umbrales de dicho tránsito, para introducirse en el mundo de los Antidioses, los Asuras Arcontes del Destino que atormentaban a las almas humanas en su sendero postmortem, para finalmente vencerlos en su propio terreno. Mediante la Gnosis y la clarividencia iniciática, resultante del sendero probatorio de su Sophia interna, el iniciando cristiano accede a conocer las profundidades del Mal, al abordar experimentalmente las enseñanzas que el Cristo dió a sus discípulos tras su resurrección, las cuales están grabadas en el cuerpo etérico de Cristo, su Espíritu de Vida. La Gnosis recoge la comprensión de la realidad del Mal y de la lucha contra él.

Dentro de las diversas y sucesivas fases prevenidas en el plan divino para la humanidad, en el proceso de individuación humana se llega inevitablemente a la construccion y constitución del ego, de manera que el yo forma parte ineludible y necesaria de ese desarrollo, para proceder posteriormente a su transcendencia y espiritualización, a través de la acción del Cristo Intimo que salva al alma de *las garras* del espejismo material del caos mundano. De tal forma que el *despertar* es llegar a concienciar que la realidad cotidiana =el mundo de la materia= es únicamente *ego*, y la identificación consustancial con el propio ego es asimismo una ilusión ciclópea pero ciega hasta su constatación.



Solo el Bien es Realidad, en tanto que el Mal es solo la negación de la realidad; no-realidad, espejismo, apariencia, ilusión. Y es el Iniciado Cristiano el que aprende a metamorfosear ese Mal en Bien en el proceso de purificación y limpieza de ese ego y sus identificaciones astrales. El Mal por consiguiente no es otra cosa que una enfermedad anímico-espiritual cuyo único papel consiste en posibilitar la generación de la individualidad humana mediante la aplicación de las fuerzas del Ego de los Arcontes internos.
El Pleroma en la cosmología gnóstica, y en la terminología empleada en la Pistis Sophia, sería la Totalidad y la Unidad, el lugar donde habita el Espíritu, la realidad no material que penetra toda la existencia. 

Los Eones son emanaciones divinas de Dios, enviados para redimir al espíritu del estado material, que residen en el Pleroma, el mundo del espíritu, y van siendo más densos a medida que se separan y alejan del Pleroma. Los Arcontes son jerarquías espirituales, con funciones kármicas y probatorias o tentadoras adversas, y para los gnósticos son los poderes planetarios y los guardianes de los planos espirituales, que están asociados a los siete planetas visibles, y como agentes del Demiurgo se les tiene por seres depredadores que inhiben el despertar espiritual ya que convencen y seducen a la humanidad de la realidad del mundo material. Por ello son fuerzas que estimulan la ilusión, el maya y el espejismo de la materia, y por tanto son poderes al servicio del pecado, del miedo y de la tentación permanente, al dar valor de realidad absoluta al mundo de las emociones, pensamientos y proyecciones del ego.



Para los gnósticos el cuerpo es algo ajeno, que debemos soportar. Es una *tumba*, una *prisión*, un *cadáver*, un *compañero indeseable*, un *intruso*, un *dragón devorador*. Es un instrumento de humillación y sufrimiento, que hunde al espíritu en un sopor abyecto, en el *degradante olvido de su origen*. Y no sólo el cuerpo domina al hombre, sino también un conjunto de pasiones, de seres demoníacos que penetran en su alma produciendo en ella deseos inferiores y groseros. El hombre posee dos almas: un alma celeste, su verdadero *Yo*, y un alma inferior, compuesta por los vehículos inferiores, que ha sido puesta en él por los demonios para obligarlo a pecar.
Por ello el hombre gnóstico se siente arrojado a un mundo ajeno, absurdo, con el que no tiene afinidad. 

El mundo es el sitio de la muerte, la fealdad y el mal. *Libéranos de la oscuridad de este mundo al que hemos sido arrojados* ruegan las almas gnósticas, como Sophia, a su Señor. Arrojado al mundo, el hombre aspira desesperadamente a un *Más allá* que es donde se encuentra la verdadera vida, en libertad y plenitud. El hombre =dicen los gnósticos= tiene dentro de sí mismo un principio divino, exiliado aquí abajo. Mediante el conocimiento =la gnosis=, él reconoce su origen y así se salva: *el conocimiento del hombre es el comienzo de la perfección*. El hombre está en el mundo, pero no es del mundo. El mundo y su existencia en él es algo malo ya que es una mezcla violenta y anormal de dos naturalezas o dos modos de ser contrarios e irreconciliables, con exigencias opuestas; el Mal y el Bien.



