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domingo, 4 de abril de 2021

* Cristo de Domingo *

 ***Gran Domingo pascual para todxs.

De Hílicos, Psíquicos y Penumáticos...
Mientras la mayoría del mundo se sumerge en la obscuridad del océano de chocolates, conejos y regalos vanos, y otros peor aún subvierten una semana y una jornada en un festival del coronavirus viajando por doquier adorando al dios dinero, al dios de la extraña diversión suicida, al dios del hedonismo y al dios del egoísmo, es necesario dar otro tipo de mensaje, creo.


-*Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?*

Juan 11: 25-26.

-*¿Quién acusará á los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, quien además está á la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
¿Quién nos apartará del amor de Cristo? tribulación? o angustia? o persecución? o hambre? o desnudez? o peligro? o cuchillo?
Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo: Somos estimados como ovejas de matadero.
Antes, en todas estas cosas hacemos más que vencer por medio de aquel que nos amó.
Por lo cual estoy cierto que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
Ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura nos podrá apartar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro*.

Romanos 8: 33-39

-*Y por lo que se refiere a nuestra Fe, en efecto, hemos conocido al Hijo del Hombre y hemos creído =hemos tenido Fe= que Él resucitó de entre los muertos. Y de Él es del que decimos: **Él se convirtió en la destrucción de la muerte*; por consiguiente, es grande Aquel en quien se cree. Grandes son los que creen*.

Tratado sobre la Resurrección, Texto del Cristianismo Gnóstico Primitivo de los Gnósticos Valentinianos.

 -*Jesús, después de la Resurrección, confió la Gnosis primeramente a Santiago el Justo, a Pedro y a Juan; éstos a su vez la transmitieron al resto de los Doce, y los Doce a los Setenta, uno de los cuales era Bernabé*.
Hypotyposeis, Libro VII, de Clemente de Alejandría, citado por Eusebio de Cesarea, Historia Eclesiástica, Libro 2.

-*Apareció luego, en nuestro humilde hogar nuestro Señor Jesús el Cristo con vestiduras de colores blanco y café claro, con su cabellera y barba nazarenas, igual a mi estatura, que era su semejanza, y con Palabras llenas de ternura y de infinito Amor, boca a boca hablándome con claridad, y no en enigmas, recibí el mensaje divino estando de pie y con todos mis sentidos no menoscabados, y lo comprendí plenamente, como está escrito: **del todo manifiestamente, y no en palabras oscuras.** 

Números XII, 8.

-y me dijo:
*Dí a tus Hermanos y a mis Hermanos que tengan Fe en Mí y serán Libres*.

Los cristianos ortodoxos rechazaban la idea Gnóstica que el conocimiento de Dios pudiera lograrse conociéndose a sí mismo . Ellos postulaban el conocimiento de Dios sólo a través de Cristo:

*Le dice Tomás: Señor, no sabemos a donde vas, ¿cómo podemos saber el camino?. Responde Jesús: *Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí*

Este texto de Juan , 145-6 es contado levemente distinto por los evangelios gnósticos, El Diálogo del Salvador, por ejemplo, cuenta que cuando los discípulos hicieron esa pregunta a Jesús, éste respondió: *el lugar a que podéis llegar, ¡colocaos allí!*.
El Evangelio de Tomás relata que Jesús se habría limitado a decir: *Hay luz dentro de un hombre de luz e ilumina al hombre entero. Si no brilla es oscuridad*. Ambos dichos lo que hacen claramente es dirigir al hombre hacia sí mismo, hacia la luz de adentro.

-Jesús dice: *Si aquellos que os guían os dicen: Mirad, el Reino está en el cielo, entonces los pájaros llegarán antes que vosotros. Si os dicen: Está en el mar, entonces, los peces llegarán antes que vosotros. En vez de ello es un estado de autodescubrimiento. El Reino de Dios está dentro de vosotros y fuera de vosotros. Cuando lleguéis a conoceros a vosotros mismos, entonces seréis conocidos y os daréis cuenta de que sois los hijos del Padre que vive. Pero si no os conocéis a vosotros mismos, entonces moráis en la pobreza y vosotros sois esa pobreza*.
Evangelio de Tomás.

-Quien es ignorante, creatura del olvido, no puede experimentar satisfacción. Una persona así, sólo vive en deficiencia. Y la deficiencia consiste en ignorancia: *como con la ignorancia de alguien, cuando llega a tener conocimiento, su ignorancia se evapora por sí sola, del mismo modo que la oscuridad desaparece cuando aparece la luz, también la deficiencia se evapora con la satisfacción*.

Evangelio de la verdad
Diálogo del Salvador; 177.

-*Si uno no entiende como nació el fuego, se quemará en él, porque no conoce su raíz. Si uno no entiende primero el agua, no sabe nada... Si uno no entiende como nació el viento que sopla, correrá con él. Si uno no entiende como nació el cuerpo que lleva, perecerá con él... Quienquiera que no entienda como vino, no entenderá cómo se irá...

-Si sacas lo que está dentro de tí, lo que saques te salvará. Si no sacas lo que está dentro de tí, lo que no saques te destruirá. Reconoce lo que está ante tus ojos y lo que está oculto te será revelado*.

Evangelio de Tomás.

-Jesús dijo: *Que aquél que busca siga buscando hasta que encuentre. Cuando encuentre, se turbará. Cuando se turbe, quedará asombrado y gobernará sobre todas las cosas*.


*Yo soy un dios, hijo de dioses, brillante, centellante, resplandeciente, radiante, perfumado y hermoso, pero ahora he caído en la miseria. Innumerables y repugnantes diablos se apoderaron de mí y me redujeron a la impotencia. Yo sufro en mi vestimenta corporal a la que ellos me trajeron y me arrojaron*.
Ginzá, Libro sagrado de los mazdeístas.


De acuerdo a la ley Judía, el testimonio de la mujer no se reconocía. Si los relatos sobre la Resurrección de Jesús fueran fabricados, nunca se hubiera incluido a la mujer como testigo. El nombre de María Magdalena aparece en los cuatro Evangelios como encabezando el grupo que descubrió la tumba vacía.
Los cuatro evangelios fueron escritos para cuatro comunidades Cristianas dispares en un período de treinta a cuarenta años. El que se nombre a María Magdalena idénticamente en todos indica que fue reconocida por todos como la principal testigo de la Resurrección..
 

Por eso en éste día tan prostituído, mercantilizado, bastardeado era necesario recordar;

*A vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído de mi Padre os lo he dado a conocer*
Juan 15,15


Cristo Maestro, Hermano, Amigo, Confidente, Consejero, Apaciguador, Compañero, Sanador, Iluminador, libéranos de la oscuridad de este mundo al que hemos sido arrojados.

Gilgamesh***

 

 

lunes, 8 de marzo de 2021

* Día de reflexión *

***Gran inicio de semana para todxs.

Jornada muy especial la de hoy en la cual mucho se podría decir.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pero en ésta ocasión le cedo la palabra al Cura Juan Carlos Molina que tiene su programa radial los Domingos en Radio 10 de Buenos Aires titulado *Rompiendo Moldes*.
En su editorial Juan Carlos dice lo que muchas veces aquí desde la mirada Gnóstica se ha dicho, un Cristo al cual muchos dicen adherir y amar, pero en sus vidas tienen pensamientos e ideología tales que parecen más bien adorar a un Cristo ficticio, o mejor dicho a un anticristo.
Comparto plenamente las palabras de Juan Carlos, firmo sin temor sus apreciaciones y adhiero, tal como decía para un día como hoy en el cual al *macherío* primitivo en tiempos modernos se le erizan los pelos de la nuca.  

Es el miedo, miedo a  pereder privilegios y a dejar de tener unas cuotas de poder vergonzosamente avaladas desde aquél incidente en el Edén, donde ya sabemos qué destino se nos implantó, destino que se ha venido sosteniendo pero que hoy afortunadamente, se ha visibilizado y que es mucho más...pero mucho más que el reclamo de un *aparente* colectivo, el femenino.
Estos reclamos que le mueven el piso al patriarcado en su totalidad deberían ser una lucha asumida también por quienes nos situamos en un pretendido *opuesto*, lucha que el mismísimo Cristo vino a denunciar y que siempre ha sido *minimizado*  y poco  *analizado* por quienes dicen ser Cristianos.

Aquí nosotros desde la Gnosis siempre lo  comprendimos y lo apoyamos, no hay más misterios ni dudas, sólo la alegría de saber que tarde o temprano de éstas cosas se iba a hablar y que generarían conmoción en el viejo establishment que regenteaba el gran impostor, loco, ciego, odiador, perverso, que se perpetuó y al cual aún hoy muchos siguen adorando y al cual le siguen también vendiendo su alma y atando su propio Espíritu.
Tiempos de grandes cambios que en éste tema puntual revelan también a través de las palabras de éste valiente Cura, cómo operan los ciclos y sus renovaciones, algo impensado hace unos años, cuando de éstas cosas no se hablaba y mucho menos hermanos como éste en la Fé,  que ponen en su lugar el contexto de un Cristo que vino a cambiar lo establecido.

