Qué semanita ésta que ha pasado..., frase con la cual pueden no identificarse muchos y muchos otros sí, sea cual fuere su edad, país, sexo, etc.
Y es que si de algo podemos estar seguros es que la vida siempre es una de cal y otra de arena.
Para algunos las de cal resultan ser muy pesadas, tanto que en muchas ocasiones, la vida les resulta insoportable.
Para algunos otros las mismas de cal pueden ser sobrellevadas con una actitud que les permite no romperse en mil pedazos y sobreponerse así, de las cosas amargas de la vida.
Mi semana estuvo plagada de inconvenientes, nada grave por suerte, pero cosas que a uno le exigen al máximo poner en práctica lo que cree, piensa y siente, es decir que la teoría se transforma en práctica, y revertir situaciones difíciles es posible, aún no pudiendo revertirlas se puede sobrellevarlas y transmutarlas en cosas que dejan de ser un problema.
¿Cuántas veces en la vida hemos creído que se nos venía todo encima?...muchas..., tantas como los años que tenemos..y cuando hacemos la vista hacia atrás podemos ver que todo fué superado y forma parte del pasado.
Lo que hoy nos pase será en definitiva un recuerdo cuando deje de ser presente y pase a formar parte de las tantas páginas que conforman nuestro propio libro de lo vivido.
A veces nos ponemos a re-leer nuestras viejas páginas y podemos elegir qué sentir, porque en ellas habrán cosas lindas y otras no tanto, y al releerlas las volvemos a *sentir* como si nos metiéramos en una máquina del tiempo.
No es recomendable releer páginas tristes porque lo más probable es que las *re-vivamos*, retrocedamos en el tiempo para sufrir..y eso no aporta absolutamente nada positivo.
Las páginas lindas son las ideales para ser revividas aunque a veces los sentimientos se confunden con alguna especie de nostalgia que nos arranca un lagrimón, y esos lagrimones son como una especie de reacción telepática, sin lenguaje..sentimos que *extrañamos* o echamos de menos las cosas lindas que vivimos en el ayer.
Y creo que en esos casos si nos quedamos anclados a esas cosas lindas por mucho tiempo, terminamos transformando un sentimiento positivo en negativo, porque seguramente si pudiéramos retroceder el tiempo querríamos regresar a esos momentos que añoramos, *irnos* del presente, y eso aborta la escritura de las páginas que necesariamente debemos seguir escribiendo en nuestro gran libro de vivir.
Creo que al pasado hay que dejarlo donde está y entender que lo que fué, hoy sería inaplicable por más esfuerzos que hagamos para clonarlo en el presente, cada cosa que hemos vivido se corresponde con sus etapas necesarias y si algo debemos tomar de aquellas cosas es la enseñanza que nos dejaron, porque tanto de buenas como de malas, aprendemos.
Cuando los días han sido complicados uno ha dejado mucha energía en sobrellevarlos y en mi caso, la música es un bálsamo para mí.
No sé porqué, vinieron a mi mente unas viejas canciones que claro...al re-escucharlas me transportaron al ayer, un ayer bastante lejano si tengo en cuenta que en una de ellas por ejemplo, yo tenía apenas unos 12 o 13 años.
Cuando la volví a escuchar...ufff...me vi...jaja, y es por eso que inicié ésta entrada hablando de éstas cosas de los pensamientos, sentimientos, recuerdos, y que en definitiva fueron todos lindos recuerdos, pero al terminar las canciones hice el sano ejercicio =creo= de apagar el reproductor...no vaya a ser cosa que me distraiga demasiado y deje de escribir mis actuales páginas..
Ésta es de 1975...quizás algunos de ustedes la recuerde...;
Avancé unos 5 años y volví a verme..allá por 1980;
Y como andaba dando saltos de a 5 años, terminé con ésta de 1985, donde ya me veía aprendiendo ésto de *madurar*...
Y si seguía dando saltos de a 5 años...ufff..no terminaba más...jeje, así que en una especie de *al tun tun* o *al voleo*, o bueno ya que hablamos de música, me puse de espaldas a la fonola o rockola y arrojé la moneda..
Y empezó a sonar ésta..., otra de las que mucho me gustan, como para ir cerrando ésta licencia musical después...de una semana agitada..
Gilgamesh***
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