La Gnosis simbolizada por el fuego iluminador y generador arranca al Alma del elegido del espeso *sueño* en que se hallaba sumida; de ahí el empleo de métodos de adiestramiento espiritual destinados a engendrar estados especiales de Conciencia y de supraconciencia. Sin embargo, la Gnosis constituye, una vez que ha sido alcanzada, un conocimiento total, inmediato, que el individuo posee enteramente o del que carece en absoluto; es el *conocimiento* en sí, absoluto, que abarca al Hombre, al Cosmos y a la Divinidad. Y es sólo a través de este conocimiento y no por medio de la fe ciega o de las obras, que el individuo puede ser salvado; sean cuales fueren los rasgos característicos del gnosticismo como filosofía religiosa. 

El hombre así es un microcosmos donde aparecen todos los poderes y sustancias del macrocosmos; se compone de materia, pero contiene también al Logos, el Espíritu divino viviente que reina sobre las regiones superiores del Cosmos.
La Gnosis por tanto supone una actitud particular ante la vida, que tiene como punto de partida la consideración del hombre como un ser espiritual extraño ante este mundo, planteándose las preguntas esenciales; ¿Qué soy en realidad?, ¿Dónde estoy?, ¿Por qué y cómo he llegado a este mundo inferior donde me siento exiliado? ¿Cómo volveré a mi verdadera identidad y renaceré a mi perfección perdida?.



Por todo ello el gnóstico siente como fundamental la creencia de que *No somos de este mundo* que nos recuerda las palabras del Maestro Jesús *Mi reino no es de este mundo*, se siente fuera de su patria, exiliado en el mundo terrenal, porque, como expresa Sophia en sus súplicas y cantos de alabanza a la Luz Superior en Pistis Sophia, experimenta la nostalgia lacerante de la patria original de la que ha caído; *Yo no soy de aquí, mi estirpe no es de este mundo, mi lugar es el lugar de la vida*. Y de esta manera ruega por su salvación en las Odas y Salmos que dirige a su Señor.

El fin del gnóstico es saber de qué modo su Espíritu =que es una chispa divina extraviada en la tierra= podrá retornar a las regiones superiores de donde ha caído. “*Desde que fui unido a la carne =dice un salmo maniqueo que canta las desdichas del alma= olvidé mi divinidad. He bebido la copa de la locura, y me he rebelado contra mí mismo*. Por eso uno de los mitos más característicos de la Gnosis es el de la ascensión del Alma a través de las esferas planetarias, el gnosticismo desarrolla bajo diversas formas el tema de la ascensión del hombre iluminado =ya sea en Espíritu, durante esta vida, o después de la muerte= hacia su patria original. El gnóstico es siempre un hombre que desea escapar a la fatalidad del mundo terrenal y recuperar la condición luminosa que poseyó antes de la caída.

Gilgamesh***

2 comentarios :

chorero lvl 92 necesito una mejor armadura dijo...

Si es muy bonito la historia de la religion y todo eso pero en la realidad la historia se tiene para no repetir los tropiesos de la humanidad de nana me sirve escribir la historia otravez o hacer un compendio de ella mas el valor de la historia esta en ver el porque de los eventos de este presente a lo que me refiero hay que usar la inteligencia para ver nuestro presente porque esta asi no tengan miedo a utilizarla la inteligencia es una capacidad intelectual que tenemos todos simplemente tenenmos que desarrollarla muy puntual una persona puede ver la historia y solo pasar los echos de la historia el verdadero historiador descubre la verdad detras de las mentiras de la historia usando la inteligencia humana el creador de las mentiras que es un pseudo historiador es el que ha puesto en la historia tantas mentiras que no se puede entender o se mal interpreta buena estrategia para el que quiere que la gente no evolucione lo importnte de la religion en este caso y de primer orden no es la historia de la religion lo verdaderamente importante es cuando dias rompoi el pacto con los judios y esta respuestas nose las voy a dar ustesde tienen que descubrirlo usando su intelecto
posdata
dejende hacer pendejadas y aprender toda la historia como loros ponganse a trabajar ni una sola cosa inteligente he visto que se dice en relacion a alguna teoria de la historia diferente a trabajar con el intelecto señores no les queda otra

Gilgamesh dijo...


chorero; cuando quiera compartir sus estudios y sus conclusiones puede hacerlo aquí, de lo contrario evite agredir, si tiene intelecto no es precisamente como lo expresa su comentario.
Buena vida para Usted.