Nosotros en la Gnosis, lo venimos conociendo hace rato, y qué bueno es que cada día que pasa de éste nuevo ciclo, junto con la vieja obscuridad tenebrosa del demiurgo, también nos entran éstos baños de Vera Luz tan necesarios para contrarrestar lo que experimentamos inmersos en una realidad tan atroz.
Cristo, el primer defensor de lo que hoy muchxs reclamamos, porque en definitiva esa Mujer que hoy está movilizada en todo el mundo reclamando derechos y sobre todo el más primordial que es *vivir*, esa, somos nosotros mismos en aquella contraparte que un día la fuerza de la obscuridad y su mentor...dividió...para gobernar.

Fuerte abrazo.

 

 

 

 

 

 

Gilgamesh***

-audioivoox

domingo, 21 de febrero de 2021

* Grageas de pensamiento en la antesala de una nueva semana *

 ***Bello Domingo para todxs.


Ante el inicio de una nueva y vertiginosa semana,  nada mejor que alimentar nuestra mente con buenas reflexiones y conocimientos, hoy de la mano de Ernesto F. Iancilevich, Poeta y Ensayista argentino, Buenos Aires, 1952. Licenciado en bibliotecología y documentación por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, donde cursó estudios de filosofía. Miembro del Colegio de Graduados de Filosofía y Letras y de varias sociedades de autores y escritores. 

 







Por el intelecto puro, que conoce, y el puro amor, que realiza, –en la doble vía del corazón– el hombre está abierto a la intimidad de lo más íntimo, y es en esta apertura interior donde los estados superiores del ser se presentan como posibilidad. Respecto de la iniciación (en el conocimiento metafísico) y la realización (en el amor espiritual) –indiscernibles en lo indiferenciado de lo abierto–, cuyo origen y destino es el Todo, en que todas las cosas permanecen y a la que todas las cosas pertenecen, ¿podríamos afirmar o negar algo que sobrepase esta realidad última de la verdad primera, de suyo inefable y ciertamente infalible?
Bajo la modalidad simbólica del pensamiento analógico –puente entre el condicionamiento individual y la liberación universal–, la intuición nos hace señas en un sendero de sombras, porque somos hijos de la Luz que andamos en la noche. Así, la Tradición nos hilvana como las cuentas de un rosario para que iluminemos la noche del mundo. Sin embargo, pareciera que estuviéramos demasiado alejados del centro de iluminación como para que una auténtica sociedad tradicional fuera posible en nuestros días, pues por donde se mire, en Occidente y en Oriente, los simulacros paródicos, que pretenden remedarla, no son más que figuras dibujadas en un vidrio empañado; entonces, dónde buscar la transparencia sino dentro de la opacidad que la cubre, en el interior donde profundidad y altitud se transparentan.

No otro es el estado de des-ocultamiento o verdad (alétheia) sino el de esa transparencia entre lo que está arriba y lo que está abajo, entre lo que está afuera y lo que está adentro. En la modalidad de la apertura –y toda iniciación no es sino apertura–, la transparencia (de la verdad) se orienta hacia la transcendencia (del misterio), en la que reconoce su norte o polo espiritual.
El estado primordial, diferenciado en el Hombre Verdadero en toda la extensión de sus posibilidades individuales por la iniciación metafísica, constituye preparación o propedéutica para la realización espiritual del estado incondicionado, integrado en el Hombre Trascendente en toda la intensión de sus posibilidades universales (supra-individuales). En todo caso, la necesidad de esta posibilidad –tanto en lo concerniente a la vía iniciática como a la vía realizativa– no asegura la suficiencia de su probabilidad efectiva, máxime si tenemos en cuenta que, en las actuales circunstancias de la declinación intelectual de la humanidad terrestre, ya es cosa ardua la regeneración espiritual del estado de verdad en los hombres que la habitan. Al respecto, la creciente occidentalización planetaria no podríamos percibirla más que como la señal evidente de una crepuscularidad mental generalizada. Sin embargo, que la aristocracia intelectual de una elite simbolice, en las actuales circunstancias de disolución, el germen de una futura raza espiritual, nos confirma (al menos, en cuanto esperanza) que lo cerrado de la noche guarda lo abierto de la luz, como germen oculto en la profundidad de la Tierra.

El hombre en cuanto Hombre es libre para abrirse a lo abierto de lo in-determinado (ápeiron) por el des-ocultamiento (áletheia) del Lôgos, que nos funde en la memoria (anamnesis) del Ser, o encerrarse en el ocultamiento de la hýbris, que nos confunde en su olvido. De este modo, el des-ocultamiento del Lôgos nos encamina a la memoria del Ser. Verbo del Silencio, el Lôgos habla el Ser para que el hombre pueda ser en un dia-lôgos el dicente del Ser.
Insistiremos en que la in-finitud de lo In-finito comprende la unidad del Ser y la ceridad del No-Ser. El Haber de lo In-finito habilita el habitar del hombre en cuanto Hombre en el misterio (mystérion) de la divinidad, que transciende la dualidad Ser/No-Ser, última frontera a trans-pasar. Para quien sepa y pueda comprender, la liberación final constituye la realización plena de la libertad inicial.
El estado primordial se patentiza como el estado de des-ocultamiento o verdad, cuya presencia en el presente nos orienta a una permanencia en lo eterno. El misterio nos enseña en la verdad que todo cuanto que se abre, estrictamente, se abre para adentro, que es donde la guarda de lo cerrado evita su dispersión. En lo cerrado del secreto, lo abierto del misterio. Nada tienen que ver el secreto ni el misterio con la pretensión de exclusividad de un pueblo elegido, una raza superior o un grupo de poder –por mencionar tres figuras que entrañan una cierta desviación de los principios originarios–: los elegidos, que exceden el enmarcamiento de un pueblo, una raza o un grupo, son servidores del Lôgos y no poderosos que se sirven de él. Va de suyo que, cuando uno intenta apropiarse de la verdad, es porque ya no está decidido entregarse a ella.

No estaría de más mencionar –en una época signada por el ocaso del Lôgos y el olvido del Ser– que el poder (de la voluntad) significa un medio ancilar del saber (de la inteligencia) a los fines del servicio (del Espíritu). Servir al Cielo en la Tierra no debería ser algo reservado a unos pocos sino confiado a todos, aun cuando muchos, en tiempos de confusión, no lo adviertan. Al respecto, no nos cansaremos de repetir que la elite, en los tiempos que corren, tiene la misión de cuidar la senda y no de controlar el paso.
Más allá del análisis y su hermenéutica, de la logística y su relato, del discurso de la razón (política) y su laberinto (ideológico), de la omnímoda tecno-latría y su ilusorio poder, la novela de la Modernidad, con sus figuras sin forma, sus letras sin espíritu, su intertextualidad desbordada en vanidad de vanidades, es desierto que crece, nada en demasía, cuya pobreza es necesario comprender con el corazón abierto –en la luz del conocimiento y el calor del amor–, verdadero cáliz de la alianza.

Quien pudiera percibir en esta época el vértigo de un descenso en caída libre, no habría de equivocarse; sin embargo, ¿cómo no descubrir en lo indefinidamente abisal de esta negación (de esta mentalidad de negación que pareciera anegarlo todo en un desierto) lo infinitamente abierto de una promesa? Así como lo cerrado de la noche anticipa lo abierto de la luz, el descenso de la Edad de Hierro, con su inequidad de igualitarismo uniformante, nivelante para abajo, anticipa de un modo inverso la justicia del conocimiento universal, que habrá de homologar hacia arriba en el ascenso de la Edad de Oro. Para una época como la nuestra, que ha olvidado el sentido de la pertenencia a lo permanente, la multiplicidad de lo fragmentario se parece bastante a una multitud de demonios en el cuerpo del poseso. ¿Será necesario insistir una y otra vez en que la elite espiritual –la única posible–, conlleva la entrega en el servicio y la donación en la entrega por obra de la gracia, de suyo inefable e infalible, del Espíritu que sopla donde quiere?
Hemos de ver en el conocimiento al constructor, y en el amor al arquitecto. En efecto, si el conocimiento es piedra basal o fundamental de la iniciación, el amor es piedra angular o esencial de la realización. Entre la iniciación del conocimiento metafísico y la realización del amor espiritual, no media otra diferencia –para el estado condicionado de la individualidad– que la existente entre la inspiración (que recibe) y la espiración (que transmite), momentos de un solo movimiento (del espíritu al Espíritu): plenitud y vacío, recepción y entrega en la transmisión continua, altitud (de la contemplación) y profundidad (de la comprensión), iniciación (en la verdad) y realización (en el misterio).

Aun cuando pudiera parecer que nos apartamos del estricto planteo metafísico, vale la pena recordar que no de otro modo podría vivirse en profunda altitud el misterio de la fe sino abierto en el misterio del amor; de allí, entonces, la necesidad de una iniciación, para que se verifique una renovación de la mente por el espíritu, una conversión (metanoia) que conlleve la muerte del hombre carnal o profano y el re-nacimiento del hombre espiritual o sagrado. Por cierto, nada tiene que ver esta transformación profunda del ser con el transvestimento superficial que se aplica al denominado “converso”, sujeto a la conveniencia oportunista o pasivo de la captación psicológica bajo las modalidades de la dominación o el proselitismo, fenómeno este último ausente en el judaísmo (en razón de su “endogamia cultural”), aunque presente en el cristianismo y en el islamismo (en razón de su “exogamia civilizadora”). No escapa a nuestro conocimiento que lo civilizatorio puede traducirse en los términos de conquista cuando la acción política se impone, dentro de una forma tradicional, a la actividad metafísica.
 II

En tanto que abierto a la verdad en la vocación metafísica que lo inicia a través de la libertad individual, el hombre ha de descubrirse misterio en la comunión espiritual que lo realiza a través de la liberación universal. Transcendencia del sí (en que el ser afirma) y del no (en que el no-ser niega), el ni del misterio acontece trans-parencia de lo abierto o in-determinado, indiscernible en su indiferenciación.
Así como el cálculo diferencial nos remite al cambio en la derivada y a la permanencia en la integral, de modo análogo se comportan la acción política y la actividad metafísica. El centro hace confluir la posibilidad política del hombre en la Tierra con la necesidad metafísica del Hombre en el Cielo, conjugando el Verbo encarnado en el Espíritu libre. La Tríada Cielo, Hombre, Tierra habla del Hombre entre el Cielo y la Tierra, y ese vínculo de entrancia patentiza la apertura que, haciendo centro en el Hombre, des-cubre o des-oculta Cielo y Tierra en su correspondencia.
 Está bien, por cierto, interesarse en la metafísica desinteresándose de la política, pero mejor es interesarse por ambas mientras nos mantenemos con la mirada en el Cielo y los pies en la Tierra, en cuanto somos hijos del Padre en lo Alto y de la Madre en lo Profundo, a sabiendas de que toda sociedad tradicional responde a un orden metafísico (en los principios universales) y una organización política (en las aplicaciones particulares).

El Árbol Metafísico o Espiritual de la Vida y el Árbol Político o Racional de la Ciencia, la unidad primordial de lo universal y la dualidad ulterior de lo particular corresponden a la dimensión transcendente (de sentido) y al plano inmanente (de significados), no excluyentes una de la otra sino, más bien, integrado este último en aquella primera, tal como se verifica en toda cultura tradicional, en la cual ninguna rama está separada del tronco, así como ningún fruto de su semilla. Es en virtud de esta integración de la dualidad mental en la unidad intelectual, que la Razón Política puede encontrar en el Espíritu Metafísico el eje donde focalizar su centro. Esa posibilidad constituye una necesidad, y en esto hemos de ver que la posibilidad del cambio está dada por la necesidad de la permanencia, de acuerdo con el ejemplo tantas veces invocado del centro inmóvil y la circunferencia móvil en la rueda. Cuando la transmisión radial se interrumpe, la rueda se detiene, acontecimiento que, en sí, marca el cese de la sucesión o de la duración, la clausura del tiempo, el fin de la historia.
Lo In-finito o in-determinado nos insta a reformular nuestra finitud política, nuestro ser-estando-en-el-mundo, para superar la dualidad que ha caracterizado a la humanidad terrestre a partir del siglo VI a.C., cuando se produjo la declinación de la sabiduría en filosofía (dentro de la tradición griega), la separación en taoísmo y confucionismo (dentro de la tradición china), la bifurcación del budismo a partir del hinduismo (dentro de la tradición india), la destrucción del templo de Salomón, el extravío del Arca de la Alianza y el olvido de la lengua primigenia (dentro de la tradición hebrea). Declinación, separación, bifurcación, extravío y olvido no marcan otra cosa más que instancias de alejamiento de los principios metafísicos originarios. Al respecto, sería preciso agregar que el judaísmo habrá de ingresar en su fase crepuscular en el siglo I con la destrucción del segundo templo y la eliminación del sacerdocio.

Por otra parte, no estaría demás apuntar que el sistema de castas en la India no constituye sino la adecuación política a una declinación espiritual: si cuatro son las castas en la edad actual, tres eran en la tercera, dos en la segunda y ninguna en la primera. Que el Satya Yuga se traduzca como Edad de la Verdad y el Kali Yuga como Edad de la Confusión, resulta suficientemente significativo de la transparencia y de la opacidad espiritual en que mora la humanidad del hombre en el amanecer y en el crepúsculo de sus posibilidades.
No podríamos dejar de mencionar el caso de la tradición cristiana, cuya cadena áurea ha sido opacada por el ocultamiento del Lôgos (y la confusión doctrinal que ello conlleva) –nos referimos al Lôgos encarnado en Cristo–, como si sucesivas capas de barniz espeso se hubieran propuesto cubrir su textura primigenia. ¿No habría que regresar al interior de su mensaje original para alcanzar la verdad del misterio que esta tradición guarda, aunque fuera menester raspar muchas capas de barniz espeso y barrer muchos escombros de vanidades demasiado humanas? Regreso al interior, en silencio y soledad. Ciertas órdenes regulares supieron constituir una posibilidad cierta de iniciación en el pasado, pero ¿lo son hoy?8 Más allá de toda regularidad, en la vía solitaria, el Espíritu inicia a quien elige desde antes de su nacimiento, y es ésta la vía regia de los elegidos que no eligen, si así pudiéramos expresar lo que, de suyo, es inexpresable. María es el arquetipo de esta iniciación, coronada por la plena realización.

La iniciación mistérica significó en el cristianismo de los tres primeros siglos –correspondientes a la línea transmisional de los Padres Apostólicos– condición sine qua non para participar de la celebración eucarística. Al soslayar su carácter secreto y mistérico, el cristianismo devino público y masivo, algo que podría haberse parecido bastante a una profanación de sus contenidos sagrados si es que éstos no fueran guardados –como aconteció– por una elite, fuera del alcance controlador y vigilante del ojo secular. Sin embargo, el management y marketing del establishment eclesial a partir del siglo IV, sujeto más al poder temporal de la voluntad humana que a la autoridad espiritual de la inteligencia divina, se encargó de validar la mística –como vía de pasividad sentimental– e invalidar la metafísica –como vía de actividad intelectual–, al extremo penoso de llegar a catalogar intencionalmente, por ejemplo, a Eckhart de Hochheim como místico y a Nicolás de Cusa como teólogo –y así aparecen el maestro medieval y el pensador renacentista en los repertorios oficiales–, en cuanto metafísica y esoterismo pasaron a ser cuestiones incómodas, a las que la mente dogmática prefirió retirar el cuerpo para no entrar en conflicto con sus propias contradicciones. No podríamos encontrar más que en ese debilitamiento doctrinal (que asimila lo sentimental a lo espiritual) –contrapesado por un fuerte autoritarismo dogmático– las causas del deslucimiento en su esplendor primigenio. En cuanto nos toca muy de cerca, algo que buscamos y pedimos es que el universalismo (noménico) de lo católico regrese a la universalidad (numénica) de Cristo.


 La piedra angular o de unión, en que ha de reconocerse el principio de arquitectura, y la piedra basal o de sostén, en que ha de reconocerse el fundamento de construcción, encuentran en el triángulo y el cuadrado las figuras simbólicas de la forma interior o esencial, en un caso, y de la forma exterior o sustancial, en otro, constituyentes de la integridad formal, que sólo al análisis se le aparece como dual. Queda claro que el espíritu esencial une, en cuanto dador de sentido, mientras el cuerpo sustancial sostiene, en cuanto receptor de significados, como el silencio al sonido, el vacío al espacio, la eternidad al tiempo, y el no-ser al ser. Podríamos decir, entonces, que la piedra fundamental es sima de la construcción, mientras la piedra angular es cima de la arquitectura. De este modo, la obra espiritual se nos presenta como síntesis de lo que sostiene abajo y lo que une arriba, en la doble vía de iniciación-realización. Si la iniciación es gnosis en la vía aspirativa de búsqueda, la realización es poiesis en la vía espirativa de encuentro. Percibir el ágapê como poiesis orienta acerca de qué se habla cuando se dice que la realización plena consiste en alcanzar la identidad suprema con la divinidad.

Estas nociones presentifican la diferencia entre lo principal (de la arquitectura) y lo ancilar (de la construcción). Cuando esta relación jerárquica se invierte, tenemos un proceso de subversión, del cual procede la confusión que reina en el mundo moderno como madre y señora de todo lo “creado” por el hombre para su destrucción, y es que la atrofia intelectual no puede sino concluir en la entropía vital, que representa un orden al revés. No de otro modo podría entenderse que la corrupción, que campea en el mundo moderno, constituye una consecuencia y no una causa del desorden o de la subversión del orden jerárquico. En tal sentido, diremos que la Iglesia de Pedro (constructor), impuesta a la Iglesia de Cristo (arquitecto), signa un primer estadio de decadencia en la tradición cristiana y muestra cómo la inversión del orden jerárquico –lo temporal y finito de la construcción humana, por lo eterno e infinito de la arquitectura divina– deriva en debilitamiento doctrinal y corrupción del cuerpo eclesial. Durante los tres primeros siglos, la vitalidad de la transmisión respondía a la fidelidad a la enseñanza original; paradójicamente, cuando se empezó a hablar en nombre de Cristo, comenzó a olvidarse la voz de Cristo.

En la realización plena y cuando ella se alcanza en vida –en los casos excepcionales en que ello acontece–, la trans-formación espiritual se trans-parenta como trans-figuración corporal: en estricto sentido, se trata de lo divino trans-sustanciado bajo la especie de lo humano. El proceso de deificación, que el Hombre Universal cumple en el Dios Universal, constituye plenitud de identificación (en la entrega) y esplendor de identidad (en la recepción).
 El conocimiento de la verdad metafísica (gnôsis) en cuanto vía de iniciación sostiene el misterio del amor espiritual (ágapê) en cuanto vía de realización. Los misterios de la gnôsis alcanzan su esplendor en el misterio del ágapê, así como el Hombre Verdadero alcanza su perfección en el Hombre Universal. Esplendor y perfección que caracterizan la obra espiritual en cuanto tal. El ascenso al Dios Altísimo en el conocimiento (de la iniciación) es también un descenso al Dios Abismal en el amor (de la realización): inspiración y espiración, contemplación y comprensión obran la Unicidad en Todo. La forma de la gnosis se actualiza en la función del ágape.
 Habitar el Haber in-determinado, trans-cendente de la dualidad Ser/No-Ser, se presenta como el habitar libre de condicionamiento espacio-temporal. Habitar en-Dios constituye la divinización (theósis) de la que nos ha hablado Clemente de Alejandría, siguiendo la huella de Pablo de Tarso y la insigne transmisión de Juan, en quien la afirmación Dios es Amor 9 evoca la realidad principal en la realización final.
V

Transcendido el plano profano-fenoménico-mental, acontece la dimensión sagrada-numénica-espiritual. Así, diremos que la Edad de Oro no sucede en la secuencialidad del tiempo: acontece en la simultaneidad de la eternidad. En tal sentido, esta eternidad, de algún modo, conlleva la negación de la historia profana y la afirmación de la historia sagrada, esto es, una visión sagrada de la historia en la eternidad del espíritu. Tampoco significa esto la cancelación de las posibilidades corporales y mentales; ante todo, significa la instanciación de las mismas en una visión de sentido, que obra para renovación de la mente y regeneración del cuerpo en virtud de la resurrección del espíritu, algo que involucra la restauración completa en el Hombre de las posibilidades humanas y, por qué no decirlo, de las necesidades divinas, esto es, de la Verdad del Hombre en el Misterio de Dios. Un hombre así, restaurado en su ipseidad, llega a ser un resucitado de entre los muertos.
 El último suspiro, con el que ha de sumergirse la Edad de Hierro, y el primer aliento, con que ha de emerger la Edad de Oro, simbolizan la muerte en la oscuridad y la resurrección en la luz. Es en esta emergencia donde hemos de reconocer la enérgica necesidad de lo primigenio ante un mundo que, sobrepujado por la falsedad de la ilusión, ha de sucumbir para que la Tierra se reintegre en la verdad de lo real. No podríamos dejar de mencionar que la androginia espiritual, que corresponde al estado primordial, no es otra cosa que la naturaleza perfecta o completa del hombre verdadero, en quien se fusionan los contrarios; de allí, la esfericidad simbólica que se le atribuye.

Por último, encontraríamos adecuado sostener que el estado primordial habría de estar orientado por la regeneración del cuerpo, la renovación de la mente y la resurrección del espíritu, vale decir, la restauración de la complexidad humana en la simplicidad divina. Al respecto, es menester insistir en que la conversión (metanoia) –en tanto que renovación de la mente por el espíritu– no es fenómeno religioso sino, ante todo, nóumeno espiritual, sin negar por ello el valor –concerniente a un cierto estadio intermedio– de la experiencia religante, cuyo fin es la salvación álmica y no la liberación átmica.10 No obstante la diferencia ordinal entre ambas11, una oferencia gratuita las une. Asimismo y de manera análoga –sin que ello configure una equivalencia–, podríamos afirmar que iniciación metafísica y realización espiritual son posibles necesariamente en cuanto don transmitido a través de la gracia. Es en tal sentido que podríamos conceder legitimidad a la expresión el Dios que salva y el Dios que libera es Único y el Mismo.
Las formas y fases del Único no deberían hacernos pensar sino en lo diverso de su modalidad funcional, “distribuida” en las fases del Theón operante y el Theótes contemplante. Sólo en una apercepción intelectual de tal estilo, podríamos ver en el Dios que salva y el Dios que libera al Único y el Mismo, a sabiendas de que la unicidad de lo mismo comporta en sí la integración de la diferencia; y podríamos poner como ejemplo la convexidad (externa) y la concavidad (interna), que en cuanto diferentes constituyen la unicidad misma de la esfera.

El Theón o Dios Personal y el Theótes o Deidad Impersonal son Luz y Oscuridad, Día y Noche, Presencia y Ausencia, lo Relativo y lo Absoluto del Único. La diversidad funcional de ambos en la unicidad juncional del Dios Único debería hacernos percibir al Único en tanto que Creador Operante, ab extra, y Misterio Contemplante, ab intra, así como la convexidad externa –presencia manifiesta– y la concavidad interna –ausencia inmanifiesta– constituyen la esfericidad única de la esfera. Analógamente, podría verse en la concavidad interior el origen esencial de lo inmanifestado, y en la convexidad exterior la causa formal de lo manifestado. No estaría demás insistir en que, dentro de la tradición cristiana, el Dios Creador, generador de la salvación o conservación del alma, corresponde al plano religioso o exotérico; por el contrario, el Dios Misterio, matriz de la liberación o absolución del espíritu, corresponde a la dimensión metafísica o esotérica.
En la teología católica, la divinidad comporta dos modalidades de una sola realidad, la del Dios Personal y Determinado (para la vía catafática o positiva), y la del Dios Impersonal e Indeterminado (para la vía apofática o negativa). Dos modalidades diferentes para la razón, comprendidas como una misma realidad para el espíritu.


El Dios de la Creación es afable: nos habla y le hablamos. El Dios del Misterio es inefable: se comunica en silencio a quien hace silencio. Podríamos decir que el primero es relativo y está presente en cuanto se relaciona con la Creación en un diálogo, de modo tal que el Verbo constituye su centro causal, el nombrar que lo nombra y en el que es nombrado. El segundo es absoluto y está ausente, de modo tal que el Silencio constituye su centro original, el in-nombrar que lo calla y en el que es ocultado.
El Dios del Misterio es al Dios de la Creación como la Noche al Día. La Luz del Dios de la Creación no es sino reflejo o imagen proyectada de la Oscuridad del Dios del Misterio. En cuanto la realidad perceptible y predicable del primero remite a lo real imperceptible e impredicable del segundo, no resultaría insensato admitir que el Misterio subsume a la Creación, como el Abismo a la Profundidad y la Altitud. Y tenemos presente en esta manera de decir que la Profundidad alude en este caso a la Creación, mientras la Altitud al Creador; en tal sentido, la Profundidad de la Creación y la Altitud del Creador están en función de una relación biunívoca, vale decir, son ambos relativos o condicionados recíprocamente.
El Dios de la Creación opera en lo creado su propia relación, y en ella crea el vínculo que sostiene la Creación y lo sostiene como Creador. Es el Dios vinculante y dialogante, que trabaja y nos trabaja. Para este Dios Causal, somos siervos que buscamos ser salvados. Para el Dios Original, el Dios del Misterio, retirado en Sí Mismo para Sí Mismo, des-vinculado de la Creación, silente, somos servidores que buscamos ser liberados. Nada nos haría hesitar ante la certidumbre de que el Dios del Misterio es el Dios que nos libera de la relación imaginal con Dios y de su servidumbre.

Conocemos al Dios que nos salva, pero amamos al Dios que nos libera. No porque el amor suspenda el conocimiento sino, antes bien, porque lo supera y cubre, como la Noche al Día.
El conocimiento que sube y llega a la profundidad de lo alto, conoce en la Luz de lo cognoscible; pero el amor que baja y penetra en el abismo de lo abierto, nace en la Oscuridad de lo incognoscible. Uno sube hasta Dios. El otro baja hasta Dios. Desciende abisalmente, en la intimidad innominada del Innombrable. En esa realidad de ausencia del Dios relativo, la realidad de presencia del Dios absoluto.
 Hay, en efecto, un Dios más íntimo12 que el que nos salva como siervos: el Dios que nos libera como señores. Y en ello, el Señor –Verbo Encarnado– es maestro que enseña y acompaña, en lo secreto del corazón, el activo peregrinaje o vía iniciática, sin lo cual ningún proceso de realización de los estados superiores del ser –en su indefinidad de grados– cabría plantearse siquiera como posibilidad.  


Gilgamesh***

Fuente;
-ciclologia

viernes, 22 de enero de 2021

* Coronavirus 225-España *

 ***Gran alfinViernes para todxs.

Como si fuera poco el excepcionalísimo hecho de estar inmersos en una Pandemia, nuestra humanidad revela el fracaso en numerosos aspectos.
Primero la incapacidad de preveer, aún cuando nos quieran hacer creer que la Pandemia surge de un repollo o fruto de algo *eventual* que llega sin previo aviso, siendo que nuestros gobernantes y científicos sabían perfectamente que la humanidad estaba viviendo y siendo invitada a vivir de formas, usos y costumbres completamente reñidos con nuestra  naturaleza.

La explotación tanto de recursos naturales del planeta por la ambición y lucro desmedido como así también la explotación del propio *par*, ese igual a cada uno de nosotros, el *humano*, llevaron a la sociedad toda, a ser una sociedad puramente de consumo, de individualismo, del no respeto al planeta que nos alimenta y nos alberga, a un estado de aparente normalidad donde vale todo, y al neo-cultivo de un ser tecnológicamente inducido al individualismo, al sálvese quien pueda, y a una falta total de empatía, a la ausencia de solidaridad, a la competencia, en definitiva a la degradación de nuestra condición que nos volvió seres andantes y no pensantes, consumidores empedernidos, pedazos de carne y hueso que andan sólo con el ánima que les mueve, pero carentes de un Espíritu que nos permita entender qué hacemos aquí, para qué, y qué finalidad tiene nuestra existencia.

Como si fuera poco, decía, una vez desatada la Pandemia  improvisando formas o procedimientos para contenerla, idas y vueltas, ensayo de prueba acierto-error,  y nuestras propias miserias individualistas complicándolo todo.
Y empezamos a contar y apilar muertos como si de  Visones se tratara, o de peces varados o de hormigas aplastadas, y la muerte masiva del prójimo se volvió algo tan *normal* como si fuera imposible evitarla, *total...somos tantos...* dirían muchos. 


Después la máquina  tecnológica se puso a trabajar denodadamente en busca de un fármaco o una vacuna para frenar el desastre, cuestión que puso de relieve las miserias de los grandes consorcios farmacéuticos y la zoncera de los crédulos con individualismo incluído, saliendo a comprar cualquier cosa publicitada como *eficaz* por el emporio mediático vil y engañador.

También quienes borrachos de conspiranoia y afines a la mediatización *alternativa* se dejaron usar como ariete político de corrientes ideológicas cuyo fin era esmerilar al gobierno de turno, sea cual fuere, mientras se era oposición.
Idiotas útiles, suelo decir, jugando el juego de quienes los usaban.
Y después, una vez que al fin la o las vacunas empezaron a ser una esperanza =además de un meganegocio= vuelven a aparecer a flor de piel las burradas de los gobernantes a la hora de diseñar un dispositivo eficaz de vacunación.

Alguien dijo un día *estamos condenados al éxito*, pues no parecería que eso sea una realidad sino todo lo contrario.
Etapas hemos visto transcurrir desde que la Pandemia se instaló, etapas que al principio bien podríamos calificar como  errores *normales* sobre algo que no habíamos experimentado antes mas que por los libros de historia, pero a medida que las etapas iban sucediendo, el error se volvió una constante, un bochorno, una verguenza de que no seamos capaces ni siquiera de ponernos de acuerdo y tirar todos para un mismo lado en ¡¡¡semejante situación!!!.
Sabíamos que cuando la vacuna estuviera lista habría problemas de equitativa distribución, pues...ahí estamos viendo cómo se acapara, se estockea, se priva a millones de humanos.

Y cuando empezamos a vacunar lo hacemos mal...vacunamos a quienes no estaban habilitados, y los *vivos* de siempre usan su condición de poder para adelantarse en la *cola* o fila, lo mismo que cuando vamos al supermercado.
Qué adefecio somos....qué proyecto de laboratorio eternamente fallido, que condenados al fracaso estamos....

Sin ánimo de estigmatizar a tal o cual país, voy a tomar el ejemplo de España, porque saben, tengo particulares lazos con ese país y su gente, además de ser un potable ejemplo dado el carácter de inserción y pertenencia a un continente que siempre ha sido tomado como norte, como ejemplo, como argumento de quienes fuera de Europa  suelen repulsar a sus propias sociedades tercermundistas.


Un continente que además, un día, se unió bajo premisas de solidaridad, igualdad,  reglas de juego comunes,  y demás argumentos que lamentablemente hoy, al ver  la crisis de la Pandemia, no hacen más que confirmar  que no hay norte, que estamos todos desnortados y que en realidad sí somos todos iguales...; somos hijos del mismo error.

Viendo  diversos sitios de España y analizando cifras, evolución de casos, estrategias, acciones y demás, francamente no podía creer lo que leía...
No porque fuera algo nuevo para mí, sobra y basta con lo que veo en mi propio país y que creo,  las y los lectorxs realmente críticos también ven en sus propios países, pero verlo en España, reitero, es entender que nos enteramos  probablemente por el mismo idioma, pero que sin dudas debe ocurrir en el resto de países de la mentada Unión Europea,  donde se hacen tan mal las cosas como en cualquier otro país.

Resumen con titulares para explicar los desatinos;



 

 

 

 

Ni para hacer una lista...justifican el sueldo algunos funcionarios, o bien podríamos discurrir en que *se hicieron* los boludos...para asegurarse una rápida vacunación salteando a quienes estaban antes que ellos.
Uno  supone que ante semejante  *error*, el funcionario a cargo que justifica de esa forma es el primero en renunciar al cargo...¿no? ¿o le va a echar la culpa a sus empleados..?

Otra;



 

 

 

Bien por la *autodepuración* dentro del partido, ahora bien...¿quién o quienes eligen a tal o cual co-rreligionario a la hora de avalar su candidatura?..
Ya sé, el ser humano es una caja de sorpresas, quien parece ser el mejor y más idóneo un día te sale con semejante cosa y te desprestigia,  ¿no será entonces que las verdaderas *bases* de los partidos políticos =o sea la gente común=  nunca accede a cargo alguno porque antes de ellos hay una élite imposible de desenquistar?.
Otra;



 

 

 

 

 

 

 

 

 

Inadmisible...., el tipo es Médico, y sabiendo que la eficacia de una vacunación depende de que cierto porcentaje de la población se vacune...muy alegremente y suelto d ecuerpo hace 

semejante declaración..
En éste caso no del PSOE, es del PP, que está enquistado en el poder en Ceuta desde hace unos 10 años.
En un mundo *normal* la Asociación de Medicina o como se llame el organismo rector en España, a éste tipo se le debería quitar el título de Médico y jamás ser admitido como funcionario político.
Hablamos nada más y nada menos de lo que vulgarmente conocemos como Ministro de Salud...
Otra;



 

 

 

 

 

 

 

 

 

Increíble...que un medio como RTVE =que como todo medio oficial responde al Gobierno de turno= tenga que salir a tratar públicamente éstos temas...habla de lo inocultable del asunto, de lo imposible de enmascarar o *disimular*, lo cual pinta la crisis política que atraviesa a los partidos en España, crisis que venimos viendo en sus elecciones, por ejemplo, donde *el que gana pierde* y *el que pierde gana*, y no elige directamente el ciudadano votante, sino la *rosca* llamada Diputados-Senadores, todos consultando y pidiendo opinión a un *Monarca*, quien sin dudas influye en esos *pactos* que finalmente dejan de reflejar la verdadera *voluntad popular*.
Es increíble que un funcionario público sea capaz de semejante bajeza en medio de una situación como ésta donde está en juego la vida de las personas, enorme fracaso de quienes se aventuran a la política y el sano ejercicio de *participar* para mejorar las cosas.
Otra;



 

 

 

Andalucía y su eterno abandono por parte de los gobiernos centrales, a pesar incluso, del enorme peso que tiene en España, vieja historia de todos los países donde la *Capital* es un parásito que vive del interior.
Así, mis hermanos del Sur español siempre a la cola, con recursos que no son los que les corresponde o deberían ser de acuerdo a su población y el dinero que genera a las arcas nacionales, excepto que la gráfica sea una mentira;



 

 

 

 

 

 

 

 

 

Otra;



 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pero..*¿cómo es entonces tu argumento Gilga?*, pues ésta es la respuesta de acuerdo a la nota;



 

 

 

 

 

 

 

 

 

Muy simple; *política basura* en medio de semejante tragedia...quienes gobiernan Madrid practican la *oposición* de una manera vil mientras la gente se muere, el personal sanitario mal pago no dá más, y la sociedad ya no sabe qué hacer para asegurarse el sustento.
Parece increíble pero es así, allí en España y en cualquier lugar de éste gran manicomio.
Ni la primera ola sirvió para aprender, parece, ya ni siquiera se sabe si es una segunda o tercera, no se sabe si algo peor viene, o cuál es el límite.
Un verdadero desastre sazonado con ésta serie de sinrazones que ponen de manifiesto nuestra incapacidad humana de hacer algo bien, ¡¡¡algo!! al menos..

España y sus datos recientes;
Enero 13; 29.951 nuevos infectados
Enero 14; 28.010  
Enero 15; 29.653
Enero 18; 33.800
Enero 19; 34.291
Enero 20; 41.576
Enero 21; 44.357



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿No es broma eh...?
Sin embargo  el universo de las sinrazones se multiplica.
Sabiendo ya hace tiempo del problema con los Visones en el resto de Europa,  parece que en Galicia pensaban que allí...no iba a pasar nada;



 

 

 

 

 

 

 

 

 

Y otro típico *¡viva el capital!! , al igual que en Argentina donde los *productores* de maíz o de carne prefieren dejar a su país sin insumos por vender en dólares al extranjero, en España se da algo similar pero con ésto;



 

 

 

 

 

 

 

Pero hay diferencias ya que a la Argentina que dejó el neoliberalismo con la deuda externa más grande de la historia, nadie le presta un mango y se tiene que arreglar con lo que hay, o sea...poco y nada, en cambio España cuenta con una manito que...bien deberían explicitar si se usa o no en lo imprescindible;



 

 

 

 

 

Quién sabe...quizás como siempre, no hay filántropos y esos fondos irán a quien te *da una manito*;



 

 

 

 

 

 

La *picaresca* *a la española* bien podríamos adaptarla *a la argentina* cuando aquí le decimos *el guacho banana*, *el vivo*, el que *se las sabe todas*, pero eso es simplemente una cuestión autóctono-linguística, porque en el fondo...es la misma porquería.
Y de no ser por el idioma en común y nuestra ignorancia del mundo por *vagos* que no nos interesamos del otro,  o por nuestros estúpidos nacionalismos que nos sumergen más todavía en la supina ignorancia, o por nuestra anemia intelectual de no invertir unas horas en *mirar* a ese mundo que no entendemos, seguramente decía, nos vamos a dar cuenta que en todo el planeta ocurren cosas similares o calcadas;



 

 

 

 

 

 

 

-En España, la picaresca y la falta de protocolos están empañando la vacunación contra el coronavirus, en un momento en el que el colapso de las unidades de cuidados intensivos supera en muchos hospitales al de la primera ola y las cifras de contagios baten récords, con más de 44.300 casos en el último día.

El 'culillo' del frasco o cómo desperdiciar miles de dosis de vacuna.

La distribución de la vacuna y su administración avanza. Más de un millón cien mil personas han recibido el primer pinchazo, pero sorprende saber que algunas regiones están desperdiciando miles de dosis de Pfizer-BioNTech. ¿Por qué? Porque si bien cada vial de la vacuna contiene seis dosis, en comunidades como Andalucía, Cataluña o Madrid solo se están poniendo cinco, desperdiciando lo que llaman el culillo del frasco. La principal razón aducida, la falta de jeringuillas adecuadas.

Aún no se sabe cuántas dosis se han perdido de esta manera, pero el problema resulta sangrante en un momento como este. *En los últimos siete días se han notificado 1285 fallecidos*, explicaba este jueves el epidemiólogo jefe del Gobierno, Fernando Simón.

Picaresca: políticos, funcionarios, familiares y hasta curas vacunados sin ser prioritarios
Pero más inaceptables aún son los casos de picaresca. La falta de medios de supervisión y de sanciones previstas ha hecho que en algunos lugares se beneficien de las dosis sobrantes políticos, funcionarios, familiares de trabajadores de residencias, gerentes de hospitales y hasta curas.
Un ejemplo es el del consejero de Salud de Murcia, Manuel Villegas, forzado a dimitir tras descubrirse que se había vacunado pese a no pertenecer a ningún un grupo prioritario. Bilbao ha cesado por la misma razón a dos directores de hospitales. La pregunta ahora es si merecen o no recibir la segunda dosis.

Récord de contagios y las ucis de media España saturadas

Todo esto ocurre en un momento en el que la situación en muchos hospitales españoles se está volviendo desesperante. En el hospital Virgen de la Salud de Toledo, representantes del sanitario han salido a la palestra para denunciar lo que está sucediendo:

*La situación actual en el hospital es de colapso. Colapso no solo en las plantas de hospitalización convencional sino en los medios de cuidados intensivos* explica el anestesista y representante sindical Juan José García Cruz. Algunos pacientes, ingresados con patología COVID y pendientes de ingresar en uvi, no pueden bajar a uvi porque no hay camas disponibles. Pacientes que están al límite de su capacidad respiratoria.

La ocupación media de las unidades de cuidados intensivos españolas ronda el 36 %, pero las diferencias son muy importantes entre las regiones. En Cataluña y La Rioja, donde la situación es más acuciante, la ocupación es del 60 %.


Es todo muy triste..aún siendo AlfinViernes cuando generalmente los medios buscan quitar la realidad para hablar de nimiedades, o aquí solíamos acariciarnos con alguna que otra canción.
Triste y dura realidad que aún queriendo ignorarla la debemos tratar para que la amarga cucharada inicial de la Gnosis se vuelva como miel de abejas.
El *fracaso* no es *español* aunque cada emporio mediático te lo quiera hacer creer de acuerdo a tu propio país, bastaría con usar el traductor de San G. como para corroborar que el fracaso es global, como global es el manicomio que habitamos, pero ya sé...es mucho trabajo...

¿Qué hacer ante ésta cruda realidad? pues creo humildemente que sobre eso, se ha escrito y mucho aquí, pero viene bien de vez en cuando hacer ésta clase de post para rezagados que nunca faltan.
Lo que no tiene arreglo con las herramientas materiales del mundo material...deberá ser arreglado con las otras herramientas, esas que no vemos...aunque las intuímos.
Esperanza en pequeñas cosas, y en lo que uno mismo puede aportarle a un mundo incorregible, pequeñas cosas que hacen que todo no sea peor aún, y benditas sean esas pequeñas cosas....

Buen finde para todxs.

Gilgamesh***

domingo, 3 de enero de 2021

* Telefonía móvil; sofisticados tecno-arcontes *

 ***Hermoso primer Domingo 2020 para todxs.

Tampoco hablaremos hoy ni del Sol ni de la Pandemia, hablaremos sobre cómo poner a prueba la Gnosis y a través de ella ajustarnos a éste tiempo en el cual es siempre necesario analizar qué nos está pasando.
Gnosis aplicada a desenmascarar lo que hay detrás de la tecnología, si se quiere.
Si pude adentrarme en algo durante el año pasado en plena Pandemia ha sido alarmarme y espantarme mucho más de lo que hasta allí yo veía detrás de la telefonía celular.

De sus efectos, de peores enfermedades que la radiacion que pueden emitir los aparatos,  me refiero al sometimiento del Ser, al secuestro de sus funciones naturales que ya de por sí tienen muchas trampas mentales, pero bueno...ahora...si al humano le quedaba algún resquicio o salvoconducto como para eludir la trampa, con ésta tecnología voy entendiendo que, tal como he dicho otras veces, nuestra esperanza no cabe para éste mundo, sino para el que no vemos y al cual debemos aspirar cuando salgamos de aquí, de éste manicomio incalificable.

En años anteriores supe compartir los escritos de alguien que se dedicó a fondo a estudiar los efectos del dispositivo móvil, seguramente lo recuerdan, *¡¡Sal de la Máquina!!* se llama el sitio, pues hoy les quiero recomendar leer su libro *SAL DE LA MÁQUINA-Cómo sobrevivir a la distopía de los smartphones* escrito por Sergio Legaz en versión *básica* mediante éste link, y no duden en comprar si pueden cualquiera de sus libros porque es Gnosis aplicada a éste tiempo.
De éste libro les comparto algunos recortes como para que se sitúen en la comprensión de lo que estamos viviendo, porque en éste año atravesado por la Pandemia, ésta tecnología del demonio nos va a intentar enloquecer y estupidizar mucho más.
¿Serán capaces los usuarios del adminículo de romper el hechizo?
Ojalá, aunque lo dudo.

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 ¿Cómo se transforma la mente humana en contacto permanente con pantallas táctiles?
¿De qué manera su uso continuado afecta a nuestros hábitos cotidianos y a la forma de relacionarnos mutuamente?
¿Cuál ha sido el recorrido histórico, desde la invención del reloj mecánico hasta nuestros días, que ha conducido a la creación de ese *instrumento definitivo* que llevamos en el bolsillo?
¿Qué estrategias psicológicas utilizan los diseñadores de dispositivos y aplicaciones para conseguir que sus productos nos resulten adictivos?
¿Qué miserias ecológicas y humanas ocultan las compañías tras el optimismo deslumbrante de sus campañas publicitarias?
¿Por qué en internet todo es gratis?

¿Cómo el poder político reaprovecha estas tecnologías para sus propios fines de control de masas?
¿Cuáles son los efectos de la interacción continua con pantallas sobre el cerebro de un niño en crecimiento?
¿Es posible vivir desconectados?

En otoño de 1953, Peter Milner y James Olds, dos pioneros en el campo de la moderna neurociencia, experimentaban con electrodos conectados al cerebro de una rata
sobre una estructura cerebral llamada *sistema reticular del mesencéfalo*.
Investigaciones previas habían relacionado ese centro del cerebro con el mecanismo de control del sueño en animales. Pero por uno de esos afortunados golpes de suerte que jalonan la historia de la ciencia, Olds y Milner conectaron los electrodos por error en una región más adelantada de la línea media, llamada *septum pellucidum*.
El experimento consistía en una jaula con cuatro esquinas, etiquetadas con las letras A, B, C y D. Cada vez que la rata se aproximaba por casualidad a la esquina A, Olds
pulsaba un botón que enviaba una leve descarga eléctrica al cerebro del animal. A partir de ese momento, y por razones que los científicos todavía no alcanzaban a comprender, la rata comenzó a interesarse sobremanera por el rincón A, olvidándose de todos los demás.

Cabe subrayar que en el rincón A no había comida, agua ni ningún otro reclamo tangible o visible para el roedor: solo una descarga eléctrica en el septum cada vez que el animal se acercaba a aquella zona.
En este punto, y ante la posibilidad de haber descubierto algo significativo, Olds y Milner modificaron el experimento, preparando una nueva jaula dotada de un botón que
la rata pudiera pulsar a voluntad, recibiendo descargas eléctricas en la misma área de su cerebro.
Lo que sucedió a continuación lo describe elocuentemente David J. Linden en su libro La brújula del placer:

*Lo que Olds y Milner estaban estimulando era un centro de la recompensa, un circuito del placer cuya activación era mucho más potente que cualquier estímulo natural. Varios experimentos posteriores revelaron que las ratas preferían la estimulación del circuito del placer a la comida aunque estuvieran hambrientas o al agua aunque pasaran sed. Las ratas macho que se autoestimulaban no hacían caso de una hembra en celo, y, para llegar a la palanca, cruzaban una y otra vez una rejilla electrificada que les aplicaba descargas en los pies.
Las ratas hembra abandonaban a su camada recién nacida para seguir pulsando la palanca. Algunas ratas llegaron a autoestimularse hasta 2000 veces por hora durante veinticuatro horas con exclusión de cualquier otra actividad.
Para impedir que murieran de inanición había que desconectarlas del aparato*.


Sin duda resulta tentador, a efectos de todo lo que venimos planteando en el presente estudio, establecer una relación directa entre el comportamiento de los roedores
y el de los seres humanos. Sin embargo, hemos de admitir una diferencia fundamental que nos distingue de las ratas: ellas pulsan el botón gratificador encerradas en jaulas; nosotros lo llevamos a todas partes, instalado en el bolsillo...

En capítulos anteriores denunciábamos la introducción de los smartphones como una nueva clase de *opio para el pueblo* actualizada a nuestros tiempos. Nunca hemos de perder de vista que uno de los principales objetivos de las élites dominantes es mantenernos a nosotros, las grandes masas, en un estado de conciencia dócil e inofensivo.
La masa =y ellos lo saben= encierra dentro de sí un gigantesco potencial. La masa la constituye el 99% de la población; por lo tanto, una masa integrada por millones de personas plenamente conscientes de sus poderes y capacidades sería lo más peligroso que ningún miembro de la élite podría concebir.

Para conjurar esta amenaza, a lo largo de la historia se han introducido diferentes opios o anestésicos que facilitaran el control de la población. En nuestros días, los instrumentos de manipulación y control al servicio del poder se han diversificado extraordinariamente. Una sociedad tan compleja como la nuestra alberga la posibilidad de aplicar soluciones igualmente múltiples, enrevesadas y maquiavélicas.
Consideremos como ejemplo el caso del tabaco. Es evidente el cinismo con el que se comporta el Estado en lo concerniente a esta sustancia. Por un lado, prohíbe su
consumo en lugares públicos y estigmatiza al producto y a sus consumidores, adoptando medidas como la inclusión, por ley, de fotografías y mensajes macabros en las cajetillas de cigarros.

Pero con la otra mano el Gobierno permite su venta, pues la comercialización del tabaco, al tratarse de una droga legal y ampliamente extendida, le resulta enormemente lucrativa =baste con señalar que en España el 80% del precio de una cajetilla de tabaco son impuestos; en el año 2011, el estado español recaudó casi 10.000 millones de euros en concepto de impuestos por la venta de tabaco, una cifra equivalente al presupuesto conjunto de los ministerios de Fomento, Industria y Sanidad para ese mismo año=.

Si la auténtica preocupación del Estado en esta materia fuese proteger la salud pública, hace décadas que la producción, venta y consumo de tabaco estarían prohibidos,
pues está probado que las sustancias que contiene son nocivas para el organismo humano.
¿A qué obedece, entonces, tan contradictorio comportamiento?
Pero examinemos otro caso aún más sangrante: el de los juegos de azar.
Las máquinas tragaperras entonan sus cantos de sirena en cada bar, arrastrando a cientos de víctimas a la ludopatía sin que nadie mueva un dedo por evitarlo. Los anuncios de apuestas online campan a sus anchas en televisión, patrocinados por deportistas famosos a los que el público toma como modelo a seguir. Los bingos y casinos tienen vía libre para enriquecerse, pues desde las administraciones públicas se les conceden privilegios y se les acomodan las reglamentaciones para que puedan ejercer impunemente su actividad.

Aún más, el Estado participa como protagonista activo en este negocio mediante la organización de las Loterías y Apuestas del Estado-LAE, una maquinaria oficial dedicada a promover los juegos de azar, popularizarlos y lucrarse con ellos. Sin embargo, en los mismos establecimientos de loterías o al dorso de cualquier boleto comprado, podemos leer hipócritas advertencias sobre *juego responsable*, y la propia LAE facilita, a través de su página web, formularios de autoevaluación para que el usuario detecte si presenta síntomas de ludopatía, así como una serie de características que, según ellos, diferenciarían un *juego saludable* de un *juego patológico*....

¿Demencial hipocresía... o algo más?
Lamentablemente, en lo que concierne a la casta de agentes al servicio de la Máquina que nos dirigen y gobiernan, siempre encontramos basura debajo de la alfombra. Tanto en el caso del juego como en el del tabaco nos hallamos ante una estratagema pura y dura de control y debilitamiento mental de la población, en este caso a través de la culpa. Como hemos visto, el daño provocado por este tipo de actividades lo consienten, lo estimulan y lo aprovechan ellos, pero la carga de la culpabilidad siempre recae sobre nosotros. Nos convierten en adictos =a estos y a millares de otros opios= sencillamente para despojarnos de nuestra energía; ya sea mediante la práctica del vicio en sí mismo, mediante la culpabilización y el miedo que nos infunden para castigarnos por su consumo, o mediante el estrés que padeceremos al esforzarnos por salir de él.
Intentemos un rápido ejercicio mental que nos permita comprender objetivamente el alcance del problema que estamos tratando. 


Para nuestro ejemplo, emplearemos un elemento neutral y muy poco sospechoso de aturdir la inteligencia humana: un libro.
Imaginemos a un joven universitario, estudiante de ciencias físicas. Nos citamos con él para tomar un café en la cafetería de su facultad. Esperamos sentados a la mesa y
por fin aparece nuestro protagonista, caminando hacia nosotros con un libro abierto entre las manos. Nos saluda con una rápida mirada y una sonrisa mientras toma asiento, extendiendo el libro abierto sobre la mesa. Durante las primeras formalidades de nuestra conversación, mientras aguardamos a que nos traigan los cafés, asiente, sonríe y responde lacónicamente a algunas de nuestras palabras sin despegar los ojos de las páginas que tiene delante.

Cuando se acerca el camarero con las tazas humeantes, abandona un momento la lectura para darle las gracias, coger su taza y regresar de inmediato a las páginas del libro. Intentamos continuar nuestra conversación, pero el joven sigue con su lectura. Habla y escucha, a veces incluso levanta la vista para atendernos, pero tenemos la
sensación de ser una molestia para él, de estar interrumpiéndole en algo importante.
Parece evidente que le interesa más el libro que nosotros. Y nos preguntamos
contrariados: *¿para qué hemos venido?*.
Su forma de ignorarnos, o como mucho de tolerarnos, se nos antoja una descarada falta de respeto.

Si supiéramos que esta persona va con su libro abierto a todas partes y hace lo mismo con todo el mundo, incluso cuando se reúne con su familia o se encuentra con un
grupo de amigos, tal vez no nos lo tomaríamos tan a pecho. Y más que considerarle un maleducado probablemente calificaríamos su comportamiento de antisocial..
Si también le observáramos caminando por la calle con la cabeza gacha y el libro abierto en las manos, ralentizando a veces la marcha hasta casi detenerse en mitad de la
acera para terminar un párrafo, empezaríamos a creer que nuestro protagonista ha perdido definitivamente el contacto con la realidad. Si este mismo individuo continuase leyendo sin mirar a su alrededor mientras cruza a paso de tortuga un semáforo intermitente, además de pensar que está enajenado lo consideraríamos sencillamente un insensato.

Y si tuviéramos la posibilidad de asomarnos a la intimidad de su casa, para descubrir que el joven estudiante de nuestro ejemplo no deja de leer a todas horas, mientras se acuesta y se levanta, mientras desayuna, come y cena, mientras saca a pasear al perro, mientras se sienta en el retrete, mientras se cepilla los dientes, mientras recoge y
ordena las habitaciones, mientras da vuelta en la sartén a una tortilla, mientras habla por teléfono, incluso mientras se arrellana en su sofá para ver la televisión, llegaríamos inequívocamente a la conclusión de tener ante nosotros a un auténtico adicto.

Una conducta se convierte en compulsiva o enfermiza cuando interfiere en el curso normal de nuestra actividad diaria, cuando roba protagonismo a otros hábitos y actividades, colonizando poco a poco casi todo nuestro espacio vital. No hay nada intrínsecamente perjudicial en dedicar dos, tres o cinco horas en exclusiva a cualquier
tarea determinada =leer un libro, ver la televisión, hacer búsquedas y teclear mensajes en un smartphone=; el problema comienza cuando cualquiera de ellas crece sin control, acaparando nuestra atención hasta el extremo de convertirse en el centro de nuestra vida.

Aun con toda su trascendencia, nuestra compulsión en el uso de apps y dispositivos, así como el papel protagonista que esta adicción está adquiriendo en la función de mantener bien engrasada la rueda del consumismo, son solo dos vertientes del problema; aquellas quizá más próximas a nuestra esfera de decisión personal y por lo tanto más susceptibles de hallar una vía realista de solución. Pero todavía nos queda una tercera arista por descubrir; un elemento que escapa por completo a nuestro control y que precisamente por ello puede resultarnos aterrador.
Sabemos o intuimos que todas y cada una de las acciones y comunicaciones que efectuamos a través de una aplicación electrónica dejan huella =compras, transferencias bancarias, datos de acceso a un programa o a un sitio web, contenidos publicados, mensajes enviados y recibidos, valoraciones y favoritos, redes de conocidos y amigos...=.

Lo que muchos desconocen es que estas huellas no se borran con facilidad ni van difuminándose sin más en el olvido, sino que dejan un rastro digital indeleble que otros pueden seguir.
¿Quiénes investigan nuestros pasos y con qué finalidad desean examinar y catalogar cada uno de nuestros movimientos en el mundo virtual?
En el siguiente capítulo nos adentraremos sin miedo en uno de los aspectos más
sombríos de nuestra relación con la Máquina.

*La NSA ha creado una infraestructura que le permite interceptar prácticamente todo, devorar la inmensa mayoría de las comunicaciones humanas sin ninguna clase de filtro. No te puedes ni imaginar de lo que son capaces. El alcance de su poder es terrorífico. Se pueden infiltrar en la máquina y mantenerte identificado desde el momento en que te conectas. No importa cuántas precauciones adoptes: nunca estarás a salvo*.
Edward Snowden, ex agente de la CIA y la NSA

George Orwell en el año 1949 imaginaba una tecnología futura capaz de espiar a cada ciudadano desde el interior de su propia casa, proporcionando al Estado detalles sobre la vida y comportamiento de cada individuo. Los pasajes citados se encuentran en las primeras páginas de 1984, la obra más emblemática del escritor inglés.
Sesenta y seis años más tarde, en 2015, a alguien se le ocurrió leer con detenimiento el manual de instrucciones de su televisor Samsung, una SmartTV =*televisión inteligente*= recién adquirida, con todas las prestaciones ampliadas que brinda la conexión a internet de estos nuevos aparatos. Una de las cláusulas de privacidad del contrato de compra, advertía lo siguiente en letra muy pequeña:

*Por favor, tenga en cuenta que si sus palabras habladas incluyen información privada o sensible, dicha información, junto con otros datos, será capturada y transmitida a terceros mediante el dispositivo de Reconocimiento de Voz*.
¿Quiénes son esos terceros a los que nuestros dispositivos inteligentes envían *información privada y sensible* sobre nosotros?
De eso el contrato de Samsung no decía ni una palabra. No solamente comandos de voz y fragmentos de conversaciones, sino también textos asociados, canales favoritos y programas visualizados por el usuario son recopilados por la SmartTV y enviados, con toda probabilidad, a muchos kilómetros de distancia al otro lado del océano Atlántico.

En el capítulo tercero, como se recordará, aludíamos a un aparente defecto de fábrica detectado en los smartphones de última generación: la función de alarma-despertador queda anulada si apagamos completamente estos dispositivos durante la noche, obligándonos por tanto a mantenerlos funcionando mientras dormimos. Al margen de las alteraciones que pueda ocasionar sobre nuestra salud y sobre los ciclos del sueño un aparato que emite radiaciones electromagnéticas desde el cabecero de la cama, al margen de que la presencia dictatorial de un móvil encendido las veinticuatro horas del día pueda tentarnos a leer y enviar mensajes electrónicos también de madrugada, entre cabezada y cabezada, no podemos descartar completamente una tercera y siniestra posibilidad:
que el teléfono inteligente cumpla también la función de escucharnos y espiarnos incluso en sueños.

Todos los smartphones llevan incorporado un software de reconocimiento de voz idéntico al de las SmartTVs =es famoso el comando *Ok, Google!*= que pone en marcha las búsquedas a una sola orden de nuestra voz.
Significativamente, en la novela de Orwell se cuenta el caso de un personaje =Parsons, miembro fiel e intachable del partido político dominante= que acaba siendo detenido y encarcelado por un crimen de pensamiento... cometido en sueños. 


*El crimen del pensamiento es una cosa horrible =dijo sentenciosamente=. Es una insidia que se apodera de uno sin que se dé cuenta. ¿Sabes cómo me ocurrió a mí? ¡Mientras dormía! Sí, así fue.
Me he pasado la vida trabajando tan contento, cumpliendo con mi deber lo mejor que podía y, ya ves, resulta que tenía un mal pensamiento oculto en la cabeza. ¡Y yo sin saberlo! Una noche, empecé a hablar dormido, y...* 
  

              
Se cierra así un círculo perfectamente lógico que hace innecesario recurrir a ninguna teoría de la conspiración para explicar esa *distopía de los smartphones* en la que
nos hallamos inmersos. Por un lado, las corporaciones tecnológicas comercializan productos diseñados específicamente para generar dependencia, garantizándose así una
realimentación incesante de su inmenso negocio. Por otro, las élites que ostentan el poder político aprovechan la disponibilidad de dichas tecnologías de consumo masivo para satisfacer sus propios fines, resumibles en uno solo: el control efectivo de la población, ya sea mediante los programas de rastreo de las telecomunicaciones a gran escala o sencillamente a través del embrutecimiento de la inteligencia y el aletargamiento de los sentidos de sus *ciudadanos-consumidores*.

Finalmente, y como pieza fundamental que sirve de sostén a todo el sistema: nosotros.
Agradecidos usuarios de dispositivos multimedia con los que esperamos colmar nuestros inagotables deseos de comunicación y entretenimiento. Se produce por tanto una oportuna =y tal vez inopinada= simbiosis entre los intereses de la industria, los de las élites y los del gran público, resultando en la emergencia de un Monstruo o *Megamáquina* con vida propia, superior a la mera suma de las partes, que amenaza con engullir al eslabón más frágil de esta singular cadena trófica.
No existe falacia más grande, en esta era digital, que la repetida afirmación de que *si no estás conectado, no existes*. 


Extirpemos semejante insensatez de nuestras cabezas de una vez por todas, y atrevámonos a denunciar alto y claro:
cuanto más conectados a la Máquina, más desconectados de nuestra propia identidad y de la Vida. 
 


Recuerdo tiempo atrás mi Facebook laboral cuando un día ejecuté mal un procedimiento y Facebook me bloqueó el ingreso a mi propia cuenta.
Luego de incesantes reclamos no respondidos nunca =jugaban con mi desesperación= un día me respondieron ofreciendo levantar la *penalización* =que jamás me explicaron= para lo cual yo debía enviar copia color de anverso y reverso de mi DNI y aceptar el reconocimiento facial....
¿Qué? me dije...ni en pedo hago eso.
Perdí el muro y dije ¡¡¡métanse el muro en el fondo del ----!!! sí...ahí donde se imaginan.

Todos estamos fichados, lo sabemos, pero cuando solemos esgrimir esa frase no hacemos más que seguir entregando cada día más intimidades que deberían ser eso...*íntimas* y no al servicio de las *apps* que tal como pude ver durante la Pandemia...wow...me horroricé..


Hay quienes ya contaminados por la conspiranoia se negaban a usar las apps destinadas al seguimiento del Coronavirus diseñadas por los distintos gobiernos, pero desconocían todas las otras que vienen usando desde hace un montón de tiempo...y las nuevas a las cuales suscriben.
Muchos se creen despiertos por ejemplo denunciando a la Pandemia y las vacunas como un invento para controlarnos y arruinarnos, mas...usan el celular todo el tiempo desde hace años...para otras cosas que evidentemente ni critican ni resisten.

La coptación que éstos aparatos han hecho de la naturaleza humana no sólo que no cesa, sino que crece y va camino a dejar nuestro Espíritu completamente inútil, ya no borracho y adormecido, ya prácticamente...disuelto.


A éste paso ¿seremos algunos pocos la última generación con algo de Conocimiento?...
¿Quién le pone freno a éste desastre?..
Quizás...el propio desastre...cuando los cerebros humanos ya no sirvan ni para hacernos consumir..ni pocrear..

Fuerte abrazo y a pesar de todo, a no decaer.

Gilgamesh***